Introducción:
¿Un giro agrícola en la selva?
A pesar de la característica pobreza y falta de aptitud de los suelos amazónicos para la producción agrícola, la agricultura ha experimentado una increíble expansión en la selva del país. En un estudio elaborado por Gayoso y Zegarra (2015) sobre los cambios observados en los censos nacionales agropecuarios (Cenagro) de 1994 y 2012, se evidencia un increíble aumento de 1.8 millones de hectáreas (ha) (15.5 %) en la superficie agropecuaria de la selva, con un sorprendente promedio anual de expansión de 100 000 ha por año. Asimismo, durante el mismo periodo intercensal se observó un incremento del 47 % en el número total de agricultores/as, alrededor de 150 000 agricultores/as más que en 1994 y cerca del doble del crecimiento ha llado en las regiones costa (23 %) y sierra (28 %) del país.
Una mirada más en profundidad de los censos hecha por el mismo estudio (Gayoso y Zegarra, 2015) nos revela el carácter sustancialmente comercial e intensivo de la agricultura que se abre paso en territorio amazónico. En efecto, a partir del análisis de las variaciones en el uso del suelo, tipo de cultivo, y la diversificación y orientación de los productos, los autores identifican tres patrones claros: 1) una importante reducción de las áreas en descanso y la superficie no trabajada, en favor de la actividad agrícola; 2) el incremento de los cultivos permanentes y de uso intensivo del suelo (por ejemplo, café, cacao, palma y pastos cultivados), en detrimento de los cultivos transitorios (arroz, yuca, plátano), que pierden peso relativo respecto a los primeros; y 3) el aumento de la producción orientada a la comercialización y de la presencia del monocultivo como estrategia productiva.
En todos los casos, es en la selva alta en donde estos cambios se vienen produciendo con mayor rapidez e intensidad, gracias a--entre otros factores--su mayor conexión con el mercado. En cuanto a las unidades agropecuarias (UA), el análisis de los censos evidencia una concentración de la expansión de cultivos permanentes y una reducción de los transitorios en las UA de 5 ha o menos. Por último, es interesante anotar la explosión de la actividad ganadera y, por defecto, del cultivo de pastos en la Amazonía: la tenencia de ganado vacuno en la selva aumentó en 57.7 % hacia 2012 y el cultivo de pastos es el tercero con mayor crecimiento (supera las 300 000 ha sembradas).
Es posible afirmar, entonces, que asistimos a una progresiva agrarización del espacio productivo en la Amazonia, con una marcada tendencia hacia la producción comercial e intensiva. Pero... ¿este fenómeno es un indicador de desarrollo económico o es, más bien, un sintoma de una crisis mayor?
El problema de la tierra en la Amazonia
Para comenzar a elaborar una respuesta, un primer elemento que se debe considerar es la viabilidad económica y ambiental de la expansión de la agricultura comercial en la Amazonía. Como se adelantó al inicio y como lo han señalado múltiples estudios, la poca aptitud de...
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