10/07/2019 - El director de El pastor continúa escarbando en el presente y pasado de la España rural con su reciente propuesta, rodada en blanco y negro y, como sus trabajos anteriores, de espíritu libre

“Me fui a mi pueblo un mes, yo solo, a rodar el día a día de la gente y así vamos conociendo su pasado glorioso y el duro presente”, cuenta Jonathan Cenzual en primicia a Cineuropa: “Tiene mi nueva película momentos de cine observacional, otros donde los personajes me cuentan historias, e intercaladas hay escenas de las casas y lugares abandonados donde solo viven los fantasmas”. El director de El pastor [+lee también:
crítica
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entrevista: Jonathan Cenzual
ficha de la película], pues, continúa explorando el mundo rural castellano, que tan bien conoce, con su reciente largometraje, Miranda, que ha producido él mismo.

Miranda es una obra absolutamente libre, a caballo entre la ficción y el documental, rodada en solitario por Cenzual durante el pasado mes de mayo, protagonizada por las gentes de un pequeño pueblo en las montañas de Salamanca, donde sus habitantes conviven con el progresivo abandono de la zona y los recuerdos que ahí perduran, pero también pelean por encontrar la felicidad en el lugar donde transcurren sus vidas. “Es una mirada honesta, y sin querer serlo, melancólica, de un lugar ubicado entre el progreso y lo tradicional, donde el tamboril y la gaita se mezclan con el sonido de los televisores encendidos de los bares y los fantasmas de los de antes, que conviven con los vivos”, afirma el cineasta.

En la película se entremezclan momentos de documental observacional con relatos de diferentes personajes, que hablan de sus recuerdos, sus preocupaciones o su visión del futuro de la zona: “Entre todo esto vemos los fantasmas, o la mera impresión que dejaron los habitantes que ya no están”, declara Cenzual sobre Miranda, película rodada en blanco y negro. “No quería que esta obra se viera como un documental etnográfico o un reportaje del pueblo. Para mí es una película de ficción no ficcionada, ya que es la visión que yo he querido atrapar, y aunque todos los relatos y personajes son reales, siempre va a poseer una mirada subjetiva, ya que no he entrevistado u observado a todos los habitantes del pueblo en plan periodístico. Y al estar filmada en blanco y negro, este aspecto visual le infunde una cualidad mas etérea”.

Miranda, film independiente que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca a través de la fundación Salamanca ciudad de cultura y saberes y de la Diputación de Salamanca, se encuentra actualmente en proceso de postproducción, con la mirada puesta en los festivales que se celebrarán a finales de verano y en otoño de 2019.