Conexión Intencional I Revista Crece #26

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Bueno, si supiéramos la “fórmula secreta” habría más reservaciones en hoteles por “Lunas de Miel” que citas en el jurídico. La realidad es que no existe dicha fórmula; cada matrimonio es único, así como las batallas que enfrentan. Entonces ¿Qué es aquello que concibe a un matrimonio exitoso?

En esta edición de Revista Crece te compartimos ideas, consejos y recomendaciones para lograr un matrimonio exitoso, sin embargo, es necesario trabajar en equipo para lograrlo y sobre todo tener a Dios en primer lugar.

Anhelamos tu matrimonio sea cada día fortalecido por el amor, unión y gracia de Dios.

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ESCRÍBENOS

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¿Qué es lo que hace a un matrimonio duradero y feliz, con 0% peleas y 100% amor?

Uno de los pasajes más “misteriosos” que aborda, a mí parecer, la Palabra del Eterno, es lo mencionado por el rey Salomón en su proverbio que dice: “El que halla esposa halla algo bueno Y alcanza el favor del Señor.” (Prov. 18.22 NBLA).

El misterio está en ¿cómo es que hallar una esposa puede traer la aceptación o favor de Dios? En nuestra cultura posmoderna el matrimonio es visto como una maldición, ya que la felicidad tan añorada se termina en cuanto se menciona la palabra “acepto”; pero aun así el hombre y la mujer siempre están en busca de su “alma gemela”.

La búsqueda del “alma” suena muy romántico, casi poético, el problema es que aun después de haberse casado, los cónyuges se hacen la pregunta de si acaso aquella persona con la que están compartiendo su vida es su “alma gemela” ¿Qué no acaso es la persona que está a su lado? Este concepto de “alma gemela”, más que enamorar, confunde, desanima y trae descontento, pues el cónyuge buscaba a alguien perfecto.

La palabra hebrea maza , que traduce “hallar”, tiene el significado de encontrar o descubrir, así, pues este proverbio tiene un paralelo en el mismo libro que dice:” Porque el que me halla, halla la vida, Y alcanza el favor del Señor” (Prov. 8.35). Este versículo se refiere a la Sabiduría de Dios y quien la encuentra, cual tesoro, obtiene vida y bendición; así mismo es el encontrar esposa, cuyo tesoro es de Dios (Prov. 31:10; cf. Prov8:11)

No se trata de encontrar un “alma gemela” sino un alma que te complemente y te bendiga como un tesoro de gran valor, que te motive, te anime y corrija, que te santifique y te acerque más a Dios.

Así que desiste por buscar a tu “alma gemela”, la mujer u hombre que está a tu lado es tu complemento. Lo que se requiere ahora, después de hallar el tesoro, es hacer los cambios necesarios para bendecir a tu conyugue.

“Una gran relación no sucede por accidente” por ello la autora Sheila W. Gregoire nos guiará a la unidad conyugal con, “9 pensamientos que pueden cambiar su matrimonio” enfocándose en verdades bíblicas para transformar la perspectiva cultural de la relación, intimidad y diseño matrimonial.

7Conexión Intencional

Matrimonio

REALIDAD

Hace poco coincidí con amigo que hacía mucho tiempo no veía, nos saludamos efusivamente y quedamos de tomarnos un café para ponernos al día. Durante la charla mi amigo me comentó que se había casado, pero que el matrimonio no es como lo había pensado, en realidad lo veía desilusionado y le pregunté - ¿Tu matrimonio ha cumplido tus expectativas? - A lo que me contestó, la verdad no… y me aconsejó, -Isaac mejor no te cases-, así estás bien.

Ya sea en terapia o consejería los principales problemas están relacionados con la vida matrimonial, y la constante siempre ha sido que la vida en pareja no fue lo que habían imaginado, incluso matrimonios, aún después de varios años de casados siguen teniendo problemas por estas expectativas iniciales con las que solemos llegar al matrimonio. A continuación, te comparto algunas:

Expectativa

.Nunca discutiré con mi cónyuge.

.La relación con mi cónyuge siempre será miel sobre hojuelas.

.En mi matrimonio, la que manda y es líder, soy yo.

Realidad

.Todo matrimonio atraviesa pordesacuerdos, lo importante estener comunicación y confianzapara poder hablar sobre ello.

.El matrimonio no siempre seráfácil sin embargo siempre trátensecon amor y no menospreciándoseel uno al otro.

.Debes proteger tu matrimonio,enfócate en cuidar tu relación y noa ganar la discusión.

MATRIMONIO CREYENTE = ¿MATRIMONIO FELIZ?

Una pareja, ambos creyentes, se enamoraron y decidieron casarse. Ella es una persona obsesionada con el orden y la limpieza, y él sumamente displicente y con la tendencia a posponer las cosas. Al paso del tiempo su relación se estaba fracturando; comenzaron los problemas, discusiones y peleas, ¿Qué les paso? ¿No que los dos le creían en Dios?, lo que ocurrió fue que se casaron con la idea de lo que Dios podría hacer de esa persona (si se dejaba trasformar por Cristo) y no con la persona que verdaderamente eran en ese momento. Debemos entender que eres pecador, casado con alguien pecador. Estoy seguro que los conflictos que suceden dentro del matrimonio, al principio no son intencionales, nadie se casa pensando “Voy a hacer miserable la vida de esta persona que amo” Sin embargo, al paso del tiempo, cuando el enamoramiento pase, y en el trato continuo con tu pareja, los hábitos y tu forma de comportarte va a estar ahí; Volverá a hacerse presente (O tal vez nuca se fue) el orgullo, el egoísmo, los celos, la amargura o cualquier otra manifestación de tu carácter, en donde pensarás que tu esposo (a) es el responsable de que te sientas así. Por lo que podemos concluir que el estar enamorados, no basta para garantizar que tendremos un matrimonio que dure toda la vida y mucho menos en el que seamos felices, Dios nos enseña que debemos trabajar en fortalecer nuestro matrimonio y no solo dejarnos guiar por expectativas personales.

Te recomiendo leer «¿Qué estabas esperando?» de Paul Tripp Este libro te será de ayuda para enfrentar las realidades del matrimonio que quizá en algún momento las visualizamos totalmente diferentes.

EXPECTATIVA
8 Conexión Intencional

Las diferencias de opinión que se tienen con respecto al dinero, impiden con frecuencia una unidad profunda. Analicemos principios bíblicos de finanzas buscando que las parejas puedan superar sus desacuerdos financieros logrando una mayor unidad.

A. Génesis 2:24 indica que el propósito de Dios para el matrimonio es que dos personas lleguen a ser uno.

A.En términos bíblicos el matrimonio es la entrega total y el compartir todo su ser con otra persona hasta la muerte.

B. El dinero está incluido en ese compartir todo en el matrimonio. En cuanto a nuestra posesión del dinero, actitud hacia el mismo, y el uso que le damos.

C. Decir que mi esposa y yo debemos ser una carne en lo que se refiere a las finanzas es muy sencillo, pero lograrlo puede resultar muy difícil.

B. En el transcurso de mi experiencia como pastor-consejero, he descubierto que el tema de las finanzas puede ser una de las fuerzas que más división causan en el matrimonio.

A. El esposo piensa que el dinero es muy importante, mientras que ella no opina lo mismo.

B. Ella piensa que deben ahorrar todo lo posible con el propósito de poder suplir necesidades y emergencias en el futuro. Él considera que deben de gastar el dinero tan pronto lo reciben y confiar que el Señor proveerá para el futuro.

C. Él elige un empleo teniendo como consideración principal el monto del sueldo y otros beneficios económicos. Ella cree, en cambio, que deben considerarse como decisivos otros factores.

Podríamos seguir describiendo áreas de conflictos potenciales en relación con las finanzas. Sin embargo, estos cambiar por. Estos ejemplos ilustran el área en el que las finanzas pueden ser de gran conflicto, especialmente si la pareja no tiene abundancia de dinero. Es poco probable que una pareja no tenga conflictos en cuanto a las finanzas, en primer lugar, porque ambos son pecadores y por lo tanto inclinados a ser egoístas, y en segundo lugar porque han sido criados en hogares diferentes y han absorbido de sus padres actitudes e ideas distintas acerca del dinero.

La pregunta es ¿cómo se logra la unidad en esta área de las finanzas?

1. Dios es el que le da al hombre la habilidad de ganar dinero.

2. Todo lo que tenemos pertenece a Dios

3. Hay muchas cosas de más valor que el oro.

4. La codicia, disconformidad, y la preocupación por cosas materiales son pecados.

5. Dios espera que utilicemos plenamente la fuerza y las capacidades que El nos ha dado en un trabajo duro y honesto.

6. Dar al Señor y a los necesitados es un privilegio y una inversión además de una responsabilidad.

7. Debemos planificar cómo ganaremos nuestro dinero y cómo lo gastaremos.

Fortaleciendo el matrimonio Wayne Mack Pags. 91 - 99
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Las relaciones sexuales son un regalo hermoso de parte de Dios, para vivirse dentro del matrimonio. Entonces ¿Por qué continuamente se pierde el deseo de estar con nuestra pareja? Lastimosamente no es algo que solo ocurra con las mujeres, también los hombres pierden el interés.

¿Qué sucede con aquellos que han perdido el deseo sexual por su esposa sin que haya alguna razón aparente? Mujeres hermosas, amas de casa dedicadas, mujeres profesionistas fieles siendo rechazadas en la intimidad. ¿Por qué? No cabe duda que el enemigo de nuestra alma busca por todos los medios desvalorizarnos, acabar con nuestro corazón y derribar nuestro matrimonio, nuestra familia.

Las relaciones sexuales son una manera hermosa de honrar y glorificar a Dios, nos estamos uniendo a la persona con la que decidimos pasar el resto de nuestra vida, nos estamos haciendo uno solo, un solo ser para nuestro Dios. Se trata de entrega total a nuestro esposo, de estar convencidas de que nos pertenecemos uno a otro.

Cuando ese vínculo es roto o separado por un largo tiempo, estamos vulnerables a ser tentados y pecar. El enemigo lo sabe muy bien, buscará hacernos pecar de una u otra forma, de hacernos sentir sin valor, sin amor, feas, indeseables e incapaces de satisfacer a nuestro esposo. Nada de eso es verdad, nuestra identidad está en Cristo y la sexualidad en el matrimonio no debería cambiar la imagen que nos ha sido dada.

He hablado con muchas mujeres que me han preguntado: ¿Por qué mi esposo no me desea? ¿Habrá otra mujer? ¿Será adicto a la pornografía o a la masturbación? ¿No seré lo que él desea? ¿No soy suficiente? Sinceramente no tengo la respuesta a ninguna de esas interrogantes, porque no conozco los casos específicos

Cada una de nosotras conoce a su esposo, al hombre con quien se casó; y, aún si no lo conoce lo suficiente, Dios sí. Dios lo diseñó, Dios lo hizo de manera tal para que se complementara con la mujer de su juventud, Dios lo observa, lo conoce, sabe qué sucede con él y el por qué su deseo sexual ha disminuido tan drásticamente. Dios sabe si hay pecados ocultos, si se trata de una enfermedad que aún no le detectan, sabe si acaso hay otra razón que no imaginamos.

Pero Dios quien creó la sexualidad es quien puede ayudarte, apoyarte y darte la respuesta. Él trabajará en cada uno de manera que su vida sexual conyugal sea sana, de acuerdo a su diseño divino, lejos de la inmoralidad, del pecado y de la falta de deseo uno por otro. No desmayes, siempre hay esperanza y respuesta, que sea Dios quien les muestre qué es lo que está sucediendo, lo que pueden hacer para renovar ese deseo, la pasión y el romance. Dios sabe, déjate guiar y no te rindas.

Te recomiendo leer “No más dolores de cabeza” de editorial mundo Hispano, Es un recurso que toda mujer debemos leer ya que nos ofrece consejos prácticos para las que quieren fortalecer, o salvar - sus matrimonios. 11Conexión Intencional

Sixto Porras, Enfoque a la Familia

Los frutos del perdón son maravillosos, no solo en nuestras relaciones, sino también para nuestro bienestar emocional y salud física. Sin embargo, es necesario identificar y evitar los siguientes obstáculos para poder experimentarlo:

Orgullo

El orgullo es la principal causa que impide el perdón y la reconciliación. La mayoría de las veces, no deseamos reconocer que hemos lastimado por simple orgullo. El orgullo se manifiesta cuando hacemos prevalecer nuestro ego sobre los sentimientos de los demás. El orgullo nos hace insensibles, hirientes y, en ocasiones, no somos conscientes de la gravedad del daño que hemos ocasionado. Pero precisamente, podemos impedir la restauración de relaciones cuando no somos conscientes de que la otra persona está herida. Por eso, es importante que cuando nos sintamos lastimados, luego de enfriar nuestras emociones, comuniquemos cómo nos sentimos.

Autojustificación

Sucede cuando no damos el brazo a torcer o cuando queremos salir del paso nada más, en lugar de restituir la ofensa. Pero pedir perdón debe surgir de un arrepentimiento sincero y reconocer que causamos una herida El objetivo final del perdón es disminuir el dolor en la otra persona y procurar restaurar la relación. No es el momento de justificarnos o de subestimar los sentimientos de la otra persona, es tiempo de restaurar a quien está ofendido. Siempre vamos a intentar racionalizar nuestro actuar, pero cuando la persona que amamos está herida, lo único que queda es el camino del perdón.

Indiferencia

Cuando subestimamos los sentimientos de la otra persona normalmente reaccionamos con indiferencia. La indiferencia la justificamos diciendo que con el tiempo lo va a superar o que, eventualmente, va a entender nuestra forma de demostrar afecto… aunque sea totalmente opuesto a lo que el otro espera, pero la verdad es que la otra persona resiente lo que percibe como falta de afecto y sensibilidad. Cuando prestamos atención a las necesidades del otro y no a la manera en que queremos responder a ellas en nuestra propia subjetividad, es cuando abrimos el camino al entendimiento, a la cercanía y a la intimidad.

Amargura

Cuando retenemos la ofensa más de la cuenta se convierte en amargura. La amargura se instala cuando rehusamos perdonar las ofensas y, como el cáncer, crece y crece hasta que destruye todo lo que le rodea. Por eso, todo dolor experimentado por una ofensa debe ser expresado, para que no demos lugar a la amargura. La amargura y el odio no logran nada, consumirán nuestras fuerzas totalmente porque deseamos que nos restituyan y queremos justicia ante una decepción. Experimentar el perdón traerá consigo libertad y sanará el dolor que nos esclaviza, sin embargo, se requiere voluntad, decisión y perseverancia para sostenerlo en el tiempo.

Aprenda más sobre este tema a través del libro

“El Arte de Perdonar”, un Devocional de 90 días, que integra la importancia de aprender a perdonar, a la meditación de la Palabra de Dios.

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¿Qué es lo que hace a un matrimonio duradero y feliz, con 0% peleas y 100% amor? Bueno, si supiéramos la “fórmula secreta” habría más reservaciones en hoteles por “Lunas de Miel” que citas en el jurídico. La realidad es que no existe dicha fórmula; cada matrimonio es único, así como las batallas que enfrentan. Entonces ¿qué es aquello que concibe a un matrimonio exitoso?

Nuestro maestro Jesús les recordó a sus discípulos, y a quienes le probaban, un fundamento en la creación del hombre y a la mujer, diciendo: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”? Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe». (Mt 29:5-6 NBLA).

Las palabras de Jesús recuerdan que el Eterno creo a dos mitades opuestas para formar una sola; pero para que esta unión funcione, se mencionan tres indicativos: “dejará”, “unirá” y “serán”; de estos nos enfocaremos en el segundo.

La palabra en hebreo que traduce el texto “unirá” es Davak, la cual tiene el significado de aferrarse, adherirse o apegarse. Esto quiere decir que el hombre deberá dejar a sus padres para “aferrarse” a su esposa. Notemos que no dice que la mujer debe aferrarse a su esposo, ese no es su rol, sino la del hombre.

Este mismo indicativo se encuentra en Deut. 10:20 donde el mismo Dios nos ordena a aferrarnos/apeguemos a Él; por consiguiente, y con este paralelismo entre ambos versículos «el esposo (creación), aferrándose a su esposa (Dios), convertirá las prioridades de ella (Dios) en las suyas, dejando a un lado sus metas personales, diversiones, ambiciones, y todo aquello que podría estorbarle para aferrarse a su mujer, pues su prioridad es servirle con todo su corazón, alma, mente y fuerzas (Deut 6:5-9). ¿Puede notar este misterio? Así pues, la respuesta de su amada será de atención, afecto y dedicación exclusiva, llegándose a convertir en “una sola carne”.

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Comúnmente el pensamiento inmaduro cree que en el matrimonio constantemente se debe recibir del conyugue por igual, y nombra a ello “amor”, pero bíblicamente los roles son de dador y de receptor, y a su vez, el receptor es agradecido. El Matrimonio no es un acuerdo comercial y por ello es que hay tanta frustración y mal entendido que termina en divorcio. Cuando el esposo obliga a la mujer a ser dadora ocasiona un vacío espiritual y emocional en ella, apagando la luz que el Eterno puso en su interior. Es el esposo cuando actúa en su rol de dador que encuentra su significado, validación y propósito al que Dios le llamó, estando unido a su esposa.

La estabilidad y armonía en el hogar se logrará cuando el hombre y la mujer cumplan sus respectivos roles, en donde la responsabilidad, por supuesto, recae en el varón, por tanto, su rol deberá ser:

1. Apegarse a su esposa; no ella a él.

2.Ser dador y servir humildemente a su esposa.

3. Sacrificar sus deseos para atender a su Amada.

4. No busca ser honrado y respetado, estas se conceden en gratitud, otorgándolas primero a su Amada, el “vaso más frágil” (1 Pedro 3:7).

5. Elevar sus ojos y oración a su dador (Dios), quien es el que le bendice para bendecir a su Amada.

Al apóstol Pablo retoma el mismo pasaje, en Efesios 5.31-33 para ejemplificar el trato de Cristo y la Iglesia, concluyendo que “[el marido] ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”. Pero más que dar respuesta, Pablo nos obliga a preguntarnos cómo amar y cómo respetar.

De esta conexión entre amor y respeto nos hablara el Doctor Emerson en su obra

“Amor y Respeto”

sirviendo de guía para encontrar la verdadera unidad y manifestar la imagen misma de Cristo y su Iglesia...

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duele Amarlo

ujer, estamos de acuerdo que cuando una de nosotras se enamora nunca piensa en las veces que estará llorando por la persona que ama; no se imagina que pueda ser lastimada, mucho menos piensa en que podría ser destruida emocionalmente por aquel hombre que parece ser perfecto.

Una de mis hermanas siempre nos decía: “Cuando estamos en la etapa de noviazgo, todos somos lo mejor que podemos, rara vez mostramos nuestros errores y las actitudes que podrían alejar a nuestra pareja”. Es verdad, solemos prestar demasiada atención a las actitudes que enamoran, más que a las señales de alerta; en ellos y en nosotras.

Es en esa etapa en la que se nos dice que el amor es ciego, porque en verdad no vemos si hay señales que nos puedan alertar acerca de la personalidad o salud emocional de nuestra pareja. Es cuando ya tenemos tiempo suficiente con ellos que comienzan a salir a flote las evidencias de que no es un hombre perfecto, no es un príncipe azul, sino el ogro de la historia.

El amor no debería doler, no debería lastimar, ni destruir o apagar la luz del otro. El amor debería hacer florecer a la persona amada, ayudarla a brillar más con su propia luz, el amor debería dar su vida por el otro en todo sentido. Pero siendo honestas, no todos sabemos amar, no todos entendemos que el amor es para dar, más que para recibir. No entendemos que el amor entre más se da, más amor recibiremos, mejor nos sentiremos y creceremos en pareja también.

Al no entenderlo es probable que busquemos que nuestra pareja supla nuestras necesidades afectivas al sabernos y sentirnos amadas mucho más de lo que nosotras amamos y nos entregamos a ellos. Pero también puede suceder lo contario, que nuestra pareja exija demasiado de nosotras para cubrir sus propias necesidades y se olvide de nosotras. Eso, sin duda lastimará nuestros corazones.

Mujer, debemos estar conscientes de que no siempre nos daremos cuenta de que nuestra pareja está usando el amor que nos profesa para su propio beneficio. No siempre tendremos los ojos abiertos a la realidad de que el amor que nos ha jurado no es un amor basado en el respeto, en la entrega, en el cuidado y la ternura que se esperaría. Es probable que más de una esté en una relación en la que está siendo apagada y aún no se da cuenta de que su luz se está extinguiendo.

¿Qué podemos hacer si nuestra pareja se ha autonombrado el centro de nuestro universo?

¿Cómo debemos actuar cuando nos damos cuenta de que el amor que nos da en realidad nos está lastimando? ¿Qué hacemos si amarlos nos duele?

¿Cómo podemos darnos cuenta de que el príncipe azul es un ogro?

Cuando te
Te recomendamos leer de editorial Unilit. “Cuando amarlo te duele” 17Conexión Intencional

“En la iglesia siempre nos hablan de que hay una lucha espiritual que, si bien no vemos… existe”.

Durante la Segunda Guerra Mundial se llevó a cabo una operación militar con el fin de liberar al Noroeste de Europa de la ocupación Nazi, esta operación llamada «La batalla de Normandía» o en clave «Operación Overlord»; fue efectuada por las fuerzas aliadas, quienes lanzaron la mayor invasión anfibia y aerotransportada de la historia de la guerra. El punto clave de esta operación fue la toma de una pequeña porción de diferentes playas que en conjunto servirían de puerta de entrada para efectuar el ataque.

Con esta analogía, la playa que el diablo pretende tomar posesión de nuestra vida es el matrimonio; la estrategia está en atacar al pilar de la sociedad, el diablo sabe que si planta una raíz de amargura en el corazón de alguno de los cónyuges es el inicio para la invasión y destrucción de aquello que Dios ha bendecido.

Debemos entender que una de las tácticas de satanás es cambiar los preceptos de lo que es el matrimonio, por eso actúa sobre la cultura y lo podemos ver actualmente en nuestra cultura occidental en donde el matrimonio se ve cada vez más como un contrato: “Tu haz tu parte y yo hago la mía” sin embargo, ¿Qué pasa cuando un cónyuge siente que está haciendo más que el otro o que no está haciendo lo que le corresponde? El error es juzgar a la pareja por la cantidad y la calidad de lo que creemos que aporta, las parejas siempre están evaluando lo que el otro hace, con el tiempo viene la decepción y empezará a buscar la salida.

La defensa ante este embate de satanás es entender el matrimonio desde la perspectiva Bíblica, el matrimonio es un pacto; primero es una promesa que no se anula si la otra persona no cumple y segundo; la habilidad para cumplirla depende de la gracia y el poder de Dios. En resumen, las parejas que basan su matrimonio en el pacto, son pacientes entre ellos y el perdón que se brindan no se basa en méritos, sino que lo ofrecen como una muestra del amor que Dios tiene por ellos.

Por esto y muchas otras razones debemos día con día seguir edificando las fortalezas del amor y ser hábiles en el uso de las armas que Dios nos da para podernos defender de los muchos ataques que recibirás, a lo largo de tu vida matrimonial.

Te recomiendo leer “Defienda su matrimonio” de Tim Muehlhoff, él, a través de su libro nos explica que nuestras luchas cotidianas muchas veces conllevan realidades espirituales más profundas.

19Conexión Intencional

o PUR o

sexo

Vivimos en una sociedad en la que la sexualidad ha dejado de ser exclusiva dentro de las cuatro paredes de la habitación. Conforme pasa el tiempo es más común ver referencias a la sexualidad en pareja de manera pública y abierta, referencias que apuntan a que, tanto niños como adultos veamos la sexualidad como algo que se deba expresar a los cuatro vientos y sin restricciones. Cada vez es más común ver referencias sexuales en películas (incluso infantiles), en caricaturas, literatura juvenil, publicaciones en las redes sociales, chistes, desafíos e incluso existen tutoriales acerca de cómo expresar la sexualidad sin temor. Todo esto no es algo nuevo, no es algo que nos asuste o nos haga querer escondernos en una cueva lejos de la civilización; pero sí es para que estemos alerta acerca de lo que estamos observando y escuchando de cómo es que el mundo acepta y promueve la sexualidad.

Es probable que no nos hayamos dado cuenta de que nuestros hijos o hermanos más jóvenes están percibiendo una idea distorsionada de la sexualidad. De hecho, nosotras mismas, puede ser que estemos tan acostumbradas a escuchar acerca de una sexualidad que más que manifestar la gloria de Dios, manifiesta lo que el mundo plantea como buen.

Todo cuanto hacemos debe glorificar a Dios, eso incluye lo que sucede al cerrar la puerta de nuestra habitación. La Biblia menciona en Hebreos 13:4 “Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin deshonra…” He pensado que no todos entendemos la belleza y pureza que se encuentra en el lecho matrimonial, en la unión de una pareja que se ha jurado amor eterno delante de Dios y hasta que la muerte los separe.

Dos personas que se aman y se entregan uno a otro en una unión con nadie más, una unión que Dios mismo permitió y bendijo; es algo glorioso, un momento en el que no hay nadie más, donde es una entrega total, completa, sin vergüenza ni deshonra porque ambos se pertenecen y convergen para goce y disfrute mutuo, con Dios como testigo de una unión.

Por supuesto que una unión así, no es posible si no tenemos a Cristo; ambos, marido y mujer aún tenemos una naturaleza pecaminosa, aún podemos traer arrastrando prácticas y gustos de nuestra pasada manera de vivir que manchan nuestro lecho matrimonial, sin duda.

Pero la buena noticia es que hay una salida y una esperanza. Una esperanza que se vive día a día, que nos va limpiando poco a poco para experimentar una sexualidad que no avergüenza, no lastima; sino que nos dignifica y nos lleva a glorificar a Dios. Hay esperanza, ¿Sabes dónde encontrarla?

Te recomendamos leer Puro Sexo Puro de editorial Vida

En este libro podrás comprender que el sexo es un regalo de Dios para toda mujer que anhela un matrimonio pleno.

PUR
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Al final de la década de los 60´s un grupo llamado “Las tortugas” sacan su sencillo “Juntos y felices” (Happy Together), rápidamente se convirtió en un himno al amor y fue la música de muchas bodas de la época, incluso sigue sonado en las veladas románticas, sin embargo, de todas las parejas que se profesaron amor y un juntos para siempre con la canción Happy together escuchándose de fondo, al día de hoy, ¿lo habrán cumplido? de hecho, estadísticamente hablando la taza de divorcios de los años 70´s a la fecha, se ha triplicado; se sabe que 4 de cada 10 matrimonios ya se han divorciado.

Juntos para siempre

¿Qué es lo que hace que permanezca un matrimonio?, la clave, aunque parezca muy trillado es “el amor” y no solo estoy hablando del apego que hace que tengas el cuidado y protejas a tu familia o habituarse a llevar una vida en pareja, hablo de una parte central del amor; el amor romántico que sería la sexualidad y esa enorme necesidad de sentirnos amados y a la vez con una gran capacidad para expresar el amor. Dios nos creó para amar y ser amados.

Manteniendo la llama del amor

Déjame darte unos consejos para seguir manteniendo la llama del amor:

1) No hagas de tu matrimonio una monotonía, que no se vuelva una costumbre los días de intimidad.

-Para salir de la rutina planea una velada, deja a los hijos en casa de la abuela, (seguramente estará contenta de tenerlos una noche) ten un detalle especial y muéstrate interesado.

2) Aprende a ser romántico con tu pareja.

-Una palabra dicha con cariño puede hacerle el día a tu esposo(a). Hombre si tú no sabes ser romántico, pregúntale a tu esposa, ella seguramente si sabe que le gustaría que hicieras por ella. Algo que les encanta es que manifiestes tu amor en público, y mujeres hagan sentir a sus esposos respetados, no los ignoren o menosprecien sus actos, piensen que estamos haciendo un esfuerzo y que, si no es reconocido, nos desanimamos y como consecuente no nos sentiríamos motivados a seguir haciéndolo.

3) Por ultimo invita a Jesucristo a compartir tu matrimonio.

-La mejor manera de vivir en pareja es cuando permites que Dios sea quien dirija tu vida, y te enseñe a amar a tu pareja con locura, como él nos ama a nosotros.

Libro recomendado: Las Claves del amor de David Lazo.

22 Conexión Intencional

¿Se le debería pedir al varón que ame a su mujer? A mi parecer esta cuestión es absurda, pero lamentablemente es real. Esta pregunta tendría relevancia en tiempos antiguos dado a que los matrimonios comúnmente eran arreglados por intereses políticos o económicos, pero el relato bíblico que rompe con esta imagen “antigua” es la de Isaac quien toma por esposa a una mujer desconocida, y el texto dice “y la amó”.

Una costumbre que en la actualidad se juzga como algo reprobable e infame, solía funcionar para algunos matrimonios, pues la preparación de ambos individuos era para agradar en todo, y las expectativas, del que sería su cónyuge. Lo gracioso y triste a la vez, es que en la actualidad, ambos individuos que tiene la oportunidad de elegir a su pareja lo hacen por razones o sentimientos equivocados, que terminan en un caos total. La razón: “Falta de compromiso”.

En nuestra sociedad cualquiera cree amar, y cualquiera dice amar, pero ¿hasta cuándo o hasta dónde? Actualmente “amar” es tan fácil, sólo es cuestión de belleza y/o baja autoestima. Sólo es cuestión de vista, y sale sobrando el alma. No se dimensiona la implicación de la declaración “Sí, acepto” y se toma como simple juego de niños. El compromiso no es sólo palabras, es lealtad, entrega y sacrificio; es orar, velar, sustentar, dedicar, sostener, soportar, creer; es dar, servir, proteger, honrar y bendecir; así él o ella lo merezca o no, al final se escogieron uno al otro, en las buenas y en las malas. Los sentimientos pueden ir y venir, pero el compromiso de amar a nuestro cónyuge nunca cambia, pues al final, al entregar amor, lo hace como a sí mismo.

El amor real o verdadero se sintetiza en entrega total, así como Cristo se dio por su Iglesia (Efesios 5:25), siendo esta la esencia del compromiso, la cual requiere un esfuerzo de conciencia y capacidad, pues transforma palabras en hechos y realidades.

Así pues, el matrimonio puede verse como un campo de refinamiento, donde se prueba la fe y el carácter con el fin de forjar la madurez espiritual. Esta madurez es evidente en la unidad, en donde las áreas que componen al ser humano (Intelectual, física, espiritual y social) se fortalecen pues ya son un solo ser, dependientes de Dios.

Este caminar no se trata de solo de nuestra relación con nuestra esposa o esposo, se trata de nuestra relación con Dios. Amar y servir a nuestro cónyuge es hacer lo mismo al Eterno. Por consiguiente, es el objetivo del Dr. Williams; recobrar la importancia de la relación matrimonial aconsejando, de forma práctica, el orden bíblico al tratar asuntos que dañan la comunión marital y espiritual.

Dios debe ser la razón más grande a fin de cumplir su propósito, para su gloria y honra; es hora de que procures que puedes darle a Dios y que puedes ofrecerle a tu cónyuge.

“Hágase un favor: Ame a su esposa”. Editorial Patmos 25Conexión Intencional

Me retorcía en mi asiento mientras nuestro pastor hablaba sobre la importancia de la sinceridad y el perdón en el matrimonio, cuando un pensamiento vino a mi mente. “Has pecado contra Jeff, Sarah”.

La convicción del Espíritu Santo se revolvía en mis entrañas, por mucho que tratará de evadirlo. No tiene sentido decírselo a Jeff. Solo le hará daño. Además, es entre el Señor y yo – pensé. Las siguientes palabras que salieron de la boca del pastor parecían dirigidas directamente a mí: “¿Hay algo entre tú y tu cónyuge sobre lo que debas sincerarte? No creas la mentira de que es mejor mantenerlo en secreto”. Sabía que el Señor me estaba pidiendo que me humillara y confesara mi lucha con este pecado en particular, no solo al Señor, sino también a Jeff.

Más tarde, entre lágrimas, le conté a Jeff este pecado que había cometido contra él y le pedí perdón. A pesar del miedo, una canasta llena de excusas y la humillación que me gritaba que me detuviera, admití que estaba equivocada y estaba dispuesta a aceptar las consecuencias. Jeff me perdonó. Estaba herido, pero también fue compasivo y gentil. No siempre hemos sido tan rápidos en confesar y arrepentirnos, o tan rápidos en perdonar y restaurar nuestra relación; pero esta vez lo hicimos, y eso hizo que nuestro matrimonio fuera mucho más fuerte que si hubiéramos continuado con pecados ocultos o heridas no resueltas. El perdón es esencial, especialmente cuando, va en contra de nuestra propia naturaleza.

Juntos

Un matrimonio marcado por el perdón

A menos que tú y tu cónyuge sean perfectos (¡lo cual es poco probable!), para tener un matrimonio feliz tendrá que haber tanto sinceridad (sobre cómo tu cónyuge te ha lastimado, pero también sobre cómo tú has pecado contra él o ella) como perdón (de ambas partes), Debemos estar dispuestos a pensar lo mejor del otro y ser lentos para reaccionar ante las faltas del otro. Sin embargo, a veces tendremos que tener en cuenta las debilidades de nuestro cónyuge en pro de la unidad (Efesios 4:2-3).

Amigos, aprender a dar y recibir perdón es una de las mejores formas de vivir el evangelio en el matrimonio. Crece en gratitud por lo que Cristo ha hecho por ti y motívate a amar y perdonar incondicionalmente al que está a tu lado, porque un matrimonio que destila perdón y gracia es un matrimonio que experimentará las riquezas de la paz, la unidad y la vida de Dios.

a través de las tormentas. Palabras de aliento para tu matrimonio Jeff & Sarah Walton Pags. 268-269 26 Conexión Intencional
Esta obra de referencia incluye reflexiones y ensayos escritos por los siguientes teólogos, maestros y ministros: •Awilda González • Geritza Olivella Santana • Héctor F. Ortiz Vidal • Juan R. Mejías Ortiz • Juan Sebastián Rodríguez • Justo González • Nohemí Pagán • Pablo A. Jiménez • Raúl Zaldívar
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