estudios
LA ESCRITURA CREATIVA EN LAS AULAS DEL
GRADO DE PRIMARIA.
UNA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
Emilia Morote Peñalver
(Universidad de Murcia)
RESUMEN
Esta investigación trata sobre la necesaria relación, en la
formación inicial de los futuros docentes de Educación Primaria, entre
creatividad y estrategias didácticas en lengua y literatura que la fomenten y
la conviertan en parte de su desarrollo integral como personas y fuente de
entusiasmo para su futuro profesional. Son escasos los estudios centrados en la
formación inicial del docente, así como en la divulgación de sus productos
creativos y en el tratamiento de la poesía desde la creación personal del
alumno. Y, en relación con el modelo didáctico, escasos los centrados en
aspectos intertextuales, interdisciplinares e internivelares.
Para ello, se ha aplicado una investigación-acción en un
grupo del Grado de Educación Primaria, siendo los resultados favorables a la
aplicación del modelo didáctico con que se ha intervenido en el aula para demostrar
que este permite que, por fin, los alumnos asocien la creatividad en lengua y
literatura a una creatividad global o una cultura creativa que implique su
desarrollo integral como personas, para poderlo aplicar en su futuro profesional.
Palabras clave:
escritura creativa; formación inicial; Didáctica de la lengua y la
literatura; educación Primaria.
CREATIVE
WRITING IN GRADE CLASSROOMS. ACTION RESEARCH
ABSTRACT
This research deals with the necessary relationship,
in the initial training of future teachers of Primary Education, between
creativity and teaching strategies in language and literature that encourage it
and make it part of their integral development as people and source of
enthusiasm for their professional future. Studies centred on initial training
are scarce as well as in the dissemination of their creative products and in
the treatment of poetry from the personal creation of the student. And, with
respect to the didactic model, those focused on intertextual, interdisciplinary
and interlevel aspects are scarce.
In order to do this, an action
research in a group of Primary Education degree have been implemented, being
results favourable to the implementation of the didactic model used in the
classroom so as to prove that it lets, at last, the students associate
creativity in language and literature to a global creativity or creative
culture involving their full development as individuals, so that it can be
applied in their professional future despite the fact that, in the beginning,
they did not considered themselves with traits of creativity and admitted
having found aspects that may have limited their creativity in the academic
field.
KEY WORDS: Creative writing; initial teachers training; language and literature
Didactics; Primary Education.
1.
Introducción.
El
interés y relevancia del tema radican en la necesidad del futuro maestro de Educación
Primaria de adquirir modelos y estrategias didácticas, por parte de su
profesorado en su formación inicial, que lo lleven a concebir la creatividad en
las clases de lengua y literatura como un mecanismo eficiente para el
desarrollo personal y social, el desarrollo integral de la persona en todas las
dimensiones (cognitiva, afectiva y efectiva), como parte de una cultura
creativa global que pueda ser trasladada a sus futuros discentes. Por tanto, el problema
que se observa es, conceptualmente, que el alumnado de Magisterio no asocia la
creatividad en lengua y literatura, en el aula, como un mecanismo vinculado a
una cultura creativa global, una cultura en la que se fomenta y potencia el
desarrollo integral de la persona.
En la
enseñanza universitaria, tradicionalmente, ha predominado la clase magistral,
por lo que la actuación docente se ceñía a la mera transmisión de contenidos
teóricos, dejando de lado aspectos didácticos relevantes que permitieran el
desarrollo de la capacidad creativa del alumnado. Del mismo modo, es importante
señalar, con mayor concreción, que se aprecia un alejamiento de la escritura
creativa –sobre todo, poética- en la formación inicial (incluso, en la
formación permanente) del futuro docente tanto de Primaria como de Secundaria.
Desde que
abandonan las aulas del instituto, por lo general, no se trabaja la
escritura creativa o solo de modo esporádico y por iniciativa personal del
docente inquieto -demasiados alumnos por aula y demasiada sujeción al
libro de texto y, quizá, claro que sí, porque no nos hemos ejercitado nosotros
en ello, como tampoco lo hemos hecho en el uso y desarrollo de técnicas para el
discurso oral-. De modo que, acostumbrados al aprendizaje memorístico
repetitivo -sin que ello suponga recusar o desestimar este método, válido para
según qué aspectos docentes, porque la memorización es también necesaria-,
la escritura creativa puede servir para ese desarrollo no solo de
la creatividad, sino de esta al servicio del desarrollo integral de la
persona. Puede ser útil no solo para afrontar de manera diferente la enseñanza
de la asignatura de lengua castellana y literatura, sino para procurarnos una
nueva metodología con la que buscar el desarrollo íntegro del estudiante, en
tanto que persona con inquietudes “artísticas” que, entre otros objetivos y
principios epistemológicos, desea “contagiar” esto mismo a sus futuros alumnos.
Esa precariedad o insuficiente dedicación en las aulas de Secundaria a la
escritura creativa como tarea primordial tiene un correlato en el déficit que
se observa en etapas educativas superiores, que, en este caso, centramos en la
formación inicial de los futuros docentes de Primaria en el Grado de Magisterio.
El
contenido didáctico de la asignatura “Lengua, literatura y su didáctica”, correspondiente
al grupo donde se ha intervenido para este trabajo con pretensión de observar y
lograr la mejora, no busca, exclusivamente, que el futuro docente de Primaria
aprenda cómo enseñar literatura a los niños, sino que, para nosotros, los
profesores que enseñamos a los futuros maestros, también deviene en reto la
puesta en práctica de estos principios que, por encima de cualquier otra cosa,
pretenden encumbrar la lectura y todos sus alrededores a un marco de bienestar
accesible para todos, para que nuestros discentes, futuros docentes, “aprendan
a proporcionarles un contacto grato y creativo con la misma (literatura)” (Guerrero,
2004, p. 409).
En
el contexto de la educación en lengua y literatura y la formación inicial del
profesorado de Primaria, tiene interés, en esa puesta en valor y potenciación
de la creatividad, que el futuro docente no aprecie distanciamiento entre la
formación específica en el área y la formación pedagógica para enseñarla: esa
competencia profesional que incluye, entre otras, la referencia a la
creatividad. Todo ello complementado con el entusiasmo que se proyecte en el
acto de enseñanza. En este sentido, entre los objetivos formativos
actitudinales (2004, pp. 417-418) de la asignatura, que ayudan al desarrollo de
la competencia didáctica del alumnado y recogidos en los objetivos de la
investigación, se destacan: desarrollar el entusiasmo y la autoconciencia
profesional; estimular el sentido del juego, ayudando a vencer la inhibición y
timidez paralizante para su propia expresión creativa y la relación con su
alumnado; impulsar su capacidad creativa y alentar sus posibilidades expresivas
mediante diferentes técnicas y actividades; fomentar la reflexión crítica; valorar
el trabajo en grupo y desarrollar el espíritu de equipo y de colaboración y,
finalmente, incorporar, en el planteamiento didáctico de la lengua y la
literatura, un enfoque global de educación en valores. Todos estos objetivos se
contemplan en la propuesta didáctica de intervención en el aula “Taller de
escritura creativa”[i].
De todo el estudio inicial, en este artículo, solo se
presenta una parte[ii],
centrada en la valoración de la propuesta de intervención didáctica en el aula:
un taller de escritura creativa. Y es que, aun estando
siempre el desarrollo o afianzamiento de la competencia comunicativa de los
estudiantes en el horizonte de cualquier propuesta de estímulo de la escritura
en el aula, se busca, en especial, el estímulo de la creatividad que lleve a un
desarrollo personal íntegro (social, afectivo, cultural, crítico…) y a
contemplar la misma como sinónimo de un entusiasmo vital y profesional que
proyectar en el futuro profesional del aspirante a docente. Es por ello que,
entre las tareas que la propuesta incluye, se contemple un acercamiento
extraño, estimulante y novedoso al currículo de Primaria haciendo uso de la vía
poética y del necesario descubrimiento de la lectura de dicho género, tan
alejado de la lectura por placer de la mayor parte de los estudiantes, todo
ello en contraposición a la propensión a un acercamiento más especializado,
normativo o funcional al mismo. Por tanto, se garantizan el fomento de la
lectura y de la escritura inventiva, creativa, sin la restricción de
plantearnos, previamente, si lo que resulta es o no literatura, lo cual
llevaría a otro debate. Se garantiza, en suma, el vínculo entre la literatura y
el conocimiento de la lengua.
Respecto de la búsqueda de un método de transposición
didáctica creativo que contemple la intertextualidad, la interdisciplinariedad,
la educación en valores de modo imaginativo, se cuenta con numerosas
contribuciones en torno al fomento de la escritura creativa en las aulas
(Primaria, Secundaria); pero, escasamente, se centra en la formación inicial
del futuro profesorado de Primaria. De un lado, contamos con las aportaciones
lejanas en el terreno de la escritura intertextual creativa y experimental de
G. Rodari, R. Queneau y el grupo Grafein; de otro, con las actuales de Mª T.
Caro Valverde y P. Guerrero Ruiz, que suponen una superación de lo anterior con
métodos innovadores en diferentes niveles educativos e interrelacionando
disciplinas o áreas de conocimiento distintas.
Como afirma Caro, la tradición de los talleres de escritura
tiene antecedentes lejanos y, sobre todo, de carácter educativo, y lo justifica
añadiendo que constituyen “una destreza expresiva al alcance de cualquier
persona” y una actividad mediante la cual “se dinamiza la conexión
intertextual, la reflexión sobre la utilidad vital y cultural de las palabras
incardinadas a la imaginación y el placer por asumir lo literario como un
tesoro de convivencia entre lo ajeno y lo propio” (Caro, 2006, p. 27), todo
ello cargado de sentido humano.
Ante las dimensiones que requiere este breve estudio, solo
aludiré a aquellos antecedentes en relación con los talleres de escritura
creativa que impliquen una tarea intertextual, al tiempo que presupongan una
escritura lúdica, experimental y expresiva, para pasar a citar aquellos otros
más próximos, novedosos y de probada eficacia en el contexto educativo general,
si bien resulta difícil localizar ese tipo de experiencias en el ámbito de la
formación inicial de los futuros docentes de la Educación Primaria, la mayoría
centrados en alumnos de Secundaria. De este modo, Alonso (2001, p. 57), en el
ámbito de la Educación Secundaria, apunta como solución para la mejora de la
educación literaria crear un espacio donde se aplique una didáctica que tenga
en cuenta lo imaginario y la creatividad para fomentar la voluntad expresiva
del alumno. Y, apuntando hacia la formación del docente en este campo, Corrales
(2001) se manifiesta a favor de la formación del profesorado (de Secundaria) en
creación literaria y Delmiro (2001) matiza en el conocimiento exhaustivo de las
distintas escuelas o modelos de taller de escritura.
Sin embargo, antes de citar esas experiencias con la
escritura creativa, de larga tradición educativa y bajo el nombre de “taller
literario”, sería interesante evocar la exégesis de Caro (2006, p. 32) tras ese
recorrido por los más relevantes: el déficit de todos esos talleres literarios
que se pueden considerar como antecedentes es la escasa o nula iniciativa interdisciplinar,
pues se circunscriben, exclusivamente, al área de lengua y literatura. Y es que
son frecuentes las publicaciones de secuencias didácticas con que trabajar la
tipología textual de manera imaginativa, pero no desde la
interdisciplinariedad, eso sí, no en la formación inicial –ni siquiera en la
formación permanente- del profesorado de Educación Primaria, cada vez más
centrado en planificar, en diseñar unidades didácticas, dando por sentado,
quizá, que ya han aprendido a escribir de manera fluida y creativa para enseñar
a que otros aprendan en sus aulas.
De todas las propuestas de escritura creativa (que
implicaran, por supuesto, la copresencia de los participantes en las tareas de
escritura) que nos recuerdan tanto Delmiro (1994) como Caro (2006), y que se
pueden considerar relevantes por las tareas intertextuales imaginativas y
lúdicas de sus propuestas, citaremos los casos de la Gramática de la fantasía. Introducción al arte de contar historias,
de G. Rodari, los Ejercicios de estilo,
de R. Queneau y El libro de Grafein.
Teoría y práctica de un taller de escritura, de Tobelem, con su teoría de
las consignas.
La obra de Rodari, un maestro italiano preocupado por el
hecho de que sus alumnos inventaran historias, es hoy un manual que, con tintes
poéticos, adereza con teoría una serie de sugerentes ejercicios de
transtextualidad, según la terminología de Genette: <<Recordando
historias>>, <<Caperucita Roja en helicóptero>>,
<<Ensalada de cuentos>>, <<Imitando cuentos>> o
<<Cuentos en clave obligatoria>>. Y, como indica Caro, la obra de
Rodari es “referente inexcusable de los profesores animados a trabajar en los
talleres literarios” (2006, p. 29), con la seguridad de que se fomenta la
creatividad en sus aulas, entendida como pensamiento divergente, en la medida
en que se buscan soluciones alejadas de lo cómodo rompiendo los esquemas de la
experiencia (Delmiro, 2001, p. 23).
La escritura que experimenta desde presupuestos lúdicos
tiene otro referente en Europa: los Ejercicios
de estilo, escrito en 1947, del francés Raymond Queneau o las propuestas de
transformación textual del grupo Oulipo (‘Ouvroir de litterature potentielle,
Taller de literatura potencia’), del que aquel es miembro fundador junto a
otras figuras significativas del mundo de la cultura. El propio Genette cita
esas transformaciones textuales en su obra, lo que resulta una garantía del
carácter transtextual de los ejercicios que proponen y en los que muestran una
concepción lúdica y experimental de la escritura cuyo rasgo distintivo es que
sitúan el inicio del acto creador en la tensión entre la libertad imaginativa y
una restricción impuesta al escritor para que este busque nuevos caminos,
nuevas formas de expresión (lejos, pues, de la inspiración o de los grandes
temas de la literatura) que contribuyan, en definitiva, al desarrollo de la
competencia literaria de los alumnos, pues inciden sobre el estilo, sobre los
elementos de la narración… poniendo siempre la transformación humorística
–parodia, pastiche- como elemento básico, lo que lo diferencia de Rodari.
Esa misma restricción tomará el nombre de “consigna” en El libro de Grafein, de Tobelem, ya en
el ámbito latinoamericano (Argentina), por tanto, en la línea de la escritura
experimental de Queneau. El grupo que llevaría ese nombre, bajo la coordinación
de Tobelem, concibió la teoría literaria como una fuente de problemas sobre
lengua y literatura que podían convertirse en el pretexto, en esa restricción o
consigna para escribir. En este sentido, el concepto de intertexto, por
ejemplo, daba lugar a una consigna por la que se proponía la creación de un
monólogo de un personaje descrito en un texto, con la intención no de hacer una
comprobación de la teoría en la práctica, sino de provocar aquella desde el
juego de la escritura, por lo que esta cobra una dimensión didáctica (Frugoni,
2006, p. 29).
Dentro de esos antecedentes lejanos, convendría citar
también, por lo que tenían de ejercicio terapéutico, por tanto, expresivo,
desinhibidor, aquellas propuestas de Natalie Goldberg (La escritura, una terapia creativa y El gozo de escribir) en Estados Unidos a finales del siglo XX. La
escritura, pues, se convierte en la vía de expresión de los sentimientos
personales a la vez que facilita el desarrollo personal e intelectual del
alumno, quien crea su cultura mediante su propio lenguaje.
Es común a todos la superación, desde la práctica educativa,
del modelo retórico de imitación de estilo, para experimentar con el lenguaje
de modo lúdico y original, de modo que se fomente el pensamiento creativo, ese
mismo pensamiento que puede llevar a los alumnos a mirar el mundo y la vida de
un modo diferente, al tiempo que se establecen pilares sólidos de actitudes
positivas de los alumnos hacia la escritura que devienen en afecto por la
lectura.
En la actualidad, los estudios más relevantes sobre el tema
responden a las investigaciones de Caro (2006) y Guerrero (2008), en las que se
pone el acento sobre la intertextualidad e interdisciplinariedad, en tanto que,
con sus modelos didácticos, interdisciplinar y ekfrástico, respectivamente,
proponen estrategias eficaces de integración curricular, implicando a
colectivos amplios de trabajo e investigación en los que se supera el mero
ámbito educativo para alcanzar el social, moral y creativo que hay tras la
diversidad. Ofrecen, al mismo tiempo, una pedagogía de la escritura basada en
el proceso de escritura, que facilita el desarrollo de actitudes reflexivas,
críticas, la formación íntegra del alumno, sin olvidar encumbrar los productos
creativos de los alumnos mediante su divulgación.
Sendos autores proponen y ponen a disposición de la
imitación una manera ingeniosa y ardua de interrelacionar currículos desde
diferentes contextos educativos, siendo la transversalidad, transtextualidad e
interculturalidad los ejes básicos para abrir cauces de expresión creativa a
los alumnos y, como afirma Caro, en definitiva, demostrar la “potencialidad
democrática de la palabra” (Caro, 2006, p. 268), para lo cual también se
requiere de medios y, sobre todo, de energía innovadora por parte de los
docentes (2006, p. 384).
Y es que lo creado ha de volverse un estímulo que fomente la
creatividad de los demás, de ahí la necesidad de fomentar la publicación de las
creaciones de los alumnos como un modo de dignificar su trabajo, de favorecer
la libertad y la comunicación intrínsecas a una pedagogía de expresión creativa
y creadora, como una estrategia más del proceso de enseñanza. En este sentido, como ejemplos, son
relevantes: de un lado, todos los macroproyectos que, coordinados por la
profesora Mª T. Caro Valverde desde sus inicios en 1997, han cristalizado como
libros divulgativos de la escritura y lectura creativas de los clásicos
realizadas por alumnos de Secundaria y Primaria y desde la interrelación de
diversas disciplinas, algunos premiados por su valor didáctico: Cuentos con moraleja (1997), Imaginar con Cervantes (1998), Se abre el telón de la mano de Lorca
(1999), Arde la Celestina (2000), Echar redes al Genio: Calderón en el Romea
(2003) o Más de cien mentiras (Quijote y
Sabina confabulados) (2005). Desde otra perspectiva, son también relevantes
los libros publicados por el poeta lucense Manuel Lara Cantizani con las
composiciones de sus alumnos de Secundaria –Once
de marzo; antología de haikus desde Lucena (2004) y Haikus del mal amor (2005)-, por su gran calidad literaria,
expresividad y significatividad, pues nacen de la reflexión en el aula en torno
a temas próximos, como los actos terroristas del 11-M que vivieron en las
fechas de su creación y la violencia doméstica (o de género), tan presente en
los medios de comunicación y de indiscutible valor pedagógico, formativo de la
personalidad que ha de proyectarse sobre la sociedad. Solo entonces, lo creado
por los alumnos vuelve para ser objeto de su reflexión, de su propia evaluación
y modelo creativo estimulador para otros. Una experiencia didáctica que podemos
completar con la experimentada por el profesor G. Lozano Jaén en el libro La magia de las palabras: narraciones desde
el aula para disfrutar y trabajar (2010), en el que las mismas creaciones
de los alumnos servían para el estudio de la lengua y su práctica a través de
guías didácticas. Es aquí donde recuperamos la dimensión didáctica de la
escritura que hemos nombrado en líneas precedentes para referirnos a los antecedentes
de los talleres literarios.
Experiencias divulgativas centradas en el ámbito de la
enseñanza Secundaria y experiencias escritoras que debieran continuarse en la
formación inicial de los futuros docentes de cualquier nivel educativo para el
desarrollo, siempre insuficiente, de las competencias lingüística, literaria y,
en definitiva, comunicativa.
En esta
investigación, se pretende conocer el grado de mejora de las competencias
creativas y la influencia en el desarrollo social, crítico y afectivo del
alumnado del Grado de Magisterio a través del modelo de transposición didáctica
del taller de escritura intertextual, interdisciplinar e imaginativa, cuya
transgresión creativa ha de procurar el entusiasmo que motive una docencia que
fomente la interculturalidad, la intertextualidad –en tanto que fuente de
riqueza expresiva y de pensamiento basada en una mayor competencia lectora- y
la educación en valores desde una enseñanza creativa, en la que, además, el
currículo (del alumno Primaria, en este caso) no sea abordado, exclusivamente,
desde la mirada limitada de una sola disciplina.
Como señala
Caro (2006), a veces, las soluciones planteadas para resolver el problema no
son infalibles, por lo que hay que tener en cuenta que aquella actúa como un
“andamiaje de pensamiento” (p. 2) para crear “nuevos cuerpos de conocimiento”
(p. 1). Y esos son los pilares de la investigación-acción: la intervención
disciplinada con intención de mejorar su práctica educativa y la generación de
nuevo conocimiento desde la constante reflexión.
La
justificación de la concreción del problema inicial en “problema investigable”
(Guerrero, 2008, pp. 20-21; Serrano, 1999, p. 11) radica en la propia
experiencia personal y profesional de quien investiga en el contexto educativo
en el que se desenvuelve, poco propenso a la lectura creativa de poesía[iii],
sobre todo, y la escritura creativa, así como el compromiso personal y
profesional con la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos y
la escasa bibliografía centrada en modelos de escritura en el ámbito
universitario que combinen el rigor normativo del currículo de Primaria con el
fomento de la expresión creativa en la que se contemple el uso de las TIC, la
intertextualidad, la interdisciplinariedad, la interculturalidad y la educación
en valores para un desarrollo integral de la persona y la concepción de que la
creatividad en lengua y literatura contribuye a una concepción más amplia de
cultura creativa global. La experiencia profesional, como afirma Caro (2006,
pp. 25-26), apenas ha contemplado el desarrollo de proyectos cooperativos entre
centros o entre profesores de distintas disciplinas y niveles educativos. Y, en
relación con los modelos didácticos de los talleres de escritura, la
documentación está orientada a recoger experiencias esporádicas, sobre todo, en
aulas de Secundaria, lo más próximo al contexto elegido para la intervención.
Se
encuentran investigaciones que centran su atención en las competencias
creativas en los docentes, sobre la creatividad en alumnos de Educación
Primaria o en otras disciplinas, pero no centradas en la formación inicial de
los futuros docentes y en el área de lengua y literatura, pues apenas se piensa
en la figura del maestro como un profesional creativo y, quizá, se tiene la
creencia de que el alumno ya ha alcanzado un nivel suficiente de competencia
lingüística, comunicativa y creativa para proyectarlo en un futuro a sus
alumnos, creencia que la experiencia docente confirma equivocada.
Por lo
general, los alumnos universitarios no adscriben la enseñanza creativa en
lengua y literatura a una concepción más amplia que abarca su propio desarrollo
personal y su entusiasmo como instrumento útil en la enseñanza y en la
construcción de la vida de sus futuros alumnos. Probablemente, ni siquiera
buena parte de los docentes. Rodríguez (1996), en su artículo “Creatividad y
formación del profesorado”[iv],
muestra su preocupación por la mejora creativa del profesor/maestro,
planteándose interrogantes como:
¿Ser enseñante implica
necesariamente ser una persona creativa? ¿El maestro debe llegar a ser
creativo? ¿Es necesaria la formación creativa de los maestros? ¿Realmente el
maestro puede llegar a ser creativo? ¿Quién y cómo se enseña al maestro a ser
creativo? (p. 1)
Es
conveniente, por tanto, que los estudiantes de Educación Primaria perciban la
importancia de optar por la creatividad como desafío ante la compleja realidad
social que se vive y como potencial en la autogestión de sus aprendizajes
(observar, investigar, analizar, comprender, concluir…), que redunda en su
gusto por aprender. El alumno no ha de resultar de la suma de aprendizajes en
varias asignaturas, sino que se ha de formar como ser y futuro docente
creativo, innovador, reflexivo, crítico y con valores capaz de proyectar esa
misma docencia creativa sobre sus alumnos.
Saturnino
de la Torre, citado por Klimenko (2008, p. 192), considera este siglo XXI el siglo de la creatividad, dadas las
necesarias transformaciones sociales que plantea una sociedad que ofrece tantos
cambios acelerados, impedimentos y violencia social, por lo que la educación ha
de proponerse elevar la creatividad a rango social. Para ello, se han de
conjugar estrategias educativas que aúnen esfuerzos de todos (docentes, alumnos
e instituciones).
Y, ante el
objetivo de que los estudiantes del Grado crean en la conveniencia de proyectar
una docencia creativa en su futuro como docentes, no se debe olvidar el
contexto humano infantil donde sembrarán las semillas de la creatividad como
parte integrante de la cultura y del desarrollo como personas educadas en
valores de respeto y aprecio por el aprendizaje, un contexto en el que, como se
ha indicado en otra ocasión, la poesía y su musicalidad forman parte de su
cotidianeidad. La creatividad es, pues, un bien social, así como la creación
intertextual, intercultural e interdisciplinar en diferentes niveles educativos
que preconizan Caro (2006, p. 356) y Guerrero (2008), un bien humano, pues
entroncan el afecto y el entusiasmo creador con la imaginación (y otras
habilidades cognitivas y metacognitivas)[v].
Por tanto, es coherente hacerles ver, en su formación inicial, que de ellos se
espera creatividad, docencia creativa, que ha de formar parte, incluso, de la
formación permanente del docente.
2.
Método.
2.1.
Objetivos e hipótesis.
El objetivo principal de este estudio es desarrollar y
evaluar un modelo creativo motivador y heurístico basado en la teoría y en la
experimentación (transposición didáctica) que fomente la creatividad; objetivo
que queda desglosado en otros tantos que lo completan: primero, analizar e
interpretar tareas creativas que se realicen en el aula, valorando su estilo y
originalidad, así como las propiedades de coherencia y cohesión inherentes a
todo constructo literario. Segundo, promover el hábito de lectura como fase
previa y básica a la materialización de actividades de escritura creativa. Tercero, incentivar el espíritu crítico, la
formación integral de la persona y promover su implicación en el proceso
creativo como condición necesaria para lograr un adecuado clima de trabajo en
el aula, donde se coopere e interactúe al mismo tiempo que se realiza el
trabajo autónomo. Y, finalmente, incorporar el uso de las TIC como una
herramienta básica en la formación del profesorado: como herramienta que
facilita un uso creativo del lenguaje verbal, visual y sonoro –storyboards-; para ofrecer información
relativa a temas y referencias bibliográficas –wiki-; establecer comunicación, tanto entre alumnos como con el
docente y ofrecer mensajes de carácter organizativo.
Un modelo de transposición didáctica creativo e innovador en
la formación inicial del alumnado del Grado de Magisterio en educación
Primaria, desde el área de lengua y literatura, servirá como fuente de energía
didáctica para que, en su futuro docente, los escolares destinatarios se
entrañen motivadoramente con la escritura, la composición creativa, la
intertextualidad, la educación en valores, el uso de las nuevas tecnologías y
la interdisciplinariedad, al tiempo que se desarrolla la autonomía personal, la
formación integral de la persona y su espíritu crítico.
Se trabaja, pues, la intertextualidad tanto a nivel de
recepción de textos (que el alumno lea, interprete, relacione) como de
creación, porque la competencia literaria y creativa se ejercita tanto desde la
lectura comprensiva como desde la escritura creativa, de cuya escasez en las
aulas se da cuenta en este trabajo y se convierte en el foco de atención del
mismo.
Se cree en la potencialidad e innovación de los modelos
didácticos de Caro (2006) y Guerrero (2008): romper barreras genéricas con el
trasvase intertextual y/o ese comparativismo en el que se cruzan otras
disciplinas (pintura, música, tecnología...). Si bien en el aula del Grado no
hay tiempo para ampliarlo con la necesaria interpretación detallada, se procura
inculcar la puesta en común de los productos por las implicaciones didácticas,
afectivas… que supone la misma. Y todo ello a partir de la actuación cómplice
del alumno (heurística) y siguiendo esa tendencia actual hacia una Pedagogía
intercultural (2008, p. 81) con una metodología activa, en la que la
tecnología no es un fin en sí mismo, sino un garante más de la acción
participativa y plural del discente y del desarrollo del conocimiento y de su
faceta crítica y de aceptación de valores para un mejor desenvolvimiento en la
sociedad.
El taller, como afirman López y Encabo (2006) es una
estrategia para enseñar lengua y literatura, una disciplina que, dada su
complejidad, no puede seguir siendo abordada desde un planteamiento clásico
positivista, porque el lenguaje, es, ante todo, “acción” y no un “saber
estático” (2006, p. 97). De este modo, el taller permite “trabajar diversos
aspectos lingüísticos y literarios de una forma más funcional e incluso lúdica”
(2006, p. 100), todo ello dejando espacio para la imaginación y las iniciativas
propias (Guerrero y Belmonte, 1998). No olvidemos que la sociedad del siglo XXI
es una sociedad plurilingüe y multicultural que requiere de una Pedagogía
inclusiva intercultural que, desde la acción del propio alumno, supere ciertos
nacionalismos culturales exclusivistas (Guerrero, 2008, p. 81) y encuentre, en
el aprendizaje creativo, sobre todo, el fomento de la motivación, el trabajo
colaborativo y solidario, la pasión y los valores, es decir, la dimensión
afectivo-social.
Es evidente que, para alcanzar la competencia comunicativa,
para lograr la posesión de un discurso propio adaptado a las distintas
situaciones comunicativas, hay que procurar que el alumno lea y escriba. Y,
para ello, se centra la atención en aprendizajes creativos, donde la
imaginación y la creatividad estén a la altura de otros valores pedagógicos y
no reñidas ni con los contenidos curriculares ni con la disciplina de lengua y
literatura. Y es que, como señala Caro al respecto, “la verdadera literatura se
disfruta, no se enseña” (2006, p. 40). Para añadir, en otra ocasión, que es
“espacio de foro libre que fomenta el humanismo” (2006, p. 55), el cultivo de
todo lo humano.
Sánchez-Enciso pone su acento también en la necesidad de
superar el paradigma didáctico positivista, esa transposición pedagógica de la
literatura y de la misma lengua, que hemos heredado y que no facilita la
comunicación de nuestras emociones artísticas, llegando a estar supeditados a
una teoría y abocados a una deshumanización. Para este autor, el taller “es una
forma de romper una visión roma y pragmática de la realidad que imponen cada
vez más los tiempos que corren” (Sánchez-Enciso, 2008, p. 79).
El taller de escritura creativa ofrece la posibilidad de
jugar con la imaginación para transformar, para expresar en una palabra o en
una imagen la esencia de un discurso (como extrañamiento de la situación
inicial). Para ello, se fomenta el uso de diferentes códigos comunicativos, se
estimula el pensamiento creativo, se implica al alumno en su propio proceso de
aprendizaje y se alienta a la producción artística y a su posterior
divulgación. Y es que el alumno, como comenta Caro (2006) en su tesis, en este
tipo de tareas, se ve motivado a escribir por “la invitación a recrear
libremente al maestro” (2006, p. 53).
Sin duda, las composiciones individuales de
los alumnos no deben "morir" en la mesa del docente evaluador; todas
han de nacer para ser objeto de lectura entre los compañeros de un aula y,
dadas las posibilidades actuales, para ser editadas (revistas impresas o
digitales, libros electrónicos, recitales...). Además, han de contribuir a
generar un clima amable en el aula de respeto, de valoración hacia los
compañeros y disfrute, en definitiva, de convivencia democrática con un uso
creativo de la palabra, de convivencia estimulante y favorecedora de buenas
relaciones interpersonales y del "juego" que haga perder el miedo al
ridículo, superar actitudes que paralicen la expresión creativa del alumno y
generar entusiasmo por el propio futuro profesional.
Por tanto, el taller, en tanto que proceso creativo
desarrollado en un clima de aula favorable, ayuda al crecimiento y la mejora
del concepto de uno mismo, así como al desarrollo de otras competencias
profesionalizadoras, transformando el aula en un espacio más humano y
estimulante.
Diseño de la investigación.
La presente investigación es fruto de un proceso analítico
de una observación participante caracterizado por la detección de un problema
en el aula, la reflexión sobre el modo como resolverlo, la planificación de una
intervención para aplicar una posible solución, la evaluación de los resultados
y la modificación de esa acción en función de los mismos. Es decir, planificación, acción, observación y reflexión, lo que responde
al método de investigación propuesto por el psicólogo social Lewin (1946) de
investigación-acción, citado por Guerrero (2008) y que él mismo define como
“una forma de indagación introspectiva colectiva emprendida por participantes
en situaciones sociales con objeto de mejorar la racionalidad y la justicia de
sus prácticas sociales o educativas” (2008, p. 99) o, según Latorre (2010),
como “un bucle recursivo y retroactivo de investigación y acción” (2010, p. 27),
de acción para un cambio y mejora y de investigación para generar conocimiento
y comprensión.
Al estar quien investiga ubicada e integrada en el lugar
donde se desarrollaban las actividades propuestas en la investigación, evitando
la distorsión de las mismas, la información obtenida en los cuestionarios es
completada con la obtenida de la experiencia en el aula y la observación
directa. Todo ello en aras de obtener una visión holística y, mediante la
triangulación, al menos, de una parte del ingente material obtenido (que
permite mayor desarrollo en un trabajo posterior al que ahora nos ocupa),
lograr la validez y credibilidad (Pérez, 1994, p. 91) en los datos extraídos,
susceptibles de ser extrapolados a nuevos contextos para buscar mejoras
educativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje del Grado de Primaria en un
trabajo prolongado.
Junto a las tareas de realización individual, se fomenta el
trabajo grupal colaborativo, la interacción, la transferencia a otros
contextos, el trasvase intertextual, el uso del lenguaje verbo-icónico, el uso
creativo de las TIC para la creación de comics y storyboards y la comunicación de sus creaciones. Todo ello con el
fin último de fomentar la necesidad de contemplar la creatividad como elemento
necesario en el proceso de enseñanza-aprendizaje (en todos los niveles
educativos) y desarrollar la competencia comunicativa general, de un lado, manteniendo
la motivación del placer por crear, por descubrir lecturas, experiencias que
vaya transformándose en motivación por saber y ser, como apunta Caro (2006); de
otro, promoviendo la reflexión, la crítica y la educación en valores y creando
un clima afectivo idóneo para el fomento de las habilidades creativas asociadas
al uso interdisciplinar e intertextual de la palabra.
El modelo del taller de escritura
creativa tiene como base dos referentes fundamentales que responden a dos
conceptos básicos en la enseñanza y en la sociedad en que vivimos: valores como
la libertad y la interculturalidad.
Finalmente, siguiendo un enfoque comprensivo interpretativo,
justificamos por qué se realiza la intervención a través del taller y por qué
entre el alumnado del Grado de Magisterio. Así, en primer lugar, recordamos que
la realización del taller en el aula actúa motivando la lectura y la escritura
creativa como espacio motivador donde se fomentan valores y modelos de vida. En
segundo lugar, se justifica tal selección de la muestra y contexto en tanto que
concebimos el aula como fuente de problemas vinculados al proceso de
enseñanza-aprendizaje, susceptibles de convertirse en “problemas investigables”
que, mediante el aporte de objetivos que sustentan la hipótesis, advienen en
“manejables”, según la terminología utilizada por Serrano (1999).
2.2.
Participantes.
El grupo sobre el que se ha realizado la intervención consta
de un total de 81 miembros matriculados oficialmente, pero la muestra
participante comprende solo a 65 sujetos pertenecientes a un grupo del Grado de
Educación Primaria durante el curso 2011-12, dada la intermitencia en la
asistencia que caracteriza a los alumnos universitarios, muchos de ellos
alternando trabajo y estudio.
3.
Instrumento, análisis y resultados.
Se ha concretado el objetivo en la realización y aplicación de un taller de escritura creativa,
evaluado por los alumnos a través de un cuestionario[vi]
-C3- (además de otros instrumentos no recogidos en este artículo, como
entrevistas, observación participante y diarios de los alumnos), para cuyo
análisis de resultados se ha aplicado un programa de análisis de datos y
estadísticas estándar (la hoja de cálculo Excel).
El cuestionario evaluador de la
intervención con las actividades creativas (C3), anónimo, ha tenido un tiempo
de repuesta de entre 15 y 20 minutos, aproximadamente, y fue recogido por la
misma investigadora aprovechando las horas en que se trabajaba con el grupo
completo para evitar la dispersión y garantizar un número fijo siempre. Antes,
se les explicó el motivo del mismo, la finalidad de la investigación y la
relevancia de sus respuestas, haciéndoles partícipes, además, de que la
cumplimentación correcta y completa de los ítems aportaba validez. Cada alumno
debía marcar con un signo un solo número, en una escala de tipo Likert, de 1 (nada) a 5 (mucho). Así pues, este instrumento recoge datos cuantitativos, con
escalas de valoración con cinco niveles (
En el cuestionario (C3), la dimensión
“evaluación del modelo didáctico” está integrada por 19 ítems que recogían los
siguientes aspectos: factores intelectuales
y factores no intelectuales (cooperación, participación, sociabilidad, de
personalidad, motivacionales…). El mismo pretende
conocer la valoración que hacen los alumnos del Grado de Magisterio (Primaria)
del modo como el taller de escritura creativa (modelo de transposición
didáctica) fomenta y desarrolla las competencias creativas,
lingüístico-literarias, así como aspectos motivacionales que puedan estar
vinculados. Este cuestionario, anónimo, se pasa a los alumnos una vez realizada
la intervención en el aula. Al mismo
tiempo, se establece una comparación respecto de los datos obtenidos en sendos
cuestionarios (desarrollados en el marco de la tesis de maestría mencionada al
inicio) en torno a las dimensiones “rasgos de persona creativa”[vii]
(C1) y “dificultades que limitan la creatividad en las aulas”[viii]
(C2), no desarrollados en este artículo. Así, si establecemos una comparativa con los rasgos de la persona
creativa contemplados en un primer cuestionario (C1), observamos los siguientes
cambios respecto de la situación de partida:
1º. Entre los rasgos cognitivos de
la persona creativa (C1) presentes en el grupo de alumnos participantes:
a) solo el rasgo 5 (con capacidad creativa y mente abierta a
posibilidades no dadas) se daba de manera suficiente (bastante y mucho): 40
alumnos del total de 65, es decir, un 61%.
En el
cuestionario final (C3), los indicadores relacionados con ese rasgo obtienen la
siguiente valoración suficiente (bastante
y mucho). Así, los alumnos valoran
que la realización del taller de escritura creativa ha favorecido:
- 1. El desarrollo de las competencias creativas
o el aprendizaje creativo: 62 alumnos (95%).
- 10. Aporta técnicas y estrategias que facilitan
una actuación creativa: 53 alumnos (81%).
- 11. Fomenta la lectura creativa (transformando, yendo más allá de lo leído):
59 alumnos (90%).
b) los rasgos 1, 2, 3 y 4 (con fluidez expresiva y de asociación de ideas,
original e imaginativo, con hábito de lectura y escritura creativa y con
sentido artístico/estético) aparecían, en el cuestionario inicial que
definía la persona creativa, de manera escasa (nada, poco, algo): rasgo 1 (40 alumnos- 62%), rasgo 2 (41 alumnos-
63%), rasgo 3 (46 alumnos- 71%) y rasgo 4 (50 alumnos- 77%).
En el
cuestionario final (C3), los indicadores relacionados con esos rasgos obtienen
la siguiente valoración suficiente (bastante
y mucho). Por tanto, el taller de
escritura creativa ha favorecido el desarrollo de:
- 3. La reflexión crítica: 40 alumnos (61%).
- 5. El trasvase intertextual: 40 alumnos
(62%).
- 6. El acercamiento y/o descubrimiento de un
estilo de escritura propio: 61 alumnos (94%).
- 7. El desarrollo de las competencias
lingüística y literaria: 60 alumnos (92%).
- 11. El fomento de la lectura creativa
(transformando, yendo más allá de lo leído): 59 alumnos (90%)
Al mismo
tiempo, la realización del taller de escritura creativa ha favorecido otros
aspectos de carácter intelectual de los alumnos cuyo fin último contemplaba el
aspecto creativo del alumno en relación con lengua y literatura:
-
2. La autoestima y el desarrollo personal:
46 alumnos (71%).
-
4. El uso de las TIC para producir de manera
personal o canalizar y expresar la creatividad: 45 alumnos (69%).
-
8. El conocimiento de los géneros y tipología
textual desde la creación personal y de manera lúdica: 48 alumnos (74%).
-
9. La incorporación, en el planteamiento
didáctico de la lengua y la literatura, de un enfoque global de educación en
valores: 41 alumnos (63%).
2º. Entre los rasgos de
personalidad recogidos en el cuestionario inicial que valoraba qué aspectos
propios de una persona creativa contemplaban los propios alumnos del Grado en
sí mismos:
a) los rasgos 6, 8, 9, 10 y 11 (alta autoestima y autoconfianza, capacidad
ilusionante y apasionado, curioso intelectualmente, atraído por la novedad y la
complejidad y con interés por el conocimiento y la comunicación) se daban
de manera suficiente (bastante y mucho).
En el
cuestionario final (C3), los indicadores más directamente relacionados con esos
rasgos de la persona creativa obtienen la siguiente valoración. Por tanto, el
taller ha favorecido el desarrollo de:
- 13. La motivación por el trabajo en el aula y
el entusiasmo por el futuro profesional: 51 alumnos (79%).
- 16. El fomento de su autodirección (curiosidad, indagación,
investigación) y responsabilidad de su propio aprendizaje: 55 alumnos
(84%).
- 18. La promoción y fomento de la idea de que la
creatividad exige y genera pasión y entusiasmo: 59 alumnos (91%).
- 19. La promoción y fomento de la idea de que la
creatividad implica valor, conciencia y actitud crítica para aceptar cambios y
el debate entre “ser” y “deber ser”: 50 alumnos (76%).
b) los rasgos 7 y 12 (libre –por su competencia lingüística y
comunicativa en general- y con capacidad persuasiva) aparecían de manera
escasa (nada, poco y algo).
En el
cuestionario final (C3), los indicadores relacionados, aunque de forma
indirecta, con esos rasgos de la persona creativa (porque facilitan o fomentan
la iniciativa, la interrelación, la cooperación, el entendimiento y la
sociabilidad y disipan el miedo o el ridículo que paralizan las actitudes
anteriores) han obtenido la siguiente valoración. Por tanto, el taller ha
favorecido el desarrollo de:
-
12. Actitudes cooperativas estimulantes y
favorecedoras de buenas relaciones interpersonales dentro del grupo: 48
alumnos (73%).
-
14. La estimulación del sentido del juego,
ayudando a superar la inhibición paralizante para tu propia expresión creativa:
53 alumnos (81%).
-
15. La idea de que se ha de perder el miedo al ridículo
para alcanzar una expresión creativa: 53 alumnos (81%).
-
17. La promoción y fomento de la idea de que la
creatividad exige motivación y esfuerzo: 61 alumnos (93%).
En general, resulta significativo
el dato de que ningún alumno haya considerado que la realización de las tareas
incluidas en el taller no ha favorecido alguno de los factores/ítems evaluados.
Y la valoración poco ha oscilado, en
la mayoría, entre 0 y 3 alumnos (al no contemplar decimales, corresponde al 2%
y 3%).
Si establecemos una relación con
aquellas dificultades que limitaban la creatividad en el ámbito académico del
segundo cuestionario (C2) y las nuevas categorías obtenidas de los comentarios
libres, observamos cómo las tareas del taller han favorecido aspectos que, para
los alumnos, suponían barreras a la creatividad, relacionados con el contexto
del aula, con los agentes y el estilo de enseñanza, pues inciden positivamente
sobre: la creación de un clima pedagógico adecuado, motivador y desinhibidor;
el desarrollo íntegro de la persona, desde competencias lingüística, literaria,
tecnológicas; fomento de valores y un vínculo motivador entre alumno y profesor
y, finalmente, una docencia o estilo de enseñanza que cuente con desarrollar y
fomentar la creatividad, la originalidad, el trabajo cooperativo, la
responsabilidad y necesario protagonismo del alumno en el aula y factores de
tipo emotivo, afectivo que favorezcan el aprendizaje. Y, entre los comentarios
de los alumnos en este tercer cuestionario, destacar dos temas emergentes de
interés: alternativa a la enseñanza tradicional y proyección en su futuro
profesional.
4.
Discusión y conclusiones.
En lo que respecta a la relación
de este trabajo con las investigaciones que estén centradas en la misma línea,
los de mayor relevancia son los realizados por los profesores Caro (2006) y
Guerrero (2008), con modelos intercurriculares e interdisciplinares de creación
literaria a gran escala sin contar con antecedentes directos en este
tipo de talleres, modelos aplicados a alumnos de Primaria, Secundaria y
Magisterio, que, aun con su complejidad, merecen réplicas en cualquiera de las
etapas educativas.
Así, recordando resultados de la
valoración sobre los aspectos que de la creatividad favorecía la realización
del taller (cuestionario C3), destacan la puntuaciones que, por ejemplo,
alcanzan ítems como el trasvase intertextual (bastante: 51%; mucho:
11%), el conocimiento de la tipología textual desde la creación personal y
lúdica (bastante: 49%; mucho: 25%), el desarrollo de
competencias lingüística y literaria (bastante:
50%; mucho: 42%), un enfoque global
de educación en valores (bastante:
43%; mucho: 20%) y las actitudes
cooperativas (bastante: 41%; mucho: 32%).
Respecto del modelo didáctico
aplicado en la formación inicial de los estudiantes que participan en la
investigación, recordamos los subobjetivos adscritos al mismo e interpretamos:
primero, que los alumnos han elaborado textos literarios, en algunos casos, de
considerable valor estético, originales y con cierto estilo literario, sin
descuidar –con la relectura y reescritura en el aula-, en algunos casos, las
propiedades de corrección, coherencia y cohesión inherentes a todo constructo
lingüístico y literario; segundo, han conocido, usado y apreciado cómo se puede
hacer un uso creativo del lenguaje (verbal, icónico y sonoro) mediante el uso
de las TIC, de cuya relevancia en la sociedad y en las aulas de Primaria son
testigos directos y tercero, han apreciado cómo el fomento de la
actitud crítica y reflexiva en tareas creativas dentro del aula con un clima de
trabajo grato, cooperativo e interactivo, contribuye al desarrollo integral de
la persona. Y ha sido ese mismo clima pedagógico afectivo el que ha dado
seguridad y ha generado entusiasmo en el alumno, lo que ha supuesto la
superación de lo que el 81% de los alumnos habían valorado como una de las
limitaciones de la creatividad observadas en su ámbito académico. Como afirma De
la Torre (2009), ese clima es propio de clases donde se utilicen métodos
creativos y se define como:
El humus del que se nutre el niño en casa, el alumno en la
escuela y el ciudadano en la cultura socialmente enriquecida. Todo lo que
digamos al respecto es insuficiente para remarcar que un ambiente psicológico
seguro y placentero, estimula mucho más que las ideas, pues en él está diluida
cierta carga emocional. El clima creativo de aula suele caracterizarse por
aparecer con facilidad la risa, el humor, la ausencia de temor y amenaza cuando
se expresan ideas nuevas, ambiente de trabajo cooperativo, la atmósfera de
bienestar psicológico… (p. 12)
En definitiva, la
intención de este trabajo de investigación ha sido siempre investigar sobre
enseñanza-aprendizaje en la formación inicial del Grado de Magisterio (el
taller de expresión creativa como transgresión generadora de creatividad),
siendo el espacio del aula referente el clima de empatía y motivación creativo
donde no solo se enseñara y/o aprendiera desde la creatividad, sino que se
favoreciera en el alumno (futuro docente) la experimentación e información
sobre técnicas, junto a la motivación y la ilusión transformadoras que
potencien su desarrollo integral como personas.
5.
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6.
Anexos.
6.1. Anexo 1: C3
ACTIVIDADES CREATIVAS |
||||||
La realización del taller de escritura creativa favorece… |
Nada 1 |
Poco 2 |
Algo 3 |
Bastante 4 |
Mucho 5 |
|
Factores intelectuales |
|
|
|
|
|
|
1. El desarrollo de las competencias
creativas o el aprendizaje creativo |
|
|
|
|
|
|
2. La autoestima y el desarrollo personal |
|
|
|
|
|
|
3. La reflexión crítica |
|
|
|
|
|
|
4. El uso de las TIC para producir de
manera personal o canalizar y expresar la creatividad |
|
|
|
|
|
|
5. El trasvase intertextual |
|
|
|
|
|
|
6. El acercamiento y/o descubrimiento de
un estilo de escritura propio |
|
|
|
|
|
|
7. El desarrollo de las competencias
lingüística y literaria |
|
|
|
|
|
|
8. El conocimiento de los géneros y
tipología textual desde la creación personal y de manera lúdica |
|
|
|
|
|
|
9. La incorporación, en el planteamiento didáctico
de la lengua y la literatura, de un enfoque global de educación en valores |
|
|
|
|
|
|
10. Aporta técnicas y estrategias que
facilitan una actuación creativa |
|
|
|
|
|
|
11. Fomenta la lectura creativa
(transformando, yendo más allá de lo leído) |
|
|
|
|
|
|
Factores no intelectuales (cooperación, participación, sociabilidad,
de personalidad, motivacionales…) |
|
|
|
|
|
|
12. Actitudes cooperativas estimulantes y
favorecedoras de buenas relaciones interpersonales dentro del grupo |
|
|
|
|
|
|
13. La motivación por el trabajo en el
aula y el entusiasmo por el futuro profesional |
|
|
|
|
|
|
14. La estimulación del sentido del juego,
ayudando a superar la inhibición paralizante para tu propia expresión
creativa |
|
|
|
|
|
|
15. Favorece la idea de que se ha de
perder el miedo al ridículo para alcanzar una expresión creativa |
|
|
|
|
|
|
16. Fomenta tu autodirección (curiosidad,
indagación, investigación) y responsabilidad de tu propio aprendizaje |
|
|
|
|
|
|
17. Promueve y fomenta la idea de que la
creatividad exige motivación y esfuerzo |
|
|
|
|
|
|
18. Promueve y fomenta la idea de que la
creatividad exige y genera pasión y entusiasmo |
|
|
|
|
|
|
19. Promueve y fomenta la idea de que la
creatividad implica valor, conciencia y actitud crítica para aceptar cambios
y el debate entre “ser” y “deber ser” |
|
|
|
|
|
|
Comenta, reflexivamente, aquellos aspectos que te parezcan
importantes o no aparezcan y añade tu valoración personal. |
6.2. Anexo 2: C1
PERSONA CREATIVA |
|||||
Me considero… |
Nada 1 |
Poco 2 |
Algo 3 |
Bastante 4 |
Mucho 5 |
Rasgos cognitivos |
|
|
|
|
|
1. Con fluidez expresiva y de asociación
de ideas |
|
|
|
|
|
2. Original e imaginativo |
|
|
|
|
|
3. Con hábito de lectura y escritura
creativa |
|
|
|
|
|
4. Poseo sentido artístico/estético |
|
|
|
|
|
5. Con capacidad crítica y una mente
abierta a posibilidades no dadas |
|
|
|
|
|
Rasgos de personalidad… |
|
|
|
|
|
6. Poseo alta autoestima, autoconfianza |
|
|
|
|
|
7. Libre (por mi competencia lingüística y
comunicativa en general) |
|
|
|
|
|
8. Con capacidad ilusionante, apasionado/a |
|
|
|
|
|
9. Curioso/a intelectualmente |
|
|
|
|
|
10. Atraído/a por la novedad y la
complejidad |
|
|
|
|
|
11. Con interés por el conocimiento y la
comunicación |
|
|
|
|
|
12. Con capacidad persuasiva |
|
|
|
|
|
Teniendo en cuenta los indicadores anteriores, añade la matización
que creas oportuna. |
6.3. Anexo 3: C2
DIFICULTADES que, en el ámbito académico,
limitan el desarrollo de la creatividad… |
Nada 1 |
Poco 2 |
Algo 3 |
Bastante 4 |
Mucho 5 |
1. Se fomenta el desarrollo de la
imaginación en las clases |
|
|
|
|
|
2. Se busca la originalidad en las
creaciones de los alumnos |
|
|
|
|
|
3. Tengo dificultades en la expresión oral
y/o escrita |
|
|
|
|
|
4. Tengo experiencia previa en talleres de
escritura creativa o dramatizaciones que hayan llevado a producciones propias
y originales |
|
|
|
|
|
5. Tengo experiencia previa en el uso de
herramientas TIC motivadoras que fomenten la participación activa, reflexiva
y crítica (blog, wiki…) dentro del aula |
|
|
|
|
|
6. Mis profesores son creativos y
contemplan la creatividad como objetivo básico |
|
|
|
|
|
7. Existe un vínculo motivador entre
estudiantes y profesores |
|
|
|
|
|
8. Existe un clima pedagógico creativo
favorable para el desarrollo de actividades |
|
|
|
|
|
9. Se programan eventos que favorecen el
desarrollo de la creatividad en los estudiantes o estimulan/recompensan al
alumno creativo |
|
|
|
|
|
10. Se promueve el pensamiento divergente
en las clases |
|
|
|
|
|
11. Se fomenta la autonomía, autocontrol y
responsabilidad de los alumnos en el proceso de aprendizaje |
|
|
|
|
|
12. Se atiende a factores motivacionales y
emocionales (pasión, placer, motivación, interés) que favorecen procesos
comprensivos y aprendizajes significativos |
|
|
|
|
|
13. La articulación teoría-práctica
permite resolver situaciones concretas en mi futura práctica profesional |
|
|
|
|
|
Comenta, reflexivamente, qué otras dificultades encuentras… |
[i]
Taller de escritura creativa que, dividido en fases para establecer puntos de
control, pretende fomentar la creatividad en la formación inicial de los
futuros docentes de Primaria y transformar el aula en un espacio de interacción
que facilite el surgimiento de vínculos de afectividad y atribuya fuerza
expresiva a la voz de los alumnos. Su extensión es limitada dado el tiempo
disponible y el elevado número de alumnos por aula.
[ii]
Síntesis de la Tesis de Maestría defendida en septiembre de 2012 en el marco del
Máster de Innovación e Investigación Educativa en Educación Primaria y
Educación Infantil. Dirección: Dr. Pedro Guerrero Ruiz.
[iii]
Sobre su valor social y personal, traigo a colación una cita de Widdowson que
Guerrero anota a pie de página: “<<la lectura de poemas tiene un
importante papel educativo que desempeñar. […] Libera la conciencia individual
de los límites de lo que es convenientemente comunicable y del mandato de
autoridad. Es este un mundo que por naturaleza no puede ser explicado. Sólo
puede ser experimentado. Y es tarea de la educación crear las condiciones para
que esto suceda. […] el valor educativo de la poesía depende de un enfoque de
su enseñanza que fomente la interpretación, y no de uno que simplemente dé
‘interpretaciones’>>” (Widdowson, 1989, p. 256, citado en Guerrero, 2008,
p. 23)
[iv] Se plantea el objetivo de presentar un modelo de
formación inicial que fomente la creatividad de los futuros docentes de,
entonces, la diplomatura de maestro, en especial, en la especialidad de
Educación Musical. Y ese modelo se convierte en un proyecto docente en forma de
asignatura denominada “Psicología de la Creatividad” (1996, p. 132). Se aborda,
pues, desde una dimensión psicológica y pragmática.
[v]
Klimenko (2008, p. 200), citando a una serie de autores centrados en el estudio
de la creatividad, aúna las habilidades cuyo desarrollo fomenta la capacidad
creativa en las dimensiones cognitiva, metacognitiva, afectiva e instrumental.
[vi]
Ver Anexo 1.
[vii]
Ver Anexo 2.
[viii] Ver Anexo 3.