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Un poco de historia. Los modelos eléctricos de Volkswagen antes de la gama ID

Este pasado viernes tuvo lugar una reunión altamente importante de la junta directiva de Volkswagen para definir su estrategia para el futuro, de la cual salió una consigna clara: apostar todo por los vehículos eléctricos. Con una inversión acordada de 44.000 millones de euros para el desarrollo y puesta en marcha de turismos que utilicen la famosa plataforma MEB, Volkswagen pretende sacar rentabilidad en un corto periodo de tiempo de su gama de eléctricos.

Este paso significa para la marca alemana un salto comparable al que tuvo que hacer en los años 70 dejando atrás las arquitecturas de motores traseros refrigerados por aire y tracción trasera para pasarse con el Golf a la refrigeración líquida y motores y tracción delanteras. Pero la incursión de la empresa de Wolfsburgo en el terreno de la electrificación no es nueva, ya que Volkswagen ha presentado a lo largo de su historia diferentes prototipos eléctricos basados en conversiones de sus modelos de gasolina, si bien solo quedaron a unidades únicas o pequeñas series destinadas a flotas más como experimento que como una opción viable y real.

Vamos a repasar ahora qué tipo de electrificaciones hizo la marca alemana a lo largo de 40 años y cuál fue su resultado, aunque ya os adelantamos que al igual que otros modelos como el Renault Clio Electrique o el SEAT Toledo eléctrico, presentados en los años 90, no gozaron de éxito o simplemente fueron vehículos de pruebas más que otra cosa para demostrar el grado de tecnología de la marca en ese momento.

VW Elektro-Transporter

Con motivo de la Crisis del Petróleo de los años 70, todos los fabricantes se pusieron manos a la obra para buscar energías alternativas con los que impulsar sus vehículos. Volkswagen decidió crear la división Future Research para investigar en métodos de movilidad eléctrica, y en 1972 presentó la Elektro-Transporter, una versión eléctrica de la Transporter 2.

Equipaba un motor de corriente continua en el eje trasero capaz de dar 22 CV de fuerza que tenía que arrastrar con un conjunto de casi 2.200 kilogramos, de los cuales casi 850 kg (más peso que un Beetle) correspondían a las 72 baterías de plomo que llevaba instaladas en los bajos del piso. Esto hacía que la Elektro-Transporter alcanzara el 0 a 100 km/h en 30 segundos y tuviera una velocidad punta de 69 km/h.

Como curiosidad, las baterías tardaban varias horas en cargarse pero estaban montadas en un sistema que permitía extraerlas con un pequeño elevador para poder intercambiarlas por otras. Se estima que se vendieron entre 70 y 120 unidades de esta Transporter eléctrica entre 1972 y 1976.

Volkswagen Golf Elektro mk1

Debido a la Crisis del Petróleo, Volkswagen no se quedó solo con la Elektro-Transporter y decidió seguir investigando en la electrificación de vehículos con su recién lanzado Golf. La marca alemana fabricó 20 unidades en 1976 del Golf Elektro basado en el compacto de primera generación, los cuales fueron entregados a ingenieros de la empresa para su utilización prácticamente a diario para evaluar el comportamiento de estos vehículos.

Estos Golf tenían un sistema de baterías de plomo con una capacidad de 13’4 kWh, pero debido al volumen que ocupaban, se suprimieron las plazas traseras para alojarlas. Las baterías alimentaban un motor de 20 CV alojado en el vano delantero que le hacían alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h con una autonomía de unos 50 kilómetros. Los Golf Elektro estuvieron rodando por las carreteras alemanas en manos de ingenieros de VW toda una década, hasta que fueron retirados en 1986.

Volkswagen Golf CityStromer mk1

Con la experiencia adquirida en los experimentos realizados a los Golf Elektro, el fabricante alemán sacó una versión mejorada en 1981 de los Golf eléctricos de primera generación que, al igual que los anteriores, fueron entregados únicamente a personal de la empresa para evaluar su comportamiento. Este nuevo Golf mejoraba al anterior en que conservaba las plazas traseras por la reubicación de las baterías y además aumentaba la autonomía, pasando a alcanzar 64 kilómetros con una sola carga. Fueron fabricadas 25 unidades de este Golf desarrollado en colaboración con la compañía eléctrica RWE.

Volkswagen Golf CityStromer mk2

Con la segunda generación del Golf aparecida en 1983, el fabricante alemán Volkswagen decidió seguir investigando en la electrificación de su modelo más existoso, y un año más tarde lanzó la segunda edición del Golf CityStromer. El aspecto exterior era prácticamente idéntico al de un Golf con motor de combustión salvo por un detalle en la parte de atrás, donde se veía que el hueco de la rueda de repuesto ubicada bajo el piso del maletero se había sustituido por un cajón para albergar las baterías.

El Golf CityStromer 2 mejoraba al basado en la primera generación en todos los aspectos: la potencia del motor subió en cinco caballos hasta los 25 CV, alcanzando la misma velocidad punta que su antecesor (100 km/h) pero mejorando el comportamiento y la aceleración. Montaba 16 módulos de baterías de gel de plomo y se fabricaron 70 unidades del CityStromer, algunas de las cuales acabaron en manos privadas.

Volkswagen Golf CityStromer mk3

Con la tercera generación del Volkswagen Golf presentada en 1992, tres años después nació la tercera edición del CityStromer. Este Golf de tercera generación se asimilaba todavía más a sus homólogos con motor de gasolina o gasóleo, ya que el aspecto exterior era idéntico, solo diferenciable del resto por los vinilos laterales con la inscripción CityStromer. Montaba el mismo pack de baterías que el Golf 2 eléctrico, de ácido de plomo de 96 voltios, y era 480 kilogramos más pesado que un Golf estándar.

En cuanto al equipamiento mecánico, la tercera generación del CityStromer montaba un sistema desarrollado por Siemens que consistía en un motor de corriente alterna con un sistema de recuperación de energía durante el frenado. El motor rendía ahora 40 CV, lo que impulsaba a este Golf a una velocidad máxima de 97 km/h. La autonomía anunciada por el fabricante era de 80 kilómetros, pero posteriormente se comprobó que la autonomía real variaba según la temperatura exterior, siendo de 70 km en verano y solo 40 km en invierno. Fueron fabricadas 120 unidades de este CityStromer.

Volkswagen Golf Blue-E-Motion

El último prototipo de la marca alemana antes de lanzar al mercado el actual e-Golf fue esta variante eléctrica bajo la carrocería del Golf de sexta generación, presentado en 2010. Representando un gran salto respecto al CityStromer de 1995, el Golf Blue-E-Motion fue el salto necesario para el desarrollo definitivo del e-Golf de séptima generación que se vende actualmente.

Equipaba un motor de 115 CV de potencia que otorgaba un par de 270 Nm, más que un Golf equivalente con motor TDI, cuyo pack de baterías alojado debajo del piso del maletero le otorgaba una autonomía de 150 kilómetros. La diferencia con un Golf con motor de combustión era el incremento de peso, 205 kilogramos más para esta versión eléctrica que no pasó de la fase de prototipo.

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