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UNIVERSIDAD SAN PEDRO VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN DIRECCIÓN GENERAL DE INVESTIGACIÓN FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD DISTORSIONES COGNITIVAS Y DEPENDENCIA EMOCIONAL EN MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INFLIGIDA POR LA PAREJA, 2015 Víctor Joel Sanchez Romero Manuel Antonio Alva Olivos Luis Alberto Sosa Aparicio Wilmer Edgar Farfán Cuba Stefany Yessenia Pizarro Ulloa Chimbote – Perú 2015 ii ÍNDICE Tema Página Título del trabajo iii Palabras clave iv Resumen v Abstract vi Introducción 1 Metodología 19 Resultados 25 Análisis y discusión 47 Conclusiones 56 Recomendaciones 57 Referencias bibliográficas 58 Anexos y apéndices 60 iii DISTORSIONES COGNITIVAS Y DEPENDENCIA EMOCIONAL EN MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INFLIGIDA POR LA PAREJA, 2015 iv Palabras clave: Distorsiones cognitivas, dependencia emocional, violencia de pareja. Keywords: Cognitive distortions, emotional dependency, intimate partner violence. Línea de investigación: Código UNESCO: 3201.05 Psicología Clínica v RESUMEN La investigación tuvo como objetivo establecer la diferencia de las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja, atendidas en la División Médico Legal II-Santa del Ministerio Público. Se desarrolló una investigación observacional, de nivel descriptivo y diseño comparativo de corte transversal. Se estudiaron 150 mujeres distribuidas equitativamente en dos grupos, 75 mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja y 75 mujeres que no son víctimas de violencia conyugal. Los instrumentos utilizados fueron el Inventario de pensamientos automáticos y el Cuestionario de dependencia emocional. Para el análisis comparativo entre grupo se empleó la Chi cuadrado de homogeneidad, con un nivel de significancia (alfa) α = 5% = 0,05. Se encontró diferencia significativa (p < 0,05) entre ambos grupos en las distorsiones cognitivas referidas a: filtraje o abstracción selectiva (p=0,0001), pensamiento polarizado (p=0,0001), sobregeneralización (p=0,009), interpretación de pensamiento (p=0,000000), falacia de control (p=0,002), falacia de justicia (p=0,000000), falacia de cambio (p=0,00009), culpabilidad (p=0,002), falacia del deber ser (p=0,0003), falacia de tener razón (p=0,004) y falacia de recompensa divina (p=0,000000). Respecto a la dependencia emocional, se encontró diferencias en los factores modificación de planes (p=0,011) y miedo a la soledad (p=0,0002). Se concluye que las distorsiones cognitivas y dependencia emocional son diferentes entre las mujeres víctimas y no víctimas de violencia conyugal. vi ABSTRACT The research aimed to establish the difference of cognitive distortions and emotional dependence on a group of women victims of intimate partner violence compared with another group of women who are not victims of intimate partner violence, treated at the Division Forensic II-Santa prosecutors. An observational research, descriptive level and comparative cross-sectional design was developed. Equitably distributed 150 women were studied in two groups, 75 women victims of intimate partner violence and 75 women who are not victims of domestic violence. The instruments were the Inventory Questionnaire automatic thoughts and emotional dependence. For comparative analysis between group homogeneity Chi square was used, with a significance level (alpha) α = 5% = 0.05. significant difference (p <0.05) was found between groups in cognitive distortions regarding: filtering or selective abstraction (p = 0.0001), polarized thinking (p = 0.0001), overgeneralization (p = 0.009) interpretation of thought (p = 0.000000), fallacy control (p = 0.002), fallacy of justice (p = 0.000000), fallacy of change (p = 0.00009), guilt (p = 0.002), fallacy of what should be (p = 0.0003), fallacy of being right (p = 0.004) and fallacy of divine reward (p = 0.000000). Regarding emotional dependence, differences as well as modifying plans factors (p = 0.011) and fear of being alone (p = 0.0002). We conclude that cognitive distortions and emotional dependence are different between female victims and non-victims of domestic violence. INTRODUCCIÓN Tanto en el ámbito internacional como nacional se evidencia una escasa publicación relacionada directamente con las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en el contexto de la violencia contra la mujer, por lo que a continuación se presentan los resultados de investigaciones que se corresponden indirectamente con los objetivos del presente estudio: Respecto a las distorsiones cognitivas, Jaramillo (2011), en Ecuador investigó acerca de las distorsiones cognitivas particulares, que determinan victimización de la mujer que sufre violencia intrafamiliar y sexual. Los resultados señalan a la falacia de recompensa (80%), filtrado o visión de túnel (60%) y falacia de justicia (45%) como las distorsiones cognitivas con mayor puntaje. Esta manera de pensar hace que la mujer se mantenga subordinada a los deseos del varón y a las expectativas culturales sobre la mujer asumiendo que si cumple con esto tendrá el buen trato que ella anhela, permaneciendo mucho tiempo pensando en los hechos y viviendo sus sentimientos de dolor o vergüenza, y convencida de que su reclamo o sentimientos son justos y de esta manera se dificulta alcanzar una solución para su situación. Así mismo, se logró establecer una correlación positiva moderada entre las distorsiones cognitivas y la victimización de la mujer. Lo que para la autora indicaría la presencia de un fenómeno que tiene que ver con la cognición social y que es preciso intervenir sobre él con el fin de modificar las actitudes de las mujeres víctimas de violencia. Así mismo, Ordóñez y Serrano (2011), en su análisis de las ideas irracionales desde el enfoque cognitivo conductual en mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja, reportan las siguientes creencias irracionales: sumisión (23%), desvalorización (16%), justificación a la pareja (15%), atribucionalidad interna (13%). En menor porcentaje, el 10% de mujeres tienen miedo al fracaso existencial, 8% tienen ideas irracionales de desvalimiento y 5% referentes a expectativas al cambio de pareja. Al respecto, el autor plantea que la dependencia emocional es la 2 que genera la sumisión, pues esto se ve reflejado en la necesidad de verse y sentirse protegida por alguien y en estos casos en particular, es la necesidad de que su pareja este con ellas a costa de cualquier cosa, incluyendo diferentes tipos de maltratos, que con el pasar del tiempo va empeorando. Así también, la desvalorización, la cual se evidencia en el pensamiento de las mujeres violentadas, quienes asumen que sin sus esposo no son nadie, o que no se imaginan la vida solas, porque ellos son el sostén y sustento de su hogar; justificando a su pareja y asumiendo la totalidad de la culpa de la violencia. Por otro lado, Lemos, Londoño, y Zapata (2007), estudiaron una muestra de mujeres y hombres jóvenes de Medellín-Colombia, con la finalidad de establecer las distorsiones cognitivas que mejor discriminan las personas que presentan dependencia emocional. En el grupo de mujeres (59), ellos encontraron un 54.3% sin dependencia emocional y un 36.4% con dependencia emocional. Respecto al análisis comparativo, de las 15 distorsiones cognitivas evaluadas, 12 presentaron diferencias significativas entre los dos grupos de comparación, con mayores puntuaciones de las medias en las personas con dependencia emocional: Filtraje, pensamiento polarizado, sobregeneralización, interpretación del pensamiento, visión catastrófica, falacia de control, falacia de justicia, razonamiento emocional, falacia de cambio, deberías, falacia de razón y falacia de recompensa divina. De todas estas distorsiones cognitivas que refuerzan los esquemas de dependencia emocional, dos mostraron un mayor poder discriminantes: los deberías y la falacia de control. Estas investigadoras concluyen que las personas dependientes emocionalmente basan sus necesidades afectivas de acuerdo con los deberías de estándares ideales del amor romántico, que los lleva a exigir de su pareja una atención constante, la cual generalmente no logra ser satisfecha completamente, ocasionando en ellos una sensación constante de fracaso, así como la aceptación de múltiples comportamientos de control por parte del dependiente, para tratar de contrarrestar la sensación de vacío constante. 3 En el país, Aguinaga (21012) quien estudio las creencias irracionales en madres víctimas y no víctimas de violencia infligida por la pareja, identificó diferencias significativas en las creencias irracionales, siendo las madres maltratadas las que presentaron puntuación más elevada en los factores frustración, necesidad de aprobación, sentimiento de culpa, inercia y evasión, aprobación, ideas de infortunio y confianza en el control de las emociones. Respecto a la dependencia emocional, Sosa (2013), en su análisis de la dependencia emocional en un grupo de jóvenes según sexo reportó una presencia de dependencia emocional en el 10.3% de las mujeres. Concluyendo que el 11.5% de la población estudiada presenta dependencia emocional en la pareja, lo que implica que presentan un patrón de demandas afectivas, frustradas que buscan desesperadamente satisfacerse mediante relaciones interpersonales estrechas. También, Lemos y Londoño (2006), identificaron diferencias individuales con relación al sexo, reportando en las mujeres mayores puntuaciones en las subescalas de expresión afectiva de la pareja y miedo a la soledad, mientras en los hombres las puntuaciones mayores fueron en la sub-escala búsqueda de atención. Según las autoras, estas diferencias entre los sexos parecen estar influenciadas por el patrón cultural que percibe los comportamientos demandantes de afecto como algo femenino, así como el miedo a la soledad, y el tratar que busca conquistar, elogiar y mantener el centro de atención de la pareja, como un patrón más masculino. Justificación de la investigación El presente trabajo se justifica desde el punto de vista teórico en la medida que no existen investigaciones en nuestro contexto referidas al tema. Se estaría contribuyendo en el conocimiento sobre el comportamiento de las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja y un grupo mujeres que no se encuentran en esta condición. 4 A nivel práctico los resultados contribuirán con el reporte de información referidos a la víctima las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional que pudiera asumir en el marco de la violencia conyugal para la elaboración e implementación de programas de prevención, tanto primaria como secundaria, los cuales podrían desarrollarse en ámbitos como la comunidad, la escuela, la familia, entre otros. Problema La violencia intrafamiliar es un fenómeno complejo de carácter social que tiene profundas raíces en el proceso de formación social de los géneros, su identidad y en las relaciones de poder que éstos establecen, en la que participan las instituciones y la sociedad civil, en consecuencia su prevención y atención conllevan por parte del sector de salud y justicia reconocerla como un problema, tal reconocimiento implica reformas en el sistema de atención en relación con las mujeres, niños y niñas, además de cambios en la actitud del personal responsable en tratar a las víctimas. La vulnerabilidad de la mujer frente al fenómeno de la violencia familiar, y más precisamente a la violencia dada en el contexto conyugal, es abordada por autores como Corsi (1992); Sarasua, Zubizarreta, Echeburúa y Corral (2007); Patró, Corbalán y Limiñana (2007); y Domínguez, García y Cuberos (2008); citados por Aguinaga (2012), quienes refieren que la mujer que es víctima de maltrato en su relación de pareja puede presentar, generalmente, escasa valoración de sí misma, sentimientos de humillación, vergüenza, miedo, pérdida de control, confusión, sentimiento de culpa, trastorno de estrés post-traumático, ansiedad, depresión, abuso de alcohol y drogas, así como ideación y conducta suicida, entre otras consecuencias negativas. En la actualidad las cifras en el Perú indican la preocupante dimensión del fenómeno de la violencia contra las mujeres infligida por la pareja. De acuerdo a las 5 estadísticas de la Policía Nacional del Perú, en el año 2007 se realizaron 87,292 denuncias por violencia familiar, de las cuales el 89,6% correspondía a víctimas del sexo femenino. Otro dato importante que brinda esta fuente es que el 30,3% de las denuncias tenían como principal motivo los problemas de índole conyugal. En nuestra provincia, la violencia familiar va en aumento, según el registro de la Comisaría de la Familia en el año 2013 se ha registrado 1701 casos por violencia se han presentado a hasta la actualidad en el Distrito de Nuevo Chimbote, de las cuales un 94% es por maltrato físico y psicológico contra la mujer. Las estadísticas son severas, porque según lo recepcionado por esta institución, diariamente se reportan de 8 a 10 denuncias por maltrato físico y psicológico, donde el 92% de las denuncias han sido realizadas por mujeres entre los 20 y 60 años de edad. Por otro lado, la dependencia emocional está asociada con la mala calidad de la relación conyugal y podría propiciar la ocurrencia de violencia intrafamiliar. La ansiedad de separación y el miedo a la soledad, han sido identificados como las principales amenazas percibidas que desatan estrategias interpersonales de control para mantener a la pareja a su lado a pesar de las situaciones de desagradables que se puedan presentar (Lemos y Londoño, 2006). Sin embargo, no existen estudios que vinculen las formas de pensar con la dependencia emocional en situaciones de violencia contra la mujer. Desde este punto, se hace necesario desarrollar investigaciones orientadas a identificar el perfil distintivo de la dependencia emocional, donde las distorsiones cognitivas juegan un papel importante en el mantenimiento de la problemática de la violencia. A partir de lo expuesto se formula el siguiente enunciado de investigación: ¿Existe diferencia en las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja, atendidas en la División Médico Legal II-Santa del Ministerio Público? 6 Marco referencial Distorsiones cognitivas Las distorsiones cognitivas son descritas por Beck (1996) como un conjunto de procedimientos por el cual el sistema opera y manipula la información. De manera tal que los procesos cognitivos logran guiar el procesamiento de la información hacia, entre y desde los esquemas con la finalidad de generar los productos o eventos cognitivos (Lemos y Londoño, 2006). Los procesos cognitivos propician la adaptación y la respuesta del individuo en la vida cotidiana. Sin embargo, al funcionar bajo el principio de economía cognitiva, estos procesos pierden información, convirtiéndose en desadaptativos. Dentro de estos procesos se encuentran las distorsiones cognitivas, o errores de procesamiento, las cuales conllevan a la activación de esquemas negativos. Así, una persona con ansiedad, percibe solo situaciones de daño o amenaza (Beck, 1985). Principales distorsiones cognitivas Según Ellis y Grieger (1977), durante el procesamiento de la información pueden ocurrir ciertas alteraciones que lleven a los personas a sacar conclusiones arbitrarias, las llamadas distorsiones cognitivas. Según estos autores existen las siguientes distorsiones cognitivas: - Inferencia arbitraria: es el proceso por el cual se adelanta una conclusión sin evidencia a favor que la sustente o cuando se sostienen ciertas afirmaciones incluso con evidencia contraria. Por ejemplo pensar que van a dar mal un examen, incluso habiendo estudiado mucho y teniendo aprobados todos los exámenes anteriores con buenas calificaciones. - Maximización: consiste en agrandar ciertos aspectos o cualidades; en el caso de los pacientes depresivos maximizan los errores, las carencias, las faltas, las pérdidas. 7 - Minimización: se da cuando se subestiman o empequeñecen ciertos aspectos o cualidades; los pacientes depresivos minimizan los logros, los éxitos, las buenas cualidades, los aciertos. - Abstracción selectiva: consiste en centrarse en un aspecto, atributo o detalle sacándolo del contexto, dejando de lado características relevantes de la situación y a partir de allí elaborar ciertas conclusiones. - Generalización excesiva: se da cuando a partir de uno o varios hechos o situaciones aisladas se sacan reglas que se generalizan para otras situaciones. - Personalización: es la tendencia a autoatribuirse hechos y fenómenos externos que no tienen que ver con ellos mismos y sin evidencia que establezca dicha relación. - Pensamiento dicotómico: también llamado pensamiento absolutista, todo o nada, o blanco o negro. Consiste en la utilización de categorías polares para clasificar a situaciones o personas, sin poder ver matices o grados, todo se evalúa en extremos. Por ejemplo: bueno/malo, santo/pecador, fiel/infiel, justo/injusto. Dependencia emocional La presente investigación es sustentada teóricamente bajo la teoría integrativa de Castelló, cuyo enfoque es cognitivo y psicoanalítico y que considera al ser humano como ser multidimensional, donde la dependencia emocional la define como necesidad extrema de carácter afectivo en las diferentes relaciones de pareja, basada en una teoría de los sentimientos (Castelló, 2000). Definición Sirvent (2004) considera como un estado o trastorno desadaptativo que es consecuencia del sujeto del que se depende, para nuestro caso sería de la pareja. 8 Por otro lado Sangrador (1998, citado en Sánchez, 2009), considera la dependencia emocional como una necesidad patológica del otro y tendría su explicación en el grado de inmadurez afectiva y la búsqueda de satisfacción egocéntrica. Castelló (2002), la define como un patrón de demandas afectivas, frustradas que buscan desesperadamente satisfacerse mediante relaciones interpersonales estrechas. Esta definición está referida a la dependencia emocional en la pareja pero que podría extrapolarse a otro tipo de relaciones interpersonales. La dependencia emocional involucra aspectos cognitivos, emocionales, motivacionales y comportamentales orientados al otro como fuente de satisfacción y seguridad personal, que implica creencias erróneas acerca del amor, de la vida en pareja y de sí mismo (Castelló, 2005; Hirschfeld et al; 1977; Lemos y Londoño, 2006; Norwood, 1985; Schaeffer, 1998). Esta definición ha servido de marco teórico para la construcción y validación de la prueba de dependencia emocional de (Lemos & Londoño, 2006) y que se ha usado en el presente trabajo. Como ya se ha mencionado la dependencia emocional en el presente trabajo ha recibido connotaciones claras sin embargo es preciso marcar la diferencia con otros conceptos con los cuales podría tener cierta similitud, entre ellos se encuentran: - Apego ansioso: es el miedo constante a la separación de una persona a quien se está estrechamente vinculada. (Bowlby, 1993) la similitud con la dependencia emocional está presente en tres subcomponentes fundamentales del apego ansioso: temor a la pérdida de la persona vinculada, búsqueda de proximidad y protesta por la separación. Wes, Sheldon y Rose (1993, citado en Castelló, 2002). Y la diferencia está en que los fenómenos de pego y separación están minusvalorados afectivamente en el apego ansioso. (Castelló, 2002). 9 - Sociotropia: es un estilo cognitivo en los pacientes deprimidos y está centrado en la dependencia interpersonal, la necesidad de afecto, el temor y la sobrevaloración al rechazo. Beck (1987, citado en Castelló, 2002). Este concepto tienen mucha similitud con el concepto de dependencia emocional sin embargo se puede establecer diferencias pues la dependencia emocional no puede estar considerada como un rasgo de personalidad que predispone a la depresión (Castelló, 2002). - Trastorno de la personalidad por dependencia: Según el DSMIV este trastorno se encuentra caracterizado por la necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno y que ocasionen comportamientos de sumisión, adhesión y temores de separación. Por otro lado, Castelló (2002) describe algunas características de las personas con dependencia emocional: - Necesidad excesivamente de la aprobación de los demás: buscan por todos los medios caer bien y a medida que el vínculo es más fuerte la necesidad aumenta. El extremo de esta necesidad lleva al individuo en ocasiones a rumiaciones sobre su aceptación sobre su situación. - Gusto por las relaciones exclusivas y parasitarias: la necesidad excesiva de la pareja se presenta como en las adicciones lo que genera rupturas de relación y estados de enojo y conflicto; el dependiente quiere disponer continuamente de la otra persona, este comportamiento es compatible con el apego ansioso. Debemos tener en cuenta que estas personas buscan cubrir su necesidad de afecto y no están motivados por la posesión de la pareja (Castelló, 2005). - Déficit de habilidades sociales: no desarrollan un adecuado comportamiento asertivo y falta de empatía hacia la otra persona. 10 - Autoestima: las personas dependientes emocionalmente no se valoran ni respetan así mismos por que no han sido ni queridos ni valorados por las personas significativas de su vida. El pobre concepto que tienen de ellas mismas es debido a la postura de minusvalía que adoptan en las relaciones. Zurof (1994, citado en Castelló, 2005). - Estado de ánimo y comorbilidad: son personas con un estado de ánimo medio disfórico y tendencias a sufrir preocupaciones y la comorbilidad esta en relación con los trastornos depresivos y por ansiedad y en menor medida con trastornos de personalidad (Castelló, 2005). - Elección de objeto: hace referencia a los rasgos que busca una persona para vincularse con ella y suelen vincularse al contexto de las relaciones amorosas. Las parejas que buscan los dependientes emocionalmente tienen las siguientes características: • Reúnen condiciones para ser idealizados • Son narcisistas y explotadores • Buscan una posición dominante en la pareja. Factores causales de la dependencia emocional Los factores ambientes son considerados fundamentales para el desarrollo de la dependencia emocional (Castelló, 2005). - Carencias afectivas tempranas: Davis y Millon (1998) consideran que las experiencias tempranas son un factor primordial en la constitución psicobiologica del individuo y todas las experiencias después se van sustentando en las primeras y a su vez el individuo se acomodara adaptativamente a dicha información reciente. En la psicología cognitiva se fundamente el concepto de esquema lo cual se refiere a un esquema interiorizado de las primeras experiencias de la vida y sirven posteriormente como base de otros aprendizajes y son propensos de modificación. Safran y Zegal (1994, citado por Castelló, 2005). 11 - Mantenimiento de la vinculación: a pesar que la vinculación en las primeras etapas de su vida haya sido insatisfactoria los dependientes emocionales han mantenido su vinculación. Otro de los factores que mantienen la vinculación es la baja autoestima; las experiencias afectivas tempranas de los dependientes emocionalmente no ha sido lo suficientemente negativas como para generar una desvinculación ni lo suficientemente positiva para generar una autoestima positiva. Ello hace que mantengan vínculos hacia personas que no las satisfacen emocionalmente. (Castelló, 2005). De acuerdo al análisis factorial Castelló habla de seis factores, los cuales se describen a continuación: 1. Ansiedad de separación: se describen las expresiones emocionales del miedo que se producen ante la posibilidad de disolución de la relación. Frente a una posible ruptura de la relación la persona dependiente emocional es proclive a desencadenar un cuadro de ansiedad por separación lo que sin determinar el tiempo que este pueda durar. Si bien como cuadro clínico la Ansiedad por separación hace parte de los Trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia (American Psychiatric Association, 2002). La ansiedad por separación puede surgir ante el distanciamiento temporal que implica la vida cotidiana, separaciones rutinarias que pueden generar desconfianza del regreso de su pareja y que lleva a la activación de pensamientos automáticos de relacionados con la pérdida y la soledad (Castelló, 2005). 2. Expresión afectiva: necesidad del sujeto de tener constantes expresiones de afecto por parte de su pareja que reafirmen el amor que se sienten y que calme la sensación de inseguridad. Esta demanda puede estar originada por una necesidad insaciable de la pareja, que es lo que ha asemejado este cuadro a una dependencia a sustancias (Castelló, 2005). 12 3. Modificación de planes: el cambio de actividades, planes y comportamientos debido a los deseos implícitos o explícitos por satisfacer a la pareja o a la simple posibilidad de compartir mayor tiempo con ella. Definitivamente en este factor resalta la gran manipulación no tan solo de la persona dependiente sino también de la otra parte a tal punto que llegar a un aislamiento social como lo manifiesta una de las características. 4. Miedo a la soledad: dentro de la descripción del componente se identifica el temor por no tener una relación de pareja, ese terrible miedo a la soledad o por sentir que no es amado la o el dependiente emocional necesita a su pareja para sentirse equilibrado y seguro, de tal forma que la soledad es vista como algo aterradora, aspecto que es evitado por el dependiente emocional (Castelló, 2005). De hecho para los dependientes emocionales la soledad o el sentirse solos puede desencadenar cuadros de salud desfavorables como consecuencia a ese gran miedo irracional. 5. Expresión límite: la posible ruptura de una relación para el dependiente emocional puede ser algo tan catastrófico por su enfrentamiento con la soledad y la pérdida del sentido de vida lo que puede llegar hacer un detonante para que el dependiente realice acciones de autoagresión y perdida del cuidado total de sí mismo, estas conductas pueden relacionarse con un trastorno límite de la personalidad. 6. Búsqueda de atención: se tiende a la búsqueda activa de atención de la pareja para asegurar su permanencia en la relación y tratar de ser el centro en la vida de éste(a). La búsqueda de atención podría verse como una tendencia histriónica que se presenta en algunos dependientes emocionales (Castelló, 2005). Los dependientes emocionales al sentir que son el centro de atención por parte de sus parejas se van a sentir con mucha seguridad sin embargo en la mínima acción que sienten que sus parejas no los atienden o ha reducido la atención hacia ellos se empiezan a desesperar y sentir que no tienen el mismo valor para sus parejas 13 generando cuadros clínicos desde los más leves hasta los más graves (Castelló, 2005). La violencia de pareja y su etiología La Organización de las Naciones Unidad (1995) define la violencia de pareja como: “Una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres, que han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo” Por otro lado, la Asociación de Psicólogos Americanos, APA por sus siglas en inglés (1996), define la violencia infligida por la pareja como un patrón que incluye un amplio rango de conductas de maltrato físico, sexual o psicológico utilizado por una persona en una relación íntima contra la otra con el fin de obtener poder, control y autoridad. Ambas definiciones señalan el establecimiento de una relación de poder jerárquico de uno de los miembros sobre el otro, como consecuencia de aspectos culturales, sociales y personales. De ahí que, se identifican como principales factores de riesgo la violencia vivida en la familia de origen, las actitudes respecto a los roles de género, la necesidad de control e, incluso, un romanticismo o una reactancia elevadas, etc. (Aguinaga 2012). Otra causa de violencia son las experiencias violentas vividas por las parejas. Para Romero (2004), la situación de violencia puede agravarse si ha existido previamente una socialización infantil en un ambiente familiar violento, con una exposición muy antigua a situaciones de abuso, donde a muy temprana edad se aprende como cierto grado de violencia puede estar legitimado como método para resolver conflictos, y aprenden también la asimetría de la relación entre los hombres y las mujeres. Así mismo, la experiencia de maltrato vivida en relaciones de pareja anteriores puede ocasionar violencia en las siguientes relaciones (Aguinaga 2012). 14 De acuerdo a lo descrito la violencia de pareja no sería un acontecimiento transversal, sino un fenómeno longitudinal en el tiempo mediado por diversos elementos del contexto. Esta característica es explicada por Corsi (citado por Aguinaga, 2012) en su Modelo Ecológico, donde integra distintos niveles de análisis para la comprensión del fenómeno de la violencia familiar, incluida la violencia de pareja. - Macrosistema: Representa el contexto más amplio y nos remite a las formas de organización social, los sistemas de creencias y los estilos de vida que prevalecen en una cultura o subcultura en particular. Este entorno se define como una sociedad patriarcal, es decir, la macro creencia de que el hombre tiene un poder importante sobre la mujer. Bajo este sistema, se establece un modelo familiar vertical, en la cual el padre se constituye la cabeza y la mujer y los hijos subordinados a ella. Este sistema de creencias atribuye roles, deberes y derechos particulares a los elementos que conforman el sistema familiar. Al considerarse al hombre el patrón en esta sociedad patriarcal, él asume que le corresponde el derecho de que sus deseos no sean contrariados en el ámbito familiar. La transgresión de esa regla justificaría – desde la perspectiva del hombre – el uso de la fuerza para castigar y corregir a quien no la ha respetado. - Exosistema: Este nivel está conformado por las instituciones sociales que median entre la cultura y los individuos. Estas instituciones pueden ser la iglesia, la escuela, los medios de comunicación, el ámbito laboral, las instituciones recreativas, organismos judiciales y de seguridad, entre otras. De acuerdo a Corsi, existe una legitimación institucionalizada de la violencia. Esto sucede cuando las instituciones reproducen en su funcionamiento el modelo de poder vertical y autoritario; de alguna u otra manera, terminan usando métodos violentos para resolver conflictos institucionales, lo cual se transforma en un espacio simbólico propicio para el aprendizaje y legitimación de las conductas violentas en el nivel individual. 15 - Microsistema: Representa el contexto más reducido y se refiere a las relaciones cara a cara que constituyen la red vincular más próxima a la persona. La familia juega un papel fundamental al interior de esta red, ya que funge como la estructura básica del microsistema. Este subsistema incluye los elementos estructurales de la familia y los patrones de interacción familiar, tanto como las historias personales de quienes constituyen la familia. - Nivel individual: Este nivel incluye cuatro dimensiones interdependientes: la dimensión cognitiva, la dimensión conductual, la dimensión psicodinámica y la dimensión interaccional. Dimensión cognitiva: Esta dimensión incluye las estructuras y esquemas cognitivos, las formas de percibir y conceptualizar el mundo que configuran el paradigma o estilo cognitivo de la persona. En este caso la mujer se percibe como débil e ineficaz para enfrentar y salir de la situación de maltrato. Esta infravaloración de sus capacidades es paralela a la supravaloración del poder de su esposo sobre ella. En esta relación de violencia la mujer puede entrar en un estado de confusión que la lleve a percibirse como culpable de lo ocurrido, distorsionando la realidad de los hechos. Dimensión conductual: Se refiere al repertorio de comportamientos con que una persona se relaciona con el mundo. La mujer maltratada suele ocultar ante el entorno social su padecimiento y la situación de maltrato por la que atraviesa. Muchas veces adopta conductas contradictorias, en la esfera privada, oscila entre una conducta sumisa y otra en los que expresa intensamente sus emociones. Dimensión psicodinámica: Alude a la dinámica intrapsíquica, en sus diversos niveles de profundidad, desde emociones, ansiedades y conflictos conscientes, hasta manifestaciones del psiquismo inconsciente. En este nivel, la mujer agredida suele haber incorporado modelos de dependencia y sumisión. Ella experimenta un verdadero conflicto entre su necesidad de expresar sus 16 sentimientos y el temor que le provoca la posible reacción de la pareja. El miedo y la represión de sus necesidades emocionales la llevan con frecuencia a canalizar la expresión de lo reprimido a través de síntomas psicosomáticos. Habitualmente experimenta sentimientos de indefensión e impotencia y desarrolla temores que la vuelven huidiza y evitativa. Dimensión interaccional: Hace referencia a pautas de relación y comunicación interpersonal. La violencia en la pareja no es estable y constante, sino que se da por ciclos, variando desde periodos de calma y afecto hasta episodios de violencia extrema. El vínculo que se va construyendo es dependiente y posesivo. La interacción comienza caracterizarse por los intentos del hombre por controlar la relación. Cuando el control de la relación se ha establecido, se mantiene a través de métodos que pueden incluir la violencia. Se produce entonces un juego de roles complementarios, según el cual una mujer socializada para la sumisión y la obediencia es la pieza complementaria del engranaje que conforma junto a un hombre socializado para ser ganador, controlar las situaciones y asumir el liderazgo en las relaciones. Distorsiones cognitivas, dependencia emocional y violencia Según Lemos y Londoño (2006), se ha identificado que los esquemas nucleares de las personas se relacionan directamente con el procesamiento de la información, dado que aportan las ideas centrales de sí mismos y de los demás. Los procesos cognitivos no actúan en forma independiente, sino que operan a través de los esquemas, al servicio de los intereses, necesidades y propósitos de las personas. Por lo tanto, el reconocimiento de las distorsiones cognitivas contribuye a la comprensión del mantenimiento de los esquemas de dependencia emocional, y a la manera como se generan los productos o eventos cognitivos que reflejan el patrón interpersonal disfuncional hacia la pareja. De allí la posibilidad que las mujeres violentadas, a diferencia de las no víctimas de violencia, desarrollen distorsiones cognitivas que permiten acentuar y prolongar la 17 dependencia emocional con su pareja agresora, lo cual explicaría su situación de víctima de violencia. Hipótesis En base a la revisión teórica sobre el tema de las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional, se piensa que las mujeres sometidas a violencia por su pareja presentan diferencias de estas variables respecto de aquellas que no sufren violencia conyugal, por lo que se plantea la hipótesis: H1: Existe diferencia significativa en las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja. H0: No Existe diferencia significativa en las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja. Objetivos Objetivo general Establecer la diferencia de las distorsiones cognitivas y la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja, atendidas en la División Médico Legal II-Santa del Ministerio Público. Objetivos específicos 1. Establecer la diferencia de las distorsiones cognitivas de un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja. 18 2. Establecer la diferencia en la dependencia emocional en un grupo de mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación con otro grupo de mujeres que no son víctimas de violencia infligida por la pareja. 19 METODOLOGÍA Tipo y Diseño de investigación La investigación por la naturaleza de los procedimientos de observación y análisis de la realidad utiliza una técnica cuantitativa. Toda vez que, se propone la utilización de técnicas estadísticas e instrumentos estructurados para recolección de información y medición de variables (Supo, 2012). Por sus características de intervención, el presente estudio es de tipo observacional; ya que, “no existe intervención del investigador; los datos reflejan la evolución natural de los eventos, ajena a la voluntad del investigador” (Supo, 2012). Por su enfoque cuantitativo y en concordancia con los objetivos propuestos el proyecto se enmarca en un nivel de investigación descriptivo y diseño comparativo (Hernández, Fernández y Baptista, 2010). En ese sentido, los estudios descriptivos comparativos tienen como objetivo central comparar variables para determinar diferencias o semejanzas, en una circunstancia temporal y geográfica determinada (Supo, 2012). Población y Muestra Se estudiaron 75 mujeres voluntarias víctimas de violencia infligida por la pareja que denuncian el hecho y recibieron asistencia psicológica en la División Médico Legal II-Santa del Ministerio Público durante el periodo mayo a octubre del año 2105; y 75 mujeres voluntarias no víctimas de violencia conyugal atendidas por otros temas en la misma dependencia estatal. Para la conformación de la muestra se tomó en cuenta los siguientes criterios de inclusión y de exclusión: 20 Criterios de inclusión - Mujeres mayores de edad (≥ 18 años). - Denunciante de violencia infligida por la pareja (Física y/o Psicológica). - Grado de instrucción alfabetizado. - No presentar déficit sensorial o cognitivo significativo. Criterios de exclusión - Mujeres menores de 18 años de edad. - No ser víctima de maltrato físico o psicológico infligido por su pareja. Técnicas e instrumentos de investigación La recolección de datos se realizó mediante el desarrollo de una encuesta a las mujeres víctimas y no víctimas de violencia infligida por su pareja, que voluntariamente acepten participar de la investigación. La aplicación de los formularios se realizará por los autores de la investigación. Los instrumentos que se emplearán en la investigación son los siguientes: Inventario de pensamientos automáticos (IPA) El Inventario de pensamientos automáticos-IPA (Anexo 1), es un instrumento de aplicación individual, grupal o autoadministrado, elaborado por Ruiz y Lujan (1991). Este inventario evalúa 15 distorsiones cognitivas: abstracción selectiva, pensamiento polarizado, sobregeneralizacion, interpretación de pensamiento, visión catastrófica, personalización, falacia de control, falacia de justicia, falacia de cambio, razonamiento emocional, etiquetas globales, culpabilidad, deberías, tener razón y falacia de recompensa divina (Tabla 1). 21 Tabla 1. Descripción de los contenidos del Inventario de Pensamientos Automáticos (IPA). Fuente: Bahamón Muñetón (2013). 22 El inventario presenta una escala de 45 afirmaciones, con una calificación tipo Likert de 0 a 3 con las siguientes valoraciones: - Nunca pienso eso : 0 puntos - Algunas veces lo pienso : 1 punto - Bastantes veces lo pienso : 2 puntos - Con mucha frecuencia lo pienso : 3 puntos Una puntuación de dos o más para cada pensamiento automático suele indicar que le está afectando actualmente a la persona, de manera importante, ese tema. Una puntuación de seis o más en el total de cada distorsión puede ser indicativa de que tiene cierta tendencia a incomodarse por determinada forma de interpretar los hechos de la vida. Cuestionario de dependencia emocional (CDE) El Cuestionario de dependencia emocional-CDE (Anexo 2), fue construido por Lemos y Londoño (2006), y permite medir la dependencia a partir de seis aspectos: ansiedad de separación, expresión afectiva de la pareja, modificación de planes, miedo a la soledad, expresión límite y búsqueda de atención. El instrumento tiene un coeficiente de confiabilidad de 0.93 (Tabla 2). Es un cuestionario de autorreporte que evalúa dependencia emocional, basado en los componentes del perfil cognitivo. Consta de 23 ítems, con opciones de respuesta de 1 a 6: - Completamente falso de mí - La mayor parte falso de mí - Ligeramente más verdadero que falso - Moderadamente verdadero de mí - La mayor parte verdadero de mí - Me describe perfectamente 23 Tabla 2. Ítems por factor y estadísticos descriptivos del cuestionario de dependencia emocional. Fuente: Lemos, et al (2007). Procesamiento y análisis de la información Los datos fueron procesados con el programa estadístico IBM SPSS Statistics 21, para el análisis comparativo de grupos se utilizó la prueba estadística Chi Cuadrado de homogeneidad. Para todos los análisis se supone un nivel de significancia del 5% (α = 0.05). Como regla de decisión se tomó en cuenta lo siguiente: - Si el valor de p < α se considera región de rechazo, por lo tanto se rechaza la hipótesis nula. - Si el valor de p ≥ α se considera región de aceptación, por lo tanto no se rechaza la hipótesis nula. 24 Protección de los derechos humanos de los sujetos en estudio y ética de la investigación En todo momento de la investigación se tuvo en cuenta los Principios Éticos para la Investigación Médica en seres humanos: - Se informó los objetivos y propósitos de la investigación científica de manera clara y precisa, absolviendo todas las preguntas y dudas acerca de la misma. - Se garantizó la confiabilidad de la información. - Se respetó los derechos humanos: derechos individuales, a la integridad física, mental y sobre su personalidad y derecho a la intimidad. - La participación fue voluntaria e informada y no coaccionada. - Se informó el derecho a abstenerse de participar en la investigación y de retirar su consentimiento en cualquier momento, sin riesgo a represalia. 25 RESULTADOS Distorsiones cognitivas y violencia de pareja Las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja presentan una severa distorsión cognitiva relacionada al filtraje y abstracción selectiva (14,7%) a diferencia de aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal, quienes solo presentan distorsiones moderadas. Así mismo, son principalmente las mujeres sin violencia de pareja (32,0%) quienes no tienen distorsiones cognitivas en comparación a las mujeres víctimas de violencia conyugal (12,0%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p=0,000125). Tabla 3. Filtraje y abstracción selectiva en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 9 12,0 24 32,0 Moderada 55 73,3 51 68,0 Severa 11 14,7 0 0,0 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 26 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan pensamientos polarizados severos y moderados (5,3% y 58,7%) a diferencia de aquellas mujeres no víctimas de violencia de pareja, quienes solo presentan distorsiones moderadas o no las presentan (30,7% y 69,0% respectivamente. Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p=0,000096). Tabla 4. Pensamiento polarizado en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 27 36,0 52 69,0 Moderada 44 58,7 23 30,7 Severa 4 5,3 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 27 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una sobregeneralización severa y moderada (9,3% y 53,3%) a diferencia de aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal, quienes en su mayoría no presentan distorsiones cognitivas de sobregeneralización o solo moderada, 58,7% y 40,0% respectivamente. Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,008721). Tabla 5. Sobregeneralización en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 28 37,3 44 58,7 Moderada 40 53,3 30 40,0 Severa 7 9,3 1 1,3 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 28 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una mayor tendencia a interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás, el 17,3% a un nivel severo y el 74,7% moderado. A diferencia de aquellas mujeres no víctimas de violencia de pareja, quienes en su mayoría no presentan esta distorsión cognitiva o solo a un nivel moderada, 49,3% y 48,0% respectivamente. Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,000000). Tabla 6. Interpretación de pensamiento en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 6 8,0 37 49,3 Moderada 56 74,7 36 48,0 Severa 13 17,3 2 2,7 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 29 En ambos grupos se evidencia principalmente una distorsión cognitiva moderada (52,0% y 40,0% respectivamente) o la ausencia de una visión catastrófica, (44,0% y 58,7% respectivamente). No encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,154). Tabla 7. Visión catastrófica en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 33 44,0 44 58,7 Moderada 39 52,0 30 40,0 Severa 3 4,0 1 1,3 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 30 En ambos grupos se evidencia principalmente una ausencia de distorsión cognitiva o un nivel moderada (66,7% y 68,0% respectivamente). No encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,362). Tabla 8. Personalización en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 50 66,7 51 68,0 Moderada 23 30,7 24 32,0 Severa 2 2,7 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 31 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una mayor falacia de control sobre los acontecimientos vividos, en nivel severo y moderado, 8,0% y 62,7% respectivamente; en comparación a las mujeres no víctimas de violencia conyugal, quienes en su mayoría no presentan esta distorsión cognitiva o solo a un nivel moderada (53,3% y 46,7%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,001517). Tabla 9. Falacia de control en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 22 29,3 40 53,3 Moderada 47 62,7 35 46,7 Severa 6 8,0 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 32 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una distorsión cognitiva severa sobre el sentimiento de justicia sobre los acontecimientos que les toca vivir, con el 24,0% a diferencia de las mujeres no víctimas de violencia conyugal quienes en su mayoría presentan un nivel moderado o ausencia de esta distorsión cognitiva (54,7% y 45,3%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,000000). Tabla 10. Falacia de justicia en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 9 12,0 34 45,3 Moderada 48 64,0 41 54,7 Severa 18 24,0 0 0,0 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 33 La mayoría de las mujeres víctimas y no víctimas de violencia no presentan un razonamiento emocional (76,0% y 81,3% respectivamente). Así mismo, en ambos grupos se presenta una distorsión moderada. No encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,425). Tabla 11. Razonamiento emocional en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 57 76,0 61 81,3 Moderada 18 24,0 14 18,7 Severa 0 0,0 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 34 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan la falacia de cambio en un nivel severo (10,7%) a diferencia de las mujeres no víctimas de violencia conyugal quienes en su mayoría presentan ausencia de esta distorsión cognitiva o solo un nivel moderado (53,3% y 46,7%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,000088). Tabla 12. Falacia de cambio en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 18 24,0 40 53,3 Moderada 49 65,3 35 46,7 Severa 8 10,7 0 0,0 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 35 La mayoría de las mujeres víctimas y no víctimas de violencia no presentan la distorsión cognitiva de etiqueta de cambio (62,7% y 53,3% respectivamente). Así mismo, en ambos grupos se presenta una distorsión moderada. No encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,247). Tabla 13. Etiqueta global en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 47 62,7 40 53,3 Moderada 28 37,3 35 46,7 Severa 0 0,0 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 36 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una distorsión cognitiva de culpabilidad severa (5,3%), a diferencia de las mujeres no víctimas de violencia conyugal quienes en su mayoría presentan ausencia de esta distorsión cognitiva o solo un nivel moderado (68,0% y 32,0%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,001598). Tabla 14. Culpabilidad en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 31 41,3 51 68,0 Moderada 40 53,3 24 32,0 Severa 4 5,3 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 37 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una distorsión cognitiva de falacia del deber ser severa (14,7%), a diferencia de las mujeres no víctimas de violencia conyugal quienes en su mayoría presentan un nivel moderado o ausencia de esta distorsión cognitiva (69,3% y 30,7%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,000310). Tabla 15. Falacia del deber ser en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 10 13,3 23 30,7 Moderada 54 72,0 52 69,3 Severa 11 14,7 0 0,0 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 38 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes presentan una distorsión cognitiva de falacia de tener razón severa (5,3%), a diferencia de las mujeres no víctimas de violencia conyugal quienes en su mayoría presentan un nivel moderado o ausencia de esta distorsión cognitiva (65,3% y 34,7%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,003714). Tabla 16. Falacia de tener razón en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 11 14,7 26 34,7 Moderada 60 80,0 49 65,3 Severa 4 5,3 0 0,0 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Total 75 Fuente: Elaboración propia. Sin violencia 39 Son las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja quienes en su totalidad presentan una distorsión cognitiva de falacia de recompensa divina, el 42,7% severa y 57,3% moderada. Mientras que, la mayoría de mujeres no víctimas de violencia conyugal presentan un nivel moderado o ausencia de esta distorsión cognitiva (69,3% y 20,0%). Encontrándose diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,000000). Tabla 17. Falacia de recompensa divina en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % n° % Sin distorsión 0 0,0 15 20,0 Moderada 43 57,3 52 69,3 Severa 32 42,7 8 10,7 Total 75 Fuente: Elaboración propia. 100,0 75 100,0 Distorsión cognitiva Sin violencia 40 Dependencia emocional y violencia de pareja Se evidencia que las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja presentan mayor dependencia emocional (30,7%) que aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal (17,3%). No encontrándose una diferencia en ambos grupos (p= 0,05). Tabla 18. Dependencia emocional en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 23 30,7 13 17,3 Sin dependencia 52 69,3 62 82,7 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 41 Factores de la dependencia emocional y violencia de pareja Se evidencia que las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja presentan mayor ansiedad de separación (32,0%) que aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal (24,0%). Sin embargo no se encontró diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,275). Tabla 19. Ansiedad de separación en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 24 32,0 18 24,0 Sin dependencia 51 68,0 57 76,0 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 42 Se evidencia proporciones similares de expresión afectiva en las mujeres víctimas y no víctimas de violencia infligida por su pareja (28,0% y 29,3% respectivamente). No se encontró diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,857). Tabla 20. Expresión afectiva de la pareja en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 21 28,0 22 29,3 Sin dependencia 54 72,0 53 70,7 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 43 Se evidencia que las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja presentan mayor modificación de planes (37,3%) que aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal (18,7%). Encontrándose una diferencia significativa en ambos grupos (p= 0,0109). Tabla 21. Modificación de planes en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 28 37,3 14 18,7 Sin dependencia 47 62,7 61 81,3 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 44 Se evidencia que las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja presentan mayor miedo a la soledad (37,3%) que aquellas mujeres no víctimas de violencia conyugal (18,7%). Encontrándose una diferencia significativa en ambos grupos (p= 0,000174). Tabla 22. Miedo a la soledad en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 29 38,7 9 12,0 Sin dependencia 48 61,3 66 88,0 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 45 Se evidencia proporciones similares de expresión límite en las mujeres víctimas y no víctimas de violencia infligida por su pareja (36,0% y 34,7% respectivamente). No se encontró diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,864). Tabla 23. Expresión límite en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 27 36,0 26 34,7 Sin dependencia 48 64,0 49 65,3 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 46 Se evidencia proporciones similares de búsqueda de atención en las mujeres víctimas y no víctimas de violencia infligida por su pareja (38,7% y 32,0% respectivamente). No se encontró diferencias significativas en ambos grupos (p= 0,393). Tabla 24. Búsqueda de atención en las mujeres víctimas de violencia infligida por su pareja y mujeres no víctimas de violencia-Chimbote, 2015. Con violencia n° % Sin violencia n° % Con dependencia 29 38,7 24 32,0 Sin dependencia 46 61,3 51 68,0 75 100,0 75 100,0 Dependencia emocional Total Fuente: Elaboración propia. 47 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN El análisis de los resultados indica diferencias significativas en once distorsiones cognitivas de las quince que han sido estudiadas, siendo ello compatible con la hipótesis de investigación, es decir, que existen diferencias en las distorsiones cognitivas en mujeres víctimas de violencia infligida por la pareja en comparación a las mujeres no víctimas de violencia infligida por la pareja. A continuación se analizarán estas diferencias encontradas. De acuerdo a lo hallado, las mujeres que sufren maltrato tendrían una visión de túnel; es decir, estas mujeres resaltan solo un elemento de la situación vivida con la consecuente exclusión del resto, quedando así todo el evento teñido por ese único detalle, a diferencia de aquellas mujeres que no serían víctimas de maltrato por su pareja. Este hallazgo señala que las mujeres víctimas de violencia aíslan los acontecimientos negativos de entre las experiencias buenas que las rodean, haciéndolos más grandes de los que realmente son. Estos resultados concuerdan con lo encontrado por Jaramillo (2011) quien encontró diferencias en la creencia irracional de “filtrado o visión de túnel” en mujeres víctimas y no víctimas de violencia doméstica. Es importante señalar que esta forma de pensar hace que las mujeres víctimas de violencia permanezcan mucho tiempo pensando en los hechos y viviendo sus sentimientos de dolor o vergüenza, dificultándose así alcanzar una solución a su problema por considerarlo terrible y fuera de su alcance. 48 Otra diferencia en las distorsiones cognitivas de ambos grupos de estudio se centra en el pensamiento polarizado de las mujeres víctimas de violencia de su pareja en comparación a las no víctimas. Este hallazgo puede relacionarse con lo encontrado por Jaramillo (2011) y Lemos, et al (2007), quienes hallaron importantes proporciones de mujeres violentadas y dependientes emocionales con pensamientos dicotómicos: buenos o malos así como maravillosos u horribles. Esta forma de dicotomizar el pensamiento impacto negativamente en la valoración que la mujer hace de sí misma, su relación y situación. Al no haber logrado establecer una relación de pareja perfecta o brillante entonces se concibe como una mujer fracasada que merece lo que acontece en su vida asumiendo que no podrá salir de esa situación, acentuándose así la violencia. Otra distorsión que predomina en las mujeres que padecerían maltrato es la sobregeneralización, caracterizada por una extensión o conclusión generalizada a partir de un incidente simple o un solo elemento de evidencia. Este hallazgo sugiere que la situación de maltrato estaría motivando a las mujeres que lo padecen a concebir sus experiencias desagradables como afirmaciones absolutas, como si existiera alguna ley inmutable que gobernara y limitara el curso de la felicidad, lo cual conlleva inevitablemente una vida cada vez más restringida. Ello es consistente con los planteamientos teóricos de Corsi (citado por Aguinaga, 2012), quien refiere que las mujeres víctimas de maltrato se perciben como débiles y que sus esfuerzos para enfrentar y salir de la situación de maltrato son ineficaces ante una condición superior e inalterable. 49 Otra de las diferencias encontradas en las distorsiones cognitivas de ambos grupos de mujeres, alude a una mayor presencia de la distorsión interpretación de pensamiento en las mujeres maltratadas por su pareja. Es decir, que las mujeres víctimas de violencia tenderían a hacer juicios repentinos sobre los demás, suposiciones sobre como sienten los demás y que les motiva a ello, basadas en la intuición, las sospechas, dudas vagas, o una o dos experiencias pasadas, pero siempre son creencias. Como lo señala Jaramillo (2011), esta forma de “pensar” lleva a la mujer víctima de violencia a justificar las agresiones de su pareja con argumentos tales como: “es lógico que actué así porque esta celoso” o “estaba molesto, cuando está tranquilo es muy amoroso”, situación que perpetuaría la violencia. Los resultados son congruentes con los hallazgos de Ordóñez y Serrano (2011), quienes reportan que las mujeres víctimas de violencia tienden a justificar el comportamiento violento de la pareja. En el análisis de la creencia irracional falacia de control, se ha encontrado en el grupo de mujeres que reportan violencia conyugal, una mayor tendencia a creerse responsable de todo y de todos, es ella quién lleva el mundo sobre sus hombros o por el contrario, se ven impotentes y sin que tengan ningún control sobre los acontecimientos de su propia vida. En ese sentido, los resultados se pueden explicar a partir de los argumentos teóricos de Lemos, et al (2007), afirmándose que la falacia de control llevaría a la mujer víctima de violencia a asumir la responsabilidad por el cambio de comportamiento de su pareja, asumiendo una posición de salvador frente a 50 ésta, creyendo que todo lo que hace es por el bien de la relación, manteniéndose así la violencia en la relación. Contrariamente, la infravaloración de sus capacidades lleva a la mujer víctima de violencia infligida por la pareja a percibirse como débil e ineficaz para enfrentar y salir de la situación de maltrato. Esta percepción de falta de control puede deberse a los continuos fracasos que asumirían al buscar salir de una relación de violencia, perdiendo cada vez más la confianza en sí misma y en su capacidad de asumir el control de su vida (Aguinaga, 2012). Por otro lado, los resultados indican que las mujeres que refieren violencia de sus parejas tendrían la costumbre de valorar como injusto todo aquello que no coincide con sus deseos y necesidades en comparación a las mujeres que no son víctimas de maltrato. Ello les produce a las mujeres maltratadas la impresión de estar viviendo en las trincheras y un sentimiento de enojo y enfado cada vez mayor contra sí y contra su realidad (Aguinaga, 2012; Lemos, et al 2007). Este resultado es similar a lo reportado por Jaramillo (2011), quién señala que cerca de la mitad de mujeres víctimas de violencia presentan la distorsión cognitiva falacia de justicia, quienes viven con un sentimiento de dolor persistente, que se incrementa ante la ausencia de soluciones o respuestas a sus reclamos y sentimientos concebidos como justos. Así mismo, los resultados muestran un predominio de la distorsión cognitiva falacia de cambio en las mujeres que padecerían maltrato en comparación a las mujeres que 51 no son víctimas de violencia. Situación similar reportó Ordóñez y Serrano (2011) quienes señalan que las mujeres maltratadas centran su atención y energía hacia la pareja por que la esperanza de felicidad depende de los actos que esta realice para satisfacer las necesidades de la mujer. A esto se suma lo propuesto por Lemos, et al (2007), que establecen una relación de dependencia entre la víctima y el agresor, donde la primera cree que su felicidad está en manos de la pareja, por lo cual presiona y exige a esta cambie su comportamiento. Sin embargo, la mayoría de las veces no encuentra la respuesta deseada, por el contrario genera un sentimiento de “ataque” que exacerba la conducta violenta del agresor y el sentimiento de culpa de la víctima. Se encontró diferencias en ambos grupos en la distorsión cognitivas de culpabilidad. Estableciéndose que las mujeres víctimas de violencia atribuyen la responsabilidad de los acontecimientos violentos a sí mismas, sin tener en cuenta otros factores que contribuyen al desarrollo de los sucesos. Aguinaga (2011), señala también la presencia de esta distorsión en las mujeres sujeto de abuso por parte de la pareja, quienes focalizan la culpabilidad en ellas mismas exclusivamente, culpándose constantemente a sí mismas por ser incompetentes, insensibles, muy emotivas. Tal como lo señalan Romero (2004) y Delgado (2006) (citados por Aguinaga, 2011), este sentimiento de culpa podría estar sustentado en la valoración extrema que la mujer atribuye a la relación de pareja, concibiéndola como un proyecto de vida que la define como persona y como mujer. Por ello, al ver fracasada su relación conyugal 52 y ver que sus expectativas de consolidación personal se frustran con ello, tienden a creer que ha fallado como mujer y sentirse culpables de eso. Otra diferencia entre ambos grupos lo constituye la distorsión cognitiva falacia del deber ser, es decir son mayoritariamente las mujeres víctimas de violencia quienes tienen la tendencia a imponer reglas inflexibles y mantener supuestos indiscutibles de cómo debería ser su relación de pareja a partir de estándares socialmente establecidos y aceptados. Al respecto, los autores señalan que quienes tienen esta distorsión basan sus necesidades afectivas de acuerdo con los “deberías” de estándares ideales del amor y la pareja, que los lleva a exigir una relación amorosa perfecta, la cual generalmente no se logra satisfacer completamente, ocasionando en ellas una sensación constante de fracaso, así como la aceptación de múltiples comportamientos de control por parte del otro, para tratar de contrarrestar la sensación de vacío constante (Aguinaga, 2011; Lemos, et al, 2007). En el contexto de la violencia, Corsi (citado por Aguinaga, 2012) señala que los deberían lleva a la mujer víctima de maltrato a experimentar un verdadero conflicto entre su necesidad de expresar o no sus sentimientos en vista del ideal de pareja que ostenta, por lo cual tiende a ocultar ante el entorno social su padecimiento y la situación de maltrato por la que atraviesa. Así también, se identificó mayor presencia de la distorsión cognitiva falacia de tener razón en las mujeres víctimas de violencia por su pareja en comparación a las 53 mujeres no maltratadas. Esto quiere decir que las víctimas de violencia conyugal creen que sus apreciaciones del mundo son justas y todas sus acciones adecuadas, nunca se equivoca. Razón por la cual raramente cambian porque tienen dificultad para escuchar nueva información o diferentes puntos de vista. En el contexto de la violencia, esta forma de valorar el mundo, reforzada por el entorno sociocultural facilitaría el establecimiento y perdurabilidad de la relaciones violentas (Aguinaga, 2012). Finalmente, se encontró diferencias en ambos grupos en la distorsión cognitiva falacia de recompensa divina, siendo las mujeres víctimas de violencia quienes principalmente se comportarían “correctamente” en espera de una recompensa divina. Considerando el modelo ecológico de Corsi (citado por Aguinaga, 2012) este comportamiento ideal responde las formas de organización social, los sistemas de creencias y los estilos de vida que prevalecen en el entorno sociocultural de la mujer. Siendo esta sociedad patriarcal, la mujer violentada asume una conducta dependiente, sumisa y de obediencia al varón, aceptando el maltrato sin oposición. Otra hipótesis comprobada en el presente estudio alude a las diferencias significativas en la dependencia emocional encontradas en ambos grupos de estudio. Siendo estas diferencias semejantes a lo que indican los planteamientos teóricos y empíricos en los que se basa el presente estudio; es decir, que las mujeres víctimas de violencia por parte de sus parejas, tenderían a presentar mayor dependencia emocional que aquellas mujeres que no son víctimas de violencia conyugal (Lemos y 54 Londoño, 2006). Toda vez que, la mujer agredida suele haber incorporado modelos de dependencia y sumisión que necesita mantener por cualquier medio, para satisfacer sus necesidades o carencias afectivas (Corsi, 1996; citado por Aguinaga, 2012). Considerando lo postulado por Castelló (2005) así como lo señalado por Lemos y Londoño (2006), que la dependencia emocional implica creencias erróneas acerca del amor, de la vida en pareja y de sí mismo; es de esperar que las mujeres maltratadas con distorsiones cognitivas presenten dependencia emocional. Si bien es cierto no se encontró diferencias en la dependencia emocional, se logró identificar mayor presencia de dependencia en el factor modificación de planes en las mujeres víctimas de violencia por su pareja en comparación a las mujeres no maltratadas. Esto quiere decir que las víctimas de violencia conyugal cambiarían sus actividades, planes y comportamientos con la intensión de satisfacer los deseos implícitos o explícitos de su pareja (Castelló, 2005). Pretensiones establecidas por un sistema social que considera al hombre el patrón en la relación, a quien le corresponde el derecho de que sus mandatos no sean contrariados y sus y necesidades son prioridad dentro el ámbito familiar. La mujer víctima de violencia establece un vínculo dependiente y posesivo con su pareja, donde se acepta el mantenimiento del control de la relación –por el varón- a través de métodos que pueden incluir la violencia para castigar y corregir. (Corsi, 55 1996; citado por Aguinaga, 2012). En ese sentido, una mujer socializada para la sumisión y la obediencia satisface –buscando satisfacer su propia necesidad afectiva y de dependencia- el deseo de un hombre nacido para ser ganador, controlador de las situaciones y el líder en las relaciones afectivas. Por último, las mujeres víctima de violencia infligida por su pareja presentan mayor dependencia emocional atribuida al miedo a la soledad, en comparación a las mujeres que no sufren maltrato por su pareja. Expresado en un terrible temor por no tener una relación de pareja o por sentir que no es amada, llevándola a creer que sin su pareja perderá su equilibrio y seguridad (Castelló, 2005). De hecho para los dependientes emocionales la soledad o el sentirse solos puede desencadenar conductas de sumisión frente a la pareja, aceptando y justificando la violencia de su pareja, como consecuencia de ese gran miedo irracional. 56 CONCLUSIONES - El análisis de las diferencias en las creencias irracionales entre las mujeres víctimas de violencia de su pareja y aquellas que no son maltratadas indica diferencias significativas en las distorsiones cognitivas filtraje y abstracción selectiva, pensamiento polarizado, sobregeneralización, interpretación de pensamiento, falacia de control, falacia de justicia, falacia de cambio, culpabilidad, falacia del deber ser, falacia de tener razón y falacia de recompensa divina. - Respecto a la dependencia emocional se encontró diferencias significativas entre ambos grupos, siendo principalmente las víctimas de violencia las que presentan dependencia emocional a partir de los factores modificación de planes y miedo a la soledad. 57 RECOMENDACIONES - Utilizar los resultados de esta investigación para elaborar programas de prevención primaria y secundaria en mujeres víctimas de violencia de pareja. - Promover programas de intervención en mujeres maltratadas basados en el modelo cognitivo de Ellis y específicamente en el constructo distorsión cognitiva o creencia irracional. - Propiciar dentro de las escuelas el abordaje del constructo género bajo un enfoque de derechos y equidad, en dos niveles: con los escolares destacar el derecho que tienen las mujeres a recibir un trato adecuado en su interacción con los demás, con el propósito de generar recursos de afronte ante el riesgo futuro de incursionar en relaciones de violencia de pareja. Con los padres, propiciar la comprensión de la implicancia de las distorsiones cognitivas en las conductas que suelen tener frente a la violencia, con fines de crianza de sus hijos. - Continuar con el estudio de las distorsiones cognitivas relacionándolas con la dependencia emocional en el contexto de la violencia conyugal, bajo el enfoque ecológico por ser poco estudiado en nuestro medio. 58 Referencias bibliográficas Aguinaga, A. (2012). Creencias irracionales y conductas parentales en madres víctimas y no víctimas de violencia infligida por la pareja. (Tesis inédita de maestría). Universidad Nacional mayor de San Marcos, Lima, Perú. American Psychiatric Association (2001). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Barcelona. Bahamón, M. (2013). Relación entre esquemas inadaptativos, distorsiones cognitivas y síntomas de ludopatía en jugadores de casinos. Pensamiento Psicológico. 11(2), 89-102. Beck, A., Rush, J., Shaw, B. y Emery, G. (1979). Terapia cognitiva de la depresión. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao. Ellis, A. y Grieger, R. (1977). Manual de terapia racional emotiva. Desclée de Brouwer. Bilbao. Castelló, J. (2005). Análisis del concepto de dependencia emocional. Recuperado en http://www.psicocentro.com/cgi-bin/articulo_s.asp?texto=art16002 Jaramillo, J. (2011). Distorsiones cognitivas en víctimas de violencia intrafamiliar y sexual. (Tesis inédita para obtención del título de Psicóloga Clínica). Universidad Central del Ecuador, Quito, Ecuador. Lemos, M., y Londoño, N. (2006). Construcción y validación del cuestionario de dependencia emocional en población colombiana. Acta Colombiana de Psicología, 9(2), 127-140. 59 Lemos, M., Londoño, N., y Zapata, J. (2007). Distorsiones cognitivas en personas con dependencia emocional. Informes Psicológicos, (9), 55-69. Ojeda, G. (2012). La dependencia emocional y la aceptación de la violencia doméstica en la población femenina que acude a la comisaría de la mujer y la familia de la Ciudad de Loja, 2012. (Tesis inédita para obtención del título de Licenciado en Ciencias de la Educación, mención Psicología Educativa y Orientación). Universidad Nacional de Loja, Ecuador. Ordóñez, A., y Serrano, M. (2001). Análisis de las ideas irracionales desde el Enfoque Cognitivo Conductual en las mujeres que asisten al Centro de Equidad y Justicia “Tres Manuelas” de la Zona Centro ubicado en la ciudad de Quito. (Tesis inédita para obtención del título de Psicólogo). Universidad Politécnica Salesiana, Quito, Ecuador. Supo, J. (2012). Seminarios de investigación científica. Mexico D.F.: Autor. 60 Anexos y apéndices APENDICE 1 Inventario de Pensamientos Automáticos-IPA (Ruiz y Lujan, 1991) Instrucciones: A continuación encontrará una lista de pensamientos que suele presentar las personas ante diversas situaciones. Se trata de que usted valore la frecuencia con que suele pensarlos, siguiendo la escala que se presenta a continuación: 0= Nunca pienso eso 1= Algunas veces lo pienso 2= Bastante veces lo pienso 3= Con mucha frecuencia lo pienso 0 1. No puedo soportar ciertas cosas que me pasan 2. Solamente me pasan cosas malas 3. Todo lo que hago me sale mal 4. Sé que piensan mal de mi 5. ¿Y si tengo alguna enfermedad grave? 6. Soy inferior a la gente en casi todo 7. Si otros cambiaran su actitud yo me sentiría mejor 8. !No hay derecho a que me traten así 9. Si me siento triste es porque soy un enfermo mental 10. Mis problemas dependen de los que me rodean 11. Soy un desastre como persona 12. Yo tengo la culpa de todo lo que me pasa 13. Debería de estar bien y no tener estos problemas 14. Sé que tengo la razón y no me entienden 15. Aunque ahora sufra, algún día tendré mi recompensa 16. Es horrible que me pase esto 17. Mi vida es un continuo fracaso 18. Siempre tendré este problema 19. Sé que me están mintiendo y engañando 20. ¿Y si me vuelvo loco y pierdo la cabeza 21. Soy superior a la gente en casi todo 22. Yo soy responsable del sufrimiento de los que me rodean 23. Si me quisieran de verdad no me tratarían así 24. Me siento culpable, y es porque he hecho algo malo 25. Si tuviera más apoyo no tendría estos problemas 26. Alguien que conozco es un imbécil 27. Otros tiene la culpa de lo que me pasa 28. No debería de cometer estos errores 29. No quiere reconocer que estoy en lo cierto 30. Ya vendrán mejores tiempos 31. Es insoportable, no puedo aguantar más 1 2 3 61 32. Soy incompetente e inútil 33. Nunca podré salir de esta situación 34. Quieren hacerme daño 35. ¿Y si les pasa algo malo a las personas a quienes quiero? 36. La gente hace las cosas mejor que yo 37. Soy una víctima de mis circunstancias 38. No me tratan como deberían hacerlo y me merezco 39. Si tengo estos síntomas es porque soy un enfermo 40. Si tuviera mejor situación económica no tendría estos problemas 41. Soy un neurótico 42. Lo que me pasa es un castigo que merezco 43. Debería recibir más atención y cariño de otros 44. Tengo razón, y voy a hacer lo que me da la gana 45. Tarde o temprano me irán las cosas mejor 62 APENDICE 2 Cuestionario de Dependencia Emocional-CDE (Lemos y Londoño, 2006) Instrucciones: Enumeradas aquí, usted encontrará unas afirmaciones que una persona podría usar para describirse a sí misma con respecto a sus relaciones de pareja. Por favor, lea cada frase y decida que tan bien lo(a) describe. Cuando no esté seguro(a), base su respuesta en lo que usted siente, no en lo que usted piense que es correcto. Elija el puntaje más alto de 1 a 6 que mejor lo(a) describa según la siguiente escala: 1 2 3 4 completament e falso de mi la mayor parte falso de mi Ligeramente más verdadero que falso Moderadament e verdadero de mi 5 La mayor parte verdadero de mi CUESTIONARIO Me siento desamparado cuando estoy solo Me preocupa la idea de ser abandonado por mi pareja Para atraer a mi pareja busco deslumbrarla o divertirla Hago todo lo posible por ser el centro de atención en la vida de mi pareja 5. Necesito constantemente expresiones de afecto de mi pareja 6. Si mi pareja no llama o no aparece a la hora acordada me angustia pensar que está enojada conmigo 7. Cuando mi pareja debe ausentarse por algunos días me siento angustiado 8. Cuando discuto con mi pareja me preocupa que deje de quererme 9. He amenazado con hacerme daño para que mi pareja no me deje 10. Soy alguien necesitado y débil 11. Necesito demasiado que mi pareja sea expresiva conmigo 12. Necesito tener a una persona para quien yo sea más especial que los demás 13. Cuando tengo una discusión con mi pareja me siento vacío 14. Me siento muy mal si mi pareja no me expresa constantemente el afecto 15. Siento temor a que mi pareja me abandone 16. Si mi pareja me propone un programa dejo todas las actividades que tenga para estar con ella 17. Si desconozco donde está mi pareja me siento intranquilo 18. Siento una fuerte sensación de vacío cuando estoy solo 19. No tolero la soledad 20. Soy capaz de hacer cosas temerarias, hasta arriesgar mi vida, por conservar el amor del otro 21. Si tengo planes y mi pareja aparece los cambio sólo por estar con ella 22. Me alejo demasiado de mis amigos cuando tengo una relación de pareja 23. Me divierto solo cuando estoy con mi pareja 1. 2. 3. 4. 6 Me describe perfectamente 1 2 3 4 5 6 63