El Tribunal Constitucional de Alemania desestimó ayer la petición de ilegalización del nazi Partido Nacional Democrático (NPD), presentada por el Gobierno, el Parlamento federal y los parlamentos de los länder . Los jueces consideraron que el proceso no podía ser "justo" dado el descrédito de ciertos testimonios.

La desestimación de la causa se esperaba desde hace meses, tras hacerse público que parte del material inculpatorio se fundamentaba en declaraciones de confidentes de las filas y de la dirección del NPD. Alrededor de 30 de los 200 dirigentes federales o regionales del NPD eran confidentes. Entre ellos el exvicepresidente del partido Udo Holtzmann. Esto desató la sospecha de que esos infiltrados, a sueldo de la policía y del Ministerio del Interior, eran "agentes agitadores".

El ministro alemán del Interior, Otto Schily, consideró ayer que la decisión deja al Estado prácticamente indefenso. Pero el Ejecutivo no es el único derrotado por este fallo judicial, ya que la demanda contaba con el respaldo parlamentario y, además, la iniciativa nació de las filas conservadoras.