Medicina de Familia (And) Vol. 5, N.º 1, febrero 2004
ORIGINAL
¿Tienen apoyo social y familiar los drogodependientes que
participan en el programa «libre de drogas» en prisión?
Rodríguez Martínez, A 1, Pinzón Pulido SA 2, Máiquez Pérez A 3, Herrera Jáimez, J 4, De Benito
Torrente, M 5, Cuesta Ortiz, E 6.
1
Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Servicio Médico de la Prisión de Albolote. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria; 2 Técnico Unidad de Apoyo a la Investigación. Escuela Andaluza de Salud Pública; 3 Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Servicio Médico de la Prisión de Albolote. Especialista en Documentación; 4 Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Servicio Médico de la Prisión de Albolote. Especialista en Medicina del Trabajo; 5 Psicóloga del Centro Provincial
de Drogodependencias de Granada; 6 Trabajadora Social del Centro Provincial de Drogodependencias de Granada.
APOYO SOCIAL Y FAMILIAR A DROGODEPENDIENTES
PARTICIPANTES EN PROGRAMA LIBRE DE DROGAS EN
PRISIÓN
Objetivos: describir el apoyo social y familiar y medir la red
social con que cuentan estos reclusos.
Diseño: Estudio descriptivo transversal.
Emplazamiento: Establecimiento Penitenciario de Albolote
(Granada), Noviembre de 2002.
Población y muestra: Todos los pacientes (N=32) participantes en el programa libre de drogas.
Intervenciones: Se obtuvieron los datos epidemiológicos y
sociodemográficos, y se administraron los cuestionarios
DUKE-UNC-11, MOS, APGAR II, BLAKE y McKAY y APGAR
FAMILIAR.
Resultados: La puntuación media del DUKE-UNC-11 fue de
40,34 y del MOS 27,44, con un número medio de familiares
de 13,23 y 2,95 amigos reclusos. Según el APGAR II, el
87,5% pide ayuda a sus amigos reclusos, el 72% a los hermanos y el 50% a la madre. De acuerdo con BLAKE y McKAY, el 50% manifestó poder contar 2 a 5 personas en caso
de necesitarlas y según el APGAR FAMILIAR el 87,5% de las
familias de origen eran normofuncionales.
Conclusiones: La red social de los encuestados está compuesta por otros reclusos y familiares. No se identifica a los
trabajadores penitenciarios como parte de la red. La percepción del apoyo social recibido es similar al de la población
que vive en comunidad.
Palabras clave: apoyo social, apoyo familiar, presos, drogadicción, tratamiento.
Correspondencia: Antonio Rodríguez Martínez. Servicio Médico. Establecimiento
Penitenciario de Albolote (Granada). Ctra. de Granada a Colomera, km. 6,18.
18220 Granada. Telf: 958 537 244 Fax: 958 537 243. E-mail: arm3@samfyc.es
Recibido el 04-09-2003; aceptado para publicación el 16-12-2003.
Medicina de Familia (And) 2004; 1: 16-26
16
SOCIAL AND FAMILY SUPPORT FOR DRUG-DEPENDENT INMATES PARTICIPATING IN A FREE FROM
DRUGS PROGRAM IN PRISON
Goal: To describe social and family supports available to
prison inmates and to measure their social network.
Design: Descriptive, cross-sectional study.
Setting: Albolote Penitentiary (Granada, Spain), November 2002.
Population and Sample: All patients (N=32) participating
in the Free from Drugs Program.
Methods: Epidemiological and socio-demographic data
was obtained and the following questionnaires were administered: DUKE-UNC-11, MOS, APGAR II, BLAKE y
McKAY and APGAR FAMILY.
Results: The average score on the DUKE-UNC-11 was
40.34 and on the MOS it was 27.44. The average number of relatives was 13.23 and the average number of inmate friends was 2.95. According to the APGAR II, 87.5%
seek help from their inmate friends, 72% ask their brothers
and sisters for help, and 50% seek help from their mother.
According to BLAKE and McKAY, 50% claimed they could
count on 2-5 persons if they needed help and the APGAR
FAMILY showed that 87.5% of the inmates’ families functioned normally.
Conclusions: The social network of those surveyed was
made up of other inmates and family members. Prison
employees were not included as part of that network. The
perception of social support received is similar to the one
held by the population residing in the community.
Key Words: Social support, family support, prison inmates, drug addiction, treatment.
Rodríguez Martínez A et al - ¿TIENEN APOYO SOCIAL Y FAMILIAR LOS DROGODEPENDIENTES QUE PARTICIPAN EN EL PROGRAMA «LIBRE DE DROGAS» EN PRISIÓN?
Introducción
El apoyo social se ha señalado como útil para el mantenimiento de la salud, mejora de la enfermedad, prevención de psicopatologías y de enfermedades en general 1, 2
a través de la hipótesis amortiguadora que describe su
efecto como atenuante de los estresores sociales 34, 5, 6, 7. Los individuos que cuentan con apoyo social se
enfrentan mejor a las situaciones vitales estresantes que
los que carecen de él 8.
Los drogodependientes que son a la vez reclusos se enfrentan con múltiples situaciones estresantes relacionadas con su tratamiento en este entorno específico. En los
programas diseñados para su atención se han descrito
dos fases: la primera es la desintoxicación, básicamente
farmacológica, siendo su propósito eliminar la dependencia fisiológica aguda, disminuir el disconfort que aparece
en el síndrome de abstinencia, proporcionando un tratamiento seguro y humanizado que permita al adicto superar las primeras dificultades que surgen al iniciar la intervención 9, 10.
La segunda, sin discontinuidad de la primera, es la de
deshabituación, con la que se tratan de modificar las
pautas de conducta y el estilo de vida del paciente, integrándolo en las distintas áreas sociales, laborales y familiares, alteradas durante el período previo al inicio del
proceso terapéutico, ya que el patrón conductual ha estado centrado en la obtención y consumo de droga 10.
Esta fase inicia un proceso de mantenimiento de la abstinencia, en donde la intervención se basa en la aplicación de una serie de técnicas psicológicas y de apoyo
social y familiar que posibiliten una efectiva reinserción 11. El tratamiento adquiere un carácter eminentemente psicosocial, donde los elementos más importantes son la relación con el terapeuta, la ocupación del
tiempo libre, la higienización de los hábitos de vida y el
control de la abstinencia.
La adherencia al tratamiento o retención es el primer objetivo terapéutico en drogodependencias, ya que al estar el paciente en contacto con los recursos sanitarios
se podrá actuar sobre las posibles complicaciones y el
consumo 12. Contar con apoyo social y una red social
suficiente es un predictor positivo de continuidad en el
tratamiento de la drogadicción 13, 14, afecta al ajuste psicológico del paciente y aumenta su autoestima 15. El
apoyo social además disminuye la influencia de los
acontecimientos estresantes sobre el «craving» o deseo
de consumir 16.
Utilizar la terapia familiar como componente de estos programas y contar con el apoyo familiar, afianza la adherencia de los pacientes al tratamiento y el grado en que se
involucran en el mismo, mejorando el funcionamiento postratamiento; se obtiene una reducción del uso de sustan-
cias, de los trastornos del comportamiento asociados a la
adicción, y se favorece la inserción y el funcionamiento
socio-familiar, tal y como lo señala la investigación más
reciente 17-18, 19, 20. Por otra parte, la literatura también
apoya las intervenciones familiares como elemento importante en la terapia con delincuentes 21.
En este entorno, se debe destacar el papel del médico de
atención primaria, un papel inicialmente no asumido pero
progresivamente incorporado, gracias a la visión integral
o biopsicosocial que se otorga a este nivel en la atención
al drogodependiente mediante el uso de los instrumentos
y técnicas diagnósticas y terapéuticas habituales en su
consulta 11, 12, 20.
En la prisión de Albolote (Granada) se creó un módulo
terapéutico, en el que se desarrolla el programa libre de
drogas. En la actualidad este programa, además de suministrar agonistas, antagonistas opiáceos o atención farmacológica puntual en los casos precisos, lleva a cabo
una terapia cognitivo-conductual que sustenta la fase de
deshabituación en la atención al recluso drogodependiente. El programa se desarrolla en forma de sesiones teórico-prácticas de entrenamiento de actitudes y conductas
para lograr la integración, recuperación o adquisición de
pautas de conducta social, apoyo en momentos de crisis
y recurso grupal para la resolución de problemas 20, 22. En
él realiza su trabajo un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de la medicina, la sicología, el trabajo
social y educadores con la función de aportar información
y asesoramiento.
Para que un recluso inicie el programa libre de drogas es
necesario que sea observado por la psicóloga y la trabajadora social durante un período en el módulo penitenciario normal, en tanto se recoge información de educadores, funcionarios de vigilancia penitenciarios y familiares.
De esta manera se busca alcanzar su integración a los
grupos de trabajo de iniciación a la terapia. Los reclusos
renuncian a solicitar los permisos de salida habituales del
Centro Penitenciario, pero participan en el programa de
salidas terapéuticas 22, en las que, acompañados por
miembros del equipo multidisciplinar, realizan visitas socioculturales a distintos lugares, en especial a distintas
comunidades terapéuticas de drogodependientes, ya que
el periodo último de rehabilitación será en una comunidad
de este tipo.
Los profesionales del módulo conocen la importancia del
soporte social para el logro de los objetivos terapéuticos.
Sin embargo, desconocen los medios sociales y familiares con que cuentan estos pacientes que son a la vez
reclusos, o la cantidad, tipo y características del apoyo
social que perciben. Por ello, el presente trabajo plantea
como objetivos describir el apoyo social y familiar y medir la red social con que cuentan estos reclusos.
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Medicina de Familia (And) Vol. 5, N.º 1, febrero 2004
Sujetos y métodos
Se recogieron los datos epidemiológicos (dependencia inicial, vía, edad de
inicio, tiempo de consumo y otras sustancias consumidas) y sociodemográficos (sexo, estados civil, estudios) que permitieran caracterizar esta población y su drogadicción, por medio de entrevistas clínicas y de la historia personal de cada paciente.
A todos los pacientes del módulo terapéutico y por tanto en proceso de deshabituación en noviembre de 2002 (N=32), se les administraron los cuestionarios DUKE-UNC-11 23, MOS 24, APGAR II 25, la pregunta para estudio de
la red social del método simplificado de BLAKE Y McKAY 26 y el cuestionario de APGAR FAMILIAR 27; todos los cuestionarios fueron autocumplimentados y asistidos por entrevistador, siempre el mismo investigador.
Instrumentos
El cuestionario DUKE-UNC-11 de apoyo social funcional, validado en nuestro país 28, consta de 11 ítems que permiten conocer, junto al apoyo total
percibido, el apoyo emocional o afectivo (demostración de cariño y empatía) y el apoyo confidencial (posibilidad de contar con personas con las que
comunicarse) 23, 25, 29. Este instrumento utiliza una escala Likert, puntuando
de 1 (mucho menos de lo que deseo) a 5 (tanto como deseo). Anexo 1.
El cuestionario MOS de apoyo social, permite investigar junto al apoyo global, otras cuatro dimensiones: 1) afectiva (demostración de amor, cariño y
empatía); 2) de interacción social positiva (posibilidad de contar con personas para comunicarse); 3) instrumental (posibilidad de ayuda doméstica); y
4) emocional/informacional (posibilidad de asesoramiento, consejo, información). Tiene 20 ítems; el primero, encargado de investigar la red social, pregunta por el número de amigos íntimos y familiares cercanos que tiene el
entrevistado. Los ítems restantes tienen una evaluación, mediante escala de
Likert puntuando de 1 (nunca) a 5 (siempre) 24, 25, 29. Anexo 2.
El APGAR II, mide el tamaño (número de personas a las que se pide ayuda
con más frecuencia), la composición de la red social (relación social que se
tiene con estas personas) y el tipo de relación afectiva (buena, regular o mala)
que mantienen con cada uno de los componentes de la red, listándolos además por orden, según la frecuencia con la que se pide ayuda 25. Anexo 3
El método simplificado de Blake y Mckay indaga sobre el apoyo estructural
o la red social. Consta de una única pregunta acerca del número de personas con las que puede contar el entrevistado, cuando tiene un problema o
dificultad 26. Anexo 4.
El APGAR FAMILIAR, validado en poblaciones españolas 30, determina el
grado de satisfacción que percibe el encuestado con respecto a la función
familiar; consta de 5 ítems que evalúan las cinco áreas diferentes en que los
autores subdividen la función familiar: 1) adaptabilidad o capacidad de movilizar recursos; 2) cooperación o capacidad de participación; 3) desarrollo
o capacidad de apoyar en la maduración física, emocional y la autorealización; 4) afectividad o expresión de cariño; y, 5) capacidad de resolución o
compromiso de dedicar tiempo a la familia. Cada pregunta se evalúa con un
valor de 0 (casi nunca) a 2 (casi siempre) sobre una escala de Likert, obteniéndose al final un índice entre 0 y 10. Se clasifican las familias en normofuncionales (>6) y disfuncionales (≤ 6) 31, 32. Anexo 5.
Mediciones
Se estimaron las medidas de tendencia central, dispersión e intervalos de
confianza al 95% para cada uno de los aspectos o dimensiones del apoyo
social, el tamaño y la composición de la red social mediante el paquete estadístico SPSS para Windows, versión 11.0. De la misma manera se realizaron las estimaciones para el índice de la función familiar y los datos epidemiológicos sobre drogadicción de los pacientes. Para los datos sociodemográficos y las variables categóricas del apoyo social y la drogadicción se
obtuvieron las frecuencias relativas de cada una de las categorías.
Resultados
En la población estudiada la edad media fue de 30,8 años
(DE: 4,7; intervalo 29,1-32,5), 87% varones, 70,2% solte-
18
ros y 80,6% con un nivel de instrucción equivalente al graduado escolar. El 97% tenían una dependencia inicial a
la heroína; a lo largo de su historia de drogadicción, 94%
había consumido una mezcla de heroína y cocaína y el
100% benzodiacepinas, al menos en grado de abuso. La
media de la edad de inicio de consumo principal fue de
16,9 (DT 3,4; intervalo 15,9-18,2). La media del tiempo de
consumo fue de 9,9 años (DT 5,9; intervalo 7,8-12,1). La
principal vía de consumo fue la fumada (59%), seguida de
la inyección por vía intravenosa (38%). La principal enfermedad asociada al consumo fue la hepatopatía crónica
por virus de la hepatitis C (VHC) (22%). (Tabla 1)
La puntuación media de la escala DUKE-UNC-11 fue de
40,34 (DT 12,07; intervalo 35,99-44,7) y la mediana de
44,5. En la subescala de apoyo emocional o afectivo la
media fue de 18,81 (DT 4,86; intervalo 17,06-20,6), y la
mediana de 20; en la subescala de apoyo confidencial la
media fue de 22,28 (DT 6,20; intervalo 20,05-24,5), y la
mediana de 24.
Para la subescala de apoyo emocional del cuestionario
MOS, la media fue de 27,44 (DT 8,34; intervalo 24,430,45) y la mediana de 27,5; para la subescala de apoyo instrumental la media fue de 14,34 (DT 4,69; intervalo 12,6-16,04), y la mediana de 14; para la subescala de
apoyo afectivo, la media fue de 11,88 (DT 3,32; intervalo
10,5-13,1), y la mediana de 13; y, para la subescala de
interacción social, la media fue de 14,25 (DT 3,03; intervalo 13,15-15,35), y la mediana de 14. En el Índice Global la puntuación media obtenida fue de 67,18 (DT 18,56;
intervalo 60,49-73,88), y la mediana de 74.
En cuanto a la red social, la media del número de familiares fue de 13,23 (DT 13,4; intervalo 8,2-18,25), con una
mediana de 10 y la media del número de amigos fue de
2,95 (DT 6,56; intervalo 0,6-5,33), con una mediana de 1.
Según el APGAR II, el 87,5% de los entrevistados mencionó a los amigos reclusos como personas a las que
podía pedir ayuda, 72% a los hermanos y 50% a la madre. El padre aparece en la lista en un 15,6% de los casos. La ayuda se pide en primer lugar a la familia de origen (especialmente a la madre o los hermanos) y después a la familia propia (cónyuge/pareja). El 62% de las
personas señaladas por los entrevistados como su primera opción para recurrir a ellas, eran mujeres. (Tabla 2)
En respuesta al método simplificado de BLAKE Y McKAY,
el 28% de los entrevistados refirieron que podían contar
como máximo con una persona cuando tenían un problema y el 50% con entre 2 y 5 personas.
La puntuación global media obtenida en el APGAR FAMILIAR fue de 6,94 (DT 1,97; intervalo 6,23-7,65), con una
mediana de 7. El 87,5% de las familias de los encuestados puede clasificarse como normofuncional, con una
puntuación > 6. (Tabla 3)
Rodríguez Martínez A et al - ¿TIENEN APOYO SOCIAL Y FAMILIAR LOS DROGODEPENDIENTES QUE PARTICIPAN EN EL PROGRAMA «LIBRE DE DROGAS» EN PRISIÓN?
Discusión
El apoyo social lo define Bowling como un proceso interactivo, merced al cual el individuo obtiene ayuda emocional, instrumental y económica de la red social en la que
se encuentra inmerso 33. La red social es el entramado de
relaciones personales identificables que rodean al individuo y las características de esas relaciones 25, 31. Por lo
tanto hay un conjunto de aspectos cualitativos o funcionales, identificados como apoyo social que son aportados
por la red social que en sí constituye los aspectos cuantitativos o estructurales (tamaño, densidad y dispersión) 34. Es decir el número de personas a las que puede recurrir el individuo para resolver los problemas o pedir ayuda. Así pues la ayuda social y la red social son
conceptos diferentes.
La administración de las escalas DUKE-UNC-11, MOS,
APGAR II y la pregunta simplificada de BLAKE y McKAY nos
permite conocer las dimensiones del apoyo social, tanto
cualitativas como cuantitativas. La dimensión cualitativa del
apoyo social incluye que el apoyo emocional o afectivo, el
apoyo confidencial y el apoyo informacional; en el entorno
comunitario es proporcionada por la familia, los amigos, los
vecinos, etc., en el caso de los reclusos aparece cubierta
por los compañeros de la prisión, la familia y los trabajadores penitenciarios. Las puntuaciones alcanzadas en los tres
ámbitos sugieren una percepción de suficiencia en la valoración del apoyo social recibido, similar a la encontrada
en investigaciones realizadas en poblaciones no institucionalizadas 8, 28, 29. La disponibilidad de recursos sociales
descrita por los entrevistados podría explicar en parte los
hallazgos en este estudio.
Dentro de las dimensiones afectiva y confidencial, juegan
un papel importante los compañeros de prisión ya que es
con ellos con quienes mantiene el recluso el mayor contacto personal. La relación común que se establece entre los reclusos en los módulos generales de la prisión,
teniendo en cuenta que es una institución cerrada, genera
un proceso que se conoce como «prisionalización». Las
personas prisionalizadas manifiestan un comportamiento
primitivo, la búsqueda de gratificaciones inmediatas, el
egocentrismo, la poca resistencia a la frustración, el comportamiento reactivo e incontrolado, el bajo nivel de autoestima y la búsqueda incesante de prestigio 35. En el
módulo terapéutico, de donde proviene la población estudiada, se ha observado que este tipo de comportamiento no se presenta frecuentemente y la relación entre los
participantes resulta más parecida a la camaradería, en
la que se adopta una actitud grupal en la resolución de
problemas. Esta situación podría explicar, también en
parte, la similitud de las valoraciones del apoyo social
obtenido en este estudio en comparación con los desarrollados en poblaciones que viven en comunidad.
El aspecto informacional básicamente lo aporta el equipo multidisciplinar que los atiende. Los profesionales del
módulo terapéutico (médicos, psicólogos, enfermeros,
educadores, trabajadores sociales y funcionarios de vigilancia) deberían ser percibidos por los reclusos como un
recurso y transformarse en apoyo social, ya que es ésta
la función que desempeñan. Sin embargo, en las respuestas obtenidas mediante la aplicación del cuestionario APGAR II los trabajadores de la prisión no son reconocidos por los pacientes como elementos de su red de
apoyo social. Este hecho cuestiona el grado de confianza que subyace a las relaciones entre los reclusos y los
trabajadores penitenciarios, probablemente relacionados
con el entorno represivo en el que se encuentran.
Las características de composición de la red social que se
aprecian en este estudio, vienen determinadas por la situación de encarcelamiento, con las dificultades que ello supone; el recelo al medio penitenciario sólo es superado por
familiares cercanos y no por amigos; sus nuevos amigos
son los compañeros de prisión que tienen problemas similares y con los que comparten las mismas situaciones.
En la dimensión cuantitativa o estructural del apoyo social se incluyen la ayuda económica y la ayuda doméstica 28. La ayuda económica es prestada fundamentalmente por la familia, ya que mientras dure la estancia en prisión el acceso a otros recursos de este tipo es prácticamente inexistente. La ayuda doméstica o instrumental por
el contrario, sólo puede ser ofrecida por los compañeros
reclusos, ante la imposibilidad de contar con la presencia
diaria y continuada de la familia. Cuando se está enfermo o se requiere algún tipo de apoyo son los propios
compañeros del módulo terapéutico los que se convierten en el principal recurso.
Durante la administración del cuestionario APGAR FAMILIAR se orientó al individuo a reflexionar sobre su situación fuera de la prisión, a situarse en el medio familiar de
donde provenía. El análisis muestra que se trata de familias normofuncionales, situación similar a la encontrada
por otros autores en poblaciones no institucionalizadas 28.
Es posible que los pacientes del módulo terapéutico perciban una adaptación de sus familias a los acontecimientos vitales estresantes de la drogadicción y el encarcelamiento, una aceptación de su patología y una búsqueda
de solución a su situación 31.
Más de un 50% de la población estudiada identificó a la
madre como una de las personas a las que recurriría en
busca de ayuda, hallazgo que coincide con los resultados
de otros estudios desarrollados en el mismo ámbito de la
prisión 36. Contrasta con este resultado la baja proporción
de reclusos que mencionan al padre como recurso social
(15%), aunque puede estar relacionado con el rol tradicional que se otorga al padre y a la madre dentro de la
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familia, ya que es ella quien se hace responsable del cuidado de los hijos, bajo cualquier circunstancia. Por otra
parte, los amigos siguen siendo un recursos importante
(87% de los entrevistados los menciona como recursos
de apoyo), con la salvedad que impone el medio penitenciario: siempre que se menciona a los «amigos», se hace
referencia a los compañeros de la prisión.
En otros estudios se han descrito los distintos tipos de apoyo que reciben los pacientes según el tipo de droga que
consumen 37. En el módulo terapéutico no es posible realizar este análisis ya que la población es muy reducida
(N=32) y predomina en ella el consumo de una misma sustancia (94% son consumidores de heroína + cocaína).
El tamaño de la población ha impedido también la validación de las escalas en el medio penitenciario. Es preciso,
por lo tanto, señalar que aún cuando los cuestionarios
utilizados para la valoración del apoyo social han sido
validados en otro tipo de población, la aplicación simultánea de dos escalas que valoran las mismas dimensiones del apoyo social DUKE-UNC-11 y MOS), y dos medidas de la red social (APGAR II y BLAKE Y McKAY),
obteniendo resultados parecidos, aumenta la validez de
los resultados del estudio.
El programa libre de drogas no se realiza de forma estandarizada en todos los establecimientos penitenciarios ni
se publican periódicamente los resultados de aquellos
que sí lo desarrollan. No se conoce la percepción de apoyo social y familiar que tienen los reclusos adictos a opiáceos que están en tratamiento con metadona. Tampoco
se han encontrado publicaciones relacionadas con el apoyo social en población drogodependiente reclusa. No se
ha realizado una evaluación del funcionamiento familiar
en toxicómanos en los módulos generales de la prisión y
tampoco se han investigado los aspectos de la disfunción
familiar en los que actúa el apoyo social ni la función que
tiene el trabajo grupal que se desarrolla en este módulo.
Por lo tanto, se abre con este trabajo una línea de investigación, referida al apoyo social y familiar en drogodependientes en el ámbito penitenciario.
Agradecimientos
A M.ª José Suárez por la excelente traducción de la bibliografía. A Lilly por
su desinteresada ayuda en la búsqueda bibliográfica a través de la página
web www.solpsiquiatria.com.
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social funcional para uso en la consulta del médico de familia. Aten Primaria 1991; 8: 688-91.
30. Bellón JA, DelgasoA, Luna JA, Lardelli P. Validez y fiabilidad del cuestionario de función familiar APGAR- familiar. Madrid: XIV Congreso Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria, 1994; 118.
31. De la Revilla L, Aranda JM, Aybar R, Bailón E, Casado IM, Costan E et
al. Manual de Atención Familiar. Bases para la Práctica Familiar en la
Consulta. Fundación para el estudio de la atención familiar. Granada:
Ediciones Adhara; 1999.
32. De la Revilla L, Fleitas L. Función y Disfunción Familiar. En: De la Revilla L. Conceptos e Instrumentos de la Atención Familiar. Barcelona:
Doyma; 1994. p. 91-100.
33. Bowling A. Social support and social net works: Their relationship to the
successful and unsuccessful survival of elderly in the communitary. An
analysis of concepts and review of the evidence. Fam Pract 1991; 8:68.
34. Barron A. Apoyo social: definición. Jano 1990; 38: 1086-97.
35. Valverde Molina J. Cárcel y sus consecuencias. La intervención sobre
la conducta desadaptada. Madrid: Popular; 1991.
36. Strauss SM, Falkin GP. Social support systems of women offenders who
use drugs: A focus on the mother-daughter relationship. American Journal of Drug & Alcohol Abuse. 2001; 27: 65-89.
37. Wasserman DA, Stewart AL, Delucchi KL. Social support and abstinence
from opiates and cocaine during opioid maintenance treatment. Drug &
Alcohol Dependence 2001; 65: 65-75.
21
Medicina de Familia (And) Vol. 5, N.º 1, febrero 2004
ANEXO 1
CUESTIONARIO DE DUKE-UNC-11
En la siguiente lista se exponen una serie de hechos o circunstancias que la gente nos puede dar u ofrecer y
que nos sirven de ayuda o apoyo. Por favor, lea cuidadosamente cada frase y coloque una señal en el espacio
que más se acerque a su situación.
Mucho
menos
de lo que
deseo
1.
Recibo visitas de mis amigos y familiares
2.
Recibo ayuda en asuntos relacionados con mi casa
3.
Tanto
como
deseo
1
2
3
4
5
Recibo elogios y reconocimiento cuando hago bien mi
trabajo
1
2
3
4
5
Cuento con personas que se preocupan por lo que me sucede
1
2
3
4
5
5.
Recibo amor y afecto
1
2
3
4
5
6.
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas en casa
1
2
3
4
5
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas personales y familiares
1
2
3
4
5
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas económicos
1
2
3
4
5
Recibo invitaciones para distraerme y salir con otras personas
1
2
3
4
5
Recibo consejos útiles cuando me ocurre algún acontecimiento importante en mi vida
1
2
3
4
5
Recibo ayuda cuando estoy enfermo en la cama
1
2
3
4
5
4.
7.
8.
9.
10.
11.
TABLA DE VALORES DUKE-UNC-11
VALORES
MÁXIMO
MEDIO
MÍNIMO
APOYO TOTAL
55
33
11
APOYO AFECTIVO
25
15
5
APOYO CONFIDENCIAL
30
18
6
ESCASO APOYO SOCIAL: ↓ 33
ESCASOS RECURSOS AFECTIVOS: ↓ 15
ESCASO APOYO CONFIDENCIAL: ↓ 18
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ANEXO 2
CUESTIONARIO MOS
Aproximadamente, ¿cuántos amigos íntimos o familiares cercanos tiene Ud.? (Personas con las que se encuentra a gusto y puede hablar acerca de todo lo que le ocurre)
N.º de amigos íntimos o familiares …
La gente busca a otras personas para encontrar compañía, asistencia u otros tipos de ayuda. ¿Con qué frecuencia dispone Ud. de cada uno de los siguientes tipos de apoyo cuando lo necesita?
(Marque con un círculo uno de los números de cada fila)
NUNCA
POCAS
VECES
ALGUNAS
VECES
LA MAYORÍA
DE VECES
SIEMPRE
Alguien que le ayude cuando tenga que estar en la cama
1
2
3
4
5
Alguien con quien puede contar cuando necesita hablar
1
2
3
4
5
Alguien que le aconseje cuando tenga problemas
1
2
3
4
5
Alguien que le lleve al médico cuando lo necesita
1
2
3
4
5
Alguien que le muestre amor y afecto
1
2
3
4
5
Alguien con quien pasar un buen rato
1
2
3
4
5
Alguien que le informe y le ayude a entender una situación
1
2
3
4
5
Alguien en quien confiar o con quien hablar de sí mismo y sus preocupaciones
1
2
3
4
5
Alguien que le abrace
1
2
3
4
5
Alguien con quien pueda relajarse
1
2
3
4
5
Alguien que le prepare la comida si no puede hacerlo
1
2
3
4
5
Alguien cuyo consejo realmente desee
1
2
3
4
5
Alguien con quien hacer cosas que le sirvan para olvidar sus problemas
1
2
3
4
5
Alguien que le ayude en sus tareas domésticas si está enfermo
1
2
3
4
5
Alguien con quien compartir sus temores y problemas más íntimos
1
2
3
4
5
Alguien que le aconseje cómo resolver sus problemas personales
1
2
3
4
5
Alguien con quien divertirse
1
2
3
4
5
Alguien que comprenda sus problemas
1
2
3
4
5
Alguien a quien amar y hacerle sentirse querido
1
2
3
4
5
PREGUNTA
TABLA DE VALORES MOS
VALORES
MÁXIMO
MEDIO
MÍNIMO
APOYO EMOCIONAL
40
42
8
APOYO INSTRUMENTAL
20
12
4
APOYO DE INTERACCIÓN SOCIAL POSITIVA
20
12
4
APOYO AFECTIVO
15
9
3
ÍNDICE GLOBAL
95
57
19
23
Medicina de Familia (And) Vol. 5, N.º 1, febrero 2004
ANEXO 3
APGAR II
¿A quién pide usted ayuda con mayor frecuencia? (amigos, compañeros, familiares..)
RELACION
EDAD
SEXO
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Tache la columna que mejor describa cómo son sus relaciones con cada persona citada
BUENA
REGULAR
MALA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
ANEXO 4
PREGUNTA DEL METODO SIMPLIFICADO DE BLAKE Y McKAY
¿Con cuántas personas puede usted contar realmente para que le ayuden cuando tiene un problema o dificultad? ______
VALORACIÓN DE LAS RESPUESTAS
Nº de personas
24
Valoración de la red
0-1
Escasa o ninguna
2-5
Media
6 ó más
Elevada
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ANEXO 5
APGAR FAMILIAR
PREGUNTA
CASI NUNCA
A VECES
CASI SIEMPRE
¿Está satisfecho con la ayuda que recibe de su familia cuando tiene un problema?
0
1
2
¿Discuten entre ustedes los problemas que tienen en casa?
0
1
2
¿Las decisiones importantes se tomen en conjunto?
0
1
2
¿Está satisfecho con el tiempo que su familia y usted permanecen juntos?
0
1
2
¿Siente que su familia le quiere?
0
1
2
VALORACIÓN APGAR FAMILIAR
Característica
Puntuación global
Familia normofuncional (> 6 puntos)
7-10
Familia disfuncional (≤ 6 puntos)
Moderadamente disfuncional
4-6
Gravemente disfuncional
0-3
TABLA 1. CARACTERÍSTICAS DE DROGADICCIÓN DE LA POBLACIÓN ESTUDIADA (N=32)
VARIABLE
CATEGORÍAS
%
EDAD INICIO
CONSUMO
(AÑOS)
↓ 15
15-17
18-20
↑ 20
MEDIA
25
41
19
15
16,95 (DT. 4,72)
TIEMPO DE
CONSUMO
(AÑOS)
↓5
5-10
↑ 10
MEDIA
19
45
36
9,94 (DT. 5,94)
VÍA DE
CONSUMO
FUMADA
INHALADA
INYECTADA
59
3
38
DROGA
CONSUMIDA
HEROÍNA
HEROÍNA + COCAÍNA
COCAÍNA
3
94
3
ENFERMEDAD
ASOCIADA
VIH+VHC
VHC
LÚES
NINGUNA
19
22
6
53
VIH: Virus de Inmunodeficiencia Humana
VHC: Virus de Hepatitis C
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TABLA 2. CUESTIONARIO APGAR II
VARIABLE
CATEGORÍAS
%
¿A quién pide ayuda con mayor frecuencia?
Cónyuge/ pareja
Madre
Padre
Hermano
Amigo
Otro familiar
28,1
50
15,6
71,9
87,5
84,4
Persona a la que pide ayuda en primer lugar
Madre
Cónyuge/ pareja
Otro familiar
Hermano
Padre
Amigo
28,1
18,8
18,8
15,6
9,4
9,4
Sexo de la persona a la que pide ayuda en primer lugar
Hombre
Mujer
37,5
62,5
Relación con la persona a la que pide ayuda en primer lugar
Buena
Regular
Mala
84,4
12,5
3,1
Persona a la que pide ayuda en último lugar
Amigo
Otro familiar
Hermano
Padre
50
25
12,5
12,5
TABLA 3. CUESTIONARIO APGAR FAMILIAR
26
VARIABLE
CATEGORÍAS
%
Satisfecho con la ayuda recibida
Casi nunca
A veces
Casi siempre
12
9
78
Discuten los problemas en familia
Casi nunca
A veces
Casi siempre
22
50
28
Se toman en conjunto las decisiones importantes
Casi nunca
A veces
Casi siempre
23
22
47
Satisfecho con el tiempo que pasa con la familia
Casi nunca
A veces
Casi siempre
47
25
28
Siente que la familia le quiere
Casi nunca
A veces
Casi siempre
12
1
87