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Panorama general

La digitalización es la oportunidad transformadora de nuestra época. Todos los servicios cruciales que respaldan el desarrollo —como los hospitales, las escuelas, la energía y la agricultura— requieren de conectividad y datos. La infraestructura y las plataformas que sustentan estas conexiones deben estar disponibles, ser asequibles y ser seguras para que los países en desarrollo prosperen.

La inteligencia artificial y la revolución de los datos están acelerando las capacidades digitales de muchos, pero acentuando las diferencias a medida que los países pobres se quedan aún más rezagados. Sin acceso a internet y sin las habilidades necesarias para utilizar las tecnologías digitales de manera efectiva, miles de millones de personas quedan excluidas del mundo moderno.

Alrededor de un tercio de la población mundial, o 2600 millones de personas (i), permanecieron desconectadas en 2023. Mientras que más del 90 % de los habitantes en los países de ingreso alto usaban internet en 2022, solo una de cada cuatro personas en los países de ingreso bajo (i) utilizaba este servicio, y 850 millones (i) carecen de algún tipo de identificación. La comunidad mundial debe hacer más para ayudar a las naciones en desarrollo a ponerse al día, acelerar la adopción de tecnologías digitales y garantizar que todos puedan aprovechar los beneficios.

Al mismo tiempo, cumplir la promesa en materia digital requiere equilibrar los riesgos y las oportunidades. A medida que el mundo se digitaliza, las salvaguardias son cruciales para promover la confianza. Se deben promulgar leyes de protección de datos y ciberseguridad y establecer instituciones sólidas para desarrollar y posibilitar sistemas digitales interconectados robustos que puedan verificar la identidad de los usuarios, efectuar pagos de manera rápida y segura, y facilitar el intercambio responsable datos.

La Práctica Global de Desarrollo Digital trabaja con los Gobiernos de los países en desarrollo para sentar las bases de la transformación digital, que incluye la transición hacia economías, Gobiernos y sociedades digitales.

La labor se centra en pilares clave, entre ellos el acceso inclusivo a servicios de internet rápidos, confiables, seguros y asequibles. En todo el Banco Mundial, se busca estimular la demanda de aplicaciones y habilidades y plataformas digitales para ayudar a los Gobiernos, las empresas y las personas a participar plenamente en la economía digital.

¿Qué se necesitará para que los países cosechen los beneficios de la digitalización y participen de lleno en la economía digital mundial?

  • Cerrar la brecha digital mundial: pese a que las nuevas tecnologías se propagan rápidamente en todo el mundo, miles de millones de personas nunca han usado internet.
  • Prepararse para los empleos del mañana: la innovación está cambiando radicalmente la naturaleza del trabajo; en ese marco, están surgiendo nuevos empleos y otros están evolucionando. Para competir en la economía digital, los países deberán priorizar la educación y fortalecer las habilidades digitales de su fuerza laboral, al tiempo que crean redes de protección social eficientes que apoyen esas transiciones.
  • Crear sistemas digitales seguros y fiables: en un mundo que se está digitalizando, el fortalecimiento de la capacidad en áreas como la ciberseguridad y la protección de los datos personales se ha vuelto más importante que nunca.
  • Más financiamiento para que todo el mundo esté en línea: para lograr el acceso universal a la banda ancha se necesitarán más de USD 400 000 millones de aquí a 2030, y el sector público ni el sector privado pueden hacerlo por sí solos. Los Gobiernos deben realizar reformas audaces, y el sector privado puede reducir los costos y los riesgos, y aumentar la eficiencia y la innovación.

Última actualización: Abr 04, 2024