'Common decency'

'Common decency'
Màrius Serra Escritor y enigmista

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Pocas veces un estudio literario sobrepasa los límites académicos y puede ser leído en clave de actualidad. De la décence ordinaire de Bruce Bégout lo hace porque la actualidad política general nos impele a levantarnos cada mañana al alba a buscar valores entre la hojarasca. Edicions del 1984 acaba de publicar De la decència ordinària en catalán. Marbot Ediciones lo publicó en castellano en el 2010 con el título Sobre la decencia común. El del profesor francés es un ensayo contundente sobre una idea clave en el pensamiento político de George Orwell: la common decency, entendida como honestidad, una suma de valores morales en el hombre de los mil nombres: anónimo, de la calle, ordinario, común... El autor de novelas tan excepcionales como 1984 o Rebelión en la granja decidió desclasarse y observó siempre con admiración el modo de actuar de los desfavorecidos. Tal vez porque quería redimirse de haber sido alumno de Eton y miembro de la policía imperial en Birmania, dos de los máximos exponentes del imperio británico. Orwell siempre estuvo fuera de lugar, pero esta posición excéntrica le permitió pasarse la vida buscando terceras vías entre los totalitarismos fascista o comunista, combatiendo el discurso de los intelectuales orgánicos que adoran el poder sin caer en el antiintelectualismo. Hoy sería flagelo de tertulianos y asesores. Escribe Orwell: "La intelligentsia inglesa ha sido contaminada por formas de pensamiento que en un último análisis hallan su origen en Maquiavelo. Todas las ideologías de moda en los últimos doce años, el comunismo, el fascismo y el pacifismo son en definitiva formas de adoración al poder".

Bégout propone un ágil compendio de esta idea moral que resulta muy pertinente leída en la actual situación de desconcierto. Orwell es radical porque explora los extremos, pero jamás olvida contrastarlos. En el articulismo político o en obras de no ficción como Hommage to Catalonia impresiona la combinación inédita que muestra siempre entre la lucidez pesimista sobre el estado de las cosas y el gozo constante de vivir. Bégout lo remarca con citas precisas, sin florituras. Va al grano. Analiza los peligros de simplificación moral que comporta confiarlo todo a la decencia común y afina mucho al exponer sus causas: "A diferencia de los buenos sentimientos, nacidos de la culpabilidad o del arrepentimiento, la decencia común expresa una vida afectiva anclada realmente en una práctica social cotidiana, y no desvela tantos sentimientos variables y cambiantes, sino un carácter vital único y propio". Este carácter es el verdadero antídoto a la ley de la selva. Una práctica cotidiana que el ascensor social pervierte. Cuanto más se sofistican las formas más feroz es la bestia selvática oculta tras la seda. La idea política central de Orwell es la revolución de los hombres ordinarios. Y què farem? Pues mala cara quan morirem.

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