SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.49 suppl.1Online linguistic resources: Contexts, practices and challengesProcedural meaning and Spanish discourse particles: An experimental approach author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista signos

On-line version ISSN 0718-0934

Rev. signos vol.49  supl.1 Valparaíso Oct. 2016

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-09342016000400003 

ARTICULOS

La formación de investigadores en el área de humanidades: Los retos de la construcción de la voz autoral en la escritura de la tesis de doctorado

 

The training of researchers in the area of Humanities: The challenges of the construction of the voice as author in the writing of the doctoral thesis

 

María Cristina Castro Azuara
Universidad Autónoma de Tlaxcala
México
mariacristina.castro@uatx.mx

Martín Sánchez Camargo
Universidad de las Américas Puebla
México
martin.sanchez@udlap.mx


RESUMEN

En este artículo, nos aproximamos a la construcción de la voz autoral en las tesis de doctorado en una disciplina humanística: la filosofía. Nuestro propósito es mostrar, a partir de un estudio exploratorio centrado en la identificación de marcas de primera persona y atribución, la forma como los doctorandos construyen una identidad como escritores/investigadores de acuerdo con las exigencias del género en esta área de formación. Los resultados muestran que los tesistas tienen una marcada orientación a construirse una imagen de especialistas que dominan el contenido disciplinar; sin embargo, son escasos los momentos en los que se asume un rol de autor-investigador que manifiesta un compromiso con la tarea indagatoria. Este hecho nos lleva a abrir la reflexión sobre el tema de la formación de investigadores en el área de las humanidades, y la necesidad de proponer planes de intervención en el marco de la alfabetización académica y científica que permitan a los egresados de estos programas convertirse en autores que eleven la visibilidad del área en el contexto académico local e internacional.

Palabras Clave: Voz, autoría, tesis, escritura en el posgrado, formación de investigadores.


ABSTRACT

In this article we approach the construction of authorial voice in doctorate theses of a humanistic discipline: philosophy. Our purpose is to illustrate, based on an exploratory study focused on the identification of marks of the first person and attribution, the way in which doctorate candidates construct an identity as writers/researchers according to the requirements of the discourse genre in this area. The results show that dissertation writers have a strong tendency to construct their identity as specialists who master the disciplinary content; however, the times, when they incorporate the role of author-researchers, are rare. This fact leads us to open discussion as regards the training of researchers in the area of Humanities, and the need to propose intervention plans concerning academic and scientific literacy, which allow graduates of these programs to become writers who raise the  visibility of the field in local and international academic contexts.

Key Words: Authorial voice, authorship, theses, writing at postgraduate level, formation of researchers.


 

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, ha sido notable el creciente interés por estudiar el tema de la formación de investigadores en el contexto latinoamericano. En la mayoría de los estudios, la atención se ha centrado en la descripción de este proceso formativo para hacer visibles las trayectorias que transitan los investigadores en formación en los distintos contextos disciplinares. Por ejemplo, destacan los trabajos orientados a describir los procesos de reclutamiento en los posgrados y centros de investigación, y la movilidad científica (Tovar, 2005; Vessuri, 2007; Aguilar, Magaña & Guzmán, 2013); también existe un amplio trabajo sobre los enfoques de intercambio y distribución de recompensas entre los científicos y la conformación y gestión de autoridad en el medio académico y científico (Rodríguez, Bertone & García, 2009; Moreno, 2011; Gómez, Jiménez & Morales, 2014). Desde una perspectiva sociológica, se distingue el tema de las culturas académicas, y la construcción de habitus científicos o comunidades epistémicas, así como lo referente a temas de ética y formación (Agudelo, 2004; Pérez & Guzmán, 2013; Cammarosano, Almada Santos & Rojas, 2014). Otro es el tema de la tutoría como mediación de la formación científica que comienza, también, a generar importantes trabajos (Moreno, 1997; León, 2006; Iguarán, 2009; Quevedo & Buela, 2013).

Sin embargo, aún son escasas las investigaciones que se centran en las prácticas de lectura y escritura, como parte de este proceso formativo. Particularmente, los temas sobre la inserción del escritor en el texto, la construcción de identidad autoral, los procesos de alfabetización científica, y las trayectorias de aprendizaje que los doctorandos trazan para convertirse en hablantes autorizados son de enorme relevancia ya que no han sido del todo explorados, por lo menos en el contexto mexicano (Carrasco & Kent, 2011).

Situados en esta última línea, y a partir de un estudio exploratorio de las marcas de persona y atribución identificadas en cuatro tesis doctorales de filosofía, proponemos elementos para la reflexión en torno a la escritura de la tesis, no como culminación de un proceso formativo sino como el inicio de una trayectoria como autor/investigador que el egresado del doctorado tendrá que construir para insertarse en el principal contexto de ejercicio de la profesión: la academia. Nuestro objetivo es identificar la forma como los doctorandos construyen una identidad como escritores/investigadores de acuerdo a las exigencias del género en esta área de formación, y las repercusiones que estas decisiones tienen en la construcción de la imagen de autor requerida por la comunidad filosófica; lo anterior, en el entendido, de que la principal tarea del especialista en el área es asumirse como ente cognoscente y voz autorizada que indaga y encuentra respuestas a diversas problemáticas (Gilson, 2015).

En este entendido, creemos relevante poner atención en los procesos de escritura en un área de conocimiento considerada vulnerable en México al tener el más bajo índice de titulación del doctorado, y en la posibilidad de ofrecer elementos que nos permitan repensar algunos aspectos de la formación de los investigadores en humanidades en el marco de la alfabetización académica y científica. Con el fin de alcanzar nuestro objetivo, en primer lugar, nos detenemos en el tema de la construcción de autoría e identidad disciplinar en un género específico, la tesis doctoral en el área de las humanidades. En segundo lugar, nos centraremos en la descripción de las marcas de primera persona y los recursos de atribución que los doctorandos en filosofía utilizan para construirse una imagen de autores/investigadores en un área donde la principal tarea de la comunidad es indagar y comunicar.

1. Marco teórico

1.1. Tesis doctoral y construcción de autoría

La mayoría de los programas de posgrado exigen como requisito de acreditación la elaboración y defensa del trabajo de tesis. Se trata de un género discursivo complejo que demanda al doctorando una contribución que amplíe las fronteras del conocimiento en su área de formación. Por lo mismo, el escritor no solo debe justificar la pertinencia del trabajo y demostrar amplio dominio en el tema y en los procedimientos de investigación, también debe lograr consensos sobre sus habilidades en el manejo de las convenciones discursivas propias del área disciplinar desde la que escribe.

Dada su complejidad, y el papel que juega como recurso de  acreditación para la incorporación de los doctorandos a la comunidad científica,  el género tesis ha sido objeto de investigaciones destinadas a desentrañar algunos de los rasgos que lo caracterizan y a identificar aquellos obstáculos con los que se enfrentan los tesistas al momento de su escritura (Moyano, 2000; Bunton, 2002, 2005; Arnoux, Borsinger, Carlino, Di Stefano, Pereira & Silvestre, 2004; Arnoux, 2006, 2009; Thompson, 2005; Borsinger de Montemayor, 2005; Carlino, 2005, 2006a, 2006b, 2006c; Koutsantoni, 2006; Castro & Sánchez, 2013; Martínez, 2015; Meza, 2015; Parodi, 2015). Los trabajos destacan la importancia de identificar el género en los distintos contextos de producción pues, a pesar de mostrar una relativa estabilidad formal, éste se adapta, evoluciona y se modifica tanto a nivel estructural como estilístico en función del propio progreso de la comunidad disciplinar que lo genera, y de las políticas institucionales que validan la tesis como documento recepcional al atribuirle determinados rasgos (Bazerman, 1994; Parodi, 2015). De igual forma, estos estudios sugieren la enseñanza explícita de las estrategias retórico-discursivas que el género exige, y el acompañamiento en el proceso de producción a través de los seminarios de escritura académico-científica.

Particularmente, la problemática de la construcción de la voz autoral en relación con este género ha sido, hasta el momento, poco abordada (Hyland, 2002, 2005; Starfield & Ravelli, 2006; Savio, 2010). No obstante, la existencia de trabajos que se han ocupado de los recursos de argumentación y atribución en tesis y artículos de investigación en algunas áreas como la lingüística, la filosofía y la educación (Beke, 2008; Bolívar, Beke & Shiro, 2010; Erlich & Shiro, 2011; Shiro & D´Avolio, 2011; Meza, 2015), éstos no son suficientes para explicar las dinámicas de la construcción de conocimiento y su comunicación en las disciplinas humanísticas en el contexto hispanoamericano. Es evidente que requerimos de estudios que nos permitan conocer los mecanismos discursivos por medio de los cuales los estudiantes de doctorado acceden a la información especializada y, especialmente, aquellos que les permiten convertirse en hablantes autorizados capaces de construir espacios para el diálogo académico (Carrasco & Kent, 2011). En este entendido, el estudio de la voz y la construcción de autoría en la tesis doctoral se convierte en punto clave para el diseño de planes de intervención que, además de orientar y acompañar al estudiante en la escritura del género, le permitan construir su trayectoria como autor y obtener el reconocimiento de la comunidad disciplinar.

1.2. Voces y roles en la tesis doctoral

La investigación científica tiene sentido en la medida que el autor toma posición sobre la materia o temática que le interesa y sobre la forma en que deja constancia de su propia voz en los productos de la actividad indagatoria (tesis, artículos de investigación, informes, libros, capítulos de libros, etc.). En este trabajo, partimos del supuesto de que solo se construye autoría en la medida de que los escritores se posicionan frente ‘a’ y se responsabilizan ‘con’ el contenido (voz propia/voz ajena), pero también en tanto son capaces de percibir su propio rol en la práctica investigativa y dentro de su propia comunidad (Kuo, 1999; Hyland, 2005). Por lo mismo, nos detenemos en lo que significa la inscripción de la voz y la construcción de roles en la escritura especializada.

1.2.1. Voz y atribución del conocimiento

En la comunicación especializada, el autor debe tomar decisiones de manera simultánea sobre varios aspectos relacionados con la producción del texto. Estas decisiones van desde elegir el género y las formas de organizar la información, hasta aquellas otras relacionadas con la elección de los recursos adecuados para responsabilizarse o no del contenido y expresar posturas a través de la propia voz.

En este trabajo, cuando nos referimos a la voz, lo hacemos en la misma línea desarrollada por Hyland (2002, 2005) y Hyland y Sancho (2012) al abordar el discurso académico. Por lo mimos, partimos del reconocimiento de que los escritores expertos deben mostrar su familiaridad con las convenciones retóricas de la disciplina en la que se inscriben y evidenciar su dominio del contenido disciplinar, y que esto solo es posible en la medida que el escritor es capaz de crear una imagen de autoridad frente a los lectores que le permita defender posturas y expresar su punto de vista sobre lo planteado por otras voces (crear perspectiva). Lo anterior sugiere que el escritor debe situarse en relación con el material que está discutiendo y encontrar una manera satisfactoria de expresar sus propias afirmaciones y argumentos. En este sentido, el uso de la primera persona (singular/plural) contribuye a lograr una mayor eficacia en la comunicación pues permite reflejar en el texto la imagen de un escritor real, creíble y conocedor de las normas de su disciplina (Savio, 2010). Mediante el empleo de esta voz, el escritor especializado se adjudica argumentos, expresa su posición frente al trabajo propio y el trabajo de otros, y se responsabiliza de la toma de decisiones respecto del proceso de investigación.

Por su parte, la atribución del conocimiento a los autores de la tradición disciplinar mediante el recurso de la cita es también aspecto relevante en la construcción de autoría, pues hace referencia a la responsabilidad del escritor de indicar el origen de los planteamientos traídos a su texto y el papel que dichos argumentos juegan en la construcción de la perspectiva propia (Hyland, 1999; Siddharthan & Teufel, 2007), lo anterior en razón de que el análisis y validación de esos argumentos siempre se realiza a la luz de las aportaciones de otros autores, materializados en la bibliografía especializada.

Varios autores coinciden en señalar que la función de la cita en la investigación científica y la escritura académica es atribuir contenidos a otras fuentes, y que existen diversos modos para hacerlo (Thompson & Tribble, 2001; Hyland, 2002; Massi, 2005; Beke, 2008). La mayoría de los autores concuerda en identificar dos formas básicas en este recurso:  citas directas o indirectas y citas integradas o no integradas. Las primeras refieren a la forma como se incorporan las citas en el texto, y las segundas a la presencia o ausencia del autor citado en la estructura sintáctico-semántica de la oración.

1.2.2. Voz e identidad: Los roles del escritor académico

Existen estrechas relaciones entre el concepto de voz en los textos y la construcción de una identidad profesional. No son pocos los autores que se han interesado en el estudio de este fenómeno en distintas comunidades disciplinares (Ivanic, 1998, 2005; Ivanic & Camps, 2001; Kuo, 1999; Tang & John, 1999; Gee, 2000, 2005, 2006; Harwood, 2005a, 2005b; Hyland, 2005). Por ejemplo, desde un planteamiento sociológico, Ivanic (1998, 2005) plantea que la escritura siempre exige la presencia de una voz que sitúa al escritor en determinados discursos sociales y culturales. Desde este punto de vista, escribir en contextos académicos implica dialogar con los discursos ya existentes en el marco de un reconocimiento identitario. Es decir, la identidad de un escritor se despliega en tres dimensiones interrelacionadas que se activan de forma complementaria en el momento de escribir: a) el yo autobiográfico, que se refiere al escritor que se apoya en su historia previa como productor de textos; b) el yo discursivo que se construye mientras se está escribiendo; y c) el yo autor, que se asume como el responsable del contenido en el marco de una comunidad desde y para la que escribe. A estas dimensiones habría que sumarles la dimensión social que influye en la manera como el escritor se representa ante los potenciales lectores y su influencia en el manejo de la propia voz.  En el mismo tenor, Gee (2000, 2005, 2006) afirma que las prácticas discursivas son siempre situadas y que la forma en la que participamos en los discursos determina nuestra identidad. Esta identidad puede ser diferente en función de las situaciones y de las comunidades a las que un mismo sujeto pertenece.

Por su parte, y desde una perspectiva más lingüística, Hyland (2002) se ha centrado en los mecanismos discursivos que el escritor utiliza para posicionarse en sus textos. Para el autor, dicho posicionamiento es indispensable en el caso de los textos académicos, ya que el análisis y la interpretación de la información que les son característicos requieren la construcción de un punto de vista personal. Así, a la hora de producir un texto, el escritor se sitúa en relación al material que está discutiendo y busca las formas más adecuadas de expresar sus propias afirmaciones y argumentos. Por lo mismo, Hyland (2002) asume que los mecanismos para posicionarse son dependientes del contexto, situados y, por tanto, específicos en función del contexto y las disciplinas en las que se escribe.

Paralelamente a estos postulados, algunos otros autores han identificado los roles o funciones que juega el sujeto de la enunciación en el texto académico y que le permiten construirse una imagen al interior de su comunidad disciplinar. Así, Tang y Jonhn (1999) identifican seis roles en los escritos académicos de estudiantes universitarios:  representante de un grupo o comunidad discursiva; guía del lector; arquitecto u organizador del texto; relator del proceso de investigación; evaluador de ideas o argumentos; y productor de ideas y conocimiento. Mientras que Harwood (2005a), en el mismo tenor, establece siete roles:  el yo que establece resultados; el que elabora argumentos; el que define conceptos; el que explica metodologías; el que establece objetivos; el que expresa beneficios y el servidor de la disciplina.

Savio (2010), en un estudio realizado sobre tesis doctorales de psicoanálisis, reformula la propuesta de estos dos últimos autores y propone otros roles que el tesista asume al inscribirse como escritor o como investigador. Por ejemplo, esta autora propone hablar de categorías unificadas, y señala que los roles de arquitecto y de guía del lector de Tang y Jonhn (1999), de hecho, coinciden en un único rol:  el de ‘organizador’. La autora se apoya en las observaciones realizadas por otros investigadores del género como Swales y Buton al señalar que la tesis se caracteriza, particularmente, por su función metadiscursiva al ser un texto que refiere a sus propias partes (Savio, 2010).

Es importante señalar que los roles identificados por estos autores están asociados al uso de la primera persona, y que aparecen en lugares discursivos significativos de los textos (introducción, estado del arte, discusión, conclusiones).

2. Marco metodológico

Este trabajo presenta un enfoque cualitativo. Se trata de un estudio exploratorio que tiene como objetivo describir la manera como los doctorandos en filosofía construyen su identidad como autores al inscribirse en el discurso y generar una imagen de hablantes autorizados. Por lo mismo, la atención está puesta en la identificación de marcas de primera persona y de atribución en la muestra establecida para el caso.

2.1. Muestra

La muestra está conformada por cuatro tesis doctorales de Filosofía escritas en español y defendidas entre los años 2012 y 2015 en una universidad pública mexicana. Fueron tres los criterios para su selección: en primer lugar, ser tesis producidas en el posgrado en filosofía con mayor prestigio en el país; en segundo lugar, ser tesis reconocidas o premiadas por la comunidad como las mejores de sus respectivas generaciones; y, en tercer lugar, estar alojadas, en formato .pdf, en el repositorio de la biblioteca virtual de la institución otorgante del grado. Si bien, se trata de una pequeña muestra que no permite realizar generalizaciones ni obtener resultados concluyentes, su análisis da la pauta para futuros estudios contrastivos que nos permitan profundizar en la investigación sobre la construcción de autoría en la tesis de posgrado en el área de las humanidades.

2.2. Procedimiento

Para cumplir el objetivo propuesto se establecieron dos fases en la investigación. En un primer momento, el análisis consistió en la identificación y segmentación de la estructura genérica de la muestra. Para ello, nos remitimos a los pasos o etapas de un evento comunicativo en un contexto dado, como por ejemplo el académico o científico, y a los propósitos que este evento y sus etapas cumplen; por lo mismo, retomamos la noción de ‘movimiento’ para identificar las unidades retóricas que conforman al género tesis y establecer la organización prototípica de los textos que conforman nuestra muestra (Swales, 2004; Parodi, 2008). Esta fase del análisis nos posibilitó la identificación de una estructuración básica, no rígida, especialmente válida para el género tesis en el área de filosofía.

 Una vez identificada la estructura genérica, la segunda fase del análisis consistió en el reconocimiento de los recursos de inscripción de la voz y de atribución del conocimiento utilizados por los autores en las diferentes secciones o partes de la tesis, objetivo central de nuestro análisis. La descripción nos permitió visualizar las maneras como los doctorandos se posicionan ante el conocimiento y ante su propia comunidad al presentar distintas voces que le facilitan la interacción con su lector y con las voces de la tradición disciplinar, a fin de construirse una identidad como autores/investigadores.  

3. Análisis y discusión de resultados

3.1. Estructura retórica

En el análisis de la estructura retórica hallamos una tendencia que, en parte, se explica por las convenciones establecidas por la institución y la propia comunidad disciplinar. Por lo general, es la institución otorgante del grado la que regula la producción de la tesis a través de disposiciones y expectativas sobre el modo como debe procederse para su elaboración. Algunos autores señalan que estas disposiciones son, en parte, generadoras de un imaginario que tiende a su estandarización en el marco de la dinámica del propio campo disciplinar (Hyland, 2009; Pereira & di Stefano, 2009), lo que explica la homogeneidad presente en la muestra. Las cuatro tesis están estructuradas de manera similar y presentan tres partes o secciones claramente diferenciadas: apertura, aportación original y cierre. La sección de apertura está conformada por un único capítulo identificado como Introducción. Este adquiere especial relevancia ya que enmarca la investigación en un escenario mayor permitiendo al doctorando establecer la importancia del campo de investigación ante los ojos de la comunidad disciplinar (establecimiento de un territorio), situar su trabajo en términos de esa importancia (estableciendo un nicho) y mostrar el modo como su investigación ocupa ese espacio de oportunidad (ocupación del nicho). Estas secuencias retóricas coinciden con lo hallado por otros autores al describir el mismo género en áreas disciplinares distintas como el psicoanálisis, la física o la historia (Savio, 2012; Martínez, 2015).

La parte central de la tesis está conformada por los capítulos que comunican la aportación original al campo disciplinar y se apoya, básicamente, en una revisión general del ‘estado de la cuestión’. Es a partir de la discusión de este marco epistemológico que los autores construyen la línea argumentativa que fundamenta la pertinencia y novedad de la investigación. Esta sección de las tesis se construye a partir de la selección de obras y autores relevantes en el contexto de la problemática abordada; se trata de una discusión pormenorizada en la que además de ordenar, describir, evaluar y conceptualizar o re-conceptualizar el trabajo en el campo, el tesista construye un diálogo con las voces de referencia que le permite dar sentido a su propio discurso.

Los capítulos están conectados a partir de una coherencia textual que se logra a través de secuencias de información apoyadas en un metadiscurso que sirve a los doctorandos para guiar a sus lectores en los temas tratados a lo largo de los capítulos y la manera como estos son abordados.  Las referencias cruzadas son fundamentales para establecer la conexión entre capítulos y secciones de capítulos. De manera similar a lo registrado por Thompson (2012) en las tesis doctorales del área de economía, en nuestra muestra notamos que los doctorandos utilizan la referencia cruzada, tanto en prospectiva como en retrospectiva, para dirigir al lector hacia el punto relevante de la discusión por medio de una línea argumentativa que une todas las secciones de la tesis. En la muestra, el número de capítulos que conforman la sección central de las tesis presenta una variación. Dos tesis desarrollan la aportación al campo de conocimiento en cuatro capítulos, mientras que una lo hace en cinco y otra más en seis.

Finalmente, el cierre de las tesis se presenta en el último capítulo, identificado en todos los casos con el título Conclusiones. Estos capítulos presentan una extensión variable que va de cinco a treinta y ocho páginas. Los cuatro capítulos se conectan con sus respectivas introducciones al realizar un balance de la investigación presentada en la tesis y evaluar sus alcances y logros. Un aspecto interesante es que las estrategias utilizadas por los cuatro doctorandos para el cierre de los trabajos, se asemeja a lo observado por Ibáñez (2010) en el texto disciplinar en las Ciencias Sociales y Humanas. Los autores recapitulan sus propuestas, resumen los aspectos discutidos y/o hallados, o los argumentos de la tesis, concentrando sus esfuerzos en diferenciarlos de los expuestos por los autores discutidos.

3.2. Recursos de inscripción de la persona y atribución del conocimiento

a) Inscripción de la persona

Los escritores de tesis y artículos de investigación creen necesaria y pertinente la explicación de sus posiciones personales (Hyland, 2005, 2012). De ahí que el empleo de la primera persona en estos textos sea el recurso elegido con mayor frecuencia por los escritores del área para adjudicarse argumentos, tomar decisiones vinculadas al proceso de investigación y manifestar su posición en relación con los temas investigados.  Centrándonos en los recursos de inscripción de la persona en la tesis de doctorado en el área de filosofía, podemos señalar que los doctorandos presentan cierta inclinación por el uso de la primera persona del plural. Con este recurso, los doctorandos señalan explícitamente su participación en el debate filosófico anunciado en la introducción y mantenido durante toda la tesis. Su presencia se halla distribuida a lo largo del texto y, está relacionada con una tradición académica que se traduce en la decisión del escritor entre mostrar o velar su voz, y acercarse o alejarse del texto.

Así, en las tres secciones de las tesis domina el uso genérico de un ‘nosotros’ que coloca a los doctorandos como parte de un colectivo, la comunidad filosófica. Con este recurso, imprimen autoridad a su voz al exhibir una legitimidad compartida. Lingüísticamente, se manifiesta a través de las formas posesivas ‘nuestro(a)’/‘nuestro(os)’; ‘nosotros’ reflejado en el morfema verbal; ‘nos’ pronombre con función de objeto del verbo y nos como pronombre reflexivo:

(1) El nuestro es un acercamiento filosófico escéptico …

(2) Tenemos que reconocer que el restablecimiento del cristianismo…

(3) Desde esta mirada kantiana, buscamos la respuesta que nos permita…

(4) Por eso, desde este escenario, vemos nuestro hacer como la práctica…

Estos datos concuerdan con lo observado por Venegas, Meza y Martínez (2013) en tesis de maestría en la misma área disciplinar. Estos autores observaron que los tesistas no arriesgan ni comprometen su imagen personal, sino que se incorporan a un grupo en busca de apoyo y legitimación por parte de los expertos.

 La propensión al uso genérico del ‘nosotros’ ha sido registrada en la descripción de tesis de doctorado escritas en español en diferentes áreas. Algunos autores señalan que la inclinación en el posgrado hacia esta forma de inscripción está relacionada con el desarrollo de un sentido de comunidad y el respeto por la convención académica del nosotros de modestia (Vásquez, 2011; Meza, 2015).

Las formas inclusiva y exclusiva también están presentes, aunque en diversos grados. El uso de un ‘nosotros’ inclusivo es el más utilizado y permite los tesistas proyectar la posición adoptada e involucrar en ella al lector. También se usa con el propósito de explicar, organizar el discurso y orientar al lector en la exposición, de ahí que su mayor presencia se encuentre en el capítulo introductorio y en el aparto crítico construido en los capítulos centrales:

(5) ¿De qué humano estamos hablando? Efectivamente, del humano que se asombra…

(6) Hagamos una pausa para comprender mejor el concepto…

Por su parte el ‘nosotros’ exclusivo, permite a los tesistas diferenciar los roles que deciden cumplir a lo largo de la disertación: escritor o investigador. Este es un aspecto de gran importancia porque deja en claro el conflicto por el que atraviesan los doctorandos al momento de asumir una identidad frente al lector y frente a la propia comunidad. Es notoria la marcada inclinación de los tesistas por inscribirse como escritores al centrar sus esfuerzos en explicar nociones, posturas atribuidas a los autores citados, organizar el discurso o guiar al lector en la forma como debe acercarse al texto; frente a la preferencia del experto de construirse una imagen de investigador que da cuenta del proceso indagatorio que le permitió llegar a determinadas conclusiones (Tang & John, 1999; Hyland, 2005). El ejemplo (7) muestra al tesista como el escritor que guía al lector en la forma como debe aproximarse al texto; mientras que el ejemplo (8) presenta a un escritor constructor que organiza la información y da forma al texto.  Los ejemplos (10) y (11) son muestra de un tesista investigador que relata el proceso de la indagación filosófica y construye nuevas teorías o planteamientos alternativos:

(7)   Para comprender el postulado kantiano, es necesario que retrocedamos en la historia y nos situemos en…

(8)   Hemos organizado nuestra reflexión en cuatro secciones. En la primera nos detendremos…

(9)   Nuestro objetivo es poner en tela de juicio la idea de Jean-François Lyotard …

(10)  Nuestro plantzzamiento es radical, puesto que asumimos la necesidad de replantear lo hasta ahora discutido en el seno de la filosofía postmoderna…

En este punto es importante señalar que el rol de escritor y el de investigador se entrecruzan en el tejido discursivo de las tesis; pues si bien, en la muestra se confirma la inclinación hacia el rol de escritor, también es posible identificar claros intentos de los escritores de asumir mayores grados de responsabilidad al pasar de un ‘nosotros’, escritor que forma parte de una comunidad académica que estructura el trabajo y guía al lector en la organización y comprensión del contenido, a un ‘nosotros’ productor de conocimiento que se identifica como experto.

(11)  En este sentido entendemos que ser filósofo significa encontrar solución a los problemas que agobian a la humanidad.

(12)  En este apartado, explicaremos que nos lleva a negar esa afirmación…

Con respecto al uso de las formas verbales de primera persona de singular, principal indicador de atribución del conocimiento a sí mismo, su ausencia en esta muestra concuerda con lo reportado por la literatura revisada (Bolívar et. al., 2010; Venegas et al., 2013; Meza, 2015), lo que confirma el hecho de que en el posgrado en al área de filosofía hay una inclinación por la búsqueda de objetividad que redunde en mayor credibilidad y reconocimiento de los autores al utilizar formas que muestren al escritor como parte de una autoridad colectiva. Este fenómeno también se ha observado en tesis de doctorado en el área de lingüística (Meza, 2015).

b) Atribución del conocimiento

Ahora bien, aunque la inclusión explícita del escritor a través del uso de pronombres personales y posesivos de primera persona contribuye a resaltar la autoría del trabajo, no son los únicos recursos que permiten al investigador demostrar su capacidad en la producción de conocimientos. El diálogo que se establece entre la voz autoral y las voces de otros incorporados en el texto es la base para la discusión sobre el aparato conceptual de los géneros académico-científicos como la tesis. Los autores parten generalmente de preguntas y culminan con la construcción de sistemas de ideas dirigidas a la comunidad académica y disciplinar. Al centrarse en la organización del argumento, su elaboración requiere de la revisión de fuentes y la incorporación de información a través del recurso de la cita.

En los textos escritos por expertos, el uso de la cita y la referencia tienen como función la revisión y consideración meticulosa de las fuentes bibliográficas de que se dispone, y su comparación y evaluación con vistas a una toma de posición por parte del escritor a la luz de los conceptos analizados. Siguiendo a Massi (2005), hemos identificado los siguientes procedimientos más frecuentes para la reproducción del pensamiento y las ideas ajenas en las tesis analizadas: 

  • La repetición de las mismas palabras empleadas en el discurso de origen (estilo directo).
  • La modificación de la forma del discurso citado, a partir del cambio de algunas marcas de enunciación, sin alterar el contenido (estilo indirecto).

El estilo directo, que concede al enunciado el carácter de literacidad, presenta las siguientes variaciones:

a)  Estilo directo antepuesto: el discurso encabeza el enunciado con un verbo de comunicación que alude al discurso precedente. También aparece la cita textual inmediatamente seguida por la fuente referida.

(13)  “La identidad académica se forma con base en la interacción entre las prácticas vividas en la escuela y en el hogar”, afirma Lareau.

b)  Estilo directo pospuesto: en la estructura del enunciado se observa un verbo de comunicación o una expresión introductoria que precede la cita textual.

(14)  Domínguez (2007: 29) afirma “el humanismo bíblico ofrecía una manera muy diferente de acercarse a la vida religiosa…”.

c)  Estilo directo discontinuo: la cita textual se descompone en dos partes, una precede al verbo declarativo y la otra lo sigue.

(15)  “Hoy sabemos –afirma González Casanova– que el hombre es cultura, es temporalidad, es historia” (2003: 175).

El estilo indirecto abarca cualquier procedimiento de cita no literal, y puede coincidir total o parcialmente con el discurso original. En las tesis se encuentran también las siguientes variantes del estilo indirecto:

a)  Estilo indirecto genuino: no se afecta el contenido del discurso referido, sino solo su enunciación; se introduce con un verbo de comunicación y un nexo del tipo ‘que’ o ‘como’.

(16)  Freud (1997) define “lo pavoroso” como ese sentido del terror, del temblor que ….

b)  Estilo indirecto con segmentos textuales: se resume o sintetiza lo dicho a través del recurso de la paráfrasis, pero además se transcriben textualmente algunas expresiones a las que se le asigna relevancia por medio del ‘encomillado’. Esta marca tipográfica, más el registro de la fuente son obligatorias y su ausencia podría hacer que el autor incurra en el plagio.

(17)  Reckwitz sostiene que las prácticas involucran “la actuación regular, hábil de los cuerpos humanos”, y cuando aprendemos la práctica aprendemos a ser cuerpos en formas particulares (2002: 215).

c)  Estilo indirecto narrativizado: se refiere a lo dicho de forma sintética o resumida.

(18)  Heidegger traduce el superlativo Deinotaton como unheimlischten… (1996)

Como podemos apreciar en estos ejemplos, la cita permite reconstruir el aparato bibliográfico revelado por los investigadores y su posicionamiento epistemológico respecto de él. Por lo mismo, el discurso académico construye su línea argumentativa sobre la base de ideas y razonamientos previos, que le sirven de punto de partida. En efecto, la introducción de citas en este contexto responde a la normativa de hacer referencia a la voz de expertos (voz de autoridad) en un área como la filosofía, a cuya posición se le asigna un valor por la profundidad o la seriedad del trabajo realizado. En este sentido, la finalidad de la incorporación de la voz ajena es orientar al lector en la discusión de un tema particular, para lo cual es necesario que el escritor conozca la bibliografía existente y pueda entablar un diálogo con la misma. En función de la alta convencionalidad de las normas de estilo que deben observarse en el discurso académico, uno de sus rasgos distintivos es la alta densidad de citas y notas expresadas y la considerable extensión que éstas ocupan en los textos.

Otro aspecto relevante en las tesis revisadas, es que el procedimiento canónico de inclusión de la cita se realiza a través de verbos de ‘decir’ (Maldonado, 1991). Estos se utilizan, indistintamente, tanto en la introducción del estilo directo como indirecto. Los verbos introductorios más frecuentes dentro de esta categoría, además de decir, son: referir, comentar, explicar, afirmar, asegurar, preguntar, contestar, entre otros. Se observa, además, una alta densidad de verbos de opinión que describen acciones que pueden realizarse con palabras; los que predominan en nuestra muestra son: opinar, considerar, apuntar, sugerir, sostener, mantener, puntualizar, argumentar.

Por otra parte, la exploración de la incorporación de la voz ajena en nuestra muestra nos revela, como bien lo han señalado algunos autores (Swales, 1990; Thompson & Tribble, 2001; Beke, 2008), que además del tradicional discurso directo e indirecto, los escritores disponen de otras estructuras para reportar el conocimiento ajeno. Los escritores de estas tesis, a través de la incorporación del conocimiento ajeno, también dejan claro el grado de certeza de la información reportada y su deseo de manifestar qué tan comprometidos están con ella. La incorporación de la cita revela, así, su posición y la forma como los autores perciben y evalúan esa información. A continuación, ilustramos cómo funciona el reporte de la cita, con ejemplo de las tesis:

1)  Cita no integrada. Tiene como función la atribución a otro de una idea que el escritor puede señalar como verdadera o bien refutar en la argumentación. En las tesis encontramos que se utilizan dos estilos, referencia parentética y nota al pie de página:

(19)  Estas afirmaciones de Lyotard concuerdan con lo planteado por el llamado  contextualismo posmoderno (González, 2009; Mateos, 2012)

2)  Cita integrada. El investigador reportado se nombre dentro de la oración:

(20)  Algunos estudios, como el famoso Human Understanding de Toulmin (1972), han señalado que cualquier tipo particular de objeto puede entrar dentro del dominio de varias ciencias diferentes.

3)  Tanto la cita integrada como la no integrada pueden introducir las palabras textuales del autor citado en estilo directo:

(21)  De ahí que compartamos plenamente las consideraciones de la destacada  filósofa mexicana Julia González cuando afirma “Las humanidades y las ciencias, al igual que el arte en general, crean bienes que se justifican por su sola existencia…” (2003: 50).

En nuestra muestra, el tipo de cita más utilizado es la cita integrada y, sin duda, su presencia está relacionada con las convenciones establecidas por las disciplinas para señalar la responsabilidad del contenido presentado por un autor en su texto. Autores que se han interesado por los procedimientos de citación en el área de filosofía han registrado esto mismo hallazgo (Bolívar et al., 2010), e incluso algunos otros han logrado identificar subtipos de cita integrada en tesis de posgrado en la misma disciplina (Venegas et al., 2013).

En la muestra, la cita integrada aparece en las tres secciones de las tesis (introducción, aporte personal, conclusión), pero tiene una mayor presencia en los capítulos en los que se construye el aparato crítico que sustenta el aporte personal. Este hallazgo es el esperado toda vez que el desarrollo de la disertación filosófica y la consecuente persuasión se basa, en gran medida, en las referencias a planteamientos a otros autores.

CONCLUSIÓN

A lo largo de este trabajo hemos caracterizado los recursos básicos de construcción de la identidad autoral en el género tesis doctoral. Los resultados muestran que los doctorandos de nuestra muestra tienen una orientación a construirse en sus tesis una imagen de especialistas que dominan el contenido disciplinar; sin embargo, son escasos los momentos en los que asumen un rol de autor-investigador que manifiesta un compromiso con la tarea indagatoria. Los datos también revelan que, en los casos descritos, los escritores centran mayormente sus esfuerzos en dar cuenta de los aportes de otros en lugar de resaltar sus propias contribuciones. Este hecho nos lleva a abrir la reflexión sobre el tema de la formación de investigadores en el área de las humanidades, y la necesidad de proponer planes de intervención en el marco de la alfabetización académica y científica que permita a los egresados de estos programas iniciarse en los procesos de reflexión acerca de su rol y su participación en los canales de comunicación que dicha comunidad pone a su alcance.

Creemos, en consecuencia, que el reto de los doctorados en el área no es solo generar condiciones para la escritura de la tesis, también lo es el diseño de estrategias que permitan a sus estudiantes desarrollar las habilidades necesarias para realizar investigación relevante y comunicarla de manera eficiente, de modo que puedan hacerse visibles al resto de la comunidad. Lo anterior en el entendido de que solo se construye trayectoria y reputación como investigador en la medida que el aprendiz se convierte en autor reconocido capaz de reportar y fundamentar sus hallazgos en los términos y condiciones establecidos por la propia comunidad. En este punto, la alfabetización académica y científica son, sin duda, temas obligados.

 Nos parece que una de las actividades privilegiadas para promover esta alfabetización académico-científica es la propia escritura de la tesis. La identificación de las formas como la propia comunidad comunica el conocimiento y la manera como los escritores gestionan los diferentes roles que proyectan en sus escritos (escritor/investigador), son aspectos que permiten visualizar los desafíos y exigencias que supone la escritura del género, y sus implicaciones en el desarrollo de la identidad de los investigadores nóveles.

Para escribir la tesis de doctorado no basta con dominar los recursos formales, estructurales y discursivos propios del género. Se trata además de posicionarse ante la comunidad como un autor que la conoce y actúa desde una posición central, y esto solo se logra en la medida de que el escritor ha desarrollado una identidad como autor-investigador desde la que se dirige a la comunidad. Sin embargo, este es un aspecto que en la formación de doctores se da por sentado, dado que el estudiante previamente ha cubierto experiencias similares en los niveles de licenciatura y maestría. Particularmente en las humanidades, se tiene la presunción de que estas áreas se articulan sobre el actuar independiente, por lo que los investigadores deben construir modelos propios de articulación y comunicación de saberes, y responsabilizarse de sus propias trayectorias de formación, incluida la de escritura.

Finalmente, consideramos que la descripción y caracterización de las estrategias de interacción en esta área, sin duda, nos permitirán dar cuenta del modo como se comunica conocimiento y como se construye identidad y trayectoria, información que, por lo menos en el contexto mexicano, lamentablemente, es casi inexistente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Agudelo, N. (2004). Las líneas de investigación y la formación de investigadores: Una mirada desde la administración y sus procesos formativos. Revista Electrónica de la Red de Investigación Educativa 1(1), [en línea]. Disponible en: http://revista.iered.org /v1n1/pdf/ncagudelo.pdf

Aguilar, N., Magaña, D. & Guzmán, C. (2013). Interés en la formación temprana de capital humano en actividades de investigación. Memorias del XVII Congreso Internacional de Investigación en Ciencias Administrativas, 1-25 [en línea]. Disponible en: www.posgrado.unam.mx/publicaciones/3congreso/Memoria.pdf

Arnoux, E. (2006). Incidencia de la lectura de pares y expertos en la reescritura del trabajo de tesis. Revista de Lingüística y Teorica Aplicada, 44(1), 95-118.

Arnoux, E. (Dir.) (2009). Escritura y producción de conocimiento en las carreras de posgrado. Buenos Aires: Santiago Arcos.

Arnoux, E., Borsinger, A., Carlino, P., di Stefano, M., Pereira, C. & Silvestre, A. (2004). La intervención pedagógica en el proceso de escritura de tesis de posgrado. Revista de la Maestría de Salud Pública, Universidad de Buenos Aires, 2(3), s/p.

Bazerman, Ch. (1994). Constructing experience. Illinois: Souther Illinois University Press.

Beke, R. (2008). El discurso académico: La atribución del conocimiento en la investigación educativa. Núcleo, 25, 13-35.

Borsinger de Montemayor, A. (2005). La tesis. En L. Cubo de Severino (Coord.), Los textos de la ciencia. Principales clases de discurso académico-científico (pp. 267-282). Córdoba: Comunic-arte Editorial.

Bolívar, A., Beke, R. & Shiro, M. (2010). Las marcas lingüísticas del posicionamiento en las disciplinas: Estructuras, voces y perspectivas discursivas. En G. Parodi (Ed.), Alfabetización académica y profesional en el siglo XXI. Leer y escribir desde las disciplinas (pp. 95-125). Santiago: Ariel.

Bunton, D. (2002). Generic moves in PhD thesis introductions. En J. Flowerdew (Ed.), Academic Discourse (pp. 55-75). Harlow: Pearson.

Bunton, D. (2005). The structure of PhD conclusion chapter. English for Academic Purposes, 4, 207-224.

Cammarosano, M., Almada Santos, F. & Rojas, F. (2014). Valores relativos ao trabalho de pesquisadores em uma organizaçao brasileira. Revista de Adminstracão de empresas, 54(4), 445-457.

Carlino, P. (2005). ¿Por qué no se completan las tesis en los posgrados? Obstáculos percibidos por maestrandos en curso y magistri exitosos. Educere, Revista Venezolana de Educación9(30), 15-20.

Carlino, P. (2006a). Algunas propuestas probadas en talleres de escritura de tesis. Exposición invitada en el Panel Estudio de la dinámica y de las estrategias aplicadas en seminarios de escritura de tesis. Ponencia presentada en el Coloquio Internacional Escritura y Producción de Conocimiento en Carreras de Posgrado, organizado por el PICT 14184 y la Cátedra UNESCO de Lectura y Escritura, Buenos Aires, Argentina.

Carlino, P. (2006b). La experiencia de escribir una tesis: Contextos que la vuelven más difícil. Anales del Instituto de Lingüística Nº XXVI, Universidad Nacional de Cuyo, 41-62.

Carlino, P. (2006c). La escritura en la investigación. Documento de Trabajo, Universidad de San Andrés [en línea]. Disponible en: http://www.aacademica.org/instituto.de.lingoistica.de.la.universidad.de.buenos.aires/box/paula.carlino/66.pdf

Carrasco, A. & Kent, R. (2011). Leer y escribir en el doctorado o el reto de formarse como autor de ciencias. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 16(51), 1227-1251. [en línea]. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662011000400010&lng=es&tlng=es.

Castro, C. & Sánchez, M. (2013). Escribir en la universidad: La organización retórica del género tesina en el área de humanidades. Revista Perfiles Educativos, 148(37), 50-67 [en línea]. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-26982015000200004&script=sci_arttext

Erlich, F. & Shiro, M. (2010). La argumentación en el texto académico. En A. Bolívar & R. Beke (Eds.), Lectura y escritura para la investigación (pp. 163-184). Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Gee, J. (2000). Identity as an analytic lens for research in education. Review of Research in Education, 25(1), 99-125.        

Gee, J. (2005). An introduction to discourse analysis. Theory and method. Nueva York: Routledge.       

Gee, J. (2006). A sociocultural perspective on early literacy development. En S. B. Neuman & D. K. Dickinson (Eds.), Handbook of early literacy research (pp. 30-42). Nueva York: Guilford Press.      

Gilson, E. (2015). El amor a la sabiduría. Madrid: Rialp.

Gómez, A., Jiménez, S. & Morales, J. (2014). Publicar en revistas científicas, recomendaciones de investigadores de ciencias sociales y humanidades. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 19(60), 155-185.

Harwood, N. (2005a). “Nowhere has anyone attempted… In this article I aim to do just that” A corpus-based study of self-promotional I and we in academic writing across four disciplines. Journal of Pragmatics, 37, 1207-1231.

Harwood, N. (2005b). ‘I hoped to counteract the memory problem, but I made no impact whatsover’: Discussing methods in computing science using I. English for Specific Purposes, 24, 243-267.

Hyland, K. (1999). Academic attribution: Citation and constructions of disciplinary knowledge. Applied Lingüistic, 20(3), 341-367.

Hyland, K. (2002). Autority and invisibility: Authorial identity in academic writing. Journal of Pragmatics, 34, 1091-1112.

Hyland, K. (2005). Stance and engagement: A model of interaction in academic discourse. Discourse Studies, 7, 173-192.

Hyland, K. (2009). Academic discourse. Londres: Continuum.

Hyland, K. & Sancho, C. (Eds.) (2012). Stance and voice in written academic genres. Nueva York: Palgrave Macmillan.

Ibáñez, R. (2010). El texto disciplinar en la transmisión del conocimiento especializado. Estudios Filológicos, 46, 59-80 [en línea]. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-17132010000200004

Iguarán, E. (2009). La vistualización de los semilleros como alternativa de complementariedad. Revista médica de Risaralda, 15(2), 53-60.

Ivanič, R. (1998). Writing and Identity. The discoursal construction of identity in academic writing. Ámsterdam: John Benjamins.

Ivanič, R. (2005). The discoursal construction of writer identity. En R. Beach, J. Green, M. Kamil & T. Shanahan (Eds.), Multidisciplinary perspectives on literary research (pp. 391-416). Cresskill, N. J: Hampton Press.

Ivanič, R. & Camps, D. (2001). I am how I sound: Voice as self-representation in L2 writing. Journal of Second Language Writing, 10, 3‐33.

Koutsantoni, D. (2006). Rhetorical strategies in engineering research articles and research theses: Advanced academic literacy and relations of power. Journal of English for Academic Purpouses, 5(1), 19-36.

Kuo, C. H. (1999). The use of personal pronouns: Role relationships in scientific journal articles. English for Specific Purposes, 18(2) 121-138.

León, L. (2006). Semillero de investigación de la facultad de Ciencias Sociales y Educación: Formando jóvenes investigadores. Palabra, 7, 130-136.

Maldonado, C. (1991). Discurso directo y discurso indirecto. Madrid: Taurus Universitaria.

Martínez, J. (2015). El género Tesis Doctoral de Historia y Física: Descripción y variación retórico-funcional. En G. Parodi & G. Burdiles (Eds.), Leer y escribir en contextos académicos y profesionales. Géneros, corpus y métodos (pp. 113-151). Santiago: Ariel.

Massi, M. (2005). La cita en la comunicación académica escrita. Revista Iberoamericana de Educación, 36(5), 1-8

Meza, P. (2015). La comunicación del conocimiento en el género Tesis de Lingüística: Comparación entre grados académicos. En G. Parodi & G. Burdiles (Eds.), Leer y escribir en contextos académicos y profesionales. Géneros, corpus y métodos (pp. 67-111). Santiago: Ariel.

Moreno, M. (1997). Dos pistas para el análisis de los procesos de formación de investigadores en las universidades colombianas. Revista Nómadas, 7, 38-49.

Moreno, M. (2011). La formación de investigadores como elemento para la consolidación de la investigación en la universidad. Revista de la Educación Superior, 158(2), 59-78.

Moyano, E. (2000). Comunicar ciencia. Buenos Aires: Secretaría de Investigaciones. Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

Parodi, G. (Ed.) (2008). Géneros académicos y géneros profesionales: Accesos discursivos para saber y hacer. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.

Parodi, G. (2015). Leer a través de las disciplinas en la Universidad: ¿Qué género permite accede al conocimiento en la formación doctoral? En G. Parodi & G. Burdiles (Eds.), Leer y escribir en contextos académicos y profesionales. Géneros, corpus y métodos (pp. 31-66). Santiago: Ariel.

Pereira, C. & di Stefano, M. (2009). Representaciones acerca de la tesis doctoral en las reescrituras de la Introducción. Un estudio de caso. En E. Arnoux (Comp.), Escritura y producción de conocimiento en las carreras de posgrado (pp. 203-219). Buenos Aires: Santiago Arcos.

Pérez, A. & Guzmán, R. (2013). Narrativa de los profesores investigadores en torno a las tensiones generadas por las condiciones laborales y evaluación de la producción académica. Administración y Organizaciones, 18(34), 93-112.

Quevedo, R. & Buela, G. (2013). Evaluación de tesis doctorales: Propuestas de mejora. Revista Mexicana de Psicología, 30(1), 69-78.

Rodríguez, D., Bertone, R. & García, R. (2009). Consideraciones sobre el uso de espacios virtuales en la formación de investigadores. Revista de Informática Educativa y Medios Audiovisuales, 6(11), 35-42.

Savio, A. (2010). Las huellas del autor en el discurso académico: Un estudio sobre tesis de psicoanalistas argentinos. Lenguaje, 38(2), 563-590.

Savio, A. (2012). Lingüística: El género tesis y el psicoanálisis. Algunas precisiones sobre esta extraña relación. Texturas, 1(12), 93-108.

Shiro, M. & D´Avoli, C. (2011). El planteamiento del problema en el artículo de investigación. En A. Bolívar & R. Beke (Eds.), Lectura y Escritura para la investigación (pp. 71-92). Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Siddharthan, A. & Teufel, S. (2007). Whose idea was this, and why does in metter? Atributing scientific work to citations [en línea]. Disponible en: http//www.cl.cam.ac.uksht25/pepers/naac107.pdf

Starfield, S. & Ravelli, L. (2006). ‘The writing of this thesis was a process that I could not explore with the positivistic detachment of the classical sociologist’: Self and structure in New Humanities research theses. Journal of English for Academic Purposes, 5, 222-243.

Swales, J. (1990). Genre analysis: English in academic and research settings. Cambridge: Cambridge University Press.

Swales, J. (2004). Research genres: Explorations and applications. Cambridge: Cambridge University Press.

Tang, R. & John, S. (1999). The 'I' in identity. Exploring writer identity in student academic writing through the first person pronoun. English for specific Purposes, 18, 23-39 [en línea]. Disponible en: http://llt.msu.edu/vol5num3/thompson/

Thompson, P. & Tribble, Ch. (2001). Looking at citations: Using corpora in English for academic purposes. Language Learning & Technology, 5(3), 91-105.

Thompson, P. (2005). Points of focus and position: Intertextual reference in PhD theses. Journal of English for Academic Purposes, 4, 307-323.

Thompson, P. (2012). Achieving a voice of authority in PhD theses. En K. Hyland & C. Sancho (Eds.), Stance and voice in written academic genres (pp.119-133). Nueva York: Palgrave Macmillan.

Tovar, L. A. (2005). La formación de investigadores en México. Revista Perfiles Latinoamericanos, 12(25), 89-113 [en línea] Disponible en: http://perfilesla.flacso.edu.mx/index.php/perfilesla/article/viewFile/250/204

Vásquez, G. (2011). Actividades para la escritura académica. Madrid: Edinumen.

Venegas, R., Meza, P. & Martínez, J. (2013). Procedimientos discursivos en la atribución del conocimiento en tesis de lingüística y filosofía en dos niveles académicos. Revista de Lingüística Teórica y Aplicada51(1), 153-179 [en línea] Disponible en: https://dx.doi.org/10.4067/S0718-48832013000100008

Vessuri, H. (2007). La formación de investigadores en América Latina. Presentación. Análisis de la evolución del desarrollo científico y tecnológico de América Latina. Sebastián, J. UNESCO [en línea]. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0015/001542/154242m.pdf, 1-36.


Recibido: 23/11/2015

Aceptado: 20/05/2016

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License