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LECTURAS CONFINADAS

‘Primera persona del singular’, de Haruki Murakami • Karla Trejoluna

Karla Trejoluna

Karla Trejoluna - Primera persona del singular, Hakuri Murakami
Karla Trejoluna - Primera persona del singular, Hakuri Murakami
‘Primera persona del singular’, de Haruki Murakami • Karla Trejoluna


La reseña literaria de este fin de semana es de “Primera persona del singular”, el más reciente libro del destacado escritor japonés Haruki Murakami (Kioto, 1949), un autor a cuya obra me he acercado de a poco y muy probablemente en sentido contrario (de él he leído únicamente “Música, solo música”, uno de mis libros favoritos del 2021).

Publicado apenas en septiembre de este año bajo el sello de Tusquets (colección Andanzas), este texto representa para mí los primeros pasos en el universo de Murakami, uno de colores intensos, marcado por el realismo mágico y sobre todo muy musical; “Primera persona del singular” presenta ocho relatos cortos -excelentemente traducidos del japonés por Juan Francisco González Sánchez- donde la memoria, la soledad y en sí, el paso del tiempo, son los hilos conductores: Resulta enigmático que envejezcamos en lo que dura un parpadeo, que todo parezca tan breve y que no haya marcha atrás, que cada momento sea un paso más hacia la decadencia, la ruina o la extinción…

Encuentros de una noche, un mono que habla, sueños que parecen realidad, música de The Beatles, de Schumann, la pasión por el béisbol, por los libros y su lectura, son los temas que aparecen en las 279 páginas del libro y con los que uno no puede evitar pensar: ¿Quién es esa primera persona que nos narra? ¿Es el escritor? ¿Somos nosotros frente a un espejo? ¿Somos los lectores los que, en el repaso de estas historias tan divertidas y a la vez tan extrañas, recordamos que así es vivir?

“Primera persona del singular” me pareció un libro muy creativo, uno donde las líneas de la realidad y la ficción se funden, una obra que encierra en su aparente sencillez una enorme capacidad del autor para conectar con sus lectores así que, sin duda, el próximo año definitivamente leeré ya una de sus novelas.

Por cierto, la portada de este libro -que adquirí en su versión de pasta dura- es una belleza, ilustrada por David de las Heras.

[Ir a la portada de Tachas 442]