EDUCACIÓN

El San Martín de Porres deja su espacio para el nuevo centro de Atades en la capital aragonesa

Ayer comenzó el derribo y en un mes empezará la construcción del nuevo colegio.

Atades comenzó ayer las obras para la construcción del nuevo colegio de educación especial San Martín de Porres, situado en la calle de Octavio de Toledo. Como en todos los trabajos en los que se pretende levantar un nuevo edificio en la misma ubicación que el viejo, lo primero es derrumbar la estructura existente. A esta labor se prestaron a primera hora de la mañana los operarios de la empresa Mariano López Navarro que con una retroexcavadora empezaron a tirar el antiguo centro. La zona elegida para iniciar las labores tenía su carga simbólica, ya que se empezó por la zona de la pared donde el artista Jesús Ruberte pintó un grafiti efímero para despedirse del colegio ayer derruido. Este era el comienzo de la obra exterior porque durante los últimos días, ya se habían realizado labores previas en el interior como la eliminación de estructuras, desmontaje de marcos de ventanas y puertas, así como de aquellos elementos interiores de aulas, gimnasio, cocina, comedor y baños.

De esta manera, durante el próximo mes, se practicará la demolición definitiva. "Hoy iniciamos los procesos de demolición empezando por la fachada y así podremos conocer bien la estructura", señaló Francisco Javier Royo, jefe de obra de la constructora encargada del trabajo. Terminado el derrumbe, se iniciarán las labores de construcción, que Royo estimó que se alargarían alrededor de 12-13 meses. Una vez terminado, el futuro colegio prestará servicio a más de 150 alumnos con discapacidad intelectual. Estos serán los 113 que daban clase en el antiguo edificio, más los que están en San Antonio, el otro centro de educación especial de Atades.

El nuevo colegio contará con una inversión de 7, 5 millones de euros, que asume Atades con la colaboración de empresas y donantes particulares que durante los últimos años se han integrado en el proyecto. El centro que se construirá contará con los más avanzados recursos educativos y equipamientos. Además, el espacio se triplica, pasando de los 1.598 metros cuadrados del antiguo emplazamiento a los 5.449 que tendrá el nuevo. "Es otra dimensión totalmente distinta, con un espacio adaptado al medioambiente y, como es lógico, con plena accesibilidad", señaló el jefe de obra .

Entre las instalaciones proyectadas, se incluye una piscina cubierta climatizada y un espacio especial con diez plazas para residencia, en la que vivirán menores con discapacidad intelectual que, por diversos motivos, no puedan convivir en su entorno familiar. Todo ello con la intención de construir "el mejor colegio de educación especial de Aragón y uno de los mejores de España", como señaló el presidente de Atades, Jesús Soto, en el acto de despedida del antiguo centro de enseñanza.

Mientras las obras se prolongan, los actuales alumnos del San Martín de Porres no se quedarán sin un espacio educativo en el que formarse, ya que se trasladarán al centro de San Antonio a la espera de que para el curso 2020-2021 puedan estrenar el nuevo edificio.

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