La utilización de predios en la zona centro de la Ciudad de México para almacenar droga proveniente de Sudamérica, principalmente cocaína, ha sido identificada por las autoridades policiales desde 2021.
Indagatorias e informes de inteligencia, a las cuales El UNIVERSAL tuvo acceso, refieren que la cocaína procedente de Colombia e ingresada al país con miras a llegar al barrio de Tepito, es reguardada por células de La Unión Tepito en vecindades y en inmuebles de mediana plusvalía para pasarla desapercibida, empaquetarla y distribuirla a narcomenudistas de bajo rango.
Una de las células liderada por Eduardo Ramírez Tiburcio El Chori, actual objetivo prioritario para su detención por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC), está detrás del arribo de este narcótico a la capital, así como Óscar Andrés Flores, El Lunares, quien se sabe que a pesar de estar en reclusión, sigue activo dentro de la organización.
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Consta en la carpeta de investigación CI-FIDDS/E/UI-3 C/D/0 085/01-2021 que, una vez que ingresa la cocaína sudamericana a la capital, es trasladada a zonas del Centro Histórico como República de Brasil, Perú y Chile número 47, mejor conocida en La Unión Tepito como La 47.
Estos predios fueron identificados a través de intervención de comunicaciones realizada por la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ) en torno a esta organización hegemónica en la zona centro de la Ciudad de México.
El martes, luego de haber decomisado mil 600 kilogramos de cocaína, el jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, señaló que parte de este cargamento se dirigía a Tepito, en donde sería distribuido para el narcomenudeo.
De acuerdo con las indagatorias, la droga es repartida en los diferentes puntos que controla esta organización.
En la investigación de 2021, los detectives de la Policía de Investigación (PDI) encontraron que había sujetos que coordinaban para La Unión Tepito desde ventas pequeñas hasta más grandes de droga.
Esto los llevó a hacer diferentes cateos, como el ocurrido en el inmueble de La Viga 376, un edificio de mediana plusvalía en donde hallaron peluches con cocaína. Aunque las autoridades, a través de esta indagatoria, también lograron conocer parte de las comunicaciones con los proveedores de Colombia y deudas de La Unión Tepito.
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De acuerdo con los reportes de inteligencia, la policía capitalina tuvo conocimiento sobre la incursión de una célula del Cártel de Sinaloa que se había instalado en la calle de Aztecas número 57, en la colonia Morelos.
Este era otro de los puntos hasta donde arribaba la droga proveniente del trasiego a la Ciudad de México.
Se hacían llamar Los Sinaloa y su principal relación era con La Unión Tepito, de Óscar Andrés Flores El Lunares, quien concretaba las compras para la venta al menudeo y que continuaran siendo la principal organización frente a la Fuerza Anti-Unión y el Cártel de Tláhuac.
Se sabe que la droga que proviene de Sudamérica ingresa por la frontera sur vía terrestre a través de empresas de transporte de carga.
La ruta es Guatemala y Chiapas, pero más reciente Oaxaca y Veracruz —vía marítima— estados en donde se tiene identificado que se concentra la droga para comenzar su distribución al norte del país y la capital.
Jalisco, Nuevo León, Ciudad de México y Tijuana son algunos destinos usados por el Cártel de Sinaloa.
También se puso al descubierto la ruta de trasiego que utiliza el Cártel de Sinaloa desde Colombia, Bolivia o Venezuela hasta distintos puntos de Estados Unidos, pasando por la Ciudad de México.
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