Lugares

'Madame Butterfly': El restaurante que trae la Indochina de los 40 a Madrid

Ubicado en el barrio de Chamberí de Madrid, 'Madame Butterfly' es el nuevo restaurante de cocina japo que no solo enamora por sus platos, también por una cuidada decoración que transporta al instante al lejano Asia colonial y al mimetismo de las Geishas.
© Madame Butterfly

No hace falta salir de Madrid para transportarse a Asia. De ello se encarga Madame Butterfly, el nuevo restaurante de cocina japonesa que promete conquistar paladares a golpe de fusión y una decoración que bebe de la Indochina y el Japón de la década de los cuarenta.

Este nuevo y tentador trocito del Asia colonial, regentado por Javier Villa, expropietario de Boho en Chueca, abrió sus puertas el pasado septiembre tras una reforma firmada por el equipo de Marta Banús, quien se encargó de estudiar "la historia y los estilos de la época para recrear un espacio que mezcla lo asiático con lo europeo, concretamente con un toque francés” cuentan desde el estudio. Queriendo contar una historia, el local se divide en tres zonas "que encajan perfectamente con las diferentes horas y momentos del día".

Así, en la entrada tenemos la zona más refinada pero al mismo tiempo la más exótica. Con suelo de madera, este salón de Té o Indochine Parlour rezuma sofisticación, delicadeza, luz natural y color, mucho color. Sus paredes de papel pintado de Anambo nos transportan a la selva, a juego con unos estampadas sillas que, en perfecta armonía, conviven con unos bancos de terciopelo en colores mostaza que invitan a sentarse y disfrutar bajo unas “luminarias orientales "que hemos hecho nosotras mismas y han sido fabricadas por Ona, en estructura de hierro, con pantalla de pergamino con borlón de seda negro”.

Le sigue una zona de barra que, "con un carácter más mestizo", sirve de unión de las dos salas del restaurante. Sobre un suelo de cerámica "hemos recreado una barra colonial, forrada con imitación de bambú, cristales teñidos y con unas luminarias doradas de papel pintadas a mano con motivos de mariposas, obra de La Factoría Plástica" relatan. Ahora mismo no se puede disfrutar de sus taburetes forrados con motivos florales, pero merece la pena pararse a disfrutar de este rincón antes de pasar a la zona "clandestina" y la que homenajea el nombre del restaurante.

Detalle de la zona de barra

© Madame Butterfly

La historia de una geisha

Porque Madame Butterfly nada tiene que ver con la protagonista de la ópera de Puccini. “Es una diva reinventada fruto de nuestra imaginación que, lejos de asociarse con la tragedia de Puccini, es un torbellino de belleza y magia que evoca diferentes lugares que coexistieron en una época concreta”, relata su propietario. La protagonista de este espacio es una geisha que, imponente, protagoniza el mural pintado a mano que decora la pared del último espacio y sirve de guion para la historia del restaurante. Porque es su transformación de maiko (aprendiz) a geisha lo que se respira en detalles como las mariposas que decoran buena parte del local. Además, la sucesión de ambientes creada por el restaurante no deja de ser el reflejo de los espacios en los que podríamos encontrarnos a Madame Butterfly.

Diseñado por Espinosa Studio, la imponente silueta a todo color de Madame Butterfly lidera la parte posterior del restaurante donde el ladrillo visto toma protagonismo y las luces de neón crean un ambiente secreto que bebe de esas zonas privadas que también existieron y que, como hemos visto en tantas películas, se acudía a disfrutar de placeres prohibidos. Con tapicerías más oscuras, de terciopelo verde, espejos sobre el ladrillo y lámparas enteladas sobre cada mesa, lo prohibido y lo elegante se fusionan en un ambiente de luz regulable.

Antes de abandonar este oasis, es recomendable pasarse por su cuarto de baño, dispuesto con un vistoso papel negro con mariposas y techo de flores y vegetación natural. Vegetación que predomina a lo largo de todo el establecimiento, pues como señala Banús "era fundamental la veracidad de los materiales. Si se habla de seda será seda real y si hay plantas deben ser naturales. Es un proyecto al que le hemos puesto mucho mimo, con el handmade como protagonista".

La versión Madame Butterfly de una tortilla de patata

© Madame Butterfly

Un trabajo manual que es un eco también de la cocina de Madame Butterfly. "Buscamos sorprender y cautivar a nuestros comensales” señala su dueño, que aprovechó el confinamiento para diseñar una carta japonesa fusión con platos tan únicos como una tortilla de patata deconstruida a base de tempura con Atún Rojo Bluefin y Trufa o vinos creados para la casa de la mano de una enóloga japonesa. Por supuesto, no faltan los must del país nipón como el sushi o nigiris para todos los gustos, hasta los más atrevidos, como el de Sardina Ahumada con Salmorejo de Mango y hasta uno de arroz a la cubana. Dirección: Luchana, 13. Madrid. Teléfono: 914 47 55 47