Sobre baldas y bandas, reordenando la estantería

Julio Sánchez Agrelo A FAVOR

OPINIÓN

28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado miércoles 24 de julio comenzaron los primeros encendidos de las nuevas frecuencias que se usan para transmitir la Televisión Digital Terrestre (TDT), en Mallorca, Ibiza, Formentera y 94 municipios de la provincia de Cáceres, y este viernes en 24 localidades de la provincia de Huelva.

Estos cambios forman parte de un plan aprobado por la Administración a principios de julio, en el que de manera progresiva se liberará una determinada banda de frecuencias de emisiones radioeléctricas pertenecientes a canales de la TDT. A su vez esta reordenación emana de un complejo proceso que se coordina a nivel de Unión Europea, incluyendo también Marruecos y Argelia, y en él están implicados infinidad de agentes. Se está desarrollando de manera simultánea en todos los países y su implantación será progresiva, con fecha de finalización fijada, el 30 de junio del 2020.

Bandas de frecuencias, liberación y reordenación de las mismas, dividendo digital, etcétera, son palabras que aparecen en todos los medios de comunicación y para la gran mayoría su significado real es desconocido, lo que hace que todos estos cambios que se están produciendo sean de difícil comprensión y de peor asimilación por el ciudadano. Por eso me gustaría explicar de manera sencilla estos conceptos y para ello voy a utilizar un símil, ocurrencia de un buen amigo y colega.

El espectro, por dónde viajan las ondas electromagnéticas, es finito, limitado, como lo son las estanterías para libros que tenemos en nuestras casas. Dicho espectro se divide en bandas al igual que la estantería lo hace en estantes, y en cada banda se van ordenando los distintos servicios móviles como hacemos con los libros en cada estante.

Cuando se comenzaron a dar los servicios de televisión, la tecnología era analógica y cada canal de televisión ocupaba mucho espacio en las bandas, eran libros gordos que ocupaban mucho espacio en los estantes. Conforme la tecnología avanzó, estos canales se digitalizaron y esto supuso una reducción del espacio que ocupaban en las bandas, es decir, los libros gordos se cambiaron por otros más delgados, dejando espacio libre entre ellos.

Lo que está ocurriendo ahora es lo que nos pasaría a nosotros con nuestra estantería si quisiéramos colocar la nueva colección de libros que vamos a comprar, necesitaríamos reordenar y agrupar los libros existentes para liberar suficiente espacio en un estante para la nueva colección. Del mismo modo, es necesario agrupar los canales de la TDT todos juntos en una banda, para dejar libre la que necesitaremos para los nuevos servicios, en este caso, los de quinta generación, el 5G.

Este complejo proceso conlleva molestias, tiempo y un coste elevado, pero los suntuosos ingresos que obtendrá la Administración con la subasta de este nuevo estante, así como la llegada de todos los nuevos servicios 5G, compensarán sobradamente el esfuerzo realizado.