Mamá, ¿cuidas de ti misma?

 La mayoría de las madres tienen decenas de trucos bajo la manga, saben cómo disfrazar las verduras en platillos apetitosos, siguen a conciencia las rutinas de sus hijos, recuerdan periodos de exámenes, resuelven las noches de pesadillas con cuentos y apapachos; pero el 78% pospone su propio cuidado, ¿eres una de ellas?

 

¿Qué es el autocuidado?

 

Piensa en él como actividades que más que abstraerte de la realidad de forma momentánea, te van a inyectar energía, te harán sintonizar contigo misma y te darán algún beneficio a mediano plazo. Con esto no queremos decir que una sesión de spa semanal no sería agradable, pero ¿qué tan posible es llevarlo a cabo con todas las responsabilidades que tienes día a día? 

 

Empieza dándote permiso para vivir todos tus otros roles además del de mamá. Inicia poco a poco:

 

·      Aprende a decir no.

·      Háblate con palabras amables.

·      Escucha lo que tu cuerpo te dice y obedécelo.

·      Muévete, no importa la actividad mientras te sea satisfactoria.

·      Crea tiempo para lo que más te guste hacer.

·      Desconéctate unos minutos del celular.

·      Descubre lo que necesitas y haz lo necesario para que sea tangible.

·      Pon atención a lo que consumes, desde tu alimentación hasta la información, el entretenimiento, etc.

 

Partiendo de la idea que trata de darte un respiro que te permita liberarte, el autocuidado es un tema completamente personal, aun así, te damos algunas ideas:

·      Distingue lo importante de lo urgente, no tienes que resolverlo todo en este momento. 

·      Delega, deja que tu pareja haga algunas tareas. 

·      Suelta el control, permite que las cosas sucedan, no todo tiene que ser perfecto.

·      Modera tu consumo de información.

·      Cuando tengas una situación estresante visualiza tu momento de autocuidado.

·      Acepta la ayuda de tu red de confianza.


Foto de Olha Ruskykh en Pexels


 

¿Y si de verdad es imposible?

 

Hay barreras que nos impiden practicarlo: tiempo, recursos económicos, apoyo social, dificultad para aceptar la ayuda de los demás, falta de límites, etc. Las circunstancias serán diferentes para cada mamá, no obstante, el autocuidado es una inversión que te dará energía, beneficiará tu salud, te dará felicidad. ¿Vale la pena? Aquí creemos que sí, ¡totalmente!

 

Para iniciar concéntrate en lo siguiente, pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia:

 

1.     Sueño. ¿Cómo cambia tu día cuando duermes bien? ¿Qué puedes hacer para mejorar los hábitos que promuevan tu descanso?

2.     Estrés. ¿Qué te estresa y qué puedes hacer para anticiparte a ello?

3.     Gestión del tiempo. ¿Qué puedes hacer para organizar más eficazmente tu tiempo?

4.     Tiempo con familia y con tu pareja. ¿Cuáles son las mejores oportunidades para conectar con tu familia o pareja? ¿Cómo puedes mejorar la dinámica?

 

Lo intento, pero hay culpa.

 

Muchas mamás vivimos en el autosacrificio porque es algo que se espera de nuestro rol sin pensar que cada momento de autocuidado es una oportunidad de ser un modelo saludable para nuestros hijos. Con este pensamiento no hay cabida para la culpa porque una persona equilibrada, completa, satisfecha, feliz es mucho mejor proveedor que alguien que se ha vaciado en dar, dar y dar. 

 

Desafía tus creencias, recuerda que antes de ser mamá eres un ser humano que necesita atención y apoyo. Está bien pedir ayuda. 

 

¿Más beneficios?  Influye tu autocuidado en el desarrollo de tus hijos

 

Un argumento elemental es que si estás sana tendrás un mejor desempeño en el cuidado de su familia, sin embargo, seremos más minuciosas. Estudios han demostrado que padres y madres que vivieron experiencias adversas en la infancia pueden desarrollar efectos negativos en su salud física y mental cuando no reciben la contención necesaria, esta negligencia repercute en problemas de desarrollo de sus hijos.

 

Tan solo por este motivo el autocuidado está muy lejos del egoísmo, porque los beneficios serán palpables para todos los que te rodean. 

 

Vas a descubrir que no hay un plan perfecto de autocuidado, que es completamente personalizado, pero que sin duda traerá grandes beneficios.  

 

Fuente: It’s science: Self-care isn’t just good for moms—it helps protect your kids, too. Annamaraya Scassia. Motherly. Septiembre. 2021.

 

The science behind self-care: Why it’s more than pampering.  Anne-Marie Gambelin. Motherly. Noviembre 2020.

 

This is what moms get wrong about self-care, according to a therapist. Caitlin Beale. Motherly. Abril 2022.

 

5 maneras de hacer las paces con la culpa de mamá y priorizar tu autocuidado. Marcella Kelson. Motherly. Noviembre 2021.

 

Self-care is not ‘pampering’. Tara Pringle Jefferson. Motherly. Mayo 2016.

 

 

 

 

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