Detectan que niños recuperados de Covid-19 manifiestan secuelas cardiovasculares

Hay al menos 30 casos registrados en el Notti. Es parte de lo que se describe como síndrome inflamatorio multisistémico. Casi siempre son pacientes asintomáticos en cuanto al virus.

En el centro de salud infantil de referencia se ha detectado un síndrome ya tipificado en el mundo.
En el centro de salud infantil de referencia se ha detectado un síndrome ya tipificado en el mundo.

En Mendoza se han registrado casos de niños que, tras haberse recuperado de Covid-19, tienen alguna manifestación a nivel cardiovascular. Se trata de uno de los síntomas descritos en el mundo como Síndrome Inflamatorio Multisistémico, con particular impacto entre los más pequeños.

Por sus características de síndrome se trata de una especie de cóctel de síntomas, los más visibles de los cuales son los que suelen alertar a los padres y llevarlos a la consulta. Suelen aparecer entre 4 y 6 semanas después de la enfermedad y requerir internación, y al recibir atención temprana suele tener buena evolución.

Una de las particularidades es que muchos de estos chicos ni siquiera se enteraron de que tuvieron Covid. “La mayoría de estos niños ni siquiera han estado internados por coronavirus, quizás lo han tenido antes o han sido familiares de alguien con Covid-19 y han sido asintomáticos”, comentó Ana Tolín, jefa del Servicio de Inmunología del hospital Humberto Notti.

“En promedio, un mes después de Covid agudo empiezan con fiebre como síntoma principal, decaimiento, manifestaciones gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y vómitos. La mitad de los pacientes tiene manifestaciones cutáneas como una erupción, inflamación de los ojos, las manos y los pies, y malestar, el chico se ve enfermo, por eso es algo que no pasa desapercibido y los papás siempre consultan; lo hacen rápido, se reconoce y se trata. Por eso la evolución es buena”, detalló.

También pueden presentarse desmayos por una fuerte disminución de la presión arterial.

Al ingresar al hospital se hace una evaluación y se detecta el impacto a nivel cardiovascular. Esta manifestación aparece en un rango de entre 8% y 15% de los pacientes que tienen el síndrome. Por eso, la especialista subrayó que, si bien es una enfermedad severa, tiene tratamiento y, en general, evolución favorable. En general, a los dos meses la mayoría no tiene secuelas.

El descubrimiento

Desde el comienzo de la pandemia se señaló que en general los niños que adquieren el virus Sars CoV-2 no suelen presentar cuadros severos e incluso transitar la infección como asintomáticos. Aunque hay excepciones. Sin embargo, con el correr de los meses comenzó a detectarse esta consecuencia posterior.

En mayo, la Organización Mundial de la Salud destacaba que, aunque en raras ocasiones, el síndrome había llevado a varios niños en países como Estados Unidos e Italia a la unidad de cuidados intensivos. La agencia sanitaria de la ONU aclaraba que algunos habían dado positivo para Covid-19 y otros no, por lo que llamaba a la comunidad médica a estar en alerta y colaborar para obtener más información sobre el síndrome.

“Se trata de una afección inflamatoria multisistémica, con características similares a la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de shock tóxico, y los informes iniciales suponen que puede estar relacionado con el Covid-19”, advertía.

Un informe de agosto de la Organización Panamericana de la Salud señalaba que desde mayo de 2020 se han observado casos de un síndrome hiperinflamatorio en población pediátrica, que puede llevar a falla multiorgánica y choque (afección potencialmente mortal por falta de aporte de oxígeno en los órganos).

Luego fue descrito como Síndrome Inflamatorio Multisistémico (SIM) en niños y adolescentes que coincide cronológicamente con Covid-19. “Varios países de Europa y algunos de América han notificado casos de SIM, como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana”, detallaba.

Bebés con cuadros severos

La especialista del Notti dijo que estos pacientes no pueden ser tratados de manera ambulatoria, que muchos suelen requerir internación en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) de unos cuatro o cinco días y el alta la reciben usualmente tras una internación total de entre siete y 10 días.

Por otra parte, se ha visto en todas las edades desde bebés hasta los 21 años e incluso en adultos jóvenes. En particular, la edad de mayor incidencia es de entre 8 y 10 años, mientras que la enfermedad más severa se ve en menores de un año.

Tolín dijo que es importante aclarar que esto no genera alarma, porque ya está descrito, se identifica y se trata temprano y así se evitan secuelas de largo plazo. Sólo en un pequeño porcentaje persisten. “El tratamiento tiende a limitar la inflamación y el daño en las arterias para evitar que quede mal a futuro”, destacó.

En el hospital Notti han visto entre 30 y 35 chicos con síndrome inflamatorio, por lo cual recalcó que el porcentaje es mínimo entre todos los chicos que tienen Covid-19.

Agustina, la nena que tuvo un ACV por culpa del coronavirus

Agustina tiene 7 años y supo que tenía Covid-19 de la peor manera. Comenzó con dolor de cabeza y fiebre, y fue sumando síntomas como decaimiento y desmejoramiento general. Tras varias consultas médicas, a sus padres les dijeron que tenía un debut diabético y la derivaron de urgencia al hospital Notti, donde quedóen Terapia Intensiva. Allí se enteró que tenía el virus Sars Cov-2 y que el síndrome multisistémico complicaba las cosas. Aún no sabían cuánto.

Su papá, Walter Tirapu, contó que la niña ingresó con shock séptico: sus piernitas ya estaban moradas. Llegaron a las 19 y a las 22 ya estaba en terapia, con respirador y un cuadro gravísimo. Su corazón y los riñones casi no funcionaban, y fue excepcional que lograra pasar las primeras noches. Estuvo una semana con respirador, le hicieron hemodiálisis y tuvo trombosis en la pierna derecha.

“Luego le dio un ACV por el proceso inflamatorio del organismo, tenía la sangre anticoagulada e inflamación, 100% producto del covid”, contó. Logró superarlo y quedó con una falla motriz en la que trabaja para recomponerse.

Síntomas para tener en cuenta

● Fiebre alta por más de 3 días.

● Mucho malestar general.

Acompañados de:

Exantema polimorfo: “manchitas” en la piel.

Enantema: garganta roja, dolor de garganta o lesiones en la mucosa oral, labios rojos.

Conjuntivitis sin secreción ocular (ojo rojo).

Síntomas gastrointestinales: diarrea, dolor abdominal o vómitos.

Compromiso cardiológico: mal función cardiaca, caída de presión arterial, shock, desmayos.

Edemas (hinchazón) en manos y pies.

Linfadenopatía (inflamación de ganglios), habitualmente en el cuello.

Síntomas respiratorios: dificultad para respirar o tos.

Dolor de cabeza intenso, confusión.

Ocasionalmente trastornos de coagulación (poco en niños y más frecuente en adultos)

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