Nueva estrategia del Gobierno: España deja de rescatar personas en aguas marroquíes
La ruta que cruza el Estrecho y el mar de Alborán hacia España es una de las más transitadas por los inmigrantes que buscan llegar a Europa huyendo de las guerras, la pobreza y/o la hambruna. Solo el año anterior, en 2018, según los datos oficiales, 50.000 personas fueron rescatadas en esa zona del Mediterráneo. Una cifra que puede cambiar, y mucho, debido a la nueva política de rescates del Ejecutivo español. El Gobierno ha decidido dejar los rescates en las aguas marroquíes y se centrará solo en la zona española y en la común.
Hasta ahora, las embarcaciones españolas, que gozan de una gran fama en temas de salvamento en el mar, cumplían una labor esencial en asuntos de auxilio y rescate de personas en las aguas del Mediterráneo. Muchos de los rescates de inmigrantes, alrededor de un tercio del total, se producían en la zona marroquí. Con la nueva ordenanza del Gobierno de Sánchez, Salvamento Marítimo solo actuará en las aguas del país vecino si este le pide ayuda. Según informan desde el diario El País, Marruecos solía hacer caso omiso de los avisos que lanzaban las autoridades españolas cuando avistaban alguna patera o embarcación en peligro, por lo que, finalmente, las patrullas de Salvamento Marítimo españolas acudían en su rescate para intentar evitar tragedias.
Ahora, según informan desde el Ejecutivo, la Marina Real Marroquí colabora más y ha asumido las tareas de auxilio y rescate en sus aguas. De hecho, las estadísticas del Ejecutivo marroquí cifran en 8.000 los rescates que han llevado a cabo en sus aguas de enero a junio. Este cambio explicaría, en parte, la bajada del 30% de llegadas a las costas españolas en lo que va de año en comparación al periodo del ejercicio anterior. Sin embargo, la noticia no ha gustado a todos los sectores, especialmente a las ONG y los trabajadores de Salvamento Marítimo.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) califica la medida de Sánchez de “dejación irresponsable” en referencia al deber de asistencia a las personas. Además, aseguran que esto acentuará las muertes en la frontera sur, pues con esta nueva medida, ya no se realizan batidas ni rastreos por el estrecho de Gibraltar, solo pueden acudir una vez se han detectado las embarcaciones. Otro hándicap, que explica Manuel Capa (miembro de la CGT) en la publicación El pueblo de Ceuta, es el poco seguimiento que se realiza de las embarcaciones. Subraya que “España informa al país socio de la existencia de una patera en sus aguas” con la esperanza de que Marruecos actúe, pero si no es así “nadie sabe que lo han hecho”, señala.
Aunque desde el Gobierno enfatizan la mayor implicación de Marruecos en labores de salvamento y una mejor comunicación entre ambos países, tragedias como las ocurridas el pasado junio, cuando fallecieron 22 inmigrantes en el mar de Alborán, pese a que se conocía su posición, ponen en duda el compromiso del país vecino.
