De izquierda a derecha: Luis Carlos Hernández, Rodolfo Hernández, Rodolfo José Hernández y Mauricio Hernández.

Rodolfo Hernández tiene cuatro hijos. Los dos mayores fueron adoptados, Mauricio y Juliana, cuando sus padres tuvieron problemas de infertilidad. Y los dos menores son biológicos, Luis Carlos y Rodolfo José.

Juliana fue secuestrada por el ELN en 2004. Rodolfo Hernández se negó a pagar el rescate, y la guerrilla la desapareció. Hernández la buscó hasta el año pasado, cuando prefirió asimilar que ya no volvería.

Los otros tres hijos son adultos de 39 años en adelante. Crecieron con comodidades, y no se han despegado de su papá. Sus vidas siguen estrechamente ligadas al hoy candidato presidencial, y muy probablemente lo seguirán estando si llega a la presidencia. Cada uno, a su manera, ha influido en la vida pública de Hernández.

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Luis Carlos: el que lo metió en un lío de corrupción

Es administrador de empresas y tiene 44 años. Es el más conocido de los hijos de Hernández porque quería recibir una coima, que autenticó en una notaría, por la adjudicación de una tecnología para tratar las basuras de Bucaramanga en 2017.

Luis Carlos es un negociante con pocos escrúpulos, según queda en evidencia en cientos de chats que están en manos de la justicia y a los que La Silla Vacía tuvo acceso. 

Por ejemplo, su mamá Socorro Oliveros le pidió que cambiara varios miles de dólares y él, a través de un amigo en Cúcuta, los consiguió más baratos. Luis Carlos aprovechó esa diferencia y se quedó con 35 millones de pesos que repartió con su amigo. “Qué cagada la que hice. Me siento como una mierda”, le confesó a su amigo en el chat. 

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Ese amigo, Luis Andelfo Trujillo, no solo apareció en negocios privados, también fue un eslabón clave dentro del escándalo de Vitalogic. Los chats entre Trujillo y Hernández, muestran que este último usó información privilegiada de la Alcaldía para abrirle paso a la oferta de la Unión Temporal Vitalogic, que ofrecía convertir en energía los residuos de la capital de Santander y 13 municipios cercanos

El negocio naufragó porque esa Unión Temporal nunca cumplió los requisitos para quedarse ganarse el contrato, pero, además de los chats que sostenía con sus socios, también quedó prueba de que quería recibir una coima porque firmó y notarió un contrato en el que se especificaba su comisión por el éxito de ese negocio público.

Por esos hechos, su papá Rodolfo Hernández está en juicio, imputado por interés indebido en la celebración de contratos y la Procuraduría lo tiene en juicio disciplinario. Hay pruebas de que influyó en la contratación de un consultor que sería el encargado de direccionar el negocio para Vitalogic y de que evitó que lo echaran. (Vea aquí el detalle.)

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Ese no fue el único negocio que Luis Carlos intentó en la Alcaldía de Bucaramanga. En conversaciones de WhatsApp también queda claro que intermedió para que la administración de su papá entregara a la empresa de un amigo un contrato para cobrar y recaudar el impuesto de Industria y Comercio a empresas dueñas de antenas de telefonía en Bucaramanga. El contrato no le costó nada a la Alcaldía pero sí se firmó.    

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“Ese contrato se termina firmando por la presión que ejercía Luis Carlos, eso fue muy al inicio de la administración, pero como no implicaba dinero público se firmó”, le contó a La Silla Vacía un funcionario de la época que estuvo detrás del proceso de contratación.

Aunque Luis Carlos fue el hijo de Rodolfo Hernández que intentó beneficiarse con negocios de la Alcaldía de Bucaramanga, fue el menos visible de sus hermanos en esos cuatro años.

Cuatro altos funcionarios de la época le dijeron a La Silla Vacía que salvo los primeros meses de la administración no recordaban verlo pasearse por los pasillos de la Alcaldía.

Rodolfo Hernández supo que Luis Carlos había notariado la repartición de una coima en el negocio de las basuras al menos dos meses antes de que el escándalo estallara en medios pero no dijo nada públicamente. En ese entonces, sacó una circular en la Alcaldía en la que reiteraba que nadie de su familia tenía injerencia en la Alcaldía (ya lo había hecho en 2016 por su otro hijo Mauricio Hernández).

Desde que el escándallo llegó a medios Rodolfo ha defendido a su hijo diciendo que fue un “ingénuo y estúpido” por haberse metido en el negocio. Su hijo tiene el mismo discurso.

En la campaña a la Presidencia, Luis Carlos acompaña ocasionalmente a Rodolfo. Tres personas lo describieron como uno de los “apoyos emocionales” del candidato presidencial.

“Le soy sincero. Yo no tengo autorización de nada en el proyecto político de mi padre. Bastante daño me hicieron con el problema en que me enlodaron para poder atacar a mi padre. Lo siento mucho pero mi función acá es la de un hijo que acompaña a su padre en las giras porque es una persona mayor”, aseguró a La Silla Luis Carlos Hernández.

Mauricio: el hijo de fiestas y escándalos

Es hijo adoptivo de Rodolfo Hernández y el mayor, tiene 49 años. En Bucaramanga es conocido como “Curramba” porque le gustan las fiestas. Suele caer bien, según lo que nos dijeron seis fuentes que lo conocen entre políticos y funcionarios de la administración de Rodolfo Hernández.

“Le gustan todo tipo de ambientes, el popu (popular) pero también los lugares bien, en donde se ve plata”, nos dijo un político de Bucaramanga que ha salido de fiesta con él. “Tiene muchos amigos”.

En la Alcaldía, según lo que nos contaron tres funcionarios de la época, seguía un patrón similar. “Iba de un lado para otro saludando. Era amigo de todo el mundo”, dijo una de esas fuentes.

Durante la administración de Rodolfo Hernández fue el hijo que más dio de qué hablar, era el más visible y se movía en una línea gris entre lo legal y lo ilegal en la Alcaldía.

“Paseaba por los pasillos de la Alcaldía con una carpeta debajo del brazo llena de hojas de vida y se las entregaba a los secretarios diciéndole: ‘ayúdame con estos nombres’. Uno las recibía un poco asustado, pero llamaba al despacho a preguntar qué hacer y allá decían: ‘recíbalas pero ignórelas, no haga nada con eso’”, recordó un exsecretario de la Alcaldía de Bucaramanga.

Ese comportamiento, que fue ratificado por otras cuatro fuentes más que estuvieron en la Alcaldía en altos cargos directivos, terminó en denuncias en el Concejo de Bucaramanga por contratación amañada de personal.

El tema escaló tanto que incluso Rodolfo Hernández emitió una circular en la Alcaldía desautorizando la intervención de sus familiares en temas de contratación pública y salió a medios de comunicación a replicar esa información.

Después Mauricio Hernández se alejó de la Alcaldía, pero reapareció mediáticamente cuando anunció que quería aspirar al Senado y que buscaría el aval de Opción Ciudadana, extinto partido que era manejado por el parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil.

Su aspiración, revelada por La Silla en su momento, era una contradicción porque buscó al partido político más cuestionado de Santander para decir que en el Congreso ondearía la bandera anticorrupción de su papá. Rodolfo Hernández salió a decir que no lo apoyaba.

Mauricio incluso apareció en una foto con Gil.

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Esa aspiración jamás se concretó, pero Mauricio volvió a figurar cuando él mismo anunció que fue nombrado como “gestor social” del municipio. Ese cargo no lo había asumido Socorro Oliveros, su mamá.

En adelante guardó un perfil más bajo. El mismo que ha mantenido en la campaña presidencial de Rodolfo Hernández. Es el único de los tres que no va de correría con el candidato presidencial. No aparece en fotos recurrentemente con él y tampoco tiene autorización para hablar en nombre de Rodolfo o su campaña en Santander.

El evento más visible en el que ha estado fue en el cierre de campaña que le organizaron a Rodolfo en su natal Piedecuesta. Apareció junto a Cecilia Suárez, la mamá del candidato de 97 años, y las dos veces que le pasaron el micrófono gritó: “mi papá no les va a fallar”. 

Rodolfo José: El que no se le despega

Tiene 39 años, es el hijo menor y el más cercano a Rodolfo Hernández. Es ingeniero igual que su papá. Rodolfo José es el consentido. Cuando su papá se convirtió en Alcalde, fue él quien asumió la presidencia de la Constructora HG, según los registros más recientes de Cámara de Comercio; y ha sido la cara de Rodolfo Hernández más allá de la empresa familiar.

Fue el hijo de Hernández que menos dio de qué hablar en la Alcaldía de Bucaramanga. Su figuración era particular porque generalmente estaba al lado de él, incluso en reuniones de juntas directivas y de presupuestos y finanzas pero permanecía callado.

Un funcionario lo recuerda así: “Hubo reuniones de gobierno en las que Rodolfo José hablaba pero solo con el Alcalde. El Alcalde lo escuchaba y luego seguía como si nada. Yo nunca supe qué le decía el hijo”.

Que estaba en las reuniones a la sombra de Rodolfo Hernández también quedó reseñado en el escándalo de las basuras que compromete a su hermano Luis Carlos y a su papá. Luis Andelfo Trujillo, uno de los testigos y el mismo socio de los dólares y Vitalogic, aseguró a la Fiscalía que Rodolfo José estuvo presente en una de las reuniones en las que su papá se encontró en Bogotá con los empresarios que querían quedarse con el negocio de las basuras.

Esa figuración en reuniones del entonces alcalde generó críticas de la oposición de Hernández, pero al final su papel pasó desapercibido. 

En todo caso, las opiniones de Rodolfo José sí eran conocidas en lo que tenía que ver con comunicaciones. Era común que hablara con los hasta hace poco estrategas de su papá, Hugo Vásquez y Guillermo Meque, y, de hecho, desde entonces grababa los pasos de su papá.

En diciembre de 2017 en medios locales reseñaron que Rodolfo José puso a rodar un video en el que Rodolfo Hernández en el que decía que la Universidad Industrial de Santander, la pública más importante de la región, era un “jubiladero” y que era “más barato cerrarla y vender el lote”. Al entonces alcalde le tocó salir a explicar que no estaba en contra de la universidad, sino de que contrataran “profesores que no saben nada y les paguen como si supieran”.

Ese rol de acompañante lo ha mantenido en la campaña actual. Miembros de la campaña explicaron a La Silla que Rodolfo José está pendiente de grabarlo, de tener el sonido nítido de sus intervenciones y que incluso sugiere algunas de las virales apariciones del candidato en redes sociales.

Rodolfo José fue suplente de Rodolfo Hernández en la junta directiva de Entorno Verde, empresa que creó el ahora candidato presidencial junto a empresarios y políticos controvertidos en Santander (el ahora contralor de Santander y excongresista, Fredy Anaya, y el cuestionado empresario, Reynaldo Bohórquez) para pelear por el negocio de las basuras en Bucaramanga y el área metropolitana.

Justamente el reclamo por la figuración del ahora candidato presidencial y de su hijo Rodolfo José en esa empresa es el que detona el ataque de ira que concluye con el golpe al concejal Jhon Claro. Esa cachetada, paradójicamente, ha sido clave en la carrera por la Presidencia.  

El hijo menor de Rodolfo Hernández también ha sido una mano derecha en política.

Como siendo mandatario no podía participar en política directamente (aunque los suspendieron por esa razón y terminó renunciando a la Alcaldía) lo puso como su delegado en la campaña de Juan Carlos Cárdenas, candidato que fue elegido en 2019 como su sucesor.

Julián Silva, quien fue parte del equipo de Cárdenas, relató que Rodolfo José hacía parte activa de las discusiones estratégicas de la campaña.

En esta campaña, más allá de opinar en temas de comunicaciones, Rodolfo José es conocido como la principal compañía de Rodolfo Hernández. Duermen en el mismo cuarto cuando está de correría y está con él en todos los eventos.

Soy coordinadora de la Unidad Investigativa. Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga. Antes fui editora de La Silla Santandereana, donde cubrí poder en los dos santanderes y Arauca. Previo a La Silla, fue periodista de política y de la Unidad Investigativa...