Enfermedad por coronavirus (COVID-19): vacunas y seguridad de las vacunas

5 de diciembre de 2023 | Preguntas y respuestas

En esta página se responde a las preguntas más frecuentes sobre las vacunas contra la COVID-19 y sobre su seguridad. Si no encuentra aquí la información que busca, compruebe si está disponible en los enlaces conexos que figuran en el lado derecho de la página.

Todas las vacunas contra la COVID-19 incluidas o precalificadas en la lista OMS de uso en emergencias protegen contra la enfermedad grave y la muerte como resultado de la infección por el virus de la COVID-19.

Existen varios tipos de vacunas contra la COVID-19, entre ellas:

  • Vacunas con virus inactivados o debilitados: estas vacunas utilizan una forma del virus que ha sido inactivada o atenuada para que no cause la enfermedad, pero genere una respuesta inmunitaria,
  • Vacunas basadas en proteínas: contienen fragmentos inofensivos de proteínas o las cápsides de proteínas que rodean al virus que causa la COVID-19, de manera que en el organismo se produce de forma segura una respuesta inmunitaria contra este,
  • Vacunas de vectores víricos: emplean un virus inocuo que no puede causar la enfermedad, pero que da lugar a la producción de proteínas coronavíricas que generan una respuesta inmunitaria, y
  • Vacunas de ARN y ADN: estas vacunas contienen ARN o ADN vírico modificado mediante ingeniería genética que da lugar a la formación de proteínas que inducen una respuesta inmunitaria de forma segura.

Para obtener la información más reciente sobre las vacunas, visite la página sobre las vacunas contra la COVID-19.

Vea la serie «Las vacunas explicadas» para conocer más detalles sobre los distintos tipos de vacunas contra la COVID-19.

El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la OMS (SAGE) (enlace en inglés) ofrece recomendaciones oportunas sobre la vacunación contra la COVID-19. La última guía del SAGE, publicada en noviembre de 2023, tiene en cuenta la elevada inmunidad de la población obtenida mediante la vacunación o la infección y recomienda lo siguiente:

  • Una dosis para las personas a las que no se haya administrado ninguna vacuna contra la COVID-19, especialmente aquellas con un riesgo elevado de presentar un cuadro grave, como las personas de edad avanzada, los adultos con enfermedades crónicas, los individuos con enfermedades que causan inmunodepresión y los trabajadores de la salud con contacto directo con los pacientes.
  • Una dosis para las personas embarazadas durante cada gestación.
  • La administración de una dosis de refuerzo (revacunación) entre seis y 12 meses después de la dosis más reciente en el caso de los adultos de edad avanzada, las personas adultas con comorbilidades, las personas inmunodeprimidas y los trabajadores de la salud con contacto directo con los pacientes.
  • No se recomienda la revacunación sistemática de los niños, adolescentes y adultos sanos.

Para una protección óptima, es importante recibir las dosis recomendadas de la vacuna contra la COVID-19. Póngase en contacto con su proveedor de atención de salud para recibir consejos específicos.

Visite la siguiente página de la OMS para consultar las recomendaciones más recientes: Consejos sobre la COVID-19 para el público: vacunarse.

Para ver las últimas Recomendaciones del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización, vea la Hoja de Ruta del Grupo de Trabajo del SAGE sobre los usos prioritarios de la vacuna contra la COVID-19.

Hay muy pocas enfermedades que excluyan a alguien de la vacunación, pero usted NO debe vacunarse si: 

  • tiene un historial de reacciones alérgicas graves o anafilaxia a cualquiera de los componentes de las vacunas contra la COVID-19, o
  • tiene fiebre por encima de 38,5 °C el día de la cita para la vacuna. Posponga la vacunación hasta que se haya recuperado. 

Las vacunas anti-COVID-19 son seguras para las personas que toman anticoagulantes. Sin embargo, antes de vacunarse, informe al personal de salud que administra la vacuna sobre cualquier medicamento que esté tomando.

Cada vacuna puede tener consideraciones específicas para determinados grupos o determinadas condiciones de salud, por lo que es preferible que hable con su proveedor de atención de salud sobre su situación específica.

La Hoja de ruta del SAGE de la OMS recomienda la revacunación de acuerdo con lo siguiente:

Revacunación de seis a 12 meses después de la dosis más reciente para:

  • adultos mayores de 75 u 80 años
  • adultos mayores de 50 o 60 años con comorbilidades
  • adultos, adolescentes y niños inmunodeprimidos

Revacunación 12 meses después de la dosis más reciente para:

  • adultos mayores de 50 o 60 años
  • adultos con comorbilidades
  • trabajadores de la salud con contacto directo con pacientes

Para las personas embarazadas se recomienda una única dosis en cada embarazo.

Los niños y los adolescentes sanos de entre seis meses y 17 años forman parte de un grupo de baja prioridad para la vacunación contra la COVID-19. Administrarles la vacuna en esta fase de la pandemia tiene un impacto limitado en la salud pública. Los países pueden tomar la decisión de vacunar a este grupo basándose en la carga de la enfermedad, la eficacia en función de los costos y otras prioridades de salud pública.

Los niños y adolescentes con mayor riesgo de contraer COVID-19 grave (aquellos inmunodeprimidos, con obesidad grave o con comorbilidades) y que nunca hayan recibido la vacuna contra la COVID-19 deberían recibir una dosis.

Sí, todas las vacunas contra la COVID-19 aprobadas o precalificadas en la lista OMS de uso en emergencias protegen contra la enfermedad grave y la muerte por las variantes del virus de la COVID-19 en circulación. Cualquiera de las vacunas aprobadas contra la COVID-19 se puede usar para la serie inicial o para la revacunación.

La vacunación no debe retrasarse en previsión de nuevas versiones de la vacuna contra la COVID-19. Una dosis de cualquier vacuna disponible resulta mucho más beneficiosa para las personas con riesgo alto de contraer la enfermedad grave que aplazar la vacunación.

Una persona infectada por el virus de la COVID-19 previamente y a la que se recomiende la administración de la vacuna según la reciente Hoja de ruta del SAGE, debería vacunarse.

Se recomienda vacunar contra la COVID-19 a las personas que nunca hayan recibido una vacuna contra esta enfermedad y cuyo riesgo de que esta les cause síntomas graves sea alto, como es el caso de las personas de edad avanzada, los adultos con enfermedades crónicas, los individuos con enfermedades que causan inmunodepresión y los trabajadores de la salud con contacto directo con los pacientes. Las personas embarazadas deben recibir una dosis.

Además, se recomienda revacunar entre seis y 12 meses después de la dosis más reciente a los adultos de edad avanzada, los adultos con comorbilidades, las personas inmunodeprimidas y los trabajadores de la salud con contacto directo con los pacientes.

La inmunidad híbrida, que se recibe tanto de la vacuna como de una infección previa por el virus de la COVID-19, aumenta la protección contra los desenlaces graves y las futuras infecciones por dicho virus y ofrece una protección más prolongada que la infección por sí misma.

Es seguro recibir una vacuna contra la COVID-19 diferente a la que se usó en anteriores dosis.

Si se le ofrece ponerse una vacuna distinta a las que le han puesto anteriormente, puede vacunarse sin dudarlo. Dependiendo del tipo de vacuna, el uso de un tipo diferente puede proporcionar una protección mejor que la que se obtiene empleando la misma vacuna.

Sí. A pesar de que las vacunas contra la COVID-19 son muy eficaces contra la enfermedad grave y la muerte, ninguna vacuna es eficaz al 100%.

Las personas vacunadas pueden infectarse y enfermarse de COVID-19. Este hecho, que se conoce como «infección posvacunación» o «caso en una persona vacunada», puede ocurrir tras haber administrado cualquier vacuna y no significa que esta no funcione.

Las personas que contraen la enfermedad después de haber sido vacunadas son mucho más propensas a tener únicamente síntomas leves, ya que la eficacia contra los cuadros graves y la muerte sigue siendo alta. La eficacia de la vacuna disminuye con el tiempo, por lo que es importante estar al día con la vacunación tal y como recomiende su proveedor de atención de salud.

El Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS (GACVS) (página en inglés) hace un seguimiento de los posibles efectos adversos de las vacunas autorizadas en las personas a las que se administran. El GACVS es un grupo independiente de expertos que proporciona asesoramiento científico bien fundamentado a la OMS sobre cuestiones relacionadas con la seguridad de las vacunas de interés mundial o regional.

Estas colaboraciones científicas sin precedentes han permitido completar la investigación, el desarrollo y las autorizaciones de las vacunas contra la COVID-19 en un tiempo récord, con el objetivo de atender a la necesidad urgente de estas vacunas durante la fase aguda de la pandemia, a la vez que se han mantenido unos estándares altos de seguridad.

Es preciso demostrar que las vacunas cumplen con los criterios establecidos de seguridad y eficacia teórica en grandes ensayos clínicos de fase III antes de incorporarlas a programas de vacunación nacionales.

La OMS, antes de estudiar la aprobación o la precalificación de una vacuna candidata en la lista OMS de uso en emergencias, exige revisiones independientes de las pruebas de eficacia teórica y seguridad, que incluyen el examen y la autorización por los organismos de reglamentación del país donde se fabrica.

Hasta la fecha, miles de millones de personas han recibido estas vacunas y se ha demostrado que sus beneficios superan a los riesgos de enfermarse de COVID-19. No demore su vacunación contra la COVID-19 si su proveedor de atención médica se la recomienda. Vacunarse podría protegerlo de sufrir una enfermedad grave y salvarle la vida.

Como ocurre con cualquier vacuna, algunas personas experimentarán efectos secundarios leves o moderados después de vacunarse contra la COVID-19. Se trata de un signo normal de que el organismo está desarrollando la protección.

Entre los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 se incluyen: fiebre, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, diarrea y dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección.

No todo el mundo presenta efectos secundarios, y la mayoría de ellos desaparecen por sí solos en pocos días. Todos estos efectos se pueden paliar con descanso, la ingesta abundante de líquidos y medicación para el dolor y la fiebre, si es necesaria.

Las vacunas contra la COVID 19 pueden dar lugar a efectos secundarios más graves o más duraderos, pero ello es muy infrecuente. Las autoridades nacionales de salud llevan a cabo el control de las vacunas para detectar sus eventos adversos, que son poco frecuentes, y para actuar en respuesta a ellos. La OMS presta apoyo a los países a nivel regional y mundial para controlar la seguridad de las vacunas.

Sí. La OMS recomienda una sola dosis de la vacuna contra la COVID-19 durante cada embarazo. Las personas embarazadas corren un mayor riesgo de presentar síntomas graves de la COVID-19, lo que puede afectarlas tanto a ellas como al bebé.

Vacunarse durante el embarazo es seguro y beneficia también al feto, ya que también recibirá los anticuerpos creados por la madre. Además, estos anticuerpos pueden ayudar a proteger al bebé durante los primeros meses de vida.

Las vacunas contra la COVID-19 se pueden administrar de manera segura en cualquier momento del embarazo para evitar perder oportunidades, si bien confiere la máxima protección si se aplica a mediados del segundo trimestre. Además, las vacunas contra la COVID-19 se pueden administrar de manera segura junto con otras vacunas recomendadas durante el embarazo.

Puede obtener más información sobre las vacunas contra la COVID-19 y el embarazo aquí.

Si está en periodo de lactancia, debería vacunarse contra la COVID-19 con la vacuna disponible en función de las recomendaciones de su país.

Ninguna de las vacunas actuales contra la COVID-19 contiene virus vivos, por lo que no hay riesgo de transmitirlos al lactante a través de la leche materna. De hecho, los anticuerpos que genera la vacunación pueden pasar al bebé a través de la leche materna y ayudar a protegerlo.

Sí, debería vacunarse si está pensando en quedarse embarazada.

No existen pruebas de que las vacunas contra la COVID-19 afecten a la fecundidad ni pruebas biológicas de que los componentes de las vacunas contra la COVID-19 y los anticuerpos que se generan tras recibirlas puedan causar problemas en los órganos reproductores.