Si el beneficio de escolaridad se ha venido otorgando durante al menos dos años consecutivos de manera unilateral por el empleador, este no puede dejar de pagar por decisión propia. (Foto: GEC)
Si el beneficio de escolaridad se ha venido otorgando durante al menos dos años consecutivos de manera unilateral por el empleador, este no puede dejar de pagar por decisión propia. (Foto: GEC)
/ MANUEL MELGAR
Christian Lengua

El beneficio de es una remuneración que se les entrega a los trabajadores tanto en el sector público como en el privado. Sirve como una ayuda monetaria para cubrir los gastos escolares para quienes tienen hijos que se encuentran estudiando.

En el sector público, el monto se fija en la ley de presupuesto anual y las entidades públicas la abonan con la remuneración del mes de enero. Para este año ha sido fijada en S/.400. Para tener derecho al beneficio en mención, el personal debe cumplir con una serie de condiciones.

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En cambio, en el sector privado no existe una norma que obligue al empleador a otorgar dicho beneficio. Lo usual es que el propio empleador lo haga de manera voluntaria, o que se hubiera pactado en un convenio colectivo, en los casos que exista un sindicato.

¿Qué impacto tendrá la pandemia en este beneficio? El laboralista César Puntriano, socio del estudio Muñiz, comentó que la crisis económica y las medidas restrictivas han golpeado la economía de las empresas, por lo que en esta época hay una política generalizada de ahorro de gastos.

“Sin embargo, si el beneficio de escolaridad se ha venido otorgando durante al menos dos años consecutivos de manera unilateral por el empleador, se habría configurado una costumbre en la empresa en cuyo caso el empleador no puede dejar de pagar la escolaridad por decisión propia”, apuntó.

¿Qué pasa si la empresa no puede pagar? En ese caso, explicó Puntriano, el empleador debe conversar con el personal y acordar, por ejemplo, el fraccionamiento o la reducción en algún porcentaje del importe del beneficio. La costumbre es fuente de derechos por lo que el empleador debe respetarla.

En el sector público, el monto se fija en la ley de presupuesto anual y las entidades públicas la abonan con la remuneración del mes de enero. Para este año ha sido fijada en S/.400. (Foto: GEC)
En el sector público, el monto se fija en la ley de presupuesto anual y las entidades públicas la abonan con la remuneración del mes de enero. Para este año ha sido fijada en S/.400. (Foto: GEC)

En cambio, si el beneficio está regulado desde su inicio en una política y el empleador ha señalado claramente que puede modificar o eliminar el beneficio de manera discrecional, en ese caso no necesitará acuerdo con el personal. “Lo que ocurre en la práctica es que las empresas no cuentan con tales políticas, por lo que generalmente el pago obedece a la costumbre”, expresó el laboralista.

Otro escenario posible es que la escolaridad hubiese sido pactada por convenio colectivo con el sindicato. En ese caso, se requerirá un nuevo acuerdo con la organización sindical para modificar el importe, diferir su pago o eliminarlo.

Puntriano precisó que en ambos casos es requisito que el trabajador acredite tener hijos cursando estudios escolares.

¿CÓMO SE GASTA?

Con una muestra de 3.662 personas entre 18 y 45 años, en enero pasado la empresa Sodexo realizó la ‘Encuesta a beneficiarios 2021 Escolaridad’. El 92% señaló que valoraría bastante recibir el bono por escolaridad. Sin embargo, solo el 28% admitió que recibía este beneficio en su centro de labores, un 67% de los encuestados afirma que no recibe, y el 5% no tiene hijos.

Juan Carlos Gallegos, gerente comercial de Sodexo Beneficios e Incentivos comentó que el bono es quizás más valorado que las bonificaciones por campaña navideña o incentivos por desempeño, y puede que se deba a los gastos fuertes de fiestas de fin de año y a los gastos por escolaridad que representan una carga económica considerable.

Cabe indicar que la encuesta confirma que un 54% de beneficiarios asegura gastar entre S/300 a S/900 soles por cada hijo. La flexibilidad también es otra ventaja que se aprecia, ya que buscan no solo comprar o dispositivos electrónicos, también realizar el pago de matrículas o pensiones.

El bono de escolaridad es quizás más valorado que las bonificaciones por campaña navideña o incentivos por desempeño.
El bono de escolaridad es quizás más valorado que las bonificaciones por campaña navideña o incentivos por desempeño.

“Es vital darles libertad de compra para cubrir directamente su necesidad. En la encuesta, el 53% afirma que harían sus compras en establecimientos conocidos de útiles escolares, seguido del 19% que indica que comprará en tiendas por departamento y un 18% en supermercados”, sostuvo Gallegos.

Precisó que es necesario implementar bonificaciones que permitan la compra de herramientas tecnológicas como computadores e impresoras, o mobiliario para mejorar el espacio educativo en casa, y eso lo evidencia la encuesta: del total de encuestados, un 45% optaría por comprar justamente este tipo de equipos tecnológicos en caso de recibir el bono.

También se evidencia la preferencia de tarjetas virtuales para recibir la bonificación de escolaridad, que permita a su vez hacer compras online. Esto ha sido entendido por Sodexo: “Desde marzo del año pasado, esperábamos resultados como estos y eso nos llevó acelerar la innovación tecnológica que veníamos desarrollando desde el 2019, permitiéndonos ser los primeros en diseñar estas soluciones digitales”.

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