Soldados del "caso WikiLeaks" piden perdón a Irak

  • Redacción
  • BBC Mundo
Imagen del video del ataque filtrado por WikiLeaks
Pie de foto, El incidente tuvo lugar en 2007 en Bagdad y dejó 12 personas muertas.

Dos soldados de Estados Unidos implicados en un polémico video filtrado a través del sitio WikiLeaks, donde se muestra el ataque de helicópteros Apache estadounidenses contra un grupo de personas en Irak, pidieron perdón al pueblo iraquí en una carta abierta.

A principios de mes, el sitio web WikiLeaks dio a conocer la filmación donde periodistas -dos empleados de la agencia Reuters- y civiles fueron atacados por error por fuerzas estadounidenses.

El incidente tuvo lugar en 2007 en la capital iraquí, Bagdad, y dejó un saldo de 12 personas muertas.

En la cinta, de 38 minutos, se puede escuchar cómo la tripulación del helicóptero militar celebra tras disparar y matar a supuestos insurgentes iraquíes, a quienes se refieren con palabras obscenas.

Pero en la filmación también se ve cómo soldados de EE.UU. en el terreno intentan ayudar a los heridos. Dos de ellos, Ethan McCord y Josh Stieber, escribieron una carta.

"Aprender de los errores"

"Los dos somos soldados que ocuparon su vecindario durante 14 meses. Ethan McCord sacó a su hija y su hijo de la camioneta, y al hacerlo, vio las caras de sus propios hijos en casa. Josh Stieber estaba en la misma división, pero no estaba allí ese día, aunque contribuyó (...) con el dolor de su comunidad en muchas otras ocasiones.

"No hay forma de traer de vuelta todo lo perdido. Lo que buscamos es aprender de nuestros errores y hacer todo lo posible para decirle a los demás de nuestras experiencias y cómo el pueblo de Estados Unidos tiene que darse cuenta qué hemos hecho y qué estamos haciendo a usted y al pueblo de su país. Humildemente preguntamos qué podemos hacer para comenzar a reparar el daño que causamos.

"Sabemos que lo que aparece en el video son cosas del día a día en esta guerra: es la naturaleza de cómo las guerras lideradas por EE.UU. se llevan a cabo en esta región".

McCord, en conversación con la BBC, aseguró que "estaban llevando una misión en el barrio" y "que no sabían lo que sucedía en el momento". "No escuchamos la conversación entre los Apaches y el sargento. Escuchamos a los Apaches abriendo fuego".

Nooraddin Hussein, padre de Nameer Nooraddin Hussein, fotógrafo de Reuters que murió en el ataque
Pie de foto, Nooraddin Hussein es el padre de Nameer Nooraddin Hussein, fotógrafo de Reuters que murió en el ataque.

"Y cuando llegamos al lugar lo que vi era un grupo de hombres que habían recibido disparos, era muy muy... No parecía real. Nunca había visto seres humanos en ese tipo de matanza antes", agregó.

McCord contó que inmediatamente tras el incidente escuchó el llanto de un niño. Se acercó a una camioneta y se encontró con una niña de unos 3 o 4 años: "Tenía una herida en el vientre, vidrio en los ojos y en el pelo. A su lado había un niño de unos 7 u 8 años (...) Pensé que estaba muerto al igual que su padre".

Tras el ataque los niños perdieron su hogar, señaló el soldado, quien ahora busca junto a Stieber establecer un fondo de ayuda para los niños.

"No fuimos los soldados que disparamos. Pero fuimos los soldados que llegamos a la escena y vimos la matanza", aclaró.

"Ataque innecesario"

Consultado sobre si pensaba que los soldados de los Apache habían hecho lo correcto, McCord dijo que creía que el primer ataque había sido "de acuerdo a las reglas de enfrentamiento".

"El segundo ataque contra la camioneta fue definitivamente innecesario. No había nadie allí con armas".

McCord aseguró que cuando fue a Irak pensó que iba allí para ayudar a la gente del país. "Obviamente estaba viviendo en un mundo de cuento de hadas. Y al estar allí durante un par de semanas me di cuenta rápidamente lo equivocado que estaba".

Por su parte, el soldado Stieber cuestionó las tácticas utilizadas en el conflicto.

"Una de las políticas era que si explotaba una bomba en un camino, teníamos derecho a abrir fuego contra cualquier persona en el área. En un caso recuerdo que una bomba explotó, nuestro camión dio marcha atrás y levantó mucho polvo. Otras personas empezaron a disparar. Yo era tirador en ese momento y les dije a mis superiores que lo último que había visto eran niños corriendo".

Pese a que el Pentágono no ha cuestionado la autenticidad del video, ha dicho que no podía realizar una verificación "completa" hasta que las cintas originales hubieran sido localizadas.

Una investigación concluyó que a pesar de que la identificación fue errónea, se siguieron de manera correcta los procedimientos.