Legislatura XXVIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19181017 - Número de Diario 50

(L28A1P1oN050F19181017.xml)Núm. Diario:50

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, JUEVES 17 DE OCTUBRE DE 1918

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CAMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO I.- NUMERO 50

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CAMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DíA 17

DE OCTUBRE DE 1918

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Son aprobados los dictámenes correspondientes a las elecciones verificadas en los siguientes distritos Electorales: 10 de Puebla, 4o. de Veracruz.

3.- Es discutido y aprobado el dictamen por el 3er. Distrito de Tlaxcala. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. ALVAREZ DEL CASTILLO JUAN MANUEL

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. Presidente, a las 10.37 a. m.: Se abre la sesión.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"Acta de la sesión del Colegio Electoral de la Cámara de Diputados, celebrada el día quince de octubre de mil novecientos diez y ocho.

"Presidencia del C. Juan Manuel Alvarez del Castillo.

"En la ciudad de México, a las diez y cuarenta y dos de la mañana del martes quince de octubre de mil novecientos diez y ocho, con asistencia de ciento veinticinco ciudadanos diputados y presuntos, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario Soto, se abrió la sesión.

"El C. Secretario Meade Fierro leyó el acta de la sesión celebrada el día doce del presente mes, la cual fue aprobada sin debate.

"Se recogió la votación nominal que quedó pendiente en la sesión anterior que falta de quórum, acerca de dictamen que propone para diputado propietario por el 10 Distrito Electoral de Veracruz al C. Jorge M. Mancisidor y para diputado suplente al C. Procopio Córdova. Se obtuvo el resultado de ciento veintiocho votos de la afirmativa contra nueve de la negativa, y en esa virtud de declaró aprobado el dictamen y se hizo la declaración correspondiente. "Sin discusión fueron aprobados los dictámenes que tratan de las elecciones en el único distrito Electoral del Territorio de Quintana Roo, y en el 16 del Estado de Guanajuato, el primer favorable a los CC. Joaquín Lanz Galera y Enrique M. Barragán, como diputados propietarios y suplente, respectivamente, y el segundo favorable a los CC. Luis Fernández Martínez y Miguel M. Hernández para los mismos puestos. En cada caso se hizo la declaración de costumbre.

"A debate el dictamen relativo a las elecciones en el 4o. Distrito Electoral de Veracruz, que otorga el triunfo a los CC. Antonio G. Azuara y Antonio Nava, usó de la palabra en contra el C. Alarcón Damián, candidato por ese distrito y portador de la credencial. El orador pidió la lectura de varios documentos que dio a conocer la Secretaría e interpeló al C. Aceves; habló en contra el C. Chávez Manuel M., y el C. Altamirano renunció a hacerlo en el mismo sentido.

"Así que se estimó agotado el debate, a solicitud del C. Zayas se votaron por separado las proposiciones del dictamen. En votación económica se aprobó la que declara válidas las elecciones y en la misma forma se desechó la segunda que declara diputados propietario y suplente, respectivamente, a los CC. Azuara y Nava. Volvió el dictamen a la Comisión para su reforma.

"En seguida se puso a discusión el que propone para diputado propietario por el décimo Distrito Electoral de Puebla al C. Benjamín Balderas Márquez, y para diputado suplente al C. Francisco Gálvez.

"A petición del C. Rocha la Secretaría leyó un memorial que obra en el expediente y luego habló en contra el C. Avilés, quien pidió la lectura de la fracción V del artículo 55 constitucional e interpeló al C. Aceves, miembro de la Comisión dictaminadora; el C. Saldaña José P., que forma parte de la misma Comisión, apoyó el dictamen, fue interrumpido por una aclaración del C. Secretario Meade Fierro y contestó una interpelación del C. Rocha; el C. Villaseñor Mejía renunció a hablar en pro en seguida del discurso del C. Saldaña; en contra lo hizo el C. Rocha, a quien interrumpió una aclaración del C. Saldaña José P. y acto continuo usó de la palabra en pro el citado C. Villaseñor Mejía; la Secretaría leyó un documento a petición del orador, y a éste pretendió interrumpirlo el C. Rocha fundándose en el artículo 110 reglamentario para que se leyera otro documento, a lo que no

accedió la Presidencia. Una vez que concluyó el C. Villaseñor Mejía se leyeron, a solicitud del repetido C. Rocha, el artículo 110 reglamentario y el documento a que antes se había referido.

"Nuevamente impugnó el dictamen el C. Avilés y dirigió una interpelación al C. Villaseñor Mejía; habló en pro el C. Balderas Márquez y proporcionó un documento que dio a conocer la Secretaría.

"Considerando el dictamen suficientemente discutido, a petición del C. Avilés, debidamente apoyado, se recogió votación nominal, y emitieron su voto en sentido afirmativo ciento veinte ciudadanos diputados y en sentido negativo cuatro, por lo que la Secretaría declaró que no había quórum.

"A las doce y diez se cerró la sesión y se citó para las cinco de la tarde a sesión de Cámara de Diputados."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Aprobada.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

Se va a proceder a la votación nominal del dictamen relativo al 10 Distrito Electoral del Estado de Puebla, que en la sesión pasada quedó pendiente por falta de quórum.

Dice así:

"Primera: Son válidas las elecciones verificadas en el 10 Distrito Electoral del Estado de Puebla.

"Segunda: Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 10 Distrito Electoral del Estado de Puebla, los CC. Benjamín Márquez y Francisco Gálvez."

Por la afirmativa.

El C. Secretario Pesqueira: Por la negativa.

(Se recogió la votación.)

El C. Secretario Soto: ¿Falta algún ciudadano diputado o presunto por votar? Se procede a la votación de la Mesa.

El C. Secretario Pesqueira: El resultado de la votación fue como sigue: 138 por la afirmativa y 1 por la negativa. (Aplausos y siseos. Voces: ¿Quién es? Avilés.) La Presidencia, por conducto de la Secretaria, declara: "Son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el 10 Distrito Electoral del Estado de Puebla, los CC. Benjamín Balderas Márquez y Francisco Gálvez.

(Aplausos.)

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 3a. Sección.

"4o. Distrito electoral del Estado de Veracruz.

"H. Asamblea:

"Habiendo sido rechazado el dictamen que presentó esta Comisión sobre las elecciones verificadas en el 4o. Distrito Electoral del Estado de Veracruz y estando con el sentir de la H. Asamblea, nos permitimos someter a vuestra consideración para que se apruebe, el segundo punto resolutivo que dice: "Segundo: Son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el mencionado Distrito, los CC. Damián Alarcón y Porfirio Hernández C.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 15 de octubre de 1918.- E. Soto P.- A. R. Aceves." Está a discusión. Los que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el 4o. Distrito Electoral de Veracruz, los CC. Damián Alarcón y Porfirio Hernández C.

Presidencia del

C. CÉSPEDES ELÍSEO L.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Sección 1a.

"H. Asamblea:

"Cuidadosamente revisado fue por la Comisión el expediente que corresponde al 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala, encontrándolo en general ajustado a la ley, pues las pequeñas deficiencias que tiene, no menoscaban la legalidad de la elección y son comunes a los candidatos que contendieron en dicho Distrito Electoral. El resultado de la votación fue le siguiente: Para diputado propietario los CC. Modesto González Galindo con 3,726 votos y Zeferino Domínguez con 3,174, y para diputado suplente los CC. Adalberto Cortés con 3,785 y Manuel León Armas con 3,104.

"El C. Zeferino Domínguez presentó un escrito a la Comisión, pretendiendo que se anule la elección en las casillas números 17 y 20 de la Municipalidad de Calpulalpan, 8a. de Tlatlahuaca, 1a., 3a., 4a., 5a., 7a. y 9a. de Nativitas, 7a. de Ixtacuiztla, 5a. de Lardizábal y 1a. y 2a. de San Felipe Hueyotlipan. Revisando el legajo que presentó el C. Domínguez para comprobar los hechos que, en su concepto, ameritan la nulidad de la elección en las casillas indicadas, resulta que no son documentos dignos de tomarse en consideración, por ser, la mayor parte de ellos, los originales o las copias de las protestas de sus representantes y que son las que deben probarse precisamente.

"Manifiesta que la casilla número 17 es nula, porque se instaló en casa habitada, porque el padrón sólo tiene 55 electores y porque, además, se violó el secretó del voto.

"Desde luego, la instalación de una casilla en casa habitada no es motivo de nulidad de una elección, sino cuando la casa está habitada por funcionario público; revisando el padrón que viene agregado al expediente, nos cercioramos que las personas empadronadas son 139 y no 55 y, finalmente, no se dice en qué consiste la violación del secreto del voto ni se justifica tampoco dicha violación.

"En la Sección 20 se alega que se violó el artículo 115 de la Ley Electoral, por haberse instalado la casilla a manos de cinco kilómetros de la cabecera del Distrito, hecho que se pretende justificar con un informe que rinden dos vecinos de esa Municipalidad, en el sentido de que, efectivamente, la distancia es de 4,500 metros. Estos documentos no los puede tomar en cuenta la Comisión, por ser completamente privados y extendidos a petición de parte interesada.

"En la casilla número 8 de Tetlatlahuaca se alega que se recibieron abiertos los paquetes en la Junta Computadora, y esto se quiere probar con la afirmación que hacen los CC. Manuel León Armas, Gabino Galicia y otras personas, miembros prominentes del "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca", que ni presenciaron el hecho ni su afirmación tiene la imparcialidad que se requiere, dado que son las personas interesadas en sacar avante la candidatura del C. Zeferino Domínguez.

"En las secciones 1a., 3a., 4a., 5a., 7a. y 9a. de Nativitas, se asienta que se cometieron fraudes e irregularidades que no se concentran ni se prueban. En la sección 7a. de Ixtacuiztla se alega que el expediente no fue entregado por el Presidente de la Mesa a la Junta Computadora, aseveración que es completamente falsa, por constar en el inventario formado por la Junta Computadora, que el expediente de esta Sección fue entregado por el Presidente de la Mesa, Antonio Pérez.

"En la Sección 5a. de Lardizábal se dice que la documentación está incompleta y que no hay boletas del disco rojo, lo cual es igualmente falso, porque la documentación de esta casilla está completa, encontrándose inutilizadas las boletas del disco rojo.

"En la Municipalidad de Hueyotlipan se alega que no hubo elección, porque estaba controlada por los arenistas dicha Municipalidad; pero según telegrama que existe en el expediente, del Presidente Municipal de la cabecera del Distrito Electoral, fechado el 28 de agosto, Hueyotlipan no estuvo siquiera amagado por los rebeldes el día de las elecciones, lo que está confirmado por un mensaje del coronel M. Puente, jefe de dicho sector, mensaje que, igualmente, tiene fecha 28 de agosto.

"Algunos expedientes de ambos candidatos fueron remitidos con propios o por correo a la Junta Computadora; pero como fueron entregados sin presentar huellas de violación, no hay motivos para anularse y, aun cuando esto se hiciera, siempre quedará triunfante el C. Modesto González Galindo.

"Como las casillas 10 de Ixtacuiztla y 1a. de Nativitas carecen por completo de documentación, creemos que la elección en ellas verificada debe declararse nula, así como la 2a. de Hueyotlipan, en donde propiamente no hubo elecciones, puesto que solamente se remitió a la Junta Computadora una acta subscripta por 102 ciudadanos, con una lista de escrutinio, en la que se hace constar que el C. Modesto González Galindo obtuvo 102 votos.

"Los votos nulificados, por lo anteriormente expuesto, al C. Modesto González Galindo, son 265, y al C. Zeferino Domínguez, 28.

"Como de todos modos el C. Modesto González Galindo y su suplente obtuvieron mayoría de votos en ese Distrito Electoral, atentamente sometemos a la consideración de esta honorable Asamblea las siguientes proposiciones:

"Primera. Son válidas las elecciones para diputados, propietario y suplente, verificadas en el 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala.

"Segunda. son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado Distrito Electoral, los CC. Modesto González Galindo y Adalberto Cortés."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 15 de octubre de 1918.- I. Olivé.- Manuel Andrade."

Está a discusión el dictamen. Los que deseen hacer uso de la palabra, pueden pasar a inscribirse.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Camacho Roberto.

El C. Camacho Roberto: Honorable Asamblea: Hay verdades en la vida que no admiten ni la más ligera réplica, ni la discusión más mínima. . . . (Murmullos.) ni la duda más pequeña: Tal es su certeza y tal es su claridad. Y esto pasa precisamente en el presente caso; la credencial ilegítima que por el 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala trae el señor Modesto González Galindo, es obra de la imposición más descarada del Presidente Municipal y de las recomendaciones del señor Gerzayn Ugarte. En las pasadas elecciones el que tiene el honor de dirigiros la palabra, portavoz del señor Zeferino Domínguez, cruzó sus armas en la lid democrática: fueron la ley y la pureza de sus actos su norma; luchar en la justa para que, si era esto justo, no tuviera mácula y pudiera traer la credencial que legítimamente le corresponde a él. Los que gustan de estos arreos, que son las armas de los que no gustan de injusticias ni de componendas de mala ley, luchó, combatió y venció; el triunfo fue de él y la credencial de ese triunfo que arbitrariamente le quiere arrebatar el señor Modesto González Galindo, haciendo chanchullos en la Junta Computadora, como lo demostraré, a quien se le puede aplicar el calificativo de ladrón político. (Risas y murmullos.) Señor Presidente: Una de las pruebas, la protesta que los Presidentes de las casillas en la Junta Computadora hicieron, pido a la Presidencia se sirva mandar leerla. (Murmullos.)

El C. Secretario Pesqueira: Se suplica al C. diputado Olivé se sirva señalar cuál es la protesta a que se refiere el orador. (Leyendo.)

"Honorable Junta Computadora del 3er. Distrito Electoral.

"El que subscribe, representante del "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca", en uso de las facultades que me concede la Ley Electoral vigente y para los efectos a que haya lugar, por el presente comparezco ante V. E. y manifiesto:

"Estando, como está, esta honorable Corporación, en los trabajos de revisión de los trabajos de revisión de los expedientes electorales, relativos a la elección de Poderes Federales, en toda forma de derecho, presento ante V. H. formal protesta a efecto de que no se computen los votos que haya obtenido el "Partido Liberal Tlaxcalteca" en las Mesas electorales de San Francisco Mitepec y San Bartolomé del Monte, por lo siguiente:

"I. Los agentes municipales de estos lugares violaron el artículo 115 de la ley Electoral vigente,

y, la Mesa puesta para el sufragio de San Bartolomé está a menos de cinco kilómetros de esta cabecera, y por este motivo también y por violación citada, estas elecciones adolecen de nulidad.

"Pruebo lo dicho con la prueba documental que en este acto exhibo, y pido:

"Que se tome nota de esta denuncia, se haga constar en acta receptiva, absteniéndose la respetable Junta ante quien comparezco, de calificarlas y, sencillamente se tome nota también del número de votos que acuso de nulidad y que fueron emitidos a favor del "Partido Liberal Tlaxcalteca", por necesidad que tendrá la autoridad competente para juzgar el caso, en su resolución definitiva y, se haga al Juzgado de Primera Instancia la consignación a que se refieren los artículos 90 y 95 de la mencionada Ley Electoral.

"Constitución y Reformas.- Calpulalpan, agosto 3 de 1918."

"Es copia fiel sacada de su original que para constancia certifico.- El Presidente del Club, Jesús González."

El C. Camacho, continuando: Como véis, señores diputados, esta es una protesta que elevaron los Presidentes de casillas en la Junta Computadora, que no quisieron admitir la consigna de hacer el chanchullo. Yo, como representante del 11 Distrito Electoral del Estado de Puebla, manifiesto que en la XXVII Legislatura, el señor Modesto González Galindo representó dicho Distrito Electoral con una credencial de la misma índole, lo cual voy a comprobar con una carta, a la que suplico a la Presidencia tenga la bondad de ordenar que se le dé lectura.

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Coronel de caballería, Victoriano Juárez.

"Villa de Guadalupe, 20 de septiembre de 1918.

"Señor don Zeferino Domínguez.- México, D. F.- Hotel Iturbide.

"Muy señor mío:

"Me refiero a la última carta de usted, la que en seguida paso a contestar, manifestándole que estoy dispuesto, y con bastante gusto, a darle los datos que me pide respecto al señor Modesto González Galindo.

"En la pasada lucha electoral fui yo quien legalmente triunfó en los comicios, mas este señor, pudo, horadando una pared, en el Distrito de Tecamachalco, apoderarse de los expedientes relativos a la elección, los que arregló en tal forma, que le merecieron su entrada en la Legislatura, cargo que, es público y notorio, pues que al discutirse su credencial en el seno de la pasada Cámara, varios representantes hicieron hincapié en ese procedimiento nada limpio del C. Galindo, a pesar de lo cual, pudo colarse arteramente.

"Complaciendo sus deseos y con apego estricto a la verdad y justicia, doy a usted los anteriores datos, quedando a sus órdenes su aftmo. atto. y S. S.- El coronel. Victoriano C. Juárez."

El C. Camacho, continuando: Esta es una carta que el coronel Victoriano Juárez, quien legalmente ganó en la XXVII Legislatura, dio al señor Zeferino Domínguez para demostrar la forma en que horadó una pared el señor González Galindo para poder extraer los documentos de allí. Y no sólo eso; el señor Modesto González Galindo se presentó al Congreso local de Tlaxcala con una credencial falsa de un individuo que había muerto hace dos años. Pido al señor Presidente se sirva ordenar que se lea este documento.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Secretaría del Congreso del Estado L. y S. de Tlaxcala.- Estados Unidos Mexicanos.- 149.

"Junta Computadora del 2o. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala.- Presente.

- Los infrascritos, Presidente y Secretario de la Junta Computadora correspondiente al 2o. Distrito Electoral número 2, certificamos que el C. Modesto González Galindo ha sido electo diputado propietario por mayoría de votos, para la Legislatura del Estado, en el periodo que termina el treinta y uno de marzo de mil novecientos veintiuno.- Ixtlacuixtla, veintiséis de marzo de mil novecientos diez y ocho.- El Presidente, Miguel de G. Jiménez.- Emilio López, Primer Secretario.- José M. Gil, Segundo Secretario."- Rúbricas.

"Certificamos que la que antecede es copia fiel de la credencial falsa presentada por el C. Modesto G. Galindo, en la Junta Preparatoria para la instalación del Congreso del Estado, y que obra en el archivo de esta Secretaría.

"Tlaxcala, Tlax., a 5 de Agosto de 1918.- Ezequiel M. Gracia, D. S.- Xelhuanzin, D. S.- Al C. Manuel León Armas, Presidente del "Partido Liberal Constitucionalista del Estado."- Presente."

"Congreso del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala.- Secretaría.- Número 149.

"Junta Computadora del 2o. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala.

"Los infrascritos, Presidente y Secretario de la Junta Computadora correspondiente al 2o. Distrito electoral número 2, certificamos que el C. Modesto González Galindo ha sido electo diputado propietario por mayoría de votos para la Legislatura del Estado en el periodo que termina el treinta y uno de marzo de mil novecientos veinte y uno.- Ixtlacuixtla, veintiséis de marzo de mil novecientos diez y ocho.- El Presidente, Miguel de G. Jiménez.- Emilio López, Primer Secretario.- José M. Gil, Segundo Secretario."- Rúbricas.

"Certificamos que la que antecede, es copia fiel de la credencial falsa por el Modesto G. Galindo, en la Junta Preparatoria para la instalación del Congreso del Estado, y que obra en el artículo de esta Secretaría.- Tlaxcala, Tlax., a 5 de agosto de 1918.- Ezequiel M. Gracia, D. S.- P. Cahuantzi F., D. S.

"Al C. Manuel León Armas, Presidente del "Partido Liberal Constitucionalista del Estado."- Presente."

El C. Camacho, continuando: Como véis, señores diputados, el señor González Galindo, para poder ocupar una curul en el congreso local de Tlaxcala, presentó una credencial falsa de un individuo que hacía dos años había muerto. (Siseos.)

Ahora, mirando la legalidad de la elección a favor del señor Zeferino Domínguez, en la cuestión legal voy a dar a ustedes unos datos minuciosos de las casillas en donde fue más descarado el fraude. En la casilla número 10 de Tlaxco, La Palma, sólo hay noventa y tres individuos conforme al censo, según la división de 1910 y, sin embargo, el señor González Galindo trae ciento ocho votos. En la casilla número 20 de Calpulalpan, San

Bartolo, que es una hacienda que tiene cuatro mil quinientos metros de la cabecera, se instaló una casilla indebidamente, por lo cual es nula, según la fracción VI del artículo 104 de la Ley Electoral, y el señor González Galindo trae ciento sesenta y cuatro votos; la casilla número 9 de Nativitas, "La Concordia", nada más trae un padrón con 111 votos. Todas estas actas hechas en la Junta Computadora, como se verá, con tinta verde y una misma letra. En la municipalidad de Hueyotlipan no hubo elección, según lo comprueba un certificado del Gobernador Constitucional de aquel Estado, que voy a pedir a la Presidencia se sirva mandar leer.

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Gobierno del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala.- Estados Unidos Mexicanos."- Al margen un timbre de a cincuenta centavos debidamente cancelado.- Al centro:

"El general Brigadier Máximo Rojas, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, certifica: Que en el expediente formado con motivo de las elecciones para Diputados y Senadores al Congreso de la Unión, verificadas en esta entidad Federativa, existe una constancia del tenor siguiente:

"Al margen un sello que dice: Ayuntamiento Constitucional de San Ildefonso Hueyotlipan.- Tengo el honor de comunicar a usted que el día 27 y el 28 del presente mes, invadieron por completo esta Cabecera los revolucionarios "Arenistas", lo que impidió que se efectuaran las labores electorales tal y como lo previene la ley.- Lo que aviso a usted para su superior conocimiento.- Constitución y Reformas.- Hueyotlipan, Tlax., 29 de julio de 1918.- El Presidente Municipal, Juan Cruz.- Rúbrica.- Al ciudadano Gobernador Constitucional del Estado.- Tlaxcala."

"Y a pedimento del interesado, para los usos que le convengan le expido la presente copia certificada, en Tlaxcala, a los cinco días del mes de octubre de mil novecientos diez y ocho.- El Gobernador Constitucional del Estado, general Máximo Rojas.- El Secretario General del Gobierno Interino, Octavio Hidalgo."

"Gobierno del Estado Libre y soberano de Tlaxcala.- Estados Unidos Mexicanos."- Al margen un timbre de a cincuenta centavos, debidamente cancelado.- Al centro:

"El C. general Brigadier Máximo Rojas, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, certifica: Que en el expediente relativo a elecciones de Diputado y Senadores al Congreso de la Unión, verificadas en la misma Entidad, obra una constancia del tenor siguiente:

"Un sello que dice: Presidencia Municipal.- Estados Unidos Mexicanos.- Españita. - Ocampo.- Tlax.- No. 167.- Ciudadano Gobernador del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala.- Pongo en el superior conocimiento de usted, que no se hicieron las elecciones es este Municipio por el motivo de que el día de ayer hubo por las goteras de este pueblo balacera de los revolucionarios y fuerzas del Gobierno, y hoy ya estando los vecinos para comenzar los trabajos electorales, llegó el rumor de que se acercaban las fuerzas, no se supo de dónde procedían, y espero dé su respetables órdenes a fin de que se me diga lo que deba hacer en esto.- Protestándole a usted mi adhesión y respeto.- Constitución y Reformas.- Españita, Tlax., 28 de octubre de 1918.- El Presidente Municipal, Manuel C. Díaz." Rúbrica.

"A pedimento de la parte interesada y para los usos que le convengan, le expido el presente, en Tlaxcala, a los cinco días de octubre de mil novecientos dieciocho.- El Gobernador Constitucional del Estado, general Máximo Rojas.- El Secretario General del Gobierno Interino, Octavio Hidalgo."

El C. Camacho, continuando: Como véis, señores diputados, en la municipalidad de Hueyotlipan no hubo elección, según lo comprueba el certificado del Gobernador Constitucional de aquel Estado. Del señor Zeferino Domínguez se dice que no fue candidato registrado, y voy a demostrar a ustedes que sí; el señor Zeferino Domínguez se presentó el día 12 de julio a registrar su candidatura a la cabecera del distrito, pero como el Presidente Municipal desde luego (porque su hermano es el suplente del señor González Galindo) le dijo que ya le contestaría para ver si era de registrarse o no, por lo que pido a la Presidencia tenga la bondad de mandar leer este documento.

El día 16 del propio mes el Presidente Municipal dirigió un telegrama al Ministro de Gobernación para ver si era de registrarse la candidatura del señor Zeferino Domínguez. Esto es: Estaba registrada la Candidatura Gamboa, pero como a Gamboa, como militar no se le dio licencia para poder lanzar su candidatura, entonces se tuvo que cambiar la fórmula Zeferino Domínguez por Gamboa, pero con tan mala fe, que el día 16 del propio mes fue cuando el Presidente Municipal mandó un telegrama al Ministro de Gobernación consultándole para ver si podía cambiarse dicha fórmula.

- El mismo C. Secretario, leyendo: Timbres por valor de cincuenta centavos debidamente cancelados.

"Los que suscribimos, vecinos de esta región, hacemos constar:

"Que el día doce de julio retropróximo se presentó el C. Zeferino Domínguez a registrar su credencial ante el ciudadano Presidente Municipal de este lugar, como candidato a diputado por el tercer Distrito Electoral del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, en substitución del C. Manuel Gamboa, que había sido designado para el mismo objeto, para que por nueva convención efectuado en la capital del Estado, se designe al referido señor Domínguez, quien definitivamente fue el candidato por voluntad legal para ocupar la curul en el XXVIII Congreso de la Unión; que el ciudadano Presidente Municipal aludido dijo que para hacer cambio de candidato, esto es, de Gamboa por el de Domínguez, necesitaba consultarlo, lo cual debe haber efectuado, y que por esa causa se pasó el tiempo que marca la ley.

Lo que exponemos es en obvio de justicia y para que conste ante quien corresponda la legalidad de la elección hecha en favor del candidato Zeferino Domínguez.

"Protestamos decir verdad y no obrar de malicia.

"Constitución y Reformas.

"Calpulalpan de Ocampo, el 4 de octubre de 1918.- Jesús González.- Juan Maldonado.- Teódulo Malváez.- Ramón E. Rivera.- L. Carpio.- Claudio Hernández.- Francisco Veloz.- Norberto Arroyo.- Agustín Fernández.- Atanasio Bedolla.- F. Carrasco.- P. de la Parra.- Andrés Cervantes.- T. Espejel.- Cipriano Carrera.- Raymundo L. Ramírez.- Rafael Espejel.- T. Rodríguez.- Silverio Vásquez.- Hilario Ambriz.

"El C. licenciado Ezequiel Tello y Cuevas, Juez de Primera Instancia de este Distrito, certifica, a pedimentos del señor Juan Maldonado, que las firmas que calzan el anterior documento, son auténticas de los ciudadanos Jesús González, Teódulo Malváez, Juan Maldonado, Ramón Rivera, Leovigildo Carpio, Claudio Hernández, Norberto Arroyo, Francisco Veloz, Agustín Fernández, Atanasio Bedolla, Francisco Carrasco, Pedro de la Parra y Quintana, Andrés Cervantes, Teódulo Espejel, Cipriano Cabrera, Raymundo Ramírez, Rafael Espejel, Tiburcio Rodríguez, Silverio Vásquez e Hilario Ambriz, todos vecinos de esta población, del personal conocimiento del subscripto y quienes las ratificaron como suyas y de su puño y letra ante la presencia judicial.

"Lo que se certifica en Calpulalpan, el día cinco de octubre de mil novecientos diez y ocho.- Ezequiel T. Cuevas.- Manuel Breña García, Secretario. Al margen un timbre de a cincuenta centavos cancelado con un sello que dice:

"Juzgado de Primera Instancia del Distrito de Ocampo.- Calpulalpan, Tlaxcala.- Octubre 5 de 1918."

"Presidencia Municipal del Calpulalpan de Ocampo, Estado de Tlaxcala.- Estados Unidos Mexicanos." Al margen un timbre de a cincuenta centavos, debidamente cancelado. Al centro:

"Jorge H. Carrasco, Secretario Municipal Interino del H. Ayuntamiento de Calpulalpan de Ocampo, del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, certifica: Que en el expediente relativo a las elecciones para diputados y senadores al R. Congreso de la Unión, que se verificaron el domingo 28 de julio próximo pasado, existen dos telegramas que a la letra dicen: Al margen un sello que dice: "Presidencia Municipal de Calpulalpan de Ocampo.- Estado de Tlaxcala."- Al centro las armas nacionales con la leyenda: "Estados Unidos Mexicanos".- Arriba un sello con una águila y abajo: "Telégrafos Nacionales.- Calpulalpan, Tlax."- En el centro: "De Calpulalpan, Tlaxcala,, a México, julio 16 de 1918.- Secretario de Gobernación: Preséntase Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca modificando candidatura diputado propietario por acuerdo de él, cerrado ya el registro; ¿puedo registrar modificación? Respetuosamente.- El Presidente Municipal Heliodoro Cortés."- Rúbrica.

"República Mexicana.- Telégrafos Nacionales.- Telegrama.- Número 912. De México, el 25 de julio de 1918.- Recibido en Calpulalpan, 53 of. 1.89.- H. D. 12.50.- H. R. 3.23.- T. cd. R.- Dc. Vía. . . . Señor Heliodoro Cortés.- Presidente Municipal.- Su mensaje 23 actual. Esta Secretaría estima que la Ley Electoral debe aplicarse en el sentido más favorable para que puedan efectuarse las elecciones, en el concepto de que la Cámara calificará las irregularidades que se hayan cometido por virtud de las circunstancias en que fue expresada.- Salúdolo afectuosamente.- El Secretario de Gobernación, Aguirre Berlanga."

"Y a petición del C. Jesús González, representante general del Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca en este Distrito Electoral, se extiende el presente, visado por el ciudadano Presidente Municipal, a los cinco días del mes de octubre de mil novecientos diez y ocho.- Jorge H. Carrasco.- Secretario Municipal.- Visto Bueno.- El Presidente Municipal, Heliodoro Cortés."

El C. Camacho, continuando: Al señor Zeferino Domínguez se le dice que no fue candidato registrado, pero la prueba de que fue candidato registrado está en que todas sus boletas han sido selladas por la Presidencia Municipal (Una Voz: ¡Pruebas!) ¿Pruebas? Pues solamente que traigan el expediente para que se vea que están selladas las boletas; si usted quiere, compañero, lo pediremos.

- El C. González Galindo; Aquí tengo yo las pruebas.

El C. Camacho, continuando: ¡Ya lo véis, la verdad se abre paso y acaba de iluminar vuestras esclarecidas inteligencias! A vosotros, pues, toca ahora decir a quien corresponde el triunfo, que si lo diérais a favor del C. Modesto González Galindo, tendríais la protesta del 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala, que desde este momento empieza a protestar por la designación que se hiciera en favor del mismo, ya que dicho señor sólo obtuvo la credencial por la imposición del referido Presidente Municipal y por la consigna del señor Gerzayn Ugarte.

Por todas estas razones podréis juzgar ahora; lo expuesto os ha proporcionado antecedentes que debéis conocer antes de fallar; como hombres justicieros que sois, como a la ley y como amantes de la verdad y de la justicia, dictad vuestro fallo con el criterio de hombres honrados, y ese fallo lo espera tranquilo en los pasillos de esta Cámara el representante legítimo de aquel Distrito, (el "Apóstol del Maíz", que pretende engrandecer la riqueza de nuestro país), con la tranquilidad de que todo encausado debe estar poseído cuando su juez es de veras un juez y no un hombre venal. (Aplausos.)

El C. Presidente: No habiendo ningún orador en pro, tiene la palabra en contra el C. Gómez Gildardo.

El C. Gómez Gildardo: Señores diputados: Acabamos de oír de mi antecesor las bases legales y fundamentos en que se apoya para considerar de una manera palmaria que el dictamen de la Comisión es completamente ilegal, que no está basado en el resultado del examen minucioso que debió haberse hecho en el expediente de que se trata. Ajeno como soy a que esta honorable Asamblea pierda su tiempo como lo ha venido perdiendo muchas veces en discusiones personalísimas, por autobiografías más o menos brillantes o capciosas y por la defensa de credenciales en que han perdido más de dos días, realmente siento pena llamar por ahora la muy respetable atención de ustedes, pero un hecho de verdadera justicia, un hecho fundado en la verdad, me obliga en estos momentos a suplicar

vuestra atención. Y no quiero decir que la Comisión ha obedecido una consigna, pero sí creo señores, que la sugestión es una palanca más poderosa que la consigna, la sugestión especialmente de políticos encumbrados, sobre los pequeños políticos que los rodean es tan poderosa, tan fuerte, que puede arrastrar a una mole inmensa sobre un profundo abismo; es tan poderosa, señores, que puede hacer que los pequeños políticos defrauden todas las esperanzas populares y cometan errores y procedan contra la verdad y contra la justicia. Cuando alguna vez presencié yo y presenciaron otros de los que aquí están presentes, la voz suave del político Gerzayn Ugarte, del hombre que mañana irá a representar a nuestro país en naciones extranjeras, del secretario particular del señor Presidente de la República, del ex - secretario del Gobernador Cahuantzi, etc., cuando en ese desarrollo dejaba deslizar lenta e hipócritamente la no conveniencia de que el señor Domínguez fuera considerado como digno representante del 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala, en esta Asamblea pude ver nada menos que todavía tenemos políticos del pasado que quieren ejercer influencia poderosa por el lugar que ocupan sobre los pequeños políticos que se ciegan ante el mandado del superior; pude ver que todavía se procede con malicia y no con la franqueza y la lealtad de los políticos modernos en los cuales solamente cabe la inspiración del bien, del progreso y de la libertad.

Entonces, ved que se trataba de sugestionar a un grupo de señores diputados para que votaran a favor del señor don Modesto González Galindo. En mi concepto, no creo que la Comisión haya aceptado, dignamente así, de mala fe la sugestión dicha, porque no tuvo en cuenta multitud de consideraciones que constan en este documento y que acaban de ser leídas en gran parte por la Secretaría de la Cámara; no tuvo en consideración que realmente no fue integrada la Junta Computadora; que faltaron dos miembros de esta Junta y que fueron substituídos por personas que nombró el señor González Galindo en su debida oportunidad; en una palabra, sería cansar a ustedes si se leyera punto por punto, todos los defectos de la elección que no tomó en cuenta la Comisión. Permitidme, señores, que si bastante es el conjunto de razonamientos que demuestra la ilegalidad de la credencial que favorece al señor González Galindo, hay que entrar también en ciertas consideraciones sociales y políticas para estimular en mucho las razones que apoyan al candidato Zeferino Domínguez.

Cuando después de cincuenta años de lucha y algo más se forjó la hermosa Constitución de 1857, en donde se conquistaron los principios más sagrados de la libertad de pensamiento, de la libertad religiosa y en donde se apoya en mucho la libertad de conciencia, nuestros grandes legisladores dieron un enorme paso a favor de la especie humana, en favor de la causa de la humanidad; y esos prohombres que forjaron la suprema ley quedarán como grandes figuras en la historia; pasarán los siglos, las sociedades se transformarán y todas las generaciones que vengan tendrán que guardarles profundo respeto y admiración. Y después de cierto tiempo, cuando hubo un grupo de hombres que levantaron de una manera alta la palabra en favor del pueblo; cuando la Revolución trajo consigo bellas ideas y cuando en 1917 se forjó una nueva ley, se reformó la Constitución de 1857, que diera los grandes principios que inspiraron a la Revolución y que son hoy las aspiraciones de los pueblos; entre ellos se encuentra la gran cuestión del Municipio Libre, hasta hoy difícil de realizar, pero que no debe olvidarse que es una de las grandes promesas y una de las grandes obligaciones que tenemos nosotros; se encuentra el gran principio, señores, de la cuestión agraria, que no debemos olvidar que este problema está en nuestras manos y debemos procurar se lleve a la práctica; está el gran principio del trabajo, y que nosotros también debemos tener presente para que en esta Legislatura se dé la reglamentación precisa y ya entre de lleno a la práctica; está el principio, señores, que ha esperado el obrero, y no sólo el obrero, sino todos los hombres de trabajo, el empleado de comercio, el empleado de la industria. el empleado público y todos aquellos que llevan su fuerza activa en favor del progreso nacional. Ahora bien, ¿cómo realizar, señores, estas aspiraciones, si no contamos en la misma Cámara con elementos bastantes, con colaboradores activos, bastante instruídos, para realizar estos problemas nacionales? No conozco, señores, las aptitudes del señor Modesto González Galindo; sé que ha vegetado en esta Cámara en alguna otra ocasión, ignoro cuáles han sido sus obras, cuáles han sido los principios que haya realizado en favor de la causa popular; pero, por grandes que hayan sido y que se oculten a la conciencia nacional, no creo que sean bastantes, señores, para que pueda él, únicamente por al fuerza de la imposición, penetrar aquí, contrarrestando la voluntad popular que apoyó directamente al señor Domínguez.

El señor Domínguez ha dedicado más de treinta años de su vida a la propaganda agrícola, sus obras son una prueba inequívoca de que se ha dedicado a esta materia, ha ido de uno a otro rincón de la República esparciendo la buena nueva para el cultivo del maíz y más, señores, todavía, ha ido hasta otras naciones del globo llevando esta idea a aquellas naciones, y México - porque él es mexicano, porque es tlaxcalteca - , ha recibido, digamos así, la alta honra de oír aplausos de pueblos extraños en favor de aquel que tiende a hacer el bien a la agricultura, en bien de la humanidad. Para México el señor Zeferino Domínguez no es una persona desconocida, es un intelectual; más que todo, es brazo activo en favor del progreso nacional; para México el señor González Galindo es un ser completamente ignorado. Si no bastaran, repito, la credencial que ha nacido del voto popular y que debiera ser en favor del señor Domínguez, que es lo justo, es suficiente esta consideración para tener en el seno de esta Cámara a un hombre capaz de realizar uno de los puntos principales que constituyen las aspiraciones de la Revolución. Mucho se ha atacado en los corrillos de la Cámara y en algún otro lugar al señor Domínguez, desde el punto de vista personal, diciéndose lo siguiente: El señor Domínguez fue un huertista.

¡Señores, si fuera huertista Domínguez, no estaría yo en esta tribuna, porque yo detesto al huertismo y yo detesto a los que sirvieron al huertismo por una consideración humana! Los que sufrimos el

frío de la Penitenciaría por la mano sanguinaria de Huerta, tenemos que detestar y odiar a aquellos hombres que sirvieron a ese legión de bandidos; si el señor Domínguez fuera huertista repito, yo no estaría acá llamando la atención de esta Asamblea; y aun cuando sé que en esta Asamblea hay algunos señores huertistas. . . . . (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) ¿Para qué pedir nombres si todos vosotros sabéis quiénes son; para qué pedir nombres, si aquí oísteis la protesta popular en contra de aquellos que sirvieron a Huerta? (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) ¿Por qué os preocupan los nombres? Vosotros bien lo sabéis. ¿Por qué pretender manifestar ignorancia? ¿o habéis sido inconscientes cuando oísteis la opinión de muchos buenos pensadores que repudiaban a los huertistas? (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) Otro de los puntos, señores, que ha servido para atacar al señor Domínguez, no sólo en el seno de esta Asamblea, sino también en los corrillos de la Cámara y entre muchos de nuestros amigos, es que se ha presentado una estampita en donde se dice o se pide para la vela del Santísimo y firma el señor Zeferino Domínguez. . . . . (risas), a la par, señores y con un intento maliciosamente tremendo, que el señor Modesto González Galindo hace circular un impreso en donde se deja ver que él ha sido un miembro de la masonería con grado 14. (Voces: ¡Uh!) No critico nada, si digo si será honra o deshonra, porque hay masones y hay católicos que son la deshonra de la humanidad. (Aplausos.) Pero, señores, este hecho probará a ustedes la debilidad, la pequeñez de fuerza de la defensa del señor don Modesto González Galindo, que ocurre, digamos así, a una simple versión de familia, a un simple chisme degenerado que no probará jamás nada en contra del señor Domínguez y en favor del señor Modesto González Galindo, ¿Qué por qué no prueba nada? No prueba nada, señores, porque es el recurso de los débiles llegar a pretender poner a ciertas personalidades en el ridículo; porque es el recurso de la infamia, porque es el recurso de mala ley cuando no se encuentran elementos bastantes y justos para atacar frente a frente a una persona. Pero yo quiero suponer, en último caso, señores, yo quiero suponer que el señor Domínguez haya mandado imprimir esas tarjetas en que se pide para la vela del Santísimo; sí, señores quiero suponerlo; nosotros, que profesamos la libertad de cultos, el principio de la libertad de conciencia, no debemos detenernos en esas pequeñísimas consideraciones, (Siseos.)

El C. Fernández Martínez: ¡Pequeñísimas!

El C. Gómez Gildardo, continuando: Para mí, señores, y para usted que exclama pequeñísimas. Sí, señores, pequeñísimas, bajo este punto de vista: Yo no soy fanático ni me preocupan las estampitas que circulan; a mí lo que me preocupa es ver a hombres prácticos que traigan y realicen las aspiraciones de los pueblos. Sí todos los católicos de los países fueran como el señor Domínguez, que cogieran el arado y el azadón, trazaran un surco y derramaran la semilla y allí esperaran con paciencia el grano para hacer la riqueza nacional, yo entonces pediría que todos los mexicanos fueran católicos; si todos los mexicanos fueran como el señor Domínguez y como otros hombres que saben perforar la montaña sangrar la vena de oro y ofrecerla en holocausto ante el altar de la Patria, yo también pediría que todos los mexicanos fuéramos católicos; pero si muchos de dedican únicamente a hacer política, olvidan el deber de ser hombres prácticos y por medio de chanchullos quieren penetrar a la Asamblea Nacional, yo diría que aunque fueran altísimos masones, son los hombres más oprobiosos para la República. (Aplausos.)

Señores, para resolver los grandes problemas nacionales necesitamos verdaderos hombres eminentemente prácticos; necesitamos traer a este Congreso hombres que, apoyados por la voluntad popular, que trayendo una credencial nacida del corazón del pueblo, tenga aptitudes para poder desempeñar determinadas funciones. No necesitamos hombres que vengan apoyados por el señor Gerzayn Ugarte, que desde luego debemos suponer que son hombres débiles que necesitan de los poderosos para poder penetrar a este recinto por la tronera del chanchullo; necesitamos, al contrario, hombres dignos que puedan atravesar serenamente el pórtico de este templo de la ley y llegar hasta aquí a hacer una solemne protesta de cumplir dignamente con la Constitución que se acaba de expedir. (Aplausos.) ¿Qué esperanza para la Patria debe haber cuando los hombres recurren al apoyo y a la influencia para penetrar a este recinto?. . . . (Una voz: ¡Pruebas!) ¡El que solicita las pruebas es uno de los que oyó la sugestión del señor Ugarte en favor del señor González Galindo! Señores diputados, no quiero seguir cansado vuestra atención, únicamente lo que solicito es vuestra honorabilidad en el voto; lo que quiero es que pongáis la mano en vuestro corazón y que mirando el horizonte de México. . . . (Una voz: ¡No se ve!) ¡Si no se ve aquí, miradlo en vuestra propia conciencia, que es donde se presentan las aspiraciones de la Patria; si allí no se refleja, es porque no tiene patria, ni hogar, ni es digno de estar en esta Asamblea! En nombre de la Patria, en nombre de los mexicanos que piden pan diariamente, traed a los hombres que aquí hagan labor eminentemente práctica; traed a esos hombres que saben surcar la tierra, que saben derramar el grano y alcanzar el fruto para conquistar la riqueza natural. No votéis por el dictamen de la Comisión, que no significa más que una imposición para hacer traer aquí al señor Modesto González Galindo y que penetre por la tronera del chanchullo; al contrario, dejemos que entre digno, sereno y de conciencia firme, que se apegará a la ley y que sabrá cumplir dignamente con la comisión que le tiene encomendada esa parte de la tierra tlaxcalteca. (Aplausos.)

Presidencia del

C. ALVAREZ DEL CASTILLO JUAN MANUEL

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Olivé.

El C. Olivé: Honorable Asamblea: La Comisión dictaminadora en el expediente del 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala, desde un

principio se dio cuenta de que iba a encontrar muchísima dificultad para hacer que su dictamen, por más que estuviera apegado a la ley, a la verdad y a la justicia, fuera recibido por la Asamblea sin prejuicios, desde el momento en que conoce perfectamente bien la labor llevada a cabo por el C. Zeferino Domínguez, hombre respetable, simpático desde la simple vista y que, por lo mismo, logró llegar al corazón de todos y cada uno de vosotros. Desde el momento que la Comisión se dio cuenta de que en este asunto no iba a triunfar la razón, sino la simpatía y el espíritu de partido a la aureola que viene a nombrar al contrincante del C. Modesto González Galindo, como "Apóstol del Maíz", desde ese momento la Comisión creyó que era tarea demasiado difícil la que tenía que desempeñar al dictaminar una credencial, en donde la pasión iba a ser la principal arma que se iba a esgrimir contra el candidato triunfante y no la justicia de la razón. Se ha venido a decir aquí que la Comisión ha obrado con sugestión, que este dictamen es una imposición, que quiere hacerse imponer a la Asamblea, y voy a demostrar, señores diputados, que la Comisión no ha obrado por sugestión, ni su dictamen implica una imposición; o si el dictamen es una imposición, entonces podré decir que es la imposición de la verdad y de la justicia. Suplico, desde el momento que tienen libertad de votar en este asunto, que pongan atención a los argumentos que voy a exponer; que abandonen los perjuicios y oigan a la Comisión con serenidad para poder normar su conducta.

El C. Zeferino Domínguez presentó un escrito a la Comisión, pidiendo la nulidad de la elección del C. Modesto González Galindo, fundándose en algunos hechos; la Comisión, dando una prueba de imparcialidad, fue examinando ese escrito en presencia del mismo señor Domínguez y le hizo todas las preguntas que creyó pertinentes; en su presencia se fueron anotando todos los hechos que se iban viendo en el expediente. Creo que este procedimiento que siguió la Comisión demostrará que no ha tenido ningún perjuicio, ninguna parcialidad en favor del señor González Galindo, puesto que se dieron al señor Domínguez todas las facilidades que solicitó, las que a ningún otro candidato derrotado se le han proporcionado; llegó hasta a permitírsele que retirara de la Comisión hace como quince días un legajo que había presentado, a fin de modificarlo. Esto indica que no ha habido sugestión de parte de nadie; que la Comisión ha sido imparcial y que si acaso ha faltado a ella, ha sido en favor del señor Domínguez, puesto que ha sido bastante consecuente y tolerante con él; por eso rechazo con energía el cargo que se le quiere hacer, de que ha obrado por sugestión. El C. Domínguez pedía que se anularan algunas casillas del 3er. Distrito Electoral, fundándose en varias cosas; pedía que se anulara una casilla, por ejemplo, la 17 de Calpulalpan, porque se había instalado, como oyeron ustedes, en casa habitada, porque el padrón dice que tiene únicamente 55 votantes y resultaron 108 votos, y porque se violó el secreto del voto. Desde luego, ustedes saben que el instalarse una casilla en casa habitada, si no es casa de funcionario público, no es motivo de nulidad. En el padrón figuraban empadronadas 139 personas; el señor Domínguez vio el expediente y se cercioró de que el padrón no tenía 55 votantes, sino más. No se dice en qué consiste la violación del secreto del voto, ni se prueba; por lo tanto, esa casilla era imposible que nosotros la nulificaremos. Ustedes han oído el dictamen que es bastante detallado y no voy a insistir ni a hacer explicaciones sobre él, desde el momento en que no se trataron esos puntos; solamente voy a hacer algunas aclaraciones respecto a los puntos que han tocado. Se dijo que nosotros no hemos tenido en cuenta los documentos y, repito, la documentación fue minuciosamente registrada; cualquier documento que ustedes necesiten, estoy en la disposición de traerlo inmediatamente, únicamente con subir a la Biblioteca, porque es un asunto que estudié perfectamente bien, a conciencia y en presencia de los candidatos contendientes. Se nos dice que en Hueyotlipan no hubo elección y para eso se presenta un certificado del Gobernador de Tlaxcala. La Comisión no tuvo en cuenta ese argumento que esgrime el señor Domínguez, porque él no presenta ningún comprobante sobre ese hecho; ese documentos que se leyó hoy lo trae el señor que habló primero y la Comisión no lo tuvo en cuenta o, mejor dicho, la Comisión no lo conoció, pero la Comisión sí tuvo en cuenta un telegrama del coronel Puente, jefe del sector, en el que afirma que en Hueyotlipan entraron los rebeldes el 23, que fueron desalojados ese día y que en Españita fue donde se combatió el día 28 de julio; el Presidente Municipal de Calpulalpan afirma que el día 28 de julio reinó completa tranquilidad en Hueyotlipan y ese telegrama está relacionado con el del coronel Puente, que es el jefe del sector; por consecuencia, es quien está completamente capacitado para certificar un hecho relativo de la campaña militar. La comisión creyó darle crédito a ese documento y consideró que en ese lugar hubo elecciones, desde el momento que está comprobado con el hecho mismo de la elección. Se hace también mención a una casilla que trae 111 votos y en que no aparecen las boletas; la Comisión tuvo en cuenta esa votación por dos motivos: primero, porque el acta de la Junta Computadora está bastante detallada y no se hace mención a que esta casilla haya llegado sin boletas, y como en la 2a. casilla de Hueyotlipan, de la que solamente llegó un acta firmada por 102 ciudadanos y una lista de escrutamiento, la Junta Computadora hizo constar el hecho en esa forma, diciendo que solamente se recibió esa acta firmada por 192 ciudadanos y la lista de escrutinio y que no se recibieron ningunos otros documentos ni boletas, la Comisión cree que si esta sección hubiera llegado sin boletas, la Junta Computadora hubiera hecho la anotación, así como lo hizo de la 2a. casilla de Hueyotlipan; pero suponiendo que hubiera llegado sin boletas esa sección a la Junta Computadora, la Comisión, fundándose en la ley, tiene que admitir forzosamente la votación, desde le momentos en que el artículo 86 dice:

"En caso de que faltare el paquete electoral que debe revisarse, se aceptarán como buenas las copias que quedaren en poder de uno de los secretarios de la casilla; y si éstas también faltaren, se dará fe a las copias que obren en poder de los representantes de los candidatos, los cuales deberán estar certificados por los miembros de la Mesa de la casilla respectiva."

Como ven ustedes, la Ley Electoral prevé el caso

en que se pierde el expediente y permite que la Junta Computadora tenga en cuenta, ya no digamos los originales del expediente, sino las copias, bastando sólo la lista de escrutinio; si la Ley Electoral permite que se tengan en cuenta las copias que expiden los Secretarios y la lista de escrutinio, ¿cómo la Comisión no va a admitir los documentos originales que llegan a la Junta Computadora, tales como las actas de instalación, acta final, modelos, padrones, etc.? En el expediente sólo faltan las boletas, pero toda la documentación, según lo vio el señor Domínguez, está completa; por lo tanto, la Comisión, por apego a la ley, tuvo que tomar en cuenta dicha votación. Estos son los motivos por los que no anulamos esa votación. Se ha dicho que la elección del C. González Galindo es fruto de una imposición tan grande, que hasta los Presidentes de casillas ante la Junta Computadora se salieron de la sala de sesiones y protestaron; y como se nos ha hecho el cargo de que no hemos estudiado a conciencia el expediente, voy a relatar cómo estuvo este asunto. También se hace el cargo de que la Junta no estaba completa y que, por lo mismo, es ilegal la elección. En primer lugar, el artículo 95 de la Ley Electoral, entre otras cosas, dice lo siguiente: "Ningún miembro de la Junta Computadora dejará de presentarse ni podrá separarse del lugar de la Junta mientras ésta no haya terminado sus trabajos, bajo la pena de cinco a quinientos pesos de multa o reclusión de tres días a tres meses o con ambas penas, según las circunstancias.

"Si a pesar de esta prohibición se ausentaren de la Junta algunos de sus miembros, o dejaren de presentarse los restantes, continuarán los trabajos, cualquiera que sea su número, y su decisión será válida."

Ya ven ustedes, señores, que, conforme a la Ley Electoral el hecho de que algunos miembros de la Junta Computadora se separen de su seno, no viene a imposibilitar los trabajos, ni tampoco viene a atacar en nada la validez de los actos que se ejecutaron en esa Junta; en consecuencia, el hecho de que algunos Presidentes de la Junta Computadora hayan faltado a su deber y hayan abandonado las labores que tenían encomendadas en la Junta Computadora, no viene para nada a menoscabar la legitimidad de las elecciones, al contrario, viene a establecer para ellos una responsabilidad tanto más grave cuanto que voy a demostrar que estos señores obraron por espíritu de partido y por pasión y, por lo mismo, la falta de cumplimiento de su deber es todavía más reprobable. El C. Bonilla, que era el Secretario de la Junta Computadora y uno de los primeros Presidentes de Mesa que protestó, asienta un hecho falso y obró con alguna pasión. Desde luego debo manifestar a ustedes que este señor Bonilla fue el primer Presidente de la primera sección de Calpulalpan y que, por lo mismo, conforme a la ley, a él le tocaba instalar la Junta Computadora, y así lo hizo. La Junta Computadora del 3er. Distrito electoral de Tlaxcala fue instalada por el señor Luis Bonilla, quien después protestó, y en su protesta hace constar que la instalación de la Junta se hizo mal, es decir, que protesta contra él mismo, desde el momento en que él fue quien la instaló, y si alguna responsabilidad puede haber por vicios en la instalación de la Junta, únicamente a él le toca esa responsabilidad, desde el momento en que fue él el Presidente de la Junta previa. Decía que la protesta del Presidente de la Mesa de la Junta Computadora no puede tomarse en consideración, porque aquí tenemos un escrito que dirige este señor con fecha 5 de agosto, que fue cuando se separó de la Junta Computadora, al C. Zeferino Domínguez, que dice: Suplico a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría se sirva leerlo.- Se va a leer en seguida por la Secretaría un escrito de los Presidentes de la Junta Computadora que se separaron de su seno, dirigido al C. Zeferino Domínguez, explicando el por qué de su separación. Por este escrito, señores diputados, ustedes van a ver que estos Presidentes de casillas son miembros del partido que postuló la señor Zeferino Domínguez, son acérrimos partidarios del él, por lo mismo, su separación fue un ardid político, al ver que ya se iba perdiendo la elección; además, esa separación se efectuó cuando ya se conocía perfectamente el resultado de la elección.

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"C. Zeferino Domínguez, presunto diputado al XXVIII Congreso de la Unión.- Presente.

"Los que subscribimos, Secretarios, Escrutadores, miembros de la Junta Computadora de votos y representantes del "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca", del 3er. Distrito Electoral, perteneciente al Estado libre y soberano de Tlaxcala, nos permitimos el honro de manifestarle:

"Que nos ha causado honda pena ver los fraudes, los vicios y la desvergüenza con que se conducen los Señores Modesto González Galindo y Alberto Cortés, aspirantes a la diputación a que nos proponemos encumbrar a usted, asociado del C. Manuel León Armas, en calidad de propietario y suplente, respectivamente, motivos por los que estamos resueltos a declararnos ex - pertenecientes de esta honorable Junta Computadora, pues no queremos ser cómplices de violaciones y chanchullos que den por resultado la exaltación de los malvados que se proponen hurtar la libertad del sufragio, el voto real y verdadero que a usted y al C. León Armas han consagrado con positiva buena voluntad los honrados vecinos de los Distritos de Morelos y de Ocampo, de esta misma Entidad Federativa, como se comprueba por los expedientes que han presentado todos y cada uno de los Presidentes de casillas electorales de dichas regiones; pero antes de declarar nuestra justa cuanto enérgica protesta y substracción, en nuestro deber está hacerlo de su conocimiento, para que no crea usted que es nuestro propósito anular su elección, sino antes bien, apoyarla aún más, fundados en el artículo 105 de la Ley Electoral vigente, para lo que nos proponemos certificar la mayoría de votos legales obtenidos en pro de su candidatura, certificación que le servirá de credencial para su triunfo si, como creemos, la ilustre honorabilidad de la Junta Preparatoria del presuntos Congreso Constitucional sabe hacer justicia el mérito.

"De consiguiente, le hacemos saber que los referidos González Galindo y Cortés fuera de elección, según documentos fehacientes que nos acaba de remitir el ciudadano Presidente del "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca", atestados en que vamos a basar nuestras protestas y ex - unión, apoyándonos más aún a la vista de los

hechos delictuosos de algunos de los miembros de la referida Junta Computadora, de los aludidos Galindo y Cortés y de los Presidentes de las casillas electorales de los Municipios de Hueyotlipan, Iztacuixtla, Lardizábal y Nativitas, quienes a medida que han visto el número de votos a que asciende la prestigiada candidatura de usted, van apareciendo emisarios con expedientes electorales con marcados índices de violación y robo descarado que cometen aquéllos, aprovechándose del desorden que permite la falta de energía del Presidente de la Junta, pues no se han tenido a la vista, como lo manda la ley, los padrones generales, ni se hizo riguroso inventario, no se tuvo en cuenta el número de casillas que forman el 3er. Distrito Electoral del Estado; el haber aceptado muchos expedientes de los Distritos arriba mencionados sin padrones ni actas, conformándose sólo con las boletas de disco tricolor, y tantos vicios e infracciones que sería prolijo enumerar.

"De lo expuesto se deduce que la multiplicidad de falsos votos que están presentando los cómplices de los Galindo - Cortés, sin duda que son emanación de los rebeldes arenistas que infestan los Municipios aludidos, a juzgar por la presión que fueron a ejercer en esos lugares los propagandistas del iscariote Anastasio Meneses, leal compañero de las latrofacciosos y del mismo González Galindo, como se comprueba con los documentos que hacen fe de su conducta; de estos cómplices debe haber muchos supuestos Presidentes, acaso algunos pertenecientes a las tropas arenistas, por lo cual no podemos ni debemos continuar formando parte de esa Junta; pero que no se diga más tarde que abandonamos maliciosamente el Colegio Computadora; que no se pretenda atribuir a un hecho doloso nuestra separación; al contrario, que nuestra renuncia a esa Junta electoral, sirva para que se declare la validez de los votos que a usted justamente le corresponden y la nulidad de los que aparecen en los expedientes de las Municipalidades citadas.

"Con el respeto que usted dignamente merece, le protestamos los necesario.

"Verdad y Justicia.- Calpulalpan, 5 de agosto de 1918.- L. Benítez.- Sixto Olguín.- Epigmenio Sosa". y siguen más firmas.

El C. Olivé, continuando: Como ven ustedes, en este documento los firmantes, que son Secretarios de la Junta Computadora, dicen que se proponen encumbrar al C. Domínguez al cargo de diputado; que ellos no se separaron por estorbar el triunfo del C. Domínguez, sino al contrario, para ayudarlo, y que consideran de su deber comunicarle esos hechos antes que se verifiquen. El tono en que está escrito el documento refleja la pasión del partidarismo; ven ustedes que los miembros de la Junta Computadora al separarse, no lo hicieron por espíritu de honradez, sino por espíritu de partidarismo, que está perfectamente bien definido y expresamente manifestado, supuesto que ellos declaran al señor Domínguez su candidato. ¿Es posible que hombres animados de pasión y de prejuicios, dispuestos a sacar avante a toda costa una candidatura, sean dignos de crédito, pudiendo juzgárseles como imparciales y amantes de la verdad y la justicia? Indudablemente que no, y por ese motivo la Comisión no ha tenido en cuenta este documento que, en primer lugar, nada significa. Ustedes ven a los miembros de la Junta Computadora inclinados completamente en favor del señor Domínguez, como si fueran sus representantes, ¿qué mejor prueba de parcialidad de estos señores? ¿Cómo se va juzgar que la elección recaída en favor del señor González Galindo no es legal, únicamente por lo que dice un escrito hecho por personas que no tienen escrúpulos en falta a la verdad y al compromiso de proceder con honradez ante la Junta Computadora? Este documento, lejos de condenar al señor Modesto González Galindo, viene a decir que él tuvo muchas dificultades en la Junta Computadora para poder hacer triunfar la justicia y la verdad. Y no sólo esto, sino que el señor Bonilla, dando muestras de una torpeza verdaderamente grande al presentar su renuncia, se presentó con el Juez de Primera Instancia de Calpulalpan, que no tenía nada que ver con esta cuestión, puesto que no había razón de ninguna clase para ese motivo, y esto trajo como resultado una protesta de los demás miembros de la Junta Computadora, que se consignó ante el Juez de Distrito. El Juez de 1a. Instancia estuvo haciendo bastante presión en pro del señor Domínguez, la presión que se menciona en el expediente no es por parte del señor González Galindo, sino por parte de la Junta Computadora en favor del C. Domínguez y por parte del Juez de 1a. Instancia de Calpulalpan. Ved, pues, cómo esta Comisión se ha apegado a la Ley; si no se hubiera apegado a la Ley, hubiera dictaminado por sugestión; si nosotros hubiéramos dictaminado por sugestión, entonces el dictamen sería en contra del señor González Galindo, aun a pesar de la verdad; pero nosotros hemos preferido que se nos injurie y que se nos vengan a hacer cargos injustos, que no se nos demuestran, de faltar a nuestro deber de hombres honrados; si nosotros hubiéramos tenido en cuenta el sentir de la Asamblea, entonces el dictamen hubiera sido en contra del señor González Galindo, porque no somos tan niños para no darnos cuenta de que muchos ciudadanos diputados y presuntos diputados son completamente adversos al señor González Galindo, que hay una gran simpatía para el señor don Zeferino Domínguez, simpatía que hace imposible que el dictamen de la Comisión sea juzgado con al imparcialidad con que fue dictado. Yo por esto, ciudadanos diputados, suplico a ustedes se sirvan obrar con serenidad, abandonando los prejuicios, teniendo en cuenta únicamente la razón y votad conforme a esa razón, votad conforme a esa justicia y abandonad las simpatías, porque las simpatías traen como consecuencia el desprestigio, supuesto que las simpatías no tienen fundamento de ninguna clase. Nosotros no nos hemos metido a examinar cuál es la condición personal de uno y otro, porque a la Comisión no le toca para nada hacer ningún estudio sobre ese particular, ni es nuestra norma; porque si la Comisión fuera a dejarse llevar por la simpatía que inspire cada uno de los candidatos, sería desconcierto por completo en los dictámenes, no habría ningún fundamento, no habría un camino recto que seguir, puesto que la simpatía es lo más ciego que anida en el corazón humano; la simpatía es inconsciente, no se da cuenta nunca de nada.

Nosotros no desconocemos por completo la labor del señor Domínguez; es un hombre respetable, y nosotros hubiéramos deseado que hubiese traído una credencial legítimamente ganada, para darle el triunfo; pero las simpatías que la Comisión tiene por el señor Domínguez, no justifica que hubiera dictaminado un fallo a su favor, pisoteando la ley, que ha sido la bandera que ha levantado el "Partido Liberal Constitucionalista" para triunfar en estas elecciones.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Soto Peimbert.

El C. Soto Peimbert: Señores diputados: No son los intereses del señor Zeferino Domínguez; no son los intereses de sesenta mil habitantes del Estado de Tlaxcala los que se discuten con esta credencial: Son los intereses de la Nación entera los que resultarán afectados por el fallo de esta Asamblea al tratarse de la credencial del señor Domínguez. Y el punto de vista en que me he de colocar para borrar en vosotros la impresión que pueda haber despertado en vuestro ánimo la serie de rumores que se han hecho llegar hasta vuestros oídos, os convencerá claramente de la justicia que asistiría al voto reprobatorio del dictamen.

Se dice diariamente en todos los tonos que una de las características fatales de nuestro conglomerado social es la falta de carácter; se aduce constantemente, como disculpa a los desaciertos colectivos en que han incurrido, ya parte de la colectividad o ya la colectividad por entero, la falta de educación de la voluntad; si proclamamos en todos los tonos que en México se encuentra un enorme porcentaje de abúlicos y cuando encontramos un raro ejemplo que desmiente estas características nuestras; cuando en un individuo como el señor Zeferino Domínguez concurren las circunstancias de que ha tenido la fe ciega en sus ideales que ha sabido adelantarse a la expresión que de esos ideales hizo la Revolución de 1910, pretendiendo cerrar los ojos a esa clara verdad, rechazáis al señor Zeferino Domínguez tan sólo por la impresión que una pobre estampita que ha circulado, pueda haber causado en el ánimo de vosotros. Es el caso que yo vengo a defender al mocho Zeferino Domínguez, pero al mocho de nuestros defectos y completo en las virtudes que nos faltan. (Aplausos.) Es preciso ser serenos y dar a la vida lo que la vida demanda: Temple y generosidad; no el temple de los héroes que vencen en cien batallas, no el temple de los que arrastran un peligro en un momento de entusiasmo, caldeados y animados por los sentimientos más elevados que arroban y abren en determinado sentido nuestro espíritu; no, señores, se necesita el temple reflexivo que sepa encontrar dónde está el deber y sepa cumplir con él, ayer como hoy y hoy como mañana. Nosotros necesitamos con nuestro voto en esta ocasión sancionar el ejemplo de un carácter templado en la lucha, nosotros necesitamos sancionar con nuestro voto el ingreso de un valiosísimo elemento al seno de esta Cámara, enseñando que hemos sido lo suficientemente generosos para desprendernos de todo perjuicio y no mirar sino por el bienestar colectivo y por los intereses nacionales. (Aplausos.) Nadie ignora que para juzgar de la posibilidad de un triunfo hay que tener en cuenta los antecedentes que concurren en un candidato. ¡Qué pocas habrá de las personas que integran esta Asamblea que puedan presentar una hoja de servicios a la Nación, tan limpia, una hoja de servicios tan desinteresada, como el propio señor Domínguez! Sería triste que fuesen primero los Estados Unidos únicamente quienes reconocieran los méritos de una de nuestras glorias civiles, antes que esta Cámara, que es la genuina representante de las aspiraciones colectivas. Yo he asentado desde aquí que contrario a lo que se pretende con la hojita de propaganda eclesiástica y con algún otro documento que se ha hecho circular en las curules, el señor Domínguez es un patriota y voy a demostrarlo.

Encuentran ustedes en este álbum, que señala todos y cada uno de los pasos de una vida consagrada a la agricultura, al mejoramiento de los cultivos, a uno de los problemas que ha movido como una enorme palanca a las masas en la última Revolución; se encuentra aquí, digo, la justificación de esa actividad y la consagración en el extranjero, de un talento. En el "Daily" de Texas, de abril 6 de 1912, se encuentra desde luego un suelto con la rúbrica de "El Rey del Maíz en México," en que dice que se dará una conferencia; si el señor Domínguez hubiese sido egoísta, un mal patriota, no necesitaba, en un lugar en que se nos desprecia, haber anunciado que era mexicano; y él, consciente de la fuerza de sus conocimientos y del prestigio de sus actuación, lejos de querer para sí cosechar nuevas palmas, jamás olvidó que debía reunir a su nombre prestigiado por su sabiduría, el nombre prestigioso de México. En todas las ocasiones en que el señor Domínguez hubo de intervenir en conferencias, ya actuando simplemente como invitado, ya como iniciador de obras trascendentales para el cultivo, no olvidó jamás citar el nombre de México y declarar urbi et orbe que él era mexicano. Esto demuestra plenamente que es injustificado y que es malévolo el ataque que se le hace, pretendiendo hacerlo aparecer como un fanático católico; eso es mentira. Es perfectamente deleznable el cargo si se tiene en consideración que sólo en la ciudad de Puebla existen cinco Zeferinos Domínguez: Un aguador, un director de música, el sacristán del templo del Guadalupe, el hijo mayor del C. Zeferino Domínguez y él propio. ¿Qué, se puede justificar, dados estos antecedentes y los del señor Domínguez, que pertenezcan a él la tarjeta que se ha hecho circular? ¿No cabe suponer que esa tarjeta se refiere al sacristán del templo de Guadalupe? ¿no es esto lo lógico? Tenemos también que en ocasiones en que se ventilaban algunas dificultades en el horizonte político de México, el C. Domínguez, que por aquellas fechas se encontraba en Estados Unidos, hacía público en algunos de los diarios norteamericanos lo siguiente:

"Un prominente mexicano, en Cantón, III.- Visitará a Mr. Taft.- Zeferino Domínguez habla del porvenir.- Dice que la intervención sería desastrosa.- Dirá a los agricultores algo que les interesa.

- El próximo jueves hablará con Mr. Taft."

¿Cómo entonces se acusa al señor Domínguez de ser huertista, si en pleno suelo extranjero, precisamente donde fermenta el odio aumentado por los

malos mexicanos, él señaló el deber y la ruta al Presidente Taft con la autoridad que le deba el prestigio ganado legítimamente sin recurrir al apoyo de nadie, sino al apoyo de su carácter y ciencia? No es este el único caso en que queda patente la intervención benéfica para México del C. Domínguez. Los Propios periódicos de la República hablan de la Exposición del maíz en Estados Unidos e inmediatamente hacen hincapié en la labor pro - patria realizada por el C. Domínguez. El beneficio personal que el C. Domínguez ha obtenido de esta serie de conferencias y propaganda es mínimo si se tiene en cuenta que no ha buscado solamente su encumbramiento ni el negocio meramente comercial, pues entonces el C. Domínguez hubiera sido un egoísta y hubiera aceptado los contratos que los norteamericanos le ofrecían y no hubiera tenido necesidad jamás que desde esta tribuna se le discutiera su credencial; si hubiera sido el interés personal lo que hubiera movido a los Estados Unidos, no hubiera tenido necesidad de trasladarse a Tlaxcala y pasar por todas las etapas de una elección en un lugar harto difícil para trabajar por la proximidad de los rebeldes. En algunos otros periódicos de la capital encontramos lo siguiente: "Una honrosa y muy merecida distinción. El señor don Zeferion Domínguez, con sus perfeccionados métodos de agricultura está dando gran impulso a uno de los principales ramos de la riqueza nacional." En alguno otro de los artículos de fecha posterior volvemos a encontrar bajo el rubro de: "El señor don Zeferino Domínguez, insigne protector de la Agricultura Nacional," la exposición de métodos y procedimientos que benefician a la agricultura. No quiero, de propósito, leer todos y cada uno de los artículos contenidos en este álbum, porque veo en vuestro ánimo la fatiga que tal cosa determinaría, pensad tan sólo que si la posibilidad de que leyese estos recortes imprime tal sello de agobio en vuestras mentes, ¿cuál no será la constancia, la educación del carácter que haya sido preciso desplegar al señor Domínguez para llevar a cabo una labor de 29 años de la que estos recortes no son sino el resumen y la expresión escrita de ella? Un trabajo científico, constante y cansado, tal como el que ha desarrollado el señor Domínguez, necesita indudablemente una gran cantidad de energía y de desinterés. Aparte de ello, encontramos después en este álbum la noticia de la serie de reportazgos que hizo iniciar en los diversos periódicos, tanto nacionales como extranjeros, el C. Zeferino Domínguez, con la mira de establecer colonias agrícolas militares; pero se puede argüir que estas colonias son una utopía, un sueño de simple investigador dedicado a las labores meras de gabinete. Para desmentirlo, señores, yo tengo a la vista un periódico que habla de la implantación de los métodos del señor Zeferino Domínguez por el ejército norteamericano y en que se encomian sus ideas. El Outlook," que es un magazine que tengo en la mano, habla de los jardines de los soldados, habla de las hortalizas de los mismos y de los campos agrícolas experimentales militares y, como digo, parece mentira que sean justamente los vecinos, aquellos de quienes siempre nos estamos quejando de que nos amagan constantemente, los que se ocupen de las ideas de los hombres sanos y no sepamos nosotros traer a los mismos al recinto de la Representación Nacional y justamente a aquel que ha lanzado estas ideas. Es tiempo de que seamos más prácticos, de que miremos cuáles son los hombres útiles de la República y de que sepamos aprovecharlos. Una de las grandes promesas de la Revolución que agrupó con mayor ahínco y entusiasmo en torno de su bandera mayor número de hombres sanos y vigorosos resueltos a defenderla fue el problema de la repartición de tierras, el problema agrícola, el problema agrario. Y ¿cómo no seríamos nosotros inconsecuentes si no diésemos nuestro voto reprobatorio al dictamen permitiendo así que viniera a sentarse en esas curules y prestarnos sus luces y su valiosa ayuda justamente al apóstol del cultivo en México y muy especialmente del maíz, que es el alimento por excelencia del pueblo? Seríamos inconsecuentes nosotros si no abrimos las puertas de este recinto a quien ha demostrado con una constancia de 29 años procurar por la solución de uno de los problemas que estamparon en sus banderas la Revolución de 1910 y la Revolución de 1913. Estos no son más que simples antecedentes alrededor de la característica que concurre en el C. Domínguez para que concedamos nosotros que pudo ser electo en el Distrito por el cual lanzó su candidatura, dado que es un distrito agrícola por excelencia, pero si eso no fuera bastante, si nuestro juicio fuera equivocado, en apoyo de mi razonamiento éste está otro aquí, la expresión de los ciegos, de los ignaros, sino la que aquí está escrita; hay de la Cámara Agrícola de Tampico, de la Cámara Agrícola de Zacatecas, de la Cámara Agrícola de Coahuila y muchas otras instituciones han dejado estampado pensamientos y valiosísimos de cómo juzgaron la labor del señor Domínguez, cómo verían con agrado el que sus teorías llegasen a ser verdades que llegasen a codificarse todas y cada una de las ideas de él y que una vez enroladas en una ley, contribuyesen a resolver uno de los difíciles problemas que tiene encima esta Legislatura: El problema agrario, el problema del trabajo. Tienen ustedes el siguiente documento:

"Gobierno del Estado Libre y Soberano de Veracruz Llave.- Secretaría General. - Departamento de Fomento y Agricultura.- Número 5.

"En los primeros días del próximo mes de diciembre va a celebrarse en esta capital, un Congreso Agrícola que espero será un trabajo inicial de los que se propone llevar a cabo mi Gobierno para el fomento y desarrollo de la agricultura.

"Entre los puntos que van a tratarse, como usted verá por la convocatoria que adjunto, figura la propaganda y enseñanza agrícolas, asunto al que usted dedica sus desvelos, mostrando la eficiencia del cultivo racional del maíz; y sería de positivo provecho para el Estado que usted se sirviera dar una o varias conferencias sobre ese asunto a los Congresistas aquí reunidos, para cuyo efecto me es grato invitarlo a venir, trayendo todo el equipo y material que usted emplea para la demostración práctica que tan buenos resultados ha de dar para conseguir la extensión de nuestra área de cultivo.

"Agradeceré a usted al aceptar mi invitación, que me indique la fecha de su arribo, para

comunicarlo oportunamente y consignarlo en el programa del Congreso.

"Lo saludo muy atenta y cordialmente.

"H. Córdoba, 10 de noviembre de 1917.- El Gobernador del Estado, C. Aguilar.

"Al señor Zeferino Domínguez.- A bordo del "Tren del Maíz"- Querétaro, Qro."

Y como este documento encontrarán ustedes otro del Gobierno de Colima, uno de la Cámara Agrícola de Durango, de la de Tamaulipas y Yucatán, otro de Nuevo León y uno especial de la región lagunera; en fin, sería largo ir enumerando, uno a uno, los trabajos del señor Domínguez con sus respectivos comprobantes. Pero si no fuera bastante esta opinión, si todavía no fuera suficiente para llevar a vosotros el convencimiento, tenemos necesidad de que haya aquí un hombre de las energías y conocimientos del señor Domínguez. Ved a continuación la manera como sienten y piensan a este respecto los distintos agricultores de la República entera; entre otros está el siguiente pensamiento: "Cuando el arado reemplace al fusil y la sembradora al cañón, podrá escucharse sobre la tierra el divino grito: "¡Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!" Quiero cerrar la defensa que hago del señor Domínguez repitiendo lo que en un principio dije: El señor Domínguez es el ferviente adorador de una deidad, pero no es la que aparece en las estampas que se han hecho circular aquí: En la diosa de la agricultura; y en la National Corn Exposition, celebrada en Omaha en 1908, se colgó de su pecho esta medalla y junto a la medalla un símbolo: La bandera del la Patria. (Aplausos.)

Así pues, señores diputados, ungid con vuestro voto al fanático con quien no daría vergüenza codearse, ungid con vuestro voto al mocho Domínguez que, como dije al principio, es el mocho de nuestros defectos y el completo de nuestras virtudes. (Aplausos. Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. González Galindo.

El C. González Galindo Modesto: Señores diputados: El señor Soto Peimbert se ha inscripto aquí para atacar el dictamen de la Comisión; no he oído un solo argumento al atacar el dictamen de la Comisión, no he oído un solo razonamiento en que trate de demostrar que el dictamen es infundado; no he oído una sola palabra en que diga que la elección estaba resuelta en Calpulalpan a favor del señor Zeferino Domínguez. Yo creía, señores, que el señor Soto Peimbert, haciendo honor al lema que habéis traído de que solamente os fijarías en la ley, y nada más que en la ley, habría hecho una disertación sobre las irregularidades, así llamadas por él, que se hubiesen cometido en el Distrito; pero no, ni una sola palabra se ha dicho aquí en contra de la elección, a lo menos por el señor Soto Peimbert. Son dos puntos los que tenemos que analizar: Uno, el asunto legal, y el otro, el asunto, por decirlo así, como lo dijo el señor Soto Peimbert, de los antecedentes políticos. Muy honrosos serán los antecedentes políticos del señor Zeferino Domínguez, pero no encuentro en la ley algún artículo que diga: Cuando los candidatos tengan buenos antecedentes, cuando los candidatos hayan sido apóstoles del maíz, entonces, contra la ley se dictará a su favor el fallo de la Asamblea. (Aplausos.) No recuerdo entre los requisitos que señala la Constitución para declarar válida una elección que haya uno en el que se diga que es buena elección cuando se trata del señor Zeferino Domínguez, y es nula la elección, aun cuando traiga la credencial, aunque no tenga vicio de nulidad, con sólo que se trate del presunto diputado González Galindo, porque no tiene antecedentes políticos y porque es enteramente desconocido. He registrado el artículo 104 y ni una letra, ni menos una palabra, que se refiera a ese particular he leído... (Voces: ¡A votar, a votar!) No necesito extenderme mucho sobre el punto legal de la cuestión; pero es de todas maneras indispensable que se haga hincapié, y voy a hacerlo, porque corresponde fijar exactamente cuáles son los motivos de nulidad que alegan mis contrincantes para que se declare nula la elección; y voy a demostrar que esos motivos son enteramente falsos. Comienzo por asegurar que el señor Zeferino Domínguez, ante la ley, no tiene la investidura de un candidato, desde el momento en que, como lo ha dicho el C. Camacho, no fue registrada su candidatura. El artículo 108 de la Ley Electoral dice que los candidatos tienen derecho a vigilar los actos electorales, siempre que acrediten haber registrado su candidatura; y el señor Domínguez, sin haberla registrado, vigiló desde un principio los actos electorales en el Distrito; estuvo en las casillas, en la Junta Computadora, en la Comisión Revisora y está presente allí. En la Junta Computadora tuve el honor yo también de estar presente; es natural, no había de confiar al señor Domínguez y a los demás contrincantes el cuidado de mi elección.

El señor Enrique Espejel, coronel retirado, figuró como candidato, sacando 8 votos en todo el Distrito para diputado propietario, y obtuvo esos 8 votos, no porque no tenga partidarios en el Distrito, sino porque cometió el error, la torpeza de haber registrado para sus boletas el color blanco y más tarde con sus boletas en las que debía ir impreso el color como distintivo, se encontró con el problema transcendentalismo de cómo imprimía el color blanco en las boletas blancas... (risas), para que se distinguiera de las demás, y entonces retiraron sus candidatura. No pudiendo distribuir las boletas, porque era el punto perdido, se unió al señor Zeferino Domínguez en mi contra y, sin embargo de la fusión de las candidaturas contrincantes mías, todas a favor del señor Zeferino Domínguez, el pueblo del 3er. Distrito Electoral ha sufragado en mi favor. (Siseos.) Sí, señores, ha sufragado en mi favor, porque de no ser así, la Junta Computadora, integrada en su mayoría por Presidentes partidarios del señor Domínguez, no me habría extendido la credencial. En la lista de escrutinio se podrá ver perfectamente que los miembros de la Mesa de la Junta Computadora en su mayoría fueron partidarios del señor Domínguez. Según la ley, al instalarse la Junta Computadora, presidirá esa Junta el Presidente de la 1a. casilla electoral de la cabecera del Distrito; ese Presidente fue el señor Luis Bonilla, como se puede ver en la lista de escrutinio: Calpulalpan es la cabecera del Distrito, "Primera sección: Luis Bonilla." El fue el que presidió la instalación

de la Junta Computadora. En esa casilla, el señor Domínguez obtuvo 57 votos y yo obtuve 12; luego el Presidente de esa casilla es partidario del señor Domínguez, (Siseos.) porque él mismo estaba haciendo los trabajos. (Murmullos.) Sí, señor Malpica; no sisee usted, sea un poco caballero para oírme y después sisee y dé su voto en contra, pero antes óigame usted. (Aplausos.)

Uno de los argumentos que esgrime aquí el señor Camacho es el que el Presidente Municipal de la cabecera del Distrito hizo una terrible presión allí para que se hubiera ganado la elección. El Presidente Municipal de la cabecera del Distrito, aun concediendo, vamos a concederlo en gracia de la argumentación, que hubiera hecho presión, pues esa presión sólo alcanza a la cabecera del Distrito donde él era Presidente Municipal, pero no a los ocho Municipios que integran todo el Distrito Electoral: No alcanza esa presión a la Municipalidad de Tlaxco, a la de Nativitas, a la de Ixtacuixtla, a la de Tlahlahuaca, etc., y en la cabecera del Distrito de donde él es Presidente y donde se alega que hubo presión brutal y terrible, óigase la votación que yo con toda esa presión obtuve: 1a. casilla de la cabecera - ya dije - , yo, 12 votos, y el señor Domínguez, 57; 2a. Sección de la cabecera: yo, 10, y él, 47; en la 3a. yo obtuvo 12 y él 96; en la 4a. obtuve 15 y él 74 votos. Esas son las cuatro Secciones de la cabecera de la Municipalidad de donde es Presidente. ¿Dónde está, pues, la presión? ¿dónde está la tiranía ejercida por parte del Presidente Municipal a favor mío? Si sólo saqué allí unos cuantos votos y contando hasta la 21 Sección, que contiene todo el Municipio de Calpulalpan, obtuve 668 votos contra 956 que obtuvo el señor Domínguez, ¿se puede creer que en esto haya habido chanchullo? Si hubo presión en este caso y habiendo obtenido mayoría el señor Domínguez, quiere decir que la presión fue a su favor; pero no digo ni lo uno ni lo otro y me limito a negar que haya habido presión en mi favor, como se demuestra por la votación. Tuve mayoría en otras partes, y no por la presión, pues sépanse los que no actuaron en la Legislatura pasada y, por lo tanto, no están en antecedentes, que el Presidente Municipal nunca pudo estar a mi favor, ya que todos los Presidentes Municipales obedecen ciegamente al Gobernador de Tlaxcala, quien es personal enemigo mío... (Voces: ¡Pruebas, pruebas!) Allá van. No sólo es enemigo mío, sino que trata de verme desaparecer, quisiera de una mirada borrar mi nombre de la historia... (Risas. Voces: ¿Ah!) Sí, señores, quería el señor general Rojas que yo no hubiera figurado nunca en el Estado de Tlaxcala, pero a despecho suyo he figurado; puede ser que deje de figurar hoy, posible es, pero hasta ayer, a lo menos, he figurado a despecho suyo. ¿Cómo es ello? Señores representantes: En el año de 1916 se convocó, como todos lo sabéis, a elecciones para diputados al Congreso Constituyente; un pueblo de mi Estado natal, el de Huamantla, me ofreció la candidatura para diputado constituyente, la acepté, y cuando se progresaba, cuando ya otros partidos espontáneamente habían aceptado mi candidatura y estaban haciendo sus trabajos de propaganda en el Distrito y ya se había casi unificado el sentir público en ese Distrito, fue el señor general Rojas a lanzar su candidatura por el mismo Distrito, sobre la mía, y hay que ver, señores, que yo era mayor de su brigada y él era general de mi brigada y que, por tal suerte, era mi jefe, mi superior y, además, era el Comandante Militar del Estado y yo un simple mayor a sus órdenes. Pues bien; creyó que era una blasfemia, creyó que era un crimen que un mayor que era a las órdenes de él lanzara su candidatura sin pedirle permiso, porque fue la falta del permiso para que yo lanzara mi candidatura por lo que él se enojó. Al regresar él de una expedición me reclamó y yo le dije: Señor general, en la brigada, como mayor a las órdenes de usted, obedeceré ciegamente, maquinalmente, si es posible, las órdenes de usted; pero tratándose de un asunto democrático, del ejercicio de un derecho político, de un derecho civil, en eso no tienen que ver absolutamente las charreteras de general, ni las presillas de mayor; en eso no tiene que ver la disciplina militar. Mi pueblo me ofreció la candidatura y la he aceptado y ahora no sólo manifiesto eso, sino que le suplico me dé permiso para separarme de la brigada e ir a trabajar personalmente mi candidatura. No quiso darme licencia sino hasta dos o tres días antes de las elecciones; y a esa fecha, él, candidato ya, cogió su brigada, llevó una gran fuerza de caballería y se fue a recorrer el Distrito, se impuso y, como ustedes quieran, me quitó la credencial en la Junta Computadora; se fue a Querétaro con ella y yo fui también, en pos de él, para pedir respetuosamente al Congreso Constituyente, fundado en la ley, que se hiciera justicia en la elección de Huamantla, en donde contendí con el general Rojas, mi jefe. El Congreso Constituyente, al calificar la credencial del señor general Rojas, la nulificó y en seguida declaró electo al servidor de ustedes... (Voces: ¡Gracias, gracias!) se volvió el general Rojas realmente sentido, enojado y me cobró un odio peor que africano; desde entonces busca el desquite y la venganza.

Señores diputados, no fue mi intención haberlo puesto en vergüenza; no fue mi intención ponerlo en ridículo en el primer Congreso de estos tiempos que se reunió en Querétaro, pues todavía dos o tres días antes de que se resolviera el asunto de su credencial fui a verlo al hotel donde se hospedaba, diciéndole: Señor general, no quiero que se sigan ahondando estas divisiones; quiero que sigamos como compañeros revolucionarios en estos momentos angustiosos para la República, en que los americanos impiden en Veracruz el desembarque de los cartuchos que manda la República de El Salvador. En estos momentos, le dije, nuestro lugar, señor general, está en el Ejército; dejo esta cuestión, renunciando los derechos que tenga y dándole el triunfo. Permítame que me incorpore a la brigada; ya ha pasado el asunto electoral. Pero él, mal aconsejado por tres individuos que llevaba allí, no condescendió y me dijo uno de sus adláteres: Ahora no se va usted, ahora siga usted este asunto hasta el fin, porque cada quien debe quedar en el lugar que le corresponde, el señor general Rojas arriba y usted abajo. Pues bien, ¿quiere usted que yo siga adelante? Lo siento mucho, pero en ese caso, ya dejé hecho constar que es la ofuscación, que es el odio, que es la venganza, que es, en último caso, la que me obliga a llevar la campaña hasta lo último.

Dos días después, el Congreso Constituyente declaró nula su credencial, fundado en los argumentos de nulidad y después, fundándose en los mismos razonamientos, me declaró electo. Suplico a los señores diputados que están presentes, al señor coronel Adolfo García, al señor Donato Bravo Izquierdo, al señor José Verástegui, al señor licenciado Céspedes, al señor Antonio Gutiérrez y Rómulo de la Torre, que digan si yo hice otra gestión que no hubiera sido la de propagar las razones mías en que yo fundaba la nulidad de la elección del general Rojas. Pues bien; ese es el origen, señores diputados, de que el señor Máximo Rojas, actual Gobernador Constitucional del Estado, se oponga, vea con desagrado, vea con inquina que yo pueda figurar en el Estado a despecho suyo; él quisiera que si yo fuera algo, se lo debiera a él, y no, señores diputados, fui al Congreso Constituyente, no porque se lo deba a él, no le pedí favor, no le pedí su protección; he venido a la XXVII Legislatura sin su protección, también igualmente con la obstrucción que viene a hacer ahora él aquí. Me ha hecho una guerra de inquina para que se rechace mi credencial, y el año pasado vine con mi credencial por el 11 Distrito de Puebla, por Tecamachalco, no obstante que en esa ocasión no traía mi credencial por Tlaxcala, sino por el Estado de Puebla. En esta vez no la traigo por Puebla, la traigo por el Estado de Tlaxcala, mi tierra natal. Pero no me apoyó el señor general Máximo Rojas, no le pedí permiso, no le pido su protección, y él ve mal que alguien figure sin su protección, ve muy mal que alguien descuelle sin su ayuda y ve como un crimen, como un delito, que alguien ejercite sus derechos democráticos sin que tenga la venia previa de él, pues es él primer interesado en que mi credencial no sea aprobada. Por eso es que él se ha prestado a poner en juego todos los elementos que ha tenido en su mano como Gobernador del Estado, para poner obstáculos a mi candidatura. El fue quien llamó a los hacendados a una junta en la hacienda de Guadalupe, para decirles que si no votaban por el señor Domínguez, gravaría las fincas; él fue quien llamó a los Presidentes se a Palacio de Gobierno para anunciarles (Voces: ¡Pruebas, pruebas!) Estoy explicando los antecedentes para demostrar que el señor. general. Máximo Rojas es personal enemigo mío; pero yo dejo al recto criterio de ustedes a que vean si siendo él enemigo personal mío y siendo actualmente el Gobernador del Estado y habiéndolo sido en el momento de la elección y aun antes de ella, si me pudo haber dejado en libertad, cuando no me dejó en libertad ni en otro Estado que no sea el de Tlaxcala, para trabajar. ¿El, que es personal enemigo mío, pudo haberme dado las garantías que yo hubiera querido, las garantías que yo hubiera solicitado? No, señores; lejos de eso, el candidato apoyado por él es el señor Zeferino Domínguez... (Voces: ¡Pruebas! Siseos.) Señores diputados: El "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca" postuló la candidatura del señor general Máximo Rojas para Gobernador del Estado; triunfó, cuyo triunfo reconocemos nosotros como haya sido, pero lo hemos reconocido, y tomó posesión del Gobierno. Es el "Partido Liberal Constitucionalista" quien está en el poder, porque está representado allí por su candidato, el señor general Máximo Rojas; es el "Partido Liberal Constitucionalista" quien lanzó la candidatura del señor Zeferino Domínguez, como se puede ver en este manifiesto.

Y a propósito, ya que tengo en mis manos este manifiesto, me voy a referir al cargo que hizo el señor Camacho o Gildardo Gómez, me parece, de que la candidatura del C. Zeferino Domínguez iba a ser registrada o debió haberse registrado, porque se presentó en tiempo oportuno, no es exacto. El manifiesto del "Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca" que lo postuló, tiene aquí: "Tlaxcala, julio 19 de 1918." El registro de candidaturas, señores diputados, se clausuró en 14 de julio, que fue el segundo domingo de ese mes y, por consiguiente, no pudo, después de esa fecha, haber registrado esa candidatura. Fue postulado el 19 de julio y mal pudo el Presidente Municipal haber registrado esa candidatura; de suerte que no por la presión, no porque él haya trabajado en mi favor, ese Presidente, sino porque está fuera de duda que el C. Zeferino Domínguez fue postulado el 19 de julio. Quisiera que la Secretaría certificara si es exacto o no. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Secretario Pesqueira: Efectivamente, el manifiesto tiene fecha 19 de julio.

El C. González Galindo, continuando: 19 de julio de 1918. Ahora bien señores diputados... (Voces: ¡A votar, a votar!) Si no ha de haber libertad en la tribuna, pues vámonos a nuestras casas. ¿Para qué venimos aquí? ¿Venimos solamente a votar sin oír las razones legales que se pongan de una y de otra parte? Yo tengo el orgullo, señores diputados, y a muchos os consta, que en los pasillos y en la calle les he dicho: "Yo veo con respeto a los diputados que buscan la verdad, oyendo lo mismo a la parte contraria que a mí; pero no veo honrado que solamente oigan al señor Domínguez y que nunca me hayan preguntado siquiera, animados por un espíritu legalista, animados por un espíritu de justicia: ¿Cómo está su asunto? Yo tengo esta impresión, pero quisiera saber si su elección de usted es justa; enséñeme usted su expediente." No, señores; se han concretado, se han limitado a oír al señor Domínguez lo que les ha venido a platicar y a mí no me han dicho nada. Por mi parte, a algunos amigos - muy pocos - , les he dicho: "Voy a mostrarles mi expediente; si lo encuentran apegado a la ley, entonces ustedes mismos comprenderán la justicia que me asiste y me sostendrán con su voto. Si no lo encuentran ajustado a la ley, yo no exijo de ninguno, por amigo que sea, por íntimo que sea, yo no le exigiré que vote por mí; por el contrario, yo sería el primero en haberme retirado con tiempo si supiera que mi credencial venía ilegal, que mi credencial venía manchada, si supiera que mi credencial era nula." Entonces no hubiera perdido mi tiempo, como lo he estado perdiendo, y permítaseme que lo diga, yo no tengo elementos para vivir, soy militar, o fui militar... y no todos robamos. (Risas. Voces: ¡Pruebas!) A varios señores diputados les he andado pidiendo prestado hasta cincuenta centavos para pasar un día, (Murmullos.) ya lo saben muchos de ustedes y eso me basta. (Una voz: ¡Es cierto!) Yo no habría estado perdiendo mi tiempo, no habría estado matando de hambre a mi familia para venir a defender una credencial que

sabía que era ilegal. He estado soportando con paciencia tan beatífica como la del señor Domínguez, hasta que la Comisión, hasta que la honorable Asamblea tenga a bien definir esto; pero si hubiera sabido que mi credencial venía mala, si yo tuviera la conciencia de que venía nula, entonces ya haría tiempo que estuviera trabajando y no estarían ayunando mis hijos y yo también; no estaría viniendo a veces como un ermitaño con la barba crecida. Ahora vengo rasurado, porque es justo y es correcto presentarse correctamente ante vosotros, pero he hecho un sacrificio para rasurarme. No hubiera, pues, hecho todo esto, si supiera que mi credencial venía falsa, venía nula; pero tengo la conciencia de que ella es legítima, de que es legal, de que el triunfo en el 3er. Distrito Electoral lo dio el pueblo de ese Distrito a favor del que tiene el honor de dirigirnos la palabra. (Murmullos.) Yo no tuve elementos para ir a trabajar esa candidatura; tuve muchos amigos que me ayudaron día y noche haciendo la propaganda, pero no tuve yo elementos suficientes para ir a trabajar. He de poner en conocimiento de ustedes, señores diputados, una cosa: Hay un pueblo, el de Santa Cruz Atiahuac, donde todos son muy partidarios del señor general Máximo Rojas. La votación en ese pueblo la tenía yo perdida. Poco después de las doce del día me presenté en aquel pueblo, no para ver si había obtenido algunos votos, no, señores, sino para ver si había o no había elecciones y cuántos votos había obtenido mi contrincante, pues el cálculo de la votación me interesaba sobremanera. No había sido instalada hasta esas horas la Mesa; yo les hablé a los que se hallaban reunidos y les dije: No quieren ustedes instalarse, no porque no quieran votar, sino porque ninguno de ustedes quiere asumir la Presidencia de Mesa de la casilla, porque la distancia de Puebla a la cabecera del Distrito, que es Calpulalpan, es larga; hay que ir a Zacatelco, de allí tomar el tren e ir a Puebla; de Puebla tomar el tren para llegar a Calpulalpan; son dos días de camino en tren, y claro es que una jornada de esta distancia no quiere hacerla ningún ciudadano y por eso no quieren asumir la Presidencia, pero yo dije: "Miren, no tengan ustedes cuidado, puede cualquiera de ustedes asumir la Presidencia, porque los gastos de viaje no le costarán; yo sé muy bien que aquí en este pueblo son partidarios del señor Zeferino Domínguez, cuyos programas están allí pegados, porque él es candidato del Gobernador del Estado, general Máximo Rojas, y ustedes son muy partidarios de él." Voces: (¡Pruebas, pruebas!) Ellos mismos lo confesaron, señores, no levanté una acta, porque no era del caso, pero yo mismo les dije: "No teman, no tengan cuidado, el señor Zeferino Domínguez tiene un carro particular puesto en Apizaco, que lo mueve para Zacatelco o para donde quiere, y en él se va a llevar a todos los Presidentes que hayan triunfado en su votación; además les pagará sus gastos de alimentación y los que ustedes quieran. En consecuencia, yo no les voy a aconsejar que voten por mí, sé muy bien que son partidarios del señor Domínguez, pero siquiera que lo elijan, siquiera que se manifieste su voluntad de ustedes, no que me vaya a ganar sin que haya habido elecciones; no, que haya elecciones, aunque me gane; sin gana, sabré que ganó porque hubo elecciones. Claro es - les dije - , que no me vendrían mal algunos votos a mi favor, pero no se los exijo, ya sé que todos son partidarios de él, pueden instalarse, en la seguridad de que no les costará ni un centavo dicho viaje." No tenían ley para instalarse, no sabían como hacerlo; yo saqué entonces el único ejemplar que tenía en la bolsa y se los obsequié, diciéndoles: Voten por quien gusten, si no quieren votar por mí, voten por el señor Domínguez, pero háganlo conforme a la ley; aquí está esta ley, es el único ejemplar que tengo y ahí se los dejo. Me retiré del pueblo. Al siguiente día, señores diputados, algún ciudadano me llevó la noticia de la votación, quien me dijo: "Se instaló la Mesa, se recibió la votación y hubo el siguiente resultado: 99 votos para usted y 5 para el señor Zeferino Domínguez." Yo me quedé como quien vé visiones. (Murmullos. Risas.) ¿Cómo pudo operarse esto? Después me lo dijeron: "No, señor, si el señor Zeferino Domínguez es hacendado, es rico y sí... nos pagará los gastos, pero tiene haciendas, ¡cómo va a repartir esas haciendas! ¡y cómo va a ver por los pobres si él tiene que ser partidario de los ricos! No, señor, nosotros los pobrecitos aquí en los pueblitos tenemos que ir con los candidatos que son pobres y que estén identificados con el pueblo y que hayan nacido del seno del verdadero pueblo, de ese pueblo que ha sido tan injuriado y que se le ha llamado desde el tiempo de Porfirio Díaz, la gente de tilma y huarache." Ese pueblo fue el que votó, pues, por mí. Por manera que no hubo tal presión, no hubo tales canchullos, no hubo más que el conocimiento recíproco que hay entre el pueblo del Distrito y el servidor de ustedes. Al señor Zeferino Domínguez nunca se le conoció allí; éste nació en la ciudad de Tlaxcala y se fue, estuvo en Puebla desde su niñez; allí se educó, allí explotó unos baños en la calle de la Estrella; allí sirvió al Gobierno como empleado; allí encontró a su familia, se casó con una señora hacendada del Distrito de Tecamachalco, que tiene tres haciendas, y no ha tenido necesidad de los pobres.

No, señores, no hubo chanchullos, no hubo presión, lo que hubo fue la espontánea voluntad. (Siseos. Murmullos.) Yo no pude, señores diputados, haber recorrido todos los pueblos en un solo día; yo estuve en un solo pueblo ese día y al día siguiente tuve que ir a Puebla y después regresar por Texmelucan, para ir a los otros pueblos, porque solamente por ferrocarril se puede ir. En seguida tuve que andar a pie buscando a mis partidarios para que se reunieran en Calpulalpan.

Pues bien, señores diputados, la elección se efectuó sin presión. Si hubiera habido presión, no habría sido a mi favor, sino a favor del señor Zeferino Domínguez; pero ese no es el punto capital. El punto capital, señores diputados, es el no estar registrada la candidatura del señor Zeferino Domínguez; él, como candidato no registrado, recibió esa votación en las boletas en el lugar dedicado a los candidatos no registrados. No, señores, las boletas del señor Zeferino Domínguez son de esta manera: Con el disco rojo, que fue registrado en Calpulalpan, en la cabecera del Distrito, fue registrado por el señor Manuel Gamboa, candidato a diputado propietario por el propio Partido Liberal Constitucionalista, el 11 de julio. De modo es que ¿cómo en una noche el Partido Liberal

Constitucionalista pudo haber reconsiderado y convocado al comité de su partido y haber deliberado? Para ir de Tlaxcala a Calpulalpan, señores, se necesita pasar por la ciudad de México. ¿Ir a Tlaxcala y regresar al tercer día para Calpulalpan por el Ferrocarril Interoceánico? ¿Cómo es que en una noche se hizo todo esto? El día 12 no pudo estar en Calpulalpan el señor Zeferino Domínguez. El señor Manuel León Armas, suplente de él, estuvo el lunes en Calpulalpan pretendiendo registrar las candidaturas y fue por esto que el Presidente Municipal preguntó a México si debía registrar esa candidatura. Según oí de la lectura del mensaje como contestación a éste, se dice: "Proceda usted de la manera que más favorezca a las candidaturas." Pues bien, yo creo que la respuesta debería haber sido: "Ajústese a la ley." La ley dice que el segundo domingo de julio se cerraría el registro de las candidaturas. (Voces: ¡A votar, a votar!) Yo sabía que el señor Zeferino Domínguez iba a lanzar su candidatura y pedí a mi representante que sacara un certificado de la Presidencia Municipal para saber cuáles eran las candidaturas que debían jugar; el Presidente Municipal extendió el certificado en la noche del catorce de julio. Pues bien, señores diputados.... (Voces: ¡A votar, a votar!) No quiero cansar mucho vuestra atención, porque... .. (Voces: ¡A votar, a votar!)

Bueno, señores diputados; quiero antes tratar un punto al que se refirió el señor Gildardo Gómez. El ha dicho desde esta tribuna que yo soy completamente desconocido; sí, señor, soy desconocido en el resto de la República, y para él también soy desconocido, pero no soy tan desconocido que no hubiera podido obtener la elección en el segundo Distrito de Tlaxcala en 1916; no soy tan desconocido que no hubiera podido obtener el triunfo en Tecamachalco; no soy tan desconocido que no hubiera obtenido el triunfo en el tercer Distrito Electoral de Tlaxcala, actualmente. No soy tan desconocido, señores diputados, porque el mismo general Rojas, quien ha tomado empeño decidido en que yo no triunfe, ha extendido documentos que prueban que sí soy conocido. He de referirme: En este mismo manifiesto, señores diputados, se me injuria de esta manera, pretendiendo con esto hacer mala atmósfera en el Distrito para que no triunfara mi candidatura. Dice - es un párrafo pequeño y por eso me voy a permitir darle lectura, porque no tengo escrúpulo en que ustedes lo escuchen- . Dice así: "Modesto González Galindo: Eterno explotador del calificativo revolucionario, ha hecho creer al pueblo en la participación que ha tenido en la revolución, pero esa participación jamás fue de un luchador, pues nunca se encontró en combate alguno....." ¡Que nunca me encontré en combate alguno! ¡Señores diputados, me es muy penoso, pero ya que habéis sido tan liberales para haber escuchado largo y tendido al señor Soto Peimbert, yo suplico que seáis equitativos y justos para que oigáis las razones que yo expongo y los comprobantes también! (Voces ¡A votar! Murmullos.) Ya llegará..... Si va usted a votar en contra, ya llegará el tiempo; no urge mucho. (Murmullos y risas.) Voy ahorita, señores diputados. Aquí tenemos, señores diputados, que el Partido dice: "Nunca se encontró en combate alguno."

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Gobierno del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala."- Al margen un timbre de a cincuenta centavos, debidamente cancelado.- Al centro:

"El C. general Brigadier Máximo Rojas, Gobernador y Comandante Militar del Estado de Tlaxcala, certifico: Que el día tres de enero del presente año, se me incorporó en la Estación de San Marcos, el C. capitán primero Modesto González, el C. capitán primero Modesto González Galindo y que en mi compañía partió inmediatamente para Apizaco a incorporarse al C. general de División Alvaro Obregón.

"Certifico igualmente: Que el día cuatro del mismo mes tomó parte en el combate que sostuvo con el enemigo la vanguardia del C. general Obregón, desde la hacienda de Paula, hasta los cerros de San Gerónimo Caleras; y que el día cinco, día de la toma de la ciudad de Puebla, estuvo con carácter de simple soldado, con las fuerzas que defendieron los mencionados cerros, a las órdenes del C. general Obregón.

"Constitución y Reformas.- Santa Ana Chiautempan, Tlax., mayo doce de mil novecientos quince.- El Gobernador y Comandante Militar del Estado, general Brigadier Máximo Rojas.- El Secretario General, H. Valderrama.

"Al C. Modesto González Galindo.- Presente." (Aplausos.)

El C. González Galindo, continuando: Y todavía, si hubiera tiempo, señores diputados, podría presentar más documentos (Voces: ¡No, no!) firmados por el mismo señor general Rojas, en los que da cuenta de que sí me he encontrado en algún combate.

Voy todavía, señores diputados, un último punto y con éste doy por terminada la lucha, señores diputados. Ya que se ha tratado de los antecedentes políticos, ya que se ha dado lectura a una hoja de servicios - digámoslo así - , ya que el señor Soto Peimbert vino a decir que no había sido huertista el señor Zeferino Domínguez, yo voy a demostrar que el señor Zeferino Domínguez sí fue huertista. ¿Y con qué lo voy a demostrar, señores? Pues con este folleto que varios de ustedes han recibido como un obsequio del candidato. De este folleto se desprende lo siguiente; nada más a vuelo de pájaro (Una voz: ¡A ojo de pájaro!) voy a darle lectura a unas líneas. Dice aquí, señores diputados: "..... Con cuya medida se perturbaría más las paz, en lugar de consolidarla." Esto lo dice en 1913, pero ¡creen ustedes que fue en enero o en febrero, cuando todavía vivía y presidía la República el C. Francisco I. Madero? No, señores, la fecha la tiene aquí, aunque disimulada, firmando Alonso Mariscal y Piña. Dice: "México, 10 de noviembre de 1913." Hizo un estudio Alonso Mariscal y Piña sobre el proyecto que el señor Domínguez presentó al gobierno de Huerta. El 10 de noviembre, señores diputados, el 10 de noviembre de 1913 estaba fresco todavía el escandaloso y atentatorio crimen que había cometido Victoriano Huerta en la Representación Nacional.

Entonces era el Ministro de Gobernación Garza Aldape, Garza Aldape a quien muchos señores diputados de la XXVI Legislatura que quizá se sienten en estos momentos aquí, quizá todavía recuerden cómo vino a cometer ese crimen de lesa Patria y de lesa Constitución: Disolver la XXVI Legislatura. Pues bien; escrito, pues, este folleto, después de noviembre de 913 se siguen estos conceptos: (Leyendo): "No son leyes las que necesitamos..."

- Eso dice el señor Zeferino Domínguez:- "...no son leyes las que necesitamos, sino hechos prácticos que den por resultado la prosperidad del terrateniente." Dice más adelante: "Sin injusticias ni enormes sacrificios como los que traerían la expropiación y otras medidas propuestas en esta época de acaloramiento y que no son más que el socialismo descarado." Dice después: "Lo he puesto en práctica en varias fincas de mi propiedad..." Dice también: "Ayudar a los esfuerzos del poder público para la pacificación del país." ¿Quienes tenían perturbada la paz? Entonces eran los revolucionarios constitucionalistas, que venían victoriosos ya por el Norte. Pues bien; entonces decía: "Hay que pacificar el país. Los grandes terratenientes deben ayudar a un Gobierno que como el de hoy, está dando las mejores pruebas de que desea resolver de la manera más satisfactoria el problema agrario..." (Siseos.)

Dice más adelante: "El colono no tiene derecho de vender la propiedad hasta que esté totalmente pagada..." Señores diputados: Para el señor Gildardo Gómez yo no he hecho nada; pero fui al Congreso Constituyente a firmar el artículo 27, donde ya está sancionada y - muy avanzadamente - , donde esta resuelta la cuestión agraria, y que sólo depende de que nosotros tengamos buena voluntad de juntarnos todos colectivamente para legislar sobre el artículo 27 que tuve la satisfacción y el honor de firmar en Querétaro. ¡Eso no lo sabía el señor Gildardo Gómez! (Aplausos.) Dice así: "Ya no seguirá al primer caudillo que se le presente para llevarlo al sacrificio..." No veía el señor Domínguez que los pueblos, que el pueblo que se levantó en 1913 contra Victoriano Huerta no obedecía al primer caudillo, sino que obedecía al dictado de su conciencia de mexicano patriota y de hombre honrado, para restablecer en la República el orden constitucional. Un alto ideal de reivindicación popular y de justicia fue el que levantó a ese pueblo y no solamente por seguir al primer caudillo. Así como secundara a Carranza pudo haber secundado a cualquier otro ciudadano patriota que hubiera levantado la bandera de la Revolución y de la Legalidad. ¡Pero eso no lo comprendía entonces el señor Domínguez! Dice después: "Seis millones de seres que viven una vida miserable en las faenas del campo. Estos son los que contribuyen principalmente a formar los partidos revolucionarios y rebeldes." No es exacto. La clase media, y muchos de vosotros, señores diputados, no sois gente miserable de las haciendas, sois patriotas que fuisteis a la Revolución por los ideales que antes dije, pero no porque seáis inconscientes. Pero hay aquí algo significativo. Dice que: "...La razón de que estas deudas no se paguen jamás, es esta: no siendo suficiente el jornal para que un hombre pueda vivir ni mucho menos sostener a su familia, se ve obligado a pedir al propietario lo que le hace falta, tal como manta, maíz, frijol, suela, sarapes, cera, etc., etc. Estos artículos le son proporcionados a un precio muy alto, y es lo que constituye la habilitación. Esta habilitación se hace dos veces al año; en Semana Santa y en Todos Santos."

Y, bien, señores diputados, sería curioso preguntarle al señor Domínguez dónde vio este fenómeno social, cómo le consta. Yo como un testigo, como un viajero curioso que estudia a la sociedad, o él como dueño de haciendas de campo, como dueño de fincas de sus propiedad, estuvo siguiendo este sistema de tener siempre vendidos a los peones en sus fincas y estarles dando cada Semana Santa y cada Todos Santos la ropa y el pan para los muertos. ¿Lo vio, o lo hizo él? Sí, señores; él preguntaba después qué idea de civismo puede llegar a ese cerebro entenebrecido por el sufrimiento. Ciertamente, señores, hasta los cerebros entenebrecidos por el sufrimiento no puede llegar ninguna idea sublime, ninguna idea redentora; por el contrario, tiene que morir absorbido por la ley ineludible de perecer, de ser alimento del más fuerte. Las especies superiores viven a expensas del los más débiles, ese es el axioma científico. (Voces: ¡Ya, ya!) Pero, señores diputados, ¿cuál es esa idea que anima a la gleba social, al peón de las haciendas? Pues sencillamente la idea que me animó para regenerarme. Yo, señores diputados, no vengo aquí a predicar teóricamente, no vengo a decir aquí que tuve haciendas y que seguí en ellas un sistema que da mejores resultados para el terrateniente; no, señores; sí sé decir que el peón sí es capaz, sí es susceptible de regeneración, sí es susceptible de progreso, porque el servidor de ustedes, si no fue peón, sí fue hijo de peón de hacienda; (Aplausos. Voces: ¡A votar, a votar!) el servidor de ustedes que levanta la voz en este momento, es hijo de un pobre peón de la hacienda de la Noria, del Distrito de Huamantla, propiedad de Bernardo González, el rico terrateniente del Estado que también poseía en años pasados las ricas haciendas productoras del ganado para la lidia de toros de Tepeyahualco, de Piedras Negras, de la Noria; ¿de allí viene el que no se puede sentir ninguna idea sublime? ¿de allí viene el que no puede ir a Querétaro a firmar la Constitución? de allí viene el que no... ciertamente, señores, no puedo hablar, no soy príncipe de la palabra, pero sí he sentido con todos los mexicanos la indignación por los atentados que todas las tiranías pasadas han cometido deprimiendo, no elevando a la raza mexicana. (Aplausos y voces: ¡A votar, a votar!) Señor Soto Peimbert, usted ha subido ayer a la tribuna a pedir algo, si mal no me informó la prensa, a un Gobernador nativo de Chihuahua para el Estado de Chihuahua. ¿Eso es o no cierto, señor?

El C. Soto Peimbert: Sí es cierto.

El C. González Galindo: Pues bien, señor Soto Peimbert, ¿por qué tiene usted empeño en que el Gobernador de Chihuahua, su Estado natal, sea

nativo del Estado de Chihuahua? (Voces: ¡Ya!) Le suplico me conteste, señor Soto Peimbert.

El C. Soto Peimbert: Porque desgraciadamente para Chihuahua la experiencia le ha enseñado que el espíritu militar, aun en el caso de quienes debieran recordar que son simples ciudadanos armados en defensa de las instituciones, no llenan las aspiraciones de él; y que si se trata de administrar con la ley en la mano, no es a los militares a quienes debemos ocurrir, sino a los civiles.

El C. González Galindo: Pues bien, señor Soto Peimbert; voy a demostrarle a usted que si ahora gracias a la Constitución, por más que el Estado de Chihuahua todavía no entra al periodo constitucional, pero que sí tiene un fundamento ya constitucional para que los Gobernadores de los Estados sean originarios del Estado que van a gobernar, gracias a que en la Constitución, existe ese precepto y si usted puede pedir con toda garantía que ese Gobernador sea de la estimación de usted como hijo del Estado, un chihuahuense, lo debe usted a un servidor, señor Soto Peimbert. (Toses.) En Querétaro, señor Soto Peimbert, he sido yo quien inició la ley que declara el requisito de nacimiento para los Gobernadores de los Estados, y esto, señor Soto Peimbert, no se lo platico a usted: Está aquí todavía original la iniciativa que fue presentada, ideada, escrita, redactada, sostenida y ganada en la tribuna del Constituyente por el servidor de usted. (Voces: ¡Sí es cierto! Aplausos.) Aquí tiene usted las firmas; está el expediente completo, señor Soto Peimbert. Aquí está la firma del servidor de usted; aquí está la firma del diputado Leopoldo Vásquez Mellado por el 15 Distrito Electoral de Puebla. El señor diputado cuyo suplente es el señor Vásquez Mellado, ¿estaría presente? (Murmullos.) Si estuviera presente reconocería la firma de su suplente; está la firma del señor Epigmenio Aniceto Martínez, firmando la misma iniciativa. (Voces: ¡A votar, a votar!)

Pues bien, señores; ¡soy desconocido! ¡no he hecho nada! Pero esta sola ley que consta en la Carta Magna de la República y que se debe a mí, esto sólo me basta como blasón para ostentarlo por todos los días de mi vida. Los triunfos que he tenido en la lucha, los triunfos que he tenido parlamentarios por lo que hace a credenciales, no los debo a nadie, los debo a mí solo, (Aplausos.) y por eso es que este peón que se levanta en esta tribuna, en la tribuna nacional, que este hijo de peón va por las calles de esta suerte y no le pide a ningún general su protección ni a ningún potentado. (Aplausos estruendosos y voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Martínez del Río: ¡Pido la palabra! (Desorden. Campanilla. Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Martínez del Río: ¡¡Pido la palabra!! Continúan las voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Chávez: ¡Pido la palabra! (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Suplico a la Presidencia se sirva consultar a la Asamblea si el punto está suficientemente discutido.

El C. Castilleja: ¡Pido la palabra!

El C. Presidente: Han hablado en contra los C. C. Camacho, Gómez Gildardo y Soto Peimbert, y en pro, la Comisión y el C. González Galindo. Están inscriptos para hacer una aclaración los C. C. Martínez del Río y Uriel Avilés... (Voces: ¡Después, después!) Si la Asamblea desea que se consulte..

El C. Martínez del Río: ¡Pido la palabra! (Voces: ¡No, no!)

- El Presidente: Tiene la palabra el C. Martínez del Río.

El C. Quiroga: ¡¡Moción de orden!! (Varios ciudadanos diputados piden la palabra. Desorden. Campanilla.)

El C. Presidente: Como es manifiesto el deseo de la Asamblea de que se consulte si el punto está suficientemente discutido, se va ha hacer esta pregunta.

El C. Secretario Pesqueira: En votación económica se pregunta a la Asamblea si está suficientemente discutido este asunto. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Está suficientemente discutido. (Aplausos.)

El C. Avellaneda: Pido la palabra para la lectura de dos documentos. (Voces: ¡No, no! Siseos.)

El C. Morales Hesse: ¡Moción de orden!

El C. Avellaneda: Ya que la Presidencia no me concede la palabra para la lectura de dos documentos... (Siseos. Desorden. Campanilla.)

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta al C. diputado Avellaneda, que ya se preguntó a la Asamblea si el punto estaba suficientemente discutido. El señor diputado Avellaneda habría tenido derecho para solicitar la lectura de esos documentos antes de que se hiciera esta pregunta. (Voces: ¡Claro! Aplausos. Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Avellaneda: ¡Es que la Presidencia no permite ni siquiera eso!

El C. Presidente: Para que el C. Avellaneda se convenza de que la Presidencia en este caso por ningún concepto quiere manifestarse parcial, dándole esa interpretación de parcial a lo que dijera el C. Arriaga ayer, va a tener el honor de consultar a la Asamblea si desea que se les dé lectura a esos documentos. (Voces: ¡No, no!)

El C. Quiroga: ¡Moción de orden!

El C. Rocha: ¡Moción de orden!

El C. Espinosa Luis: ¡¡Moción de orden!! (Desorden. Campanilla.)

El C. Secretario Pesqueira: Se suplica a los señores diputados dejen hablar a la Secretaría. (Aplausos.) La Presidencia pregunta, en votación económica, si se permite la lectura de esos documentos. (Voces: ¡No, no!) Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie.

El C. Rocha: ¡Moción de orden!

El C. Quiroga: ¡¡Moción de orden!! (Campanilla.)

- El mismo C. Secretario, continuando: ¡No se permite leer esos documentos! (Aplausos.)

El C. Díaz González: Reclamo la votación. (Desorden.)

El C. Secretario Pesqueira: Se procede a dar lectura a los puntos resolutivos de este dictamen, que dicen:...

El C. Soto Peimbert, interrumpiendo: Señor Presidente, ruego a usted muy atentamente, si no hay inconveniente para ello, que la votación se divida en dos partes. Primera, si son válidas las elecciones, y segunda parte, quién es el diputado propietario y quien es el suplente.

El C. Presidente: Con todo gusto.

El C. Soto Peimbert: Voy a solicitar que me apoyen para pedir para la segunda parte votación nominal. (Voces: ¡Sí! Varios ciudadanos diputados se ponen de pie.) - El C. Secretario Pesqueira: En votación económica se pregunta a la Asamblea si aprueba el primer punto de este dictamen, que dice:

"Son válidas las elecciones para diputados propietario y suplente, verificadas en el 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala." Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado. Se pone a votación nominal el segundo punto.

El C. Secretario Soto: Se procede a la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Pesqueira: Por la negativa. La Presidencia suplica a los señores diputados se sirvan ocupar sus curules. (Se toma la votación.) ¿Falta algún ciudadano diputado o presunto por votar? Se procede a la votación de la Mesa.

El C. Secretario Soto: La Presidencia suplica a los ciudadanos diputados no abandonen el salón, pues se va a hacer una citación especial. (Murmullos.)

El C. Secretario Pesqueira: Votaron por la negativa los CC. Aguirre León, Alencáster Roldán, Avellaneda, Camacho, Carreón, Díaz González, Fierro, Franco, Garza, Gómez Gildardo, Iturralde T., López Emiliano Z., Márquez Galindo, Martínez del Río, Mendoza, O' Fárrill, Ortiz José de la Luz, Pastor, Peña, Roaro, Roel, Romero Cepeda, Ruiz H., Saldaña, Salgado, Soto Peimbert, Suárez José María y Verástegui José. (Siseos.) Total, 27 votos. (Siseos.)

El C. Secretario Soto: 115 por la afirmativa. (Aplausos.)

El C. Secretario Pesqueira: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. Distrito Electoral del Estado de Tlaxcala, los CC. Modesto González Galindo y Adalberto Cortés. (Aplausos.)

El C. Presidente, a la 1.51 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para esta tarde, a las cuatro a sesión de Congreso General.

SESIÓN DE CONGRESO GENERAL

EFECTUADA EL DÍA 17

DE OCTUBRE DE 1918

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Rinde la protesta de ley el C. Alfonso J. Cruz, como magistrado sexto del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Es leída y aprobada el acta de la presente sesión; se levanta ésta, para pasar a Cámara de Diputados.

DEBATE

Presidencia del

C. ALVAREZ DEL CASTILLO

JUAN MANUEL

(Asistencia de 127 ciudadanos diputados y 39 ciudadanos senadores.)

El C. Presidente, a las 4.52 p. m.: Se abre la sesión de Congreso General. Encontrándose a las puertas del salón del C. Alfonso J. Cruz, para rendir la protesta de ley, se comisiona a los CC. Zayas y Germán, acompañados del C. Secretario Soto, para que tengan la bondad de introducirlo. (La Comisión cumplió su encargo.)

El C. Presidente: ¿Protestáis guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Magistrado sexto del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal que se os ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?

El C. magistrado Cruz: Sí protesto.

El C. Presidente: Si así no lo hiciéreis, que la Nación os lo demande. (Aplausos.)

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Acta de la sesión del Congreso General celebrada el día diez y siete de octubre de mil novecientos diez y ocho.

"Presidencia del C. Juan Manuel Alvarez del Castillo.

"En la ciudad de México, a las cuatro y cincuenta de la tarde del jueves diez y siete de octubre de mil novecientos diez y ocho, reunidos en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados, ciento veintisiete ciudadanos diputados y treinta y nueve ciudadanos senadores, según consta en la lista que previamente pasó la Secretaría, se abrió la sesión.

"Acto continuo, los CC. diputados Alfredo Zayas, senador Bernardino Germán y Secretario Soto, introdujeron al salón al C. licenciado Alfonso J. Cruz, quien rindió la protesta de ley como Magistrado sexto del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

"Se dio lectura a la presente acta."

Está a discusión el acta. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los ciudadanos que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo poniéndose de pie. Aprobada el acta.

El C. Presidente, a las 4.55 p. m.: Se levanta la sesión de Congreso General para pasar a sesión de Cámara de Diputados.

SESIÓN ORDINARIA

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 17

DE OCTUBRE DE 1918

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. Molina y Ocampo. Rinden la protesta de ley los C. C. Balderas Márquez, Alarcón y González Galindo.

3.- Proposición de varios ciudadanos diputados para que se haga extensivo a la exportación, el impuesto adicional del tanto por ciento que se cobra a la importación a favor de los Municipios; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

4.- Es aprobado el dictamen de la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, concediendo permiso al señor Antonio Tijerina para que siga desempeñando el puesto de telegrafista de un ferrocarril americano.

5.- Es discutido, modificado y retirado, el dictamen que presentó la Comisión 2a. de Gobernación, convocando a elecciones al 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua.

6.- Es presentada una proposición para que se nombre una Comisión que se acerque al ciudadano Presidente de la República, para manifestarle que la Cámara de Diputados vería con agrado la remoción del Inspector General de Policía y del Jefe de las Comisiones de Seguridad, porque constituyen una amenaza social; no se toma en consideración.

7.- Los C. C. Avellaneda, Silva Federico, Rodríguez Herminio, Secretario Soto, Soto Peimbert, Espinosa Luis y Siurob, hacen uso de la palabra para hechos.

8.- El C. Avellaneda presenta una proposición para que se consignen los hechos acaecidos el 15 de los corrientes, a la autoridad competente, y se exijan responsabilidades. Reclamado el "quórum", se pasa lista y resulta que no la hay, por lo que se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. ALVAREZ DEL CASTILLO

JUAN MANUEL

El C. Presidente, a la 4.56 p. m.: Se abre la sesión de la Cámara de Diputados.

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el día diez y seis de octubre de mil novecientos diez y ocho.

"Presidencia del C. Juan Manuel Alvarez del Castillo.

"En la ciudad de México, a las cuatro y cuarenta y dos de la tarde del miércoles diez y seis de octubre de mil novecientos diez y ocho, con asistencia de ciento treinta y cuatro ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario Soto, se abrió la sesión.

"El C. Prosecretario Aguilar leyó el acta de la sesión celebrada el día quince del presente mes.

"Presidencia del C. Elíseo L. Céspedes.

"Puesta a discusión dicha acta, el C. Arriaga pidió se hiciera constar en ella que al terminar la sesión a que la misma se refiere, había solicitado la palabra para rectificación de hechos y la Presidencia no se la había concedido. El ciudadano Presidente hizo una aclaración a este respecto y en seguida se aprobó el acta.

"Los C. C. Arriaga y Zincúnegui Tercero rectificaron hechos con motivo de los acontecimiento registrados el día anterior en el pórtico de la Cámara.

"Presidencia del C. Juan Manuel Alvarez del Castillo.

"Con el mismo fin usaron de la palabra los CC. Flores Manuel H., Casas Alatriste y Zerecero; contestaron interpelaciones del C. Zincúnegui, el C. Casas Alatriste y del C. Arriaga, el C. Zerecero; hicieron aclaraciones los CC. Hernández Jerónimo y Valladares, así como el ciudadano Presidente, las de éste motivadas por la observación del C. Arriaga, de que en la sesión anterior se le había negado el uso de la palabra.

"La Secretaría pasó a dar cuenta con los documentos en cartera:

"Escrito en que la Asociación de la Prensa Mexicana manifiesta su agradecimiento por la actitud que asumió en la sesión anterior la Cámara con motivo del atentado de que se supuso víctima al publicista C. Eduardo Pallares.- De enterado con agradecimiento.

"Telegrama procedente de Puebla, en que el C. Gonzalo Bautista, a nombre de los estudiantes del Colegio del Estado de aquella ciudad felicita a esta honorable Cámara por la actitud que asumió en su sesión anterior en pro de la libertad de prensa.- De enterado con agradecimiento.

"Escuela en que la Legislatura de Michoacán participa el fallecimiento del C. Ramón Sánchez Anaya, diputado a aquella Legislatura.- De enterado con sentimiento.

"Oficio en que el ciudadano Procurador de Justicia del Distrito Federal acusa recibo del expedido por la Secretaría de esta honorable Cámara bajo el número 111, con fecha 12 del actual, así como del documento que se le acompaño, relativo a la suplantación de la firma del C. diputado Sánchez José M., el que dice ya remite al Juez sexto Correccional para la averiguación correspondiente.- A su expediente.

"Telegrama procedente de Aguascalientes, en que el C. León Oscar H. solicita se le prorrogue por cinco días la licencia de que ha venido disfrutando.

"Con dispensa de trámites y sin discusión se accedió a lo pedido por el C. León.

"Solicitud del C. Limón Uriarte, a fin de que se le conceda licencia hasta por diez días, con goce de dietas.

"También fue aprobada sin debate, así que se le dispensaron los trámites.

"Iniciativa de la diputación del Estado de Oaxaca con objeto de que se incluya en la partida respectiva del Presupuesto de Egresos de 1919 la cantidad de $5,000.00 para la reparación del camino carretero de Minizo a Pinotepa Nacional, de aquel Estado.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Estando impreso y distribuído entre los ciudadanos diputados el proyecto de Ley sobre accidentes del Trabajo, presentado por el C. diputado Trigo, la Asamblea, previa consulta de la Secretaría, resolvió dispensar la segunda lectura a aquel documento. Admitido a discusión dicho Proyecto, pasó a la Comisión de Trabajo y Previsión en turno.

"La Secretaría continúo dando cuenta con los documentos en cartera:

"Memorial de la señora Timotea M. viuda de Merodio, al que acompaña, con carácter devolutivo, diversos documentos referentes a la pensión que tiene solicitada.- Recibo y a la Comisión que tiene antecedentes.

"Ocurso de la señora Refugio Ruiz viuda de Berrelleza, relativo a la pensión que ha solicitado con anterioridad. A la Comisión de Peticiones en turno. "Escrito en que el C. Agustín H. Quijano, recluído en la cárcel municipal de Veracruz, se queja en demanda de justicia.- A la Comisión de Peticiones en turno.

"Petición del C. Antonio Briseño, para que se le conceda pensión por la muerte de su hijo Ignacio

Briseño, conductor de trenes militares.- A la Comisión de Peticiones en turno.

"Escrito de la señora María Castrejón de Gutiérrez, al que acompaña unos documentos relacionados con la pensión que tiene solicitada.- A la Comisión de Peticiones que tiene antecedentes.

"Memorial del C. Arturo González Carbajal, al que acompaña un proyecto para la construcción de aparatos ortopédicos.- A la Comisión de Peticiones en turno.

"Ocurso en que el "Partido Nacional del Comercio" pide no se apruebe la iniciativa del Ejecutivo, referente al Municipio de México.- A la Comisión de Peticiones en turno.

"Instancia del C. Trinidad O. Velásquez, relativa a irregularidades que dice cometió el ciudadano Juez primero Menor.- El mismo trámite.

"Solicitud del C. Ramiro J. Téllez para que se le conceda permiso constitucional, a fin de continuar prestando sus servicios a la Administración Norteamericana.- El mismo trámite.

"Sin debate fueron aprobados los tres dictámenes siguientes:

"De la 2a. Comisión Agraria que propone se diga al C. Félix Gutiérrez y demás firmantes que se tomarán en consideración algunas de sus proposiciones relativas al Problema Agrario al reglamentarse la Ley respectiva.

"De la 1a. Comisión de Peticiones que opina se reserve la solicitud del C. Luis Amieva para darle lectura en la sesión secreta en que se proponga la terna para el puesto de Tesorero del Congreso.

"De la 1a. Comisión de Guerra que propone se remita al Ejecutivo de la Unión la solicitud de pensión de la señora Sofía Zazueta de la Vega, por estar el mismo Ejecutivo facultado por la ley de 19 de enero de 1918, para resolver sobre las pensiones de militares y civiles muertos en campaña durante la Revolución de 1910 a la fecha.

"En virtud de un informe solicitado por el C. Andrade Priego acerca de un dictamen de las Comisiones unidas 1a. de Puntos Constitucionales y de Administración relativo a varios oficios que dirigió la Secretaría de Hacienda a la Comisión Permanente del XXVII Congreso de la Unión, y por considerar la Presidencia que los datos a que se refirió el C. Andrade Priego sólo podían suministrarse en sesión secreta, se retiró del debate dicho dictamen para dar cuenta con él en sesión de aquella índole.

"Sin que ningún ciudadano hiciera uso de la palabra se aprobaron los tres dictámenes de la 2a. Comisión de Peticiones que consultan estos puntos resolutivos:

"Pase a la Comisión de Hacienda en turno el memorial en que el Gerente de la Consolidated Rolling Mills and Foundries Company pide se le conceda la importación de los materiales necesarios para instalar en la República un alto horno de fundición de acero.

"Transcríbase al ciudadano Procurador de Justicia del Distrito Federal el memorial en que el Ayuntamiento Constitucional de Mixcoac, D. F., informó a esta H. Cámara de los hechos que dieron margen a que los Concejales Galván, Murguía y Alfaro fueran internados en la Cárcel Municipal de Tacubaya. "Pase a la Comisión de Hacienda en turno el memorial en que los CC. González y Compañía piden se les condone el pago de los derechos de importación de 99 bultos de maquinaria usada.

"Fue puesto a consideración de la Asamblea el dictamen de la 1a. Comisión de Comunicaciones que consulta la aprobación del Contrato celebrado entre el ciudadano Subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas, en representación del Ejecutivo, y el señor Christian Schjetnan, de por sí, para desecar y rellenar el lugar denominado "Chacaltita," ubicado en el Lago de Chapala, Jalisco.

"El C. Andrade Priego propuso que no se discutiera este asunto en tanto no estuviera presente el ciudadano Subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas, y la Presidencia lo invitó a que presentara su proposición por escrito. Los C. C. Toro y Ortiz, éste miembro de la Comisión dictaminadora, hicieron aclaraciones, y en seguida se leyó la proposición del C. Andrade Priego, la que fue puesta a discusión así que se le dispensaron los trámites. "Fundada que fue por su autor, la impugnaron los CC. Ortiz y Peña Estanislao; la Secretaría leyó la minuta del oficio que con toda oportunidad se dirigió al Ejecutivo para que asistiera a este debate el ciudadano Subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas.

"Se consideró suficientemente discutida la proposición y fue desechada después de que el C. Zayas hizo notar una diferencia de números que existe entre el dictamen original y los ejemplares impresos.

"En consecuencia, se puso de nuevo a debate el dictamen.

"El C. Toro habló en contra e hizo una rectificación así que el C. Ortiz apoyó el dictamen; el C. Villaseñor Mejía usó de la palabra en pro y contestó una interpelación del C. Esparza; refutó el dictamen el C. Gómez Gildardo y lo defendió el C. Peña Estanislao, quien requirió la lectura de la solicitud que el interesado Schjetnan dirigió a la Secretaría de Comunicaciones e interpeló al C. Ortiz; el C. Rubalcaba y J. Guadalupe renunció al uso de la palabra en pro, y el C. Gutiérrez de Velasco insinuó se consignara en el contrato que el personal técnico y los obreros que se requieran para llevar a cabo las obras sean de nacionalidad mexicana. Y una vez que hicieron aclaraciones dicho C. Gutiérrez de Velasco y el C. Peña Estanislao, la Comisión, por conducto del C. Ortiz, pidió permiso para retirar el dictamen para modificarlo en el sentido indicado por el C. Gutiérrez de Velasco.

"El C. Padrés pidió se diera a conocer el informe rendido por el ingeniero que comisionó el Gobierno para inspeccionar los terrenos objeto del Contrato; con ese motivo hicieron aclaraciones el mismo C. Padrés, la Presidencia y los C. C. Ortiz y Méndez Benjamín.

"Se dio lectura al documento citado por el C. Padrés, la que fue interrumpida por una moción de orden del C. Díaz González y por el repetido C. Padrés, con objeto de desistir de su petición.

"La Asamblea permitió que la Comisión retirara su dictamen para reformarlo.

"Los C. C. Andrade Priego y Padrés sugirieron otras modificaciones; el C. Ortiz hizo una

aclaración e inmediatamente se dio a conocer el dictamen ya reformado, y se puso a debate.

"El C. Saldaña José P. propuso una nueva reforma que, aceptada por la Comisión, le obligó a retirar otra vez su dictamen.

"Considerado el punto suficientemente discutido, la parte resolutiva quedó concebida en estos términos:

"Proyecto de Decreto.- Único.- Se aprueba el Contrato celebrado entre el ciudadano Subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas, en representación del Ejecutivo, y el señor Christian Schjetnan, de por sí, para desecar y rellenar el lugar denominado "Chacaltita" ubicado en el Lago de Chapala; comenzando a surtir sus efectos:

"1o. A partir del día en que el señor Christian Schjetnan convenga ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como mexicano en lo que se refiere a los efectos de este Contrato y en no invocar, por lo mismo, lo protección de su Gobierno, en caso de dificultades, que serán exclusivamente resueltas por los tribunales mexicanos.

"2o. Cuando el concesionario acepte adicionar al Contrato el siguiente artículo:

"El personal técnico y administrativo que se requiera para llevar a cabo estas obras, estará compuesto, por lo menos en su mitad, de mexicanos.

"Recogida la votación nominal correspondiente, resultó aprobado el Proyecto de Decreto transcripto por mayoría de ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra tres de la negativa de los ciudadanos Esparza, De los Ríos y Saucedo.

"Se hizo la declaración de aprobación respectiva y pasa el expediente al Senado para los efectos constitucionales.

"A las ocho de la noche se cerró la sesión para pasar a secreta." Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. No se aprueba. (Voces: ¡Sí, sí!) Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Sección 1a.- Número 82.

"Tenemos la honra de remitir a ustedes, para los efectos constitucionales, en 218 fojas útiles, el expediente con el proyecto de Ley de Amparo aprobado por el Senado.

"Protestamos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- México, a 10 de octubre de 1918.- B. Germán, S. S.- Juan Barrón Vázquez, S. S.

"A los ciudadanos Secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente."- Recibo, a las Comisiones unidas de Justicia y Puntos Constitucionales en turno, e imprímase.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Sección 1a.- Número 4,813.

"A los ciudadanos Secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente.

"Quedó enterada esta Secretaría, por el atento oficio de ustedes, número 5, de fecha 10 de los corrientes, de que esa honorable Cámara concedió permiso al C. Antonio Medina para separarse y aceptar la comisión que le confiera el Ejecutivo de la Unión.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- México, 15 de octubre de 1918.- Por orden del Secretario, el Oficial Mayor, P. Machorro Narváez."- A su expediente.

"Congreso del Estado de Durango.- Circular número 1.

"Hoy, previas las formalidades de ley, el XXVII Congreso Constitucional del Estado abrió su primer periodo de sesiones ordinarias, correspondiente al primer año de su ejercicio legal.

"Asímismo hacemos del conocimiento de usted que en la elección de los miembros que deben formar la Mesa Directiva del mismo Congreso, para funcionar durante el periodo respectivo, fueron designados los siguientes ciudadanos diputados:

"Presidente, C. Carlos Cárdenas.

"Vicepresidente, C. doctor Manuel Chávez.

"Primer Secretario, C. licenciado Raúl Torres Ugarte.

"Segundo Secretario, C. coronel Miguel Jáquez.

"Protestamos a usted las seguridades de nuestra consideración distinguida.

"Constitución y Reformas.- Durango, septiembre 16 de 1918.- Raúl Torres Ugarte, D. S.- Miguel Jáquez, D. S.

"Al ciudadano Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F."- De enterado.

"Congreso del Estado de Durango.- Circular número 8.

"Esta honorable Legislatura clausuró hoy, previas las formalidades de estilo, el periodo extraordinario de sesiones que abrió el día 12 de agosto próximo pasado y a que fue convocado por decreto número 95 de su Diputación Permanente, fecha 8 del citado mes.

"Lo que tenemos el honor de poner en conocimiento de usted, protestándole las seguridades de nuestra atenta consideración.

"Constitución y Reformas.- Durango, septiembre 12 de 1918.- Rafael Fabela y P., D. S.- Alfredo Willhelm, D. S.

"Al ciudadano Presidente de la Cámara de Diputados.- México, D. F."- De enterado.

"Supremo Tribunal de Justicia.- Estado de Sinaloa.

"A los ciudadanos diputados al honorable Congreso de la Unión.- México, D. F.

"Tengo el honor de participar a usted que, previas las formalidades legales, con esta fecha quedó organizado el Supremo Tribunal de Justicia del Estado, que funcionará hasta el 30 de septiembre de 1924 y lo integran los señores licenciado Ruperto Isunza, Enrique Pardo y Pedro G. Espinosa de los Monteros, teniendo los primeros, hasta fines del presente año, el carácter de Presidente y Vicepresidente, respectivamente.

"Y al hacer este hecho de su superior conocimiento, me doy la satisfacción de hacer a usted presente las seguridades de mi más atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- Culiacán, octubre 1o. de 1918.- El Presidente del Tribunal, R. Isunza.- El Secretario de Acuerdos, M. Campos Cuevas."- De enterado.

"H. Asamblea:

"El subscripto, diputado por el 14 Distrito Electoral del Estado de Puebla, solicita de Vuestra Soberanía, con dispensa de todo trámite, se le conceda una licencia con goce de sueldo, por el plazo de diez días, a contar del día 12 del actual, por encontrarme enfermo desde esa fecha.

"Protesto mi atenta consideración.

"México, 17 de octubre de 1918.- Constantino Molina."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Aprobada.

- El C. Presidente: Encontrándose a las puertas del salón los CC. Balderas Márquez, Alarcón y González Galindo, se comisiona a los CC. Gámiz, Morales César, acompañados del Secretario Pesqueira, para que los acompañen a rendir la protesta. (Rinden la protesta de ley los mencionados ciudadanos diputados. Aplausos.)

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Ciudadanos Secretarios de la Cámara de Diputados:

"El subscripto, diputado por el 2o. Distrito del Estado de Campeche, ante ustedes tiene el honor de exponer lo siguiente:

"Que encontrándose enfermo de influenza, no le es posible asistir a las sesiones de la honorable Cámara y, en esa virtud, solicita, por el digno conducto de ustedes, a la misma honorable Cámara, que se le conceda una licencia, con goce de dietas, por cinco días, para lograr su restablecimiento; en el concepto de que si antes recobrase la salud, volverá desde luego el desempeño de sus funciones.

"Sírvanse, señores Secretarios, dar cuenta con esta solicitud, consultando la dispensa de trámites correspondientes.

"Con las protestas necesarias.- México, 17 de octubre de 1918.- C. Ocampo."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Aprobada.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"Honorable Cámara de Diputados:

"Los subscriptos, inspirados en el patriótico deseo de proporcionar a los puertos de la República un aumento en sus entradas municipales, a fin de que con ellas puedan atender mejor a las necesidades de sus habitantes y realizar mejoras materiales que causen buena impresión a quienes visiten el territorio nacional, proponemos que se grave la exportación con un derecho adicional de un tanto por ciento igual al que se cobra en la actualidad en la importación.

"La equidad del nuevo impuesto salta desde luego a la vista, pues si actualmente existe uno para los Municipios que grava las importaciones que por incidencia paga nuestro pueblo consumidor, no hay razón alguna económica que condene la creación del nuevo impuesto que gravitará sobre las exportaciones y que, de consiguiente, recaerá sobre los mercados extranjeros de consumo.

"Los puertos son algo así como ventanas que la República tiene abiertas hacia el extranjero, y todo lo que contribuya en beneficio de ellos redundará en prestigio de nuestro país.

"Una moción, igual a la que antecede, fue aprobada por la anterior Cámara de Diputados; pero como la de Senadores no llegó a estudiar la Ley de Ingresos, en la cual debía aparecer consignada la reforma propuesta en la moción, se ha hecho necesario repetir ésta y someterla a la consideración y debate, a fin de que si es aprobada, se consigne y promulgue con la Ley de Ingresos correspondiente al año de 1919.

"Por lo expuesto, sometemos a la honorable consideración de la Cámara Popular, el siguiente Proyecto de Ley:

"Artículo único. Hágase extensivo a la exportación el impuesto adicional del tanto por ciento que se cobra por conducto de las Aduanas a la importación en favor de los Municipios, conforme a los decretos de 4 de junio de 1896, 3 de septiembre de 1901, 3 de diciembre de 1912 y 3 y 19 de octubre de 1916."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.- México, 17 de octubre de 1918. - José Castillo Torre.- G. Padrés.- Rubén Basáñez.- Salvador saucedo."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Comisión 1a. de Puntos Constitucionales.

"Señor:

"El señor Antonio F. Tijerina, ciudadano mexicano por nacimiento y con residencia en Eagle Pass, Texas, E. U. A., acudió a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, diciendo que ha venido desempeñando el puesto de telegrafista del ferrocarril "Galveston Harrisburg and San Antonio."Que la referida empresa, por las circunstancias actuales del mundo, pasó a depender del Gobierno de los Estados Unidos de América, y agrega que no cuenta con más medio de subsistencia que su trabajo personal y que por ello se halla en la necesidad de continuar en su empleo de telegrafista del ferrocarril. Como el señor Tijerina desea conservar su calidad de ciudadano mexicano, solicita la licencia respectiva.

"La 1a. comisión de Puntos Constitucionales, a la cual tocó conocer este asunto, opina, de acuerdo con la fracción II del artículo 37 constitucional, que es de accederse a lo solicitado por el señor Tijerina, y pone a la consideración de esta honorable Asamblea el siguiente Proyecto de Ley: "Se concede permiso al señor Antonio Tijerina para que, sin menoscabo de sus derechos de ciudadano mexicano, pueda desempeñar el puesto de telegrafista del ferrocarril "Galveston Harrisburg and San Antonio", dependiente del Gobierno de los Estados Unidos de América."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 9 de octubre de 1918.- Amado J. Trejo.- Enrique Suárez."

Está a discusión este proyecto de ley. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Se procede a la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Pesqueira: Por la negativa. (Se recogió la votación.)

El C. Secretario Soto: Votaron por la negativa tres CC. diputados: Colina de la, González Galindo y Urdanivia. Por la afirmativa, 127 ciudadanos diputados. Aprobado el proyecto de ley. Pasa al Senado para los efectos de ley.

El C. Esparza Cuauhtémoc: Reclamo el trámite. Conforme al artículo 96 del Reglamento, todo proyecto de ley será discutido primero en lo general y después en lo particular y únicamente se ha discutido en lo general este proyecto.

El C. Secretario Soto: La Presidencia manifiesta al C. Esparza que se trata de un proyecto que consta únicamente de un artículo.

El C. Esparza: La Presidencia recordará que todos los proyectos de ley que pasaron por la XXVII Legislatura, aunque constaran de un solo artículo, se votaron primero en lo general y después en lo particular.

El C. Presidente: La Presidencia tiene el honor de manifestar a Su Señoría que esta es la práctica que se ha establecido en esta clase de asuntos.

El C. Secretario soto: La Mesa sostiene su trámite. En votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba el trámite de la Mesa. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. (Voces: ¿cuál es?) Que pase al Senado. Aprobado el trámite de la Mesa.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Gobernación.

"Honorable Cámara:

"La mayoría de la diputación del Estado de Chihuahua, el 9 de los corrientes, pidió que se convocara a elecciones extraordinarias de diputados, propietario y suplente, al Congreso de la Unión, por el 7o. Distrito Electoral de dicho Estado.

"La Comisión que subscribe considera fundada la petición, por las razones siguientes:

"La Cámara de Diputados, erigida en Colegio Electoral, nulificó las elecciones celebradas el 28 de julio último en el 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua, para integrar la XXVIII Legislatura; pero los habitantes del 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua, conforme a los artículos 41 y 52 de la Constitución Política de la República, deben ser representados por sus respectivos diputados, propietario y suplente.

"Conforme al artículo 2o. de la Ley para Elecciones de Poderes Federales, a la fracción IV del artículo 77 de la Constitución Política de la República, a la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente expedir la convocatoria respectiva, debiendo sujetarse la elección a los preceptos de la ley mencionada.

"Por lo expuesto, la Comisión que subscribe tiene el honor de someter a la deliberación y aprobación de la honorable Cámara, el siguiente Proyecto de Ley:

"Artículo único. Se convoca al pueblo del 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua, a elecciones extraordinarias de diputados, propietario y suplente, al Congreso de la Unión, para el último domingo del mes de noviembre próximo.

"Las elecciones se sujetarán a los preceptos de los artículos transitorios de la Ley Electoral del 1o. de julio de este año.

"La Junta Computadora se reunirá el dia 10 de noviembre de este mismo año."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 14 de octubre de 1918.- R. Castro.- A. Quiroga."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Toro: Pido la palabra para una rectificación nada más.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Toro: Me parece que hay una equivocación; allí en ese proyecto se dice que para el día último de noviembre y debe ser para el último domingo de noviembre; y, además, se dice que la Junta Computadora se reunirá el día diez de noviembre; de manera que resulta una equivocación muy grave.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Chávez.

El C. Chávez: Honorable Asamblea: Cuando mis compañeros a diputación hicieron esta proposición o la convocatoria a elecciones por el 7o. Distrito de Chihuahua, aún la aprobación de mi credencial estaba en lontananza y por eso no pude agregar a ella mi grano de arena, pero mis honorables conterráneos al hacer esta proposición de convocatoria no tuvieron en cuenta algunas razones que son naturales por las circunstancias que voy a explicar. En primer lugar, se refiere a la fecha en que se convocará a elecciones, que dice que será para el último domingo de noviembre. Yo creo que en el

7o. Distrito Electoral de Chihuahua no se efectuaron elecciones debido a la división territorial viciosa de que adolece actualmente el Estado, pero voy a proceder por orden para encauzar el debate y comienzo por la fecha. Dice que serán para el último domingo de noviembre, y en Chihuahua quedó sin elegirse el primero o segundo senador-no sé cual de ellos, pero para el caso es igual-, y en la Cámara de Senadores hubo una proposición para que se convocara a elecciones de ese senador que falta por el Estado de Chihuahua y creyeron oportuno y con razones contundentes señalaron como fecha para la convocatoria de esas elecciones, el día 12 de enero de 1919. Tuvieron como razón el que al ser para el último domingo de noviembre, u otra fecha, algunos candidatos no podían renunciar los puestos que actualmente tienen para presentar sus candidaturas en virtud de que no se daba el tiempo suficiente de noventa días que marca la Ley Electoral. También sería sumamente inconveniente, señores diputados, que se convocara a elecciones para el último domingo de noviembre en un solo Distrito, para diputado, y después, el 12 de enero de 1919 se convocara a elecciones para senador. Yo creo que es muy conveniente que estas elecciones sean simultáneas. Sabido es el trabajo que tienen las Presidencias Municipales y los Gobiernos para hacer padrones, listas electorales, boletas, nombramientos de instaladores, etc., etc.; por lo tanto, creo conveniente que estas elecciones sean simultáneas a la convocatoria de elecciones para senador y cuya proposición ha sido aprobada en el Senado. Además, siendo para el último domingo de noviembre, iríamos contra el precepto constitucional que establece que en la República Mexicana no habrá leyes privativas ni tribunales especiales; aprobando este proyecto "el diez de noviembre" habríamos privado a muchos ciudadanos de que se presentarán en los próximos comicios. Segundo: Como decía anteriormente, no se efectuaron elecciones en el 7o. Distrito Electoral de Chihuahua debido a la división viciosa de que adolece el Estado; saben perfectamente bien mis conterráneos que el 7o. Distrito Electoral de Chihuahua está formado por el Distrito de Andrés del Río y por algunas Municipalidades en sí del Distrito de Jiménez, estando de por medio el Distrito de Hidalgo del Parral; de modo que los que se presentan candidatos por el 7o. Distrito de Chihuahua tienen que hacer su propaganda en el Distrito de Andrés del Río, venir hasta Balleza a lomo de mula, venir después hasta Parral en ferrocarril y de Parral hasta Jiménez, para venir a la Municipalidad del Distrito de Jiménez y hacer esa propaganda. Yo creo, señores diputados, que es inconveniente geográfico y por lo mismo topográfico del terreno, que en medio del Distrito de Andrés del Río y de la Municipalidad del Distrito de Jiménez, quede Hidalgo del Parral, el cual lo tienen que atravesar los candidatos; por esto creo conveniente, señores diputados, que la cabecera del 7o. Distrito Electoral de Chihuahua sea en Batopilas. Las nueve décimas partes de los comitentes o electores de ese Distrito están en Andrés del Río y sería sumamente penoso para ellos que están metidos en las anfractuosidades de la Sierra Madre, que vinieran a lomo de mula siguiendo el camino que antes he dicho; y tercera: se da un breve plazo de cuatro días por la Ley Electoral para que las Juntas Computadoras queden integradas y hagan el recuento de los votos. Debido a la falta de vías de comunicación en esa parte del Estado, sólo se mueven los habitantes de un lugar a otro a lomo de mula o caballo, principalmente a lomo de mula por ser en la Sierra y sería conveniente y no sólo sería, sino que es conveniente, es natural, es lógico, que no tengan que venir aquellos pobres individuos desde los límites de Sinaloa y Durango hasta Jiménez que está sumamente lejos de aquellos lugares. Además, podríamos evitar chanchullos, porque se ha dado el caso de que algunos candidatos, en virtud de esta falta de comunicaciones y de que las Juntas Computadoras no quedan integradas en los cuatro días siguientes al domingo de la elección, cogen los expedientes de las casillas donde ganaron y vienen a esta H. Cámara y los presentan a la Comisión Revisora de Credenciales. Ya en la XXVII Legislatura tenemos un caso, y en la actual tenemos otro; en la XXVII, el del señor Ortiz y en la XXVIII el del señor Trigo que personalmente trajo los expedientes...

El C. Trigo, interrumpiendo: ¡Falta usted a la verdad! Los mandó el Presidente Municipal de Chihuahua. (Campanilla.)

El C. Chávez: ¿No es cierto que trajo los expedientes...?

El C. Trigo, interrumpiendo: No, señor, no traje ni un solo paquete.

El C. Chávez, continuando: Resumiendo, señores diputados, por las razones expuestas que son las naturales, me permito pedir un voto negativo a este dictamen para que resuelva la Comisión cómo es conveniente, porque no le supieron dar todos los datos necesarios en este asunto. Primero: que las elecciones se efectúen el 12 de enero próximo en que se efectuarán también las elecciones para primer senador por el Estado de Chihuahua; segundo, que por las razones geográficas y naturales, la cabecera del 7o. Distrito Electoral de Chihuahua esté en Batopilas, cabecera del Distrito político de Andrés del Río; y por último, que se dé un plazo mayor a las Juntas Computadoras para que hagan el recuento de votos. Creo que votando negativamente este dictamen, se habrán puesto una vez más de parte de la razón natural.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Soto Peimbert.

El C. Soto Peimbert: Señores diputados: Cuando se discutía la Ley Electoral en vigor, mi compañero de diputación, el C. Ortiz, que fue también diputado a la XXVII Legislatura, propuso a la consideración de los miembros de aquélla una modificación a la división territorial que regirá las elecciones en el Estado de Chihuahua. Las razones que expuso el señor Ortiz en aquella ocasión eran muy de tomarse en consideración y quedamos sumamente extrañados de que no se hubiera llegado a una conclusión favorable a lo que el señor Ortiz pidió. En primer lugar, toda la división del Estado de Chihuahua que rigió para estas elecciones, es anticonstitucional, porque la Constitución previene terminantemente que cada Distrito Electoral debe comprender sesenta mil habitantes y

con el censo en la mano se puede demostrar que dentro del límite de tolerancia que para este precepto puede admitirse, es de rechazarse la división territorial existente.

Ahora bien, el hecho de que no hayan podido verificarse elecciones en el 7o. Distrito Electoral, viene a robustecer los argumentos que entonces se esgrimieron; quienquiera que conozca el Estado, encontrará que es un solemne disparate que los Distritos de Mina y Andrés del Río formen parte del mismo distrito Electoral que las Municipalidades de Villa Coronado y Villa López, por la sencilla razón de que para llegar a estas últimas es preciso atravesar todo el Distrito de Hidalgo y la mayor parte montañosa del Distrito de Mina y del Distrito de Andrés del Río; pero si, pues, el hecho de que se hayan declarado nulas en el 7o. Distrito las elecciones deja sin representación a ese Distrito, debemos mirar cuáles fueron las circunstancias que concurrieron para que estas elecciones no pudieran verificarse y llegaremos a la conclusión de que son las propias disposiciones emanadas de esta Cámara las que en gran parte concurrieron para impedir aquella emisión de votos; estamos en la ineludible obligación de corregir aquel error y poner en la posibilidad a los habitantes de andrés del Río, de Mina, de Villa Coronado y Villa López, de que nombren su representante.

Una de las grandes dificultades con que se tropezó para las elecciones, consistió en el hecho de que no obstante de haberse dado a conocer la ley el 1o. de julio de este año, no fue promulgada en Chihuahua sino hasta el 5 de julio y continuando con la tarea ingrata que se impuso el Gobernador de aquel Estado, no fue dada a conocer en muchos de los lugares que correspondían a este Distrito Electoral, como sucedió, por ejemplo, con la Municipalidad de Andrés del Río, en que la Ley Electoral llegó dos días de la fecha fijada para que se verificasen esas elecciones. Del hecho de que esa Ley Electoral se haya dado a conocer con tanta tardanza, no puede llegarse en manera alguna a la conclusión de que necesariamente ese es el tiempo que se emplea para poder trabajar esos Distritos. Este es un error. Para llegar a Batopilas no es ciertamente el camino más corto el atravesar por Balleza, como aseguraba mi compañero Chávez. Seguramente que entrando por Sonora, por El Fuerte, se llega en menor tiempo que entrando por el lado del Oriente; pero examinando uno de los argumentos que él esgrime en contra como de mayor peso, el hecho de que no debe haber leyes privativas, yo me voy a permitir poner a la consideración de ustedes las siguientes argumentaciones: Si la Ley Electoral se publicó para todos los que estamos en esta Cámara, el 1o. de julio, y las elecciones se verificaron el 28 de julio, ¿cómo se logró cohonestar lo dispuesto por la Constitución a ese respecto con la convocatoria lanzada, para que esa convocatoria no fuera anticonstitucional? El procedimiento lo ignoro, pero debe haber existido, donde fue aprobado así por toda la Asamblea. En consecuencia, hay el antecedente de que veintiocho días son suficientes para que se llenen los requisitos de ley por los candidatos. Si, pues, nosotros resolvemos con fecha de hoy que se lance esa convocatoria, claro está que se dispone de más de veintiocho días. En tal concepto, lo único que habría era modificar la redacción que ha dado la Comisión a su dictamen, en el sentido de que haya un artículo transitorio que exija como requisito la renuncia desde el día en que se lance la convocatoria, desde el día en que se dé a conocer; pero en manera alguna por salvaguardar los intereses de unos cuantos vayamos a lesionar los de sesenta mil habitantes, que tienen perfecto derecho a ser representados en esta Cámara.

Hay algunas cosas con las que no estoy yo de acuerdo en este dictamen. Dice, por ejemplo, que las elecciones se verificarán el último domingo del mes de noviembre próximo. Eso está perfectamente justificado. Los períodos ordinarios de sesiones de esta Legislatura son dos: uno comprende desde el 1o. de septiembre hasta el último de diciembre del año en curso, y el otro, desde el 1o. de septiembre al último de diciembre del año próximo; en consecuencia, si nosotros no lanzamos la convocatoria en términos tales que pueda ser calificada la elección por esta propia Cámara antes de cerrar su período ordinario, ¿cómo va a ser calificado? No estamos ni siquiera en la posibilidad de creer que se nos convoque para un período extraordinario, en cuyo caso cabría la calificación durante ese mismo período, en tal forma, que la forma acordada por el Senado no vendría en manera alguna a cohonestar los intereses de la Cámara, los intereses de los ciudadanos del 7o. Distrito de Chihuahua. Acababa de escuchar el argumento de labios del señor García de Alba, que le parecía inmoral que se lanzara la convocatoria para que el representante viniera justamente al iniciarse el período de receso, pero no prueba en manera alguna la inmoralidad de parte de los votantes, que pudieron haber ejercido su derecho libremente si no hubieran mediado las intrigas del Gobernador Enríquez, si dicho Gobernador, cumpliendo con su deber, hubiera dado a conocer en fecha oportuna la ley en todos y cada uno de los lugares en que estaba obligado a darla a conocer. Nadie ignora que en Distritos más cercanos a la capital del Estado de Chihuahua, como lo era Guerrero, como lo era Rayón, como lo era Arteaga, la ley en muchas ocasiones llegó con dos o tres días de anticipación a la fecha señalada para que se verificasen. Así es que, concedida la razón de por qué en aquella ocasión no pudieron tener verificativo, se ve que no hay motivo para creer que estas mismas razones subsitan para la fecha señalada aquí.

Seguramente que la Comisión ha sufrido un error al pedir que se reuniera la Junta Computadora el día 10 de noviembre del corriente año, supuesto que teniendo verificativo las elecciones el último domingo, no pueden reunirse el día 10 de ese mes, que es anterior al último domingo, pero sí está perfectamente justificado el que se reúna el día 10 de diciembre. Los días que median entre el útimo domingo de noviembre y el 10 de diciembre, son suficientes para que todos los Presidentes de casillas se trasladen de los Distritos de Mina y Andrés del Río, que son los más distantes, a la cabecera del Distrito de Jiménez, que lo es a la vez del 7o. Distrito Electoral del Estado.

El C. Chávez: Señor Soto Peimbert, ¿me permite una interpelación?

El C. Soto Peimbert: Ninguna señor. En el proyecto de reforma que el C. Ortiz presentó a la consideración de la XXVII Legislatura y teniendo en cuenta la población de los Distritos de Mina y Andrés del Río, pedíamos -y digo pedíamos, porque yo colaboré con él en esto-, que la cabecera se trasladase de la ciudad de Jiménez a la de Batopilas, porque es juntamente el centro donde sería más fácil hacer llegar a todos los Presidentes de casillas de esos dos Distritos; quedando sólo para concurrir a distancias mayores, los de las Municipalidades de Jiménez agregadas al Distrito Electoral. En consecuencia, los dos argumentos esenciales que se han expuesto aquí en contra de ese dictamen, que son, a saber: que el Senado ya convocó para enero, queda destruído con el hecho de que no se lograría nada práctico con esa convocatoria para enero y que sería preferible, entonces, que la fecha fuera igual, o fuera la misma, para la convocatoria de Poderes locales. En cuanto a que el funcionamiento de las elecciones de senadores y diputados sea simultáneo, yo lo encuentro muy razonable cuando la convocatoria sea general para todo el Estado, pero no así tratándose de un Distrito en que ya hubo elecciones para diputados y se nulificaron esas elecciones; en que el conocimiento de la ley ha llegado a la generalidad de las personas habitantes de ese Distrito; en consecuencia, no hay ninguna razón de peso, no hay ninguna argumentación legal que pueda impedir que los habitantes de ese Distrito nombren a su legítimo representante. Así, pues, yo concluyo pidiendo que aprobéis este dictamen, con la modificación de la fecha de reunión de la Junta Computadora, que será el 10 de diciembre.

El C. Quiroga: Como miembro de la Comisión, pido la palabra.

El C. Presidente: Como miembro de la Comisión, tiene la palabra el C. Quiroga.

El C. Quiroga: Ciudadanos diputados: Como miembro de la Comisión 2a. de Gobernación me permito sostener el dictamen de ella referente a este asunto, con la única modificación que ha indicado el señor Soto Peimbert, es decir, que en la parte final, en el último párrafo del artículo único se asiente que la Junta Computadora se reúna el 10 de diciembre. Como ustedes habrán comprendido, existe una equivocación al decir que la Junta Computadora se reunirá el 10 de noviembre, puesto que se dice primero que para el último domingo del mes de noviembre tendrán lugar las elecciones. Claro es que no podría reunirse la Junta Computadora el 10 del mismo mes. Esto se refiere a otra fecha, al 10 de diciembre.

Pero se han sostenido para impugnar este dictamen, dos cosas: la primera parte de la impugnación se refiere a que las elecciones deben de hacerse más tardíamente, es decir, en el mes de enero, coincidiendo con las elecciones de senador, y la segunda parte se refiere a la cabecera del Distrito Electoral. Respecto al primer punto que propone el señor compañero Chávez, lo considero indebido y hasta inmoral. ¿Cómo es que nosotros vamos a proponer una elección precisamente para cuando la Cámara no trabaje? ¿Cómo es posible que tenga lugar la elección de un diputado que no va a trabajar, que no va a venir, que no puede calificarse su elección? Si pudiera hacerse la elección ésta más pronto, es decir, anterior a la fecha que hemos marcado en el dictamen, sería mejor todavía que lo que se propone, porque así daríamos lugar a que este diputado tuviera oportunidad de hacer labor en pro de su cometido. Claro que mientras más retardemos esta elección peor será y falta de escrúpulo será esa elección. Si en diciembre cesa la labor de esta Cámara, ¿cómo es posible que vayamos a elegir, es decir, a permitir que se elija a un diputado precisamente cuando se va a entrar en receso? Por eso es que pedimos que esto sea lo más pronto posible, es decir, el último domingo del mes de noviembre, cuando se verifique la elección y que el día 10 de diciembre se reúna la Junta Computadora para que antes de que terminen las labores de la Cámara, pueda ser revisada por esta misma Cámara la elección.

La segunda parte, que se refiere al cambio de la cabecera del Distrito Electoral, de plano la tiene que rechazar la Comisión, porque esta va en contra de la Ley Electoral y tendríamos nada menos que reformar un artículo legal, y para la reforma de ese artículo legal necesitaríamos otra ley, que necesitaría pasar incuestionablemente al Senado, es decir, ser ratificada por las dos Cámaras, y si un artículo de la ley dice que precisamente debe de ser la división territorial aquella que sirvió para las elecciones de la XXVII Legislatura, no puede hacerse ninguna modificación para las elecciones de la XXVIII Legislatura, porque expresamente lo determina así la ley, porque dice que no puede sufrir variación ninguna, y si nosotros, nada más por un acuerdo que tomáramos aquí íbamos a modificar un artículo de la ley, estaríamos contraviniéndola, con grave perjuicio de la obligación moral que tenemos de respetarla. No existen las causas que alega el C. Chávez para que no se verifique la elección, porque las causas de nulidad que existieron en esta elección no fueron precisamente por una incapacidad efectiva, material, porque el Gobierno no tuviera controlada de mayor parte del Distrito. No, sino que se nulificaron esas elecciones por defectos únicamente administrativos, por falta de conocimiento de la ley, por falta de eficacia por parte de las autoridades para que se llevaran a cabo debidamente las elecciones. Si, pues, no existe una efectiva causa de nulidad en este Distrito, sino por esta falta de eficacia en las autoridades, ¿por qué no suponer que ahora no va a existir? ¿Que ahora debidamente las autoridades -puesto que nada más se trata de un Distrito-, lograron hacer conocer la ley a los habitantes de este Distrito para que se efectúen las elecciones debidamente? (Voces: ¡Ya! ¡A votar!) No se necesitaba que fueran noventa días..... (Voces: ¡A votar!) de plazo para que se efectuaran las elecciones, porque en el mismo caso nos encontramos nosotros. Nosotros no necesitamos noventa días, y claro es que no va a tener un efecto retroactivo, de habiéndose marcado un plazo de un mes para que se verifiquen las elecciones, no se van a exigir noventa días de licencia a las personas que van a figurar como candidatos en esta elección, claro es suponer que no.

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Quiroga: No es necesaria en este asunto.

El C. García de Alba: Entonces pido que se lea el artículo 55 constitucional.

El C. Quiroga: Tampoco es necesario.

El C. García de Alba: ¡Tengo derecho! (Campanilla.) Artículo 55 constitucional, fracciones IV Y V.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"Artículo 55. Para ser diputado se requieren los siguientes requisitos: "IV. No estar en servicio activo en el Ejército Federal ni tener mando en la policía o gendarmería rural en el Distrito donde se haga la elección, cuando menos noventa días antes de ella;

"V. No ser Secretario o Subsecretario de Estado ni Magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a menos que se separe de sus funciones noventa días de la elección.

"Los Gobernadores de los Estados, sus Secretarios, los Magistrados y Jueces federales o del Estado, no podrán ser electos en los Distritos de sus respectivas jurisdicciones, si no se separan de sus cargos noventa días antes del de la elección."

El C. Quiroga, continuando: Voy a contestar a lo que quiere hacer referencia el señor García de Alba. Para cumplir estos requisitos no se necesita dictar una ley que se refiera a una elección. Ya lo saben los que van a figurar como candidatos: sobre la Constitución no puede existir ninguna ley; de manera que si no puede existir ninguna ley sobre la Constitución, claro es que los que se consideran capaces para figurar como candidatos, deben tener en cuenta los requisitos que marca la Constitución. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Por ese motivo yo pido a ustedes, tomando en consideración las razones expuestas, sobre todo, que mientras más se retarde el momento para la elección en este Distrito, será más inmoral, que se sirvan aprobar el dictamen presentado por la Comisión, con la modificación de que la Junta Computadora se reunirá no el día 10 de noviembre, como lo dice aquí, sino el día 10 de diciembre del presente año.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Trigo.

El C. Trigo: Honorable Asamblea: Acabamos de oír las palabras del simpatiquísimo compañero Quiroga que, si bien es cierto que pueden ser convincentes para quienes no conocen el estado de Chihuahua, no pueden haber llevado el convencimiento a quienes conocemos el Distrito en que se trata de convocar a elecciones.

No voy a tocar, como los señores Chávez y Soto Peimbert, la cuestión de la Ley Electoral, sino únicamente, para ser breve, voy a dar una noticia a esta Asamblea de las circunstancias en que se encuentra el 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua geográficamente. El 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua lo forman dos Municipalidades del Distrito de Jiménez y todo el Distrito de Andrés del Río; resulta que para ir de las dos Municipalidades de Jiménez al Distrito de Andrés del Río se necesitan por término medio cinco días a caballo; para llegar a Jiménez se necesita tomar el tren de Jiménez a Chihuahua, y se necesita perder un día en Chihuahua y tomar el tren para llegar Miñana, y ese tren no corre más que dos veces por semana. De manera que aun suponiendo que los candidatos llegaran a tiempo de tomar ese tren, resultaría que se harían dos días de camino para llegar de Chihuahua Miñana, y de Miñana a Batopilas, señores, se hacen quince días a lomo de mula a Batopilas, que es únicamente una población del Distrito de Andrés del Río... (Voces: ¡Pruebas!) Allí está la geografía, mi general. Resulta de esto que si para llegar a Batopilas hacen quince días de camino, para recorrer de Batopilas a los demás pueblos del Distrito -que el más cercano está a treinta o cuarenta leguas de distancia-, deben ustedes considerar que sería prácticamente imposible que las elecciones se verificaran a conciencia, honradamente, el día que se pretende por medio de la convocatoria. Yo me propondría esto, es decir, me atrevería más bien a hacer esta proposición, si ella fuera factible: que se suprimieran las dos Municipalidades del Distrito de Jiménez, que juntas no suman arriba de cuatro mil votos, y en cambio los candidatos se dedicarían a trabajar en el Distrito de Andrés del Río, puesto que esto daría la posibilidad siguiente: que los que vinieran aquí viniesen con la convicción de que representaban a aquel Distrito...

El C. Chávez, interrumpiendo: Para una aclaración. El aumenta cuatro mil votos; yo creo que no llegan a sacar ni seiscientos.

El C. Trigo: Bueno, yo me pongo...

El C. Quiroga interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Trigo: Sí, señor.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Quiroga para una interpelación.

El C. Quiroga: ¡Considera el compañero Trigo que nosotros estamos capacitados - si queremos que se verifiquen las elecciones - para disponer lo que usted está pidiendo, es decir, para que quitemos dos Municipalidades del Distrito Electoral?

El C. Trigo: Yo no considero capacitada a la Asamblea para esto, pero sí la considero capacitada para hacer una reforma a la Ley Electoral.

El C García de Alba, interrumpiendo: ¿Para cuándo? (Murmullos.)

El C. Trigo, continuando: Pues sería perder el tiempo, compañero, efectivamente, pero del otro modo no tendremos aquí un verdadero representante del 7o. Distrito Electoral, porque yo demuestro con hechos que no habría un representante que viniera, no podría recorrer todo su Distrito ni podría obtener votación en todo su Distrito en el tiempo que se pretende convocar a elecciones. Hay otra circunstancia: convocando hasta enero, que fueran al mismo tiempo las elecciones para senador y diputado, tendríamos la ventaja de que dispondrían de más tiempo los dos candidatos para trabajar sin que esto perjudicara absolutamente en nada ni a la Asamblea ni al distrito, ni a los candidatos tampoco. Yo creo que estos datos son bastante precisos para que la Asamblea se forme cuenta de la situación en que está aquel Distrito y las dificultades con que tropezarían los candidatos para hacer su recorrido y para hacer una campaña activa en él.

Por lo que toca a lo que acaba de decir el compañero Chávez de que el tiempo para el cómputo

se presta para chanchullos y tomando como casos típicos el del compañero Ortiz y el mío, debo decirle al señor Chávez que para lo sucesivo, antes de lanzar cargos como éste, que se documente. Yo no traje la documentación de mi elección a esta Asamblea y puede informarle a usted la Oficialía Mayor: pasó esto: el señor Gobernador Enríquez, porque no había dinero o por lo que usted quiera, no ministró a tiempo los gastos para los Presidentes de casillas . Disto mucho de culpar al señor Enríquez ni mucho menos, porque acababa de llegar; me limito a relatar hechos. Este señor no envió dinero para los viáticos de los Presidentes de las casillas y solamente pudieron reunirse a los quince días, en Chihuahua, diez Presidentes de casillas y después de haber pasado catorce días, levantaron un acta y ellos enviaron los paquetes de mi Distrito, de mi elección, al Presidente Municipal, que bajo pliego certificado por correo creo que los remitió a esta Cámara. Como ve el señor Chávez,yo no traje ni un paquete mío; yo no traje sino copias certificadas de los Presidentes de las casillas, para comprobar la votación habida en esa elección.

El C. Chávez: ¿Por qué no se reunió la Junta Computadora en su Distrito?

El C. Trigo: Porque los Presidentes de las casillas no estuvieron, después de catorce días de la elección, en la cabecera de mi Distrito, que era Chihuahua, como usted sabe.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Andrade Priego.

El C. Andrade Priego: Respetable Asamblea: Vengo a impugnar los términos y la forma del dictamen, y no a oponerme a que se verifiquen las elecciones en el 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua.

Dice el segundo concepto del proyecto de ley que entraña el dictamen, lo siguiente: "Las elecciones se sujetarán a los preceptos de los artículos transitorios de la Ley Electoral de 1o. de julio de este año."

Ha debido decir ese concepto: que las elecciones se sujetarán a toda la ley y a los artículos transitorios, en lo que fueren compatibles con la elección, tal como lo dispone el artículo 2o. de la ley cuando se refiere a elecciones extraordinarias.

"Artículo 2o. Las elecciones extraordinarias, serán convocadas por el Congreso, o por la Cámara respectiva, según los casos, cuando hubiere vacante que cubrir o por cualquier motivo no se hubieren efectuado oportunamente las elecciones ordinarias. En cuanto sea compatible con su carácter de extraordinarias, se sujetarán a esta ley; en los demás puntos, se ajustarán a las disposiciones que deberá contener la convocatoria, la que señalará como base la última lista electoral aprobada."

De modo, pues, que el concepto es terminante y en ese sentido pido que se modifique ese concepto del Proyecto de Ley que entraña el dictamen, pues de otro modo no habría para regir las elecciones más ley que los artículos transitorios de la misma y no la ley en lo general. Es, pues, en lo único que objeto yo el dictamen.

Ahora, en lo que se propone relativo a que se dispense el término de los noventa días a los ciudadanos que para poderse lanzar como candidatos a diputados señala la Constitución, esto implicaría hacer una reforma terminante de la Constitución en una ley secundaria. Nosotros no estamos bajo ningún concepto capacitados para hacer una reforma constitucional, ni las dos Cámaras; ya sabemos cuáles son los trámites que la Constitución misma establece para hacer reformas constitucionales.

El C. Quiroga, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración?

El C. Andrade Priego: Sí, señor.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Quiroga.

El C. Quiroga: Me permito manifestar a usted que el dictamen de la Comisión no dice tal cosa.

El C. Andrade Priego: Yo he hecho.....

El C. Quiroga, continuando: De manera que nosotros no proponemos el que se reforme el artículo constitucional a que se hace referencia.

El C. Andrade Priego: Alguna persona que me precedió lo expresó así. Yo lo que me propongo esencialmente es la reforma del dictamen en el sentido de que las elecciones se deberán sujetar a la ley y a los artículos transitorios en lo que sean compatibles con la elección y no exclusivamente a los artículos transitorios, como expresa el proyecto de dictamen. Por eso pido a la Comisión, sometiendo el caso a la deliberación de la Asamblea, que retire el dictamen y lo modifique en ese sentido, pues es esencial reformarlo.

El C. Presidente: Para una aclaración, tiene la palabra el C. Velásquez López.

El C. Velásquez López: Considerando que ya está agotado el debate y habiendo hecho los oradores del pro y del contra uso de todas las razones que podían estar favorablemente o en contra de este dictamen y la observación que hizo el señor Andrade Priego, a la que iba a referirme yo, renuncio al uso de la palabra.

El C. Quiroga, miembro de la Comisión: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Quiroga: Creyendo, como miembro de la Comisión, que efectivamente, el C. diputado Andrade Priego tiene razón en lo que respecta al párrafo segundo del artículo del proyecto de ley, que se refiere a la Ley Electoral que estará en vigor para esta elección, me permito retirar el dictamen para modificarlo en esa forma y presentarlo en su oportunidad corregido únicamente en la forma, es decir, en lo que se refiere al párrafo segundo del artículo del proyecto de ley.

El C. Secretario Soto: En votación económica....

El C. Garza Candelario: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Candelario Garza para una moción de orden.

El C. Garza Candelario: El artículo 107 del Reglamento en ninguna de sus partes dice que el C. Quiroga, miembro de la Comisión, pueda retirar su dictamen, sino que la Asamblea puede desecharlo para que lo reforme.

El C. Presidente: La Presidencia se permite manifestar al C. diputado Candelario Garza, que precisamente es la pregunta que va a hacer el C. Secretario Soto.

El C. Secretario Soto: En votación económica se pregunta a la Asamblea si permite a la Comisión retirar el dictamen para reformarlo en el sentido

que ha expresado. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. (Voces: ¿En qué sentido?)

El C. Garza Candelario, interrumpiendo: ¡Pido la palabra para una aclaración!

- El mismo C. Secretario, continuando: Se permite a la Comisión retirar el dictamen.

El C. Chávez: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Tiene la palabra para una aclaración, el C. Chávez.

El C. Chávez: Ha dicho el señor Quiroga que retiraría el dictamen para modificarlo en el párrafo segundo, y yo me permito preguntarle si no lo ha retirado también para modificarlo en el sentido de la discusión, de que se cambie la fecha.

- El mismo C. Secretario: La Comisión presenta su dictamen en la siguiente forma:

"Artículo único. Se convoca al pueblo del 7o. Distrito Electoral del Estado de Chihuahua, a elecciones extraordinarias de diputados, propietarios y suplente, al Congreso de la Unión, para el último domingo del mes de noviembre próximo.

"Las elecciones se sujetarán a los preceptos de la Ley Electoral del 1o. de julio de este año.

"La Junta Computadora se reunirá el día 10 de diciembre de este mismo año."

El C. Andrade Priego: Pido la palabra.

El C. Presidente: La Presidencia se permite manifestar al C. diputado Andrade Priego que si se trata de una corrección de forma, va a pasar a la Comisión de Estilo, que es la indicada para hacerlo. Tiene la palabra el C. Andrade Priego.

El C. Andrade Priego: Como el concepto no dice de una manera expresa que regirán también los preceptos transitorios de la ley, se podría argüir o alegar después que esos artículos transitorios sirvieron sólo para las elecciones ordinarias y no para cuando se trate de elecciones extraordinarias. Dice allí el segundo concepto reformado por la Comisión, que se regirá esa elección por la Ley de 10 de julio de 1918, sin expresar terminantemente que se sujetará a las disposiciones de los artículos transitorios que rigieron en las elecciones ordinarias.

El C. Secretario Soto: La Comisión presenta el párrafo segundo en estos términos: "Las elecciones se sujetarán a los preceptos de la Ley Electoral de 1o. de julio de este año y a sus artículos transitorios." No habiendo más ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra... (Campanilla.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Chávez. (Murmullos.)

El C. Chávez: Seré breve, señores diputados.

Ya se han aducido las razones necesarias para que se vea que es de todo punto inconveniente que se convoque para el último domingo de noviembre. También hay que hacer mención de que en este segundo inciso, que ha sido reformado dos veces ya, se cambie la fecha de registro de las candidaturas, porque los artículos transitorios de la Ley Electoral, las fechas que esta misma determina, no corresponden a la convocatoria a elecciones que determina el dictamen. Me permito sujetar a la honorable Comisión dictaminadora que se sirva fijar fechas para el registro de la candidatura, para los padrones, para el nombramiento de instaladores, etc.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Andrade Priego.

El C. Andrade Priego: Al proponer yo la modificación del segundo concepto del decreto de convocatoria, expresé lo que se ha puesto ahí, sólo que ha faltado el concepto "en lo que sean compatibles" y con eso queda llenado, es decir, evitando el perjuicio que prevé el señor Chávez en lo que se refiere a la fecha. (Voces: ¡A votar, a votar!) De modo, pues, que como supone el señor Chávez que va a haber confusión de fechas, cuando las fechas que expresan los artículos transitorios se refieren a días del mes de julio de 1918, mal podía entenderse que elecciones que deben verificarse en noviembre van a retrotraerse a julio de 1918. (Voces: ¡No, no!) Por lo mismo, basta poner: "en lo que sean compatibles." El caso está expresamente previsto por el artículo 2o. de la ley, que dice:

"Artículo 2o. Las elecciones extraordinarias serán convocadas por el Congreso, o por la Cámara respectiva, según los casos, cuando hubiere vacante que cubrir o por cualquier motivo no se hubieren efectuado oportunamente las elecciones ordinarias. En cuanto sea compatible con su carácter de extraordinarias, se sujetarán a esta ley; en los demás puntos, se ajustarán a las disposiciones que deberá contener la convocatoria, la que señalará como base la última lista electoral aprobada."

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Quiroga: En vista de las aclaraciones que se han hecho a este respecto, y queriendo evitar discusiones sobre puntos enteramente pequeños que nos hacen únicamente distraer el tiempo, puesto que nos ocupamos en detalles insignificantes...

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¡Por lo malo del dictamen!

El C. Quiroga, continuando... atentamente pido a la Honorable Asamblea permita retirar el dictamen definitivamente para presentarlo en forma minuciosa y tal como lo han querido los señores del contra. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. Secretario Soto: En votación económica se pregunta a la Asamblea si permite a la Comisión retirar el dictamen. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Sí se permite.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"En atención a los brutales atropellos cometidos antes de ayer por gente armada que tuvo la avilantez de ultrajar a algunos de nuestros compañeros, de hollar el recinto de la Cámara y de hacer víctimas a algunos estudiantes de los más reprobables atentados, y como los responsables de esos lamentables excesos son los CC. Rafael de la Torre y Carlos Orozco, Inspector General de Policía y Jefe de las Comisiones de Seguridad, respectivamente, solicitamos que esta H. Cámara, por decoro de la misma y a fin de satisfacer la vindicta pública, se sirva aprobar la siguiente, con dispensa de trámites, proposición:

"Desígnese una Comisión que se acerque al ciudadano Presidente de la República para manifestarle que la Cámara de Diputados vería con

agrado la remoción del Inspector General de Policía y del Jefe de las Comisiones de Seguridad, quienes, tanto por sus antecedentes como por sus hechos, lejos de constituir una garantía para la conservación del orden, son una constante amenaza social.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 16 de octubre de 1918.- Salvador Saucedo.- Luis Fernández.- Genaro V. Vásquez.- Samuel Malpica.- R. de la Torre.- J. E. Bávara.- J. Iturralde T.- L. Breña.- M. I. Fierro.- M. F. Altamirano.- Antonio Quiroga.- Rafael L. de los Ríos.- David Castillo.- Zincúnegui Tercero.- C. Garza.- J. de D. Avellaneda.- Porfirio Pastor.- Francisco Madrid.- J. I. Arriaga.- D. Alarcón y tres firmas ilegibles."

Se invita a alguno de los ciudadanos diputados firmantes se sirva pasar a fundarla.

El C. Saucedo Salvador: (Al subir el orador a la tribuna se escucharon aplausos en las galerías y siseos en las curules.) Tiempo hay para que siseeis. La proposición que hemos sometido a vuestra consideración se funda por sí sola. Antes de iniciar el siseo debéis recordar los lamentables sucesos ocurridos antes de ayer en las afueras de esta Cámara. El día de la efervescencia vosotros hubiérais decretado el linchamiento del C. de la Torre y ahora, sin embargo, ya se os olvidó la escandalosa y criminal conducta de ese mal empleado. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos en las galerías.) Vosotros todos estáis al corriente de que este individuo no sólo golpeó brutalmente a algunos estudiantes en las afueras de esta Cámara, sino que profirió frases injuriosas en contra de nuestro Código Fundamental, diciendo que a él le importaba un bledo la Constitución General de la República, y esto cuando los estudiantes, en ejercicio de sus derechos, le decían que tenían razón, que tenían derecho para hacer su manifestación y como única respuesta recibieron golpes, recibieron ultrajes y recibieron hasta injurias de ese individuo que blasfemó contra la Constitución de 17. (Aplausos en las galerías.) La proposición que sometemos a vuestra consideración, de hecho fue aprobada en esta Asamblea, únicamente que la Comisión nombrada para acercarse al Presidente de la República no cumplió con su deber. (Siseos y murmullos. Aplausos en las galerías.) La Comisión que se acercó al ciudadano Presidente de la República todo hizo menos lo que se le había encomendado, esto es, hacer presente al Primer Magistrado los brutales atropellos cometidos por el esbirro De la Torre. (Murmullos.)

Señores, si no basta lo que han hecho el Inspector de Policía y el Jefe de las Comisiones de Seguridad, debemos recordar cuáles son los antecedentes de estos individuos. Debemos pensar, señores, si pueden constituir una garantía a la sociedad cuando tienen en su haber solamente hechos criminales. (Aplausos en las galerías.) Vosotros sabéis que el C. De la Torre hace apenas un año cometió un crimen horrendo en el Café Colón, donde vació su pistola sobre un indefenso; (murmullos) vosotros sabéis que el C. De la Torre, con anterioridad a ese hecho repugnante, había cometido otro crimen más abominable todavía: había asesinado a su propio protector y, fugitivo de la justicia, se refugió en las filas de la Revolución. (Una voz: ¡Es cierto! Aplausos en las galerías.) Pero seguramente que todo esto no os basta para pedir la destitución de este individuo. ¿Queréis más todavía? Habéis visto resucitados los procedimientos huertistas ¿y todavía no queréis pedir la remoción de este individuo? Además, el C. Carlos Orozco ya sabéis vosotros quién es: es el funesto soldado del 29, del fatídico 29 batallón de Blanquet.

¡Son los únicos antecedentes que tiene este individuo para ocupar este puesto en la policía! ¡Con bastante razón la sociedad está alarmada, porque no está suficientemente garantizada con esos individuos, que lejos de hacer honor al Gobierno, sólo lo desprestigian! Hasta la fecha, señores, el exdiputado Manrique se encuentra en prisión, sin haber hecho nada absolutamente, toda vez que a todos nos consta que se encontraba en el palco de la prensa y que en el momento en que venía la manifestación, se asomó al pórtico y el C. Orozco, enemigo personal de Manrique, lo aprehendió, y hasta la fecha lo tiene detenido sin haberlo consignado a autoridad alguna. (Siseos.) Me explico la hostilidad de parte de la Asamblea para la aprobación de esta proposición, en atención a que creen que vamos a ponernos en evidencia. No, señores, de ninguna manera nos pondremos en evidencia, como nos hemos puesto la vez pasada. Fue, si se quiere, exceso de celo de nuestra parte, pero en manera alguna nos pusimos en evidencia; por el contrario, dimos una idea al pueblo de que en el caso de que se llegasen a registrar atentados como el que creímos que se había registrado, esta Cámara se levantaría acusando al que fuese responsable de los sucesos. (Aplausos en las galerías.) Honorable Asamblea: Pido, pues, que aprobéis esta proposición. Siquiera que de la efervescencia de antes de ayer obtengamos el provecho de librarnos de individuos que sólo deshonran a la actual administración.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Trigo. (Aplausos.)

El C. Trigo: Honorable Asamblea: Cupo la inmarcesible honra a la XXVIII Legislatura de haber llegado al pinyaculo del ridículo en días pasados... (Voces: ¡No!, ¡no! Siseos)... El Ejecutivo a la fecha, señores, debe todavía retorcerse en convulsiones de risa, de haber visto estas figuras de monos en orgasmo pidiendo en aquel día y atacando rudamente al Ejecutivo, sin haber siquiera qué era lo que pedían... (Voces: ¡No!, ¡no! Siseos)... Voy a demostrar que así fue, que la Asamblea no supo siquiera qué fue lo que pidió ese día. Lo primero, o más bien dicho, lo que provocó aquel día la ira de la Asamblea, muy justificada hasta cierto punto, era que se decía que la Cámara había sido invadida por fuerza armada. El señor Presidente de la Cámara - que podrá informar a este respecto - dio orden de que aquellas fuerzas fueran desalojadas y se obedeció inmediatamente su orden. (Voces: ¡No, no! Murmullos y siseos fuertes en las galerías.) En mi presencia ha venido el señor diputado Díaz González a informar al señor Presidente de la Cámara el día de los sucesos, que habiéndose comunicado al jefe de la fuerza que estaba en el vestíbulo la orden de

que evacuara este edificio, lo había hecho desde luego. Si el señor Díaz González mintió, no tengo yo la culpa; esto fue lo que informó al señor Presidente en presencia mía y de varios señores diputados...

El C. Avellaneda, interrumpiendo: ¡Para una aclaración! El señor Malpica fue quien dijo que había comunicado la disposición del señor Presidente al jefe de la fuerza, el que le había dicho que esperaba que le ordenaran que desalojara; que iba a comunicarse por teléfono para que, si le ordenaban que lo hiciera, hacerlo, y si no, no. (Aplausos.)

El C. Trigo, continuando: Lo cierto es que la tropa no llegó a estar dentro del edificio de la Cámara de Diputados... (voces: ¡Aah!), permaneció en las afueras de ella; pero entrando al fondo de la cuestión que se trate al debate, desde luego debo preguntar esto: ¿A título de que, con qué derecho, apoyados en qué vamos a pedir al Ejecutivo que destituya a este empleado, que es facultad única y exclusiva de él nombrarlo? (Aplausos.) ¿Cómo vería esta Asamblea que el Ejecutivo nos dijera que vería con agrado que se destituyera al señor Oficial Mayor? El caso es exactamente igual... (voces: ¡No, no!), puesto que el Oficial Mayor solamente puede ser nombrado por la Asamblea. (Siseos y voces: ¡No, no!)

El C. Saucedo, interrumpiendo: ¿Qué atropellos ha cometido?

El C. Trigo, continuando: No se trata de que haya o no cometido atropellos, señor Saucedo; se trata de que pretendemos invadir las esferas del Ejecutivo y empezamos con querer que se haga justicia comenzando por una injusticia. Bien está que un grupo de diputados, toda la Cámara si se quiere, vaya a pedir la destitución de los señores de la Torre y Orozco; yo no defiendo ni a uno ni a otro ni me hago solidario de los cargos del señor Saucedo ni los niego, porque no me constan ni lo uno ni lo otro. Yo únicamente defiendo esto: evitar que la Asamblea, por segunda vez, se ponga en ridículo... (aplausos y murmullos), porque, repito, ¿a título de qué vamos a pedir al Ejecutivo que destituya empleados que no tenemos nosotros derecho ni a nombrar ni a destituir? ¿Por qué vamos a inmiscuirnos en sus cosas? Es tanto como darle derecho a él que se inmiscuya en las de la Asamblea, desde luego. Por lo tanto, pido que se rechace esa proposición; que se apele a la forma que se crea conveniente para que estos señores sean destituídos, puesto que, repito, no me constituyo en defensor de ellos; pero sí quiero oponerme a que la Cámara vaya a tirarse la segunda plancha de la temporada. (Aplausos.)

El C. Secretario Soto: Habiendo hablado un orador en pro y otro en contra, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se toma en consideración esta proposición. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. (Voces: ¡No, no!)

El C. García de Alba: Pido la palabra para una moción de orden. Debe ser si se dispensan los trámites. (Voces: ¡Se toma en consideración!)

- El mismo C. Secretario: Habiendo duda respecto de la votación... (voces: ¡No hay duda!), la Presidencia comisiona a los CC. Quiroga y García Pablo para que se sirvan contar a los ciudadanos que están de pie, y a los CC. Fierro Manuel Ignacio y Alencáster, para que cuenten a los que están sentados. (Después de hecho el recuento): Hay 72 ciudadanos diputados sentados y 61 en pie. En consecuencia, no se toma en consideración. (Aplausos.)

El C. Avellaneda: Pido la palabra para hechos, señor Presidente.

El C. Avellaneda: Para hechos, tiene la palabra el C. Avellaneda.

El C. Avellaneda: Hablo a los señores representantes de la sociedad que no se han aportado como tales. (Siseos.) Sí, señores; cuando a todos ustedes les consta que el Inspector General de Policía es una amenaza social, cuando a ustedes les consta que ese hombre es un asesino que no debe ocupar ese puesto... (aplausos de las galerías), han rechazado una proposición. Estoy de acuerdo con algunos de vosotros que dicen que no era ese el procedimiento, pero sí deben estar de acuerdo en que de alguna manera, por un procedimiento justo y legal, ese individuo debe caer del puesto que ocupa, porque ustedes que dicen que representan al pueblo, ustedes, que deben representar los intereses sociales, son los primeros en estar de acuerdo con que esa amenaza persista sobre la cabeza de los habitantes de la capital de la República. (Aplausos de las galerías.)

Veamos ahora esto bajo el punto de vista administrativo. Yo sé decir las cosas, sin importarme a quién hieran; el Presidente de la República tiene en la Inspección General de Policía a un hombre indigno, a un asesino, a un individuo que atropelló a la Representación Nacional, que atropelló al pueblo, a la élite, a esos pimpollos de nuestra juventud, que venían en manifestación pacífica por las calles de la capital, y no contento con eso, ha golpeado a dos miembros de esta Representación Nacional; yo no quiero averiguar si ellos salieron o no salieron, lo que sé es que inmediatamente que la policía supo que eran diputados, debieron haber parecido para ella como intocables, respetables. Ustedes han obrado hoy no como hombres dignos, no como hombres conscientes de su alta significación. (Aplausos.) Si a mí se me dice que el procedimiento no era el correcto, entonces ¡por qué la Cámara, por qué alguien no propuso que la Cámara consignara los hechos al Procurador de Justicia, para que así estuvieran ustedes a la altura de su papel? Uno de los oradores dijo que nos habíamos tirado la gran plancha; ¡miente!, porque la Cámara de Diputados estuvo a la altura de su deber, cuando en el supuesto de que haya sucedido el caso de la señora Pallares... (siseos), la Cámara Popular, sí, señores, la Cámara popular desaprobó de hecho el atentado... (murmullos), en caso de que se hubiera llevado a efecto; pero quedaron en pie los atentados contra los periodistas independientes, quedaron en pie los atropellos a la Representación Nacional con esa fuerza que vino a las afueras de la Cámara, quedaron en pie los golpes a

los estudiantes e injurias a los miembros de esta Representación Nacional. Yo protesto contra este procedimiento, porque es indigno de quienes llevan en el alma los sentimientos sociales. (Aplausos ruidosos en las galerías.)

El C. Presidente: Para hechos tiene la palabra el C. Federico Silva.

El C. Silva: Señores diputados: Me permití tomar la palabra para hechos, solamente para defender a la Comisión que tuve la honra de presidir y que fue a ver al señor Presidente de la República. No pretendo tampoco decir una palabra en defensa del general Rafael de la Torre, porque desde el momento en que se desechó la proposición, no hay caso.

El señor don Salvador Saucedo, que dice que la Comisión no cumplió con su deber... (Una voz: ¡Cierto!) creo honradamente que sí cumplió con su deber, porque en la proposición acordada aquí no se pedía la destitución del general Rafael de la Torre, y en ese sentido no se le dijo al señor Presidente ni media palabra...

El C. Malpica Samuel, interrumpiendo: Para una aclaración, señor. (Murmullos.) Que tenga la bondad el señor que está en la tribuna, de informarse cuál fue la proposición que firmamos ese día varios compañeros diputados.

El C. Silva, continuando: Pues a pesar de lo que dice el C. Malpica, tengo la firme convicción de que nosotros pusimos en conocimiento del señor Presidente el sentir de esta honorable Asamblea, y el señor Presidente de la República, con respecto al C. Arriaga, nos dijo que lamentaba profundamente que este señor diputado se hubiera ido a confundir con los manifestantes y que haya sido víctima de uno de los soldados. Por otra parte, las tropas que vinieron a hacer guardar el orden en las afueras de la Cámara, fueron retiradas inmediatamente que lo solicitamos...

El C. Avellaneda, interrumpiendo: ¡No!

El C. Silva, continuando: ...y los demás miembros de la Comisión son testigos de que cuando regresamos, ya no había un solo soldado en las afueras de la Cámara. Del Palacio a la Cámara haríamos a lo sumo quince minutos. ¿No es retirarlas inmediatamente, si cuando llegamos nosotros ya no había un solo soldado en las afueras de la Cámara? En tal concepto, señores, creo yo que la Comisión cumplió fielmente con su cometido y si mis palabras no os han llevado al convencimiento, con mucho gusto vería yo que alguno de los señores que formaron la Comisión me substituyera en esta tribuna para que diera mayores detalles en este sentido; pero sí puedo asegurar que no solamente me limité a hablar yo y alguno de mis compañeros, sino que al mismo señor Vadillo - que no había hablado ni media palabra al señor Presidente de la República -, le dije que si tenía algo que exponer él , para que quedara perfectamente satisfecho, y el señor Vadillo también habló algunas palabras. En consecuencia, la Comisión salió perfectamente satisfecha y creemos haber cumplido fielmente con nuestro cometido. (Aplausos.)

El C. Saucedo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Salvador Saucedo.

El C. Saucedo: Honorable Asamblea:... (Voces: ¡Tribuna, tribuna!) Voy a ser muy breve. Yo manifesté a esta honorable Asamblea que la Comisión no había cumplido debidamente con su deber, porque parte de esa Comisión me informó que el C. general Silva se había concretado a tratar el asunto de la señora Pallares, olvidando los demás encargos que llevaba, mejor dicho, el principal encargo; es decir, hacer presentes los atropellos que habían sufrido algunos diputados, los estudiantes y el haber sido hollado el recinto de la Cámara. En consecuencia, yo no he faltado a la verdad; si acaso los que faltaron a la verdad, fueron los que me proporcionaron estos informes. Por lo demás, yo veo que después de una Revolución que ha costado torrentes de sangre e inmensos sacrificios, seguimos con los mismos procedimientos y, señores, no valía la pena que por el cambio de hombres se hubiera derramado tanta sangre. Yo veo con indignación que aquí hay una mayoría que sueña en una nueva dictadura donde ejercer sus funciones de eunucos. (Aplausos en las galerías. Siseos.)

El C. Presidente: Para rectificación de hechos tiene la palabra el C. Rodríguez Herminio.

El C. Rodríguez Herminio: Señores diputados: Lamento en verdad que la primera vez que ocupo esta tribuna sea para dirigirme a individuos que no tienen empacho en lanzar una calumnia sobre esta honorable Cámara, donde se encuentran, más bien, donde nos encontramos individuos que hemos ido al campo de batalla para lavar las afrentas de la dictadura de Porfirio Díaz y de la mancha de traición que echara Victoriano Huerta en la bandera nacional. El señor Saucedo, que me ha precedido en el uso de la palabra, ha hecho aspavientos y ha dicho que es lamentable, y se queja, verdaderamente se queja, de que después de haber combatido en el terreno de las luchas patrias, de las luchas ciudadanas, a la dictadura, ahora pretendemos entronizar nuevas dictaduras; pero el señor Saucedo, a quien no le conozco su hoja revolucionaria y al que sí creo muy bien que está respirando por la herida, debo decirle que no es esa la manera de proceder de hombres dignos como él pretende serlo; que no debe fustigar candentemente al Gobierno, sino enseñarle dónde están sus llagas para curarlas, y no venir a servirse del fuero que le da su carácter de diputado para echar una mancha al Ejecutivo. ¿Qué culpa tiene el Presidente de la República de que exista en esta ciudad un individuo indigno, ocupando puesto tan importante, como es el de Inspector General de Policía...?

El C. Saucedo, interrumpiendo: ¿Quién hace esos nombramientos?

El C. Rodríguez Herminio, continuando: El Gobernador del Distrito los propone y el Ejecutivo los acepta; pero nosotros debemos indicarle al Ejecutivo que está errado al hacer ese nombramiento y no echarle en cara este error, cuando todavía no le hemos señalado la llaga.

El C. Saucedo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Rodríguez Herminio: Sí, señor.

El C. Saucedo: ¿Cree usted que el Presidente de la República ignora los antecedentes criminales del Inspector General de Policía, y si no los ignora, por qué sancionó esa propuesta?

El C. Rodríguez Herminio: El Juez que conoció

del asunto absolvió al Inspector General de Policía.

El Presidente de la República no tiene que meterse con la justicia en ese sentido.

El C. Saucedo: Yo me permito informar a usted que si el Juez albsolvió al señor de la Torre, fue porque sería seguramente un Juez venal; pero me consta, porque presencié el crimen, pues yo estaba en el "Café Colón", que el individuo a quien asesinó el mismo de la Torre se quejaba de un tremendo dolor de cabeza.-"Pues para que se le quite el dolor de cabeza" dijo el general de la Torre, y le disparó dos balazos.

El C. Rodríguez Herminio: La culpa está en el Juez; quitemos al Juez, pero no culpemos al Ejecutivo.

Y a los que se refieren al asunto que levantara polvaredas dentro de esta Cámara, acerca del atropello del compañero Arriaga, debo decirles que el respeto al fuero ha de principiar en nosotros mismos; si nosotros no lo respetamos, claro está, señores, que cualquier individuo de la calle que sea más hombre que nosotros y más digno de su papel, se echará sobre nosotros si no somos dignos de respetar esa investidura que nos ha dado el pueblo. (Siseos.) Bien; el señor Avellaneda, con esa palabra turbulenta que es una catarata, pero que no dice nada, ha echado aquí, ha pretendido echar una mancha, y esas manchas cuando se imputan a una Asamblea, señor Avellaneda, como usted lo ha hecho, caen sobre los mismos individuos que las imputan. (Aplausos. Siseos.)

El C. Siurob: Pido la palabra.

El C. Ortiz Andrés: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ortiz para una interpelación.

El C. Ortiz Andrés: Usted ha referido, señor Saucedo, que uno de los miembros de la Comisión le informó que no tocamos algunos puntos de los que la Asamblea aprobó, con el señor Presidente; ¿tuviera usted la bondad de decir quién es ese miembro de la Comisión para que los demás queden en su lugar?

El C. Saucedo: Pido la palabra para contestar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Saucedo: No fue un miembro, sino varios, y en el momento no recuerdo quiénes fueron.

El C. Ortiz Andrés: Pido la palabra. ¿Tuviera usted la amabilidad de contestarme una segunda interpelación? ¿Se presentó usted al Juzgado que conoció del asunto de la Torre, para manifestar los hechos de que fue testigo?

El C. Saucedo: Con permiso de la Presidencia. Al día siguiente del en que se verificó el crimen, salí para mi Estado; yo estaba de tránsito en esta capital y por esta razón no puede declarar.

El C. Ortiz Andrés: Pues de todas maneras es usted un encubridor de delitos, señor Saucedo.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Soto para una aclaración.

El C. Secretario Soto: Ciudadanos diputados: En mi calidad de Secretario acompañe a la Comisión que se nombró la otra noche para entrevistar al señor Presidente de la República. La Asamblea nos autorizó para hacer presente al ciudadano Presidente de la República las siguientes proposiciones que se aprobaron aquí: una de ellas decía y constaba de tres partes:

"Manifiéstese al ciudadano Presidente, que la Cámara de Diputados no puede continuar deliberando mientras permanezca gente armada rodeándola.- Segunda: Comuníquese al ciudadano Presidente de la República.- Tercera: Espérese la respuesta aquí." Y otra proposición encerraba una protesta por el atropello de que fue víctima el compañero Arriaga. Pasamos a entrevistar al ciudadano Presidente de la República, y aun cuando no se leyeron las proposiciones aprobadas por esta Asamblea, al pie de la letra, sí se puso en conocimiento de él la esencia; y prueba de ello es que la Comisión trajo a vosotros la respuesta de cada uno de estos puntos. En primer lugar, lo relativo a que la Asamblea no podía continuar deliberando mientras hubiera gente armada frente a la Cámara, el ciudadano Presidente comunicó que inmediatamente se iba a retirar esa fuerza, como lo fue en efecto. En segundo lugar, se recibió aquí mismo la respuesta; y por otra parte, la otra proposición aislada, firmada por algunos diputados, y aprobada por esta Asamblea, consistía en una protesta por los atentados que sufrió el C. diputado Arriaga. Sobre esto, la contestación del ciudadano Presidente fue que se lamentaba de ello y que inmediatamente sería puesto en libertad el C. Arriaga...

El C. Malpica, interrumpiendo: ¡Una interpelación!

El C. Secretario Soto, continuando: Esto fue lo que hizo el presidente de la Comisión; y, en efecto, el mismo presidente de la Comisión invitó al C. Vadillo para que si tenía algo que decir al ciudadano Presidente de la República, lo hiciera. El C. Vadillo nada dijo allí, pero inmediatamente que salimos del Palacio Nacional dijo a alguno de nosotros: "Todo se hizo, menos cumplir con el encargo de la Asamblea." Entonces le pregunté qué quedaba por comunicarse al señor Presidente, qué cosa no se exigió de lo que la Asamblea nos autorizó a exigir, a lo que contestó: "No... debió haberse dicho esto y aquello." - Señor Vadillo, ahora está usted muy valiente aquí; allí ante el ciudadano Presidente de la República, si algo tenía que decir, ¿por qué no lo hizo cuando se le invitó a ello?" (Aplausos.) En consecuencia, honorable Asamblea, llamo vuestra atención; todos recordaréis cuáles fueron las proposiciones aprobadas por Vuestra Soberanía y cuáles fueron también las respuestas que trajo a vosotros la Comisión. La Asamblea debe estar, pues, satisfecha de que la Comisión no tenía derecho para hacer más, si el C. Vadillo, que tan valiente se mostró fuera, ¿por qué no puedo hacerlo también ante el ciudadano Presidente de la República. (Aplausos.) Es muy fácil, señores, es muy fácil echar la culpa a la Comisión, y por desgracia uno de los mismos miembros que la integraron fue el mismo que firmó una proposición que a la postre fue escandalosa y que allí mismo no pudo sostener sus convicciones.

El C. Presidente: Tiene la palabra para rectificación de hechos el C. Soto Peimbert.

El C. Soto Peimbert: Como conceptúo un deber mío rectificar algunos de los conceptos que vertí en ocasión de que se tratara en esta Cámara el asunto Pallares, no vacilo en hacerlo, por

más que sé de antemano que quizá en el ánimo de muchos busque causas distintas de las que en verdad me animan.

Entre otras de las imputaciones que hacía yo al señor Inspector General de Policía, estaba la ineficacia en el cumplimiento de su deber para esclarecer la verdad de lo acaecido y como los hechos están desmintiéndome, yo honradamente vengo a confesar - y tengo la obligación de hacerlo así -, que retiro las palabras que injustamente vertí en contra de este hecho. Pero como también los hechos han venido a darme la razón en lo que respecta a los atropellos cometidos en la persona de los diputados, esas palabras subsisten; sí quiero hacer también constar que la manifestación organizada por mis compañeros estudiantes no debería haberse efectuado, y aunque no estoy autorizado para decir por qué hago esta aclaración, basta decir a ustedes que entre otras de las personas comisionadas en el asunto para acercarse a los estudiantes con datos fehacientes que no podían revelarse en la forma clara por tratarse de un asunto muy delicado, pero sí en la forma velada que lo hicieron, estaba un hermano mío con quien lamento no hacer cambiado palabra antes, para no haberme tirado la plancha que me tiré desde esta tribuna. Como hombre honrado lo confieso y retiro esos conceptos.

El C. Presidente: Para rectificación de hechos tiene la palabra el C. Espinosa Luis.

El C. Espinosa: Ciudadanos diputados: El ciudadano diputado Saucedo, miembro de la minoría de esta Cámara, siguiendo la costumbre de muchos de sus compañeros que saben pedir respeto para ellos, pero no tenerlo para nosotros los de la mayoría de esta misma Cámara, y que se complace en zaherirnos cada vez que puede, se ha permitido lanzar sobre la mayoría, de la cual tengo el honor de formar parte, un calificativo que, por injusto, soy el primero en levantar la voz para rechazarlo con toda energía. El C. Saucedo ha dicho que los diputados que forman la mayoría de esta Cámara están procurando entronizar una nueva dictadura que se avenga con su condición de eunucos.

Este concepto del señor Saucedo, por venir de él, no sé hasta dónde pueda tener un gesto de arrogancia, ya que el hecho por sí mismo demuestra que no tiene ningún fondo de justicia. No voy a exigir al C. Saucedo que retire esta imputación que muy bien y con todo derecho debe juzgarse como calumniosa para los diputados que forman la mayoría de la Cámara; únicamente quiero hacer una confesión, adelantándome: que nunca he presumido de bravío. Si usted, C. Saucedo, cree que los diputados que forman la mayoría de esta Cámara son menos viriles que los que forman la minoría, yo le pido que cuando usted quiera probar la cantidad de sexo que puede haber entre los ciudadanos que forman la mayoría de esta Cámara.... (Siseos.) usted o cualquiera de sus compañeros tenga la bondad de empezar conmigo.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Siurob.

El C. Saucedo: Pido la palabra para una aclaración. (Voces: ¡No! ¡No!) Tengo derecho, acabo de ser aludido.

El C. Presidente: Si el ciudadano Siurob lo permite.

El C. Siurob: No tengo inconveniente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Saucedo.

El C. Saucedo: Yo no voy a rectificar lo que manifesté, solamente voy a hacer una aclaración; yo no he aludido a la mayoría, dije yo - y consta en los apuntes taquigráficos -, que hay una mayoría, no dije cuál, hay una mayoría aquí que sueña en una nueva dictadura donde ejercer funciones de eunucos, lo dije y lo repito. por lo demás, si el señor se da por aludido, se el señor se juzga eunuco, entonces a él me referí. Yo desprecio sus frases insultantes para mí y yo le advierto que esas palabras se dicen en otro lugar... (Aplausos.) aquí no se vienen a hacer esas poses y yo las rechazo porque no tengo obligación de soportar las insolencias de los granujas. (Aplausos.)

El C. Presidente: La Presidencia se permite manifestar que era su deber hacerle advertir al C. Saucedo que tuviese la bondad de retirar la palabra que dirigió anónimamente a algunos ciudadanos diputados, pero indudablemente que el señor diputado Saucedo ignora lo que es esa palabra y por eso es que la vertió.

El C. Saucedo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Saucedo.

El C. Saucedo: Yo conozco cuál es la verdadera acepción de esa palabra; conscientemente la he vertido y no la he aplicado individualmente a ninguno. Al que le venga el saco, que se lo ponga. Yo nunca acostumbro injuriar a nadie, hablo en términos generales; si se dan por aludidos, será porque tengo razón en mi concepto.

El C. Presidente: La Presidencia muy respetuosamente se permite sostener sus palabras de explicación, y precisamente porque el C. Saucedo no individualizó sus conceptos injuriosos, por eso no le pidió que retirara sus palabras.

El C. Espinosa Luis: Yo me sentí aludido por el cargo...

El C. Siurob: ¡Moción de orden! Yo cedí momentáneamente la palabra al compañero Saucedo; pero yo no consiento que me interrumpan más. Suplico al estimable compañero Espinosa que se digne hacer uso de la palabra después de mí.

El C. Espinosa: Es una alusión personal que contesto en muy pocas palabras.

El C. Presidente: La Presidencia se permite manifestar que cuando se desee hacer uso de la palabra se sirvan los ciudadanos diputados pasar a inscribirse a la Secretaría, conforme lo ordena el Reglamento; en consecuencia, tiene la palabra el C. Siurob.

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Yo no sé si por fortuna o por mala suerte mía no me tocó asistir a la sesión de la Cámara de Diputados en que se verificaron los formidables escándalos a que dio lugar el incidente Pallares. Digo que no sé si por fortuna, porque indudablemente hubiera sido para mí una fortuna, como lo ha sido siempre en mi vida, haber protestado cuando se viola un derecho; pero también quizá hubiera sido una mala suerte, porque yo indudablemente hubiera salido también a ver qué cosa quería la manifestación, porque considero un deber de los representantes del pueblo

que cuando éste en masa, que cuando la juventud estudiantil, que es la flor de la juventud mexicana.... (Voces: ¡Son reaccionarios!)

El C. Ortiz Andrés, interrumpiendo: Para una interpelación al orador, si lo permite.

El C. Siurob: No lo consiento. (Aplausos.)

El C. Ortiz Andrés: El C. Siurob llamó reaccionarios a todos los estudiantes... (Campanilla.)

El C. Siurob, continuando: A eso voy, ciudadano diputado, a eso voy precisamente, a llamar por su nombre, aguárdese usted a que termine.

Decía, conciudadanos, que yo considero un deber, una obligación de un representante del pueblo, que cuando la juventud, cuando la flor de la juventud mexicana, porque es la juventud intelectual, se agolpa a las puertas del santuario donde se elaboran las leyes, los representantes del pueblo tienen obligación de salir a ver qué quieren. (Aplausos.) Y no me refiero al hecho de que se desintegrara toda una Asamblea legisladora, pero me refiero al hecho de que los representantes del Distrito Federal, y especialmente los representantes de este Distrito Electoral, tenían obligación de salir a ver de qué se trataba en esos momentos (aplausos), y lo digo, porque recuerdo muy bien que el año pasado se presentó una gran manifestación de obreros ante las puertas de esta misma honorable Asamblea; los compañeros del Distrito Federal no se encontraban en esos momentos en el salón, pero era tal el escándalo, que precisamente atraído por esa enorme masa de gente, por esos gritos terribles en contra de la misma honorable Asamblea, yo salí precisamente para darme cuenta de qué significaba aquello, ¿por qué si nosotros somos representantes del pueblo no tenemos obligación de saber cuáles son los movimientos populares, no tenemos obligación de ir al fondo, de auscultar, de ir al fondo del alma popular y sacar de ahí esos anhelos supremos, que son los que van a servir para elaborar las leyes? ¿Por qué somos entonces representantes del pueblo? ¿Que objeto tiene que nos llamemos representantes del pueblo?

Pues bien, como digo, hubiera sido una mala suerte para mí, porque yo hubiera salido también a ver qué quería la juventud estudiantil, por espíritu de grupo, porque yo también fui estudiante y por ese simple hecho yo hubiera salido a ver qué querían los compañeros, qué anhelo los hacía venir a las puertas de este recinto para clamar y dirigirse a la Representación Nacional. Pero ahora os voy a decir cuál ha sido el alma de todo este movimiento, en qué consiste la génesis de este escándalo, porque esa será la manera de exitar otro escándalo semejante, porque ese será el modo de hacer comprender a los representantes del pueblo el carácter reaccionario que está tomando aquí la mayoría. (Aplausos.)

Esta alteración en las labores legislativas, este paréntesis de escándalo en medio de un ambiente de serenidad que debe haber dentro de la Cámara Popular, no se debe a otra cosa, sino a una vasta intriga del mismo elemento reaccionario de la capital de la República. Comenzó el asunto por el C. licenciado Pallares; este señor censuraba al Ejército, con razón y sin razón, porque nuestro Ejército, no precisamente nuestro Ejército, sino su organización, la manera como está organizado el mando de nuestro Ejército, como se encuentra en la actualidad, lo hace muy digno de censura; y sin razón, porque los hechos imputados a sus miembros, los escándalos en las calles, los atropellos cometidos individualmente por militares, no deben achacarse a toda la institución social. Con razón, y voy a decir por qué: procurad desprenderos de la patriotería vulgar: procurad arrancar del fondo de vuestro corazón ese espíritu que nos hace ver que sólo lo que tenemos es bueno; pensad en un ejército que no sea el mexicano; pensad en cualquier ejército del mundo y figuraos un ejército de cualquiera nación que no tiene Ministro de la Guerra; que no tiene estado Mayor, es decir, que no tiene cerebro, porque el cerebro del ejército es el Estado Mayor; que no tiene verdadera organización; que no tiene verdaderos aprovisionamientos; que no tiene verdadera disciplina ni sistema de reclutamiento; que no tiene tampoco paga efectiva, ¿y qué queda de ese ejército? ¿Para qué sirve el Ministro de la Guerra? Sirve precisamente para decidir por medio del factor "voluntad" sobre las resoluciones de ese cerebro que se llama Estado Mayor; el Ministro de la Guerra sirve para la parte administrativa del Ejército; sirve para los cambios de personal en las fuerzas; el Ministro de la Guerra sirve también para poner en contacto al Ejército institución con el Ejecutivo, suprema personalidad de la República. ¡Y falta, señores, a nuestro Ejército, el Ministerio de la Guerra; falta desde hace muchos meses, precisamente en los momentos en que el Ejército necesitaba con mayor razón que hubiera un Ministro de la Guerra. (Aplausos.)

Y no existe Estado Mayor, ¿y sabéis lo que es el Estado Mayor, los que no sois militares? Porque los que sois militares ya sabéis que el Estado Mayor es el cerebro del Ejército. Si hubiera Estado Mayor se hubieran lanzado ya iniciativas dentro de ese Estado Mayor, para la última y verdadera organización del Ejército, para el aprovisionamiento de ese mismo Ejército, para el sistema de reclutamiento, para la campaña en los Estados que está en manos muchas veces de jefes analfabetos, que no saben cómo hacer la campaña; ya se hubieran lanzado iniciativas para que los haberes llegaran íntegros a manos de los soldados y no se pagara a los soldados, como se les está pagando en Chihuahua, con azúcar. (Aplausos.)

Y vamos adelante, conciudadanos, eso es lo que hay en el Ejército; se deben reprimir los motines, pero se deben escuchar las murmuraciones, porque las murmuraciones llevan una gran parte de la verdad y ese era el caso. El licenciado Pallares censuraba mala y buenamente al Ejército, pero el licenciado Pallares era un elemento reaccionario y más censuró malamente al Ejército que bien, es decir, más era lo que obraba en contra de la Revolución al censurar al Ejército, que lo que obraba en favor de la Revolución al censurar a ese mismo Ejército. Resultó que vino el primer atropello - digo el primero en la persona del señor Pallares, que los atropellos a la prensa ya son cosa de todos los días entre nosotros -; entre nosotros los atropellos a la prensa son cosa que está a la orden del día, es decir, esa es la orden del día de nuestro Gobierno. De manera es, conciudadanos, que vosotros recordaréis la muerte de Barrera Peniche. ¡Quién era Barrera Peniche? Podría ser un individuo

obcecado, un individuo analfabeto o casi analfabeto, como quieran ustedes, un individuo que no tenía moral, lo que se quiera; pero todo eso no significa nada, lo que significa es que era periodista independiente. Cuando Hugo se dirigió a Juárez para pedirle la vida de Maximiliano, al hablarle de la personalidad del emperador, le decía: "Maximiliano es un emperador, Maximiliano es un déspota, Maximiliano es un tirano, Maximiliano es un individuo que no tiene tacto político, un individuo que llevó la tiranía, que engaño al pueblo mexicano, todo eso no vale nada en Maximiliano; pero Maximiliano es un hombre y eso es lo que vale en Maximiliano." Eso digo yo de Peniche y también de Pallares, aunque Pallares no significa más que un elemento de obstrucción insignificante en el camino y en la marcha ya estacionaria de la Revolución Constitucionalista; sin embargo, el licenciado Pallares era un elemento que en alguna forma ayudaba a esa misma Revolución. No basta a nuestro Gobierno que la prensa de gran circulación esté controlada en lo absoluto por él, puesto que hay una censura para la prensa, más grande que en la época de Huerta..... (Voces: ¡No es cierto!) ¡Es la verdad! A los que pretenden negarlo les diré que diariamente se da la orden a los periódicos de lo que se debe publicar y de lo que no se debe publicar, y aun se ha puesto a determinados testaferros para que no se publique más que lo que el Gobierno quiere. Si hay una prensa diaria de gran circulación que está en manos del Gobierno, ¿por qué querer matar hasta la última partícula de oposición? Encáusele, hágansele comprender por medio de la ley en qué casos está equivocada y cuando yerre allí están las columnas de toda la prensa gobiernista; "la prensa se combate con la prensa" y, por lo tanto, toda esa prensa diaria debe hacer ver a la prensa malsana en qué está el mal; pero que no vaya un jefe militar y a fuetazos cruce la cara de un periodista hasta dejarlo exánime. Yo he censurado siempre la conducta del general Mérigo para con el licenciado Pallares; la encontraría explicable en un individuo que a diario ve que se censura la institución a que pertenece y no hay quien la defienda.

Pero vamos todavía adelante; no quiero distraerme de mi principal objetivo; decía que la intriga reaccionaria comenzó por hacer víctima al licenciado Pallares; en efecto, lo fue; pero más que víctima el licenciado Pallares de sus convicciones políticas, fue víctima de sus propios errores. El licenciado Pallares, a haber sido hombre, después de haber sentido los fuetazos, hubiera ido a la casa del general Mérigo y, como caballero, lo hubiera desafiado; pero no se trataba de eso: en la Universidad Nacional, donde se esfuerzan en forma un nido de mochuelos, comenzó el profesorado, aquel profesorado enfático, aquel profesorado aristócrata, aquel profesorado amigo de todo lo que significa reacción, comenzó a soplar al oído de lo juventud, a decirle:

"Debes defender a tú maestro; debes ir a exigir, a exigir que se vindique a tú maestro", y arrojo a las masas estudiantiles contra el Gobierno. (Aplausos en las galerías.) El foco de la reacción venía de la Universidad Nacional, los estudiantes no hicieron otra cosa que obedecer a los genuinos, a los sublimes, a los grandes impulsos de su generosidad y también de su deber. Ellos iban a defender a su maestro, porque iban impulsados por la Universidad Nacional, allí estaba el foco de la reacción que los mandaba en contra del Gobierno a suscitar un gran escándalo para hacer comprender a la República que el Gobierno estaba cometiendo los más grandes atropellos. (Aplausos.) Y luego, todavía para colmo de cosas, esta honorable mayoría de la Cámara, de una manera absolutamente inconsciente, se puso a darle el lado al elemento reaccionario..... (Voces: ¡Toda la Cámara! ¡Morales Hesse, Vadillo!) Vadillo firmó una proposición para que se protestara contra los atropellos de los periodistas, pero no firmó ninguna proposición para que se fuera a buscar a la esposa del licenciado Pallares. (Aplausos en las galerías.) Vadillo firmó una proposición precisamente en favor de la prensa libre, es decir, para que se buscara el modo de que cesaran los atropellos en contra de los periodistas. Debo advertir que no es un solo periodista, sino muchos periodistas, no sólo

"Redención", sino el periódico del "A B C", otros periódicos han sufrido también atropellos y a uno de los periodistas que publicó una caricatura en "Redención" hace pocos días, se le hizo comer la caricatura, el papel, con la pistola en la mano. (Siseos.)

El C. Rodríguez Herminio, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Siurob, continuando: No la concedo. De manera es, conciudadanos, que esta honorable Cámara hizo lo que nunca hizo el "P. L. C.", el tan desprestigiado, el tan odiado, el tan vilipendiado, nunca se puso de acuerdo con la reacción para combatir al Gobierno con un escándalo social que repercutirá en toda la República. (Aplausos.) Tocaba esa gloria a la honorable mayoría gobiernista, ellos debían ser los protagonistas, pero conste que yo le concedo la razón en una sola parte, en parte de protesta en favor de la prensa libre. (Voces: ¡Ah!)

Si ellos se hubieran concretado a ese hecho, la protesta hubiera revestido toda la solemnidad que revisten siempre las protestas del derecho, todo el carácter augusto y sublime que revisten siempre las reivindicaciones sociales cuando se hacen por quienes tienen derecho de hacerlas; pero no, allí se tocó el punto personal del licenciado Pallares y ni siquiera se recordó por todos ustedes, asiduos lectores de "El Quijote", el juicio de Sancho a propósito de aquella mujer que se quejaba de haber sido violada y haber sido vilipendiada; cosa es ésta que todos vosotros recordaréis y por eso no me permitiré repetir este hermoso pasaje de Cervantes..... (Voces: ¡Digalo!) No lo voy a repetir, porque no trato de entretener la atención de esta Asamblea, sino sembrar ideas y formar el ambiente justo que debe haber para que esta Cámara vuelva sobre sus pasos y se convierta en verdadera Cámara dentro del criterio de la Revolución.

Hay que convenir en que esos atropellos que se verificaron por la policía en las puertas de esta Cámara, se deben a la poca respetabilidad que ella tiene fuera de esta Asamblea, porque hasta la fecha no ha sabido hacerse respetar en la persona de sus miembros, ni ha sabido hacer ninguna cosa favorable para la Nación. (Aplausos.) ¡Cuántos meses

van ya de nuestras labores y todavía no es posible siquiera concluir la discusión de credenciales! (Voces: ¡Dos meses! ¿Cuántos dictámenes de ley tenemos ya? Y conste que no tenemos que concebir ninguno, sino despachar nada más los de la Cámara pasada, modificándolos conforme a vuestro criterio; ¡y ni esa labor de retoque, de crianza, de amamantamiento de aquellos proyectos que inició la pasada Legislatura, hemos sido capaces de hacer hasta la fecha! ¿Qué hacen las Comisiones? Tres veces se las ha excitado para que presenten dictámenes y no lo han hecho sobre ningún asunto que han tenido a examen.

¿Cómo se quiere, conciudadanos que en este caso la Asamblea Popular tenga toda la respetabilidad, si comienza por no hacer respetar ni a sus propios miembros? Se ha visto el caso en que la Comisión fue recibida de pie en la Universidad Nacional, acabáis de ver el caso en que insulta a la Representación Nacional hasta en los anuncios que se reparten al público y todo el mundo, desde el ciudadano Ministro, ese que se entiende con los pagos de los empleados, hasta el último comerciante de "El Sombrero Colorado", todos no se ocupan de otra cosa sino de pintar a la honorable Cámara como a un grupo de individuos estomacales que no vienen aquí más que a comer el pan del pueblo (aplausos en las galerías), sin hacer ninguna cosa en su favor. (Aplausos. Voces: ¡Estamos perdiendo el tiempo!) Cree usted que se pierde el tiempo, ciudadano, y siendo usted uno de los miembros de las Comisiones no ha presentado ninguno de los dictámenes que se tienen en cartera. (Aplausos.) Lo primero que debería hacer para ganar tiempo, es presentar los dictámenes que tiene obligación y que debía haber ya presentado.

El C. Ortiz Andrés: ¿Me permite contestarle?

El C. Siurob: No lo concedo.

El C. Ortiz Andrés: Como usted no viene a la Cámara nunca..... (Campanilla.)

El C. Siurob, continuando: Hay hechos claros, hay hechos patentes que demuestran también que en este caso tuvieron culpa las autoridades, desde el momento en que prohibieron la manifestación. Este fue un hecho que no debió haberse cometido; los estudiantes, para sacar la manifestación, tuvieron que pedir amparo y hasta después del amparo fue cuando se les concedió permiso para sacar la manifestación, es decir, cuando ya no era precisamente un permiso, sino cuando ya estaban amparados, precisamente por el fallo de un Juez. Pero lo que pasa siempre, conciudadanos, la libertad cuando no brota espontánea, cuando no se le permite crecer y desarrollarse, reviste esas formas morbosas, esa formas exóticas, esas formas hasta cierto punto vergonzosas, que consisten en que se acallen esas mismas manifestaciones de la libertad, a duchamos de agua fría y a palos, aun a los mismos representantes del pueblo, como se hizo anteayer frente a la Cámara Popular. Si la libertad fuera encauzada correctamente, si se permitiera que germinara esa planta hasta hoy tan pálida, tan exigua en nuestro suelo patrio, de otra manera sería, ni los periodistas serían demasiado agresivos, ni se exaltarían demasiado al calificar los actos del Gobierno, porque otros se encargarían de hacer esa misma labor, ni tampoco vendrían estas manifestaciones que, como digo, son germen morboso en medio de nuestras nacientes libertades.

Termino levantando mi humilde voz en esta tribuna popular para encarecer una vez al ciudadano Presidente de esta Cámara y a las honorables Comisiones, que cuanto antes se dignen presentar alguna de los asuntos que tienen en cartera y en los cuales la Nación tiene un altísimo interés; que se considere lo pasado o como un intriga reaccionaria en que se envolvió al Poder Legislativo para lanzarlo en contra del Ejecutivo; pero que en el fondo de esta intriga se vea un ambiente de justicia, la justicia que consiste en que la prensa libre no debe seguir sufriendo atropellos.... (Una voz: ¿Y la prensa libertina?) La prensa libertina se debe castigar con la ley y con la prensa misma. El día que un periodista se vea censurado por todos los demás periódicos y que se presente en su contra una acusación por el Procurador General de la República, que para eso le paga el Erario, ese día la prensa libertina dejará de cometer atropellos.

Termino con una excitativa a la propia justicia federal, que ya fue excitada por el Ejecutivo, que lo sea también por uno de los representantes del Poder Legislativo; y espero que tendré la aprobación de esta Asamblea, fijándose bien en que este delito se castigue con todo rigor, para que no por la dádiva de diez pesos al Secretario de Juzgado o de cincuenta pesos al Juez, salga en libertad un hombre que ha calumniado infamemente y que ha vertido los peores insultos hasta a las personas más respetables de la República. Este yo creo que es el camino recto de la Revolución, porque es el camino de la nueva justicia, porque es el camino de la nueva ley, porque es el camino del futuro derecho, porque es el camino de la consolidación interior y del resurgimiento nacional, y porque es la única vía por la cual podemos llegar al objetivo por el que se sacrificaron de tres a cuatrocientos mil hombres.

Ahora, os suplico que entréis dentro de vosotros mismos, que meditéis un poco en las humildes palabras de quien no siendo orador, no es más que hombre sincero que viene a deciros la verdad, y penetrados de todo lo que acabo de exponer aquí, independiente absolutamente de criterio de partido, independiente absolutamente de toda idea mezquina que signifique oposición gratuita, oposición a outrance para un Gobierno que yo mismo he contribuido a elevar y que sostendré hasta lo último, en caso de que así sean las necesidades nacionales; que no se tome mi palabra sino como la sincera y honrada de uno de vuestros más humildes compañeros, que no tiene otro ideal, que no tiene otro objeto y otra gloria, que el haber sufrido por la Revolución, es decir, por las libertades del pueblo. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa Luis.

El C. Espinosa Luis: He pedido la palabra.... (Voces: ¡Tribuna, tribuna!) No ocuparé nunca la tribuna para alusiones personales.... (Voces: ¡Tribuna!) Entiendo que la tribuna debe ser ocupada para tratar asuntos de verdadera importancia, pero nunca para contestar alusiones personales, y como yo había pedido la palabra precisamente para contestar alusiones personales, he querido hacerlo desde mi asiento; pero aprovechando la oportunidad también haré la rectificación de un hecho asentado

por el estimable compañero diputado Siurob, quien, como yo, no estuvo en la sesión en que se trató aquí el asunto Pallares, porque él y yo estábamos en las antesalas presidenciales. (Siseos.) Ha venido a esta tribuna con toda la inteligencia, con toda la actividad, con toda la sutileza que nosotros le hemos reconocido como adversario franco, abierto, para querer hacer caer sobre la mayoría de esta Cámara el escándalo de esta tarde, y como ese hecho es injusto, según versión recogida en derechas e izquierdas, yo, en defensa del grupo a que pertenezco, hago la rectificación de que en ese escándalo, no solamente tomaron parte los de las derechas, sino también los de las izquierdas, con igual entusiasmo y con igual decisión. Así pues, por equidad y por justicia, con toda corrección y con toda decencia, le hago esta rectificación al estimable compañero Siurob, y le quito una mancha que injustamente quiere echársele al partido a que pertenezco. Esto en cuanto a la rectificación; en cuanto a la alusión personal del C. diputado Saucedo, sólo quiero asentar que como él rectificó que se había referido a una mayoría, pero no precisamente a la mayoría a la que yo pertenezco, no me viene el saco; pero como antes de que hiciera esta aclaración, creía que se había referido a esa mayoría, salí en defensa de ella. Hecha esta aclaración, no tengo más que agregar que la palabra de granuja que se deslizó de los labios del mismo compañero, como tampoco me corresponde y no la vertió de una manera directa a mí, no la recojo... (Voces: ¡Si! sí!) pero como oigo que dicen que sí - pude haber interpretado mal, aunque me pareció que no iba dirigida a mi - (por aquello de las dudas, solamente haré presente que por el respeto que me merece esta Asamblea no lanzaré ningún cargo semejante contra el C. Saucedo, aunque bien pudiera hacerlo, parodiando al diputado Vadillo, que en cierta ocasión le llamó ratero.

Como antes dije, no le haré ningún cargo de esa naturaleza debido al respeto que se merece esta honorable Asamblea; mas sí quiero hacer presente que todo cuanto aquí digo y que como lo expresé antes, aquí no es lugar de soltar bravatas y sí conceptos altos, todo cuanto se ha vertido por mí dentro de esta Cámara, sabré sostenerlo y hacerle los honores que correspondan a mi sexo, allá fuera. (Aplausos.)

El C. Presidente: No habiendo asuntos en cartera, por ese motivo la Presidencia ha sido tan liberal concediendo la palabra a los señores diputados que la han solicitado. Ahora el C. Avellaneda ha presentado una proposición, a la que se va a dar lectura, y conforme al Reglamento, quedará de primera lectura.

El C. Saucedo: Pido la palabra... Ruego que se me conceda la palabra... Tengo derecho... Voy a ser muy breve... (Voces: ¡Allá, afuera!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Saucedo.

El C. Saucedo: Voy a ser muy breve. No voy a contestar las intemperancias del ciudadano Espinosa. (Voces: ¡Ah!) Únicamente le voy a hacer presente que no porque él cuente entre sus hazañas el haber desorejado cincuenta indios chamulas en el Estado de Chiapas, me va a amedrentar. El calificativo de ratero que me dio el señor Vadillo, él bien sabe en qué sentido me lo dio y bien sabe el asenso que le prestó esta honorable Asamblea y la ninguna justificación con que la vertió.

Además, voy a hacer una aclaración al compañero Rodríguez Herminio, quien dice que no sabe qué antecedentes revolucionarios tengo: yo no quiero hacer mi biografía, ni mucho menos; únicamente cuando se discutió mi credencial dije yo quien era y qué había hecho: en el "Diario de los Debates" figura; si quiere saberlo, allí se puede informar y sólo le manifiesto que yo no me amparo por el fuero para venir a verte frases, pues desde 1908, en plena dictadura porfiriana, yo arrojaba valiente la censura.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"H. Asamblea:

"El subscrito, miembro de esta XXVIII Legislatura, se permite proponer el siguiente acuerdo: "Único. Consígnense los hechos acaecidos el 15 de los corrientes a la autoridad competente y exíjanse responsabilidades." "Salón de Sesiones. -México, octubre 17 de 1918. - Juan de Dios Avellaneda.

"Se pide dispensa de trámites."

En votación económica se pregunta a la Asamblea si dispensa los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión.

El C. Angeles Carlos: Para una moción de orden. No hay quórum.

- El mismo C. Secretario: En virtud de que el C. diputado Angeles ha reclamado el quórum, se va a proceder a pasar lista.

(Se pasó lista.)

El C. Secretario Lorandi: Pasaron lista 113 ciudadanos diputados; ¡no hay quórum!

El C. Presidente, a las 8.05 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a la hora reglamentaria.