Se avistaron ocho osos andino en el Parque Nacional Natural Tatamá

Los osos andinos son considerados una especie sombrilla en el ecosistema. / Fotografía Ángela Parra

El oso andino, conocido como oso de “anteojos” es una especie amenazada catalogada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se encuentra en Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. 

El Parque Tatamá, en (Risaralda), es una de las 59 áreas protegidas que tiene Parques Naturales, y una de las 22 donde hay registros del hábitat del oso andino. Las cámaras se instalaron tras los resultados que arrojó el monitoreo de ocupación del Oso Andino para este Parque Nacional desde el año 2015 donde se evidenció que esta especie tiene una ocupación muy alta: alrededor del 80% del terreno muestreado.

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Para Parques Nacionales, la presencia del oso andino es un indicador de buena salud de los bosques, por lo que el avistamiento es una señal muy importante sobre el trabajo de conservación que adelantan. 

Una de las actividades humanas que afectan el hábitat del oso es la ganadería, pues requiere de grandes extensiones de terreno para su desarrollo; y el “anteojos”, es una especie que necesita 59 kilómetros cuadrados de terreno para poder tener una calidad de vida buena.  

Entre tanto, desde Parques Naturales adelantan monitoreos y campañas de sensibilización con las comunidades aledañas a las áreas protegidas para que no vean este animal como un peligro. Una especie que según los expertos en 30 años probablemente ha perdido el 30% de su población sino se toman medidas para preservar su hábitat.

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