TENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL Y LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Jairo Alonso Rodríguez Buelvas

Trabajador Social Magister

Conflicto Social y Construcción de Paz

Tradicionalmente se han establecido unas relaciones cordiales entre el Trabajo Social y las políticas públicas, toda vez que van encaminadas a:

  • Aportar al bienestar social
  • La solución de problemas estructurales
  • Erradicar la pobreza
  • Disminuir los efectos negativos de la desigualdad social
  • Entre otros muchos aspectos.

El Trabajo Social, al comprender las realidades sociales y promover el bienestar comunitario, puede aportar su conocimiento y experiencia en las fases de agenda pública, formulación, implementación y evaluación. Las políticas públicas, al abordar los problemas sociales, necesitan del Trabajo Social para ser efectivas.

Perspectivas entrelazadas

En teoría, se plantea que las políticas públicas en sí mismas serían un campo de actuación moldeado para el Trabajo Social dándole una participación desde las fases de agenda pública, formulación, implementación y evaluación. Se plantea como algo esencial para enfrentar de manera eficaz los desafíos sociales y fomentar el bienestar comunitario. El Trabajo Social, como disciplina orientada a comprender y mejorar las condiciones de vida de individuos y grupos, a partir de la interpretación de las realidades sociales, se encuentra intrínsecamente vinculado al diseño, implementación y evaluación de políticas públicas.

Históricamente, el Trabajo Social opera como un vínculo entre las necesidades específicas de las personas y las soluciones sistémicas que pueden emerger a través de las políticas públicas. La interacción directa con los sujetos y comunidades, identificando problemas, evaluando recursos y brindando apoyos, aparece como una función esencial al informar y contribuir a dar forma a las políticas públicas desde las comprensiones de las complejidades de los problemas sociales.

En esencia, las políticas públicas están construidas para hacer frente a los problemas sociales, ofreciendo un marco estructural necesario para abordar cuestiones sociales a gran escala, surgiendo de la necesidad de atender problemas como la pobreza, la educación, la desigualdad, la salud y la vivienda, entre otros. Por ello, se vuelve imperante que las y los trabajadores sociales se constituyan como agentes formuladores de políticas públicas.

Las tensiones

Ahora bien, existe amplía literatura que esboza las relaciones directas y consecuentes entre Trabajo Social y políticas públicas e inclusive, evidencian los desafíos por los que puede atravesar la profesión frente a la participación en estos procesos. Por ello, las líneas a continuación intentan poner en discusión y reflexión lo que he venido considerando desde el ejercicio profesional como tensiones que se crean entre el Trabajo Social y las políticas públicas.

Para desarrollar esta idea planteo 3 situaciones que identifico como génesis de estas tensiones y, a su vez, se vuelven retos para seguir repensando la actuación profesional del Trabajo Social:

1

Definición y Percepción del Trabajo Social: Desafíos y Estereotipos

En primera medida, planteo como elemento tensionante la definición o precepción del Trabajo Social desde las demás disciplinas tanto de las ciencias sociales como de las ciencias naturales. Siempre se ha venido labrando el terreno para desvirtuar de la esencia del Trabajo Social el carácter meramente asistencial. En el marco de las políticas públicas como herramienta operativa, se tiende a posicionar a la profesión en asuntos meramente técnicos y de carácter asistencial desde los conceptos de “apoyos” “ayudas” “caridad” “solidaridad”. En muy pocas ocasiones el Trabajo Social aparece como ente dinamizador, coordinador o directivo de las políticas públicas.

2

La participación limitada del Trabajo Social en el diseño y evaluación de las políticas públicas

Esta situación está relacionada con la segunda premisa que planteo, el Trabajo Social tiene mayor protagonismo en la fase de implementación de las políticas públicas que en la de diseño o inclusive, de evaluación. Debido a la mirada sesgada hacia la profesión que anteriormente se planteó, se instrumentaliza y se reduce el ejercicio profesional a una asistencia técnica de solamente intercomunicación con las comunidades, organización de espacios y de apoyo en el desarrollo de las actividades programadas.

Los agentes formuladores, por lo general, tienden a ser personal calificado en metodologías y desarrollos técnicos y de formalismos para cumplir con parámetros establecidos y, así, acatar las directrices institucionales acerca de cómo deben organizarse documentos y sus procesos de validaciones. Muy pocas veces se incluye a la profesión como interlocutora de las realidades sociales y la participación en el diseño de las políticas públicas en su fase de estudio y agenda pública.

3

Discrepancia entre Objetivos:

Como tercera situación, se tiene la discrepancia entre el objeto tácito de las políticas públicas en Colombia y el objeto del Trabajo Social.

Para la primera, la lógica de creación y de ser esta mediada por ser instrumento ampliamente relacionado con el reclamo y garantías de los derechos colectivos de la sociedad que traduce estos reclamos como problemas sociales. Implícitamente, desde las políticas públicas, se plantea una interrelación entre problemas y grupos sociales. El grupo social general eleva el problema social y, por tanto, este instrumento se planifica desde la lógica poblacional; quiere decir, en Colombia las políticas públicas son poblacionales; la de tercera edad, la de mujer, juventud, niñez, víctimas, familias vulneradas. Su foco está en determinar una población en específico.

Los agentes formuladores, por lo general, tienden a ser personal calificado en metodologías y desarrollos técnicos y de formalismos para cumplir con parámetros establecidos y, así, acatar las directrices institucionales acerca de cómo deben organizarse documentos y sus procesos de validaciones. Muy pocas veces se incluye a la profesión como interlocutora de las realidades sociales y la participación en el diseño de las políticas públicas en su fase de estudio y agenda pública.

Por el otro lado, el Trabajo Social, bajo la definición de la Federación Internacional de Trabajo Social, plantea que:
“El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el empoderamiento y la liberación de las personas. Los principios de justicia social, derechos humanos, responsabilidad colectiva y respeto por las diversidades son fundamentales para el trabajo social. Respaldado por teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a personas y estructuras para abordar los desafíos de la vida y mejorar el bienestar.”
A diferencia de las políticas sociales, el Trabajo social se concibe y plantea como objeto de intervención a los problemas sociales o en estos tiempos, las problemáticas sociales.

2 visiones entrelazadas: una Integral y una Poblacional.

Esta perspectiva de entender las dinámicas de las sociedades en clave de interrelación de actores situaciones, tiempos y espacios, genera distorsión con las políticas públicas porque esta fracciona al sujeto social según su condición poblacional para ser beneficiario e inclusive, lo coloca en una situación de revictimización porque el “beneficiario” tiene la carga de demostrar su condición para ser incluido. Desde el Trabajo Social, lo que se tiende es a evidenciar las problemáticas sociales que transitan de manera interrelacionada en los cuerpos de los sujetos y fraccionarlas para atenderlas también genera quiebres en los sujetos.

Imagen generada por Inteligencia Artificial.

Por ejemplo:

Una persona en situación de víctima del conflicto armado siendo mujer, indígena, de 15 años, madre, víctima de acceso carnal violento.

Para la Política Pública sería una beneficiaria para cada una de sus condiciones.

Desde el Trabajo Social lo que se plantea es cómo se entiende y se aborda a esa sujeta social para incidir en su realidad y poder encontrar alternativas de garantías de derechos sin que las condiciones en las que se encuentre fraccionen su ser.

Las políticas públicas siguen obedeciendo a una definición de siglos como lo son los problemas sociales y estos atendidos desde lo poblacional, mientras que el Trabajo Social en su dinámica y constante reflexión del mundo social, plantea el entendimiento del otro como sujeto social en constante interrelación con la sociedad.

Conclusiones:

Por último, recogiendo los planteamientos anteriores, la situación que emerge es que las políticas públicas como instrumento de la estructura, obvia lo singular y particular de los sujetos sociales; contrario hace el Trabajo Social, comprende las realidades sociales desde las singularidades y particularidades de los sujetos sociales.

La primera, mantiene una mirada netamente objetiva de la realidad social que los traduce en problemas sociales mientras que el Trabajo Social tiene una mirada más subjetiva desde las vivencias y significados de los sujetos sociales “la singularidad” y la “particularidad” y, por tanto, lo traduce en problemáticas sociales.

Estas tensiones, a la vez, se vuelven desafío para la profesión y su protagonismo en la estructura del Estado. El posicionamiento del Trabajo Social es clave para que los rediseños de las políticas públicas no se agoten en asuntos técnicos y formales, sino que ponga en la agenda pública la concepción misma de la política social existente.

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