Toda dictadura tiene su momento Chernóbil; aquél en el que la falta de libertad y el miedo se combinan para amplificar una catástrofe técnica natural dejando en evidencia la verdadera naturaleza del régimen. El coronavirus es el momento Chernóbil de China. Lo hemos visto no solo en la tardanza de las autoridades de Wuhan en reaccionar al principio de la crisis, sino en la persecución de los médicos que dieron la alerta sobre el brote, acusados de difundir rumores falsos y sancionados por las a
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