FUNDAMENTOS DE
CONTROL Y GESTIÓN
DE INVENTARIOS
●
Carlos Julio Vidal Holguín
●
En este texto se presentan los principales conceptos y técnicas cualitativas y cuantitativas para el control y la gestión de inventarios de demanda
independiente. El texto se ha ideado como una herramienta básica para
cursos de Logística o de Gestión de Inventarios, a nivel de pregrado o de
postgrado. Se ha escrito con base en una extensa bibliografía actualizada,
consistente en libros y artículos científicos sobre los diversos temas y con
base en las propias experiencias del autor en el área de logística y de administración y optimización de cadenas de abastecimiento.
El tópico de inventarios es un tema muy sensible del área de logística y
administración de la cadena de abastecimiento. Puede decirse que, después
del transporte, los inventarios constituyen el principal componente de los
costos totales de logística en la mayoría de las organizaciones. Por ello,
que el lector aprenda a pronosticar la demanda y a gestionar y controlar
los inventarios de demanda independiente de la mejor forma posible en
la práctica, es el principal objetivo de este texto. Por este motivo, se hace
especial énfasis en los modelos matemáticos y en las técnicas cuantitativas
de pronósticos y control de inventarios y se privilegia el diseño y la aplicación de hojas electrónicas como una herramienta de optimización.
En el texto se tratan diversos temas, incluyendo sistemas de pronósticos de
demanda independiente, control de inventarios de demanda determinística
y probabilística, control conjunto de inventarios, control de inventarios de
productos de moda y perecederos y control de inventarios en cadenas de
abastecimiento. De cada uno de estos temas, se han diseñado ejemplos
resueltos y ejercicios propuestos para el desarrollo por parte de los estudiantes, extractados en buena parte de las experiencias propias del autor.
Además, todos los capítulos contienen un listado de lecturas adicionales
comentadas para la profundización independiente de parte del lector.
Colección Ciencias de la Administración
Vidal Holguín, Carlos Julio
Fundamentos de control y gestión de inventarios / Carlos Julio Vidal Holguín. -Santiago de Cali : Programa Editorial Universidad del Valle, 2010.
436 p. ; 24 cm. -- (Colección Ciencias Sociales)
1. Administración de inventarios 2. Control de inventarios 3. Gestión de existencias
I. Tít. II. Serie.
658.7 cd 21 ed.
A1247616
CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango
Universidad del Valle
Programa Editorial
Título:
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Autor:
Carlos Julio Vidal Holguín
ISBN:
978-958-670-863-0
ISBN PDF: 978-958-765-488-2
DOI:
Colección: Ciencias de la Administración
Primera Edición Impresa Diciembre 2010
Edición Digital
Julio 2017
Rector de la Universidad del Valle: Édgar Varela Barrios
Vicerrector de Investigaciones: Javier Medina Vásquez
Director del Programa Editorial: Francisco Ramírez Potes
© Universidad del Valle
© Carlos Julio Vidal Holguín
Diseño de carátula: Anna Echavarria. Elefante
Diagramación: Artes Gráficas del Valle S.A.S.
Universidad del Valle
Ciudad Universitaria, Meléndez
A.A. 025360
Cali, Colombia
Teléfonos: (57) (2) 321 2227 - 339 2470
E-mail: programa.editorial@correounivalle.edu.co
Este libro, salvo las excepciones previstas por la Ley, no puede ser reproducido por ningún medio
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(fotografías, ilustraciones, tablas, etc.), razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna
responsabilidad en caso de omisiones o errores.
Cali, Colombia - Julio de 2017
PÁGINA EN BLANCO
EN LA EDICIÓN IMPRESA
CONTENIDO
Prefacio ................................................................................................... 11
Capítulo 1
Introducción .......................................................................................... 15
Motivación, naturaleza e importancia de los inventarios........................ 15
La gran pregunta: ¿qué nivel de inventarios mantener
y en dónde?......................................................................................... 19
Ítems individuales o Stock Keeping Units (SKU) .................................. 24
Aspectos que influyen en el diseño de un sistema ................................. 30
de administración de inventarios ........................................................ 30
Lecturas adicionales ............................................................................... 41
Capítulo 2
Elementos para la toma de decisiones
en sistemas de inventarios .................................................................... 43
La diversidad de ítems y el marco de referencia .................................... 43
para las decisiones de inventarios ...................................................... 43
Clasificación funcional de los inventarios .............................................. 47
Factores de importancia para la toma de decisiones en inventarios ....... 48
Lecturas adicionales ............................................................................... 62
Capítulo 3
Pronósticos de demanda ....................................................................... 63
Introducción ............................................................................................ 63
Naturaleza de los sistemas de pronósticos .............................................. 64
Análisis de datos históricos y patrones de demanda ............................... 82
Sistema de pronósticos de promedio móvil ............................................ 87
Suavización exponencial simple ............................................................. 95
Suavización exponencial doble ............................................................. 107
Sistemas de pronósticos para demanda estacional ................................ 123
Sistemas de pronósticos para ítems con demanda errática, ................. 136
ítems nuevos y otros temas relacionados ......................................... 136
Introducción al cálculo de inventarios de seguridad ............................. 150
Errores suavizados y señales de rastreo ................................................ 157
Lecturas adicionales ............................................................................. 171
Capítulo 4
Control de inventarios de demanda determinística ......................... 173
Introducción .......................................................................................... 173
Control de inventarios de demanda constante ...................................... 174
Tamaño de lote económico con descuentos ......................................... 184
por cantidades de compra o producción ........................................... 184
Tamaño de lote óptimo de producción (EPQ)....................................... 191
Control de inventarios de demanda conocida variable con el tiempo .. 195
Ejercicios adicionales y de repaso ....................................................... 216
Lecturas adicionales ............................................................................. 221
Capítulo 5
Control de inventarios con demanda aleatoria ................................ 223
Introducción .......................................................................................... 223
Definiciones básicas .............................................................................. 224
Formas de revisión del nivel de inventario ........................................... 225
Tipos de sistemas de control ................................................................. 227
Criterios para la selección de inventarios ............................................ 229
de seguridad para ítems individuales ............................................... 229
El sistema de control continuo (s, Q) .................................................... 233
El sistema de control periódico (R, S) .................................................. 254
Tiempo de reposición aleatorio ............................................................. 259
Inventario en tránsito y su efecto sobre la selección ............................ 262
del modo de transporte ..................................................................... 262
Ejercicios adicionales y de repaso ....................................................... 271
Lecturas adicionales ............................................................................. 278
Capítulo 6
Introducción al control conjunto de ítems ........................................ 279
Generalidades ........................................................................................ 279
Curvas de intercambio .......................................................................... 280
Reabastecimiento conjunto ................................................................... 290
Lecturas adicionales ............................................................................. 308
Capítulo 7
Control de inventarios de ítems especiales ....................................... 309
Control de inventarios de ítems clase A ................................................ 309
Control de ítems clase C ....................................................................... 328
Control de ítems perecederos y estacionales ........................................ 334
Ejercicios adicionales y de repaso ....................................................... 356
Lecturas adicionales ............................................................................. 359
Capítulo 8
Control de inventarios en cadenas de suministro ........................... 361
Introducción .......................................................................................... 361
Modelos de demanda constante ............................................................ 362
La complejidad de la demanda aleatoria ............................................... 368
Un sistema de control tipo push ............................................................ 383
El impacto de la consolidación de inventarios...................................... 387
Otros sistemas de control de inventarios .............................................. 391
Lecturas adicionales ............................................................................. 400
Apéndice A ........................................................................................... 401
La distribución normal .......................................................................... 401
La distribución normal unitaria y sus propiedades ............................... 401
Funciones en Excel™ para la distribución normal ............................... 402
Tablas de las principales funciones de la distribución
normal unitaria ................................................................................. 405
Apéndice B ........................................................................................... 413
Resumen sobre pronósticos de demanda .............................................. 413
Bibliografía ........................................................................................... 423
PÁGINA EN BLANCO
EN LA EDICIÓN IMPRESA
PREFACIO
Motivación y objetivos
Este libro se ha ideado como una herramienta básica para cualquier
curso de Gestión de Inventarios a nivel de pregrado o de postgrado, para
cursos generales de Logística y para temas selectos en cursos de Investigación de Operaciones. El documento brinda una introducción a las principales técnicas cualitativas y cuantitativas para el eficiente y eficaz control
y gestión de inventarios, principalmente, de demanda independiente. Se ha
escrito con base en la más actualizada bibliografía relacionada con el tema,
y en las experiencias propias del autor en este campo, a través de versiones
secuenciales que se han ido mejorando gradualmente. Se han consultado
los principales textos clásicos de Logística y de gestión de inventarios específicamente y muchos artículos científicos actualizados a la fecha. De
algunos de ellos se han adaptado y extractado varios conceptos, en todos
los casos, citando la fuente original.
El tópico de inventarios es un tema muy sensible del área de Logística y
administración de la cadena de abastecimiento. Puede decirse que, después
del transporte, los inventarios constituyen el principal componente de los
costos totales de logística en la mayoría de las organizaciones. Por ello,
que el lector aprenda a pronosticar la demanda y a gestionar y controlar
los inventarios de demanda independiente de la mejor forma posible en
la práctica, es el principal objetivo de este texto. Por este motivo, se hace
especial énfasis en los modelos matemáticos y en las técnicas cuantitativas
de pronósticos y control de inventarios, y se privilegia el diseño y la aplicación de hojas electrónicas como una herramienta de optimización.
Carlos Julio Vidal Holguín
Se destaca aquí la necesidad de considerar la variabilidad de la demanda y de los tiempos de reposición en cualquier sistema de control adecuado, aspecto que se ignora en la gran mayoría de las empresas de nuestro
medio y, muchas veces, a nivel internacional. Igualmente, se resalta la
importancia de los temas de administración de inventarios, del papel de las
tecnologías de información en la cadena de abastecimiento y de la interrelación entre los componentes de la misma, como elementos primordiales
para el manejo integral de los inventarios en cualquier organización.
nivel MateMático y uso del coMputador
Cualquier estudiante que haya tomado, al menos, un curso básico de
probabilidad y estadística, de cálculo y de optimización, está en capacidad
de asimilar todos los temas de este libro. El tratamiento matemático se limita al meramente necesario para la comprensión y sustento de cada tema;
se prefiere destacar la utilización de cada concepto y sus posibilidades de
aplicación real. Se requiere por otra parte un cierto grado de manejo de
hojas electrónicas para el máximo aprovechamiento de todos los temas.
contenido
El libro presenta inicialmente, en los capítulos 1 y 2, una introducción
general al tema de gestión de inventarios, resaltando la importancia que
tienen éstos en cualquier tipo de organización y describiendo los principales elementos para la toma de decisiones en esta área. Posteriormente,
en el capítulo 3, se presenta un amplio contenido sobre pronósticos de
demanda, aspecto fundamental e ineludible para el correcto control de los
inventarios. Se incluyen aquí detalles sobre métodos auto-adaptivos, pronósticos de demanda errática, pronósticos combinados y pronósticos de
ítems nuevos, los cuales no son muy tratados en los textos tradicionales de
Logística. En el apéndice B se presenta un resumen sobre este capítulo, el
cual puede ser utilizado como una rápida referencia hacia todos los temas
de pronósticos de demanda.
El texto continúa en el capítulo 4 con los diversos sistemas de control
de inventarios de ítems individuales con demanda determinística, tanto
constante como variable con el tiempo. Después, en el capítulo 5, se presentan los aspectos fundamentales sobre control de inventarios de ítems
individuales con demanda aleatoria, el cual es básico para el desarrollo de
los capítulos restantes. Se consideran aquí los principales tópicos relacionados con los sistemas de control continuo y periódico y los conceptos de
nivel de servicio y cálculo de inventarios de seguridad. Es en este capítulo
donde se explica la íntima relación que existe entre el sistema de pronósti12
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cos y el sistema de control, enmarcados dentro del sistema administrativo
y de información de la empresa, aspecto que muchas veces no se reconoce
en nuestro medio.
En el capítulo 6 se describen los principales métodos de control conjunto de ítems, incluyendo el tema de curvas de intercambio y de reabastecimiento conjunto. Aquí se ilustra el hecho de que se puede llegar a mejorar el nivel de servicio con menor inversión de capital en inventarios. El
capítulo 7 se dedica al control de inventarios de ítems con características
especiales, como son los ítems más importantes (clase A), los ítems de
lento movimiento (clase C), incluyendo partes y repuestos, y los ítems de
demanda estacional y perecederos. Se incluye aquí un tema de gran interés
sobre contratos de aprovisionamiento, los cuales pueden traer grandes beneficios a todos los actores de la cadena de abastecimiento. Finalmente, el
capítulo 8 ilustra los principales aspectos sobre control de inventarios en la
cadena de abastecimiento, destacándose su gran complejidad, incluso si la
demanda fuese constante. Se da aquí un especial tratamiento al problema
de control de inventarios en cadenas de abastecimiento con una bodega y
N puntos de venta, con base en casos reales en los que el autor ha participado. Al final del capítulo se incluye una introducción a la simulación de
inventarios.
De cada uno de los temas, se ha diseñado un número adecuado de ejemplos resueltos y de ejercicios propuestos para el desarrollo por parte de los
estudiantes, extractados, en buena parte, de las experiencias propias del
autor en el área. Varios capítulos contienen, al final, ejercicios adicionales
y de repaso, algunos con un grado de dificultad mayor que el promedio y
otros en forma de caso de estudio. Todos los capítulos contienen un listado
de lecturas adicionales comentadas, las cuales están disponibles para consulta y profundización por parte de los estudiantes. La bibliografía general,
al final del documento, está comentada en gran parte y contiene algunas
referencias adicionales de consulta.
uso del inglés
Por dos motivos principales, a lo largo del libro se resaltan y definen los
más importantes términos en inglés relacionados con cada tema. Primero, en nuestro medio se utilizan muchos de estos términos en el lenguaje
tradicional de las personas que trabajamos en el área de Logística y de
gestión y optimización de la cadena de abastecimiento. Por ejemplo, los
términos Lead Time y SKU son de uso común, aunque nos refiramos a ellos
principalmente como “tiempo de reposición” e “ítem”, respectivamente.
Segundo, una gran parte de la bibliografía disponible en el tema de inventarios y la gran mayoría de los artículos científicos, están escritos en inglés
13
Carlos Julio Vidal Holguín
y, por lo tanto, es recomendable que el estudiante se familiarice con los
principales términos logísticos en este idioma. Es así como, por ejemplo,
el término Economic Order Quantity (EOQ), es decir, el “tamaño económico de pedido”, es universalmente conocido por todas las personas que
se desempeñan en esta área y por ello se prefirió en este caso conservarlo,
en lugar de definir otro término en español que pudiera causar confusión.
agradeciMientos
Se agradece sinceramente a todas las personas que han contribuido, de
una u otra forma, con esta publicación, especialmente a aquellos profesores
y estudiantes a quienes les he dirigido su proyecto de grado de pregrado o
posgrado en temas relacionados con inventarios. Igualmente, mis mayores
agradecimientos para las empresas con las que hemos desarrollado proyectos en el área de gestión y control de inventarios por su invaluable aporte
para las experiencias adquiridas por el autor en esta área, las cuales se han
podido transmitir por medio de artículos científicos, mediante la labor docente en el aula de clase, a través de la dirección y asesoría de proyectos de
grado y ahora, en su gran mayoría, se encuentran plasmadas en este libro.
A todos los lectores les agradezco cualquier sugerencia u observación
de cualquier tipo y la identificación de posibles errores a lo largo de esta
publicación para mejorarla y actualizarla en ediciones posteriores.
Carlos Julio Vidal Holguín, Ph.D.
Octubre de 2010
14
capítulo 1
INTRODUCCIÓN
Motivación, naturaleza e iMportancia de los inventarios
El control de inventarios es uno de los temas más complejos y apasionantes de la Logística y de la planeación y administración de la cadena de
abastecimiento (Supply Chain Management, SCM). Es muy común escuchar a los administradores, gerentes y analistas de Logística afirmar que
uno de sus principales problemas a los que se deben enfrentar es la administración de los inventarios. Uno de los problemas típicos, por ejemplo,
es la existencia de excesos y de faltantes de inventarios: “Siempre tenemos
demasiado de lo que no se vende o consume, y muchos agotados de los
productos que más rotan”. Lo interesante de este problema es que ocurre
prácticamente en cualquier empresa del sector industrial, comercial o de
servicios, las cuales administran, de una u otra forma, materias primas,
componentes, repuestos, insumos y/o productos terminados, productos y
materias primas en proceso o en tránsito, manteniendo unidades en inventario en mayor o menor grado.
Las causas fundamentales que originan la necesidad del mantenimiento
de inventarios, en cualquier empresa, son las fluctuaciones aleatorias de la
demanda y de los tiempos de reposición (conocido también con el término
en inglés Lead Times). Los inventarios también surgen del desfase que
existe entre la demanda de los consumidores y la producción o suministro
de dichos productos. Se puede, sin embargo, atenuar estas causas mediante
una o más de las siguientes estrategias:
• La obtención de información precisa y en tiempo real sobre la demanda en el punto de consumo. A mayor información disponible
Carlos Julio Vidal Holguín
•
•
•
•
•
•
oportunamente, la planeación será mucho más fácil y eficaz. En realidad, podría decirse que el problema de planeación de demanda y
control de inventarios es básicamente un problema de información
en la cadena de abastecimiento.
La consolidación de centros de distribución y bodegas para aumentar los volúmenes de demanda por instalación, ya que más altos volúmenes de demanda conducen, generalmente, a menores niveles de
variabilidad de la misma.
La estandarización de productos para evitar el mantenimiento de inventarios de una gran diversidad de ítems que sólo difieren en aspectos menores de forma, color, condición, etc. Las características
finales del producto pueden ser implementadas en el momento de recibir las órdenes de los clientes. A esta práctica se le denomina como
el principio de posposición de forma del producto y ha producido
grandes resultados en muchas empresas.
El mejoramiento de los sistemas de pronósticos de demanda, a través
de técnicas estadísticas de reconocida eficacia, y mediante la combinación de diversas estrategias para pronosticar.
El mejoramiento de alianzas y de sistemas de comunicación con proveedores y clientes para la reducción de los tiempos de reposición.
En general, esto se conoce como procesos colaborativos en la cadena
de abastecimiento.
La emisión de órdenes conjuntas para diversos grupos de ítems con
el objeto de balancear su inventario y la consolidación de despachos desde (hacia) diversas localidades, a través de técnicas como
el cross-docking, el cual consiste en pasar directamente los productos de la sección de recepción de un centro de distribución hacia la
zona de despacho en un tiempo muy limitado (una hora máximo,
de acuerdo con varios autores), para así eliminar la necesidad de
mantener el producto en inventario. Esto es más conocido como el
principio de posposición de tiempo.
La reducción de demoras y tiempos de reposición a lo largo de toda
la cadena de abastecimiento, incluyendo los tiempos de tránsito en
los sistemas de transporte.
Debido a que las causas que generan la necesidad de mantener inventarios no pueden ser eliminadas totalmente, la mejor alternativa es aplicar sistemas óptimos de gestión y control para responder a dichas causas.
El problema, en la mayoría de las empresas, radica en que los inventarios de seguridad y sus correspondientes puntos de reorden (o inventarios
máximos) se determinan exclusivamente con base en el promedio de la
demanda, ignorando su variabilidad y la variabilidad de los tiempos de
16
Fundamentos de control y gestión de inventarios
reposición. Por ejemplo, para cierto ítem, se podría establecer el inventario
de seguridad en “dos semanas de inventario”. Esto significa que, en promedio, el inventario de seguridad duraría aproximadamente dos semanas
de demanda. En realidad, dicho inventario puede durar mucho menos, o
mucho más de dos semanas, dependiendo de la variabilidad de la demanda
del ítem considerado.
Es un error conceptual grave, por lo tanto, definir inventarios de seguridad y puntos de reorden (o inventarios máximos) de un ítem proporcionalmente a su demanda promedio en forma exclusiva. De aquí, precisamente,
proviene el desbalanceo del inventario mencionado anteriormente. Cuando la variabilidad de la demanda del ítem del ejemplo del párrafo anterior
es baja, dos semanas de inventario de seguridad puede ser un exceso en
el que se está invirtiendo capital innecesariamente. Por el contrario, si la
variabilidad de la demanda del ítem es alta, dos semanas de inventario
de seguridad puede no ser suficiente y probablemente ocurrirán agotados
frecuentes de dicho ítem.
Sólo en algunas ocasiones los inventarios de seguridad y los puntos de
reorden calculados solamente con base en la demanda promedio, coinciden con el valor óptimo obtenido como resultado de un análisis estadístico
formal. La clave consiste en liberar capital invertido en inventarios de
seguridad de ítems con baja variabilidad y distribuirlo en inventarios de
seguridad de ítems con alta variabilidad. El balance de esta operación es
frecuentemente positivo y se puede mejorar significativamente el servicio
al cliente sin invertir un peso adicional en inventarios, se puede mantener
el servicio actual (si éste es adecuado) con mucho menos capital invertido,
o se puede diseñar una combinación intermedia de ambos beneficios.
La solución a estos problemas frecuentes de desbalanceo de inventarios
es la de diseñar e implementar estrategias adecuadas de control, a través de
las siguientes alternativas:
• Utilización de sistemas adecuados de pronósticos de demanda, que
permitan estimar con precisión el patrón, el promedio y la variabilidad de la demanda de cada ítem que se mantenga en inventario. De
esta forma, los inventarios de seguridad se calculan proporcionalmente a la variabilidad de la demanda, de acuerdo con el nivel de
servicio deseado, y no proporcionalmente al promedio de la misma.
Debe minimizarse las causas frecuentes de errores excesivos en los
pronósticos, tales como la selección del modelo matemático inadecuado, la utilización de datos poco confiables y de datos de ventas
en lugar de demanda, los sesgos en los pronósticos, la inclusión de
datos atípicos y la selección errada del período fundamental del pronóstico. Estos temas se tratarán con mayor detalle en el capítulo 3.
17
Carlos Julio Vidal Holguín
• Medición adecuada de los tiempos de reposición y su variabilidad.
Desafortunadamente, se ha encontrado en la mayoría de los casos
que esto no se hace y simplemente se trabaja con un valor estándar
del tiempo de reposición asumido constante y seguro, especialmente
de los proveedores, cuando la realidad dista mucho de esto.
• Implementación de la clasificación ABC para establecer prioridades
de administración y diferenciar los sistemas de control de ítems en
cada categoría. Por ejemplo, una reducción del 25% del inventario
de los ítems clase A (alrededor del 20% de todos los ítems, catalogados como “los más importantes”), puede causar una reducción
global del 20% del valor del inventario.
• Definición de los lugares más adecuados dentro de la cadena de
abastecimiento donde se debe mantener inventarios y determinación
de sus niveles correspondientes.
• Consideración de aspectos fundamentales como el ciclo de vida
del producto, la naturaleza del proceso productivo bajo estudio, los
aspectos administrativos del control de inventarios y los aspectos
financieros relacionados con inventarios, tales como los plazos de
pago y sus descuentos asociados.
• Generación de indicadores de eficiencia que consideren simultáneamente todas las variables de interés. Es muy común el error, por
ejemplo, de sólo medir el desempeño de un sistema de control de
inventarios a través de la rotación del mismo y querer mejorarla,
incluso, a costa del nivel de servicio ofrecido al cliente.
Además de los puntos anteriores, debe tenerse en cuenta algunas sugerencias para reducir inventarios, sin compromiso de los niveles de servicio, tales como:
• Concentrarse en ítems clase A y los primeros ítems clase B (los de
“mediana importancia”) a través de su revisión individual y continua, tamaños de orden más pequeños, pero más frecuentes, y la
interacción con los proveedores y clientes para influir en su demanda
y reducir sus tiempos de reposición.
• Evitar tamaños excesivos de órdenes, incluso para ítems clase C (los
“menos importantes”). En este sentido, un ítem C puede estar desapareciendo del mercado y un tamaño de lote grande podría ocasionar su rápida obsolescencia, generar excesos y problemas de almacenamiento y de saturación de los sistemas de información.
• Depurar periódicamente el inventario, eliminando excesos e ítems
obsoletos y de muy bajo movimiento que carezcan de importancia
para la organización y para los consumidores.
18
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Controlar las compras de grandes volúmenes sin los beneficios financieros adecuados.
• Controlar y rastrear continuamente: el nivel de servicio ofrecido a los
consumidores a través de indicadores adecuados; el valor, rotación,
cobertura y grado de obsolescencia del inventario; el porcentaje de
precisión del inventario físico y la influencia del nivel de inventarios
sobre indicadores financieros como el retorno sobre la inversión.
• Racionalizar la compra inicial de ítems nuevos y hacerles un seguimiento exhaustivo.
Todos los anteriores conceptos serán analizados con detalle a lo largo
de los próximos capítulos, “con énfasis en los sistemas de control de demanda independiente”. Los sistemas de control de demanda dependiente
se tratan principalmente en textos de control y administración de las operaciones en sistemas de producción, mediante técnicas como MRP (Material
Requirements Planning).
la gran pregunta: ¿qué nivel de inventarios Mantener y en dónde?
Algunos factores por los cuales los inventarios tienen gran importancia
para el funcionamiento de las organizaciones, desde el punto de vista de
la gestión administrativa y de la competitividad de la empresa, son los
siguientes:
• Los inventarios representan el segundo sistema más importante, después del transporte, para muchas empresas.
• Una gran proporción de los activos corrientes de las empresas está
representada en inventarios.
• El mantenimiento y manejo de los inventarios es costoso para las
organizaciones; puede representar, junto con el sistema de almacenamiento, entre un 15 y un 30% de los costos totales de logística.
Sin embargo, el mantenimiento de los inventarios puede representar
ahorros por economías de escala en otros costos, como transporte,
compra y producción, incentivando la reducción de los precios de
los productos.
• El manejo de los inventarios tiene un impacto significativo en la
gestión administrativa, ya que afecta directamente a los estados financieros de la empresa, como son el balance general y el estado de
pérdidas y ganancias. Igualmente, algunos indicadores de eficiencia
importantes pueden verse significativamente afectados, tales como
la relación entre activos corrientes y pasivos corrientes, y el Retorno
sobre la Inversión (ROI). Narasimhan et al. (1996, p. 94) presentan,
por ejemplo, la siguiente expresión para el cálculo del ROI:
19
Carlos Julio Vidal Holguín
ROI =
Ventas − Costo de los productos vendidos
Existencias físicas + Cuentas por cobrar + Inventario
(1.1)
En la Ec. (1.1) se observa la influencia del nivel de inventario sobre
este indicador de eficiencia, el cual es muy comúnmente utilizado por
la administración. Es importante notar, sin embargo, que actualmente hay mucho debate sobre el papel del mejoramiento del inventario
como un indicador del desempeño financiero global de la empresa.
Cannon (2008) presenta un estudio para analizar esta correlación; el
autor utiliza cuatro indicadores del desempeño global de la empresa:
el ROI, el retorno sobre los activos (ROA, Return on Assets) y otros
dos indicadores más complejos basados en mercadeo, los cuales, de
acuerdo con el autor, miden de forma más precisa el desempeño global de la empresa que los indicadores meramente contables como
el ROI y el ROA. El principal resultado de este estudio indicó que,
en general, no existe relación entre el mejoramiento del inventario
y el desempeño global de la empresa. En otras palabras, no siempre
el efecto de la reducción de inventarios y del mejoramiento de la
rotación del inventario [Ec. (1.2)] conlleva automáticamente al mejoramiento del desempeño global de la organización.
Existen diversas razones por las cuales es ventajoso que una empresa
mantenga inventarios de materias primas y/o productos terminados. De
acuerdo con Ballou (2004, pp. 328-330), las principales ventajas de mantener inventarios son las siguientes:
• Mejoramiento del tiempo de respuesta y servicio al cliente, en el sentido de satisfacer sus órdenes directamente del inventario disponible
en forma inmediata, sin producir despachos pendientes u órdenes
perdidas. El nivel de respuesta es también un factor fundamental en
cualquier cadena de abastecimiento, muy apreciado por los clientes
actualmente, y está directamente relacionado con los niveles de inventario que se mantengan en lugares clave de la cadena. Este factor
puede, incluso, generar aumento de ventas.
• Reducción indirecta de costos de producción, de compra y/o de
transporte, a través de la producción o compra de lotes más grandes
y más homogéneos, con los cuales se logran economías de escala en
la cadena de suministro. Adicionalmente, puede pensarse en realizar
compras de lotes mayores a bajo costo actual, en anticipación de un
alza de precios en el futuro. Desde este punto de vista, el costo de
llevar el inventario es dominado por los ahorros potenciales produ-
20
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cidos por las economías de escala, los bajos precios de compra y las
posibles condiciones de pago y financiación de los inventarios.
• Reducción de costos de operación, al reducir el impacto de la variabilidad de los tiempos de producción y transporte.
• Implementación de mecanismos para responder a factores externos
o internos inesperados, como derrumbes en carreteras, huelgas, demoras excesivas en el envío de materiales, desastres naturales, etc.
De manera análoga, Ballou (2004, p. 330) plantea también algunas desventajas de mantener inventarios:
• Absorción excesiva de capital sin adicionar un valor significativo
al producto. Desde este punto de vista, algunos analistas consideran
los inventarios como un desgaste innecesario. En nuestro medio, sin
embargo, en la mayoría de las veces se hace necesario mantener inventario para responder a todas las variabilidades que se presentan
frecuentemente en la cadena de abastecimiento. La clave es, por lo
tanto, definir los niveles adecuados de inventario de tal forma que no
se comprometa demasiado capital y, simultáneamente, se le responda al cliente con el nivel de servicio ofrecido.
• Enmascaramiento de problemas de calidad, los cuales pueden permanecer ocultos y tardar mucho tiempo en ser corregidos. Esto puede ocurrir cuando se corren lotes muy grandes de producción y no se
detectan problemas de calidad del producto a tiempo.
• Dificultad para el diseño integrado de las cadenas de abastecimiento, al establecer “islas” con intereses propios que ocasionan la suboptimización del sistema como un todo. Por ejemplo, en las cadenas que tienen muchos puntos de venta, normalmente hay una pugna
entre ellos por mantener inventarios para responder a sus metas de
ventas y frecuentemente niegan la transferencia de productos a otro
punto de venta que puede necesitarlos. De esta forma, no se tiene en
cuenta el funcionamiento de la cadena en forma integral.
¿Qué nivel de inventarios es entonces conveniente mantener? La respuesta depende de muchos aspectos, principalmente de la naturaleza de la
organización y de la evaluación que la administración haga de las ventajas
y desventajas de tenerlos. El punto está, obviamente, en la cantidad de
inventario que debe mantenerse y en su correcta administración, con el objeto de mejorar la competitividad de la organización sin sacrificar recursos
innecesariamente.
Una idea muy importante: debe recordarse siempre que la disminución
arbitraria de los inventarios, para aumentar su rotación, puede ser un gran
21
Carlos Julio Vidal Holguín
error que puede degenerar en un pésimo servicio al cliente y, eventualmente,
en la quiebra de la organización. Por ello, la reducción de inventarios debe
analizarse cuidadosamente dentro del marco del sistema bajo estudio.
Históricamente, se ha dado un proceso en el que ha cambiado radicalmente el pensamiento humano y el rumbo de las organizaciones con respecto a la tenencia de inventarios:
• Hace alrededor de 300 años, el tener inventarios era una medida de
riqueza.
• A comienzos del siglo pasado se enfatizó en la liquidez de los inventarios y la rapidez de la rotación del inventario, indicador de eficiencia dado por:
(1.2)
Es muy importante notar la inconveniencia de utilizar este indicador en forma aislada, ignorando el nivel de servicio a los clientes y
los indicadores financieros de los inventarios. Por ejemplo, podría
pensarse en bajar los niveles de inventario al mínimo para tratar de
aumentar su rotación (en número de veces/período) y posiblemente pudiera lograrse. Pero, con altísima probabilidad, los niveles de
servicio se verían tan afectados que habría que reconsiderar dicha
decisión. Algunos administradores, en su afán de aumentar la rotación de inventarios, han tratado de reducirlos a cero, con resultados
desastrosos.
Ejemplo 1.1. (Rotación del inventario)
Una empresa comercial presenta ventas al costo en un mes determinado por $15 millones. El primer día del mes, el valor del inventario era de $10 millones y, el último día contable de dicho mes, el
inventario fue de $4 millones. Calcular la rotación del inventario en
número de veces por mes y también en días, asumiendo que 1 mes =
30 días.
De acuerdo con la Ec. (1.2) se debe primero calcular el inventario
promedio durante el mes en cuestión. La forma más común de calcular el inventario promedio es la siguiente:
Inventario promedio =
Inventario inicial (al costo) + Inventario final (al costo)
2
(1.3)
Posteriormente se estudiará una forma más general y precisa de calcular el inventario promedio. El cálculo aquí viene dado por:
22
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Inventario promedio = ($10 millones + $4 millones)/2 = $7 millones
Por lo tanto, la rotación del inventario de acuerdo con la Ec. (1.2) sería:
Rotación = ($15 millones/mes)/($7 millones) = 2,14 veces por mes.
Esta cifra se interpreta como las veces que rota el inventario durante
el período en cuestión. En otras palabras, la estantería donde están
los productos, en promedio, es renovada 2,14 veces por mes.
El cálculo de la rotación en unidades de tiempo (especialmente dada
en días) también es una práctica común. Se le conoce también como
días de inventario a la mano. Para calcularla se toma el inverso de la
Ec. (1.2) y se multiplica por el número de días que hay en el período
de referencia. En este caso se tendría:
Días de inventario a la mano (en promedio) =
[($7 millones)/($15 millones/mes)]×[30 días/mes] = 14 días.
Es decir, el inventario se renueva en promedio cada 14 días o, también, que cada ciclo de renovación del inventario tarda 14 días en
promedio.
• Actualmente, los inventarios son vistos como un riesgo potencial
mayor. Han aparecido aspectos, como el riesgo de obsolescencia tecnológica, que hacen a los inventarios cada vez de más cuidado, al
presentarse productos con ciclo de vida mucho más cortos, como el
caso de teléfonos móviles o de computadores en general. Lo que se
trata de hacer, sin embargo, es un equilibrio entre tener y no tener
inventarios. El arte del manejo adecuado de los inventarios radica
en descubrir su nivel óptimo de acuerdo con cada caso en particular,
dependiente del sector productivo, las características propias de la
empresa y su localización, su estrategia competitiva y el mercado,
entre otros.
• En la globalización actual de la economía, la administración de inventarios, la planeación de la producción, y la estrategia corporativa,
están íntimamente ligadas. Esto se conoce como el ajuste estratégico que debe lograrse entre las capacidades competitivas de la empresa y su correspondiente cadena de abastecimiento. Por ejemplo,
la diferencia entre la variedad y los niveles de inventario entre una
rapitienda y un supermercado grande radica en que, en la primera,
los clientes buscan un servicio muy rápido, generalmente ocasional
y están dispuestos a pagar un poco más por los productos. Por el
23
Carlos Julio Vidal Holguín
contrario, en un supermercado grande, los clientes disponen de más
tiempo, buscan mayor variedad de productos y se detienen a mirar
la variedad y sus precios más cuidadosamente. Ambos negocios son
similares, pero sus estrategias competitivas están satisfaciendo diferentes necesidades de sus clientes y, por lo tanto, sus políticas de
inventarios y precios serán diferentes.
Otra pregunta muy importante es “¿dónde mantener los inventarios?”.
Una primera aproximación para dar respuesta a esta pregunta es que hay
que distinguir entre los diferentes tipos de inventarios, a saber:
•
•
•
•
Materias primas y componentes.
Productos terminados.
Inventario en proceso (WIP = Work in Process).
Inventario en tránsito o en el sistema de distribución.
Dependiendo del sector productivo, la concentración de estos tipos de
inventarios puede variar significativamente. Por ejemplo, un fabricante de
computadores bajo pedido por Internet puede tener un gran porcentaje de
sus inventarios como materias primas y componentes, cierto porcentaje
como inventario en proceso y en tránsito, y muy bajo inventario de productos terminados. Por el contrario, un fabricante de productos de consumo masivo, en general, tiene la mayoría de sus inventarios como productos
terminados en el sistema de distribución.
El control de estos inventarios depende de su tipo y de la concentración
en los diversos lugares. Surge aquí también la pregunta acerca del lugar
donde debe mantenerse un tipo de inventario específico, como el de productos terminados, dentro de la cadena de suministro. Por ejemplo, una
pregunta muy difícil de responder para un comerciante de productos de
consumo masivo que posea un centro de distribución y varios puntos de
venta es la de cuánto inventario de cada ítem mantener en cada lugar de la
cadena. En el capítulo 8 se abordarán estos interrogantes.
íteMs individuales o stock keeping units (sku)
Las decisiones sobre inventarios se basan, en última instancia, en ítems
individuales. El término en inglés Stock Keeping Unit (SKU), para designar una unidad en inventario, se utiliza ampliamente, inclusive en nuestro
medio. Un SKU es un ítem individual que se puede diferenciar claramente
de otro, o sea que tiene diferentes códigos en el sistema de información
asociado o, incluso, que aún teniendo el mismo código, se localiza en regiones geográficas diferentes. En algunas ocasiones pueden existir SKU
24
Fundamentos de control y gestión de inventarios
con diferencias en detalles muy pequeños, por ejemplo, en su color. En
otras ocasiones, dependiendo de los objetivos que se persigan, la clasificación puede ser más agregada y un SKU puede representar familias de
artículos semejantes, aunque de diferente color.
Existe una propiedad estadística universalmente conocida como el
Principio de Pareto, la cual, para el caso de inventarios que se estudia, se
expresa así: “alrededor del 20% de los SKU corresponden aproximadamente al 80% de las ventas anuales de la empresa”. Esta característica es
muy importante, ya que el nivel de inventario de todos los ítems no debe
ser controlado de la misma forma. Esto corresponde a la conocida “clasificación ABC”, la cual se estudia a continuación.
Clasificación ABC
Una forma de realizar la clasificación ABC es con base en el producto
Divi, el cual mide el valor anual de las ventas (o la demanda) de cada ítem
i, donde:
Di =
vi =
Demanda anual del ítem i [unidades/año].
Valor unitario del ítem i [$/unidad].
Para definir cuáles ítems deben formar parte de cada clase (A, B o C),
se escoge un porcentaje de mayor a menor, de acuerdo con el orden secuencial dado por la mayor utilización de los ítems. Usualmente, los ítems
clase A constituyen del 10 al 20% de los primeros ítems dentro de la clasificación, contando con el 60% al 80% del valor total de las ventas anuales;
los ítems clase B constituyen entre un 20 y un 40% del total de ítems,
contando entre el 20% y el 30% restante del valor anual; y los ítems clase
C, usualmente los más numerosos, constituyen el resto, contando con una
pequeña parte del total de la inversión en inventario, la cual usualmente no
pasa del 10% del total de ventas de la empresa. Algunos autores difieren
en la proporción de ítems clase B y C, por ejemplo, Wild (1997, p. 31)
recomienda una distribución alrededor de los siguientes valores:
Ítems clase A = 10% del total de ítems, con alrededor del 65% del total
de ventas.
Ítems clase B = 20% del total de ítems, con alrededor del 25% del total
de ventas.
Ítems clase C = 70% del total de ítems, con alrededor del 10% del total
de ventas.
La decisión final sobre estos porcentajes depende de cada caso en particular y de las capacidades de computación que se tengan para el control
25
Carlos Julio Vidal Holguín
de cada tipo de ítem. Por ejemplo, en el caso de productos de consumo
masivo es común tener los límites para definir la clasificación de ítems
clase A, B y C en el 70%, 90% y 100% del total anual de ventas, respectivamente. La figura 1.1 muestra este comportamiento para un caso real
de una organización comercial de medicamentos que maneja alrededor de
8.000 ítems.
Figura 1.1. Comportamiento del porcentaje de ventas anuales
con respecto del porcentaje de ítem: la clasificación ABC
Pueden existir, además, otras clasificaciones que incluyen, por ejemplo,
ítems “super-importantes” tipo AA (o AAA), ítems nuevos tipo N (figura
1.1), y, en algunas ocasiones, cuando el número de ítems clase C es muy
grande, es conveniente definir un tipo D, para aquellos ítems de muy bajo
volumen anual e ítems que están desapareciendo, o que ya no deberían
estar activos en el sistema de información de la empresa.
Ejemplo 1.2. (Clasificación ABC)
La tabla 1.1a muestra un conjunto de 20 ítems, con sus correspondientes consumo anual, valor unitario, volumen anual en unidades monetarias
(el producto entre la demanda anual y el valor unitario) y el porcentaje del
volumen anual en $ de cada ítem. Con base en esta información, se requiere determinar una posible clasificación ABC para estos ítems.
En la tabla 1.1b se presenta la misma información de la tabla 1.1a, pero
ordenada en forma descendente por volumen anual en pesos (o en porcentaje). Con base en esta tabla se determina la clasificación ABC de estos 20
ítems. En este caso se selecciona la siguiente clasificación, dentro de otras
posibles:
26
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 1.1a. Información básica para determinar
la clasificación ABC del ejemplo 1.2
Tabla 1.1b. Ejemplo de clasificación ABC de acuerdo
con el valor anual de los 20 ítems (ejemplo 1.2)
27
Carlos Julio Vidal Holguín
El 10% de los ítems (dos ítems) son clase A, representando el 62,43%
del volumen anual; el 20% de los ítems (cuatro ítems) son clase B, representando el 24,69% del volumen anual y el 70% restante (14 ítems) son
clase C, representando sólo el 12,88% restante del volumen anual. Nótese
que los ítems A y B cuentan con casi el 90% del volumen total anual y,
por ello, su control podría ser más importante que el control de los ítems
clase C.
Obsérvese, igualmente, que un ítem clase A (el D123) tiene un volumen considerable en unidades y un valor unitario de mediana magnitud,
mientras que el otro ítem clase A (el H335) presenta un volumen muy bajo
en unidades, pero un valor unitario muy alto. El ítem D123 podría corresponder, por ejemplo, a cierto abarrote en un gran almacén, mientras que
el ítem H335 podría ser un cierto electrodoméstico en el mismo almacén.
Este doble origen que pueden presentar los ítems clase A hace que sus
métodos de control puedan ser diferentes, a pesar de ser de la misma clase.
Estos conceptos serán ampliados en el capítulo 7.
Aspectos adicionales sobre la clasificación ABC
Una pregunta que siempre surge de la exposición de este tema es la siguiente: ¿por qué no se hace la clasificación ABC con base en “la utilidad
neta” o margen de cada ítem, en lugar del volumen de demanda anual?
La respuesta es que no hay ningún problema en hacerlo de esta forma,
encontrando la utilidad neta anual que cada ítem produce. Sin embargo,
es lógico pensar que si una organización basa el 80% de sus negocios en
los ítems clase A, sean éstos precisamente los que produzcan la mayor
utilidad neta (diferenciar de utilidad unitaria por ítem) y, por lo tanto, la
dos clasificaciones deberían ser muy semejantes, tal como se ha podido
comprobar empíricamente con algunos estudiantes en algunos casos reales
estudiados. Gutiérrez (2006), por ejemplo, realiza la clasificación ABC en
una empresa del sector de alimentos y encuentra que dicha clasificación no
difiere significativamente si se considera el volumen anual de ventas o el
margen anual de los productos.
Por otra parte, la definición de un ítem como clase A no depende necesariamente de su volumen anual de ventas en $, sino que puede determinarse a partir de otros aspectos por los cuales sea conveniente incluirlo en
dicha categoría. Por ejemplo, existen ítems complementarios de bajo valor
que son muy importantes en el momento de servir al cliente. Como ilustración, un cliente que llega a una droguería a comprar un medicamento
inyectable muy costoso (clase A) estaría muy descontento si en dicha droguería no encuentra la jeringa para su aplicación (ítem clase C por valor).
Las jeringas, por lo tanto, deberían también clasificarse como ítems clase
A, ya que son un complemento fundamental de otros ítems de gran valor.
28
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Igual cosa ocurre con los medicamentos que son consumidos por gran cantidad de personas, como es el caso de los suministrados por las Entidades
Proveedoras de Salud (EPS).
Otro aspecto clave es que se debe ser cuidadoso con los ítems clase C,
ya que es probable que ellos, como son muchos, tengan diferentes connotaciones dentro de la organización. Por ejemplo, los últimos ítems clase C
generalmente tienen un consumo muy bajo y es probable que deban ser
removidos del sistema, después de realizar un análisis que suele ser individual. Igualmente, se puede diferenciar entre ítems clase C con demanda
estable, pero de muy bajo valor, para los cuales puede funcionar un sistema
sencillo de pronósticos como el promedio móvil simple (capítulo 3), y los
ítems clase C de muy bajo consumo, con demanda altamente errática para
los cuales es posible considerar su consolidación en puntos clave de la cadena. Huiskonen et al. (2005) presentan un artículo muy interesante donde
definen dos tipos de ítems clase C: los que son vendidos a los clientes más
importantes, y aquellos que son vendidos junto con ítems clase A para
completar una orden. De esta forma, los autores realizan una categorización cruzando los anteriores criterios de servicio con los criterios normales
como el volumen de la demanda y así, a través de un ejemplo, clasifican
los ítems clase C en tres grupos: 1) ítems de servicio con disponibilidad
local; 2) ítems de respuesta baja con políticas de consolidación, y 3) ítems
“no importantes”, los cuales son los candidatos para ser eliminados del
inventario y del sistema, convirtiéndose, esta última, en una herramienta
de depuración del inventario.
Debe considerarse también el hecho de que un mismo ítem puede tener
clasificaciones diferentes de acuerdo con la localización dentro de la cadena de suministro. Por ejemplo, un producto importado costoso puede ser
clase A en un supermercado ubicado en una zona de estrato 6, mientras que
el mismo producto podría ser B o C en una zona de estrato 4. Este aspecto
constituye una complejidad más del análisis ABC.
En el caso de materias primas, la clasificación ABC debe analizarse
a fondo, pues, aunque el consumo anual en $ del material es importante,
pueden existir otros factores más importantes para definir la clasificación
del ítem, tales como la rotación del ítem y su criticidad, o sea, la dificultad
de consecución del ítem, en lo relacionado con el tiempo de reposición
y su variabilidad, las características del proceso de producción donde se
utiliza el ítem y la facilidad de reacción ante la escasez o la volatilidad de
la demanda del ítem. Por ejemplo, en la industria cervecera, el lúpulo es
una materia prima importada primordial no conseguible localmente con un
largo tiempo de reposición, la cual necesariamente debe clasificarse como
A. Por el contrario, un cartón de empaque de cervezas podría no ser una
materia prima clase A si se consiguen localmente varios proveedores que
29
Carlos Julio Vidal Holguín
suministren el empaque con cortos tiempos de reposición y con la calidad
adecuada.
Existen en la literatura otros conceptos para realizar la clasificación
ABC de ítems. Chen et al. (2008) introducen una metodología para realizar la clasificación ABC teniendo en cuenta otros factores, como el tiempo
de reposición y la criticidad del ítem. Los autores desarrollan un modelo
de programación cuadrática para calcular los pesos respectivos. Chu et
al. (2008) presentan una combinación del análisis ABC tradicional con
lógica difusa, denominada “Análisis ABC - Clasificación difusa”, la cual,
de acuerdo con los autores, muestra un alto grado de precisión. Ng (2007)
propone un modelo simple para la clasificación de ítems multi-criterio, el
cual convierte todos los criterios de clasificación en un indicador escalar.
Ramanatham (2006) diseña un sistema de clasificación simple, utilizando
un modelo sencillo de programación lineal, y Zhou y Fan (2007) complementan su modelo corrigiendo una posible debilidad del modelo original.
aspectos que influyen en el diseño de un sisteMa
de adMinistración de inventarios
De acuerdo con Silver et al. (1998, pp. 36-44), los aspectos más importantes que influyen en el diseño de un sistema de administración de inventarios son el ciclo de vida de los productos, la naturaleza del proceso productivo y la ubicación del producto dentro de la matriz producto-proceso.
Otro aspecto fundamental, al cual muchos autores no le dan la importancia
que merece, es todo lo relacionado con las actividades administrativas y
de gestión que soportan cualquier sistema de control que se implemente.
Estos aspectos administrativos, combinados con las técnicas cuantitativas
adecuadas, son los que permiten que el control y la gestión de inventarios
produzcan los resultados deseados. A continuación se trata cada uno de
estos factores.
El ciclo de vida de los productos
La figura 1.2 muestra el ciclo normal de vida de muchos productos. No
es lo mismo el control del inventario de un producto cuando está en su
fase de arranque, o introducción al mercado, que cuando está en su fase de
madurez. En la fase de introducción debe garantizarse un inventario adecuado en lugares clave que responda a la demanda creciente del producto y
le permita su normal desarrollo. En la fase de madurez hay oportunidades
de optimización del control del inventario, dejando sólo aquellos lugares
clave y racionalizando los niveles de existencias. Si el producto desaparece y no renueva su demanda, en la fase de declive se debe evitar el tamaño
excesivo de las órdenes, sin descuidar el nivel de servicio al cliente. En el
30
Fundamentos de control y gestión de inventarios
caso de productos de corto ciclo de vida, como son los textos escolares,
cuyo ciclo de ventas puede durar máximo de 8 a 12 semanas, es fundamental establecer sistemas de control adecuados para evitar el exceso de
devoluciones y, a la vez, garantizar el nivel de servicio requerido por los
clientes.
Figura 1.2. Ciclo de vida de un producto
La naturaleza del proceso productivo
La tabla 1.2 muestra los diversos sistemas para planeación y control de
producción y su relación con el principal énfasis que debe hacerse en el
sistema de gestión y control de inventarios. Dependiendo, entonces, de la
naturaleza del proceso productivo, el cual puede variar desde sistemas por
órdenes para bajos volúmenes de fabricación, hasta sistemas de alto volumen repetitivo, se requiere hacer especial énfasis en los sistemas de inventarios. Así, para bajos volúmenes de fabricación es fundamental la flexibilidad para responder a una gran cantidad de órdenes diferentes, mientras
que para sistemas de ensamble y producción por lotes se requiere especial
énfasis en el control de inventarios de materiales.
El diseño del sistema de gestión y control de inventarios se ve influenciado por la ubicación del producto dentro de la matriz producto-proceso
ilustrada en la figura 1.3. El nivel de complejidad del control del inventario
es mayor en la zona ubicada arriba a la izquierda en la figura y va siendo
“menos complicado” a medida que se avanza hacia abajo y hacia la derecha. Por ejemplo, en productos que se fabrican por orden, cuyo flujo es discontinuo, el control de inventarios es muy complejo porque prácticamente
cada orden es un nuevo producto; los sistemas de transporte de materiales,
como correas transportadoras y elevadores, están dentro de esta categoría,
ya que cada proyecto de transporte de materiales es diferente.
31
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 1.2. Tipos de sistemas para planeación y control de producción
y administración de inventarios
Sistema
Naturaleza del proceso
productivo
Principal énfasis del sistema de
gestión y control de inventarios
Trabajo por órdenes
(Job Shop)
Bajo volumen de fabricación
Flexibilidad para atender una gran
cantidad de órdenes diferentes.
Posible concentración de
inventarios en materias primas y
componentes.
Tamaño óptimo de pedido
(Economic Order Quantity,
EOQ), punto de reorden
Sistemas no-productivos
(cadenas de suministro
comerciales)
Reducción de los costos de
inventario, manteniendo el nivel
de servicio al cliente.
EOQ en sistemas multietapas, punto de reorden
Distribución; sistemas
gobernados por capacidad
Alta utilización de la capacidad
disponible a costo razonable.
Material Requirements
Planning (MRP)
Producción por lotes, bajo
volumen, ensambles
Coordinación efectiva de
materiales
Justo a tiempo
Just in Time (JIT)
Alto volumen repetitivo
Minimización de alistamientos
(setups) e inventarios, con altos
niveles de calidad.
[Fuente: Adaptada de Silver y Peterson (1985), p. 31]
La ubicación del producto dentro de la matriz producto-proceso
Figura 1.3. La matriz producto-proceso
[Fuente: Adaptada de Silver et al. (1998), p.42]
32
Fundamentos de control y gestión de inventarios
En estos casos, los sistemas de control pueden privilegiar la gestión de
materias primas y componentes y difícilmente existirán inventarios de productos terminados (el caso de Dell Computer es un claro ejemplo de este
tipo de cadenas). En un artículo muy reciente, Gunasekaran y Ngai (2009)
hacen una revisión muy completa de la literatura sobre modelación y análisis de cadenas donde existe fabricación por orden (Make-to-Order, MTO).
Por el contrario, en productos de flujo continuo y altamente automatizado, el control de los inventarios de productos terminados debería ser
menos complejo, como es el caso de la cerveza, el papel, la gasolina y el
azúcar. En estos casos es clara la existencia de significativos inventarios
de productos terminados.
Los aspectos administrativos y de gestión de los inventarios
Un tema al que no se le da la importancia que merece y, que muchas
veces se ignora en los sistemas de control de inventarios, es el que tiene que ver con la administración o gestión de dichos sistemas. No basta
con utilizar técnicas cuantitativas, en ocasiones muy elaboradas, si no se
dispone de un marco administrativo robusto en la empresa. Un texto que
trata de una forma muy concisa los aspectos administrativos del control de
inventarios es el de Wild (1997).
El resto de esta sección está basado en un muy buen artículo por Zomersdijk y de Vries (2003). Primero, los autores presentan las cuatro dimensiones básicas que caracterizan a la organización de un sistema de
inventarios:
• La asignación de tareas. Esta dimensión comprende el número de
personas responsables de la administración de los inventarios, sus
funciones específicas y su nivel jerárquico dentro de la organización.
Debe tenerse especial cuidado en la concordancia entre las funciones
asignadas y el nivel de autoridad de la persona.
• Los procesos de toma de decisiones. Estos procesos pueden comprender desde decisiones estratégicas mayores, como la expansión
de un centro de distribución o la consolidación del inventario en menos puntos de la cadena, hasta decisiones operacionales del día a día,
como puede ser el tamaño de la orden de compra o de producción a
emitirse dentro de una hora. Estas decisiones afectan al sistema integral de inventarios y por ello es también importante establecer sus
diferentes interrelaciones, no sólo con otras decisiones del resorte de
inventarios, sino con cualquier otro actor de la cadena de abastecimiento. Por ejemplo, la decisión de aumentar significativamente la
producción de cierto ítem con miras a una campaña publicitaria que
se avecina, puede afectar significativamente a varios proveedores de
33
Carlos Julio Vidal Holguín
las materias primas para fabricar el producto a quienes no se les avise oportunamente del aumento intempestivo de la demanda.
• Los procesos de comunicación. La información en una cadena de
abastecimiento, elemento primordial para que la misma funcione y
pueda existir, no tiene sólo que ver con las métricas de la misma. Es
decir, no basta solamente con saber el nivel de inventario de cierto
producto existente en la bodega, sino que es necesario conocer el
estado en el que se encuentra, si está o no comprometido con algún
cliente, cuánto tardaría en estar listo para despacho, si cabe en el camión, etc. En varios proyectos se ha podido identificar que muchas
personas en las organizaciones pueden estar duplicando actividades,
invirtiendo grandes esfuerzos en tratar de resolver un problema que
otra persona, en otro departamento, ya resolvió, o incluso, ignorando trabajos de otras personas que se complementan con sus propias
funciones y que podrían simplificar la labor de ambos. En muchas
ocasiones, las reuniones de trabajo periódicas, para tratar temas que
aíslen a las personas de las actividades del día a día, producen un
gran efecto para identificar estas graves fallas de comunicación.
• Las relaciones interpersonales y los aspectos de gestión humana.
Ninguna empresa puede funcionar sin seres humanos, al menos hasta la fecha. El elemento más importante de cualquier organización
es su recurso humano. Por ello, todo lo que tiene que ver con los aspectos humanos y sociales influye significativamente el desempeño
de cualquier operación, aun, por supuesto, la gestión de inventarios.
Algo que se ha observado en todos los proyectos de mejoramiento de cadenas de abastecimiento e inventarios, es el fenómeno de
“resistencia al cambio” de las personas involucradas en dichos proyectos. Una tendencia muy humana es querer seguir haciendo las
cosas como se han venido haciendo por años, así se le demuestre a la
persona los beneficios que podría tener si las hace de una forma diferente, cuya conveniencia está garantizada por múltiples experiencias
exitosas similares. Afortunadamente, todo ser humano es capaz de
recapacitar y cambiar de actitud y, en la mayoría de los casos, se dan
estos cambios y la persona acepta modificar sus prácticas de trabajo
y utilizar la tecnología de punta como herramienta para la toma de
decisiones. A veces, incluso, la persona se vuelve muy dependiente
de la nueva tecnología que antes rechazaba acérrimamente, lo cual
tampoco es conveniente porque nadie debe ceder su deber de tomar
las decisiones a ninguna herramienta tecnológica por más avanzada
que sea.
34
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Con base en las cuatro dimensiones anteriores, los autores del artículo
diseñan un marco de referencia para resolver problemas administrativos de
control de inventarios y mejorar el desempeño de los sistemas de control.
La figura 1.4 ilustra la metodología.
Figura 1.4. Marco de referencia para resolver problemas
administrativos de control de inventarios
[Fuente: Traducido de Zomerdijk y de Vries (2003, p. 177)].
Normalmente, se registran indicadores de eficiencia periódicos del
sistema de control de inventarios, como costos de faltantes, niveles de
servicio, imprecisión del inventario físico, entre otros. Si se observa una
35
Carlos Julio Vidal Holguín
desviación significativa con respecto de los estándares de funcionamiento
del sistema (definidos con base en metas alcanzables o por medio de estrategias de benchmarking), entonces se debe encontrar un diagnóstico de
los problemas y sus causas, con base en los aspectos tradicionales de un
sistema de inventarios y en sus cuatro dimensiones, descritas anteriormente. Es fundamental que en este paso haya una comprensión profunda de
los problemas y sus causas que contengan, tanto elementos de las cuatro
dimensiones organizacionales, como los aspectos tradicionales de la teoría
del control de inventarios (sistemas de control utilizados, tamaños de lote,
caracterización de la demanda y de los tiempos de reposición, clasificación
ABC, niveles de servicio especificados, precisión del inventario físico y de
los registros de ventas y demandas no-satisfechas, entre otros posibles).
Las cuatro dimensiones pueden sugerir diversas causas de los problemas, como cantidad y composición del personal asignado a la gestión de
los inventarios (por ejemplo, algunos autores sugieren que un administrador no tenga a su cargo más de 300 ítems clase A, o sea, los más importantes); características de la organización tanto vertical como horizontal;
balance de las responsabilidades con la autoridad asignada; cantidad, calidad y ambigüedad de la información generada para el proceso de toma de
decisiones; racionalidad y consistencia de las decisiones y su relación con
otras áreas; naturaleza de los sistemas de reporte y de retroalimentación
entre el personal, incluyendo la calidad de la comunicación y la cantidad
de “ruido” de la misma y, finalmente, los aspectos relacionados con el
comportamiento humano, como juegos de poder, políticas, desmotivación,
conflictos, incertidumbre, ambigüedad, incompetencia, problemas personales, etc.
La metodología continúa con el establecimiento de las relaciones entre
todas las causas identificadas y sus posibles consecuencias. Aquí se deben
incluir otros departamentos de la organización que pueden estar afectando
el sistema de control de inventarios. Por ejemplo, una mala comunicación
entre el personal de mercadeo y los planeadores de demanda o compradores puede ocasionar faltantes y obsolescencia de ítems. A su vez, esto
puede ser consecuencia de malas prácticas de pronósticos de ventas o del
establecimiento de metas demasiado ambiciosas. La salida de este análisis
es la identificación de las causas principales de los problemas (Principio
de Pareto), las cuales, si se les corrige rápidamente, pueden producir resultados de mejoramiento inmediato del sistema. Esta metodología integral,
de acuerdo con los autores, produce mejores resultados que la metodología
tradicional que ignora las cuatro dimensiones organizacionales.
Así, se ha podido comprobar que todo lo dicho anteriormente es correcto. Es tan importante implementar técnicas cuantitativas de pronósticos y
de control de inventarios, como considerar las cuatro dimensiones organi36
Fundamentos de control y gestión de inventarios
zacionales descritas, para que un sistema integrado de control y gestión de
inventarios funcione satisfactoriamente. Otro artículo que puede consultarse, relacionado con aspectos organizacionales en la administración de
pronósticos de ventas, es el escrito por Davis y Mentzer (2007).
Las técnicas cuantitativas para el control de inventarios
Es claro que el problema de control y gestión de inventarios es complejo. Sin embargo, nos podemos ayudar con una serie de técnicas cuantitativas que permiten facilitar dicho control. La mayoría de las técnicas
cuantitativas se basan en técnicas de optimización y modelos matemáticos,
los cuales se convierten en herramientas poderosas de apoyo a la toma de
decisiones en inventarios.
Este libro privilegia la utilización de modelos matemáticos y el uso de
hojas electrónicas para resolver la mayoría de los problemas de inventarios. Es así como el uso de herramientas como el solver de Excel™ brinda
la opción de resolver un gran número de problemas cuya solución, por
otros métodos, puede resultar muy larga y/o tediosa. Además, es innegable
el espacio que ha ganado en la academia y en la industria la utilización de
hojas electrónicas para casi todos los niveles de planeación. Luego, como
se estudiará en el capítulo 3, se tiene una gran oportunidad de mejorar los
estimados de demanda optimizando los parámetros de un sistema de pronósticos a través del uso de hojas electrónicas.
Gran parte del control y la gestión de inventarios busca determinar las
políticas y parámetros de control para producir el nivel de servicio deseado
de la manera más económica posible. Todas las organizaciones, de una u
otra forma, controlan sus inventarios. Algunas aplican, con mayor o menor
intensidad, ciertas técnicas cuantitativas para este efecto. Pero, siempre, la
gran pregunta será, “¿estamos operando con el óptimo nivel de inventario?”. Es muy probable que, dentro de la complejidad que caracteriza a las
cadenas de abastecimiento y a la logística, nadie pueda responder con certeza esta pregunta. Lo importante es tratar de que la brecha entre nuestras
operaciones y la solución óptima sea la menor posible.
Los inventarios no son malos. Lo malo es tenerlos en exceso para unos
ítems y en defecto para otros (el desbalanceo de inventarios del cual ya
se habló al comienzo) y dejar su control al azar o a técnicas meramente
empíricas. Igualmente, tener cero inventarios es una utopía, especialmente en nuestro medio. Este es el caso específico de la filosofía de “justo a
tiempo”, o Just in Time (JIT), o sistema de producción sin inventarios. En
este sistema total de manufactura o, más precisamente, en esta filosofía de
producción, los inventarios se reducen al mínimo posible para incrementar
la productividad (mediante la automatización, por ejemplo), para mejorar
la calidad y reducir los ciclos de producción y, por lo tanto, el servicio al
cliente.
37
Carlos Julio Vidal Holguín
El sistema JIT es adecuado en un ambiente de alto volumen de producción y manufactura repetitiva. Las diferentes etapas de producción están
íntimamente ligadas con muy pequeños inventarios en proceso. La necesidad de ensambles finales gobierna el flujo de subensambles, disparando la
producción, la que, a su vez, afecta la cadena previa de producción, y así
sucesivamente (sistema pull). Cada centro de trabajo produce solamente lo
que el centro siguiente necesita para satisfacer la producción de ensambles
finales.
No todos los sistemas productivos son susceptibles de adoptar un sistema JIT. Para lograr la transformación a este tipo de sistema, se requiere
que la organización realice los pasos necesarios para adoptar los más altos
niveles de calidad, disminuya los alistamientos de las líneas de producción
y los tamaños de lote, y seleccione y certifique adecuadamente a sus proveedores.
Los beneficios de la implementación de un sistema JIT pueden ser
inmensos, dentro de los cuales se encuentran la reducción de costos de
mantenimiento y control de los inventarios, con el consiguiente ahorro de
espacio físico; el menor capital invertido en inventarios; el incremento de
la productividad con altos niveles de calidad y la reducción de los tiempos
de producción. A pesar de los impresionantes resultados que ha logrado el
JIT en varios países, esta filosofía no es la panacea para todas las organizaciones. Para que ella produzca los resultados esperados, se debe tener
alto volumen de producción y manufactura repetitiva; niveles de calidad
extremadamente altos; excelente gestión humana que permita motivar a la
fuerza laboral, mejorar las relaciones de los trabajadores con la empresa y
tener una mano de obra altamente calificada y excelente relación con los
proveedores.
Para extender los conceptos enunciados hasta este momento, se recomienda leer a Silver (2008), quien realiza un excelente resumen sobre los
principales aspectos de administración de inventarios, incluyendo algunas
aplicaciones prácticas y sugerencias para investigación futura.
Ejercicios 1.1
1. Discuta la relación que existe entre las políticas de control de inventarios de una compañía (comercial o industrial) y otros aspectos de
Logística, como el sistema de transporte y distribución.
2. Suponga que la demanda de cierto producto es determinística y se
conoce con gran certeza. Bajo esta situación, alguien opina que no se
necesita tener inventario alguno de este producto. ¿Está de acuerdo
con esta afirmación? Explique.
38
Fundamentos de control y gestión de inventarios
3. Explique por qué altos niveles de inventario pueden enmascarar problemas de calidad en un ambiente productivo.
4. Un pequeño negocio mantiene cinco ítems en inventario, con las
siguientes características:
Ítem
Precio de
venta
($/unidad)
Inventario a
enero 01
(unidades)
Inventario a
enero 31
(unidades)
Ventas
en enero
(unidades)
Margen de
utilidad del ítem*
(%)
1
15.500
350
564
750
14,7
2
2.400
2.530
565
2.585
8,5
3
38.000
52
3
60
10,2
4
950
5.700
5.000
700
13,5
5
87.500
8
4
12
9,0
Expresado como el porcentaje de utilidad del ítem sobre el precio de venta
*
Determine la rotación del inventario de este negocio durante el mes
de enero en número de veces por mes y en días. Observe que se pide
la rotación conjunta de los cinco ítems.
5. El administrador de una droguería afirma que, si él quisiera, tendría
una rotación aproximada de un día comprando sólo lo necesario para
vender en un día, reponiéndolo al día siguiente y así sucesivamente.
Discuta la viabilidad de esta afirmación desde el punto de vista de la
logística y su posible efecto práctico en el negocio y en el servicio al
cliente.
6. Un pequeño supermercado quiere establecer una clasificación ABC
para cierta familia de productos de aseo personal. Una muestra de 20
artículos es la siguiente:
Ítem
No.
1
Demanda
anual
(u.)
Valor
del ítem
($/u.)
Ítem
No.
Demanda
anual
(u.)
Valor
del ítem
($/u.)
800
2.630
11
2
350
1.760
12
400
2.760
3
2.000
8.950
13
1.750
15.200
4
1.100
8.770
14
75
400.000
5
4.500
10.560
15
820
3.000
6
100
4.390
16
200
23.550
7
1.000
890
17
50
975
8
2.600
450
18
520
17.500
9
610
7.500
19
1.650
17.500
10
985
900
20
130
7.850
39
300
260
Carlos Julio Vidal Holguín
a. Construya una hoja electrónica que le permita proponer una
clasificación ABC para este conjunto de ítems. Tome los cortes
del porcentaje acumulado del volumen Dv en 70 y 95 por ciento
aproximadamente para establecer el límite entre A y B y entre B
y C, respectivamente.
b. ¿Qué diferencia observa entre los ítems No. 5 y No. 14, a pesar de
estar en la misma clasificación?
c. Usted quiere clasificar a un ítem nuevo, No. 21, del cual sólo se
conoce la demanda “desde hace un mes que entró al mercado”.
Dicha demanda fue de 65 unidades y el ítem tiene un valor de
6.500 $/unidad. Explique cómo lo haría y en qué clasificación
quedaría dicho ítem.
d. Si la empresa manejara 6.000 ítems, ¿considera difícil obtener la
clasificación ABC de todos los ítems utilizando la misma herramienta computacional que usted diseñó?
7. Comente acerca de la validez de la clasificación ABC para una empresa a través del tiempo. ¿Qué sugeriría para mantener actualizada
dicha clasificación? Considere también el caso de ítems nuevos, para
los cuales no se conoce historia alguna. ¿Cómo cree usted que deberían tratarse para efectos de su eventual clasificación ABC?
8. Algunos autores sostienen que la clasificación ABC está perdiendo
vigencia e importancia en la actualidad debido a que, con el avance
de los sistemas de información y de computación, todos los ítems
pueden ser controlados con sistemas relativamente complejos. Discuta esta afirmación.
9. Uno de los problemas del indicador de rotación del inventario mostrado en la Ec. (1.2) es el hecho de que usted puede tener su bodega
llena, aún no ha pagado el inventario y tiene una alta probabilidad de
venderlo y recuperar su inversión antes de pagar a sus proveedores.
Por lo tanto, realmente el capital que ha invertido en inventarios es
muy bajo, pero el indicador de rotación no mostrará esto. Por ello,
surge como alternativa el indicador de rotación neta del inventario,
definido como [De acuerdo con Grenoble IV (1994), p. 387]:
(1.4)
a. Analice las ventajas y desventajas de este nuevo indicador de rotación y aplíquelo en el ejemplo del literal siguiente. Interprete el
significado de un valor negativo de este indicador.
40
Fundamentos de control y gestión de inventarios
b. Se está negociando la compra de un producto con un plazo de
pago de 40 días. El método de control utilizado sugiere comprar
1.000 unidades para dicho tiempo. Al cabo de un mes, se han
vendido 850 unidades. Compare la rotación del inventario y la
rotación neta durante ese mes, asumiendo un inventario inicial
del producto = 100 unidades ya pagadas.
c) Puede ocurrir que aun el indicador de rotación neta mostrado en
la Ec. (1.4) no sea adecuado porque existen muchas empresas que
compran grandes cantidades de inventario y lo pagan por adelantado, o en corto tiempo, con el objeto de obtener significativos
descuentos por pronto pago, lo que hace al negocio factible económicamente y, por lo tanto, rentable. Proponga nuevos indicadores de gestión de inventarios para estos casos.
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 3 (pp. 44-64) (Es un capítulo muy interesante que
ubica el tema de inventarios dentro de todo el contexto de la cadena de abastecimiento).
BOWERSOX et al. (2007): capítulo 6 (pp. 130-137) (Se trata de una buena lectura introductoria sobre los temas de inventarios).
SILVER et al. (1998): capítulos 1 y 2 (pp. 3-26); capítulo 3 (pp. 27-44) (Introduce al tema
de inventarios en forma general).
SIPPER y BULFIN (1998): capítulo 6 (pp. 311-325) (Este final de capítulo presenta otra
visión de la clasificación ABC y de la organización general de un sistema de control
de inventarios).
WILD (1997): capítulo 3 (pp. 29-51) (“Administrando el inventario”; complementa el
análisis ABC, principalmente).
FOGARTY et al. (1994): capítulo 5 (pp. 179-208) (Este 50% del capítulo 5 da un panorama general de administración de inventarios, incluyendo la clasificación ABC).
ROBESON y COPACINO (1994): capítulo 9 (pp. 372-390) (Este capítulo de este Manual
de Logística presenta algunos aspectos interesantes sobre medidores de desempeño en
inventarios, como la rotación neta del inventario).
41
PÁGINA EN BLANCO
EN LA EDICIÓN IMPRESA
capítulo 2
ELEMENTOS PARA LA TOMA DE DECISIONES
EN SISTEMAS DE INVENTARIOS
Las decisiones que deben tomarse para la administración de un sistema
de inventarios son muy complejas, no sólo por su importancia propia, sino
por las interrelaciones con los otros sistemas de la organización. Se trata
aquí de ofrecer una introducción que sirva de base para el desarrollo de
modelos matemáticos, los cuales se constituyen en poderosas herramientas
de ayuda para la toma de decisiones en esta área.
la diversidad de íteMs y el Marco de referencia
para las decisiones de inventarios
Existen organizaciones comerciales que pueden llevar más de 100.000
ítems en inventario. Una industria de tamaño medio puede tener más de
10.000 tipos diferentes de materias primas, partes y productos terminados.
Los ítems en inventario pueden diferir en muchos aspectos. La tabla 2.1
muestra diversos aspectos en los que un ítem puede diferenciarse de otro.
Tabla 2.1. Características para la diferenciación de ítems en inventario
Aspecto
Diferentes características
Costo y apariencia física
Costo, peso, volumen, color, forma, estado físico.
Ítems perecederos
Por deterioro, por robos, por obsolescencia tecnológica.
Modo de almacenamiento
En contenedores, barriles, estantes, estibas, sobre el piso, en cajas
de cartón, refrigerados o con condiciones controladas, artículos inflamables, etc.
Modo de empaque
Por unidad, docenas, cientos, millares, promociones, etc.
Localización geográfica
En muchas cadenas de abastecimiento, los ítems pueden diferenciarse por su localización geográfica, así sea el mismo código.
Carlos Julio Vidal Holguín
Con respecto del proceso de demanda, los ítems también pueden diferir
en cuanto a los siguientes aspectos:
• Demanda por unidades, docenas, cajas, por miles, etc.
• Un ítem puede ser demandado para sustituir a otro.
• Un ítem puede ser complementario, en el sentido de que sólo es
aceptado por el cliente si otros ítems son incluidos en la orden.
• Pueden existir diferencias en cuanto al modo de transporte: recogidos por el cliente, en camiones propios, en empresas de carga contratadas, por tren, avión, barco, etc.
• Pueden existir ítems que permitan ser no despachados, para incluirlos en órdenes pendientes, mientras que otros no tengan esta flexibilidad.
Igualmente, la forma como se reciben los ítems puede tener gran variabilidad. El tiempo de despacho, adicionalmente, puede ser horas, días,
semanas e, incluso, meses, en el caso de algunos envíos internacionales o
cuando se presentan órdenes pendientes.
Así, las decisiones que comprenden los sistemas de producción e inventarios se ven complicadas por la gran variedad de SKU que pueden existir, de acuerdo con las clasificaciones anteriores. El arte de la modelación
matemática consiste, en parte, en la identificación de las características
básicas para diferenciar SKU, y en la agregación de los mismos en grupos
uniformes que permitan simultáneamente reducir su cantidad y conservar
dichas características, de tal forma que los modelos matemáticos que se
apliquen sean manejables en la práctica.
Cualquier sistema de administración de inventarios debe resolver tres
preguntas fundamentales para cada ítem en particular:
• ¿Con qué frecuencia debe revisarse el inventario del ítem?
• ¿Cuándo debe ordenarse el ítem?
• ¿Qué cantidad del ítem debe ordenarse en cada requisición?
Estas preguntas enmarcan el proceso decisorio general con respecto de
los inventarios y serán la clave para definir las características de los diferentes sistemas de control. Un posible marco de referencia que caracterice
los procesos decisorios en inventarios puede estar definido por los siguientes aspectos:
• Como en todo proceso de modelación, es necesario determinar los
factores relevantes a tener en cuenta en el proceso decisorio sobre
sistemas de inventarios y a eliminar aquellos aspectos que no son
significativos para el sistema bajo análisis.
44
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Cualquier decisión que se tome con respecto a un ítem en particular
está enmarcada dentro del siguiente contexto:
- La relación del ítem en consideración con otros SKU.
- La inversión total en el inventario agregado, probablemente considerando otros ítems de la misma familia.
- El plan maestro de la organización.
- Los sistemas de producción/distribución de los proveedores y
clientes de la empresa.
- La cadena de abastecimiento integral de la empresa.
- La economía regional y mundial como un todo.
• Las decisiones logísticas y de la cadena de abastecimiento obedecen
a un nivel jerárquico, el cual regularmente contiene:
- Decisiones estratégicas de largo plazo, como la definición de la
localización de una nueva planta manufacturera o un centro de
distribución.
- Decisiones tácticas de mediano plazo, como la selección de una
empresa transportadora para el próximo semestre o la programación de la producción del próximo mes.
- Decisiones operacionales de corto plazo o inmediatas, como la
ruta de los camiones para efectuar los despachos el día de mañana
o la programación de los trabajos en cierta máquina para hoy.
Análogamente, las decisiones con respecto de inventarios pueden
también estar enmarcadas dentro de esta clasificación:
- Escogencia del sistema general de control (decisión estratégica).
- Selección de parámetros de acuerdo con el sistema general de
control escogido, como el nivel de servicio al cliente (decisión
táctica). Aquí puede incluirse también la selección del sistema de
pronósticos para cada clase o familia de ítems.
- Decisiones operacionales, tales como el sistema de recolección
de datos, la determinación de pedidos, el reporte de resultados, la
planeación de despachos de bodegas a puntos de venta y la priorización de despachos cuando no hay suficiente cantidad de los
productos enviados, entre otras posibles.
• Cuando exista un gran número de SKU, éstos deben agregarse y
analizarse en grupos homogéneos más reducidos, con el objeto de
disminuir el grado de complejidad del problema sin pérdida significativa de la precisión de los modelos utilizados.
45
Carlos Julio Vidal Holguín
• Especial énfasis debe dársele al análisis de las variables más importantes, como los costos de alistamiento y el proceso de demanda,
para el cual debe diseñarse un adecuado sistema de pronósticos.
Hay errores frecuentes en el manejo de los inventarios. Uno muy común es el de utilizar el indicador de rotación del inventario de manera uniforme a lo largo de toda una familia de ítems. Muchas veces éstos pueden
ser incompatibles o de naturaleza diferente y no es recomendable su comparación directa a través del indicador mencionado. Debe tenerse muy en
cuenta que el indicador de rotación de inventarios, tal como fue definido en
la Ec. (1.2), y el porcentaje sobre las ventas, son útiles sólo para efectos de
reporte de resultados, pero nunca como herramientas de aplicación uniforme
para efectos de control. Al tratar de mejorar la rotación de los inventarios de
manera forzada, reduciendo drásticamente su nivel, es muy probable que
se consiga el efecto contrario, ya que se afectaría el nivel de servicio y, por
ende, las ventas, con lo que sería muy difícil conseguir el mejoramiento buscado del indicador. Además, se produciría una pérdida de imagen grave ante
los clientes que puede ser irrecuperable. Un proyecto que busque mejorar la
rotación del inventario debe ser muy bien planeado y debe aplicar técnicas
cuantitativas para evitar el decremento del nivel de servicio.
Otros errores muy comunes en el manejo de inventarios son los siguientes:
• Definir inventarios de seguridad sólo con base en los indicadores de
demanda promedio, ignorando la variabilidad de la misma y, más
grave aún, ignorando la variabilidad de los tiempos de reposición.
• Imponer controles en categorías de inventarios que han sido definidas sólo para efectos contables.
• Imponer el mismo límite de inventarios con base en un porcentaje de
las ventas para todas las divisiones regionales de una organización.
En resumen, el arte del control de inventarios consiste, entonces, en
responder a las tres preguntas básicas para cada ítem en cada lugar donde
es almacenado, y además:
• Considerando todas las propiedades individuales de cada producto y
su relación con otros ítems.
• Realizando un análisis integral sobre los efectos que otras operaciones de la cadena de abastecimiento pueden tener sobre el sistema de
control y gestión de inventarios, tales como el sistema de almacenamiento y el sistema de transporte.
• Utilizando un conjunto adecuado de indicadores de gestión de inventarios.
46
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Categorizando correctamente las decisiones dentro de su respectivo
nivel jerárquico.
• Realizando el agrupamiento de ítems cuando sea del caso.
• Evitando los errores frecuentes anteriormente mencionados.
clasificación funcional de los inventarios
Es muy importante clasificar los inventarios desde el punto de vista
funcional, ya que esto contribuye a evitar algunos de los errores frecuentes
en la administración de los inventarios. Existen cuatro tipos básicos de
inventarios, a saber: inventario cíclico, inventario de seguridad, inventario
de anticipación o estacional, e inventario en tránsito. Esta clasificación
puede ser útil para abordar la toma de decisiones en inventarios. Éstos se
describen a continuación.
Inventario cíclico
Los inventarios cíclicos resultan del hecho de producir u ordenar en lotes, en lugar de unidad por unidad, y están directamente relacionados con
la demanda promedio del ítem. La cantidad de inventario disponible en
cualquier momento, como resultado de dichos lotes, se denomina inventario cíclico. Las principales razones para utilizar producción u órdenes por
lotes son: obtener economías de escala al evitar altos costos de alistamiento u ordenamiento, lograr descuentos por cantidad en costos de compra y/o
transporte, y satisfacer restricciones tecnológicas de producción por lotes.
Posteriormente se verá que el inventario cíclico en cualquier instante
depende de la frecuencia y cantidad con que se realicen los pedidos, y que
esto puede determinarse estableciendo la prioridad entre el costo de ordenamiento y el costo de mantenimiento del inventario.
Inventario de seguridad
El inventario de seguridad es el que se conserva disponible para responder a todas las fluctuaciones aleatorias que puedan existir en el sistema.
Las más importantes son la variabilidad de la demanda y la variabilidad de
los tiempos de reposición. El inventario de seguridad afecta directamente
el nivel del servicio al cliente, el cual puede definirse como la frecuencia
con que la demanda del cliente es satisfecha del inventario disponible. El
inventario de seguridad es un tema fundamental y se tratará con detalle en
los capítulos 3 y 5.
Inventario de anticipación o estacional
Este es el inventario acumulado con anterioridad para responder a picos de demanda. Se maneja en empresas para las cuales es más costoso
satisfacer dichos picos a partir de la contratación adicional de personal, a
47
Carlos Julio Vidal Holguín
la programación de horas extras y/o a la compra a proveedores externos
durante los períodos de alta demanda. También ocurre en empresas donde
la naturaleza del producto así lo determina, como en la producción de salsa
de tomate en países donde la cosecha ocurre en un tiempo relativamente
corto del año, y las empresas que fabrican adornos de Navidad. Este tipo
de inventario puede estar presente, finalmente, en situaciones donde se requiere construirlo con anticipación a la demanda, como es el caso de zonas
climáticas extremas donde se dificulte la distribución en ciertas épocas del
año, períodos de guerra, etc.
Inventario en tránsito (o en proceso)
Este clase incluye productos que se encuentran en tránsito entre diversas estaciones de producción (inventario en proceso), o en los sistemas
de transporte entre una instalación y otra, de la cadena de abastecimiento
(inventario en tránsito o pipeline inventory). El inventario en tránsito es
proporcional al nivel de utilización del producto y al tiempo de transporte
entre las instalaciones del sistema y se constituye en un elemento importante para la selección de los modos de transporte en una cadena de abastecimiento, especialmente internacional (ver capítulo5).
Algunos autores mencionan otros tipos de inventarios, como los de
congestión y los de separación. El primero se refiere a los inventarios que
se forman antes de un cuello de botella en un proceso productivo y se estudian principalmente en textos de producción y manufactura. El inventario
de separación es un nombre que se le da a los inventarios existentes en
distintos puntos de la cadena, como en un centro de distribución y en una
bodega local. Estos inventarios permiten separar las decisiones de control
entre los dos lugares y de allí proviene su nombre.
A continuación se describen los factores principales a tener en cuenta
a lo largo de este libro para la gestión y control de inventarios. Se utiliza
una notación semejante a la de Silver et al. (1998), ya que se ha encontrado
como la más adecuada porque brinda mayor claridad, la aplican gran cantidad de investigadores en el área de inventarios, y la mayoría de los nombres de las variables y sus iniciales, coinciden con sus nombres en español.
factores de iMportancia para la toMa de decisiones en inventarios
Factores de costo
El valor unitario del ítem, v
El valor unitario de cada ítem v está expresado en $/unidad, pudiendo ser la “unidad” cualquier medida adecuada de cantidad de producto,
como pueden ser litros, metros cúbicos, toneladas, unidades físicas, cajas,
etc. Para un comerciante (no-productor) este costo corresponde al precio
del artículo pagado al proveedor incluyendo los fletes y costos variables
48
Fundamentos de control y gestión de inventarios
relacionados. Puede depender del tamaño de pedido, de acuerdo con los
descuentos por cantidad.
Para productores, este valor es más difícil de determinar. Sin embargo,
rara vez se utiliza el valor en libros del ítem. Se prefiere, en cambio, medir
el valor real del dinero invertido en el ítem (costo variable de producción)
para hacerlo apto para su utilización, bien sea como producto terminado
para el consumidor final, o como componente para otro proceso dentro de
la planta. Este costo es muy importante, ya que el costo de llevar el inventario depende de él.
La tasa o rata del costo de llevar o mantener el inventario, r
De acuerdo con Stock y Lambert (2001, pp. 187-225), el costo de mantenimiento del inventario debería incluir sólo aquellos costos que son proporcionales al volumen promedio de inventario que se mantiene. El costo
de llevar o mantener el inventario comprende, por lo tanto, los costos de
servicio del inventario (almacenamiento y manejo), el costo del espacio
utilizado, los costos de capital y los costos de riesgo del inventario (obsolescencia, daños y filtraciones, y los seguros e impuestos).
Los costos de almacenamiento y manejo se refieren a los costos de operar la bodega, teniendo en cuenta la mano de obra utilizada, las actividades
desarrolladas, como recepción, almacenamiento, inspección, recolección y
despacho. Si la operación de almacenamiento es tercerizada, estos costos
podrían formar parte del costo global de espacio dado por el arrendatario
(descrito a continuación) o podrían ser independientes, expresados en $/
unidad que circula por la bodega. Para el cálculo de r sólo deben tomarse
aquellos costos que efectivamente varían con el nivel promedio del inventario y no con el flujo a través de la bodega. Estos últimos pueden ser
considerados como costos de almacenamiento.
El costo de espacio es el reflejo del uso del volumen dentro del edificio
de la bodega. Si la bodega es pública, parte de estos costos pueden ser proporcionales al flujo a través de la bodega (throughput) y otra parte puede
ser proporcional al nivel de inventario promedio mantenido; sólo estos últimos deberían considerarse como costos de mantenimiento del inventario,
mientras que los primeros forman parte del rubro de costos de almacenamiento. Si el espacio es propio de la empresa, generalmente los costos de
espacio que dependen del nivel de inventario promedio son despreciables.
Todos los costos de operación de la bodega se deberían considerar como
costos de almacenamiento y manejo, pero no de mantenimiento del inventario.
Los costos de capital o costos de oportunidad representan la mayor
proporción de los costos de mantenimiento del inventario. A pesar de esto,
es el costo menos tangible de todos los componentes del costo de inventa-
49
Carlos Julio Vidal Holguín
rio, ya que, en realidad, representa la posible pérdida de inversión en otras
actividades que la empresa podría tener, donde al menos ganaría su tasa
mínima de retorno sobre la inversión. Su determinación no es fácil, ya que
depende de muchos factores. Primero, los inventarios pueden tratarse de
activos a corto plazo o de activos a largo plazo, dependiendo de su función.
Segundo, el costo de capital puede determinarse de un rango amplio de
valores que van desde las tasas de interés del mercado, hasta el costo de
oportunidad del capital, el cual puede estar representado en el promedio
de las tasas mínimas de retorno de la empresa o en las inversiones más
rentables a las que la empresa tiene acceso. Stock y Lambert (2001, pp.
193-217) presentan una completa discusión de estos aspectos (ver lecturas adicionales al final de este capítulo). Es importante mencionar que los
costos de oportunidad deben expresarse en términos “antes de impuestos”,
ya que los demás costos de mantenimiento del inventario se expresan de
esa forma. Si el costo de oportunidad se expresa como tasa después de impuestos, su equivalente antes de impuestos se obtiene dividiéndolo entre
(1 – la tasa de impuestos).
Los costos de riesgo representan los costos de obsolescencia, deterioro
y depreciación del inventario. El deterioro puede deberse a condiciones
naturales de los ítems en inventario, especialmente si se trata de artículos
perecederos. Estos costos pueden determinarse del costo de ítems perdidos, o del costo de actualización mediante trabajo adicional para recobrar
el estado normal del producto, o de reponer el producto desde otra localización.
Los seguros e impuestos dependen del inventario disponible y por ello
forman parte del costo de mantenimiento del inventario. Los seguros se toman como prevención contra incendio, robo, daños, etc. Los impuestos se
pagan dependiendo de los sistemas contables particulares de cada región
y, generalmente, se cobran de acuerdo con los valores en libros de los inventarios. El tema de valoración de los inventarios para efectos contables
no se considera en este libro.
La tabla 2.2 muestra un posible rango de porcentajes de los costos mencionados anteriormente y un ejemplo, al igual que el porcentaje de cada
tipo de costo con respecto a la tasa total de costo de mantenimiento del
inventario r. Como ilustración, tómese el 30,0% anual de los costos de
interés y de oportunidad en el ejemplo (se asume que esta tasa ya está
calculada antes de impuestos); la proporción 30,0/36,0 = 83,33%, da el
porcentaje de este componente con respecto de la tasa total r del ejemplo,
igual al 36,0% anual.
50
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 2.2. Componentes del costo de mantenimiento del inventario
Componente de la tasa de costo
de mantenimiento
del inventario r
Rango de valores
Ejemplo
(% anual)
(% anual)
Porcentaje del total
en el ejemplo
(%)
4,0-40,0%
30,0*
83,33
Obsolescencia y depreciación
0,5-2,0
2,0
5,56
Almacenamiento y manejo
0,0-4,0
2,0
5,56
Impuestos
0,5-2,0
1,0
2,78
Seguros
0,0-2,0
1,0
2,77
5,0-50,0%
36,0
100,00
Interés y costos de oportunidad
*
Total
Esta figura debe estar expresada en porcentaje antes de impuestos para poderse sumar con el resto
de costos. El valor antes de impuestos se obtiene dividiendo el valor después de impuestos entre
(1 – tasa de impuestos).
[Fuente: Complementada de Bowersox et al. (2007), p. 137].
*
Nótese que los costos de oportunidad y almacenamiento representan la
mayor proporción del costo de mantenimiento del inventario, aunque los
costos de obsolescencia pueden tomar un lugar importante, especialmente
en productos de corto ciclo de vida. Esto, por supuesto, es una guía y en
cada caso debe analizarse cuidadosamente cada componente del costo. Las
unidades en las que se mide la tasa r son, normalmente, un porcentaje por
año [%/año], o, equivalentemente, en [$/($ año)], lo que significa el dinero que hay que pagar por cada peso invertido en inventario cada año o cada
período de tiempo que se escoja para el análisis. Regularmente se utiliza
el mismo costo de llevar el inventario para todos los ítems o para familias
homogéneas de ítems, excepto en los casos en que las diferencias entre
diversos ítems sean significativas y ameriten un cálculo independiente.
El costo de mantenimiento del inventario Cm (en $) se calcula normalmente mediante la siguiente ecuación:
Cm = Ῑvr
(2.1)
donde:
I = inventario promedio anual en unidades
Iv = inventario promedio anual expresado en unidades monetarias ($)
r = tasa del costo de llevar el inventario, expresada en %/año o en
$($×año)
Es muy importante notar la diferencia entre la tasa del costo de mantenimiento del inventario r y el costo de mantenimiento del inventario propiamente dicho Cm. Este último se obtiene al multiplicar la tasa r por el in51
Carlos Julio Vidal Holguín
ventario promedio en $, el cual surge del producto entre el valor del ítem v,
en $/unidad, y su inventario promedio en unidades I. Se aclara esto porque
a menudo se habla de r como el “costo de mantenimiento del inventario”
y no como una tasa o rata.
La Ec. (2.1) justifica la inclusión en el cálculo de la tasa r de sólo aquellos costos que varían con el nivel promedio de inventario I, ya que dicha expresión se utilizará posteriormente en modelos matemáticos en los
cuales se expresa el inventario promedio en función de las variables de
decisión. Por ejemplo, para la determinación del tamaño de lote económico, EOQ, el inventario promedio es igual a Q/2 y, por lo tanto, la tasa
r debería incluir solamente los costos sensibles a las variaciones de Q,
por ejemplo, los costos de oportunidad, impuestos sobre el inventario y
obsolescencia. Costos como la depreciación de la bodega propia y los
intereses pagados por posibles préstamos para su construcción, no deberían incluirse en el modelo matemático, sino considerarse como otros
rubros contables o financieros, puesto que no dependen del nivel promedio de inventario.
Otros métodos para estimar r han sido desarrollados recientemente. Por
ejemplo, Berling (2008) expresa que la investigación reciente ha demostrado que no necesariamente el costo de mantenimiento del inventario varía linealmente con el nivel de inventario promedio. El autor presenta otra
metodología basada en elementos microeconómicos, la cual considera el
costeo basado en actividades (costeo ABC o Activity Based Costing). En
este artículo se demuestra que, en algunas ocasiones, el método tradicional
puede sobreestimar en más del 15% la tasa del costo de mantenimiento del
inventario r.
El costo de ordenamiento o de alistamiento, A
Cada orden para reponer el inventario tiene varios costos asociados, los
cuales, en general, son fijos y no dependen del tamaño de la misma. Estos
costos corresponden al procesamiento, transmisión, manejo y compra de
la orden. Específicamente, para un comerciante (no-productor), el costo de
ordenamiento puede comprender:
• Costo de preparación de los formatos de las órdenes.
• Costos de correo (o de cualquier sistema que utilice para la transmisión de órdenes, incluyendo fax, EDI, etc.).
• Costos de llamadas telefónicas relacionadas con el pedido.
• Costos de autorización del pedido.
• Costos de recepción e inspección.
• Costos de manejo de las facturas del proveedor.
• Otros costos relacionados con el procesamiento de la orden.
• Costo de transporte de la orden (independiente del tamaño de la misma).
52
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Para un productor, este costo puede incluir los rubros relacionados con
el montaje de maquinaria fija, los costos de alistamiento para preparar las
máquinas para procesar la orden, la transmisión y control de la orden en la
planta. En este caso, se prefiere utilizar el término costo de preparación o
de alistamiento (setup).
Es muy importante definir cuáles costos se constituyen en costos adicionales o marginales para la preparación o procesamiento de una orden,
ya sea en un sistema productivo o comercial, ya que, de acuerdo con algunos autores, son los costos marginales o incrementales los que deben incluirse en el costo de ordenamiento o preparación. En otras palabras, si el
procesamiento de una orden no requiere personal adicional, sino el mismo
personal al que debe pagársele su salario, independientemente de que la
orden se produzca o no, sólo deberían incluirse los costos marginales para
procesar la orden, como el costo de papelería y copiado. Algunos costos
de ordenamiento pueden depender del tamaño de la orden y, por lo tanto,
su tratamiento matemático varía. Fogarty et al. (1994, pp. 208-233) tratan
con mayor detalle y extensión el tema de los costos de ordenamiento, al
igual que Silver y Peterson (1985, pp. 72-78) y Silver et al. (1998, pp. 5358).
El costo de faltante o de bajo inventario, B
Este costo se produce cuando se recibe una orden y no hay suficiente
inventario disponible para cubrirla (puede ser que el ítem esté completamente agotado o que haya bajo inventario). Generalmente se expresa
como un porcentaje del valor v del ítem. Los principales tipos de costos de
faltantes son los siguientes:
Costo especificado (B1) por cada ocasión en la que ocurren faltantes.
En este caso se asume que el costo de faltante de inventario es constante y
se incurre en él sólo por el hecho de ocurrir el rompimiento de inventario.
No depende de la magnitud ni de la duración del faltante, sólo del evento
de ocurrencia. Por ejemplo, esto puede suceder cuando la inminente ocurrencia de un faltante genera una serie de actividades de emergencia para
evitarlo.
Costo especificado (B2v) por cada unidad de faltante. Aquí se carga una
fracción B2 del costo unitario del ítem debido al faltante. O sea que el costo unitario de faltante es igual a B2v, donde v es el valor unitario del ítem
como se ha definido anteriormente. Este tipo de costo se utiliza cuando el
faltante es cubierto mediante horas extras de producción, lo que ocasiona
un sobrecosto unitario de producción. También puede ser adecuado cuando la venta se pierde totalmente y el costo es la utilidad unitaria dejada de
percibir, más cierto valor por pérdida de imagen ante los clientes.
53
Carlos Julio Vidal Holguín
Costo especificado (B3v) por cada unidad de faltante por unidad de
tiempo. Aquí se carga una cantidad B3 por cada peso de faltante (o equivalentemente B3v por unidad de faltante) por unidad de tiempo. Este caso se
aplica cuando se trata de faltantes de repuestos que pueden parar la producción de una máquina hasta que el ítem sea entregado al cliente. Nótese
que esta medida del costo de faltantes tiene las mismas unidades que la
tasa de costo de mantenimiento del inventario r.
Cuando ocurre un faltante pueden suceder tres posibilidades: se genera una orden pendiente, se pierde la venta o se produce una combinación
de ambas, como cuando el cliente decide aceptar una orden pendiente
parcial. Cualquiera de las tres posibilidades que ocurra, genera un costo
de faltante, el cual es muy difícil de estimar debido a su naturaleza intangible.
Cuando se pierde la venta totalmente, puede usarse, como primera
aproximación, la utilidad perdida como el costo de faltante de inventario.
Cuando se genera una orden pendiente, se debe emprender una serie de
acciones especiales, como órdenes adicionales, planeación urgente de producción, transporte especial, etc., lo que aumenta el costo del ítem comparado con el canal normal de distribución. Estos costos no son difíciles
de medir, pero el hecho de no tener el inventario disponible puede generar
mala imagen y descontento en los clientes, lo cual puede ocasionar pérdida
de ventas futuras. Este factor es muy difícil o imposible de cuantificar en
forma práctica. Se prefiere, por ello, utilizar valores conservativos, de tal
forma que no se generen altos costos de faltantes y el control del inventario mantenga un nivel de servicio alto. También, en algunas ocasiones, se
calcula el costo de faltante implicado por cierta política de inventarios y
su valor se compara con valores de referencia para determinar si está o no
dentro de cierto rango admisible.
Factores relacionados con los tiempos de reposición y con la demanda
Tiempo de reposición (Lead Time), L
El tiempo de reposición o Lead Time (término normalmente usado en
nuestro medio) es el tiempo que transcurre entre el momento de expedir
una orden (de compra o de producción) y el instante en que se tienen los
artículos listos para ser demandados por el cliente. Este factor es de fundamental importancia para el control de los inventarios, ya que es precisamente durante el tiempo de reposición cuando puede ocurrir un faltante de
inventario, pues se supone que aquí el nivel de inventario está relativamente bajo, ya que dio lugar a la expedición de una orden.
54
Fundamentos de control y gestión de inventarios
En un ambiente no productivo, el tiempo de reposición comprende generalmente las siguientes etapas:
• Tiempo administrativo que transcurre entre la decisión de emitir una
orden y su correspondiente preparación.
• Tiempo de tránsito de la orden hasta el proveedor.
• Tiempo empleado por el proveedor para procesar la orden, el cual, a
su vez, depende de su nivel de inventario y condiciones generales de
almacenamiento y producción.
• Tiempo de tránsito entre el proveedor y el lugar donde es solicitada
la orden.
• Tiempo de recepción, inspección, ingreso al sistema y almacenamiento en el lugar donde es solicitada la orden.
El tiempo de reposición tiene ciertas implicaciones teóricas complejas;
es decir, no es simplemente una diferencia de fechas en una hoja electrónica. Supongamos que a un proveedor le hemos puesto una orden de compra
por cinco ítems, 500, 700, 800, 850 y 900 unidades de los ítems 1 al 5,
respectivamente. El proveedor promete dos días de tiempo de reposición,
al cabo de los cuales efectivamente llega el camión a nuestra bodega. Sin
embargo, la entrega se hace por 500, 700, 800, 400 y 0 unidades, respectivamente. Es decir que faltaron 450 unidades del ítem 4 y todas las 900
unidades pedidas del ítem 5. El proveedor se compromete a entregar las
cantidades faltantes al cabo de otros tres días, aumentando a cinco días la
entrega completa de los ítems 4 y 5. ¿Cuál fue el tiempo de reposición de
la orden de compra asociada a este proveedor?
La respuesta a esta pregunta no es fácil y esto ocurre todos los días en
nuestro medio. Se podría decir que lo ideal sería llevar un registro de tiempos de reposición por ítem y por proveedor y no solamente por proveedor
o por orden de compra. El problema es que las empresas a menudo no llegan hasta este nivel de detalle en sus sistemas de información e, incluso, ni
siquiera se graba la información global por proveedor, de la cual podamos
extraer tiempos de reposición promedios y estimar sus desviaciones estándar. Lo negativo es que muy probablemente, en el ejemplo, habrá rompimiento del inventario de los ítems 4 y 5, pues seguramente los cálculos de
inventarios cíclicos y de seguridad se hicieron con un tiempo de reposición
promedio del proveedor de dos o tres días, el cual no se cumplió para todos
los productos. Estas son las complejidades prácticas que se deben sortear a
diario y, como se ha podido comprobar, producen un efecto dramático sobre los sistemas de control de inventarios de las empresas. Algo semejante
puede ocurrir cuando el proveedor es la propia planta productora, aunque
en este caso puede haber mejores oportunidades de control.
55
Carlos Julio Vidal Holguín
Se ha observado, en la práctica, comportamiento de proveedores altamente variables en cuanto a su tiempo de reposición, con distribuciones
de frecuencia que pueden fluctuar entre los 2 y los 20 días o más, con una
forma muy irregular. Evidentemente, esta situación muestra que los tiempos de reposición rara vez se pueden considerar constantes y conocidos
y, por lo tanto, debe incluirse en los análisis alguna aproximación a este
problema. El capítulo 5 contempla los sistemas de control de inventarios
considerando tiempos de reposición aleatorios.
Tipo y patrón de demanda, D
Se debe considerar, primero, un aspecto muy importante de la demanda,
cual es su caracterización como demanda independiente, o como demanda
dependiente o derivada. La demanda independiente es generada por entes
externos a la empresa, como los clientes que compran los productos terminados que ésta manufactura. La demanda dependiente, por el contrario,
como su nombre lo indica, depende de otras. El ejemplo más común es la
demanda de materias primas y componentes generada por una demanda independiente de productos terminados. En general, la demanda dependiente
es mejor controlada por sistemas MRP (Material Requirements Planning)
y otras técnicas relacionadas. Los casos de demanda dependiente se analizan principalmente en los textos de producción. Este texto se enfoca en
los casos de demanda independiente, con excepción del tema de control
de inventarios con demanda determinística pero variable con el tiempo,
expuesto en el capítulo 4, el cual está muy relacionado con los sistemas
MRP. Para una descripción interesante sobre la relación entre la demanda
independiente y la dependiente, puede consultarse a Gutiérrez (2006).
Otro aspecto de fundamental importancia, para el diseño de un sistema
de administración de inventarios, es el patrón que sigue la demanda. El
patrón de demanda más simple es el de demanda constante y conocida,
tema que se analiza en el capítulo 4, el cual, obviamente, se aparta mucho
de la realidad. Su utilidad principal radica en que algunos conceptos relacionados con este tipo de demanda, como el tamaño económico de pedido
(EOQ), son importantes para la comprensión y el desarrollo de casos más
complejos y que, de una u otra forma, se emplea en la práctica. La demanda también puede ser variable pero conocida (o sea, demanda determinística). Esta corresponde al famoso problema del tamaño dinámico de lote
(lot sizing) y se trata igualmente en el capítulo 4.
La demanda aleatoria se presenta de acuerdo con varios patrones claramente identificables. La demanda perpetua, estable o uniforme, cuyo
promedio se mantiene por largos períodos de tiempo y su fluctuación
permanece dentro de rangos “pequeños”. Si el promedio de demanda varía significativamente con el tiempo, se tiene un patrón de demanda con
56
Fundamentos de control y gestión de inventarios
tendencia (creciente o decreciente), la cual generalmente se toma como
lineal. Otro patrón de demanda ocurre cuando se esperan picos en determinadas épocas del año, como los artículos de Navidad o productos relacionados con las estaciones climáticas. Este patrón de demanda se denomina
periódico o estacional. El patrón de demanda errática presenta grandes
variaciones a lo largo del tiempo, pasando de períodos de cero demanda, a
grandes picos. La diferencia entre este patrón y el periódico o estacional es
que, en el errático, los picos no son predecibles, por lo cual es una de las
demandas más complejas de administrar.
Pueden existir patrones de demanda que varían de un período a otro,
presentándose combinaciones de los patrones anteriores, como la demanda
de cuadernos en nuestro medio. En la época previa a la entrada a los colegios y universidades se presentan picos predecibles de demanda, mientras
que, entre estos picos, la demanda puede catalogarse como relativamente
estable. La figura 2.1 ilustra algunos patrones de demanda.
Figura 2.1. Diversos patrones de demanda
Una forma práctica de determinar si una demanda es perpetua o errática
constituye en calcular el coeficiente de variación de la distribución de la
demanda, definido como:
57
Carlos Julio Vidal Holguín
(2.2)
Si el coeficiente de variación es mayor o igual que 1 (100%), la demanda puede catalogarse como errática. En caso contrario, la demanda puede
considerarse estacionaria o perpetua. Obviamente, entre menor sea el coeficiente de variación de la demanda, menor es su grado de aleatoriedad.
Esto, por supuesto, es una regla muy general y cada caso debe analizarse
en forma particular.
Ejemplo 2.1. (Demanda perpetua y demanda errática)
Considere los siguientes registros de demanda (en unidades) para dos
ítems:
Semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Ítem 1
54
78
120
15
33
68
102
80
45
17
60
125
Ítem 2
10
95
3
0
3
17
0
0
130
0
2
2
Si xt es la demanda observada en el período t y n es el número total de
períodos de observación (en este caso, 12 semanas), se puede estimar la
demanda promedio y su desviación estándar para cada uno de los ítems
anteriores, de acuerdo con las siguientes ecuaciones muy conocidas de la
estadística:
(2.3)
Al aplicar las Ecs. (2.3) al ejemplo, se obtienen los siguientes resultados:
Ítem
Demanda
promedio
Desviación
estándar
Coeficiente de
variación
1
66,42
36,61
0,55
2
21,83
43,30
1,98
58
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Se puede, entonces, concluir que el ítem 1 sigue un patrón de demanda
perpetua, mientras que el ítem 2 presenta un patrón de demanda errática.
Esta diferencia puede generar distintos sistemas de pronósticos y políticas
de control del inventario de dichos ítems. En casos reales, es posible que se
requiera un mayor número de datos para lograr estimaciones más precisas
de los parámetros de la distribución de la demanda.
De acuerdo con el patrón que siga la demanda, se debe escoger el sistema de pronósticos adecuado. El objetivo del capítulo 3 es el estudio de
diversos sistemas de pronósticos utilizados en el control de inventarios de
ítems de demanda independiente.
Ejercicios 2.1
1. Suponga que usted ha sido llamado como asesor para diseñar sistemas de control de inventarios en un gran almacén de departamentos,
o sea aquél que tiene secciones de supermercado, electrodomésticos,
ropa, ferretería, droguería, papelería, etc.
a) Trate de estimar el número de ítems que un almacén de esta naturaleza maneja normalmente en su inventario.
b) Proponga posibilidades de agrupación de ítems para reducir su
número y así la complejidad de los sistemas de control.
c) Diferencie diferentes tipos de ítems, como ítems perecederos, y
comente, en general, sobre las dificultades que un sistema de control de inventarios tendría para este caso.
d) Dé algunos ejemplos sobre cuáles ítems tendrían muy probablemente demanda perpetua, errática, estacional, combinada, etc.
Comente sobre las dificultades de control de cada tipo de ítem.
2. Discuta acerca de la función que desempeña el inventario de seguridad y por qué éste es a menudo, no requerido en ambientes que
trabajan bajo JIT.
3. Tomando casos de la vida real, dé ejemplos de inventario cíclico, de
seguridad, de anticipación y en tránsito. Discuta la utilidad que tiene
el definir los tipos de inventarios de acuerdo con su función.
4. Una ferretería que maneja un inventario muy uniforme, en cuanto a
su tamaño y manejo, está tratando de determinar su costo de mantenimiento del inventario. El primer acuerdo al que se llega es que
los costos de oportunidad pueden tomarse como el 18% anual, de
acuerdo con las tasas promedio de colocación a las que tiene acceso
la empresa. El inventario promedio que se tuvo el último año fue de
alrededor de 3.800 millones de pesos. Se ha determinado que los
59
Carlos Julio Vidal Holguín
costos de almacenamiento y manejo para el año pasado fueron los
siguientes:
$
Instalaciones (Almacén y bodega)
Mano de obra (Manejo de materiales)
Mantenimiento de equipo
Mantenimiento de las instalaciones
Personal de seguridad
37.000.000
57.000.000
17.500.000
20.000.000
27.500.000
Se ha reunido también la siguiente información adicional para el último año:
$
Daños y pérdidas
Impuestos pagos sobre el inventario
Seguros pagos
Obsolescencia y depreciación estimadas
33.750.000
26.550.000
42.000.000
31.000.000
A partir de los datos anteriores, proponga un valor para la tasa del
costo anual de mantenimiento del inventario, r, que maneja esta empresa.
5. El inventario de cierta empresa, principalmente compuesto por partes maquinadas, consiste en 6.000 ítems valorados por el departamento de Contabilidad en un promedio de 966 millones de pesos.
La compañía había construido recientemente una nueva bodega a un
costo de $426 millones de pesos, financiados mediante un préstamo
que paga el 17.5% anual efectivo. El edificio se deprecia en línea
recta a 25 años. La compañía calcula un costo de capital del 10%
anual. Los principales costos de operación anuales en la nueva bodega se estimaron así:
Impuestos
$
Seguro de edificios y de inventario
Aire acondicionado
Electricidad y agua
Mano de obra
Filtraciones
Obsolescencia
Total
$
13.185.000
7.360.000
28.750.000
9.578.000
58.700.000
11.500.000
11.500.000
140.573.000
Recomiende un valor para el costo de mantenimiento del inventario,
r, en $/$ año. [Adaptado de Silver et al. (1998), p. 69].
60
Fundamentos de control y gestión de inventarios
6. Si en el problema No. 4 los artículos de que se habla no hubiesen
sido tan “uniformes” en cuanto a su tamaño y manejo, ¿cómo considera usted que debería cambiarse la metodología de cálculo para la
tasa del costo de mantenimiento del inventario r?
7. Lea cuidadosamente el apéndice 5A (Medición de los costos de preparación) del texto de Fogarty et al. (1995, pp. 229-233). Discuta
acerca de los tres métodos de cálculo de este costo, o sea, el método
agregado, el costo estándar y el costo marginal presentados en el
apéndice del texto mencionado.
8. Se dispone de datos de la demanda en unidades de cuatro ítems para
las últimas 24 semanas, de acuerdo con la tabla 2.3.
a) Diseñe una hoja electrónica que le permita determinar el tipo de
patrón de demanda que sigue cada uno de los cuatro ítems. Calcule el coeficiente de variación de la demanda para cada uno de
ellos y concluya.
b) Dé ejemplos de ítems comerciales reales que pudieran seguir
cada uno de los patrones de demanda identificados. ¿Qué tiene de
especial el patrón de demanda del ítem 3?
c) Utilizando sus conocimientos de regresión lineal simple, pronostique la tendencia de la demanda del ítem 2 para las próximas
cuatro semanas.
d) De acuerdo con su criterio, ordene los ítems con relación al grado
de complejidad del control de inventario de cada uno. Sustente su
respuesta.
9. La demanda de cierto ítem se observa gráficamente así:
61
Carlos Julio Vidal Holguín
a) Dé ejemplos de ítems reales que pudieran seguir este patrón de
demanda.
b) En palabras, ¿cuál cree usted que podría ser un posible sistema de
control del inventario de este ítem?
Tabla 2.3. Datos de demanda para el problema No. 8 (ejercicios 2.1)
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 10 (pp. 294-296) (Presentan de forma muy concisa la estimación de los costos relacionados con el inventario cíclico).
STOCK y LAMBERT (2001): capítulo 5 (pp. 187-225): Impacto financiero de los inventarios (Este capítulo es un excelente complemento para el tema de costos de inventario, ya que precisa los conceptos de costo de mantenimiento y su relación con la
rotación del inventario).
SILVER et al. (1998): capítulo 3 (pp. 44-66) (Este capítulo explica con detalles adicionales el tema de costos de inventario).
FOGARTY et al. (1994): capítulo 5 (pp. 179-233) (La última parte de este capítulo presenta un análisis muy interesante sobre costos de inventario en general).
62
capítulo 3
PRONÓSTICOS DE DEMANDA
introducción
Prácticamente en todo proceso de decisión, en cualquier tipo de organización, debe pronosticarse una o más variables de interés. En una empresa
del sector productivo, por ejemplo, es fundamental pronosticar los requerimientos de materiales para producir los bienes que ella manufactura; en
un sistema financiero internacional es básico predecir el comportamiento
del flujo de dinero y las tasas de cambio; en un sistema de servicios, como
un restaurante de comidas rápidas, es muy importante pronosticar la carga
de trabajo para asignar el número de personas adecuado que atenderá a los
clientes en cierto período; en una empresa que comercializa productos, o
sea que compra a un número de proveedores y vende el mismo producto
a una población de clientes, se hace necesario pronosticar la demanda que
dichos clientes van a generar.
En cualquier caso, el sistema de pronósticos es un elemento clave para
el cumplimiento de los objetivos de la organización y para el mejoramiento de su competitividad, ya que, de no tomar las decisiones correctas, se
puede caer en extremos como el deficiente servicio al cliente, el exceso
de inventarios o, peor aún, ambos factores en forma simultánea cuando se
presenta el desbalance de los inventarios.
En este capítulo se presentan las principales técnicas de pronósticos
de demanda independiente, la mayoría de las cuales han sido utilizadas y
evaluadas en casos reales. Inicialmente, se describen las principales características de cualquier sistema de pronósticos, haciendo énfasis en los
factores que afectan la precisión de los mismos y en los indicadores de
eficiencia del pronóstico. Seguidamente, se presentan los sistemas de pro-
Carlos Julio Vidal Holguín
nósticos de promedio móvil y suavización exponencial simple, indicados
para patrones de demanda estable, perpetua o uniforme. A continuación se
explica el sistema de pronósticos de suavización exponencial doble, útil
para casos de demandas con tendencia creciente o decreciente. Posteriormente, se introducen los métodos de pronósticos de demanda estacional
o periódica y se incluye el método de Croston para los casos de demanda
errática o intermitente. En la sección siguiente se da una introducción al
tema del cálculo de inventarios de seguridad con base en la información
extractada del sistema de pronósticos. El capítulo concluye presentando
el tema de los errores suavizados y las señales de rastreo, de gran utilidad
para el control de los sistemas de pronósticos.
naturaleza de los sisteMas de pronósticos
El primer aspecto que debe tenerse en cuenta es que los pronósticos de
demanda siempre estarán errados. Esto no es sorprendente ya que cuando
se pronostica, se está anticipando lo que ocurrirá en el futuro. La clave
del éxito de un sistema de gestión de inventarios es, por lo tanto, conocer
a fondo los errores del pronóstico y responder a ellos en forma adecuada
mediante la utilización de inventarios de seguridad.
El segundo aspecto de importancia en un sistema de pronósticos es la
definición del tipo de pronóstico a utilizar. Diversos autores reconocen los
siguientes métodos de pronósticos:
• Cualitativos: son fundamentalmente subjetivos y se utilizan ante la
carencia de datos históricos. Son basados prácticamente en la experiencia del analista. Pueden ser muy importantes para el caso de
pronósticos de demanda de ítems nuevos. Una extensa revisión de
bibliografía y análisis sobre este tema puede encontrarse en Fildes et
al. (2009) y en Lawrence et al. (2006).
• Series de tiempo: son métodos cuantitativos estadísticos basados en
datos históricos de demanda. Son fundamentales para cualquier sistema de pronósticos que se elija. En este tipo de pronósticos se asume que el comportamiento de la demanda va a ser aproximadamente
igual al que se venía presentando en el tiempo, reflejado en los datos
históricos disponibles.
• Causales: son métodos que asumen alta correlación entre los pronósticos de demanda y ciertos factores externos, como la economía de
un país, el crecimiento de la población, la demanda de otros productos
que influencian la del que se está analizando, entre otros posibles.
• Por analogía: estos métodos se basan en la observación de hechos
pasados similares al que se quiere pronosticar. Por ejemplo, cuando
64
Fundamentos de control y gestión de inventarios
se trata de pronosticar la demanda de una promoción de un producto,
se analiza lo que pasó en promociones anteriores semejantes. Lee et
al. (2007) proveen un extenso análisis acerca del uso de analogías
para el pronóstico de demanda.
• Simulación: son métodos que generalmente combinan estrategias de
series de tiempo con pronósticos causales. En estos métodos se trata
de simular el comportamiento de los clientes para inferir los niveles
de demanda futuros.
• Combinación de los anteriores: tienen un gran potencial y suelen ser
los más efectivos en la mayoría de los casos.
A continuación se detallan otros aspectos fundamentales que caracterizan un sistema de pronósticos.
Pasos fundamentales y ambiente general de un sistema de pronósticos
La implementación exitosa de un sistema de pronósticos requiere de
ciertos pasos a considerar. Estos son:
• Definir y comprender qué se desea pronosticar y para qué se van a
utilizar los pronósticos. No es lo mismo la realización de pronósticos
para efectos de control estadístico de la calidad de un producto, que
los pronósticos de demanda de un producto para efectos de planeación de compras y despachos.
• Establecer canales de comunicación adecuados entre todos los elementos de la cadena de abastecimiento con el objeto de tomar las
decisiones en forma integral. Por ejemplo, si un pronóstico de ventas
realizado por el departamento de Mercadeo no se comunica a tiempo
a los planeadores de demanda, a los administradores de materias primas y a la planta de producción, muy probablemente dicho pronóstico no se podrá cumplir. A veces resulta increíble, pero en la práctica
muchas veces se presenta una gran desinformación entre los departamentos de una misma empresa, lo que causa grandes problemas en
la obtención, análisis y utilización de los pronósticos de demanda.
• Analizar detalladamente cualquier factor que pueda afectar al pronóstico. Dentro de estos factores se puede mencionar la forma como
el producto se va a adquirir o a producir, la segmentación de los
clientes y la naturaleza del producto (consumo masivo, grado de
substitubilidad, perecedero o no, etc.), entre otras posibles.
• Definir un sistema adecuado de pronósticos y de medición del error
del pronóstico para cada caso en particular. No es lo mismo pronosticar ítems con demanda estable e ítems con demanda errática. El
resto de este capítulo se dedica principalmente a analizar este punto.
65
Carlos Julio Vidal Holguín
La figura 3.1 presenta el ambiente general bajo el cual generalmente se
desenvuelve un sistema de pronósticos. Nótese la importancia que tienen
los registros históricos de demanda, ya que permiten una mejor selección
del modelo a utilizar y su “puesta a punto” para el arranque de los pronósticos, a través de métodos de simulación del pronóstico, los cuales serán
explicados posteriormente. Otro aspecto básico que siempre forma parte
de un sistema de pronósticos es la intervención humana basada en la experiencia, con la cual se refinan los sugeridos brindados por el sistema,
especialmente para los ítems clase A (los más importantes), los cuales requieren de un seguimiento continuo por parte de la administración.
Fildes et al. (2006) expresan que los pronósticos son típicamente producidos por la combinación del juicio administrativo y técnicas cuantitativas, dentro de un sistema de soporte para pronósticos. En su artículo,
los autores mencionan que a menudo no se da esta integración con los
consiguientes efectos negativos en la precisión del pronóstico e identifican
factores para disminuir este efecto. Obsérvese dentro de este contexto la
importancia de la medición y utilización de los errores de pronóstico, los
cuales son la fuente de análisis para determinar la conveniencia del modelo
utilizado.
Figura 3.1. Ambiente común de un sistema de pronóstico
[Fuente: Adaptada de Silver et al. (1998), p. 75]
Los errores de pronóstico son básicos, principalmente, por tres razones:
• Proveen una forma de estimar la variabilidad de la demanda y de
determinar el inventario de seguridad adecuado, lo cual es funda-
66
Fundamentos de control y gestión de inventarios
mental para balancear los inventarios y evitar el problema de agotados de ítems clave y de exceso de ítems menos importantes.
• Permiten determinar la conveniencia del modelo de pronósticos seleccionado o de la posible actualización de sus parámetros.
• Ilustran al administrador para su intervención en el pronóstico.
Otro aspecto inherente a un sistema de pronósticos es el costo total del
sistema escogido. Entre más sofisticado sea el sistema de pronósticos, probablemente se podrá pronosticar mejor la demanda y su variabilidad, pero,
a la vez, esto tendrá un mayor costo al requerirse mayor esfuerzo humano
y de computación. Si, por el contrario, se utiliza un sistema de pronósticos
menos complejo, los costos de operación del sistema serán menores, pero
la precisión de los pronósticos será menor, lo que puede causar pérdidas
debidas a la presencia de mayores fuentes de variabilidad. Claramente, y
como se muestra en la figura 3.2, el sistema de pronósticos ideal debería
operar cerca de la zona donde el costo total es mínimo y donde exista un
equilibrio entre la precisión deseada del pronóstico y el costo asociado de
obtenerla. El arte del analista consiste en seleccionar, de acuerdo con esto
y con las condiciones particulares de su organización, el mejor sistema de
pronósticos.
Figura 3.2. Conflicto de costos en un sistema de pronósticos
La importancia de la medición de la demanda no servida
Nótese que desde un comienzo se ha venido hablando de “pronósticos
de demanda”. Esto significa que la variable de interés es la demanda de los
ítems que hay en inventario. Una práctica muy común es la de pronosticar
67
Carlos Julio Vidal Holguín
las ventas y no la demanda. La diferencia es que cuando no ocurre una venta, sí pudo haber ocurrido una demanda, la cual no se pudo satisfacer por
no tener disponible el producto o por algún otro motivo. También puede
presentarse una venta parcial por no disponer de la totalidad de la cantidad
demandada. Esta demanda se denominará de ahora en adelante “demanda
no servida” o “demanda no satisfecha”. El impacto que esto puede tener en
los pronósticos es significativo y se ilustra con el siguiente ejemplo.
Ejemplo 3.1. (Impacto de la demanda no servida)
Considere los siguientes registros de ventas de 12 semanas para un ítem
en particular (se incluyen también los registros de demanda del ítem):
Semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Ventas
10
9
3
5
3
3
0
0
0
0
2
2
Demanda
10
9
3
5
3
3
4
7
3
5
2
2
Un método muy sencillo de pronóstico, el cual se analizará más adelante, consiste en calcular el promedio de las ventas de las últimas 12 semanas
mediante la Ec. (2.3), y tomar este valor como el estimado de ventas para
la semana siguiente, o sea, la semana 13, en este caso. Este promedio es
igual a 37/12 = 3,08 unidades, o sea, 3 unidades aproximadamente. Sin
embargo, note que de las semanas 7 a la 10 no se registraron ventas de este
producto, lo cual pudo haber sido ocasionado por un agotado del producto
y pudieron haber existido clientes que sí demandaron el producto, quienes
no fueron satisfechos.
Suponga que realmente ocurrieron las siguientes demandas para las semanas 7 a la 10: 4, 7, 3 y 5 unidades, respectivamente, como se ilustra
arriba. Si se recalcula el promedio, se obtendría 56/12 = 4,67, o sea, 5
unidades aproximadamente, un 67% más de lo que se había pronosticado
anteriormente.
Por otra parte, al calcular la desviación estándar mediante la Ec. (2.3)
con los registros de cero ventas, se obtiene 3,40 unidades, contra una desviación estándar de 2,67 unidades al considerar la demanda no servida. El
cálculo correcto podría contribuir a un ahorro del 21,5% en inventario de
seguridad, si se asume que éste se va a determinar proporcionalmente a
la desviación estándar de la demanda. Este simple ejemplo ilustra el gran
impacto que puede tener el hecho de no medir la demanda no servida o de
medirla sin la máxima precisión posible.
A pesar del impacto significativo que tiene la demanda no servida sobre los pronósticos de demanda, usualmente no es fácil determinarla. Por
ejemplo, en un supermercado un cliente se acerca a una góndola y al no encontrar el producto que estaba buscando, probablemente escogerá y com68
Fundamentos de control y gestión de inventarios
prará otro de diferente marca, de acuerdo con su grado de sustitubilidad.
Esta demanda no servida del producto de la marca original, sin embargo,
no queda registrada en parte alguna. Es por eso que ocasionalmente, en
algunos supermercados, al pagar en la caja registradora se le pregunta al
cliente si hubo algún producto que estaba buscando y que no encontró y
de ser así, éste se anota. Papakiriakopoulos et al. (2009) presentan técnicas
para desarrollar un sistema de soporte a las decisiones para detectar automáticamente productos que no estén en la góndola. Ellos aclaran que un
cliente puede no encontrar el producto porque éste en realidad esté agotado
en la góndola o porque esté mal ubicado dentro del punto de venta.
La estimación de la demanda no satisfecha de productos que se distribuyen por múltiples canales, como la goma de mascar, es muy compleja,
ya que el canal tradicional (o sea, las tiendas de barrio y las rapitiendas) es
atendido por distribuidores quienes generalmente no pueden estimar la demanda no servida con precisión. En otras ocasiones, la demanda no servida
puede estimarse en forma más precisa, como es el caso de las droguerías
donde generalmente llegan los clientes con prescripciones de donde se
puede extraer más fácilmente la información sobre medicamentos agotados y su demanda no servida.
Elementos de tiempo en un sistema de pronósticos
Existen tres factores de tiempo que deben especificarse en cualquier
sistema de pronósticos, a saber:
• El período del pronóstico,
• El horizonte de planeación del pronóstico, y
• El intervalo del pronóstico.
El período del pronóstico es la unidad básica de tiempo para la cual se
realiza el pronóstico y depende de la naturaleza del proceso bajo estudio
y de la forma como se registran las transacciones en la organización. Por
ejemplo, en muchos sistemas es usual tomar como período de tiempo una
semana, aunque es posible llevar este pronóstico a diario. Es muy sencillo
implementar pronósticos semanales o mensuales a partir de datos diarios
de demanda, pero lo contrario no es posible. Por ello, si se piensa que
eventualmente se necesitan períodos del pronóstico más cortos, se debería registrar las ventas y la demanda no servida con una base diaria, por
ejemplo, así en un comienzo sólo se utilice los datos agrupados en forma
semanal o mensual.
En algunas ocasiones, la escogencia del período del pronóstico es crucial para el buen comportamiento del sistema. Usualmente las demandas
diarias de productos en un supermercado dependen del día de la semana.
69
Carlos Julio Vidal Holguín
Así, es común que en los días sábados y domingos, o en los días cercanos
a la fecha de pago, las ventas de un supermercado se incrementen con
relación a los demás días de la semana. Por eso, al escoger un período del
pronóstico igual a un día, se podría inducir alta variabilidad en los datos
diarios, mientras que si se agrupan las demandas en forma semanal, es posible que dichas variaciones diarias se amortigüen y así la variabilidad del
pronóstico disminuya. El estudio detallado de este factor en cada caso es,
por supuesto, lo recomendable. Un caso real que considera las diferencias
de demanda entre los días de semana puede consultarse en Zamora y Ruiz
(2008).
Se sabe de un proyecto de pronósticos de demanda de medicamentos
donde los ítems clase C no era recomendable pronosticarlos semanalmente, sino mensualmente, debido a que una gran proporción presentaba demanda altamente errática, con lo que los ceros de demanda semanal se
veían compensados si se consideraba el mes completo, disminuyendo así,
en gran parte, la variabilidad de los errores del pronóstico. Wild (1997, p.
143) sostiene que es mejor utilizar períodos de tiempo más pequeños, a
menos que las demandas en los períodos se vuelvan no estandarizadas,
como en algunos casos de los días viernes cuando la demanda es diferente
del resto de días de la semana, lo que ocasionaría datos, para el sistema de
pronósticos, con un pico cada viernes, en caso de escoger un día como el
período base. La decisión final sobre cuál período del pronóstico utilizar
depende también de las características del sistema de información que se
utilice para registrar las ventas y la demanda no servida.
El horizonte de planeación del pronóstico es el número de períodos en
el futuro cubiertos por el pronóstico. Se puede pronosticar hoy la demanda
semanal para las próximas cuatro semanas, sin embargo, usualmente el
horizonte de planeación es de un solo período, o sea, la próxima semana,
en este caso. El horizonte de planeación no debe ser menor que el tiempo
necesario para implementar la decisión correspondiente. Si se está efectuando un pronóstico de demanda con horizonte diario, esto no sería de
mucha utilidad si la recepción de las órdenes tardara más de un día.
El intervalo del pronóstico es la frecuencia con la que se efectúan los
nuevos pronósticos, a medida que se vaya obteniendo información adicional. A menudo este intervalo coincide con el período principal del pronóstico, o sea que para el ejemplo anterior, el pronóstico se actualizaría cada
semana. Para la determinación del intervalo del pronóstico es importante
tener en cuenta el modo en el que opera el sistema de procesamiento de datos de la organización, el cual provee la información sobre la variable que
se pronostica. Si, por ejemplo, la información se actualizara diariamente,
cualquier período de tiempo igual o superior a un día podría ser adecuado
para escoger el intervalo de pronóstico. Se recomienda, sin embargo, en
70
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cuanto sea posible, hacer coincidir al intervalo del pronóstico con su período base.
Características del proceso que se pronostica y recursos de computación
Todo sistema de pronósticos está enfocado a predecir variables de un
proceso claramente determinado. Es, por lo tanto, básico determinar la
forma y estabilidad del proceso en cuestión.
Si se sabe que el proceso es muy estable, el sistema de pronósticos debe
diseñarse acordemente, lo cual conducirá a un proceso computarizado con
poca intervención humana. Si, por el contrario, se observa que el proceso
de demanda es muy errático, debe refinarse el método de pronóstico de
acuerdo con la naturaleza propia de la demanda observada y privilegiar
la intervención humana basada en la experiencia. En cualquier caso, la
información histórica que se posea es fundamental para determinar la naturaleza del proceso (figura 3.1).
Otro aspecto significativo es el conflicto que existe entre la disponibilidad y calidad de los recursos de computación de la organización, y
el sistema de pronósticos a utilizar. Si sólo se pronostica un número bajo
de variables y en forma no muy frecuente, se pueden escoger métodos de
pronóstico altamente sofisticados que consumen mucho tiempo de computación, los cuales probablemente brindarán mejores resultados. Si, por
el contrario, se trata de pronosticar un gran número de variables muy frecuentemente, es preferible dedicar más esfuerzo al manejo eficiente de
los datos, y a los procedimientos de administración del pronóstico, que al
método en sí. Algo semejante a lo anterior sucede cuando se pronostica un
bajo número de ítems en comparación con los pronósticos de miles de ítems.
Finalmente, un factor de primordial importancia para el éxito de un
sistema de pronósticos es la voluntad de participación activa de la administración y de todo el personal involucrado. La credibilidad del sistema de
pronósticos y su conocimiento detallado, por parte de todas las personas, son
también factores claves para el éxito de cualquier sistema de pronósticos.
Causas de imprecisión en los sistemas de pronósticos
Se pueden considerar las siguientes causas como las principales para
que un sistema de pronósticos y de control de inventarios no produzca los
resultados deseados:
• Utilización de datos poco confiables, desactualizados o insuficientes. La precisión de los registros del inventario físico existente es
fundamental. Un error en el dato del inventario disponible (kárdex,
por ejemplo), puede no considerar un ítem importante para el cual el
sistema “cree” que aún tiene inventario disponible. Kang y Gershwin
71
Carlos Julio Vidal Holguín
(2005) discuten ampliamente este punto y concluyen que la inexactitud de los inventarios físicos es uno de los grandes obstáculos para
la administración de los inventarios en una cadena de abastecimiento. Además, afirman que si no se implementan algunas medidas de
control del problema, tales como inventario de seguridad adicional,
conteos manuales y corrección de los registros, ajustes automáticos
de los registros y medidas directas utilizando tecnologías de identificación de radio frecuencia RFID (Radio Frequency IDentification),
aun una pequeña fracción de inventario perdido, puede interferir en
el proceso de reposición y causar severos faltantes. Por otra parte,
la calidad y cantidad (tamaño de muestra) de los datos históricos de
ventas y demanda no servida son fundamentales para el éxito del
sistema, ya que los resultados de cualquier modelo, por sofisticado
que sea, dependen de la información que se le suministre.
• Utilización de datos de ventas en lugar de datos de demanda real.
Aunque este caso ya ha sido comentado anteriormente con relación
a la distorsión de los promedios y la desviación estándar en casos de
faltantes sin el adecuado registro de la demanda no servida, vale la
pena discutir otro caso. Supóngase, por ejemplo, que la demanda de
un ítem para las últimas tres semanas fue de 150, 120 y 85 unidades.
Si hubo faltante en las primeras dos semanas, y es posible administrar órdenes pendientes, esta demanda podría cubrirse totalmente
en la semana 3 al recibirse el pedido. Sin embargo, el registro del
sistema, en cuanto a ventas, sería de 0, 0 y 355 unidades para las
semanas 1, 2 y 3, respectivamente. Claramente, la última situación
no refleja el comportamiento real de la demanda y puede distorsionar
cualquier sistema de pronósticos, ya que, aunque produce el mismo
promedio, afecta significativamente el cálculo de la variabilidad de
la demanda (la desviación estándar medida para la muestra registrada en el primer caso es 32,53 unidades, mientras que en el segundo
caso es 204,96 unidades). Este error de registro puede hacer aumentar el inventario de seguridad innecesariamente.
• Sesgos en los pronósticos. Un problema real que afecta cualquier sistema de pronósticos, bien sea basado en técnicas estadísticas o no, es
la aparición de sesgos por encima o por debajo de la demanda real.
Un sesgo se caracteriza porque el pronóstico es consistentemente superior (o inferior) a la demanda real en varios períodos consecutivos;
esto indica claramente que se está sobrestimando (o subestimando)
la demanda. En un sistema de pronósticos bien diseñado este problema es manejable a través de técnicas de control y señales de rastreo,
las cuales se estudiarán posteriormente. Donde usualmente ocurren
estos problemas es en los pronósticos subjetivos, principalmente del
72
Fundamentos de control y gestión de inventarios
personal de ventas de una organización, ya que se tiende a inflar
artificialmente el pronóstico para tratar de disponer siempre de mercancía para la venta. Esta práctica no es la mejor y debe evitarse para
el beneficio de toda la organización.
• Velocidad de respuesta al cambio. Cualquier sistema real presenta
variaciones aleatorias en sus variables. La demanda, aunque puede presentar uniformidad en su tendencia, siempre presentará fluctuaciones. Estas variaciones normalmente no pueden predecirse y
en muchas ocasiones causan una reacción exagerada del sistema de
pronósticos o de la administración del mismo. Por ejemplo, si durante dos períodos consecutivos la demanda se incrementa significativamente, puede deberse a un cambio real en la tendencia de la
demanda, o puede ser una simple variación aleatoria ocasionada por
la demanda de uno o varios clientes especiales. Reaccionar a este
cambio en forma acelerada puede conllevar a una inestabilidad no
deseada del sistema de pronósticos y a sesgos en el mismo. Este
fenómeno se conoce también como el “nerviosismo” del sistema de
pronósticos.
• Comportamiento de los proveedores o de los sistemas de producción. Siempre deberá tenerse en cuenta la eficiencia y eficacia de los
proveedores para el correcto manejo de un sistema de inventarios. La
velocidad de entrega de los pedidos, la consistencia de los tiempos
de reposición y la precisión y cumplimiento total de las órdenes son
factores a analizar profundamente cuando se fijan niveles de inventarios de seguridad. Un aumento continuo y consistente de demanda,
puede hacer reaccionar al sistema de pronósticos utilizado, pero puede dejar en desventaja a un proveedor de baja capacidad, quien no
podrá responder a dicho cambio. Por el contrario, una disminución
de demanda puede hacer que un proveedor dilate su tiempo de reposición esperando a completar sus tamaños de lote mínimos, a través
de su propia aplicación del principio de posposición de tiempo. Algo
semejante sucede en los sistemas productivos.
• Inclusión de datos atípicos de demanda en el pronóstico. Frecuentemente la demanda presenta “picos” (outliers), especialmente por encima de lo normal. Esto puede ser ocasionado por un pedido especial
de un cliente, por ofertas y promociones, o por otras causas. Si estos
picos de demanda son puntuales y aislados, no deberían incluirse en
el sistema normal de pronósticos, ya que tienden a distorsionar futuras predicciones y la variabilidad de la demanda. Supongamos que la
demanda de cierto ítem en una semana dada fue de 1.474 unidades.
El promedio de la demanda de las 12 semanas anteriores a dicha semana fue de 102 unidades. Se trató, obviamente, de una venta espe73
Carlos Julio Vidal Holguín
cial. Si este valor se incluye en el pronóstico normal, el pronóstico y
la estimación de la variabilidad de la demanda se van a ver distorsionados y muy probablemente ocasionarían excesos de inventario. En
estos casos, por lo tanto, es preferible ignorar el pico de demanda y
reemplazarlo, por ejemplo, por el promedio de demanda que se venía
manejando. El arte de este control, por supuesto, consiste en poder
identificar en forma automática los picos de demanda y en implementar las soluciones a las que haya lugar. De una u otra forma, no
es recomendable tampoco borrar automáticamente todos los datos
atípicos de demanda, pues, en algunos casos, pueden corresponder a
verdaderos cambios en la tendencia de la misma. Por ello se sugiere,
si es posible, analizar detenidamente cada dato atípico de demanda
que se presente, especialmente de los ítems clase A.
• Selección del período del pronóstico. La teoría sugiere seleccionar
períodos de pronóstico lo más pequeños posible, ya que se espera
que la variabilidad decrezca a medida que decrece el tamaño de este
período. Así, podría ser recomendable analizar pronósticos diarios
en vez de los semanales. Sin embargo, el esfuerzo de computación
adicional puede no ser justificado, especialmente si se cuenta con
expresiones matemáticas aproximadas para inferir las variaciones
semanales a partir de las variaciones diarias o viceversa. Como se
mencionó anteriormente, puede ocurrir también que en un día especial, por ejemplo, los sábados, se presenten pico o bajas de demanda,
lo que adiciona variabilidad al sistema y entonces sería mejor tomar
períodos de una semana, los cuales podrían ser más uniformes. La
decisión final depende del análisis más profundo de los datos históricos disponibles.
• Otros factores. Frazelle (2002, pp. 114-115) incluye otros factores
como posibles fuentes de errores de los pronósticos. Ellos son: 1)
La negación que frecuentemente hacen las empresas de los procesos
de pronósticos por considerarlos inútiles e inexactos y la resistencia al cambio de las personas. 2) La ignorancia de ciertos factores que pueden ser significativos para realizar el pronóstico como
la influencia que tienen algunas ocasiones especiales en la demanda
de ciertos productos, tendencias económicas, el comportamiento de
ciertos clientes, las demandas de otros productos que afectan la demanda estudiada. Por ejemplo, una empresa productora de llantas
debería fijarse en las estadísticas de ventas de vehículos, ciertos períodos de tiempo atrás. 3) La variabilidad que induce el efecto látigo
(bullwhip), o sea, cuando las fluctuaciones de demanda aumentan
corriente-arriba en la cadena de abastecimiento.
74
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Adicionalmente a las ya mencionadas, Frazelle incluye las siguientes
estrategias para aliviar las fuentes de error de los pronósticos:
• Tratar de eliminar la necesidad de pronosticar. Hay algunas situaciones en las cuales no es necesario realizar pronósticos, como cuando se tienen sistemas productivos por orden (claro que en este caso
habría que pronosticar, probablemente, los componentes y materias
primas); cuando se utiliza demanda dependiente, como en el caso del
MRP, y cuando se busca eliminar o disminuir los tiempos de reposición de los proveedores.
• Medir la precisión a través de los errores del pronóstico. Es fundamental medir la precisión de los errores del pronóstico para poder
saber cómo está operando el sistema y, además, para definir verdaderos pronósticos de demanda que tengan en cuenta dichas medidas
de variabilidad de la demanda (figura 3.1).
• Tratar de medir la demanda correctamente y en el lugar adecuado.
La demanda debe medirse como las ventas, más la demanda no satisfecha y debe hacerse lo más cerca posible de donde ocurre. Como en
el caso de la droguería mencionado anteriormente, y en el control de
inventarios de repuestos donde la demanda debería medirse al lado
de la máquina que está requiriendo las piezas.
• Implementar actividades colaborativas. Uno de los grandes problemas de los pronósticos es que muchas veces se realizan en forma
aislada del resto de la cadena y de los otros actores de la misma. Por
ejemplo, un centro de distribución que está abasteciendo a varios
puntos de venta podría tratar de pronosticar su demanda a través de
los pedidos de los detallistas, en lugar de medir la demanda verdadera de los clientes. Esto es lo que genera precisamente el aumento
de la variabilidad de la demanda corriente-arriba en la cadena, y es
conocido ampliamente como el “efecto látigo” (bullwhip) ya mencionado. Existen técnicas de colaboración en la cadena que tratan de
aliviar este problema, tanto a nivel de la misma organización, como
entre firmas diferentes, como lo que puede ocurrir entre una empresa
y sus proveedores externos. Las técnicas de planeación, pronósticos
y reposición colaborativos (Collaborative Planning Forecasting and
Replenisment, CPFR) son unas de las más conocidas.
• Conseguir información de eventos especiales. Muchas veces se
programan eventos especiales como campañas y promociones, las
cuales necesariamente incrementan la demanda de los productos.
Obtener información sobre estos eventos es esencial para mejorar
su pronóstico y evitar la ocurrencia de faltantes o sobrantes. Otro
ejemplo se da en el control de inventarios de repuestos con las acti75
Carlos Julio Vidal Holguín
vidades de mantenimiento preventivo, las cuales están programadas
y deben ser conocidas por todas las personas encargadas del control
de dichos ítems.
• Implementar actividades rápidas de reacción. Cuando se presentan
faltantes o sobrantes por errores excesivos del pronóstico, es muy
importante diseñar estrategias de reacción tanto a la ocurrencia de
faltantes, como de sobrantes excesivos (los famosos “planes B”).
Por ejemplo, la ausencia inminente de un componente clave en producción puede evitarse por una orden rápida hacia el proveedor y
transporte aéreo de los ítems. Equivalentemente, si se genera un exceso de productos después de una promoción, deben programarse
rápidamente las devoluciones correspondientes.
• Escoger el modelo adecuado de pronósticos. Como se estudiará a
continuación, cada modelo de pronósticos está diseñado bajo un modelo subyacente de demanda. Por ejemplo, es un error utilizar un
sistema de pronósticos de promedio móvil diseñado para demandas
estables, o perpetuas para el pronóstico de un ítem con demanda
creciente.
Indicadores de eficiencia de un sistema de pronósticos
Cualquier sistema de pronósticos se justifica si es útil para el proceso de
toma de decisiones, por ejemplo, niveles de inventario a mantener, determinación de las cantidades a comprar, etc. Los principales indicadores de
eficiencia de un sistema de pronósticos están relacionados, entonces, con
los siguientes aspectos:
•
•
•
•
Precisión.
Costo.
Utilidad de los resultados.
Estabilidad y respuesta del sistema de pronósticos.
La precisión de un pronóstico se mide con base en los errores de éste,
los cuales se calculan como la diferencia entre el valor real observado y su
pronóstico calculado en algún período anterior al observado. Obviamente,
el cálculo del error de pronóstico sólo puede hacerse después de conocerse
el valor real observado de la variable que se está estimando. La expresión
más común para el cálculo de este error es la siguiente:
(3.1)
donde:
76
Fundamentos de control y gestión de inventarios
et = Error del pronóstico de demanda para el período t.
xt = Valor real u observación de la demanda en el período t.
= Pronóstico de demanda para el período t, calculado en algún período anterior, generalmente un período antes.
Por ejemplo, si se pronosticó una demanda de
= 150 unidades de
cierto ítem para la semana pasada, y la demanda real fue de xt = 135 unidades, entonces el error de pronóstico es et = xt – = 135 – 150 = −15 unidades. Nótese que el error de pronóstico definido anteriormente conserva su
signo algebraico. Como se mencionó anteriormente, en general, el pronóstico se calcula en el período anterior al período que se está pronosticando;
en lo que sigue, se asume esta convención a menos que se especifique lo
contrario.
Otros medidores de variabilidad que han demostrado ser más efectivos
que el anterior, por cuanto su suma no tiende a cancelarse con signos contrarios, son los siguientes:
(3.2)
(3.3)
En el ejemplo anterior, el error absoluto sería igual a |−15| = 15 unidades y el error cuadrático del pronóstico sería (−15)2 = 225 unidades2.
Una medida del error del pronóstico frecuentemente utilizada en la industria es el error absoluto porcentual (Absolute Percentage Error), definido usualmente como en la Ec. (3.4) y algunas veces como en la Ec. (3.5):
(3.4)
(3.5)
En la Ec. (3.4), el APE se define utilizando el valor absoluto del error
porcentual con respecto del valor real de la demanda observada; esta es tal
vez la forma más utilizada. Sin embargo, algunos planeadores de demanda
utilizan la Ec. (3.5), la cual se ha denominado APE´, donde se utiliza el
pronóstico de la demanda como la referencia para calcular el porcentaje
de desviación. Una hipótesis es que esto se hace así para evaluar qué tan
certera es la persona que realiza el pronóstico en lugar de la precisión del
pronóstico mismo. Obsérvese, finalmente, que ambos indicadores tienen
problemas de estabilidad numérica cuando existen valores de demanda, o
77
Carlos Julio Vidal Holguín
pronósticos cercanos o iguales a cero, especialmente en los casos de demanda intermitente. Para ilustrar, en el ejemplo dado anteriormente, estas
medidas del error del pronóstico serían iguales a:
,
,
Evidentemente, el error del pronóstico para un solo período no es muy
útil. Por lo tanto, se necesita disponer de errores absolutos, cuadráticos o
porcentuales para n períodos, para así obtener el promedio de esos errores
sobre dichos períodos. Estos índices se denominan la desviación absoluta
media (Mean Absolute Deviation, MAD), el error cuadrático medio (ECM)
(en inglés Mean Square Error, MSE) y la desviación absoluta porcentual
media (Mean Absolute Percentage Error, MAPE). Por ser usualmente utilizado en nuestro medio, usaremos el término en inglés MAD para la desviación absoluta media (algunos autores utilizan el término “desviación
media absoluta”, pero no se considera adecuado pues la MAD es realmente
un promedio de errores absolutos).
La MAD se define como el promedio de los errores absolutos sobre
un número determinado de períodos, de la siguiente forma, donde n es el
número de períodos:
(3.6)
El ECM se define como el promedio de los errores cuadráticos sobre un
número determinado de períodos, así:
(3.7)
Finalmente, la desviación absoluta porcentual media MAPE se define
mediante las Ec. (3.8) y (3.9), de acuerdo con la correspondiente definición
del error porcentual dada anteriormente. Todos estos indicadores se ilustrarán posteriormente con algunos ejemplos.
78
Fundamentos de control y gestión de inventarios
(3.8)
(3.9)
El costo de un sistema de pronósticos se refiere al balance que debe
existir entre la precisión obtenida, la cual se refleja en una menor incertidumbre y en la disminución de faltantes, y el esfuerzo invertido para
lograrlo (figura 3.2).
De acuerdo con Silver et al. (1998, pp. 78-79), la utilidad de los resultados se mide principalmente con base en el grado de aceptación, credibilidad y utilización que se le dé al sistema de pronósticos. Idealmente, un
sistema de pronósticos debería:
• Estimar la demanda esperada en el corto plazo, pero también proveer
mecanismos para estimar dicha demanda en el mediano y largo plazo para efectos de planeación agregada. Este tema corresponde a los
denominados pronósticos acumulados, tema que se propone como
ejercicio más adelante.
• Estimar adecuadamente los errores de pronóstico.
• Actualizar los pronósticos periódicamente de tal manera que cualquier corrección pueda hacerse rápidamente.
• Balancear el costo de los errores de pronóstico obtenidos contra el
costo de generarlos.
• Permitir el juicio y la intervención humanos para refinar y modificar
los pronósticos, si así se considerare necesario.
• Ser robusto, o sea, proveer pronósticos que no se vean afectados significativamente por factores incontrolables al sistema, tales como las
variaciones aleatorias naturales del proceso bajo estudio.
• Ser comprensible para la administración del sistema y todo el personal involucrado directa o indirectamente en el proceso, en la medida
que no sólo deben usarse sus resultados, sino comprender muy bien
los mecanismos internos que lo gobiernan. Este problema ocurre
cuando se utiliza indiscriminadamente software para pronósticos.
De hecho, de acuerdo con Sanders y Manrodt (2003), de 240 compañías estadounidenses encuestadas, 48% utilizaban hojas electrónicas para hacer sus pronósticos, mientras que solamente el 10,8%
79
Carlos Julio Vidal Holguín
de las mismas reportaron el uso de software comercial de pronósticos. Además, el 60% de las mismas dijeron estar insatisfechas con
el comportamiento de su software de pronósticos. Las conclusiones
principales de este estudio son, por una parte, que las empresas que
utilizan procesos más formales de pronósticos obtienen los mejores
resultados, y, por otra, que la más probable causa de insatisfacción
con los sistemas de pronósticos es la dificultad en comprender los
resultados y la dificultad de lectura de los reportes. Esto sugiere que
una muy buena opción es la implementación de técnicas de pronósticos formales desarrollados con base en el sistema de información
propio de la empresa. Por ello, es recomendable que, en lo posible,
la organización genere sus propios programas y técnicas de pronósticos, o, en su defecto, evalúe detalladamente la conveniencia de una
u otra alternativa.
La estabilidad y respuesta del sistema de pronósticos tiene que ver con
el hecho de que no debe ser exageradamente sensible respondiendo aceleradamente a las variaciones aleatorias naturales del proceso bajo estudio,
ni tampoco que su respuesta sea tardía o inexistente a cambios reales de
la tendencia de la demanda. Más adelante se verá que esto se controla a
través de las señales de rastreo y de la actualización de los parámetros del
sistema de pronósticos escogido, por ejemplo, con el valor del número
de períodos N a considerar para el cálculo del promedio móvil y con la
constante de suavización α para el caso de los métodos de suavización
exponencial.
El sistema de pronósticos y la clasificación ABC
Como se estudió en el capítulo 1, la clasificación ABC de ítems es una
herramienta de gestión muy poderosa para la administración de los inventarios. El sistema de pronósticos, como herramienta fundamental para este
control, debe por lo tanto estar alineado con dicha clasificación. Específicamente, los ítems clase A deberían ser examinados continua y rutinariamente por los administradores, en conjunto con técnicas relativamente complejas de pronósticos. Los ítems clase B pueden ser manejados de
forma automática, con técnicas adecuadas de pronósticos, en general, no
tan complejas como las aplicables a ítems clase A, y con la intervención
humana solamente en casos de excepción. Para ítems clase C se pueden
utilizar las técnicas más simples de pronósticos, e, incluso, se recomienda
en ocasiones que no sean pronosticados. Se debe, sin embargo, ser cuidadosos con estos ítems ya que, aunque representan una fracción baja del
porcentaje de ventas totales, pueden ocasionar problemas de manejo en los
80
Fundamentos de control y gestión de inventarios
centros de distribución, de espacio de almacenamiento en puntos de venta,
de saturación de los sistemas de información y otros relacionados.
Para ítems nuevos, debe diferenciarse el estado de desarrollo en el cual
se encuentran dentro de su ciclo de vida. Específicamente, si se encuentran
en su fase de crecimiento o en su fase de declive, se deben utilizar técnicas de pronósticos que respondan a estos cambios, como la suavización
exponencial doble o el promedio móvil progresivo con un valor bajo de
N, método descrito posteriormente. En contraste, si el ítem nuevo ya se
encuentra en su etapa de equilibrio, puede bastar con técnicas menos sofisticadas, como suavización exponencial simple o promedio móvil. Claro
está que cuando un ítem nuevo se encuentre en su etapa de equilibrio, es
posible que ya haya sido reclasificado como A o B, y ya opere el sistema
normal de pronósticos que se esté utilizando para ellos. La tabla 3.1 presenta las características del manejo de ítems clase A, B y C. Obviamente
estas son sugerencias generales, ya que la decisión final depende del caso
específico del sistema bajo estudio.
Tabla 3.1. Control de inventarios y sistemas de pronósticos
de acuerdo con la clasificación ABC
Características
Políticas de control
Métodos de control
• Ítems clase A (los más
importantes)
• Relativamente pocos
ítems
• El mayor porcentaje del
volumen de ventas (en $)
• Control estricto con supervisión personal
• Comunicación directa con
la administración y los
proveedores
• Aproximación a JIT e inventario balanceado
• Cubrimiento de existencias
entre 1 y 4 semanas
• Monitoreo frecuente o
continuo
• Registros precisos
• Pronósticos con suavización
exponencial doble
• Políticas basadas en el nivel
de servicio al cliente
• Ítems clase B
• Ítems importantes
• Volumen de ventas (en $)
considerable
• Control clásico de inventarios
• Administración por excepción
• Cubrimiento de existencias
entre 2 y 8 semanas
• Sistema de control computarizado clásico
• Pronósticos con suavización
exponencial simple
• Reporte por excepciones
• Ítems clase C
• Muchos ítems
• Bajo volumen de ventas
(en $), pocos movimientos o ítems de muy bajo
valor unitario
•
•
•
•
• Sistema de control simple
• Promedio móvil (aceptar el
pronóstico)
• Evitar agotados y exceso de
inventario
• Larga frecuencia de órdenes
• Sistema automático
Supervisión mínima
Pedidos bajo orden
Tamaños de orden grandes
Políticas de cero o de alto
inventario de seguridad
• Cubrimiento de existencias
entre 3 y 20 semanas
[Fuente: Diseñada parcialmente con base en Wild (1997), pp. 33, 41 y 161].
81
Carlos Julio Vidal Holguín
análisis de datos históricos y patrones de deManda
El análisis de los datos históricos de demanda es fundamental para la
correcta selección del método de pronósticos. Existen muy diversos patrones de demanda, algunos de los cuales se presentaron en la figura 2.1. Las
figuras 3.3 a 3.7 han sido adaptadas de casos reales e ilustran algunos de
los patrones mostrados en la figura 2.1 y combinaciones de los mismos.
En ellas se han representado los datos de demanda contra tiempo y se ha
dibujado la tendencia de la demanda mediante regresión lineal simple. Es
muy importante, para el diseño de cualquier sistema de pronósticos, construir los gráficos que representan los datos históricos de demanda, ya que
su sola observación permite hacerse a una idea de cuál método puede ser el
más adecuado. Así, existe un método de pronósticos apropiado para cada
patrón de demanda, el cual debe experimentarse y evaluarse con la utilización de datos históricos, como se ilustrará posteriormente. Debe resaltarse
que en estas y otras figuras que se presentan en este capítulo, la demanda
se asume discreta por cada período y, por lo tanto, las líneas que unen los
marcadores de demanda se utilizan como ayuda visual solamente y no representan un proceso continuo de demanda.
Figura 3.3. Demanda perpetua, estable o uniforme
Figura 3.4. Demanda con tendencia creciente
82
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.5. Demanda con tendencia decreciente
Figura 3.6. Demanda creciente y luego uniforme o perpetua (puede tratarse
de un ítem que acaba de completar la etapa de crecimiento de su ciclo de vida)
Figura 3.7. Combinación de demanda uniforme con estacional o periódica
Selección del sistema de pronósticos y simulación de pronósticos
Aunque la tabla 3.1 es una buena base para la selección del sistema de
pronósticos, la decisión final debe tomarse con base en información adicional del sistema bajo estudio. En primera instancia, la selección del período
de pronóstico, del horizonte de planeación y del intervalo de pronóstico,
debe hacerse de acuerdo con el sistema bajo estudio y sus características
83
Carlos Julio Vidal Holguín
particulares. En muchos casos de empresas comerciales, por ejemplo, un
período de pronóstico de una semana es satisfactorio, ya que no es ni muy
corto, como para incurrir en excesivos costos de generación de los pronósticos y de actualización de parámetros de control, ni muy largo, como para
incurrir en pronósticos obsoletos o posiblemente con alta variabilidad. Si
se requieren pronósticos de menor tiempo, por ejemplo, diarios, la transformación de los pronósticos semanales a diarios (o viceversa) es relativamente sencilla y puede hacerse mediante ecuaciones sencillas deducidas
empíricamente, las cuales han demostrado un buen comportamiento en la
práctica. [ver las Ec. (3.49) adelante].
Cuando se dispone de datos históricos suficientes, se puede realizar lo
que se denomina una simulación del pronóstico, lo cual es muy útil para
escoger y aplicar el sistema de pronósticos adecuado. El método comprende, en general, cinco pasos, a saber:
1.
2.
3.
4.
5.
Inicialización del sistema.
Simulación del pronóstico.
Optimización de los parámetros del modelo utilizado.
Utilización del sistema de pronósticos en tiempo real.
Seguimiento y administración del sistema implementado.
El proceso inicia tomando los datos observados en un cierto período de
tiempo anterior al presente, el cual se utiliza para estimar los parámetros
de inicio del modelo de pronósticos que se va a aplicar. El proceso de pronósticos se inicia, entonces, a partir de cierto tiempo anterior al presente,
y se simula como si se hubiera hecho en forma real, con la ventaja de que
ya se dispone de datos reales de demanda, pues ésta ya ocurrió. Esto permite evaluar el comportamiento del sistema de pronósticos bajo análisis a
través del cálculo de los errores de pronóstico, variando ciertos parámetros
hasta obtener aquellos valores que producen los menores errores. Después
de realizado este proceso, se fijan los parámetros óptimos hallados y se
inicia el pronóstico real propiamente dicho.
Una vez se esté trabajando en tiempo real, debe hacerse un seguimiento
continuo del sistema de pronósticos a través de señales de rastreo y de diversas acciones administrativas que garanticen el correcto funcionamiento
del sistema, tales como el aseguramiento de la calidad y actualidad de
la información suministrada, la actualización periódica de los parámetros
óptimos del sistema de pronósticos y la garantía de la integralidad de los
programas, entre otras acciones posibles.
Esta metodología permite comparar diversos métodos de pronósticos
entre sí y diversos parámetros de un método específico. Para cada uno de
84
Fundamentos de control y gestión de inventarios
los métodos de pronósticos que se presentan en las secciones siguientes, se
ilustrará este procedimiento.
Como guía, el sistema de pronósticos a escoger depende en gran parte
del patrón de demanda observado a través de datos históricos. La tabla 3.2
resume las relaciones más comunes entre el sistema de pronósticos y el patrón de demanda, aunque, de nuevo, se trata de una primera aproximación
a la decisión definitiva, ya que ésta siempre depende de la naturaleza del
sistema bajo estudio.
Tabla 3.2. Los sistemas de pronósticos y el patrón de demanda observado
Patrón de demanda
observado
Perpetua, estable o uniforme
Con tendencia creciente o
decreciente
Estacional o periódica
Demandas altamente
correlacionadas
Errática (Por ejemplo, en ítems
clase A de bajo movimiento)
Sistema de pronóstico
recomendado
Promedio móvil o suavización
exponencial simple
Regresión lineal simple o suavización
exponencial doble
Modelos periódicos
de Winters
Métodos integrados de promedios
móviles auto-regresivos (ARIMA)
Pronóstico combinado de tiempo entre la
ocurrencia de demandas consecutivas y la
magnitud de las transacciones individuales
(Método de Croston y relacionados)
Como ayuda para la decisión final pueden consultarse las tablas 3.1 y
3.2 y analizar profundamente los patrones de demanda de ítems representativos de cada clase, realizando experimentos de simulación de pronósticos y, obviamente, monitoreando los pronósticos a través de las técnicas
que se describen en la sección siguiente.
Ejercicios 3.1
Considere el conjunto de datos de demanda para cierto ítem, mostrado
en la tabla 3.3. Se presenta información para 89 semanas.
85
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.3. Datos de demanda para el problema No. 1 (ejercicios 3.1)
a) Dibuje el gráfico de la demanda en unidades contra el tiempo en
semanas y discuta acerca del tipo de patrón de demanda observado.
b) Encuentre el promedio semanal de la demanda durante las primeras 52 semanas y utilice este único valor para pronosticar la
demanda de las 37 semanas restantes. Calcule el error de pronóstico, el error absoluto, el error cuadrático, la MAD y el ECM para
cada una de las últimas 37 semanas. Discuta sobre la utilidad de
este método de pronóstico.
2. Suponga que un ítem clase A está presentando una demanda altamente estable, prácticamente sin tendencia alguna. De acuerdo con
la tabla 3.1, debería utilizarse suavización exponencial doble para
su pronóstico, ya que se trata de un ítem clase A. Por otra parte, de
acuerdo con la tabla 3.2, se podría utilizar suavización exponencial
simple e, incluso, promedio móvil. ¿Es esto contradictorio? ¿Qué
sugeriría usted? ¿De qué dependería la decisión final?
3. Discuta acerca de métodos para medir demandas no servidas de diferentes productos, en diferentes contextos. ¿Qué estrategias, por
86
Fundamentos de control y gestión de inventarios
ejemplo, podrían utilizarse para medir la demanda no servida en un
supermercado, donde los clientes tienen autoservicio?
sisteMa de pronósticos de proMedio Móvil
Este sistema es uno de los más simples que existen, pero no menos útil.
A través de él se van a ilustrar varios aspectos que son comunes a cualquier
método para pronosticar. El promedio móvil es adecuado para patrones de
demanda estables o perpetuos, con poca o ninguna tendencia. El modelo
subyacente para este tipo de procesos es el siguiente:
xt = b + et
(3.10)
donde:
xt = Valor real u observación de la demanda en el período t (tal como
se definió anteriormente).
b = Una constante que representa el proceso de demanda uniforme
que se lleva a cabo.
et = Una variable aleatoria normal con media cero y varianza
>0
desconocida. Esta variable representa la parte aleatoria del proceso, imposible de pronosticar.
Lo que se trata de estimar, en este caso, es el parámetro b. Aunque
la parte aleatoria de la demanda no puede estimarse, se responde a ella
definiendo inventarios de seguridad adecuados, como se verá más adelante.
El método de promedio móvil estima el valor de b por medio del cálculo del promedio de las últimas N observaciones, mediante la estadística
MT, definida como:
(3.11)
El subíndice T representa el período actual, a partir del cual se calcula
el promedio, devolviéndose N períodos, o sea, hasta el período T – N + 1.
Esta expresión no es más que el promedio simple de las últimas N observaciones de demanda, donde xT es la más reciente demanda conocida.
Usualmente un valor de N = 12 es adecuado, aunque se debe probar con
varios valores hasta determinar el que produzca el menor error de pronóstico sobre un período dado. El valor del promedio MT se utiliza para pronosticar la demanda del período siguiente o de cualquier período posterior,
87
Carlos Julio Vidal Holguín
dado que la demanda es perpetua. Cuando transcurre el próximo período
y se conoce su demanda, entonces el promedio móvil “se corre” un período. Por esta razón, el valor MT se puede calcular también con la siguiente
ecuación, la cual puede ser más adecuada para implementar en una hoja
electrónica, ya que el nuevo MT se genera a partir del anterior, MT−1.
(3.12)
Obsérvese que MT es un estimador insesgado de b, ya que su valor esperado E(MT) es:
(3.13)
Además:
(3.14)
Es importante notar que el valor de N tiene un efecto doble. Primero,
nótese que, para el cálculo del pronóstico de acuerdo con la Ec. (3.11), el
peso que se le da a cada uno de los N datos de demanda es igual a 1/N. Es
decir, que un dato de demanda reciente pesa lo mismo que uno más antiguo para el cálculo del pronóstico. Además, de acuerdo con la Ec. (3.14),
la varianza del estimador MT es inversamente proporcional al valor de N.
Este resultado ilustra una característica general de los sistemas de pronósticos: existe un conflicto entre el grado de respuesta del sistema de pronósticos ante cambios de tendencia de demanda y la precisión del mismo.
Por ejemplo, tómese N = 15. Así, el peso de los últimos datos de demanda
sería 1/N = 1/15 y se tendría un denominador igual a 15 en la expresión de
la varianza del estimador. Supóngase que se cambia ahora a un valor de N
= 6; de esta forma, aumentaría el nivel de respuesta del sistema de pronósticos, pues los últimos datos de demanda tendrían un peso mayor = 1/6,
pero, a su vez, se incrementaría la variabilidad del estimador, de acuerdo
con la Ec. (3.14). El arte del diseño de un sistema de pronósticos consiste,
entonces, en seleccionar los parámetros del sistema, en este caso, el valor
de N, de tal forma que se tenga un buen grado de respuesta, sin que la precisión del estimador se vea muy afectada.
88
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejemplo 3.2. (Simulación de pronósticos de promedio móvil)
Considere el ítem mostrado en la figura 3.3 anterior, del cual se dispone
de una historia de demandas de 89 semanas. Se considera que la historia
antes de la semana 40 es demasiado antigua y puede no ser recomendable
tenerla en cuenta en el sistema de pronósticos. Por lo tanto, sólo se van a
considerar los datos a partir de la semana 40.
Las demandas de este ítem para las semanas 40-51 (12 semanas) fueron,
respectivamente, 80, 79, 88, 58, 71, 85, 79, 63, 57, 50, 71 y 112 unidades,
como se muestra en la tabla 3.4. Es importante observar que la semana 51
se considera como el período T = 0. Estos valores se van a utilizar para iniciar la simulación del sistema de pronósticos a partir de la semana 52, con
el promedio que se muestra sombreado M0 de 74,42 unidades, valor que se
toma como el pronóstico para la semana 52 (T = 1). A partir de este punto,
se toma el promedio de las 12 semanas anteriores, “corriendo” el pronóstico una semana cada vez, a medida que nuevos datos son observados. De
ahí que este sistema de pronósticos se denomine de “promedio móvil”.
La demanda real de la semana 52 (T = 1) fue 53 unidades y su error de
pronóstico es e1 = 53,00 – 74,42 = –21,42 unidades. El pronóstico para la
semana 53 (T = 2) sería entonces el promedio de las demandas de las semanas 41-52, el cual también se puede calcular de acuerdo con la Ec. (3.12)
como M1 = 74,42 + (53,00 – 80,00)/12 = 72,17 unidades. Se continúa así,
en la simulación, hasta la semana 89. Obsérvese que, si se asume que el
tiempo presente es la semana 89, y que este es el último dato de demanda
disponible, entonces la semana 90 sería el tiempo futuro, cuya demanda no
se conoce aún, y se estaría efectuando este pronóstico en tiempo real. Una
vez pase la semana 90, entonces se podrá observar su demanda real y así
calcular su error de pronóstico respectivo y el pronóstico en tiempo real
para la semana 91, y así sucesivamente.
Una pregunta obvia que surge es, ¿por qué se escogió aquí calcular el
promedio móvil con las últimas N = 12 semanas? ¿Por qué no se tomó N =
6 ó 10 semanas? La respuesta a este interrogante la dan los indicadores de
precisión del pronóstico, como la MAD, el ECM, la MAPE o la MAPE´, los
cuales también se muestran en la base de la tabla 3.4, calculados mediante
las Ec. (3.6) a (3.9), respectivamente. Debe escogerse el valor de N, por lo
tanto, que minimice un indicador especificado de precisión del pronóstico.
Para hacer este ejercicio, se puede variar N, por ejemplo, desde 6 hasta 15,
aunque algunos autores sugieren hacerlo entre 6 y 20. Valores inferiores
a 6 pierden demasiada información histórica de demanda y pueden tornar
el pronóstico demasiado “nervioso” al darle demasiado peso a los últimos
datos de demanda; por el contrario, valores superiores a 20 pueden estar
considerando historia de demanda muy antigua que ya no refleja la situación actual del sistema. La tabla 3.5 muestra el resultado de este experimento para cada uno de los indicadores de precisión del pronóstico.
89
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.4. Simulación de un sistema de pronósticos de promedio móvil
(ejemplo 3.2)
90
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.5. Valor óptimo de N para el sistema de pronósticos de promedio móvil
(ejemplo 3.2)
Como se puede observar, en este caso todos los indicadores de eficiencia mínimos producen un valor óptimo de N = 12 semanas. Esto no es
así siempre, pues puede ocurrir que el N óptimo varíe de acuerdo con el
indicador de precisión que se escoja como criterio de minimización. Es
importante notar que se debe hacer una revisión periódica del valor óptimo
de N, ya que puede variar con el tiempo. Por otra parte, se ha observado,
en la práctica, que cuando se seleccionan los parámetros del pronóstico de
esta forma, a la vez que se logra la máxima precisión, el nivel de respuesta
que se alcanza es satisfactorio.
Finalmente, en la figura 3.8 se han representado los resultados del sistema de pronósticos de promedio móvil con N = 12. Obsérvese que lo que el
sistema de pronósticos siempre trata de seguir es precisamente la tendencia de la demanda, pero es imposible pronosticar las variaciones aleatorias
de ésta, representadas por la variable aleatoria et en el modelo (3.10).
Por ejemplo, la demanda de la semana 58 fue de 23 unidades, mientras
que la demanda de la semana 59 fue de 116 unidades. Si alguien fuera a
pronosticar la demanda de la semana 60 con base en estas observaciones,
no podría nunca decir con absoluta certeza cuál podría ser; podría de nuevo ser tan baja como 20 unidades, o tan alta como 100 unidades o ser igual
a un valor intermedio. En efecto, la demanda de la semana 60 fue de 67
unidades, un valor intermedio.
91
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 3.8. Pronóstico basado en promedio móvil con N = 12 (ejemplo 3.2)
Se hace énfasis en los conceptos anteriores porque hay casos de la vida
real donde se le exige a los planeadores de demanda “una cifra específica
del pronóstico de demanda para el próximo mes, por ejemplo”. Sólo Dios
podría hacer esto. ¿Qué hacer entonces? Bueno, es cierto que no se puede
pronosticar el valor exacto de la demanda, pero lo que sí se puede hacer,
con base en los errores de los pronósticos, es acotar, con cierto grado de
precisión, un límite superior de la demanda con cierto nivel de confiabilidad y así definirlo como inventario de seguridad. Por ejemplo, para el caso
mencionado anteriormente, sería válido decir que, con un nivel de certeza
del 95%, la demanda de la semana 60 no va a ser superior a 95 unidades.
Por lo tanto, si se mantiene esta cantidad en inventario y si el promedio
de demanda está alrededor de 65 unidades (pronóstico de la semana 60 en
la tabla 3.4), las 30 unidades adicionales operarían como un inventario de
seguridad. En efecto, para este caso, al ser la demanda de la semana 60
igual a 67 unidades, no se hubiera generado un agotado. La explicación
del cálculo del inventario de seguridad será introducida posteriormente y
se profundizará en el capítulo 5.
Estimación de la desviación estándar de los errores del pronóstico
Una cantidad fundamental para definir los inventarios de seguridad es
la desviación estándar de los errores del pronóstico, s1. La razón de utilizar
esta notación con el número “1” radica en el hecho de que esta desviación
estándar se estima con base en el sistema de pronósticos que utiliza un
período básico (puede ser 1 día, 1 semana, 1 mes, etc.). Más adelante se
verá que la desviación estándar s1, para un período básico del pronóstico,
se transforma a una desviación estándar sobre el tiempo de reposición L o
92
Fundamentos de control y gestión de inventarios
sobre el tiempo de reposición L más el intervalo de revisión del inventario
R, mediante la aplicación de ecuaciones empíricas.
La desviación estándar s1 está relacionada con la MAD, de acuerdo con
el siguiente análisis. Supóngase que la variable aleatoria que representa el
error del pronóstico, e, se distribuye normalmente con media µ y desviación estándar s1. Por definición, la MAD es:
Mediante la sustitución:
se obtiene el siguiente resultado:
O, equivalentemente:
(3.15)
,
Por otra parte, considerando la definición de la desviación estándar, es
fácil concluir que s1 se puede estimar también mediante la ecuación:
(3.16)
La Ec. (3.15) supone que los errores de pronóstico se distribuyen normalmente, mientras que la Ec. (3.16) no tiene supuesto alguno acerca de su
distribución probabilística. Ambas estimaciones se han hecho en la última
fila de la tabla 3.4 y su proximidad es satisfactoria (18,14 y 18,30, con
base en la MAD y en el ECM, respectivamente). La proximidad de los dos
valores de la desviación estándar calculada con base en la MAD y en el
93
Carlos Julio Vidal Holguín
ECM indica un buen comportamiento del sistema de pronósticos y sugiere
la normalidad de los errores de pronóstico. Montgomery et al. (1990, p.
208) sostienen que la Ec. (3.15) es muy aproximada, incluso cuando los
errores del pronóstico no se distribuyen normalmente, pero otros autores
recomiendan utilizar, en la práctica, preferiblemente, la Ec. (3.16). La utilidad de la estimación de s1 será clara más adelante cuando se introduce el
tema del cálculo de inventarios de seguridad.
Ejercicios 3.2
1. Construya la hoja electrónica del ejemplo 3.2 y genere la tabla 3.5.
2. En la tabla 3.6 se muestran los valores de demanda de un ítem para
las últimas 50 semanas.
a) Para las primeras 12 semanas (semana 1-12), determine el valor
de arranque del pronóstico basado en el promedio móvil. Calcule
el pronóstico para el resto de semanas (semana 13-50); diseñe una
hoja electrónica para este ejercicio.
b) Para cada semana pronosticada, calcule el error del pronóstico, el
error absoluto, el error cuadrático, el APE y el APE´ y estime la
MAD, el ECM, la MAPE y la MAPE´. A través de las Ec. (3.15) y
(3.16), estime la desviación estándar de los errores del pronóstico. Grafique la demanda y el pronóstico en forma semejante a la
figura 3.8.
3. Con los datos del ejercicio anterior, tome ahora, como primer período a pronosticar, la semana 21 (cuya demanda real fue de 117
unidades). Pruebe el comportamiento del pronóstico con valores de
N desde 6 hasta 20, devolviéndose el número correspondiente de semanas, desde la 20 (inclusive) hacia atrás. Por ejemplo, para calcular
el promedio de arranque con N = 6, tomaría el promedio de demanda
de las semanas 20, 19, 18, 17, 16 y 15, y éste sería el pronóstico para
la semana 21. Determine el N óptimo a partir del valor del ECM. Es
clave la construcción de una hoja electrónica para este ejercicio.
Al observar la Ec. (3.11) se concluye que el promedio móvil le da el
mismo peso de 1/N a cada una de las últimas N demandas observadas.
Esta característica es una desventaja del promedio móvil en aquellos casos
en los cuales se debe reaccionar rápidamente a un cambio en el patrón de
demanda o, análogamente, cuando es importante la estabilidad del sistema de pronósticos. El método de suavización exponencial simple trata de
corregir esta situación y se aplica también al mismo modelo definido en la
Ec. (3.10). Este método se describe a continuación.
94
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.6. Datos para el problema No. 2 (ejercicios 3.2)
suavización exponencial siMple
Aquí se trata de nuevo de estimar el parámetro b para, posteriormente,
definir un inventario de seguridad adecuado que responda a las variaciones
aleatorias representadas por el término et, ya que esta parte no se puede
pronosticar. La ecuación básica de la suavización exponencial aplica un
peso α a la última observación de demanda y un peso (1−α) al pronóstico
anterior, mediante el siguiente operador:
(3.17)
donde:
ST =
Pronóstico realizado al final del período T, es decir, la estimación del parámetro b al final del período T.
ST –1 = Pronóstico anterior, es decir, la estimación del parámetro b realizada al final del período T–1.
95
Carlos Julio Vidal Holguín
xT =
a =
Demanda real observada al final del período actual T.
Constante de suavización (inicialmente definida en el intervalo
0 ≤ α ≤ 1).
Nótese que la Ec. (3.17) es equivalente a la siguiente expresión:
(3.18)
la cual tiene una interpretación muy interesante, en cuanto que la estimación actual del parámetro b, o sea ST, es igual a la estimación anterior
ST−1, más α veces el error del pronóstico anterior.
La estadística ST puede interpretarse como un promedio ponderado de
las observaciones anteriores. Para observar esto, se reemplaza ST−1 en la
Ec. (3.17) por su expresión equivalente, y se continúa el proceso de reemplazo, así:
Si se siguen expandiendo los términos de la misma forma, se obtiene la
siguiente ecuación general:
(3.19)
Nótese que a medida que se retrocede en el tiempo, los pesos aplicados
a cada dato real observado disminuyen exponencialmente con una razón
geométrica igual a (1−α); este es el origen del nombre de este sistema de
pronósticos. Por ejemplo, si α = 0,1, el peso que se le aplica al último dato
de demanda es 0,1; a la demanda anterior es 0,1 × 0,9 = 0,09; al anterior
es 0,1 × (0,9)2 = 0,081 y así sucesivamente. Se puede también demostrar
que la suma de estos pesos es igual a 1, y, por lo tanto, se trata de un promedio ponderado de todos los datos disponibles de demanda, desde donde
se inició el pronóstico.
Al igual que MT, ST es también un estimador insesgado de b, en el límite, ya que:
96
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Si
, entonces:
Es interesante, por otra parte, calcular la varianza de ST:
Si
, entonces:
Selección de la constante de suavización α
Claramente, los resultados de los pronósticos de suavización exponencial dependen del valor de la constante de suavización α. El valor de α
no debe ser ni muy grande, que el pronóstico responda aceleradamente a
cambios aleatorios normales del proceso, ni muy pequeño, con el efecto
contrario de no responder a posibles cambios reales. Aunque inicialmente
lo lógico es definir α en el intervalo 0 ≤ α ≤ 1, la experiencia ha demostrado que valores de α entre 0,01 y 0,30 son más adecuados. Valores mayores
que 0,30 producen “nerviosismo” en el sistema de pronósticos, al responder de manera acelerada a las fluctuaciones normales del proceso ya que se
le da un alto peso al último dato disponible de demanda. Por el contrario,
valores muy pequeños de α, es decir, menores que 0,01, no responden satisfactoriamente a posibles cambios reales del proceso.
Una forma eficiente de determinar el valor adecuado de α es a través de
la simulación del pronóstico, semejante a la presentada en el ejemplo 3.2.
Al disponer de datos históricos se pueden tomar los valores iniciales para
arrancar el proceso y, con los datos históricos restantes, se evalúa el comportamiento del método para varios valores de α, a través de un indicador
como la MAD o el ECM. El valor de α que minimice estos indicadores será
el más adecuado, si las condiciones del proceso se mantienen aproximada97
Carlos Julio Vidal Holguín
mente iguales a su comportamiento histórico. Obviamente, si las condiciones del proceso varían significativamente, puede ser necesario redefinir α
mediante el análisis de datos históricos más recientes. Una forma muy rápida de optimizar el valor de α es utilizar el solver de Excel , ya que este
programa permite optimizar el valor de una celda (en este caso la MAD, el
ECM o el indicador de eficiencia seleccionado), cambiando el valor de una
o más celdas (en este caso α) y teniendo en cuenta ciertas restricciones de
las celdas variables (como aquí, la restricción: 0,01 ≤ α ≤ 0,30).
Existen otras posibilidades, como usar diferentes valores de α, dependiendo del estado en el que se encuentre el proceso. Por ejemplo, si el
proceso se muestra muy estable, se podría utilizar un valor de α bajo,
como 0,1. Si se observa un cambio en el proceso con tendencia creciente,
se podría incrementar α a 0,25. Estos valores dependerán de la experiencia
del analista y de su conocimiento del proceso. Existen otros métodos que
cambian el valor de α automáticamente de acuerdo con los cambios del
proceso, denominados métodos de pronósticos auto-controlados o autoadaptivos (problema No. 6 de los ejercicios 3.6). Estos métodos, sin embargo, de acuerdo con diversos autores, no superan a los métodos tradicionales e, incluso, pueden producir efectos indeseados cuando los valores de
α llegan a ser muy altos (> 0,6).
Finalmente, cuando no se dispone de datos suficientes para iniciar el
proceso, o cuando existen dudas acerca de la precisión de los que se tienen,
se pueden utilizar valores grandes de α para comenzar los pronósticos, y
cuando se logre cierta estabilidad, se puede disminuir el valor de α. Todas
estas consideraciones dependen del conocimiento que se tenga del proceso.
Inicialización de la suavización exponencial simple
Si se observa la Ec. (3.19), se concluye que para que el pronóstico de
suavización exponencial simple pueda iniciar, se requiere conocer el valor
de S0. Si se dispone de datos históricos suficientes, este valor se puede
estimar como el promedio de las demandas históricas. Si no se dispone
de datos históricos, debe recurrirse a un valor subjetivo y así supervisar
muy cuidadosamente el pronóstico en su fase de inicio, utilizando probablemente un valor alto de la constante de suavización al comienzo del
análisis.
Ejemplo 3.3. (Simulación de pronósticos de suavización exponencial simple)
Considere de nuevo el ítem mostrado en la figura 3.3, el cual fue utilizado para el ejemplo 3.2. Para iniciar el pronóstico de suavización exponencial simple, y para efectos de comparación, se tomaron los datos históricos
de las semanas 40-51 y se obtuvo S0 = 74,4167 unidades (redondeado a
74,42 en la tabla 3.7), lo cual coincide con lo realizado en el ejemplo 3.2.
98
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Este valor inicial se establece como el pronóstico de la semana 52. Obsérvese que el número del período se define como T = 0 a partir de la semana 51.
Conocido el valor de la demanda de la semana 52, o sea, para el período T = 1, x1 = 53,00 unidades, y tomando α = 0,15, el cual es un valor
razonable de inicio recomendado por diversos analistas, se puede entonces
calcular el pronóstico para la semana siguiente, semana 53 (T = 2), como:
S1 = αx1 + (1 − α)S0
= 0,15(53,00) + 0,85(74,4167)
= 71,20
Continuando de esta forma se obtienen los resultados mostrados en la
tabla 3.7.
Utilizando la herramienta solver de Excel , se puede optimizar α, minimizando la celda correspondiente al ECM, variando la celda que contiene a α y restringiendo el valor de esta celda entre 0,01 y 0,3 inclusive.
Así, se obtienen los resultados mostrados en la tabla 3.8. Obsérvese que
la desviación estándar estimada pasa de un valor de 18,84 a un valor de
18,75, cuando se usa el valor óptimo de α = 0,1063. Esta disminución de la
desviación estándar no es muy significativa en este ejemplo, pero en otros
casos puede serlo y, además, cuando se trata de miles de ítems a manejar,
pequeños cambios en estas estimaciones pueden producir grandes ahorros
en inventarios de seguridad, pues éstos definen proporcionalmente la desviación estándar de los errores del pronóstico.
Si este proceso de optimización de la constante de suavización se realiza minimizando la celda que contiene a la MAD, en lugar del ECM, se
obtiene un αópt = 0,1454 con una desviación estándar mínima de 19,06,
calculada a partir de la MAD, y de 18,83, calculada a partir del ECM. En
forma semejante, se puede minimizar el valor de la MAPE o de la MAPE´,
de acuerdo con cada situación específica. Se sugiere comprobar que si se
minimizan la MAPE y la MAPE´, se obtiene un αópt = 0,2458 y 0,0591,
respectivamente. La utilización de uno u otro criterio de optimización depende de las particularidades de cada caso.
Es muy importante notar que, dado que las funciones que se generan
aquí pueden tener múltiples mínimos locales, debe repetirse la aplicación
del solver tomando diferentes valores iniciales en la celda que contiene el
valor de α, pues se encuentran casos en los cuales existen dos o más óptimos locales, los cuales podrían ser alcanzados por la subrutina partiendo
desde diferentes puntos iniciales de dicha celda variable y, obviamente, lo
que se pretende es encontrar el óptimo global dentro del rango de variación
de α.
99
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.7. Pronósticos de suavización exponencial simple, ejemplo 3.3 (α = 0,15)
100
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.8. Pronósticos de suavización exponencial simple para el ECMópt
(αópt. 0,1063)
101
Carlos Julio Vidal Holguín
Finalmente, si se comparan los resultados de la suavización exponencial simple con los del promedio móvil para este ejemplo, se observa que
los de este último método de pronósticos son ligeramente mejores (comparar el ECM mínimo = 334,96 del promedio móvil, con el ECM mínimo
= 351,71 de la suavización exponencial simple). Este resultado no puede
generalizarse, pues puede ocurrir también lo contrario. Algunos programas
comerciales de pronósticos lo que hacen es buscar el método que produce
los mejores resultados para cada ítem; sin embargo, en la práctica se observa
que puede ser más ventajoso utilizar siempre el mismo sistema de pronósticos para familias de ítems (por ejemplo, para los ítems clase A), debido a
factores administrativos y del cálculo automático de los pronósticos.
Las figuras 3.9 y 3.10 muestran las demandas y los pronósticos cuando
se optimiza el ECM (αópt = 0,1063) y la MAPE (αópt = 0,2458), respectivamente. Obsérvese que, de nuevo, como en el caso de promedio móvil, el
pronóstico sigue la tendencia de la demanda, mas no es posible predecir
las variaciones aleatorias de la misma. Además, nótese la diferencia entre
un α relativamente bajo (αópt = 0,1063) y uno relativamente alto (αópt =
0,2458), dentro del rango de optimización de 0,01 a 0,30. Cuando α es
bajo, la curva luce relativamente plana y suavizada, mientras que cuando
α se incrementa, el pronóstico se vuelve mucho más responsivo ante posibles cambios, y por ellos la curva luce mucho más quebrada.
Figura 3.9. Pronóstico de suavización exponencial simple optimizando el ECM
(αópt = 0,1063, ejemplo 3.3)
102
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.10. Pronóstico de suavización exponencial simple optimizando la MAPE
(αópt = 0,2458, ejemplo 3.3)
Ejercicios 3.3
1. Considere un ítem cuyas demandas para las semanas 1-38 se muestran en la tabla 3.9. El valor de arranque S0 ha sido calculado tomando el promedio de las 51 semanas anteriores (no se muestran estos
datos) y se ha hallado S0 = 128,9450.
a) Con una constante de suavización α = 0,10, determine el pronóstico para las 38 semanas mostradas. Calcule igualmente el error
del pronóstico, el error absoluto, el error cuadrático, la MAD, el
ECM, la MAPE y la MAPE´, considerando las 38 semanas. Estime la desviación estándar de los errores de pronóstico con las Ec.
(3.15) y (3.16) y grafique la demanda y el pronóstico en función
del tiempo (semanas).
b) Repita el procedimiento anterior para varios valores de α. Trate
de encontrar el valor de α que minimiza la MAD, el ECM, la
MAPE y la MAPE´ (Ayuda: si maneja Excel , puede utilizar el
solver para encontrar este valor; por ejemplo, el valor óptimo que
produce la MAD mínima es aproximadamente αópt = 0,1264).
103
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.9. Datos para el problema No. 1 (ejercicios 3.3)
2. Usted dispone de 38 datos de demanda de un producto que manufactura en su empresa (tabla 3.10). Tomando las primeras 20 semanas para iniciar, y como criterio de optimización, el ECM, diseñe
un sistema de pronósticos de promedio móvil con el mejor N (entre
6 y 15), y de suavización exponencial simple con el α óptimo, para
pronosticar las demandas de las semanas 21-38. De acuerdo con su
criterio, escoja el mejor sistema y pronostique la demanda de la semana 39.
3. Las varianzas de los estimadores MT y ST fueron determinadas anteriormente. Se dice que un sistema de pronósticos es equivalente
a otro, si ambos estimadores del pronóstico producen la misma varianza.
a) Desarrolle una expresión que permita determinar cuándo un sistema de pronósticos de promedio móvil es equivalente a un sistema
de pronósticos de suavización exponencial simple. Comente acerca del resultado.
b) ¿Qué valor de N, en un sistema de pronósticos de promedio móvil, es equivalente a un sistema de pronósticos de suavización
exponencial simple con α = 0,15? ¿Y a 0,30?
104
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.10. Datos para el problema No. 2 (ejercicios 3.3)
4. La tabla 3.11 muestra los últimos 34 datos de demanda de azúcar en
toneladas en una industria alimenticia que está en crecimiento. Con
base en los primeros 18 datos de demanda, aplique un sistema de
pronósticos de suavización exponencial simple para pronosticar la
demanda de las 16 semanas restantes, optimizando la constante de
suavización entre 0,01 y 0,30 con base en la MAPE. Si usted considera que este no es método adecuado de pronósticos en este caso,
¿qué sugiere para pronosticar el consumo de azúcar en esta industria? Observe los resultados y concluya.
5. Uno de los problemas más complejos en inventarios es la determinación de inventarios de seguridad en varios lugares de una cadena de
suministro. Suponga que su empresa tiene tres bodegas ubicadas en
Cali, Bogotá y Medellín, atendiendo cada una cierta región del país.
Se dispone de los datos mensuales de demanda de cierto producto
para el último año (tabla 3.12). Usted tiene la opción de seguir uno
de dos métodos. Primero, puede pronosticar la demanda de cada bodega en forma independiente, o, segundo, pronosticar el total de la
demanda para las tres bodegas y luego asignar inventarios de seguridad a cada una de las bodegas. Asuma que los inventarios de seguridad son proporcionales a la desviación estándar de los errores del
pronóstico. Utilice suavización exponencial simple (con la constante
105
Carlos Julio Vidal Holguín
de suavización óptima determinada mediante el ECM en cada caso)
para tratar de determinar cuál método utilizar. Tome el promedio de
los primeros seis meses para inicializar el sistema de pronósticos y
simule el pronóstico para los seis meses restantes y concluya acerca
de las ventajas y desventajas de uno u otro método. Comente acerca
de los problemas administrativos y logísticos de manejo de cada situación.
Tabla 3.11. Demanda de azúcar en toneladas para el problema No. 4 (ejercicios 3.3)
6. En el ejemplo 3.3 (tabla 3.8), de los 50 datos históricos, se tomaron
las primeras 12 demandas para iniciar el sistema de pronósticos y
los 38 restantes para simular el pronóstico y determinar el α óptimo. Esto se hizo para efectos de comparación con el sistema de
pronósticos de promedio móvil. Sin embargo, cabe la pregunta de
por qué no tomar un número diferente de datos para iniciar y, por lo
tanto, para simular los pronósticos. Por ejemplo, se pueden tomar
los primeros 20 datos para iniciar el sistema y simular con los 30
datos restantes, o tomar los primeros 30 datos para inicialización
y el resto para simular, y así sucesivamente. Empíricamente se ha
encontrado que, primero, un número razonable de datos para iniciar
corresponde a aproximadamente el 60% de la historia (30 datos en
este caso) y, segundo, que, si las condiciones de la demanda no han
106
Fundamentos de control y gestión de inventarios
sido muy cambiantes, entonces no hay una gran influencia de este
aspecto sobre el comportamiento del sistema de pronósticos. Este
ejercicio consiste en simular los pronósticos cambiando el número
de datos para iniciar desde 15 hasta 40 (desde un 30% hasta un 80%
de los datos), simulando para los restantes 35 hasta 10 datos, respectivamente. Genere una tabla resumen de resultados que contenga
el número de datos con que se inicia el sistema de pronósticos, el α
óptimo con base en el ECM y todas las medidas del error del pronóstico (MAD, ECM, MAPE y MAPE´) calculadas, por supuesto, sobre
el número de datos para los que se simula el pronóstico. Analice esta
información y concluya.
Tabla 3.12. Datos para el problema No. 5 (en miles de unidades) (ejercicios 3.3)
suavización exponencial doble
El sistema de pronósticos de suavización exponencial doble tiene en
cuenta la posible tendencia (creciente o decreciente) de la demanda, ya que
el modelo subyacente que considera es el siguiente:
(3.20)
xt = b1 + b2 + et
donde:
xt = Valor real u observación de la demanda en el período t (tal como
se definió anteriormente).
b1 = Una constante que representa la componente fija de la demanda.
107
Carlos Julio Vidal Holguín
b2 = Una constante que representa la componente de tendencia de la
demanda (creciente o decreciente, de acuerdo con su signo).
et = Una variable aleatoria normal con media cero y varianza
>0
desconocida. Esta variable representa la parte aleatoria del proceso, imposible de pronosticar.
Ahora se trata de estimar los dos parámetros b1 y b2 para poder pronosticar demandas futuras, ya que éstas presentan la componente constante,
determinada por b1, y la componente de tendencia, determinada por b2. El
siguiente desarrollo se ha ampliado y complementado de Montgomery et
al. (1990, pp. 89-92).
La primera ecuación que rige la suavización exponencial doble es:
(3.21)
Esta ecuación es la misma utilizada en la suavización simple [Ec.
(3.17)]. Si sólo se aplicara esta expresión al modelo subyacente presentado
en la Ec. (3.20), se obtendría lo siguiente:
Si
, entonces:
Considérese aquí:
108
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Por lo tanto:
Y así:
(3.22)
Obsérvese, por lo tanto, que si ST se aplicara al modelo descrito en la
Ec. (3.20), entonces no sería un estimador insesgado de xT, ya que su valor
esperado es diferente del de la demanda. Para resolver este problema, se
aplica de nuevo el operador ST a la Ec. (3.21), tomándose un nuevo operador:
(3.23)
La Ec. (3.23) significa que se aplica de nuevo el operador al resultado
de la suavización simple, utilizando la misma constante de suavización α.
De aquí proviene el nombre de suavización “doble”. Este nuevo operador
se bautiza con el nombre de
para indicar que se está realizando el mismo proceso por segunda vez (no confundir con la función cuadrática; no
se trata del cuadrado de ST).
Un análisis semejante al realizado anteriormente para ST revela que:
(3.24)
Despejando E(xT) de la Ec. (3.22), se obtiene:
(3.25)
Por otra parte, de la Ec. (3.24) se obtiene:
(3.26)
109
Carlos Julio Vidal Holguín
Por lo tanto, un buen estimador de b2 sería:
(3.27)
Reemplazando la Ec. (3.26) en la Ec. (3.25) se obtiene:
Un buen estimador de xT es, por lo tanto:
(3.28)
Nótese que:
Este último es el valor esperado de la demanda xT, de acuerdo con la Ec.
(3.20). Por lo tanto, es un estimador insesgado de xT.
Para efectos de pronósticos τ períodos adelante, basados en el período
T, una ecuación razonable sería la siguiente:
Reemplazando las Ec. (3.27) y (3.28) en esta expresión, se llega, finalmente, al siguiente resultado:
(3.29)
Esta ecuación se utiliza en suavización exponencial doble para calcular
el pronóstico de demanda τ períodos adelante, basado en los valores ST y
correspondientes al actual período T.
Es importante mencionar que algunos autores presentan la suavización
exponencial doble con dos constantes de suavización, una para la compo110
Fundamentos de control y gestión de inventarios
nente constante (también denominada permanente) y la otra para la pendiente de la tendencia lineal (creciente o decreciente, según el caso). Se ha
preferido utilizar el método propuesto por Montgomery et al. (1990) con una
sola constante de suavización ya que se facilita su aplicación práctica, como
se pudo constatar en algunos proyectos de optimización de inventarios.
Inicialización de la suavización exponencial doble
Si se observan las Ec. (3.21) y (3.23), se concluye que para poder calcular los pronósticos se requiere estimar valores iniciales de S0 y . Para
estimar estos valores se procede de la siguiente forma. En el tiempo T el
intercepto con el eje y en el origen se estimaría así:
Entonces:
Reemplazando las Ec. (3.27) y (3.28) en la ecuación anterior, se obtendría:
Si se define el origen de coordenadas para iniciar el pronóstico como
T = 0, se obtiene, de la anterior expresión y de la Ec. (3.27), el siguiente
sistema de ecuaciones, donde
representa el intercepto con el eje y en
el origen de coordenadas desde donde se van a iniciar los pronósticos:
cuya solución produce:
(3.30)
(3.31)
111
Carlos Julio Vidal Holguín
Es muy importante notar que en las Ec. (3.30) y (3.31) se tiene lo siguiente:
= Estimación del valor constante alcanzado por la demanda (corte con el eje y), determinado con base en la regresión lineal
de datos históricos, referido al sistema de coordenadas desde
donde se van a iniciar los pronósticos, y
= Estimación de la pendiente de la tendencia de la demanda (creciente o decreciente) determinada con base en los datos históricos, la cual no cambia con relación al sistema de coordenadas
utilizado.
A partir de datos históricos, se obtiene una primera estimación del corte
con el eje y,
, referida al tiempo cero de los datos utilizados para inicialización, y una estimación de la pendiente,
, utilizando regresión lineal simple por mínimos cuadrados. El corte inicial
con el eje y debe
trasladarse al nuevo sistema de coordenadas desde donde se van a iniciar
los pronósticos, mediante la siguiente ecuación:
(3.32)
donde m es el número de períodos históricos utilizados para estimar los
valores iniciales
y
. Los valores de
y de
, así obtenidos,
pueden finalmente utilizarse en las Ec. (3.30) y (3.31) para estimar S0 y
e iniciar el sistema de pronósticos.
Ejemplo 3.4. (Simulación de pronósticos de suavización exponencial doble)
La figura 3.11 muestra el gráfico de demanda (unidades) contra el tiempo (semanas) de un ítem para las últimas 89 semanas. La tendencia creciente de la demanda de este ítem es una clara conclusión de este gráfico.
Se muestra la línea de tendencia de la demanda, con su ecuación de regresión lineal correspondiente para los 89 datos, de donde se puede concluir
que el promedio de la demanda se ha venido incrementando en alrededor
de 0,45 unidades / semana. La tabla 3.13 muestra las demandas del ítem
para las primeras 51 semanas, las cuales se utilizarán para la estimación
inicial de los parámetros del sistema de pronósticos.
112
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.11. Demanda creciente de un ítem para 89 semanas (ejemplo 3.4)
Tabla 3.13. Datos de demanda de las primeras 51 semanas (ejemplo 3.4)
Con base en esta información se realiza una regresión lineal simple para
estimar los valores de
y de
, situando el origen de coordenadas
inicialmente al comienzo de la semana 1. Esto se realiza con ayuda de
113
Carlos Julio Vidal Holguín
las funciones internas de Excel INTERSECCION.EJE, para
y PENDIENTE, para
(ESTIMACION.LINEAL también funciona para esta
última). La ecuación de regresión obtenida para los primeros 51 datos de
demanda da como resultado un corte con el eje y = 19,4565 y una pendiente
= 0,5910. La figura 3.12 ilustra este procedimiento.
Figura 3.12. Regresión lineal y traslado de corte para inicialización
(ejemplo 3.4)
Las demandas del ítem a partir de la semana 52 se muestran en la tabla
3.14. Para iniciar el pronóstico a partir de la semana 52 (T = 1) es necesario determinar los valores iniciales S0 y . Sin embargo, debe primero
calcularse
con base en el nuevo sistema de coordenadas localizado al
comienzo de la semana 52. El valor de
, calculado mediante la regresión lineal, no varía y es igual a 0,5910. Debe estimarse el corte con el eje
y al comienzo de la semana 52, o sea,
. Así, con base en la Ec. (3.32),
para m = 51, se obtiene:
114
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.14. Datos de demanda para las semanas 52-89 (ejemplo 3.4)
Se aplican ahora las Ec. (3.30) y (3.31) para estimar los valores de
arranque mencionados (se toma un valor inicial de α = 0,10, el cual se
optimizará posteriormente):
Otra forma de hallar los valores de inicio del pronóstico consiste en estimar S0 y
a partir de la semana 1, es decir, utilizando a
en lugar de
en las Ec. (3.30) y (3.31), y actualizándolos mediante las Ec. (3.21) y
(3.23) hasta alcanzar la semana 51. Los valores así hallados pueden diferir
115
Carlos Julio Vidal Holguín
ligeramente de los anteriores. Se sugiere comprobar que se obtiene S0 =
42,8903 y
= 39,5120, los cuales son muy semejantes a los obtenidos
anteriormente.
Tomando los valores encontrados inicialmente, se puede aplicar la Ec.
(3.29) para simular los pronósticos para las semanas 52-89 (38 semanas
en total), cada vez utilizando un valor de τ = 1. Por ejemplo, el pronóstico
para la semana T = 1 se calcula de la siguiente forma:
Los valores de S1,
para calcular el pronóstico de la semana 2 se determinan con base en las Ec. (3.21) y (3.23), una vez conocida la demanda
de la semana 1, x1, así:
Con estos nuevos valores se determina el pronóstico de la semana 2,
igual a 49,54 unidades, y se continúa así sucesivamente. Los resultados
obtenidos se muestran en la tabla 3.15. Por limitaciones de espacio sólo
se muestran el error del pronóstico, el error absoluto y el error cuadrático
y sus correspondientes MAD y ECM (si se observan algunas diferencias
menores, se deben a errores de redondeo).
Se puede también optimizar el valor de α con base en el ECM. Al aplicar el solver, se obtiene αópt = 0,03854, para una desviación estándar mínima de 13,39 unidades (tabla 3.16 y figura 3.13). Como se mencionó anteriormente para la suavización exponencial simple, en este caso también
se pueden presentar múltiples mínimos locales y por ello es conveniente
correr el solver iniciando con varios valores en la celda cambiante correspondiente a α .
116
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.15. Simulación de un sistema de pronósticos de suavización
exponencial doble (ejemplo 3.4; α = 0,10)
117
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.16. Simulación de un sistema de pronósticos de suavización
exponencial doble (ejemplo 3.4; α = αópt = 0,0385)
118
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.13. Pronóstico de suavización exponencial doble con αópt = 0,03854
(ejemplo 3.4)
Las técnicas de suavización exponencial comprenden muchos más métodos diversos que los presentados en este libro. Una excelente revisión del
tema es presentada por Gardner Jr. (2006). A pesar de que la suavización
exponencial simple es un método de pronóstico propuesto hace mucho
tiempo, aún se puede encontrar investigación reciente relacionada con él.
Snyder y Koehler (2009) incorporan una señal de rastreo automática a las
ecuaciones de la suavización exponencial simple y consiguen un modelo,
incluso, de acuerdo con los autores, más consistente que la suavización
exponencial doble.
Es importante también anotar que existen técnicas de pronósticos basadas en regresión directa sobre el conjunto de datos. Entre las más conocidas están la regresión lineal simple (problema No. 4, ejercicios 3.4),
la regresión polinomial (cuadrática, cúbica, etc.), el ajuste exponencial
(función exponencial), el ajuste logarítmico (función logarítmica) y la regresión de combinación de funciones trigonométricas para demandas estacionales. Estos métodos requieren la determinación de los parámetros de
regresión con base en mínimos cuadrados a través de fórmulas, en algunos
casos, complicadas, lo que limita su aplicación práctica. Sin embargo, algunos ERP (como Oracle, por ejemplo) traen módulos de pronósticos que
incluyen técnicas de regresión y pueden determinar en forma automática
los parámetros del modelo.
Otras técnicas de regresión más sofisticadas son las de regresión lineal
múltiple, las cuales pueden considerar varias variables independientes que
probablemente influyen en la demanda de un producto. Por ejemplo, la
demanda diaria de cerveza en un supermercado puede estar influenciada
por la temperatura ambiente de cada día y por el precio de venta. Podría
pensarse en construir un modelo de regresión lineal doble, cuya variable
de respuesta es la demanda diaria de cerveza y las dos variables independientes serían la temperatura ambiente promedio diaria y el precio que se
le fije al producto.
119
Carlos Julio Vidal Holguín
Ejercicios 3.4
1. Considere un ítem cuyos datos se muestran en la tabla 3.17. Utilizando un sistema de pronósticos de suavización exponencial doble,
resuelva los siguientes puntos:
a) Tomando las primeras 22 semanas para iniciar el pronóstico, calcule la demanda para las 16 semanas restantes. Además, determine el error del pronóstico, el error absoluto y el error cuadrático
para cada semana. Igualmente, la MAD, el ECM, la MAPE y la
MAPE´. Estime la desviación estándar de los errores de pronóstico y grafique la demanda y el pronóstico vs. tiempo (semanas) y
concluya.
b) Con base en la MAD y en el ECM, determine el valor óptimo de
la constante de suavización α.
Tabla 3.17. Datos problema No. 1
(ejercicios 3.4)
2. Considere un ítem cuyos datos de demanda se muestran en la tabla
3.18.
120
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.18. Datos problema No. 2
(ejercicios 3.4)
Los datos para el inicio del pronóstico de suavización doble no se
muestran, pero se conocen los valores de arranque S0 = 2,521614
y
= 2,592549. Calcule el pronóstico para las 38 semanas que
muestra la tabla y grafique la MAD vs. α para valores de α entre 0,00
y 0,30. Compruebe que existen dos óptimos locales en este intervalo
y que la respuesta que da el solver depende del punto de partida,
es decir, del valor de la celda que contiene a α. Determine el óptimo global buscado. Compruebe que si la celda objetivo es ahora el
ECM, entonces no se presentan los dos óptimos locales mencionados
anteriormente.
3. Para el ítem del ejemplo 3.4 aplique suavización exponencial simple,
estimando S0 como el promedio de las demandas de las primeras 51
semanas y continuando la simulación del pronóstico con las 38 semanas restantes. Pruebe inicialmente con un valor de α = 0,01, luego
encuentre el αópt entre 0,01 y 0,30 y grafique los resultados para las
38 semanas (demanda y pronóstico simple). Concluya acerca de la
conveniencia de este método de pronóstico para este ítem.
4. La demanda de cierto producto ha venido aumentando gradualmente
durante los últimos ocho años, como muestra la tabla 3.19.
121
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.19. Datos de demanda trimestral para el problema No. 4
(ejercicios 3.4)
a) Grafique los datos y verifique que existe tendencia lineal creciente. Obtenga la recta de regresión de mínimos cuadrados sobre todos los datos.
b) Tomando los primeros 20 datos (hasta la demanda del último trimestre del año 5) para iniciar el sistema de pronósticos, simule
los siguientes métodos de pronósticos, para los 12 trimestres restantes:
• Regresión lineal simple, utilizando la recta de regresión para
pronosticar los 12 trimestres restantes. Utilice siempre la misma ecuación de regresión lineal sin actualizarla.
• Promedio móvil con el óptimo valor de N para los primeros 20
datos (pruebe valores de N entre 6 y 12).
• Suavización exponencial simple con el α óptimo con base en
el ECM.
• Suavización exponencial doble con el α óptimo con base en
el ECM.
En todos estos casos determine los errores de pronóstico, el error
absoluto, el error cuadrático, y estime la MAD, el ECM, la MAPE,
la MAPE´ y la desviación estándar de los errores del pronóstico,
con base en los 12 trimestres simulados. Concluya acerca del mejor método de pronóstico.
122
Fundamentos de control y gestión de inventarios
c) Agrupe las demandas en forma anual y repita todos los literales
anteriores, tomando los cinco primeros años como base y simulando los tres años finales. Estime la desviación estándar para
cada método con base en el ECM y compárela con la hallada en
el literal anterior. Comente acerca de la posible relación entre las
dos desviaciones estándar.
5. Reconsidere el problema No. 4 de los ejercicios 3.3. Tomando el
mismo enunciado del problema, aplique ahora un método de pronósticos de suavización exponencial doble a los datos de la tabla 3.11 y
compare los resultados con el sistema de suavización simple.
6. Aunque el sistema de pronósticos de promedio móvil presentado
anteriormente es aplicable a un patrón de demanda perpetua o uniforme, existe un método de promedios móviles que puede ser aplicado a patrones de demanda con tendencia. Investigue este método
y aplíquelo en forma adecuada al caso del problema No. 4 de esta
sección de ejercicios y compare los resultados con los demás métodos expuestos allí.
sisteMas de pronósticos para deManda estacional
Existen muchos productos para los cuales se presenta demanda estacional o por temporadas, por ejemplo, adornos de Navidad, juguetes, cuadernos, flores, atún, natilla, buñuelos, entre otros. La demanda de este tipo de
productos se caracteriza por presentar picos en ciertos períodos de tiempo
conocidos y demanda aproximadamente uniforme en los demás períodos.
Los modelos que se estudian en esta sección representan demandas puramente estacionales. Se analizará básicamente el método denominado de
Holt y Winters, debido a sus autores principales, C.C. Holt (1957) y P.R.
Winters (1960), ilustrado en Montgomery et al. (1990, pp. 137-145).
El modelo más comúnmente utilizado en demanda estacional es el modelo multiplicativo de Winters, cuyo modelo subyacente se caracteriza
mediante la siguiente expresión:
(3.33)
donde b1, b2 y εt representan una constante, la tendencia y la variación
aleatoria, respectivamente, tal como se ha definido para los modelos anteriores, y ct es un factor estacional multiplicativo. Nótese que este modelo
es aplicable en patrones de demanda estacional cuya amplitud puede depender del nivel de la serie, o sea, del tiempo. La figura 3.14 muestra un
ejemplo de este tipo de patrón. Es posible que el valor de b2 sea cercano a
123
Carlos Julio Vidal Holguín
cero y, por lo tanto, se tenga un patrón de demanda estacional sin tendencia
pero posiblemente con amplitud variable con el tiempo.
Figura 3.14. Demanda estacional con tendencia
y amplitud proporcional al nivel de la serie
La longitud del período estacional es de L períodos y los factores estacionales ct están definidos de tal forma que:
(3.34)
Se denota el nivel del proceso actual sin considerar el componente estacional, usualmente denominado componente permanente, como:
y su correspondiente estimación como
. Igualmente, las estimaciones de la pendiente y del factor estacional, al final de cualquier período T,
se denotan como
y
, respectivamente.
La actualización de los parámetros del modelo y de los pronósticos se
realiza como sigue. Al final del período T, después de observar la demanda
real xT, se realizan los siguientes cálculos. Primero, se revisa la estimación
del componente permanente como:
(3.35)
124
Fundamentos de control y gestión de inventarios
donde 0 ≤ α ≤ 1 es una primera constante de suavización. La división de
la demanda xT entre el factor
, el cual es la estimación del factor
estacional para el período T, calculada en la estación anterior (L períodos),
hace que los datos no incluyan el componente estacional, como es de esperarse para la estimación del componente permanente. En otras palabras,
esta expresión desplaza el eje de coordenadas al final del período actual,
T. En otros términos esto se conoce como la “desestacionalización” de la
demanda.
Segundo, se revisa la estimación de la tendencia (creciente o decreciente), a través de:
(3.36)
donde 0 ≤ β ≤ 1 es una segunda constante de suavización, independiente
de α. Es decir que en este caso no se cumple necesariamente que β = 1 − α.
Tercero, se revisa la estimación del factor estacional para el período T:
(3.37)
donde 0 ≤ γ ≤ 1 es una tercera constante de suavización independiente de
α y de β. Es posible que al actualizar los valores de
no se cumpla la
Ec. (3.34), por lo cual es conveniente normalizar estos factores al final de
cada estación, obligando a que se satisfaga dicha expresión, utilizando la
Ec. (3.43), presentada más adelante.
Finalmente, para pronosticar la demanda en cualquier período futuro T + τ,
se utiliza la ecuación del pronóstico:
(3.38)
Recuérdese que la notación entre paréntesis (•), por ejemplo de
representa el período en el cual se estima el valor de la variable correspondiente, en este caso a1, y no representa un producto aritmético.
Al igual que en los sistemas de pronósticos anteriores, este método requiere de valores de arranque del pronóstico para
,
y
, para
t = 1, 2, 3, ..., L. Estas estimaciones pueden hacerse utilizando datos históricos de demanda.
Se supone que se tienen datos para la iniciación de los pronósticos para
un total de m estaciones, cada una compuesta por L períodos. Sean los
promedios de las observaciones de demanda durante las estaciones j = 1,
2, 3, ..., m.
La estimación de la tendencia viene dada por:
125
Carlos Julio Vidal Holguín
(3.39)
El componente permanente al comienzo del primer período se puede
estimar como:
(3.40)
Los factores estacionales son calculados para cada período t = 1, 2, ...,
mL, como la razón entre la actual observación y su valor promedio ajustado estacionalmente y ajustado por la tendencia, mediante la siguiente
ecuación:
(3.41)
donde xi es el promedio para una estación correspondiente al subíndice t,
y j es la posición del período t dentro de la estación. Por ejemplo, si 1 ≤ t ≤
L, entonces i = 1, y si L + 1 ≤ t ≤ 2L, entonces i = 2, y así sucesivamente.
Igualmente, cuando t = 1 y cuando t = L + 1, entonces j = 1; cuando t =
2 y cuando t = L + 2, entonces j = 2, y así sucesivamente. O sea que j = t
para cualquier período t + kL, con k = 0, 1, 2, ..., m. La Ec. (3.41) dará m
estimaciones del factor estacional para cada período. Por lo tanto, se sugiere calcular el promedio de ellos para obtener una sola estimación para
cada período dentro de la estación. Esto se puede llevar a cabo mediante
la siguiente ecuación:
(3.42)
Finalmente, los factores estacionales deben ser normalizados, de tal forma que su suma sea igual a L, mediante la siguiente expresión:
(3.43)
,
y
(para t = 1, 2, ..., L),
El procedimiento anterior estima
asumiendo que el origen de tiempo se encuentra inmediatamente antes del
período 1. Para pronosticar observaciones futuras, se requiere usualmente
126
Fundamentos de control y gestión de inventarios
estimaciones iniciales de los parámetros con el período mL como el origen
de tiempo, en forma análoga a como se realizó en el sistema de pronósticos de suavización exponencial doble. Una forma de hacer esto consiste
en estimar la componente permanente para el período mL con la siguiente
ecuación, en lugar de utilizar la Ec. (3.40):
(3.44)
Así, se puede utilizar la expresión anterior y las Ec. (3.39) y (3.43) seguirían siendo válidas para
y
, respectivamente.
Sin embargo, otra forma que se considera más adecuada para lograr el
mismo propósito, es realizar las actualizaciones de
,
y
, período por período, de acuerdo con las Ec. (3.35)-(3.37) hasta llegar al final
del período mL, en forma análoga a como se propuso para la suavización
exponencial doble. Así, el origen de tiempo puede ser redefinido para este
período y, si se hace más claro, se pueden redefinir los períodos mL, mL
+ 1, mL + 2, ..., como los nuevos períodos 0, 1, 2, ..., etc. Una práctica
muy utilizada para estimar los valores iniciales de los factores estacionales
es simplemente dividir cada observación de demanda entre el promedio
de demanda de la estación correspondiente. Este método puede funcionar
bien sólo si la componente de tendencia del proceso es despreciable. De lo
contrario, el sistema de pronósticos puede verse muy afectado.
Ejemplo 3.5. (Método multiplicativo de Winters)
Como parte de un trabajo realizado en 1994, la tabla 3.20 muestra los
consumos de gas natural en los Estados Unidos entre 1987 y 1992, y la
figura 3.15 presenta el gráfico correspondiente, reconociéndose fácilmente
el carácter estacional de la demanda de gas, debido al aumento progresivo
de su uso en los meses de invierno para efectos de calefacción. Dado que
se presenta tendencia, el modelo estacional multiplicativo de Winters puede ser adecuado.
127
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.20. Consumo total de gas natural en los Estados Unidos entre 1987 y 1992
(en trillones de BTU)
Para realizar la simulación del pronóstico, se van a tomar los primeros
cuatro años (1987-1990) para estimar los parámetros de arranque del pronóstico y se van a simular los dos años siguientes (1991-1992). Se identifican, por lo tanto, los siguientes parámetros del modelo, y los promedios
de demanda en los años 1-4:
Se puede aplicar, entonces, las Ec. (3.39) y (3.40):
128
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.15. Demanda de gas natural en EE.UU. entre 1987 y 1992 (72 meses)
Se aplica ahora la Ec. (3.41), la cual producirá mL = (4)(12) = 48 valores diferentes de . Dada la semejanza de los cálculos para cada año, se
ilustran los primeros 12 cálculos para el año i = 1, es decir, para t = 1, 2,
..., 12.. Nótese que el valor de j representa el mes dentro del año correspondiente, variando desde 1 hasta 12. Los cálculos correspondientes son
los siguientes:
129
Carlos Julio Vidal Holguín
De forma semejante se encuentran todos los mL = 48 valores para los
primeros cuatro años (48 meses) de datos disponibles. La tabla 3.21 muestra los resultados correspondientes.
Tabla 3.21. Valores de
para el ejemplo 3.5
A continuación se aplica la Ec. (3.42) para obtener los promedios de los
factores estacionales para cada período j dentro de la estación. Esto produce 12 factores estacionales para cada uno de los 12 meses del año, los
cuales se obtienen promediando los resultados obtenidos en la tabla 3.21
para cada valor de j. Por ejemplo, para t = 1, se toman todos los valores con
j = 1. Así, se obtiene, por ejemplo, el primer valor aplicando:
130
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Obsérvese que los factores
presentan el valor j = 1 en la
tabla 3.21. Repitiendo estos cálculos para los valores restantes de y aplicando la Ec. (3.43) para su normalización (suma = L = 12), se obtienen los
resultados finales para la estimación de los factores estacionales de inicio
del pronóstico,
, mostrados en la tabla 3.22.
Tabla 3.22. Estimación de los factores estacionales
de inicio
para el ejemplo 3.5.
Dado que las estimaciones anteriores están referidas al comienzo del
período 1, se necesita trasladarlas al origen de tiempo desde donde se van
a simular los pronósticos, o sea, al final del período 48 o, equivalentemente, al comienzo del período 49. Esto se logra aplicando sucesivamente
las Ec. (3.35)-(3.37), las cuales se pueden implementar fácilmente en una
hoja electrónica. Cuando se llegue al período 48 mediante este proceso se
tendrán los valores de inicio del pronóstico simulado propiamente dicho.
Como se requiere conocer el valor de las tres constantes de suavización
α, β y γ para aplicar las Ec. (3.35)-(3.37), se utilizó el solver para producir
el valor mínimo del ECM calculado para los 24 meses de simulación del
pronóstico, lo cual se explica más adelante. Los valores obtenidos fueron
α = 0,0434, β = 1,0000 y γ = 0,7452, con un ECMmín = 3.426,20. La tabla
3.23 ilustra los resultados obtenidos (por simplicidad, no se muestran todas las filas de la tabla para todos los 48 períodos). Las celdas sombreadas
en la base de la tabla representan la estimación de los parámetros de inicio
utilizados para simular el pronóstico para los dos años 1991 y 1992, es
decir, para los períodos 49-72.
131
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.23. Determinación de los valores de inicio con base
en el nuevo origen de tiempo (período 48) para el ejemplo 3.5
Como ilustración, los cálculos de la fila correspondiente al mes 1 de la
tabla 3.23 son los siguientes (pueden existir pequeños errores de redondeo):
132
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.24. Simulación de pronósticos años 1991 y 1992
(períodos 49-72), ejemplo 3.5.
133
Carlos Julio Vidal Holguín
Es muy importante notar que para el cálculo del componente estacional
se toma el coeficiente estacional correspondiente de L = 12 meses:
(primera fila de la tabla 3.22) y no el inmediatamente
anterior, error que se comete a menudo. Esto es lógico, pues los componentes estacionales del mismo mes (por ejemplo, enero de 1989 y enero
de 1990) son los que están relacionados y no los de meses diferentes (por
ejemplo, diciembre de 1989 y enero de 1990).
Una vez calculados los valores de inicio con base en el nuevo origen
de tiempo, se puede simular el pronóstico para los dos años restantes. Los
cálculos para la simulación del pronóstico son semejantes a los realizados
anteriormente, con la única diferencia que los nuevos valores de inicio del
pronóstico (el componente permanente, la tendencia y los factores estacionales) son las celdas sombreadas mostradas en las últimas filas de la
tabla 3.23. Se obtiene entonces la tabla 3.24 al simular el pronóstico para
los años 1991 y 1992 (meses 49-72), donde se han reproducido las últimas
filas de la tabla 3.23 para mayor claridad.
Para ilustrar el cálculo del pronóstico con base en la Ec. (3.38), se muestra el cálculo del primer pronóstico, aquél para el período 49:
Este corresponde, por lo tanto, al pronóstico de demanda del mes 49,
realizado un período antes, en el período 48. Lo importante es comprender
que el factor estacional que debe utilizarse es el estimado en el mismo mes
de la estación anterior.
Análogamente, si se fuera a utilizar este sistema de pronósticos en tiempo real, siendo el período 73 el primer período real a pronosticar, se utilizaría la información detallada en la tabla 3.24 en las celdas sombreadas de
la base de la tabla. Para pronosticar la demanda del período 73, se tendría:
134
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Las demandas de los períodos 74-84 se pronostican con base en los
últimos valores disponibles del componente permanente y de la pendiente,
variando, τ desde 2 hasta 12 y corriendo período a período el componente
estacional.
Al igual que en los sistemas de pronósticos anteriores, se muestra también en la tabla 3.24 el ECM, calculado con base en los períodos pronosticados, entre el mes 49 y el 72. Se muestran, igualmente, las constantes de
suavización óptimas que minimizan este ECM.
Es muy importante observar que aquí el efecto de los múltiples óptimos
locales es considerable y debe analizarse con cuidado. Se encontró, por
ejemplo, otra solución local con α = 0,1408, β = 0,0046 y γ = 0,5337, con
un ECM = 3.878,55. De acuerdo con Silver et al. (1998, p. 108), el valor de
β debería ser considerablemente menor que el de α para efectos de estabilidad del pronóstico. Así, este segundo óptimo relativo es más conveniente
desde este punto de vista y su diferencia en cuanto al ECM no es muy
significativa con relación al óptimo encontrado arriba. Por lo tanto, debe
probarse el solver con diversos puntos de partida en las celdas cambiantes
correspondientes a las constantes de suavización para tratar de encontrar el
óptimo global o un óptimo relativo adecuado. Así mismo, puede cambiarse
el criterio a la minimización de la celda de la MAD, obteniéndose otros
múltiples resultados.
Finalmente, la figura 3.16 muestra la demanda y los pronósticos que se
obtendrían para los dos años simulados y para el año de pronóstico real.
Es importante notar que el pronóstico proyectado para el año 1993 aparece
como si la tendencia decreciente no fuera a continuar y, por el contrario, se
fuera a presentar una tendencia creciente. La razón de esto es que si se observan las demandas de los dos últimos años (1991 y 1992) a partir del mes
de agosto, hubo un incremento en la misma, en 1992. Esto plantea algo
muy importante cuando se trata de proyecciones: éstas son muy sensibles
a los últimos datos que se tengan disponibles y por ello deben considerarse
en conjunto con otros aspectos para llegar a un pronóstico final. En efecto,
ocurrió el aumento de demanda de gas natural en 1993, debido principalmente al incremento del consumo en el sector residencial.
Existen otros métodos de pronósticos de demanda estacional, como el
modelo aditivo y los métodos de suavización directa. El primero asume
, cuyos componentes se
que el modelo subyacente es
definen exactamente como en el modelo multiplicativo. El segundo método ajusta directamente diversas funciones matemáticas, como combinaciones de funciones sinusoidales y cosinusoidales a los datos. Estos métodos
pueden encontrarse en la literatura descrita en la bibliografía, especialmente en Montgomery et al. (1990). El método multiplicativo se considera
suficiente para la mayoría de los casos, ya que, por ser tan general, puede
manejar prácticamente cualquier caso de demanda estacional.
135
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 3.16. Demanda y pronósticos ejemplo 3.5
(años 1987-1992 y año proyectado 1993)
Recientes trabajos han logrado estandarizar los métodos anteriores dentro de modelos más generales. Se destaca la investigación de Gould et al.
(2008), quienes proponen un nuevo método para el pronóstico de una serie
de tiempo con múltiples patrones estacionales. De acuerdo con los autores,
en el nuevo modelo se pueden actualizar los componentes estacionales
más frecuentemente que en una estación completa, es útil para datos con
baja y alta frecuencia y maneja eficientemente los casos de datos dispersos.
El artículo viene acompañado de la correspondiente hoja electrónica del
método propuesto (disponible en www.sciencedirect.com). Puede también
consultarse a Segura y Vercher (2001) quienes aplican hojas electrónicas
para optimizar el método de Winters para demanda estacional.
sisteMas de pronósticos para íteMs con deManda errática,
íteMs nuevos y otros teMas relacionados
Demanda errática
El control de inventarios de ítems de demanda errática y de ítems nuevos en el mercado es un problema muy complejo. A los ítems que presentan demanda errática se les puede aplicar los sistemas de pronósticos
de suavización exponencial simple y doble, pero su comportamiento no
supera al de otros métodos que han sido diseñados especialmente para este
tipo de demandas.
Croston (1972) propuso un método para pronosticar demandas erráticas, el cual ha demostrado ser, hasta la fecha, una muy buena alternativa.
136
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Esencialmente, el método de Croston divide los eventos de demanda intermitente en dos. Primero, se pronostica la probabilidad de que ocurra o
no una demanda en el período siguiente, de acuerdo con las observaciones
anteriores; equivalentemente, esto corresponde a estimar el número de períodos entre ocurrencias de demanda mayores que cero. Seguidamente, se
pronostica el posible tamaño de la demanda, de acuerdo con las observaciones anteriores sin tener en cuenta las demandas iguales a cero. Considérese la siguiente notación:
xt =
yt =
nt =
=
=
Demanda observada en el período t.
Variable binaria igual a 1 si ocurre una demanda mayor
que cero en el período t; igual a cero, de lo contrario.
= Tamaño de la demanda ocurrida en el período t.
Número de períodos transcurridos desde la última demanda mayor que cero, hasta el período t.
Valor estimado de n al final del período t.
Valor estimado de z al final del período t.
Con base en la anterior notación, al final de cada período t se verifica el
valor de xt. Si xt > 0, cuando ocurre cierta demanda positiva, entonces los
estimadores se actualizan de acuerdo con las siguientes ecuaciones:
(3.45)
(3.46)
donde α es una constante de suavización (Croston sugiere que 0,1 ≤ α ≤
0,2, aunque en la práctica no hay inconveniente en probar con otros intervalos como 0,01 ≤ α ≤ 0,30 e, incluso, con 0 ≤ α ≤ 1).
Si xt = 0, entonces no se actualiza, ni el estimador del tamaño de la
y
. El
demanda, ni el estimador de n, o sea que se deja
valor de nt sí debe actualizarse en cada período, independientemente de si
ocurre o no una demanda positiva, ya que esta variable cuenta el número
de períodos, desde la última demanda mayor que cero, hasta el final del
período actual. Obsérvese que si no ocurre demanda alguna, este contador
se incrementa en 1; por el contrario, si ocurre una demanda positiva, este
contador reinicia su valor en 1 (no reinicia su valor en 0, puesto que el
mínimo número de períodos entre demandas mayores que cero que puede
ocurrir es 1, cuando ocurren dos demandas positivas consecutivas).
Nótese en las Ec. (3.45) y (3.46) que se necesitan valores de inicio
y . No se ha encontrado en la literatura referencia sobre cómo estimar
estos valores. Se propone, por lo tanto, hacerlo con parte de la historia de
demanda del ítem, tal como se ha realizado en las secciones anteriores.
137
Carlos Julio Vidal Holguín
Finalmente, el pronóstico al final del período t, para el período siguiente, se calcula de acuerdo con la siguiente expresión:
(3.47)
Ejemplo 3.6 (Método de Croston)
Considérense los datos mostrados en la tabla 3.25. Aplíquese el método
de Croston, tomando como base, para iniciar el sistema de pronósticos, los
primeros 20 datos de demanda.
Tabla 3.25. Datos de demanda errática (ejemplo 3.6)
La tabla 3.26 muestra el resultado de la aplicación del método de Croston a los datos mostrados en la tabla 3.25. Se han utilizado algunos contadores auxiliares para lograr que la hoja electrónica sea lo más automática
posible y funcione para cualquier conjunto de datos de demanda errática.
El único requerimiento es que el primer dato de demanda sea mayor que
138
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cero, como es lógico, pues de lo contrario no se sabría cuándo ocurrió la
anterior demanda positiva antes de la semana 1.
Tabla 3.26. Resultados de la aplicación del método de Croston (ejemplo 3.6)
La estimación de y de (sombreados en la tabla) se hizo con base en
los primeros 20 datos de demanda. Para el cálculo automático de se han
utilizado dos contadores que llevan la cuenta del número de períodos entre
139
Carlos Julio Vidal Holguín
demandas positivas. Por ejemplo, como la primer demanda positiva ocurre
en la semana 1 (50 unidades) y la segunda demanda positiva se observa en
la semana 4 (65 unidades), han transcurrido 3 semanas entre estos sucesos. Este sería el primer valor de n a tener en cuenta para el cálculo, como
muestra el contador de la segunda columna. Como la siguiente semana
positiva ocurre en la semana 5 (5 unidades), se cuenta entonces 1 período
entre demandas positivas, siendo el segundo valor a considerar para la
estimación del promedio del intervalo entre demandas positivas. Continuando de esta forma, se obtiene la estimación de como el promedio de
los valores observados de n, así:
Por otra parte, el tamaño promedio de las demandas positivas se estima
con base en los valores observados en las primeras 20 semanas, así:
De aquí en adelante se aplican las Ec. (3.45) y (3.46) cuando ocurren
demandas positivas o no se hace actualización alguna cuando las demandas son iguales a cero. Por ejemplo, en la semana 21 no ocurrió demanda
alguna; por lo tanto, no se modifican los valores de de y de . Por el
contrario, como en la semana 22 ocurre una demanda de 17 unidades, entonces aquí sí se actualizan estos valores, de la siguiente forma:
La figura 3.17 muestra la demanda y el pronóstico contra el tiempo.
Aparentemente, el pronóstico no luce muy aproximado a la demanda, pero
debe recordarse que este pronóstico es el estadístico y no el pronóstico
de demanda propiamente dicho, al cual deberá sumársele el inventario de
seguridad.
140
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 3.17. Demanda y pronóstico método de Croston (ejemplo 3.6)
A este mismo conjunto de datos se le aplicaron los sistemas de pronósticos de promedio móvil, suavización exponencial simple y suavización
exponencial doble (no se muestran explícitamente; ver problema No. 7 de
los ejercicios 3.5). Para ser consistentes, en todos los casos se utilizaron
los primeros 20 datos para iniciar el sistema y los 30 datos restantes para
simular. Los resultados obtenidos se muestran en la tabla 3.27. Nótese que,
con base en el indicador del ECM, el método de Croston supera en precisión a los demás métodos. El ECM es el indicador más adecuado aquí
porque, para la demanda errática, los errores de pronósticos se alejan del
modelo probabilístico normal.
Tabla 3.27. Comparación entre el método de Croston y otros métodos (ejemplo 3.6)
Algunas publicaciones anteriores, y otras más recientes, sostienen que
el método de Croston ha sido mejorado y han propuesto nuevas metodologías, pero aún sigue siendo un tema de gran interés investigativo. Pueden
consultarse Johnston y Boylan (1996), Syntetos y Boylan (2001, 2005),
Smart (2002), Levén y Segerstedt (2004), Willemain et al. (2004) y Teun141
Carlos Julio Vidal Holguín
ter y Sani (2009), entre otras posibles. Otros trabajos introducen nuevos
métodos para el pronóstico de la demanda intermitente, como Lindsey y
Pavur (2009), quienes presentan un método para obtener intervalos de confianza de ítems de muy baja demanda intermitente, basándose en técnicas
de confiabilidad de software.
Pronósticos de demanda de ítems nuevos
El control de inventarios y los sistemas de pronósticos de demanda de
ítems nuevos es un tema de gran interés. El principal problema radica en
que no se dispone de información histórica y, en la mayoría de los casos,
las proyecciones se hacen con base en estudios de mercado, con métodos
causales y/o con base en el análisis del comportamiento de la demanda de
ítem semejantes que ya se encuentren en su etapa de madurez.
En algunas ocasiones, las proyecciones de demanda son exageradas y
la empresa puede incurrir en pérdidas por excesos de inventarios y por
obsolescencia del ítem, especialmente en aquellos ítems de alta tecnología. En otros casos, las proyecciones se pueden quedar cortas y ocasionar
demandas perdidas e insatisfacción de los clientes. Por ejemplo, dice el
autor del libro: “fui testigo de la gran demanda que tuvo en Estados Unidos
un conocido juguete al que se le hacía publicidad por televisión. Cuando
fui a comprarlo para mi hijo mayor, el ítem estaba agotado y su tiempo de
entrega era de alrededor de tres meses”. En efecto, se entraba en una línea
de espera hasta que nueva producción llegara. Esto, de todas formas, ocasionó grandes pérdidas de ventas del nuevo producto.
Aunque en el capítulo 7 se tratan los casos especiales de control de
inventarios de ítems perecederos y de moda, aquí se quiere mostrar un método que ha producido un buen resultado en una aplicación real de control
de inventarios de medicamentos. Cuando un laboratorio produce una sustancia nueva, su demanda es muy incierta y depende de muchos factores.
Como al comienzo no hay historia disponible, entonces en cada punto de
venta se debe tener disponible la cantidad suficiente de producto para que
éste se pueda desarrollar y se minimicen los faltantes. Esta primera cantidad, la cual, en muchos contextos, se denomina la “siembra” del producto,
es definida por personas expertas en demandas de medicamentos, con base
en información del mercado y de los sistemas de salud, entre otros.
El problema, sin embargo, radica en el sistema de control del inventario
una vez el ítem ha sido sembrado en cada punto de venta. Una forma de
abordar este problema es construir gradualmente la historia y utilizar el
método denominado promedio móvil progresivo. Si se asume que el período básico del pronóstico es una semana, el promedio móvil progresivo
inicia con N = 1, o sea que el primer promedio es equivalente a la demanda
experimentada en la primera semana de venta del nuevo producto. Una vez
142
Fundamentos de control y gestión de inventarios
transcurre la segunda semana, entonces se toma N = 2, y así sucesivamente hasta la sexta semana, cuando N = 6. En este punto se fija el N = 6, ya
que el sistema debe tener un buen grado de respuesta para permitir el libre
desarrollo del ítem. Una vez el ítem cumple cierto número de semanas
de historia, entonces se le puede trasladar de sistema de pronósticos, por
ejemplo, a suavización exponencial, ya que se dispone de historia suficiente. Como al comienzo el número de períodos es muy pequeño, entonces
no se dispone de información suficiente para estimar la MAD o el ECM y
la desviación estándar asociada. Un buen método es asumir demandas de
Poisson y, por lo tanto, mientras dura la fase de crecimiento del ítem, fijar
la desviación estándar igual a la raíz cuadrada del pronóstico estadístico
del ítem. Esto ha funcionado adecuadamente para la mayoría de los ítems
en el caso mencionado (se recomienda revisar también el capítulo 7). El
valor máximo de N que se utilice debe ser investigado por el analista.
De una u otra forma, el tema de pronósticos de demanda de ítems nuevos es un tópico de gran interés investigativo. Puede consultarse el trabajo
de Rodríguez y Vidal (2009) para una revisión de literatura relacionada
con este tema y una descripción de un nuevo método y su aplicación en
el control de inventarios de productos de corto ciclo de vida. Un artículo
reciente de Wanke (2008) reporta resultados sobre el uso de la distribución
uniforme para la administración de inventarios de ítems nuevos. Puede
consultarse también a Ozer (2005) para un análisis sobre los factores que
influencian la toma de decisiones para la evaluación de productos nuevos.
En cierta forma, las promociones también se pueden considerar como
ítems nuevos, ya que un tipo de promoción puede agrupar dos o más ítems
maduros en uno con un nuevo código dentro de la base de datos de la empresa. El problema No. 5 de los ejercicios 3.6 propone una situación para
el pronóstico de las promociones. Reciente investigación también trata el
tema [O’Donnell et al. (2009)], haciendo énfasis en algoritmos genéticos
para minimizar los efectos de las promociones en la cadena de abastecimiento.
Combinaciones de pronósticos
Cuando se trata de aplicar sistemas de pronósticos en la práctica, siempre se busca obtener el mejor sistema de pronósticos para el caso dado. En
algunos casos, es conveniente probar diversos sistemas para los múltiples
ítems; el problema con este método es que, ciertos ítems o grupos de ítems,
pueden dar diferentes sistemas de pronósticos óptimos, lo cual puede ser
muy difícil de implementar debido a que la administración de los sistemas
de pronósticos se complica. Por ejemplo, si para un ítem clase A, el mejor
pronóstico resulta ser el de suavización simple, pero, para otro, tal vez de
su misma familia, resulta ser suavización doble, entonces puede ser muy
143
Carlos Julio Vidal Holguín
difícil hacer esta diferenciación debido, principalmente, a la implementación dentro del sistema de información de la empresa.
Por supuesto que existen desarrollos de software de pronósticos que
muy probablemente pueden manejar esta diversidad. De acuerdo con Shapiro (2001, p. 261), existen varias clases de software de pronósticos:
• Software automático, el cual define el mejor método de pronósticos
para cada ítem y calcula sus correspondientes parámetros óptimos.
Obviamente, el usuario puede adoptar o no el método sugerido.
• Software semi-automático, en el cual el usuario selecciona el método
de pronósticos de las sugerencias del software.
• Software manual, en el cual el usuario debe considerar cada método
de pronósticos y darle al sistema los parámetros del mismo.
A pesar de estos avances, como se mencionó al comienzo de este capítulo, en la práctica, de acuerdo con Sanders y Manrodt (2003), a pesar de
que existen múltiples desarrollos de software de pronósticos, sólo el 10,8%
de las empresas que ellos encuestaron reportaron estar usando algún programa para pronosticar; el 48% reportó la utilización de hojas electrónicas
para pronosticar demanda y el 60% manifestó estar insatisfecho con el
comportamiento del software de pronósticos. A pesar de estas estadísticas,
aquellos que utilizan software de pronósticos obtienen los mejores resultados en cuanto al error del pronóstico medido con la MAPE.
Se observa que, en grandes empresas, no se utiliza el software de pronósticos que viene con el ERP que usa la empresa e, incluso, acuden a
analistas que planean la demanda en forma manual o con el apoyo de hojas electrónicas sencillas. Igualmente, se ha probado algo muy sencillo y
que produce buenos resultados. Se trata de la combinación de pronósticos.
Como lo mencionan Silver et al. (1998, p. 132), combinaciones de pronósticos obtenidos con métodos sencillos producen mejores resultados que los
métodos más elaborados; en general, afirman que: “métodos sofisticados
no produjeron resultados más precisos que los que produjeron los métodos
más simples”. Closs (2004, p. 6) dice que cuando se seleccionan las técnicas de pronósticos, los analistas no deberían asumir inmediatamente que
las técnicas más sofisticadas producen los mejores resultados. Una combinación de pronósticos tan sencilla como el promedio de los mismos, en
general, produce mejores resultados que cada uno de los métodos en forma
individual. Para ir más allá, se pueden probar combinaciones lineales convexas de los pronósticos, optimizando los factores de combinación. Este
tópico se ha dejado como ejercicio en el problema No. 5 de los ejercicios
3.5. Puede consultarse también a Chan et al. (1999), quienes toman varios
pronósticos y calculan los pesos para combinarlos utilizando programación cuadrática.
144
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejercicios 3.5
1. Los datos de demanda para cuatro años, para cierto tipo de producto
de tendencia estacional, se muestran en la tabla 3.28. Construya una
hoja electrónica en la cual, utilizando los datos correspondientes a
los dos primeros años, inicie un modelo de Winters multiplicativo,
para luego simular los dos años restantes. Calcule para estos dos últimos años la MAD y el ECM y determine las mejores constantes de
suavización, α, β y γ. Construya las correspondientes gráficas.
Tabla 3.28. Datos para el problema No. 1 (ejercicios 3.5)
2. Para el problema anterior estime los factores estacionales dividiendo cada observación entre su correspondiente promedio estacional y
145
Carlos Julio Vidal Holguín
luego promedie los factores correspondientes a períodos semejantes.
Por ejemplo, para estimar
, promedie los factores obtenidos mediante el proceso anterior para los períodos 1 y 13. Realice el resto
del ejercicio en forma semejante al anterior y compare los resultados
para los mismos valores de constantes de suavización. Utilice, por
ejemplo, α = 0,20, β = 0,10 y γ = 0,10. ¿Considera usted que es bueno estimar los factores estacionales de esta forma?
3. Una empresa productora de tapas herméticas para productos de consumo masivo utiliza un método de moldeo por inyección. El moldeo
funciona mejor a una temperatura ambiente de 20º C. La planta está
equipada con un horno de gas para clima frío y acondicionadores
de aire para clima caliente. Por esta razón, el consumo de energía
eléctrica es estacional con picos en los meses de verano y bajas en
los meses de invierno. La tabla 3.29 muestra las observaciones de
consumo de energía en Kwh.
Tabla 3.29. Consumo de energía en KWh para el problema No. 3 (ejercicios 3.5)
a) Tomando como base para la determinación de parámetros de cada
modelo los primeros tres años, aplique suavización exponencial
simple, suavización exponencial doble y el método multiplicativo
de Winters para simular el pronóstico para los cuatro trimestres
del año 4. Basándose en el ECM y en gráficas adecuadas, compare los resultados de los tres modelos. En cada caso optimice las
constantes de suavización correspondientes. Concluya.
b) Utilizando el método multiplicativo de Winters, pronostique el
consumo de energía para cada trimestre del año 5 [Ampliado de
Sipper y Bulfin (1998), p. 143].
4. Combinación de patrones de demanda. Una empresa productora de
cuadernos ha recolectado dos años de datos de demanda semanal
como muestra la tabla 3.30. Esta demanda es una combinación de
146
Fundamentos de control y gestión de inventarios
demanda perpetua con demanda estacional cuando se presentan los
ingresos a los colegios y a las universidades. Proponga al menos dos
métodos para realizar el pronóstico de este patrón de demanda. Implemente uno de ellos.
5. Combinación de pronósticos. Considere el ítem de los ejemplos 3.2
y 3.3, al cual se le aplicó promedio móvil (con Nóptimo = 12) y suavización exponencial simple (con αóptimo 0,1063), respectivamente. En
ambos casos se tomaron los datos de demanda de las semanas 40-51
para iniciar, se pronosticó a partir de la semana 52 y se determinaron
los parámetros óptimos con base en el ECM. Se pide lo siguiente:
a) Implemente un sistema de pronósticos de suavización exponencial doble para este ítem, utilizando los mismos datos mencionados anteriormente para iniciarlo, para efectos de consistencia.
Simule el pronóstico a partir de la semana 52 y determine la constante de suavización óptima con base en el ECM.
b) Implemente luego un sistema de combinación de pronósticos calculado a partir de los tres sistemas anteriores, o sea, el promedio
móvil, la suavización simple y la doble. Utilice un promedio simple para calcular el nuevo pronóstico. Halle el ECM y compare
los resultados con cada uno de los sistemas de pronósticos individuales.
c) Diseñe una hoja electrónica que le permita calcular una combinación lineal convexa de los tres sistemas de pronósticos, de la
siguiente forma:
d) Pruebe una nueva combinación donde los factores ai estén entre
−1 y 1.
147
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 3.30. Demanda semanal de cuadernos para el problema No. 4
(ejercicios 3.5)
148
Fundamentos de control y gestión de inventarios
6. La demanda mensual de un repuesto relativamente costoso se muestra en la tabla 3.31. Implemente el sistema de pronósticos de suavización exponencial doble y el método de Croston estudiados en este
capítulo, tomando los primeros 20 datos de demanda para iniciar los
dos sistemas de pronósticos. Simule el pronóstico de los 30 datos
restantes, calcule el α óptimo con base en el ECM y grafique la demanda y el pronóstico. Compare los resultados y concluya.
Tabla 3.31. Demanda mensual de un repuesto para el problema No. 6
(ejercicios 3.5)
7. Muestre que los resultados de la tabla 3.27 son correctos, aplicando
los tres sistemas de pronósticos (los que no se mostraron explícitamente en el texto) a los mismos datos de demanda errática del ejemplo 3.6.
149
Carlos Julio Vidal Holguín
introducción al cálculo de inventarios de seguridad
En esta sección se presenta una introducción al cálculo de inventarios
de seguridad, tema que será tratado más a fondo en el capítulo 5. Se ha decidido introducirlo aquí como una motivación hacia la utilidad que tienen
los sistemas de pronósticos estudiados anteriormente.
Antes de continuar, es importante describir los dos tipos más comunes
de sistemas de control de inventarios de ítems individuales, los cuales se
estudiarán con mayor detalle también en el capítulo 5. En el sistema de
control continuo (s, Q) se revisa el nivel de inventario efectivo continuamente y cuando éste llega a su punto de pedido o punto de reorden, s,
entonces se ordena una cantidad constante Q. En el sistema de control
periódico (R, S) se revisa el nivel de inventario cada R períodos de tiempo
y se ordena una cantidad igual a la diferencia entre un inventario máximo,
S, y el inventario efectivo en el momento de la revisión (el concepto de
inventario efectivo se define en el capítulo 5). El sistema periódico facilita
la coordinación del control de varios ítems, aunque genera inventarios de
seguridad ligeramente superiores al sistema continuo, ya que el primero
debe responder a las fluctuaciones de demanda durante el tiempo de reposición de los proveedores o del sistema de producción, L, más el tiempo
entre revisiones, R, mientras que para el sistema continuo los inventarios
de seguridad deben responder sólo sobre el tiempo de reposición L.
¿Cómo fijar entonces inventarios de seguridad? Una forma adecuada
es definirlos utilizando factores comunes considerando la variabilidad de
la demanda (o de los errores del pronóstico) de acuerdo con el sistema de
control escogido, de la siguiente forma:
(3.48)
donde:
k=
=
Factor de seguridad dependiente del nivel de servicio deseado.
Desviación estándar de los errores de pronóstico de la demanda
total sobre un período de duración L (sobre el tiempo de reposición).
= Desviación estándar de los errores de pronóstico de la demanda total sobre un período de duración R+L (sobre el tiempo de
reposición, más el intervalo de revisión).
La importancia de la estimación de la desviación estándar de los errores
del pronóstico, , radica en el hecho de que la desviación estándar de los
150
Fundamentos de control y gestión de inventarios
errores del pronóstico sobre el tiempo de reposición, , o sobre el tiempo
de reposición, más el tiempo de revisión,
, es decir, sobre aquellos
tiempos en los cuales existe el riesgo de tener agotados, se puede estimar
mediante las siguientes ecuaciones:
(3.49)
De acuerdo con Silver et al. (1998, pp. 114-116), la relación exacta
entre
y , y entre
y , no es fácil de determinar, pero las Ec.
(3.49) se aceptan ampliamente, ya que han dado buenos resultados en la
práctica.
En uno de los proyectos en los que participó el autor del libro, tuvo la
oportunidad de medir empíricamente la relación entre
y
para una
muestra aleatoria de 164 ítems clase A, a través de una regresión lineal de
mínimos cuadrados. Para estos ítems encontró que
, lo cual es
un resultado muy aproximado al mostrado en la primera de las Ec. (3.49).
El experimento se realizó para
diaria y
semanal, es decir, para un
tiempo de reposición L = 1 semana = 7 días.
Es importante notar que en las Ec. (3.49) las unidades de tiempo en las
que se debe expresar L (o R + L) deben coincidir con el período de tiempo
del pronóstico utilizado para calcular a . En otras palabras, L (o R + L),
dentro del radical, representa las veces que el tiempo de reposición L (o R
+ L) “cabe” en el período básico del pronóstico, y por ello, lo que hay en
el interior del radical es adimensional, explicándose así la consistencia de
las ecuaciones. Estas expresiones son válidas para valores de L (o R + L)
no enteros y también para valores de L (o R + L) menores que 1, como, por
ejemplo, para pasar de una desviación estándar, con base semanal, a una
con base diaria.
Aquí debe hacerse la salvedad de que no es lo mismo la desviación
estándar de los errores del pronóstico de demanda, que la desviación estándar de la demanda propiamente dicha. De acuerdo con Montgomery
et al. (1990, p. 172), la varianza del error del pronóstico es la suma de
las varianzas de la demanda
y la varianza del pronóstico. Esto se ve
claramente de la definición del error del pronóstico y del hecho de que la
demanda y su pronóstico son variables aleatorias independientes, al igual
que las diversas demandas periódicas entre sí. Así, si se tiene un estimado
de la varianza de los errores del pronóstico , y se dispone de una relación matemática entre
y , de acuerdo con el sistema de pronósticos
que se esté utilizando, se puede estimar una de las dos varianzas a partir de
151
Carlos Julio Vidal Holguín
la otra. Para la suavización exponencial simple, por ejemplo, se encontró
anteriormente que:
De acuerdo con la relación existente entre las varianzas, puede escribirse (las expresiones son válidas también para los parámetros estimados):
Nótese que si α es pequeño, las dos varianzas y, por ende, las dos desviaciones estándar, son prácticamente iguales. Incluso si α toma el valor
límite de 0,3, la relación muestra que ambas desviaciones estándar son
cercanas:
Para estimar el inventario de seguridad, con base en la desviación estándar de los errores del pronóstico, se pueden aplicar las siguientes ecuaciones:
(3.50)
Ahora, el criterio más simple para determinar el valor de k es el de fijar
el nivel de servicio de acuerdo con la probabilidad de “no” tener un agotado en cada ciclo de reposición. Bajo el supuesto de normalidad, para un
152
Fundamentos de control y gestión de inventarios
nivel de servicio del 95.0%, k debe fijarse en 1,65 (este valor se obtiene de
las tablas de la distribución normal unitaria mostradas en el apéndice A,
para un valor de pz(k) = 1 – 0,95 = 0,05. Este tema se tratará en detalle en el
capítulo 5). Para un nivel de servicio del 97,5%, k se fija en 1,96, y para un
nivel de servicio del 99,0%, k = 2,33. Otros criterios para definir el valor
adecuado de k serán estudiados ampliamente en el capítulo 5.
Los valores de k dados anteriormente surgen de la teoría estadística de
los intervalos de confianza. Aquí se define en realidad un intervalo de confianza superior o de un solo lado, ya que interesa más el hecho de que no
haya faltantes, o sea, estimar la demanda máxima, que lo que estamos en
estimar una demanda mínima. En este caso, si el promedio de demanda es
d, podría decirse que la demanda máxima durante el tiempo de reposición
no será superior a
oa
durante
el tiempo de reposición, más el intervalo de revisión, según sea el sistema
de control que se esté utilizando, con un nivel de confianza indicado por el
valor de k, de acuerdo con lo expresado al comienzo de este párrafo.
En algunas ocasiones, se puede requerir un intervalo de confianza de
dos lados para la demanda, es decir, un límite inferior y uno superior. Por
ejemplo, alguna vez un planeador de demanda, perteneciente a una empresa industrial, preguntaba que si podía hallar una forma de estimar la
demanda en forma puntual, o sea, de comprometerse con un valor específico de demanda de un producto para el próximo mes. Esto es imposible,
pues, para una variable aleatoria continua, la probabilidad de que dicha
variable tome un valor específico es igual a cero. Lo que sí puede hacer
es comprometerse a través de un intervalo de confianza, con una demanda
mínima y una máxima, con un cierto nivel de confianza o de confidencia.
En realidad, muchas veces no se reconoce la importancia de la función de
los planeadores de demanda y de quienes tienen que ver con pronósticos y
sistemas de control de inventarios. En ocasiones hay que defender el tema
fuertemente, ya que muchos gerentes piensan que “eso de pronosticar y
controlar los inventarios es muy fácil y que por qué se complican tanto”.
Un intervalo de confianza de dos lados para la demanda, durante el tiempo de reposición, vendría dado por
, o por
durante el tiempo de reposición, más el intervalo de revisión. Aquí, sin embargo, el valor de k cambia respecto del
intervalo de confianza de un solo lado. Para un nivel de confianza del 90%,
k = 1,65; para un nivel de confianza del 95%, k = 1,96; para un nivel de
confianza del 97,5%, k = 2,24; para un nivel de confianza del 99,0%, k =
2,58, y así sucesivamente. Esto se explica porque, al haber dos lados en
el intervalo de confianza, entonces el nivel de confidencia se divide entre
dos. Así, por ejemplo, para un nivel total de confianza del 95%, se tiene
que el 5% de riesgo se divide entre los dos extremos, quedando un 2,5%
153
Carlos Julio Vidal Holguín
de riesgo en cada uno, con lo que el valor de k corresponde a un pz(k) =
0,025, o sea, k = 1,96 (de las tablas del apéndice A). Un texto que trata los
temas de intervalos de confianza en forma excelente es el de Navidi (2006,
pp. 300-367).
Ejemplo 3.7 (Cálculo de inventarios de seguridad)
Considérese el ejemplo 3.4 anterior, donde se aplicó un sistema de pronósticos de suavización exponencial doble. Supóngase ahora que se va a
utilizar un sistema de control periódico (R, S), que el tiempo de reposición
L es despreciable y que se está utilizando un intervalo de revisión R = 1
semana. En la tabla 3.16 anterior se mostraron los resultados finales de la
aplicación del sistema de pronósticos después de optimizar la constante de
suavización α. Los indicadores clave obtenidos fueron los siguientes:
αóptimo = 0,0385
MAD = 11,06 unidades
ECM = 179,33 unidades2
=
13,86 (estimada a partir de la MAD, o sea, calculada como
)
=
13,39 (estimada a partir del ECM, o sea, calculada como
)
Así, aplicando la segunda de las Ec. (3.50) se puede determinar el inventario de seguridad y sumárselo al pronóstico para determinar el inventario máximo S a mantener en cada semana. Se ha seleccionado un factor
de seguridad k = 1,96, correspondiente a un nivel de servicio del 97,5%, y
se ha utilizado la desviación estándar estimada mediante la raíz cuadrada
del ECM sobre las 38 semanas de simulación del inventario. En otras palabras, el inventario de seguridad vendría dado por:
La tabla 3.32 y la figura 3.18 ilustran los resultados obtenidos. Por interés de este tema y para mayor claridad, sólo se presentan los resultados
para las 38 semanas simuladas y para la semana que se estaría pronosticando en tiempo real.
154
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.32. Cálculo de inventarios de seguridad y de inventarios máximos
(ejemplo 3.7)
155
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 3.18. Ilustración del cálculo de inventarios de seguridad
e inventarios máximos (ejemplo 3.7)
Obsérvese que la curva del inventario máximo es “paralela” a la curva
del pronóstico, ya que se encuentra desplazada 26,24 unidades (inventario
de seguridad) hacia arriba. Por ejemplo, el inventario máximo para la semana 52 (período 1 simulado) se calcula de la siguiente forma:
Si la demanda es superior al inventario máximo en un período dado (o,
equivalentemente, si el Inv. Máximo – Demanda < 0), entonces se genera
un faltante. En este ejemplo sólo se hubiera generado un faltante de 2 ó 3
unidades en la semana 56 simulada (equivalente al período 5 simulado). El
nivel de servicio simulado sería igual a 1 – (1/38) = 97,4%, ya que de las
38 semanas sólo en una ocurre faltante. Esto coincide plenamente con el
teórico del 97,5% al utilizar k = 1,96.
La figura 3.18 se ha elaborado bajo el supuesto que R + L = 1 semana.
En caso de que esto no sea así, sería necesario estandarizar los períodos de
la figura a intervalos iguales a R + L para observar el comportamiento real
del sistema de control.
Nótese la importancia que tiene la definición del inventario de seguridad, ya que transforma el pronóstico estadístico en un verdadero pronóstico de demanda, utilizando el inventario máximo en este caso. Estos
métodos se constituyen en herramientas muy poderosas, pues, aunque es
imposible pronosticar el verdadero valor de la demanda, si se calculan correctamente los inventarios de seguridad y se utilizan los inventarios máximos como las cantidades a mantener cada semana, entonces se lograría
156
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cubrir la mayoría de los picos de demanda y producir el nivel de servicio
deseado. Finalmente, obsérvese que la proyección del inventario máximo
en tiempo real (período 39 simulado), de aproximadamente 89 unidades,
es un verdadero valor de control; si se mantiene este nivel de inventario,
entonces la probabilidad de que no ocurra faltante durante dicha semana
sería aproximadamente del 97,5%.
Si el interés fuera calcular un intervalo de confianza de dos lados para
la demanda de la próxima semana en tiempo real, asumiendo que se mantiene el mismo nivel de confianza del 97,5%, entonces el valor de k cambia
a aquél para pz(k) = 0,025/2 = 0,0125. De las tablas del Apéndice A se obtiene k = 2,24. Así, el intervalo de confianza del 97,5% vendría dado por:
Es decir, se podría afirmar que la demanda en unidades de la próxima
semana caería en el intervalo [32,48; 92,48] con un nivel de confianza del
97,5%.
Lo realizado en el ejemplo anterior se puede replicar para cualquiera
de los métodos de pronóstico estudiados hasta ahora; cuando se dispone
del pronóstico estadístico y se estima la desviación estándar de los errores
del pronóstico , se puede calcular el inventario de seguridad requerido
para cierto nivel de servicio especificado y definir el punto de reorden o el
inventario máximo, según sea el caso.
Aquí el pronóstico es dinámico, en cuanto a que cambia de una semana
a otra; sin embargo, el inventario de seguridad es estático, pues permanece
constante a lo largo del período de simulación. Esto obliga a que deban
revisarse periódicamente todos los parámetros del modelo. Una forma dinámica que puede ser más adecuada para definir inventarios de seguridad
se estudiará en la sección siguiente, a través de los errores suavizados y las
señales de rastreo.
errores suavizados y señales de rastreo
Errores suavizados
En la práctica puede ser más adecuado definir inventarios de seguridad
de forma dinámica, o sea, estimando la desviación estándar de los errores
del pronóstico, período a período. En la sección anterior, esta variabilidad
se ha estimado con base en la simulación del pronóstico de cierto número
de períodos. Sin embargo, es muy útil hacerlo en forma progresiva y continua, a medida que se vaya pronosticando, ya que se tiene la estimación
más reciente de la variabilidad y se necesita guardar menos datos en memoria. De hecho, Axsäter (2000, p. 82) sostiene que “En general, es más
157
Carlos Julio Vidal Holguín
práctico actualizar los puntos de reorden y los tamaños de lote al mismo
tiempo, inmediatamente después de actualizar los pronósticos”. Una manera de lograr esto es a través de la suavización de los errores del pronóstico, descrita a continuación.
La idea de suavización de los errores de pronóstico es simplemente
aplicar el operador de suavización con una constante de suavización diferente. Para el caso del error de pronóstico del período T, denominado Q(T),
esta suavización se logra mediante la expresión:
(3.51)
donde w es una constante de suavización diferente a la que se esté utilizando para los pronósticos, la cual, aunque teóricamente cumple con la
condición 0 < w < 1 [Montgomery et al. (1990), p. 207], en la práctica se
emplea normalmente el rango 0,01 < w < 0,10 [Silver et al. (1998), p. 112],
con el valor más comúnmente utilizado de 0,10 [Axsäter (2000), p. 18],
aunque otros autores sugieren un valor único de 0,15. Dado que el valor
esperado de los errores del pronóstico es cero, entonces siempre se define
como valor inicial Q(0) = 0.
Análogamente, la MAD puede también ser suavizada mediante la ecuación:
(3.52)
Aquí la MAD inicial, MAD(0) debe estimarse, bien sea a partir de datos
históricos o con algunas ecuaciones derivadas en la literatura. Por ejemplo, Montgomery et al. (1990, p. 212 y p. 219) presentan las siguientes
expresiones para estimar la MAD inicial para un pronóstico de suavización
exponencial doble:
(3.53)
donde:
(3.54)
En esta ecuación, τ representa el número de períodos para los cuales se
hace la estimación (normalmente τ = 1 para lo desarrollado hasta esta parte
de este capítulo). Además:
158
Fundamentos de control y gestión de inventarios
(3.55)
es simplemente la estimación de la desviación estándar de los errores del
pronóstico, calculada con base en los residuos de la regresión lineal de los
m datos que se toman para inicializar el pronóstico. Obsérvese la semejanza entre la Ec. (3.53) y la Ec. (3.15).
Finalmente, el error cuadrático medio también puede ser suavizado,
mediante la siguiente expresión:
(3.56)
El error cuadrático medio inicial, ECMS(0), puede ser estimado a partir
de:
(3.57)
donde
son respectivamente la demanda y su estimación en los primeros m períodos de la historia, utilizados para la inicialización del pronóstico, es decir, con aquellos períodos con los que se realizó la regresión lineal
para arrancar la suavización exponencial doble. Con los valores suavizados del ECMS(T) se puede estimar la desviación estándar en cada período,
como
, obteniéndose así valores de inventarios de seguridad
dinámicos.
Señales de rastreo
Con base en los errores suavizados definidos anteriormente se pueden
definir diversas señales de rastreo. El objetivo fundamental de una señal
de rastreo es informar acerca de posibles desviaciones, sesgos y problemas
del sistema de pronósticos que se está utilizando. La señal de rastreo más
comúnmente utilizada, y de más fácil comprensión, se define como:
(3.58)
Nótese, a partir de las Ec. (3.51) y (3.52), que la anterior señal de rastreo no puede ser mayor que 1 en valor absoluto. Un valor absoluto de
159
Carlos Julio Vidal Holguín
esta señal cercano a 1 indica problemas con el pronóstico. En general, se
recomienda que cuando dos o más señales de rastreo sucesivas presentan
valores mayores que un valor usualmente definido en el rango (0,40 –
0,60), debe revisarse el sistema de pronósticos, ya que puede estar fuera
de control.
Una sola señal de rastreo superior al valor permisible puede no indicar
un problema en el sistema de pronósticos, sino un dato atípico de demanda que no representa un verdadero cambio en la tendencia de la misma.
Por ello se recomienda esperar hasta que ocurran dos señales de rastreo
sucesivas fuera del rango permitido. Este rango puede variar de acuerdo
con la aplicación específica y puede ser muy estricto en el caso de algunos
sistemas de producción (máximo 0,2), o más flexible en el caso de algunos
sistemas de pronósticos de ítems comerciales (máximo 0,6).
Dentro de las acciones correctivas más comunes está el recálculo de
las constantes de suavización para permitir una reacción más rápida a los
cambios de demanda. También, se puede utilizar un sistema de pronósticos auto-adaptivo, que lo que hace es definir la constante de suavización α
igual a la señal de rastreo en cada período (problema No. 6 de los ejercicios 3.6). Se ha probado estos métodos en sistemas reales, y no se encontró
evidencia de que un método auto-adaptivo sea mejor que la simple reoptimización de la constante o constantes de suavización, coincidiendo con lo
expresado por Silver et al. (1998, p. 121), quienes, incluso, expresan que
un método auto-adaptivo puede conllevar más problemas que ventajas. Sin
embargo, se requieren experimentos más exhaustivos para llegar a conclusiones definitivas para cada caso específico.
Un caso más crítico puede ser la necesidad de cambiar de método de
pronóstico porque las condiciones iniciales pueden haber cambiado. Por
ejemplo, si se tenía un sistema de suavización simple, es posible que se
necesite pasar a suavización doble por presentarse una tendencia significativa de la demanda. En cualquier caso, las señales de rastreo servirán como
alerta del sistema de pronósticos utilizado.
Algunos autores presentan otras señales de rastreo basadas en los errores acumulados y en el ECM. Ver, por ejemplo, Montgomery et al. (1990,
pp. 214-215) y Silver et al. (1998, pp. 116-117). La dificultad con estas
señales de rastreo es que normalmente pueden tomar cualquier valor positivo, lo que hace que su calibración e interpretación sean más difíciles.
Para efectos prácticos, es suficiente con la señal de rastreo basada en el
error y la MAD suavizados, descrita anteriormente.
Identificación de datos atípicos de demanda (outliers)
Un tema final que debe llamar la atención es el hecho de la identificación de datos atípicos (outliers), tanto para la fase de inicio del pronóstico,
160
Fundamentos de control y gestión de inventarios
como para su fase normal de aplicación. En el primer caso, un dato atípico
puede causar un comportamiento no deseado en las primeras etapas del
pronóstico. Una forma de controlar esto es identificar los datos atípicos y
reemplazarlos por promedios adecuados o, incluso, eliminarlos.
En la fase de inicialización del pronóstico se pueden identificar datos
atípicos por medio de la estimación del promedio y la desviación estándar
de la demanda en forma directa con base en los datos de demanda disponibles. Se puede, por ejemplo, declarar la presencia de un dato atípico cuando está fuera del rango del promedio ± 2,5 veces la desviación estándar. Si
esto ocurre, entonces se procede a eliminar el dato y tomar el promedio del
resto de datos para su reemplazo.
Cuando se presentan datos atípicos dentro del proceso normal del pronóstico, entonces se pueden utilizar valores más adecuados de control.
Montgomery et al. (1990, p. 222), sugieren calcular la expresión:
(3.59)
y declarar la presencia de un dato atípico cuando ésta supere el valor de 5 ó
6, aproximadamente. Sin embargo, no es conveniente eliminar el dato atípico automáticamente, pues puede representar un cambio real en el nivel
de la demanda. Es preferible analizar más a fondo la situación específica
para determinar la existencia de uno u otro.
Ejemplo 3.8. (Errores suavizados, señales de rastreo y datos atípicos)
Reconsidere el ejemplo 3.4 sobre suavización exponencial doble. Se
pretende implementar un sistema de errores suavizados para el cálculo
dinámico del inventario de seguridad y de los inventarios máximos ilustrados en el ejemplo 3.7, al igual que mostrar las señales de rastreo para la
etapa de simulación del pronóstico de acuerdo con la Ec. (3.58) y los valores que identifican datos atípicos de demanda con base en la Ec. (3.59).
Para iniciar los errores suavizados se requiere calcular los residuos de
la regresión lineal que se utiliza para iniciar el sistema de pronósticos.
Se toman los primeros 51 datos de demanda para realizar esta regresión.
Como se menciona en el ejemplo 3.4, se obtiene un corte con el eje y
= 19,4565 y una pendiente
= 0,5910. Con esta recta de regresión se
calcula la demanda estimada. Por ejemplo, la demanda estimada por regresión para la semana 1 (T = 1), se calcula de la siguiente forma:
161
Carlos Julio Vidal Holguín
De manera semejante se calcula el resto de las demandas estimadas por
regresión, simplemente variando el valor de T. Para el cálculo del residuo
se toma la diferencia entre la demanda real observada y la pronosticada
por la regresión. Para T = 1, por ejemplo, este residuo sería igual a 23,00
– 20,05 = 2,95 unidades. La tabla 3.33 muestra el cálculo completo de los
residuos. Con base en estos residuos se puede entonces calcular los valores de MAD(0) y ECMS(0) (recuérdese que Q(0) = 0), aplicando las Ec.
(3.53)-(3.57), en la siguiente forma:
donde se ha reemplazado el valor de α = 0,0385 y β = 1 – α = 0,9615. El
cálculo de las sumatorias se facilita mediante la función interna SUMA.
CUADRADOS de Excel™.
Calculando los valores iniciales, se puede suavizar el error a partir del
primer período en el que se simula el pronóstico. Esto se hace mediante
las Ec. (3.51), (3.52) y (3.56). Por ejemplo, los errores suavizados para la
semana 52, o sea, para el primer período (T = 1) al que se le calcula el pronóstico, se determinan de la siguiente forma (tomando w = 0,10):
162
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.33. Cálculo de los residuos de regresión lineal
para iniciar los valores de los errores suavizados (ejemplo 3.8)
163
Carlos Julio Vidal Holguín
La tabla 3.34 ilustra estos resultados para todos los períodos simulados.
A partir del ECMS(T), para cada período T, se puede estimar la desviación
estándar de los errores del pronóstico de una manera dinámica. Debe tenerse cuidado, sin embargo, de utilizar el valor correcto de acuerdo con la
simulación. Si se va a estimar la desviación estándar y, por ende, el inventario máximo S para el período T, entonces debe tomarse el ECMS(T – 1).
La razón de esto es que como se está realmente pronosticando el inventario a mantener en el período siguiente para producir el nivel de servicio
deseado, no se conoce aún la demanda del período siguiente ni el error de
su pronóstico. Por ello, la estimación de S se realiza con base en el error
suavizado del período anterior. Por ejemplo, el inventario máximo para la
semana 52, o T = 1, asumiendo un nivel de servicio del 97,5%, k = 1,96, y
que para este ejemplo R + L = 1 semana, al igual que en el ejemplo 3.7, se
calcula de la siguiente forma:
Igualmente, a partir del error y la MAD suavizados, se determina la
señal de rastreo para cada semana, de acuerdo con la Ec. (3.58). Los resultados obtenidos revelan que el sistema de pronósticos utilizado siempre
hubiera estado bajo control, ya que ninguna señal de rastreo supera en
valor absoluto a 0,60. Finalmente, se muestra también, en la tabla 3.34,
el cálculo para el control de datos atípicos de demanda con base en la Ec.
(3.59), el cual sugiere que ningún dato se puede declarar como atípico,
pues todos los valores son menores que 5.
La figura 3.19 muestra la demanda y el pronóstico, y compara los dos
cálculos del inventario máximo, uno con base en el valor constante de la
desviación estándar (ejemplo 3.7) y el otro en forma dinámica con base en
el ECMS(T). De este ejemplo no es clara la conclusión sobre la utilidad de
determinar los inventarios máximos en forma dinámica, pero en la práctica
es más sencillo hacerlo así por ahorro de cálculos. Además, intuitivamente
se sabe que es mejor mantener actualizada la estimación de la variabilidad
de los errores del pronóstico.
164
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.34. Errores suavizados, inventario máximo dinámico, señales de rastreo y
control de datos atípicos (ejemplo 3.8)
165
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 3.19. Gráfico de demanda, pronóstico, inventario máximo con variabilidad
constante e inventario máximo dinámico con base en el ECMS (T) (ejemplo 3.8)
Nota importante: en el apéndice B se hace un resumen de este capítulo, el cual puede ser muy útil como referencia rápida de los temas aquí
tratados.
Ejercicios 3.6
1. En los literales siguientes se pide retomar el ejemplo correspondiente, diseñar una hoja electrónica para reproducirlo y realizar una nueva figura semejante a la que se menciona, pero incluyendo la curva
del inventario máximo. Asuma k = 1,96 para un 97,5% de nivel de
servicio y considere un sistema periódico con R + L = 1 período (generalmente 1 semana). En todos los casos estime σ1 con base en el
ECM, utilizando los valores óptimos de N, de α, o de α, β y γ, según
sea el caso.
a)
b)
c)
d)
e)
Promedio móvil: ejemplo 3.2, figura 3.8.
Suavización exponencial simple: ejemplo 3.3, figura 3.10.
Suavización exponencial doble: ejemplo 3.4, figura 3.13.
Método multiplicativo de Winters: ejemplo 3.5, figura 3.16.
Método de Croston: ejemplo 3.6, figura 3.17.
2. Diseñe una hoja electrónica que le permita desarrollar el ejemplo 3.8
completamente. Realice los siguientes experimentos (cada uno en
forma independiente) y concluya:
166
Fundamentos de control y gestión de inventarios
a) Suponga que las demandas de las últimas semanas 80-89 aumentan al doble. Observe el comportamiento de las señales de rastreo
y del pronóstico para estas semanas y proponga soluciones al problema del sesgo.
b) Repita el literal anterior, pero asumiendo que las demandas de las
semanas 80-89 disminuyen a la mitad.
c) Suponga que la demanda en la semana 25 no fue de 60 unidades,
sino de 1.000 unidades, constituyéndose claramente en un dato
atípico. Observe el comportamiento del inventario de seguridad
para este caso. Reoptimice la constante de suavización y observe
de nuevo el comportamiento. ¿Resuelve esto el problema? ¿Cuál
cree entonces que debe ser la solución para esta situación?
d) Implemente en la hoja electrónica el control de datos atípicos
planteado en la Ec. (3.59). Suponga que la demanda en la semana
80 fue de 850 unidades en lugar de 73 unidades. ¿Se identifica
un dato atípico aquí? Observe el comportamiento del inventario
máximo, incluso después de reoptimizar la constante de suavización. ¿Cuál cree entonces que debe ser la solución a este problema?
3. Pronósticos acumulados. El pronóstico acumulado para L períodos
adelante viene dado por:
(3.60)
Suponga que se está utilizando un sistema de pronósticos de suavizapuede ser calculado
ción exponencial doble, con lo cual cada
con base en la Ec. (3.29). De acuerdo con Montgomery et al. (1990,
p. 212), la desviación estándar de este pronóstico acumulado, , se
puede estimar con base en la siguiente ecuación:
(3.61)
donde c1 viene dado por la Ec. (3.54) para τ = 1, y pL viene dado por:
(3.62)
167
Carlos Julio Vidal Holguín
a) Muestre que en la anterior expresión, cuando L = 1, o sea, cuando
se está pronosticando sólo para el período siguiente, pL = c1 y, por
lo tanto,
se reduce a
, el cual es el resultado
conocido anteriormente en la Ec. (3.15).
b) Muestre que en la anterior ecuación, cuando se está pronosticando un proceso muy estable, cuando α tiende a cero, la estimación de la desviación estándar sobre L períodos se reduce a
, el cual es el resultado conocido
anteriormente en la primera parte de la Ec. (3.49).
c) Con base en las expresiones anteriores, considere de nuevo los datos del ítem del ejemplo 3.8. Suponga que usted ha sido llamado
para pronosticar la demanda de este producto para las próximas
1, 2, 3, ..., 10, 11 y 12 semanas adelante, o sea, para las semanas
90; 90 y 91; 90, 91 y 92; 90, 91, 92 y 93; y así sucesivamente hasta completar 12 semanas acumuladas (semanas 90-101). Diseñe
una hoja electrónica que le permita calcular estos pronósticos y el
inventario de seguridad correspondiente. Utilice siempre la constante de suavización óptima determinada con base en el ECM.
¿Qué se observa en el inventario de seguridad para pronósticos
de muchas semanas adelante? (Nota: Observe que para aplicar la
Ec. (3.60), a través de la Ec. (3.29), usted debería basarse en los
últimos valores disponibles de y de
).
4. Hace 12 semanas se lanzó al mercado un medicamento nuevo y se
registraron las 12 demandas semanales para una cadena de droguerías. Éstas fueron, en su orden: 3, 5, 14, 16, 15, 22, 30, 28, 42, 55,
50, 72. Aplique el método propuesto de promedio móvil progresivo
propuesto en este capítulo, calculando el pronóstico progresivamente desde N = 1 hasta N = 6 y manteniendo este valor de ahí en adelante. Asuma que la demanda es de Poisson, o sea, que la desviación
estándar semanal es igual a la raíz cuadrada del pronóstico semanal.
Tomando k = 2,33 y asumiendo que se está utilizando un sistema
de control periódico con R + L = 1 semana, grafique la demanda, el
pronóstico y el inventario máximo. Determine si hubo o no faltantes,
comente acerca de este método y proponga ajustes.
5. Pronósticos de promociones. Uno de los dolores de cabeza más frecuentes, especialmente en la planeación de demanda de productos de
consumo masivo, es el pronóstico de la demanda de ítems que están
en campañas o promociones. Normalmente, es muy difícil predecir
la demanda que va a ocurrir a lo largo de una promoción y el efecto que ésta tendrá sobre otros ítems semejantes que no están en la
promoción y sobre la cadena como un todo, ya que las promociones
168
Fundamentos de control y gestión de inventarios
frecuentemente aceleran el efecto látigo (bullwhip). La tabla 3.35
muestra los datos mensuales de demanda durante cuatro años de un
ítem de consumo masivo. Se marcan los meses donde se realizaron
campañas de promoción, donde evidentemente hubo un incremento
de la demanda.
a) Proponga un sistema de pronósticos para esta situación, calcule
los inventarios de seguridad asumiendo un sistema de control periódico con R + L = 1 mes, determine los inventarios máximos y
concluya.
b) Si existieran dos tipos diferentes de promoción u otros eventos
claramente diferenciables, como lo que ocurre con algunos ítems
de consumo masivo en los cuales, después del incremento de demanda causado por una promoción, sigue un decrecimiento significativo de la demanda en el mes siguiente, ¿cómo manejaría
usted esta situación? Sólo comente sus ideas principales.
Tabla 3.35. Datos mensuales de demanda de un ítem con promociones
para el problema No. 5 (ejercicios 3.6)
169
Carlos Julio Vidal Holguín
6. Métodos auto-adaptivos. Considere los 50 datos de demanda diaria
de un ítem de consumo masivo de gran consumo en un supermercado. La demanda del ítem sufrió un cambio de tendencia en forma
relativamente rápida debido a la desaparición de otro ítem semejante
que le hacía competencia (tabla 3.36).
a) Tome los primeros 20 datos de demanda (días 1-20) para inicialización e implemente una hoja electrónica con suavización exponencial doble para simular el pronóstico de los días restantes
(días 21-50). Optimice la constante de suavización con base en
el ECM para estos 30 últimos días. Recuerde que las gráficas son
muy importantes en estos temas.
b) Para los mismos datos y con las mismas condiciones del literal
anterior, implemente un método auto-adaptivo que defina en cada
período la constante de suavización α igual al valor absoluto de
la señal de rastreo del período correspondiente. Repita el cálculo
del ECM del literal anterior y compare resultados. Tome los mismos valores iniciales de y de
determinados en el literal (a)
anterior. Observe que pierde sentido la idea de optimización de α
en este caso, pues esta queda definida por la señal de rastreo para
cada período.
c) Implemente un método auto-adaptivo que defina la constante de
suavización de acuerdo con la siguiente regla: si la señal de rastreo es mayor que 0,30, tome α = 0,30. Si la señal de rastreo es
menor o igual que 0,30, tome α igual a la señal de rastreo correspondiente. Recalcule el ECM como en los casos anteriores,
compare resultados y concluya con respecto a estos tres posibles
métodos. Este método se propone para evitar el nerviosismo del
pronóstico, cuando se presentan señales de rastreo grandes (mayores que 0,6).
d) Finalmente, tome los tres métodos anteriores para calcular el pronóstico y calcule un promedio simple de los mismos como su nuevo pronóstico. De nuevo, calcule el ECM para los últimos 30 días
y concluya respecto del mejor método de pronósticos para este
caso. Proponga otras posibilidades para realizar esta combinación
de pronósticos.
170
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 3.36. Demanda diaria de un ítem de consumo masivo para el problema No. 6
(ejercicios 3.6)
7. Intervalos de confianza de demanda. Considere el ejemplo 3.7.
Construya una hoja electrónica que le permita construir un intervalo
de confianza de dos lados para la demanda en cada semana (R + L =
1 semana), especificando el nivel de servicio deseado. Recuerde que
el valor de k se debe calcular teniendo en cuenta que se trata de un
intervalo de confianza de dos lados. Grafique los resultados obtenidos en forma semejante a la figura 3.18.
lecturas adicionales
BALLOU (2004): capítulo 8 (pp. 287-296) (Presenta una introducción a los pronósticos,
especialmente con una tabla que resume los principales métodos, la cual complementa
los temas de este capítulo).
171
Carlos Julio Vidal Holguín
SILVER et al. (1998): capítulo 4 (pp. 74-145) (Este capítulo explica muy bien el tema
de pronósticos de demanda, incluyendo una bibliografía muy completa al respecto).
SIPPER y BULFIN (1998): capítulo 4 (pp. 96-174) (Este es un excelente capítulo sobre
pronósticos, muy práctico y completo, en español).
WILD (1997): capítulos 10 y 11 (pp. 147-176) (Estos capítulos describen de una manera
muy simple y práctica algunos de los sistemas de pronósticos estudiados aquí).
NARASIMHAN et al. (1996): capítulo 2 (pp. 25-65) (Este es un capítulo relativamente
corto en español sobre fundamentos de pronósticos, que puede ser útil para una primera lectura preliminar en el tema). Igualmente el capítulo 3 (pp. 66-86) presenta, en
forma breve, aspectos adicionales de pronósticos, incluyendo algunas consideraciones
de ítems de demanda errática.
MONTGOMERY et al. (1990): capítulos 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 8 (Este es un texto clásico en
pronósticos, con diversos detalles adicionales a los presentados aquí y con un tratamiento estadístico mucho más riguroso. Se recomienda como referencia de profundización en temas específicos, especialmente si desea hacerse énfasis en la componente
estadística).
172
capítulo 4
CONTROL DE INVENTARIOS
DE DEMANDA DETERMINÍSTICA
introducción
Los problemas de control de inventarios se pueden clasificar de acuerdo
con las características de la demanda y de los tiempos de reposición (Lead
Times). Tanto la demanda como los tiempos de reposición pueden ser determinísticos o aleatorios. La demanda se puede clasificar en: demanda
constante y conocida, demanda determinística (variable pero conocida) y
demanda probabilística o aleatoria. La demanda constante y conocida no
tiene mucho interés práctico pues en la vida real ella casi nunca cumple
con esta condición; sin embargo, iniciar con el estudio de este tipo de demanda facilita el manejo y comprensión de casos más complejos. La demanda determinística ocupa el segundo nivel de complejidad, pues, aunque se trata de demanda variable, ésta se puede conocer con gran precisión
antes de que ocurra. Esta demanda se presenta en aquellas situaciones de
contratos de venta preestablecidos, repuestos para mantenimiento preventivo, planeación determinística de requerimiento de materiales (Material
Requirements Planning MRP), entre otros posibles casos. Para la demanda
constante y la demanda determinística se asume usualmente que los tiempos de reposición son constantes y conocidos.
La demanda probabilística o aleatoria representa la situación más
compleja pero también la más aproximada a la realidad. Aquí, la variable
aleatoria “demanda” se asume que sigue cierta distribución probabilística
y con base en ésta se deducen las expresiones para su control. En este
caso, el tiempo de reposición se puede considerar constante y conocido,
en primera instancia, y luego se puede definir como aleatorio para llegar al
Carlos Julio Vidal Holguín
caso más complejo posible, el cual es el que más se aproxima a la práctica.
La figura 4.1 resume estos conceptos sobre la demanda y los tiempos de
reposición.
Figura 4.1 Características de la demanda y de los tiempos
de reposición en un sistema de control de inventarios
Los sistemas de control presentados en este capítulo, y en el siguiente,
se aplican generalmente a ítems clase B y, en algunos casos, a ítems clase
A. Sin embargo, para estos últimos, las reglas de decisión pueden transformarse frecuentemente debido a la intervención humana por parte de la
administración del sistema. En la primera parte de este capítulo se trata el
control de inventarios con demanda aproximadamente constante y conocida, lo que genera el conocido tema del tamaño económico de pedido, EOQ
(Economic Order Quantity). La segunda parte se dedica a la demanda variable con el tiempo, pero conocida con exactitud. Se analizan diversos
métodos de solución del problema, incluyendo heurísticos y algoritmos de
optimización.
control de inventarios de deManda constante
Se deriva a continuación el caso básico del tamaño económico de pedido (Economic Order Quantity), universalmente conocido como EOQ. Este
modelo funciona de acuerdo con los siguientes supuestos:
• El patrón de demanda es constante y conocido con certeza.
• No se consideran descuentos en los precios de compra, producción
y/o transporte.
174
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• La cantidad de pedido no necesita ser un número entero o un múltiplo de un entero.
• Todos los parámetros de costo son estacionarios o sea que no varían
significativamente con el tiempo (se consideran bajas tasas de inflación).
• El ítem se trata de forma independiente de otros.
• La tasa de reposición es infinita o, equivalentemente, los tiempos de
reposición son iguales a cero (o a un valor constante conocido), y
toda la orden completa es recibida cada vez que se ordene.
• No se consideran faltantes, o sea que no se generan órdenes pendientes ni ventas perdidas.
A primera vista, y de acuerdo con todas las suposiciones anteriores, este
modelo aparenta ser de importancia mínima para casos reales. Sin embargo, como se verá posteriormente, este caso es importante para comprender
y desarrollar otros modelos de mayor complejidad. Además, la mayoría de
las suposiciones se irán eliminando a medida que se estudien modelos más
complejos.
Recordando las tres preguntas fundamentales de los sistemas de control de inventarios mencionadas en el capítulo 2, aquí puede decirse lo
siguiente: primero, la frecuencia de revisión del inventario es continua; segundo, debe ordenarse cuando el nivel de inventario alcance el nivel cero,
ya que la demanda es constante y conocida y el tiempo de reposición es
cero (el punto de reorden o de pedido es s = 0). Si el tiempo de reposición
fuera igual a una constante L > 0 pero conocida, entonces la respuesta a
la segunda pregunta variaría de tal forma que se ordene cuando el nivel
de inventario llegue al punto de pedido s, el cual debe determinarse de
acuerdo con los datos disponibles (ver problema No. 7, literal d) de los
ejercicios 4.1). Finalmente, queda por determinarse la cantidad a pedir Q,
la cual se deriva con base en el concepto del costo total relevante descrito
a continuación.
El concepto del costo total relevante (CTR)
Se utiliza el concepto del costo total relevante (CTR) para diseñar la
estructura de la función objetivo. Este costo puede incluir los siguientes
componentes:
•
•
•
•
Costos de compra o producción.
Costos de ordenamiento, preparación o alistamiento (setups).
Costos de mantenimiento del inventario (holding cost).
Costos de faltantes de inventario (shortage cost), convertidos en
ventas perdidas u órdenes pendientes (lost sales o backorders).
175
Carlos Julio Vidal Holguín
• Costos de control del sistema.
• Otros costos posibles (administrativos o de planeación de producción).
Los dos últimos costos generalmente no son relevantes para el caso del
control del inventario de ítems individuales considerados aquí. De igual
manera, el costo de faltantes de inventario no será incluido en el análisis inicial, de acuerdo con las suposiciones establecidas anteriormente. El
costo de compra tampoco entra en el análisis porque, como se asume que
no hay descuentos, este costo es constante y por ello más adelante no se
considera dentro de la función objetivo. Por lo tanto, el CTR está dado
por los costos de ordenamiento o alistamiento y los de mantenimiento del
inventario.
Gráficos y notación
La situación de inventarios típica descrita en esta sección se muestra en
la figura 4.2.
Figura 4.2. Nivel de inventario para determinar el tamaño óptimo de pedido
Considérense los siguientes parámetros, variables y funciones (definidos y explicados en el capítulo 2):
176
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Parámetros
A=
D=
r=
v=
El costo fijo de alistamiento u ordenamiento [$/orden].
La tasa de demanda del ítem [unidades/año].
El costo de mantener el inventario [%/año o $/($ . año)].
El valor unitario del ítem [$/unidad].
Variable de decisión
Q = Tamaño del pedido o de la orden [unidades].
Función objetivo
CTR(Q) = El costo total relevante en función del tamaño de pedido Q
[$/año].
Derivación del tamaño óptimo de pedido
Es importante, primero, pensar por qué se asume a priori que la mejor
solución es ordenar siempre la misma cantidad Q en cada ciclo. Esto es así
gracias al supuesto de que todos los parámetros son estacionarios y que
no varían significativamente con el tiempo. Además, dado que la demanda
es determinística, asumiendo que el tiempo de reposición es igual a cero
y que no se incluyen órdenes pendientes en el análisis, se concluye que
lo mejor es ordenar cuando el inventario disponible alcance el nivel cero.
Sólo resta determinar la cantidad óptima de pedido Q* = EOQ.
De la figura 4.2 es claro que el tiempo que transcurre entre órdenes es
igual a Q/D. Normalmente, se utiliza como tiempo de referencia un año.
Aquí se utilizará la notación D (mayúscula) para la demanda anual y más
adelante se utilizará d (minúscula) para la demanda expresada en unidades
por otra unidad de tiempo, según sea el caso. Por lo tanto, el número de
pedidos que se realiza en un año es igual a D/Q y su costo anual asociado
se obtiene multiplicando por el costo fijo por pedido A. Así, el costo total
relevante anual, en función de Q, vendría dado por:
(4.1)
En la Ec. (4.1) se ha utilizado la Ec. (2.1) del capítulo 2 del costo de
mantenimiento del inventario,
. Dado que el término Dv es constante
pues no se consideran descuentos, no es necesario considerarlo en la función objetivo. Por lo tanto, el costo total relevante viene dado por:
(4.2)
177
Carlos Julio Vidal Holguín
En general, el inventario promedio entre un tiempo t = t1 y un tiempo
t = t2, t2 > t1, se define como:
(4.3)
donde I(t) representa la función del inventario con respecto del tiempo. La
Ec. (4.3) corresponde al área bajo la curva del inventario contra el tiempo,
dividida entre el tiempo correspondiente. Recuérdese la Ec. (1.3) donde se
establece que el inventario promedio es igual a la semisuma del inventario
inicial y el inventario final (para un solo ítem es lo mismo considerar dichos inventarios en $ o en unidades). Esta forma de cálculo sólo es válida
cuando la función de inventario contra tiempo es lineal; si este no es el
caso, puede haber grandes diferencias entre la Ec. (1.3) y la Ec. (4.3) (ver
problema No. 1 de los ejercicios 4.1). Afortunadamente, en la práctica generalmente el cálculo del inventario promedio a través de la Ec. (1.3) no
difiere mucho de su cálculo más preciso a través de la Ec. (4.3) y probablemente no valga la pena el esfuerzo computacional necesario para aplicar
esta última expresión. De todas formas, debe analizarse cada caso.
Con base en el primer triángulo de la figura 4.2, se puede calcular el inventario promedio. El área del triángulo es
; el tiempo transcurrido
entre t1 = 0 y t2 = Q/D es igual a Q/D. Por lo tanto, se deduce fácilmente
que el inventario promedio aquí es igual a Q/2. Como aquí la función de
inventario contra tiempo es lineal, este resultado coincide con la semisuma
de los inventarios inicial y final: (Q + 0)/2 = Q/2. Así, el costo total relevante viene dado por:
(4.4)
El término AD/Q de la Ec. (4.4) representa el costo anual de ordenamiento o reposición, bien sea de ordenamiento o de alistamiento, mientras
que el término Qvr/2 es el costo anual de mantenimiento del inventario. La
figura 4.3 muestra el comportamiento de esta función de costo. Fácilmente
se puede encontrar el tamaño económico de pedido EOQ derivando la función de costo con respecto de Q e igualando a cero, obteniéndose:
(4.5)
178
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 4.3. Costo total relevante en función del tamaño del pedido
Nota importante: las unidades de tiempo que contienen los parámetros
r y D deben ser consistentes para la correcta aplicación de la Ec. (4.5). De
acuerdo con nuestra notación, D vendría expresada en unidades/año y r en
% anual; si este no es el caso, deberían modificarse las unidades de tiempo
de uno de ellos para que coincidan.
Ejemplo 4.1 (Cantidad económica de pedido, EOQ)
Un ítem tiene las siguientes características:
d = 1.550 unidades/mes
v = 3.500 $/unidad
r=
A=
24% anual
10.000 $/orden
Determinar la cantidad óptima de pedido, EOQ. Expresar en palabras la
política de control del inventario de este ítem.
Recuérdese que las unidades de tiempo de la demanda y del costo de
llevar el inventario, deben ser consistentes. Por lo tanto, para aplicar la Ec.
(4.5) se debe convertir la demanda d, expresada en unidades/mes, a la demanda D en unidades/año o, equivalentemente, el costo de mantenimiento
del inventario r a un porcentaje mensual. Es preferible, sin embargo, hacer
lo primero, ya que la demanda es constante y para no entrar en el problema técnico de la conversión de tasas de interés con diferentes unidades de
tiempo. Reemplazando los valores anteriores en la Ec. (4.5) se obtiene:
179
Carlos Julio Vidal Holguín
Se pueden derivar otros valores importantes del resultado anterior:
Número de órdenes por año = D/EOQ = (1.550 × 12)/666 28 órdenes/año
Tiempo entre órdenes sucesivas = EOQ/D = 666/1.550 = 0,43 meses
13 días
La cantidad de pedido puede también expresarse en unidades de tiempo
para el cual durará el pedido. Esto viene expresado como: TEOQ = EOQ/D
= 666 unidades/1.550 unidades/mes = 0,43 meses 13 días, el cual obviamente coincide con el tiempo entre órdenes sucesivas.
O sea que aproximadamente cada 13 días deben ordenarse 666 unidades del producto, para así obtener el costo total relevante mínimo. Este
costo mínimo viene dado por:
La figura 4.4 muestra la gráfica a escala del costo total relevante contra
el tamaño de pedido para este problema. Nótese lo plana que es la curva
alrededor del óptimo. Este es un hecho muy afortunado y que es válido,
en general, pues significa que, para cambios significativos en el tamaño de
pedido Q con respecto de su valor óptimo EOQ, el costo total relevante no
cambia en la misma proporción. Por ejemplo, se puede probar que cambiando el Q en ±25% del valor óptimo EOQ, el CTR(Q) sólo aumentaría
en máximo un 5% con respecto del costo total relevante óptimo (ver problema No. 6, ejercicios 4.1).
La política de control de inventarios de este ítem sería revisar el inventario continuamente; cuando el nivel del inventario llegue a cero, entonces ordenar una cantidad igual a 666 unidades del producto.
180
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 4.4. Análisis de sensibilidad del EOQ (ejemplo 4.1)
Ejercicios 4.1
1. Una práctica muy común para determinar el inventario promedio
sobre un período dado es calcular la semisuma del inventario inicial
y el inventario final [ver Ec. (1.3), capítulo 1].
a) Establezca qué supuesto básico está considerado en este cálculo
y cómo podría diferir del inventario promedio real calculado a
partir de la Ec. (4.3).
b) Comente acerca de la inconveniencia de aplicar esta práctica en la
figura 4.5. Calcule el inventario promedio real en el mes de abril.
Figura 4.5. Gráfico de inventario contra tiempo problema No. 1 (ejercicios 4.1)
181
Carlos Julio Vidal Holguín
2. Obtenga la Ec. (4.5) derivando CTR(Q) con respecto de Q, igualando a cero y despejando Q* = EOQ. Aplique las condiciones de
suficiencia de la segunda derivada para demostrar que se trata de un
punto mínimo.
3. Muestre que para el caso del EOQ desarrollado anteriormente, en la
solución óptima, los dos componentes del costo, el de ordenamiento o alistamiento y el de mantenimiento del inventario, resultan ser
iguales, tal como sugiere la figura 4.3. Verifíquelo para el ejemplo
4.1, teniendo en cuenta que, como el valor del EOQ se redondeó al
entero mayor, pueden existir pequeñas diferencias.
4. Muestre que el costo total relevante óptimo viene dado por:
5. Derive una expresión para calcular la rotación del inventario definida en la Ec. (1.2) del capítulo 1, con base en el tamaño óptimo de
pedido EOQ. Comente acerca del resultado.
6. Análisis de sensibilidad. Investigue la variación del costo total relevante cuando en lugar de ordenar EOQ unidades, se ordenan:
donde -1 ≤ f ≤ 1 es la desviación porcentual con respecto del óptimo.
El porcentaje de penalización del costo, PPC, viene dado por:
Muestre que:
Grafique PPC vs. f y escriba sus conclusiones con respecto de los
resultados. Verifique que lo escrito en la figura 4.4, con respecto a la
sensibilidad del EOQ, es correcto.
7. Extensiones del caso básico del EOQ. En cada uno de los siguientes
casos, analice las variaciones que habría que implementar al tamaño
de orden óptimo, EOQ, para determinar el tamaño del lote óptimo.
Encuentre el EOQ en cada caso.
182
Fundamentos de control y gestión de inventarios
a) Suponga que el ítem bajo análisis tiene una vida útil de VU unidades de tiempo, debido, por ejemplo a que se trata de un artículo
perecedero. ¿Cuál debería ser la cantidad óptima de pedido si ésta
es menor (en unidades de tiempo que dura el inventario) a VU?
¿Y si es mayor?
b) Asuma que existe una limitación de capacidad (de producción o
de almacenamiento, por ejemplo) con relación al tamaño de pedido máximo que puede producirse o comprarse, es decir, que Q ≤
Qmáx). ¿Cuál sería la cantidad óptima de pedido si ésta es mayor
que la capacidad disponible Qmáx? Concluya también en el caso
cuando existe una cantidad mínima de pedido o producción, impuesta por el proveedor o por alguna razón técnica de producción,
y el EOQ resulta ser menor que ella. Generalice para la restricción Qmín ≤ Q ≤ Qmáx.
c) Suponga que el tamaño de la orden debe ser múltiplo de un número entero mayor o igual que 1, hecho causado probablemente por
las condiciones de empacado del producto. ¿Cuál sería el procedimiento adecuado para seleccionar la cantidad óptima de pedido?
d) Complete la figura 4.2 considerando un tiempo de reposición
constante L > 0, conocido con certeza. ¿Cuál sería, en este caso,
la política para el control del inventario del ítem? Escoja cuidadosamente los dos casos posibles con respecto de L y comente sobre
ellos.
8. El propietario de un supermercado abre durante 52 semanas/año y
tiene la política de ordenar un cierto frasco de aceite de cocina de
alta rotación y demanda prácticamente constante, pidiendo en cada
ocasión 4 semanas de demanda (2.000 frascos). Usted está seguro de
que se puede mejorar esta política, con respecto del costo de ordenamiento, más el costo de mantenimiento del inventario, aplicando
un sistema de control basado en el EOQ. Se recopilan los siguientes
datos acerca de este ítem:
d = 500 frascos/semana (constante)
v = 4.500 $/frasco
A = $10.000/pedido
r = 24% anual
a) Como el propietario del supermercado insiste en que su política
de pedido de 4 semanas de demanda es mejor, arguyendo que la
estimación del valor de A puede no ser muy precisa, ¿cómo podría usted demostrarle que, independientemente del valor de A,
siempre la política del EOQ será mejor? ¿Para qué valor de A las
dos políticas son equivalentes?
183
Carlos Julio Vidal Holguín
b) Repita el literal anterior si el argumento del propietario del supermercado es con respecto a la precisión de la estimación de r.
c) Si el argumento del propietario del supermercado es con respecto
a ambas estimaciones, de A y de r simultáneamente, construya
una gráfica de parejas de valores (A, r) que hagan las dos políticas
equivalentes. Discuta sobre la probabilidad de que cada pareja de
valores ocurra simultáneamente en la práctica, haciendo equivalentes las dos políticas.
taMaño de lote econóMico con descuentos
por cantidades de coMpra o producción
En este caso se elimina uno de los supuestos establecidos anteriormente, en el sentido de que el valor unitario del artículo, v, ahora sí depende
del tamaño del pedido Q. Se considera la situación en la cual se obtienen
descuentos cuando la cantidad de pedido aumenta, o descuento sobre todas
las unidades. Pueden existir descuentos sucesivos incrementales, a medida
que el tamaño del pedido se hace mayor.
Considérese, por ejemplo, el caso en el cual si el tamaño del pedido es
mayor que cero y menor que un valor de quiebre Q1, el valor de cada ítem
es v0. Si el tamaño del pedido es de Q1 unidades o más, el valor de cada
ítem es v1 = v0 (1 – d), donde d es la tasa de descuento (0 < d < 1). Simbólicamente esto se expresa como:
Aquí el producto Dv es fundamental para la ecuación del CTR, ya que v
depende de Q. Así, el costo total relevante puede escribirse como:
(4.6)
Por lo tanto, la función del costo total relevante con respecto de Q, de
acuerdo con el valor del ítem v, es:
(4.7)
(4.8)
184
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Obsérvese que en la Ec. (4.8) se ha aplicado el descuento d, tanto al
costo de mantenimiento del inventario, como al costo de compra. Algunos
autores sostienen, como elemento de discusión, que en el costo de mantenimiento del inventario el valor del producto no debería afectarse con
el descuento porque de todas formas el verdadero valor del producto es
v0, sólo que se está adquiriendo a un valor menor v0(1 – d). De una u otra
forma, es posible analizar cada caso, aunque aquí se tomará el descuento
para ambos términos.
Comparando miembro a miembro los términos de las Ec. (4.7) y (4.8),
se observa que la curva de Q correspondiente a la última ecuación siempre
estará por debajo de la curva correspondiente a la primera ecuación, siempre y cuando d > 0. Esto es válido para sucesivos descuentos incrementales
de acuerdo con la cantidad de pedido Q.
El tamaño óptimo de pedido Q* para estos casos puede coincidir con
uno de los EOQ calculados para cada valor de v en particular, de acuerdo
con la Ec. (4.5), o corresponder a uno de los puntos de quiebre. Las figuras
4.6a, 4.6b y 4.6c ilustran esta situación para el caso de las Ec. (4.7) y (4.8).
Nótese que la cantidad óptima de pedido Q* puede corresponder al tamaño
del lote económico EOQ(v0) para la curva sin descuento, al tamaño del lote
económico EOQ(v1) para la curva con descuento, o al punto de quiebre Q1.
Los pequeños círculos sin relleno y con relleno en las figuras muestran
que la función de costo, por convención, en el punto de quiebre, es válida
solamente para la curva inferior, cuando aplica el descuento d.
Figura 4.6a. El óptimo ocurre en el punto de quiebre Q1
185
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 4.6b. El óptimo ocurre en el EOQ correspondiente al valor v0
Figura 4.6c. El óptimo ocurre en el EOQ correspondiente al valor v1
Los casos mostrados en la figura 4.6 (a, b y c) pueden ocurrir con un
número mayor de puntos de quiebre de descuentos. Todo lo anterior sugiere el siguiente algoritmo para encontrar el tamaño óptimo de pedido con
un número arbitrario k de puntos de quiebre de descuento por cantidades
[adaptado de Narasimhan et al. (1996), p. 104]:
186
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Paso 1
Calcule el tamaño óptimo de pedido EOQ(v0) para el valor v0 (sin descuento) y EOQ(vi) para cada uno de los valores de descuento vi (i = 1, 2,
..., k):
Paso 2
Cada EOQ(vi) (i = 1, 2, ..., k) que caiga fuera del rango de validez del
descuento correspondiente, no lo considere en el análisis. Igualmente, descarte EOQ(v0) si EOQ(v0) ≥ Q1. En caso contrario, calcule el correspondiente costo total relevante CTR[EOQ(v0)] y CTR[EOQ(vi)], y conserve
los valores para las comparaciones del paso 4.
Paso 3
Calcule el costo total relevante CTR(Qi) para i = 1, 2, ..., k, para cada
uno de los puntos de quiebre Qi, de acuerdo con su correspondiente valor
de descuento vi:
Paso 4
Escoja el tamaño óptimo de pedido de acuerdo con el costo total relevante sin descuento, con el costo total relevante de los EOQ(vi) conservados en el paso 2, y con el costo total relevante de los puntos de quiebre calculados en el paso 3. Aquel tamaño de pedido que proporcione el mínimo
costo total relevante es la solución óptima del problema.
Ejemplo 4.2 (EOQ con descuentos)
Considere tres ítems diferentes cuyas características se muestran en la
tabla 4.1.
Tabla 4.1. Datos para los tres ítems del ejemplo 4.2
Ítem
1
2
3
D
[unidades/año]
14.500
1.500
139.800
v0
[$/unidad]
400.000
15.000
68.000
187
A
[$/orden]
6.000
6.000
6.000
r
[%/año]
36
36
36
Carlos Julio Vidal Holguín
Un solo proveedor proporciona estos tres ítems y ofrece un descuento
del 5% sobre el valor de cada ítem para tamaños de órdenes mayores o
iguales que Q1 = 200 unidades para los ítems 1 y 3, y de Q1 = 1.000 unidades para el ítem 2, por ser este último de bajo costo y de baja demanda
en comparación con los otros dos. Determinar el tamaño óptimo de pedido
para cada uno de los ítems.
a) Ítem 1:
Paso 1
Paso 2
Como el tamaño de lote óptimo, con descuento, no es mayor o igual
que Q1 = 200 unidades, no se considera en el análisis. Se calcula solamente
el costo total relevante correspondiente al tamaño óptimo sin descuento,
utilizando la Ec. (4.7):
Paso 3
Se calcula aquí el costo total relevante para el único punto de quiebre
existente, Q1 = 200 unidades:
Paso 4
El CTRmín corresponde al punto de quiebre y, por lo tanto, el tamaño
óptimo de pedido es Q* = Q1 = 200 unidades. El comportamiento de este
ítem corresponde a la figura 4.6a.
188
Fundamentos de control y gestión de inventarios
b) Ítem 2:
Paso 1
Paso 2
Como el tamaño de lote óptimo, con descuento, no es mayor o igual a
Q1 = 1.000 unidades, no se considera en el análisis. Se calcula solamente
el costo total relevante correspondiente al tamaño óptimo sin descuento,
utilizando la Ec. (4.7):
Paso 3
Se calcula aquí el costo total relevante para el único punto de quiebre
existente, Q1 = 1.000 unidades:
Paso 4
El costo total relevante mínimo corresponde al tamaño de lote óptimo
sin descuento y, por lo tanto, el tamaño óptimo de pedido es Q* = EOQ(v0)
= 58 unidades. El comportamiento de este ítem corresponde a la figura
4.6b.
c) Ítem 3:
Paso 1
189
Carlos Julio Vidal Holguín
Paso 2
Como el tamaño de lote óptimo, con descuento, es mayor o igual que Q1
= 200 unidades, debe considerarse en el análisis. El EOQ(v0) se descarta
pues dio mayor que el punto de quiebre igual a 200 unidades. Se calcula,
entonces, el costo total relevante correspondiente al EOQ(v1), utilizando
la Ec. (4.8):
Paso 3
Se calcula aquí el costo total relevante para el único punto de quiebre
existente, Q1 = 200 unidades:
Paso 4
El costo total relevante mínimo corresponde al tamaño de lote óptimo
con descuento y, por lo tanto, el tamaño óptimo de pedido es Q* = EOQ(v1)
= 269 unidades. El comportamiento de este ítem corresponde a la figura
4.6c.
Se puede analizar el hecho de que las curvas de CTR(Q) vs. Q, para
descuentos sucesivos, siempre caen debajo de la curva anterior, y ahorrarse algunos cálculos. Por ejemplo, para el ítem 3 del ejemplo 4.2, dado
que el EOQ(v1) = 269 unidades es mayor que el punto de quiebre de 200
unidades, es seguro que el costo total relevante del tamaño óptimo sin descuento, y el costo total relevante del punto de quiebre Q1, son mayores que
el costo total relevante del tamaño óptimo con descuento y, por lo tanto, no
es necesario calcularlos.
El ejemplo anterior corresponde al EOQ con descuentos sobre todas las
unidades. Hay otro caso que considera los descuentos incrementales, el
cual se deja como ejercicio (problemas No. 8 y 9 de los ejercicios adicionales y de repaso de este capítulo).
El tema del EOQ no deja de ser investigado. Por ejemplo, Pentico y
Drake (2009) presentan una nueva metodología para modelar el EOQ con
órdenes pendientes parciales. Otro tema que ha sido muy estudiado es el
efecto que tiene considerar o ignorar el valor del dinero en el tiempo en
la metodología tradicional del EOQ. Algunos autores han sostenido que
190
Fundamentos de control y gestión de inventarios
las diferencias entre la metodología tradicional en la fórmula del EOQ y
la que utiliza el “valor presente neto” (VPN) son muy pequeñas, incluso
para algunos casos extremos [Hadley (1964), Silver et al. (1998, pp. 165167)]. Otros investigadores han encontrado casos en los que se producen
diferencias significativas [Park y Son (1989), Haneveld y Teunter (1998),
Sun y Queyranne (2002)]. Más recientemente, Smith y Martínez-Flores
(2007) encontraron que pueden existir diferencias significativas entre la
metodología tradicional y la que considera el VPN en cuanto a los costos y
a las políticas de inventario. Los autores diferencian los casos en los cuales
se incluyen o no los costos de oportunidad en la tasa r y sugieren explícitamente la utilización del VPN en los casos de modelos de inventarios y
producción con períodos de tiempo discretos y costos de alistamiento.
En otro artículo reciente, Eksioglu (2009) analiza una extensión del
problema clásico del EOQ, en el cual hay múltiples proveedores y múltiples modos de transporte disponibles. El problema incluye, por lo tanto,
el instante en que debe ordenarse, la selección de modos de transporte y el
tamaño de orden por cada modo seleccionado. Otra referencia interesante
es la de Darwish (2008a) quien integra las decisiones de transporte y compra en modelos continuos de control de inventarios.
taMaño de lote óptiMo de producción (epq)
El supuesto eliminado en este caso es el hecho de que la reposición no
se presenta instantáneamente, sino que ocurre progresivamente, de acuerdo con una rata de reposición o de producción constante, p. Esta rata puede
corresponder a la rata de producción del ítem o a la forma como el proveedor realiza despachos sucesivos del producto. Este tema también se conoce en la literatura como el tamaño económico de producción (Economic
Production Quantity, EPQ). Obviamente, como no se consideran faltantes
de inventario, la rata de reposición p debe ser mayor que la demanda D,
para que el desarrollo siguiente tenga sentido. La figura 4.7 ilustra esta situación. Lo único que cambia con respecto del caso con tasa de reposición
infinita, es el inventario promedio, el cual ahora es igual a Q(1 – D/p)/2.
El costo total relevante viene dado por:
(4.9)
Y el tamaño económico de pedido EPQ se obtiene igual a:
(4.10)
191
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 4.7. Nivel de inventario cuando se considera tasa de reposición finita p
Ejemplo 4.3 (Tamaño de lote óptimo de producción EPQ)
Un fabricante de productos químicos para el aseo produce sus propios
envases plásticos para un cierto ítem. Los envases se utilizan en la zona de
empaque a razón de 240 unidades/día. El costo de preparación de cada lote
de envases es de $150.000 y su rata de producción es de 600 unidades/día.
El valor de cada envase es de $15.000 y la compañía utiliza una tasa para
el costo de mantenimiento del inventario del 32% anual. Determinar el tamaño óptimo de producción si el fabricante trabaja todo el año (360 días).
El tamaño óptimo de producción puede calcularse de acuerdo con la
Ec. (4.10). Si no se tiene en cuenta la tasa de producción finita, el EOQ
correspondiente sería:
Y aplicando el factor de corrección por tasa de reposición finita, se obtiene:
192
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Como el tamaño de lote es de 3.000 envases, entonces se producen durante 3.000/600 = 5 días. Durante estos cinco días, se consumen 5 × 240
= 1.200 envases de los 3.000 que se fabrican. Entonces, los 1.800 envases
restantes pasan a inventario y duran 7,5 días más. Es decir, el tiempo de ciclo total es de 12,5 días, que corresponden a 5 días del ciclo de producción
y consumo, más 7,5 días de consumo solamente.
El tema del EPQ, a pesar de ser ampliamente conocido y tratado en la
literatura, aún tiene mucho espacio para investigación. Por ejemplo, Pentico et al. (2009) presentan un nuevo modelo para el EPQ determinístico
considerando órdenes pendientes parciales [véase también una nota a este
artículo por Zhang (2008)]. En otra publicación, Simmons y Cheng (2008)
presentan un cálculo alternativo del tamaño óptimo de producción basado
en la maximización de utilidades. En su trabajo, tienen en cuenta los costos
de inventario y los costos de producción, determinan una rata de producción que maximiza las utilidades y, con base en dicho valor, calculan el
EPQ. Mediante esta técnica, de acuerdo con los autores, se logran aumentos significativos en la utilidad.
En otro trabajo, Ben-Daya et al. (2008) diseñan un modelo para el cálculo del EPQ teniendo en cuenta los efectos de los cambios en la rata de
producción y eficiencia, debidos a factores que pueden deteriorar la velocidad de producción y la calidad del producto y causar paradas inesperadas.
Desde este punto de vista, este modelo es más realista que el presentado
en esta sección. Por otra parte, Darwish (2008b) extiende el modelo EPQ
considerando que existe una relación entre el costo de alistamiento y el
tamaño del lote de producción. Esta dependencia puede ocurrir, en la práctica, en aquellos casos en los que hay curvas de aprendizaje (o de olvido),
o cuando existe deterioro de los procesos. Considera dos casos, con y sin
la inclusión de faltantes, prueba que las funciones obtenidas son convexas,
encuentra su solución óptima y demuestra que la relación entre el costo
de alistamiento y la longitud de la corrida de producción tiene un impacto
significativo sobre el tamaño óptimo de lote y el costo total relevante.
Ejercicios 4.2
1. Una compañía hace pedidos anuales por mil toneladas de cierta materia prima. El costo de mantener el inventario es del 35% anual
y el precio de compra es de $1.100.000 por tonelada. Los costos
marginales de tramitar los documentos son de $10.500/pedido. Para
pedidos de 22 toneladas o más, el precio de compra disminuye a
$995.000 por tonelada; para pedidos de 45 toneladas o más, el precio
es de $882.000 por tonelada. ¿Cuál es el tamaño óptimo de pedido?
193
Carlos Julio Vidal Holguín
2. La demanda de cierto artículo es de 10.000 unidades/año. El costo de
hacer un pedido es de $1.875 y el valor de cada pieza es de $1.125.
El costo de mantener el inventario es del 25%/año. Si se compran
1.750 unidades o más, se obtiene un descuento del 5% sobre el valor
original de cada pieza. Para pedidos de 4.000 o más unidades, el
descuento sube al 8%. Determine la cantidad óptima de pedido.
3. Una compañía minera reemplaza una pieza importante para el funcionamiento de cierto equipo. La demanda se ha estimado en un valor prácticamente constante de 40 unidades/semana. Se ofrece por
parte del proveedor el siguiente esquema de descuentos:
Rango de Q
0 < Q <300 unidades
300 ≤ Q
Costo unitario
$10,0
$9,70
El costo fijo de cada reposición se estima en $25 y el costo de llevar
el inventario es del 26% anual. ¿Cuál debe ser el tamaño de cada
pedido? Si el proveedor está interesado en hacer que la compañía
adquiera al menos 500 unidades cada vez, cuál es el máximo costo
unitario que podría cobrar por una orden de 500 unidades? [Silver et
al. (1998), p. 189].
4. Análisis de sensibilidad del modelo de tamaño óptimo de pedido con
tasa de reposición finita. Dibuje una gráfica del factor de corrección
(1 – D/p)-1/2 mostrado en la Ec. (4.10), y del porcentaje de penalización del costo si se utiliza el EOQ en lugar del EPQ, contra el valor
de D/p (semejante a como se definió en el problema No. 6 de los
ejercicios 4.1). Comente acerca de los resultados.
5. Un productor de componentes electrónicos desea calcular el tamaño
óptimo de cierto ítem que cuesta 115.000 $/unidad. El ítem se puede
producir a razón de 985 unidades/mes y su tasa de consumo es de
195 unidades/mes. La tasa r de la compañía es del 32% anual y los
costos de alistamiento de las máquinas son de 460.000/orden de producción.
a) Determine el lote óptimo de producción.
b) Si se ignora la tasa de producción, ¿cuál sería el tamaño de lote?
¿Cuánto le costaría este tamaño de lote más pequeño a la compañía, con relación al determinado en el literal anterior?
c) Dibuje una gráfica de inventario contra tiempo para el caso del
literal a), determine el inventario máximo, el intervalo entre corridas de producción y el tiempo de ciclo total.
194
Fundamentos de control y gestión de inventarios
6. Usted ha creado una fábrica de empaques de cartón. Uno de sus
clientes más importantes le está comprando 350 cajas/día para empacar uno de sus productos líderes del mercado. La máquina en la
que fabrica esta caja puede producir hasta 2.500 unidades/día. Por lo
tanto, si quisiera, podría producir todas las necesidades de su cliente
de una semana en un solo día (asuma que su cliente trabaja 7 días/
semana). Otro esquema de producción podría ser producir cada día
las 350 cajas que necesita su cliente, pero incurriría en el costo de
alistamiento de la máquina cada vez que haga la corrida de producción. Si los costos de alistamiento de la máquina son de $150.000/
corrida, el costo de producción variable de cada caja es de 3.000 $/
caja y su costo de mantenimiento del inventario r = 0,07% diario,
¿cuál es su programa de producción semanal ideal?
7. Deduzca una ecuación semejante a la del problema No. 4 de los ejercicios 4.1 para el CTR(EPQ).
control de inventarios de deManda conocida variable con el tieMpo
En las cuatro secciones anteriores se trató el caso básico del tamaño económico de pedido (EOQ) asumiendo que la demanda puede considerarse
uniforme y prácticamente constante a lo largo del horizonte de planeación.
En esta sección se elimina este supuesto y se permite que la demanda varíe
con el tiempo, aunque continúa siendo determinística, o conocida con certeza. Esta situación es mucho más real, encontrándose frecuentemente en
las siguientes situaciones prácticas:
• En sistemas de producción de múltiples etapas, donde se calculen los
requerimientos de materiales para ciertos productos de la empresa,
de acuerdo con el programa maestro de producción. En estas situaciones, se llega a patrones de demanda con alto grado de certeza,
pero variables con el tiempo. Aspectos adicionales de esta situación
son abordados por la técnica determinística del Material Requirements Planning, MRP.
• Contratos de venta o producción preestablecidos, donde se conocen
con certeza las cantidades a producir y/o despachar.
• Productos que tienen una demanda periódica bien establecida, o
cierta demanda inducida por campañas publicitarias y de promoción.
Este último caso debe analizarse con mayor detalle de acuerdo con
lo expresado en el capítulo 3.
• Partes y componentes de productos que estén siendo retirados del
mercado por obsolescencia o cualquier otra razón. Estos ítems pue-
195
Carlos Julio Vidal Holguín
den también considerarse como ítems clase C y serán analizados en
el capítulo 7.
• Repuestos y componentes cuya demanda es conocida con cierto grado de certeza, tales como las partes necesarias para efectuar mantenimiento preventivo.
La complejidad cuando la demanda es variable
Uno de los principales problemas cuando la demanda varía significativamente con el tiempo es el hecho de que ya no puede considerarse como
óptima una cantidad constante de pedido. Dicha cantidad puede variar
significativamente entre pedidos y debe ser determinada cada vez que una
orden va a ser procesada.
Normalmente, en este tipo de situaciones se habla de un período u horizonte de planeación determinado, el cual puede ser de un año dividido
en 12 meses, o de un semestre dividido en semanas, por ejemplo. Esto depende de la naturaleza del problema específico bajo estudio. En otras ocasiones, no se trata de un valor dado de demanda en cada período, sino de
la variación de la rata de demanda entre período y período. En cualquier
caso, debe especificarse claramente el tipo de análisis que se desea realizar.
Otro factor importante es el hecho de restringir o no los pedidos a instantes determinados de tiempo, por ejemplo, al comienzo de cada semana.
En otros casos, el pedido puede hacerse en cualquier instante del tiempo
dentro del horizonte de planeación. Sin embargo, en la mayoría de las
situaciones prácticas donde se manejen múltiples ítems simultáneamente,
es preferible establecer que los pedidos se puedan realizar al comienzo de
cada período definido para el análisis.
Finalmente, vale la pena destacar la importancia del inventario al final
del horizonte de planeación. En ocasiones, este inventario debe ser cero,
dado que se trata de un contrato establecido de ventas. Contrariamente, en
otras situaciones, este valor puede no tener restricciones, debido a que se
tomará como inventario inicial de planeación del período siguiente.
Para manejar cualquiera de estos escenarios, se pueden establecer tres
posibles métodos claramente diferenciados:
• Utilización de la cantidad óptima de pedido (EOQ) para todos los
pedidos, calculada con base en la demanda promedio durante el horizonte de planeación. Esta estrategia es útil cuando el patrón de demanda no es demasiado variable con el tiempo, ya que así se aproximaría a las situaciones descritas en las secciones anteriores.
• Utilización de la solución exacta de un modelo matemático previamente establecido, tal como el algoritmo de Wagner-Whitin (1958),
o de modelos de programación lineal entera-mixta. En estos casos se
196
Fundamentos de control y gestión de inventarios
obtienen soluciones óptimas que consideran algunos costos relacionados con los inventarios.
• Uso de métodos aproximados o heurísticos, muy útiles en la práctica, debido a su simplicidad de manejo y facilidad de comprensión.
Supuestos básicos
Los métodos que se van a estudiar en esta sección modelan una demanda válida para las siguientes condiciones:
• La rata de demanda Dj debe ser satisfecha en el período j (j = 1, 2,...,
N), donde el horizonte de planeación concluye al final del período N.
En general, esta demanda puede variar de un período a otro, pero se
considera determinística.
• Se asume que los pedidos llegan al comienzo de los períodos donde
son requeridos. Si existe un tiempo de reposición para la llegada de
los pedidos, este se considera determinístico y sería útil para motivos
de planeación de cuándo colocar el pedido, pero no se incluirá explícitamente en el análisis.
• No se consideran descuentos por cantidad pedida.
• Los factores de costo no varían significativamente con el tiempo.
Particularmente, se asume que la tasa de inflación permanece baja.
• Se considera cada ítem en forma independiente de otros ítems.
• No se consideran faltantes de inventario o demanda no servida, pues
la demanda se conoce anticipadamente.
• La cantidad solicitada en cada pedido es despachada en forma total
y no es recibida por lotes o en forma gradual.
• Por facilidad, se considera que el costo de mantener el inventario se
carga sobre el inventario al final de cada período. Sin embargo, se
puede demostrar que la consideración de utilizar el inventario promedio, o la semisuma del inventario inicial y el inventario final de
cada período, coincide con el análisis de fin de período.
Debido a estos supuestos, especialmente al segundo y sexto en el orden anterior, se concluye fácilmente que la mejor situación ocurrirá en
los casos en que los pedidos llegan al comienzo de cada período donde el
inventario inicial es cero.
Ejemplo 4.4 (Demanda determinística variable con el tiempo)
La tabla 4.2 muestra la demanda requerida en unidades de cierto producto para 12 meses.
197
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 4.2. Demanda requerida para el caso del ejemplo 4.4
Mes
Demanda
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10 11 12 Total
35 165 40 335 400 325 230 141 330 395 600 124 3.120
Se ha estimado un costo fijo de alistamiento A de $300/pedido, un costo de llevar el inventario r del 1% mensual, y el costo unitario de cada
producto v de $80/unidad. Es importante notar aquí que algunos autores
frecuentemente no dan los parámetros v y r separadamente, sino que los
multiplican a priori, dando el costo de mantenimiento como h = vr. En este
caso, h = 80 $/unidad × 0,01 $/$.mes = 0,8 $/unidad.mes.
La empresa ha decidido utilizar un criterio para la programación de sus
órdenes, estableciendo la producción de tres meses de requerimientos cada
vez que se produzca. Así, por ejemplo, y asumiendo que el inventario inicial es cero, al comienzo del mes 1 debe estar disponible una orden por 35
+ 165 + 40 unidades = 240 unidades, correspondientes a las necesidades
de los meses 1, 2 y 3. Calcular los costos de inventario asociados a esta
política de pedidos.
Primero, es interesante analizar el patrón de demanda que tiene el producto, el cual se muestra en la figura 4.8. Para determinar el grado de
dispersión de esta demanda se calcula su coeficiente de variación sobre el
horizonte de planeación, así:
Demanda promedio = 3.120/12 = 260 unidades/mes
Desviación estándar de la muestra = 167,82 unidades
Coeficiente de variación = 167,82/260 = 0,6454 = 64,55%
Figura 4.8. Patrón de demanda correspondiente al ejemplo 4.4
198
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Aunque la demanda puede considerarse perpetua, su variación del
64,55% es considerable y, por ende, presenta un patrón de demanda variable con el tiempo. Silver et al. (1998, p. 217) definen otro indicador
denominado coeficiente de variabilidad VC, el cual viene dado por:
el cual escriben como:
(4.11)
Este coeficiente se determina asumiendo que la demanda es una variable aleatoria discreta sobre el período de análisis, cada una con probabilidad igual a 1/N. Aquí se deja como ejercicio obtener esta expresión. El
cálculo en este ejemplo da:
Si VC < 0.2 entonces se puede utilizar un método basado en el EOQ
con la demanda promedio (en este caso, 260 unidades/mes) para estimar
los tamaños de pedido de cada período. En caso contrario, la demanda se
torna más errática y puede ser necesario utilizar otro método heurístico o
un método exacto como el modelo de programación lineal entera-mixta
que se presentará posteriormente.
Aplicando la política de pedidos de tres meses de requerimientos, se
obtiene la tabla 4.3, donde se muestra la distribución de pedidos, requerimientos, e inventarios inicial y final para cada mes.
199
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 4.3. Comportamiento del inventario en el tiempo mediante
la política de tres meses de pedido (ejemplo 4.4)
Mes
Inv. inicial
+ Pedido
− Demanda
= Inv. final
1
2
3
0 205 40
240
−
40
5
6
0 725
325
− 1.060
35 165 40
205
4
0
−
335 400
725 325
7
8
9
0 471 330
− 701
−
11
12
Total
0 724
124
−
− 1.119
325 230 141 330
0 471 330
10
0
−
−
3.120
395 600
124
3.120
724 124
0
2.944
Para calcular los costos asociados a esta política, durante el horizonte
de planeación, se procede como sigue:
Costos totales de preparación = 4 pedidos × $300/pedido =
Costos de llevar el inventario = 2.944 unid mes × $80/unid
× 0,01 $/$ mes
=
Costos totales anuales de preparación e inventario
=
$
1.200,0
$
2.355,2
3.555,2
Otros cálculos relacionados con esta política se refieren a la rotación del
inventario. Para calcularla, se determina primero el inventario promedio
considerado al final de cada mes, así:
Inventario promedio (convención final de mes) = 2.944/12 = 245,33 unidades.
Y la rotación del inventario vendría dada por:
Rotación del inv. = Demanda anual/Inv. promedio = 3.120/245,33 = 12,72 veces/año
La pregunta obvia que surge es, ¿se puede mejorar este costo mediante
la aplicación de una política diferente de inventarios? La respuesta es sí.
Algunas estrategias para lograr esto se exponen a continuación.
Uso de la cantidad económica de pedido (EOQ)
Una posibilidad de mejorar la situación descrita en el ejemplo 4.4 es la
de utilizar la cantidad económica de pedido EOQ, calculada con base en
la demanda promedio del horizonte de planeación. Sin embargo, como el
valor de VC calculado anteriormente dio mayor que 0,2, entonces es probable que los resultados no sean buenos. Como la mejor situación corresponde a efectuar pedidos que satisfagan los requerimientos de un número
entero de períodos (como ya se mostró anteriormente, de acuerdo con los
supuestos), si la cantidad EOQ no coincide con los requerimientos para un
número entero de períodos, entonces se acerca al valor más próximo, bien
sea por exceso o por defecto.
En este caso, el EOQ viene dado por:
200
Fundamentos de control y gestión de inventarios
(4.12)
Donde:
= Demanda promedio durante el horizonte de planeación.
Los otros parámetros son los mismos definidos en el capítulo 2. Para
este caso, la demanda promedio y el EOQ vienen dados por:
La tabla 4.4 muestra los resultados para la política del tamaño óptimo
de pedido, teniendo en cuenta que se redondea a los requerimientos de un
número entero de períodos. Para el primer pedido, por ejemplo, el EOQ
está más cercano a 575 unidades, el requerimiento para los cuatro primeros meses, que lo que está a 240 unidades, el requerimiento para los tres
primeros meses. Por esta razón, se escoge 575 como el tamaño del pedido
inicial. A partir del mes 5 se repite este mismo procedimiento para determinar el tamaño de pedido.
Tabla 4.4. Comportamiento del inventario en el tiempo mediante la política
de pedido para períodos enteros con demanda aproximada al EOQ (ejemplo 4.4)
Mes
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Total
0
540
375
335
0
0
230
0
330
0
0
0
−
575
−
−
−
400
555
−
471
−
395
600
124
3.120
− Demanda
35
165
40
335
400
325
230
141
330
395
600
124
3.120
= Inv. final
540
375
335
0
0
230
0
330
0
0
0
0
1.810
Inv. inicial
+ Pedido
En este caso, los costos, el inventario promedio y la rotación del inventario vienen dados por:
Costos totales de preparación = 7 pedidos × $300/pedido =
Costos de llevar el inventario = 1.810 unid mes × $80/unid
× 0,01 $/$ mes
=
Costos totales anuales de preparación e inventario
=
201
$
2.100,0
$
1.448,0
3.548,0
Carlos Julio Vidal Holguín
Inventario promedio (convención final de mes) = 1.810/12 = 150,83 unidades.
Rotación del inv. = Demanda anual/Inv. promedio = 3.120/150,83 = 20,69 veces/año
Como puede observarse, es muy poca la diferencia en cuanto a costos
totales de esta política con relación a la de tres meses de pedido.
Otras variaciones del EOQ
El EOQ se puede aplicar de otras dos formas diferentes a la presentada en la sección anterior. Primero, se puede ordenar la cantidad exacta
dada por el EOQ, aunque, en general, no coincide con la demanda de un
número entero de períodos y, como consecuencia, la cantidad a pedir al
final deberá ajustarse para obtener un inventario cero al final del horizonte
de planeación; en este caso se debe ordenar de tal forma que se evite un
inventario final negativo. La segunda forma es la de convertir el EOQ a
un número entero de períodos dividiéndolo por la demanda promedio y
redondeando al entero más próximo, y así ordenar siempre una cantidad
igual a la demanda de ese número de períodos. A continuación se ilustran
estos dos métodos.
Utilizando el valor exacto dado por el EOQ
La tabla 4.5 muestra el resultado de esta política de pedidos. Evidentemente, este método no supera a los anteriores en este ejemplo.
Tabla 4.5. Comportamiento del inventario en el tiempo
mediante la aplicación de pedidos iguales al EOQ para el ejemplo 4.4
Mes
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Total
Inv. inicial
0
407
242
202
309
351
26
238
97
209
256
98
−
442
−
−
442
442
−
442
−
442
442
442
26
3.120
− Demanda
35
165
40
335
400
325
230
141
330
395
600
124
3.120
= Inv. final
407
242
202
309
351
26
238
97
209
256
98
0
2.435
+ Pedido
Los costos, el inventario promedio y la rotación del inventario se reducen a:
Costos totales de preparación = 8 pedidos × $300/pedido =
Costos de llevar el inventario = 2.435 unid mes × $80/unid
× 0,01 $/$ mes
=
Costos totales anuales de preparación e inventario
=
$
2.400,0
$
1.948,0
4.348,0
Inventario promedio (convención final de mes) = 2.435/12 = 202,92 unidades.
Rotación del inv. = Demanda anual/Inv. promedio = 3.120/202,92 = 15,38 veces/año
202
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Redondeando el EOQ a un número entero de períodos
Este método es una variación de los dos métodos relacionados con el
EOQ expuestos anteriormente. Se conoce también con el nombre de cantidad de orden periódica. En este caso, la cantidad económica de pedido,
EOQ, se expresa en unidades de tiempo, de acuerdo con la siguiente ecuación:
(4.13)
El TEOQ se redondea al entero más cercano mayor que cero y cada vez
se ordena la cantidad necesaria para cubrir dicho número de períodos. Si el
número de períodos no es múltiplo del total de períodos del horizonte, N,
entonces se ajusta la cantidad a pedir al final del mismo.
En el ejemplo 4.4, el EOQ es igual a 442 unidades; esto equivale, con
respecto de la demanda promedio de 260 unidades/mes, a tener 442/260
meses = 1,7 meses 2 meses (redondeado). La tabla 4.6 muestra el resultado de esta política de pedidos, es decir, cuando se pide siempre para dos
meses de demanda.
Tabla 4.6. Comportamiento del inventario en el tiempo mediante
la aplicación de un número entero de períodos redondeado a partir
del EOQ para el ejemplo 4.4 (2 meses)
Mes
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Total
0
165
0
335
0
325
0
141
0
395
0
124
−
200
−
375
−
725
−
371
−
725
−
724
−
3.120
− Demanda
35
165
40
335
400
325
230
141
330
395
600
124
3.120
= Inv. final
165
0
335
0
325
0
141
0
395
0
124
0
1.485
Inv. inicial
+ Pedido
Aquí, los costos, el inventario promedio y la rotación del inventario
son:
Costos totales de preparación = 6 pedidos × $300/pedido =
Costos de llevar el inventario = 1.485 unid mes × $80/unid
× 0,01 $/$ mes
=
Costos totales anuales de preparación e inventario
=
$
1.800,0
$
1.188,0
2.988,0
Inventario promedio (convención final de mes) = 1.485/12 = 123,75 unidades.
Rotación del inv. = Demanda anual/Inv. promedio = 3.120/123,75 = 25,21 veces/año
Este último resultado muestra un mejoramiento significativo con respecto de los anteriores.
203
Carlos Julio Vidal Holguín
Otra política muy conocida es la de ordenar exactamente para un período, denominada lote por lote (lot for lot). En este caso, el inventario final
siempre será cero y se incurrirá sólo en 12 costos de ordenamiento, o sea
que el costo total relevante para esta política sería de $3.600,0.
La pregunta obvia que surge es, ¿cuál es la solución óptima y cómo se
puede encontrar? Wagner y Whitin (1958) diseñaron un algoritmo de programación dinámica que encuentra la solución óptima bajo el supuesto de
que el inventario al final del horizonte sea preespecificado (generalmente
será igual a cero como en el ejemplo 4.4). Este método no se presenta
aquí por considerarse que presenta más desventajas que ventajas, especialmente en lo que se refiere a su comprensión y aplicación práctica. Existen
paquetes de software académico muy conocidos, como el WinQSB, que
contienen este algoritmo. Investigaciones recientes han resuelto la versión
estocástica del algoritmo de Wagner-Whitin, considerando demanda no estacionaria probabilística, especialmente con distribución normal [Vargas
(2008)].
En la sección siguiente se presenta un modelo matemático de programación entera-mixta para resolver óptimamente este problema. Su ventaja
radica en que se pueden adicionar condiciones y restricciones de diversa
naturaleza una vez se construye el modelo, lo que lo hace una herramienta
muy poderosa de decisión.
Modelo de programación matemática entera-mixta (método exacto)
Resulta interesante formular un modelo de programación matemática
entero-mixto para el problema bajo análisis. Considérense los siguientes
parámetros y variables de decisión (los parámetros A, v y r ya han sido
definidos anteriormente):
Di = Demanda del período i, i = 1, 2, ..., N.
Xij = Cantidad ordenada en el período i para ser utilizada para satisfacer la demanda del mes j; i = 1, 2, ..., N; j = 1, 2, ..., N; j ≥ i, donde
N es el número de períodos considerados en el horizonte bajo
análisis.
Yi = 1, si se realiza un pedido en el período i, i = 1, 2, ..., N; 0, de lo
contrario (variable binaria)
Se va a asumir que el inventario inicial, al comienzo del período 1 es
cero, lo mismo que el inventario al final del horizonte de planeación, o sea,
al final del período N. Bajo estos supuestos, se puede formular el siguiente
modelo de programación lineal mixta:
204
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Función objetivo:
Minimizar CTR = Costos de ordenamiento + costos de almacenamiento
Restricciones:
a) Por satisfacción de la demanda:
X11
X12 + X22
X13 + X23 + X33
...................
X1N + X2N + X3N + . . . . . . . + XNN
= D1 (j = 1: demanda del período 1)
= D2 (j = 2: demanda del período 2)
= D3 (j = 3: demanda del período 3)
..... ........................
= DN (j = N: demanda del período N)
b) Restricciones lógicas (no se pueden tener unidades disponibles en
cada período, sino se ha efectuado un pedido):
205
Carlos Julio Vidal Holguín
c) Restricciones obvias:
Xij ≥ 0 para toda i, j.
Yi {0, 1} para toda i.
El primer término de la función objetivo contiene el total de los costos
fijos de pedido. Si se pide en el período i, entonces la variable binaria Yi =
1 y, por lo tanto, el costo fijo A, suma. De lo contrario, no se suma costo
fijo alguno porque la variable binaria sería igual a cero. Los términos siguientes de la función objetivo representan el costo de mantenimiento del
inventario. Como el modelo tiene la flexibilidad de que se puede pedir en
el período i para satisfacer la demanda de cualquier período j = i, i+1, i+2,
…, N, entonces el costo de mantenimiento varía dependiendo del número
de períodos que va a estar guardado el inventario. Así, los términos de la
función objetivo asociados a este costo se han organizado en orden ascendente para aquellas variables que representen unidades guardadas por 1, 2,
3, …, N – 1 períodos.
El conjunto de restricciones a) asegura que se va a satisfacer exactamente la demanda de cada período. El conjunto de restricciones lógicas b),
combinado con las restricciones obvias c) asegura que si no se realiza un
pedido en el período i (Yi = 0), entonces todas las variables Xij (j = i, i+1,
i+2, …, N) deben ser iguales a cero y viceversa. Por el contrario, si Yi = 1,
o sea que se va a pedir en el período i, el modelo deja la libertad que en
el período i se pueda pedir hasta la demanda total para los períodos i, i+1,
i+2, …, N. Nótese que el modelo no restringe un pedido a la demanda de
un número entero de períodos. A pesar de que se sabe que la solución óptima cumple con esta propiedad, no se necesita representarla explícitamente
en el modelo, pues es resultado del mismo.
La hoja electrónica que representa al modelo luce como se observa en
la siguiente página.
La fórmula de la celda objetivo contiene el costo de ordenamiento y el
costo de mantenimiento del inventario. En total, hay 90 celdas variables,
de las cuales 12 corresponden a las variables binarias de pedido Yi y 78 a las
variables asociadas al tamaño del pedido Xij. Las restricciones de demanda
se garantizan adicionando al solver de Excel™ una restricción conjunta
que iguala el total por columnas de las celdas cambiantes correspondientes
a las variables Xij con la demanda del período respectivo. Las restricciones
lógicas b) se programan tomando la suma por filas de las celdas cambiantes Xij y haciéndola menor o igual que el producto de la demanda pendiente
por satisfacer a partir del período i con la correspondiente variable binaria
Yi. Hay que adicionar una última restricción al solver donde se le informa
al programa que las variables de pedido Yi son binarias. Las variables del
tamaño de pedido Xij se dejan como continuas mayores o iguales que cero.
206
Fundamentos de control y gestión de inventarios
207
Carlos Julio Vidal Holguín
Al correr el solver, se obtiene la solución óptima mostrada arriba. Para
el período 1, por ejemplo, se obtuvo Y1 = 1 (se hace un pedido), X11 = 35,
X12 = 165, X13 = 40 y X1j = 0 para j = 4, 5, 6, …, 12. O sea que el pedido total
del período 1 se hace por 240 unidades, de las cuales 35 se consumen en el
mismo período en el que se piden, 165 se guardan hasta el período 2 y 40
unidades se guardan para satisfacer la demanda del período 3. Nótese que
en los períodos 2 y 3 obviamente no se hace pedido alguno (Y2 = Y3 = 0) y
se vuelve a pedir en el período 4 (Y4 = 1), pero solamente para la demanda
de este mismo período (X44 = 335, X4j = 0 para j = 5, 6, 7, …, 12.). En forma análoga se interpreta el resultado de las demás variables de decisión.
La solución óptima se resume en la tabla 4.7. Estos mismos resultados se
pueden encontrar mediante otros programas de interés académico, como
el WinQSB.
Tabla 4.7. Solución óptima del ejemplo 4.4 mediante la aplicación
del modelo de optimización entero-mixto
Mes
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Total
0
205
40
0
0
325
0
141
0
0
0
124
−
240
−
−
335
725
−
371
−
330
395
724
−
3.120
− Demanda
35
165
40
335
400
325
230
141
330
395
600
124
3.120
= Inv. final
205
40
0
0
325
0
141
0
0
0
124
0
835
Inv. inicial
+ Pedido
En este caso, los indicadores óptimos vienen dados por:
Costos totales de preparación = 7 pedidos × $300/pedido =
Costos de llevar el inventario = 835 unid mes × $80/unid
× 0,01 $/$ mes
=
Costo total relevante CTR óptimo
=
$
2.100,0
$
668,0
2.768,0
Inventario promedio (convención final de mes) = 835/12 = 69,58 unidades.
Rotación del inv. = Demanda anual/Inv. promedio = 3.120/69,58 = 44,84 veces/año
La tabla 4.8 muestra el resumen de los resultados del ejemplo 4.4, de
acuerdo con los diversos métodos de solución de este problema, ordenados
de mayor a menor, resultado del costo total relevante. Se han adicionado
algunos otros resultados, como, por ejemplo, un solo pedido al comienzo
para todo el año, el cual, evidentemente, conduciría a la peor situación
en este ejemplo. Una observación muy importante es que, dada la brecha
significativa con respecto del óptimo de algunos métodos de solución, los
cuales, en ocasiones, se utilizan en la práctica, es muy importante justificar
la aplicación de uno u otro método.
208
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 4.8. Comparación de las soluciones obtenidas mediante los diversos métodos
(ejemplo 4.4)
El modelo matemático puede ser muy útil, incluso en aplicaciones reales. Precisamente, este modelo es adaptado en la práctica por Gutiérrez
(2006). Una vez se construye la hoja electrónica asociada al modelo, se
pueden analizar diversas variaciones del mismo e involucrar otro tipo de
restricciones. Por ejemplo, restricciones de producción en cada período,
tamaños de lote mínimo y máximo por período, capacidades, etc. (problemas No. 15 y 16 de los ejercicios adicionales y de repaso de este capítulo).
El tópico de demanda determinística tratado hasta aquí ha sido motivo
de amplia investigación. Se le conoce también como el problema del tamaño de lote (Lot Sizing). Por ejemplo, una reciente revisión de literatura sobre el tema incluye los problemas de tamaño de lote de un solo ítem, como
el tratado anteriormente; el del tamaño de lote de un solo ítem con restricciones de capacidad (el cual puede ser manejado por el modelo matemático
presentado en esta sección) y el del tamaño de lote con demanda dinámica
determinística para múltiples ítems [Robinson et al. (2009)]. Los autores
presentan diversidad de modelos matemáticos que han sido tratados en la
literatura. Otra variación del modelo presentado es tratada en Dawande et
al. (2009), donde se implementan dos tipos de restricciones al modelo. En
el primer tipo, se impone una restricción de capacidad de almacenamiento
de dos productos al final de cada período; en el segundo, ambos productos
tienen un costo conjunto y costos individuales de alistamiento.
Ejercicios 4.3
1. La demanda de cierto componente en unidades para el próximo año
se ha estimado como sigue:
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
32
29
40
86
11
38
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
209
7
39
50
78
29
80
Carlos Julio Vidal Holguín
El costo de cada componente es de $1.250, el costo de ordenamiento
se ha estimado en $3.500/pedido y el costo de mantener el inventario
es del 24% anual. Determine el plan de pedidos correspondiente, el
CTR, el inventario promedio y la rotación, utilizando las tres reglas
del EOQ y las siguientes políticas: lote por lote, pedidos para dos
períodos y pedidos para tres períodos. Encuentre la solución óptima
y compare los resultados.
2. Considere un ítem con el siguiente patrón de demanda determinística, variable con el tiempo:
Semana
Demanda
1
80
2
60
3
180
4
80
5
0
6
0
7
180
8
130
9
10
10
110
11
80
12
230
Suponga que el patrón de demanda termina en la semana 12. El costo
de llevar el inventario es de $115 por cada unidad, por cada semana de estar en inventario. El costo fijo de pedido es de $35.000. Se
considera que el inventario inicial es cero, al igual que el tiempo de
reposición. Aplique los siguientes criterios para determinar los tamaños de pedidos y compare los resultados de costos totales y rotación
del inventario:
a) Ordenando cada vez para cuatro períodos consecutivos, iniciando
con la semana 1.
b) Utilizando los tres métodos vistos relacionados con el EOQ.
c) El modelo matemático de optimización propuesto en este capítulo.
d) Un solo pedido, al comienzo de la semana 1, para satisfacer los
requerimientos de las 12 semanas.
e) Un pedido al comienzo de cada semana, igual a su demanda (lote
por lote).
3. Repita el problema anterior con el siguiente patrón de demanda para
20 períodos de un ítem que está siendo retirado del mercado.
Período
Demanda
1
850
Período
Demanda
2
480
11
17
3
304
12
13
13
8
4
225
14
5
210
5
145
6
100
15
5
16
4
7
81
17
3
8
52
18
2
9
38
19
2
20
1
10
30
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Suponga que A = $6.000/pedido, v = $28.000/unidad y r = 2% por
período. Analice los resultados para este patrón de demanda.
4. Repita el problema No. 2 para un componente que presenta demanda
intermitente, de acuerdo con la siguiente información:
Semana
Demanda
1
80
2
5
3
0
4
23
5
0
6
0
7
18
8
0
9
0
10
0
11
180
12
70
Asuma que A = $5.000/pedido, v = $87.550/unidad y r = 0,75% semanal. Analice los resultados para este patrón de demanda.
5. Considere el modelo de programación lineal mixta presentado en
este capítulo. Implemente cambios en el modelo, de tal forma que se
pueda tener en cuenta un inventario inicial conocido I0, en general,
diferente de cero, e igualmente, un inventario final requerido al final
del período N, el cual puede ser diferente de cero.
6. Considere el ejemplo 4.4. Formule un modelo de programación lineal mixta semejante al presentado en este capítulo, pero asumiendo
que se trata de un ítem perecedero que no se puede tener en inventario por más de dos períodos (o sea que, por ejemplo, la variable X13
debería ser cero). Determine la nueva solución óptima del problema.
Métodos heurísticos clásicos
Dadas las desventajas del método de Wagner-Whitin y la relativa complejidad de los modelos de programación matemática, es útil describir algunas técnicas heurísticas que han demostrado alta eficiencia y eficacia en
la solución de problemas prácticos de inventarios con demanda variable
con el tiempo. Su importancia radica en su facilidad de comprensión y su
simplicidad para ser implementados.
El heurístico de Silver-Meal
Este método fue desarrollado por Silver y Meal (1973) y ha demostrado un funcionamiento satisfactorio cuando el patrón de demanda es muy
variable, es decir, cuando el método del lote económico de pedido y otros
métodos heurísticos no producen buenos resultados. El criterio básico de
este método es el de minimizar los costos de ordenamiento y mantenimiento del inventario por unidad de tiempo. Como antes, las cantidades de
pedido están restringidas a lo necesario para cubrir un número entero de
períodos. Sea CTR(T) el costo total relevante asociado con un pedido que
dura T períodos. El costo total relevante por unidad de tiempo, CTRUT(T),
será entonces CTR(T)/T, o más precisamente:
211
Carlos Julio Vidal Holguín
(4.14)
El método inicia con el período 1, para el cual CTR(1)/1 = A/1 = A; continúa con el período 2, para el cual CTR(2)/2= [A + D2vr(1)]/2; luego, con
el período 3, para el cual CTR(3)/3 = [A + D2vr(1) + D3vr(2)]/3; y así sucesivamente hasta que se observe que el costo por unidad de tiempo se incrementa de un período a otro. En este momento se detiene el proceso y se
define la cantidad a ordenar en el período 1, igual a la suma de las demandas de los períodos para los cuales no se incrementó el costo total relevante
por unidad de tiempo. El proceso comienza de nuevo a partir del período
T para el cual se incrementó el CTR(T)/T por primera vez, y se continúa
de esta manera hasta el final del horizonte de planeación. Este método no
garantiza la optimalidad porque puede verse atrapado en un mínimo local,
pero ha demostrado tener muy buenos resultados en la práctica.
Los cálculos iniciales de este heurístico para el ejemplo 4.4 se muestran
en la tabla 4.9. Se debe comprobar que, para este ejemplo, el algoritmo de
Silver-Meal produce la solución óptima.
Tabla 4.9. Cálculos iniciales del algoritmo de Silver-Meal para el ejemplo 4.4.
T
A
1
300
2
3
4
D2vr(1)
D3vr(2)
D4vr(3)
Suma
de
la fila
300,00
165(0,8)(1)
(40)(0,8)(2)
(335)(0,8)(3)
Suma
acumulada
Suma
acumulada/T
300,00
300,00
132,00
432,00
216,00
64,00
496,00
165,33
804,00
1.300,00
325,00
Como puede observarse, el primer período para el cual el costo total
relevante por unidad de tiempo se incrementa, es el mes 4. Por lo tanto,
el método sugiere ordenar en el mes 1 la demanda correspondiente a los
meses 1, 2 y 3. El proceso se reinicia a partir del mes 4. Se sugiere también
completar los cálculos hasta el mes 12, y comprobar que este algoritmo
produce la solución óptima mostrada en la tabla 4.7.
Cuando la demanda no es muy variable, los resultados de este método y
el del EOQ no difieren significativamente. Para determinar cuándo utilizar
uno u otro método, recuérdese el coeficiente VC definido anteriormente en
la Ec. (4.11). Así, se ha encontrado, a través de estudios experimentales,
lo siguiente:
212
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Si VC < 0,2, entonces puede utilizarse el método del EOQ con la
demanda promedio sobre el horizonte de planeación, ya que produce
buenos resultados.
• Si VC ≥ 0,2, entonces se sugiere utilizar el heurístico de Silver-Meal.
La aplicación del heurístico de Silver-Meal en casos para los cuales el
patrón de demanda decrece rápidamente con el tiempo a través de varios
períodos, o cuando existe un gran número de períodos demanda igual a
cero, no produce buenos resultados. Para estos casos, por lo tanto, sería
recomendable utilizar el modelo matemático previamente descrito.
El manejo de descuentos por cantidad en el heurístico de Silver-Meal
Una extensión importante del heurístico de Silver-Meal es la de permitir el manejo de descuentos por cantidad. Considérese, por ejemplo, el
mismo caso presentado anteriormente, donde el valor unitario del ítem
bajo consideración viene dado por:
Bajo estas condiciones, no necesariamente debe ordenarse una cantidad
tal que cubra los requerimientos de un número entero de períodos, ya que
es posible que la mejor política sea ordenar una cantidad igual al punto de
quiebre, Q1, la cual, no necesariamente, cubre una cantidad entera de períodos. Lamarre y Baier (1981) desarrollaron una variante del algoritmo de
Silver-Meal para tener en cuenta esta consideración, a través de extensiva
experimentación. Sea T1 el número de períodos (no necesariamente entero)
que podría cubrir la cantidad Q1, se calcula entonces los costos totales por
unidad de tiempo para T1:
(4.15)
donde [T1] es la parte entera de T1 (por ejemplo, si T1 = 4,6, entonces [T1] =
4) y d es la fracción de descuento obtenida por cantidades iguales o superiores a Q1. Igualmente, deben calcularse los costos por unidad de tiempo
para cantidades enteras de T, de acuerdo con:
213
Carlos Julio Vidal Holguín
(4.16)
Finalmente, se escoge T1, o el mejor valor de T, dependiendo del mínimo costo total por unidad de tiempo, calculado de acuerdo con las Ec.
(4.15) y (4.16). Bregman y Silver (1993) presentaron una modificación del
heurístico de Silver-Meal para manejar compras con descuentos bajo un
ambiente MRP. Más recientemente, Pujawan y Silver (2008) consideran la
versión de este heurístico con demanda normal, cuyos parámetros pueden
cambiar con el tiempo, considerando el aumento en el tamaño de la orden
para protegerse contra la variabilidad de la demanda.
El heurístico del balanceo de períodos
El criterio utilizado en este método heurístico es el de escoger el número de períodos a satisfacer con el pedido, de tal forma que el costo total de
mantenimiento del inventario se aproxime lo más posible al costo fijo de
ordenamiento. Para el ejemplo 4.4, la tabla 4.10 muestra los cálculos para
los cuatro primeros períodos.
Tabla 4.10. Resultados de la aplicación del heurístico de balanceo de períodos
(ejemplo 4.4)
Período T
1
2
3
4
Costos de mantenimiento del inventario
0
D2vr = $132,00 < A = $300
$132,00 + D3vr(2) = $196,00 < $300
$196,00 + D4vr(3) = $1.000,00 > $300
Como $196,00 está más cerca de A = $300 que lo que está $1.000,00,
entonces el pedido a realizar en el período 1, de acuerdo con este heurístico, debe cubrir la demanda de los tres primeros meses. El proceso continúa
de manera análoga, partiendo del período 4. Se recomienda comprobar
que mediante este método se obtiene un costo total relevante de $2.840,80,
lo cual lo hace menos eficiente que el método de Silver-Meal aplicado al
mismo ejemplo, pero más eficiente que otros métodos presentados anteriormente.
214
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejercicios 4.4
1. Aplique el algoritmo de Silver-Meal y el de balanceo de períodos a
los problemas No. 1 y 2 de los ejercicios 4.3. Compare con los resultados anteriores.
2. El heurístico de Silver-Meal escoge el valor de T que minimiza el
costo total relevante por unidad de tiempo. Así, se escoge el valor de
T que minimiza:
Otro método heurístico es denominado como el de mínimo costo unitario, y consiste en seleccionar el tamaño del pedido para cubrir la
demanda de T períodos, de tal forma que se minimice el costo total
relevante por cada unidad incluida en el pedido.
a) Desarrolle una expresión similar a la del método de Silver-Meal
para este heurístico.
b) Aplique este método al siguiente caso (sólo para determinar el
pedido correspondiente al período 1):
A = $7.000; v = $4.000/unidad; r = 0,03$/($ mes)
Período j
Demanda Dj
1
300
2
250
3
500
4
600
5
380
6
420
7
295
8
750
9
285
10
85
c) Este método difiere significativamente del de Silver-Meal, dependiendo del valor de la demanda del primer período, D1. Si la demanda D1 es mucho más grande en comparación con el resto de
las demandas para el horizonte de planeación, ¿qué efecto tendría
en cada uno de estos dos métodos heurísticos?
3. Aplique el método heurístico de Silver-Meal al siguiente problema:
Mes
Demanda
1
48
2
72
3
98
4
115
5
108
6
102
7
97
8
85
9
135
10
80
11
70
12
50
Donde A = $20.000; v = $2.000/unidad y r = 0,025 $/($ mes). ¿Produce el heurístico la solución óptima en este caso? Sustente su respuesta.
215
Carlos Julio Vidal Holguín
4. Discuta la lógica de las Ec. (4.15) y (4.16). Aplique el método de
Silver-Meal con descuentos al caso del ejemplo 4.4 para determinar
el tamaño del pedido en el primer mes si el proveedor da un descuento del 5% sobre todas las unidades para compras mayores o iguales
que Q1 = 600 unidades.
ejercicios adicionales y de repaso
1. Considere el caso básico del EOQ, pero, además del costo normal de
mantenimiento del inventario basado en el inventario promedio, se
cobra anualmente w $/m3 de espacio que ocupa cada ítem. Si h es el
volumen en m3 que ocupa una unidad del ítem y se asume que hay
suficiente espacio para almacenar el inventario máximo, encuentre
la ecuación que determina correctamente el valor del nuevo EOQ.
2. Un panadero está controlando su inventario de harina de trigo y ha
reunido los siguientes datos respecto de este ingrediente (asuma que
el panadero trabaja 52 semanas/año y que 1 semana = 7 días):
Demanda semanal d
Tiempo de reposición LT
Costo de inventario r
Precio de compra v
Costo de ordenamiento A
=
=
=
=
=
42 bultos de 50 kg cada uno (constante)
3 días (constante)
27% anual
90.000 $/bulto
5.000 $/orden
a) Diseñe un método de control del inventario de este ítem basado
en el EOQ y en el tiempo de reposición (recuerde que sólo se
pueden comprar bultos completos de harina). Escriba claramente
la política de control del inventario. Calcule los costos anuales de
ordenamiento y de mantenimiento del inventario, y el costo total
relevante.
b) Debido a una escasez, el tiempo de reposición aumenta a 6 días.
¿Qué problema se genera respecto de la política de control diseñada en a)? Proponga ajustes adecuados en dicha política para
que funcione.
3. Usted posee una planta productora en Cali, donde fabrica bolsas de
empaque biodegradables, y ha hecho un contrato con un proveedor
en Pereira que le suministra la principal materia prima para las bolsas. La demanda de esta materia prima es de 300 rollos/semana. El
valor de este ítem en Pereira es de $80.000/rollo. De acuerdo con el
contrato, cada vez que se pide, se incurre en un costo fijo de transporte de $100.000 independiente del tamaño del envío, más un costo
216
Fundamentos de control y gestión de inventarios
variable de transporte de $8.000/rollo transportado. Otros costos fijos de pedido pueden ser ignorados. Si usted mantiene inventario de
materia prima en su planta en Cali y su tasa r = 22,2% anual, determine el tamaño de lote económico a comprarle al proveedor (asuma
que 1 año = 52 semanas).
4. En su fábrica de carteras, usted produce un modelo que necesita un
tipo especial de cremallera. La demanda constante mensual de carteras es de 180 y cada una utiliza dos cremalleras. Actualmente, le
compra las cremalleras a un proveedor que le pone en su planta cada
una en $12.000. Cada orden tiene un costo fijo de $22.500, incluyendo algunas actividades de recepción que deben hacerse. Su tasa r ha
sido estimada en 2,4% mensual. A usted le están ofreciendo arrendarle una máquina muy moderna, en $2.000.000 mensuales (incluido el mantenimiento a que haya lugar) para que produzca sus propias
cremalleras. La máquina puede producir hasta 500 cremalleras/mes.
El costo de producción, incluyendo algunos costos indirectos relacionados, se ha estimado en 5.400 $/cremallera y el alistamiento de
la máquina para cada orden es de $163.200.
a) Determine si debería o no aceptar la oferta de la máquina y el tamaño de lote óptimo de compra o de producción, según la opción
escogida, al igual que el costo total relevante asociado.
b) Investigue el efecto que tiene sobre el tamaño de lote de producción, y sobre el costo total relevante, el hecho de utilizar la máquina a una tasa de producción menor que 500 cremalleras/mes.
Comente acerca de los efectos prácticos de este resultado.
5. Un fabricante de tornillos produce un ítem cuya demanda mensual
es de 2.000 unidades. La compañía puede producir 120 unidades/
día y hay 25 días/mes de trabajo disponibles (asuma que 1 mes = 30
días). El alistamiento de la línea de producción cuesta $76.000 y el
costo de producción se estima en $3.800/unidad. La tasa del costo
de mantenimiento del inventario por mes es del 2,67%. Determine
el tamaño óptimo de producción, el costo total relevante, el tiempo
que tarda cada ciclo de producción y el número de veces que debe
producirse por año.
6. Un comerciante calcula que el costo de ordenamiento de un ítem es
de $5.000/orden. El costo de llevar el inventario es del 30% anual y
la demanda anual se estima en 24.000 unidades. El valor unitario del
ítem sin descuento es de $600. Un proveedor del ítem está ofreciendo el siguiente esquema de descuentos sobre todas las unidades:
217
Carlos Julio Vidal Holguín
Tamaño de la orden
(Unidades)
Menos de 1.000 unidades
1.000 - 1.999 unidades
2.000 - 5.999 unidades
6.000 - 11.999 unidades
12.000 unidades o más
Descuento
(%)
0,0
2,0
3,0
7,0
10,0
a) Determine el tamaño óptimo de pedido.
b) Si el comerciante desea que su tamaño óptimo de pedido sea para
seis meses de demanda, ¿cuál descuento mínimo le debería solicitar al proveedor?
7. Asuma que todos los supuestos establecidos para el desarrollo de
la fórmula del EOQ siguen siendo válidos, con la excepción de que
ahora se aceptan órdenes pendientes. O sea, que deliberadamente se
puede hacer que el nivel de inventario tenga valores negativos antes
de ordenar y cualquier orden pendiente es satisfecha con la reposición que llega. Ahora hay, por lo tanto, dos variables de decisión: Q y
s, donde s es el nivel debajo del inventario cero en el cual se ordena.
a) Grafique esta situación en una figura similar a la figura 4.2 y encuentre el nivel de inventario promedio y el nivel promedio de
órdenes pendientes.
b) Suponga que hay un costo B2v por cada unidad pendiente de ser
entregada, independiente del tiempo que tarda en entregarse, donde B2 es un factor adimensional. Encuentre el valor óptimo de Q
y s como función de A, D, v, r y B2.
c) Repita la parte b) pero con un costo B3v por unidad pendiente de
entregar, por unidad de tiempo. Las unidades de B3 son equivalentes a las unidades de r.
d) ¿Considera útil los análisis hechos en los literales anteriores para
la aplicación práctica del control de inventarios?
8. El caso del EOQ con descuentos analizado en este capítulo, corresponde a la situación en la cual se obtienen descuentos sobre todas las
unidades que se van a adquirir. Un caso diferente es aquél en el cual
los descuentos sólo operan sobre las unidades en exceso sobre los
puntos de quiebre. Este caso se conoce como descuento incremental.
Desarrolle un algoritmo que le permita determinar la cantidad óptima de pedido. Tenga en cuenta que aquí debe considerarse es el cos-
218
Fundamentos de control y gestión de inventarios
to unitario promedio en cada intervalo de descuentos (Sugerencia:
consulte, por ejemplo, la lectura adicional No. 1 de este capítulo).
9. Aplique el algoritmo del problema anterior para resolver el problema
No. 6 de estos ejercicios, asumiendo que los descuentos mostrados
son incrementales. Esto significa que, si se compran 1.500 unidades,
entonces las primeras 999 cuestan 600 $/unidad, y las 501 unidades
siguientes tienen un descuento del 2%, quedando su costo en 588 $/
unidad. Compare los resultados.
10. Una empresa manufacturera puede producir un producto o comprarlo a proveedores locales. Si la compañía produce el ítem, incurre
en un costo de alistamiento de $46.000. El valor del producto final
es de $2.830/unidad, y la rata de producción es de 500 unidades/
día. Si el producto es comprado a proveedores locales, su costo es
de $2.900 y el costo fijo de hacer un pedido es de $6.900/orden. En
cualquier caso, la empresa considera un costo de mantenimiento del
inventario de 0,24 $/($∙año). La demanda aproximada del producto
es de 10.000 unidades/año.
a) Desde el punto de vista del costo total, compuesto por el costo
de alistamiento (u ordenamiento), más el costo de mantenimiento
del inventario, ¿cuál alternativa debe escoger la empresa?
b) ¿Cuál es el costo máximo que los proveedores locales deberían fijar al producto para que su empresa escogiera ésta como su mejor
alternativa?
11. Un producto es comprado y recibido por lotes de tamaño Q. La
demanda del producto es constante, igual a 10.000 unidades/año;
el costo fijo de emitir una orden es de $148.000/orden y el costo de
mantenimiento del inventario es del 25% anual. Esta tasa no incluye
el costo de arrendamiento del espacio en la bodega, el cual se basa
en el inventario máximo, y se calcula en la siguiente forma. Si se
almacenan hasta 500 unidades, se cobran $2.300 por unidad y por
año. Por cada unidad almacenada, en exceso de 500 unidades, se
pagan $3.500 por unidad y por año. Calcule el tamaño económico de
pedido.
12. Una empresa produce un producto perecedero que se deteriora almacenado. Se ha estimado que la vida útil del producto es de dos
semanas. El sistema de producción es tal que se produce en lotes, de
tal forma que el lote entero se completa y se adiciona al inventario
de una sola vez, en forma instantánea. La demanda es constante a razón de 5.200 unidades/año; el costo de alistamiento es de $920.000/
lote y el costo de mantenimiento del inventario es del 20% anual. El
219
Carlos Julio Vidal Holguín
costo del producto es de $230.000/unidad y no se aceptan faltantes
de inventario. Determine la cantidad económica de pedido, sujeta a
la restricción de duración máxima del producto.
13. En el problema No. 6 de los ejercicios 4.1 se mostró que si el EOQ
se multiplica por un factor (1 + f), el porcentaje de incremento en los
costos variables totales es igual a 50f 2/(1 + f). Muestre que se obtiene
este mismo resultado si el EOQ se multiplica por un factor 1/(1 + f).
14. Un analista de inventarios es responsable del manejo de una familia
de productos con cientos de ítems, con un costo agregado anual de
compra de $C y un costo anual variable agregado debido al costo de
mantenimiento y ordenamiento del inventario de $V. Los supuestos
básicos del EOQ son válidos y se está utilizando el EOQ para definir
las cantidades a comprar. Recientemente, el proveedor de los ítems
hizo la propuesta al analista de doblar las cantidades actuales de pedido, ofreciendo un descuento sobre todas las unidades, de tal forma
que todos los ítems dentro de la familia tendrían el mismo porcentaje
de descuento, el cual es sujeto a futuras negociaciones. Estudie este
problema y ayude al analista a tomar la decisión proveyéndolo de
una herramienta cuantitativa con relación al descuento mínimo que
debería obtener para aprobar la propuesta.
15. Considere de nuevo el ejemplo 4.4. Suponga que existen ahora
diferencias entre los costos variables de producción en cada mes,
debido a disponibilidad de materias primas y a otros factores. La
información se resume en la tabla siguiente:
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Total
Demanda
Mes
35
165
40
335
400
325
230
141
330
395
600
124
3.120
Costo de
Producción
[$/unidad]
1,0
1,0
1,1
1,3
1,3
1,3
1,7
1,4
1,3
1,2
1,0
1,0
Encuentre la solución óptima de este problema mediante un modelo
de programación lineal entera-mixta (Sugerencia: modifique el modelo desarrollado en este capítulo).
16. Formule y resuelva un modelo de programación entera-mixta, similar al desarrollado, con la siguiente condición adicional. Debido a
un problema de presupuesto, en ninguno de los meses se puede pedir
una cantidad superior a 600 unidades. Note, de la solución óptima
mostrada en la tabla 4.7, que los pedidos de los meses 5 y 11 no cumplen con esta condición y, por lo tanto, esta solución no sería factible
y, por ende, no es la óptima. ¿En qué porcentaje se incrementa el
CTR óptimo bajo esta nueva condición?
220
Fundamentos de control y gestión de inventarios
17. Considere de nuevo el modelo matemático desarrollado en este capítulo. Se pide generalizar el modelo para n ítems, de acuerdo con lo
expresado en los siguientes literales.
a) Suponga que existe solamente un costo de ordenamiento para
cada ítem k, ak. Se incurre en este costo en cada período donde se
ordene el ítem k. ¿Qué característica especial tiene este problema?
b) Considere ahora que, adicionalmente al costo de ordenamiento
individual ak, existe un costo de ordenamiento conjunto A0 en el
que se incurre en cada período si se ordena cualquiera de los n
ítems en dicho período. ¿Por qué este problema es más complejo
que el correspondiente al literal a)?
c) ¿Considera que el modelo matemático correspondiente al literal
b), adicionado con restricciones de capacidad de compra o producción de los n ítems en cada período, sería un modelo útil en la
práctica? Discuta acerca de la posibilidad de resolver este modelo
cuando el número de ítems aumenta.
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 10 (pp. 275-290) (Los autores presentan un excelente complemento sobre las políticas de descuentos sobre todas las unidades y
descuentos incrementales y sobre promociones).
SILVER et al. (1998): capítulo 6 (pp. 198-231) (Esta parte profundiza todo lo estudiado
en el presente capítulo).
SIPPER y BULFIN (1998): capítulo 6 (pp. 228-273) (Esta parte trata algunos de los temas vistos aquí de forma muy didáctica).
NARASIMHAN et al. (1996): capítulo 11 (pp. 364-386) (Esta parte ilustra aspectos adicionales de los tamaños de lote estudiados en la sección 4.5, dentro del ambiente
MRP).
221
PÁGINA EN BLANCO
EN LA EDICIÓN IMPRESA
capítulo 5
CONTROL DE INVENTARIOS
CON DEMANDA ALEATORIA
introducción
En el capítulo anterior se trató el caso de la demanda determinística.
Se analizó también, en cierta forma, la sensibilidad de los costos totales
relevantes con respecto a posibles cambios en algunos parámetros y variables, demostrándose que los sistemas analizados no son significativamente
sensibles a dichos cambios. Sin embargo, dentro del costo total relevante
se ignoró un elemento que es significativo en la administración de sistemas
reales de inventarios. Este elemento es el costo de faltantes de inventario
o stockout, como comúnmente se le conoce en inglés.
En este capítulo se analizan los sistemas de control de inventarios cuando la demanda es probabilística. Se concentra la atención en aquellos casos
en los cuales la demanda promedio permanece aproximadamente constante a lo largo del tiempo, aunque ya se demostró en el capítulo 3 que un
sistema de pronósticos bien diseñado puede cambiar dinámicamente los
parámetros que fluctúen a lo largo del tiempo.
Un concepto clave que se retoma en este capítulo es el de inventario de
seguridad (Safety Stock), el cual protege contra las posibles fluctuaciones
de la demanda y de los tiempos de reposición. Además, se definirá el concepto de servicio al cliente y diversas formas de tratar los costos de faltante
de inventario, los cuales han demostrado ser muy difíciles de estimar.
También se usa una notación semejante a la utilizada por Silver et al.
(1998) por considerarse de uso muy frecuente a nivel local e internacional
y porque la mayoría de los parámetros y de las variables coinciden con sus
correspondientes nombres en español.
Carlos Julio Vidal Holguín
definiciones básicas
Definiciones acerca del nivel de inventario
Es necesario definir claramente algunos conceptos sobre el inventario.
Es tan importante el inventario físico visible en las estanterías de la bodega
o del almacén, al cual llamaremos inventario a la mano, como el inventario efectivo o posición del inventario (Inventory Position), el cual puede
considerarse como un inventario virtual y se define como:
Inventario efectivo = Inventario a la mano
+ (Pedidos pendientes por llegar de los proveedores o del sistema de producción propio)
– (Requisiciones pendientes de entregar o comprometidas con los clientes)
El inventario efectivo es un concepto fundamental para el control de
inventarios, ya que es con base en él que se deben tomar las decisiones de
control, como cuándo y cuánto pedir.
Se denomina inventario neto a la diferencia entre el inventario a la
mano y las requisiciones pendientes con los clientes. Por otra parte, el
inventario de seguridad es el inventario neto promedio justo antes de que
llegue un pedido. Un valor positivo del inventario de seguridad permite tener unidades en inventario para responder a demandas mayores que la demanda promedio durante el tiempo efectivo que tarda en llegar un pedido,
o sea, durante el tiempo de reposición. El inventario de seguridad depende
de las fluctuaciones de la demanda durante el tiempo de reposición, o,
equivalentemente, de la desviación estándar de los errores del pronóstico
de la demanda total sobre el tiempo de reposición. Intuitivamente, esto se
explica porque si los pronósticos fueran absolutamente seguros, entonces
no habría razón para tener inventarios de seguridad, así se tuviera demanda
determinística variable con el tiempo como la tratada en el capítulo anterior.
Órdenes pendientes o ventas perdidas
Cuando ocurre una ruptura de inventario, existen dos posibilidades
extremas con respecto a lo demandado por el cliente. Primero, el cliente puede aceptar que su orden completa sea clasificada como requisición
pendiente (backorder), y esperar a que sea satisfecha. Segundo, el cliente
puede cancelar la orden completa y la venta total se perdería. Ambas situaciones ocasionan costos adicionales para la organización, ya que, en el
primer caso, se incurre en gastos adicionales para cumplir con la orden urgentemente y, en el segundo, se deja de percibir la utilidad neta de la venta
perdida, más otros costos intangibles como pérdida de imagen e, incluso,
pérdida de clientes.
224
Fundamentos de control y gestión de inventarios
En la práctica, es más común encontrar situaciones intermedias entre
los dos extremos descritos, como la cancelación parcial de una orden por
parte del cliente. Todos los métodos desarrollados para la administración
de inventarios tienen en cuenta los costos de uno u otro extremo, pero no
tratan aquellas situaciones, debido principalmente a que la estimación de
los costos de faltantes de inventario para dichos casos se torna muy difícil. Afortunadamente, si se trabaja a niveles de servicio muy altos para el
cliente, la ocurrencia de faltantes de inventario no es muy común y, por lo
tanto, el sistema no es muy sensible a cambios en estos costos. De hecho,
en las cadenas de abastecimiento actuales es imprescindible tener niveles
de servicio muy altos.
Preguntas básicas para el control de inventarios
Como se explicó en el capítulo 2, hay tres preguntas claves a responder
en cualquier sistema de control de inventarios:
• ¿Con qué frecuencia debe revisarse el nivel de inventario?
• ¿Cuándo debe ordenarse?
• ¿Qué cantidad debe ordenarse en cada pedido?
Para el caso de demanda determinística, la primera pregunta es trivial
porque si se conoce el nivel de inventario en cualquier instante, se puede
determinar dicho nivel en cualquier otro instante dentro del horizonte de
planeación. Recuérdese que la segunda pregunta se respondió igualmente
ordenando justamente cuando el nivel de inventario es cero y, finalmente,
la última pregunta fue el motivo del desarrollo de todos los métodos del
capítulo anterior, al calcular el tamaño óptimo de pedido para las diferentes situaciones.
Para el caso de la demanda probabilística, estas tres preguntas son mucho más difíciles de responder. La respuesta a la primera pregunta implica
altos costos de revisión frecuente del nivel de inventario, comparados con
los costos de mantener inventario de seguridad para responder a la demanda durante el tiempo de reposición. Para responder la segunda pregunta
debe tenerse en cuenta el equilibrio entre los costos de mantenimiento de
inventario al ordenar anticipadamente y el nivel de servicio que se quiere
dar al cliente. Finalmente, la respuesta a la tercera pregunta tiene en cuenta
de nuevo el costo total relevante y, para algunos casos, está muy relacionada con la segunda pregunta.
forMas de revisión del nivel de inventario
La primera pregunta anterior, relacionada con la frecuencia de revisión
del inventario efectivo, se enmarca dentro de dos sistemas básicos: la re225
Carlos Julio Vidal Holguín
visión continua y la revisión periódica. Lo que trata de determinarse es el
intervalo de tiempo que transcurre entre dos revisiones sucesivas del nivel
de inventario efectivo. La tabla 5.1 compara los dos métodos en forma
general.
Tabla 5.1. Comparación entre los sistemas de revisión continua
y los de revisión periódica
Revisión continua
Revisión periódica
• Es muy difícil en la práctica coordinar • Permite coordinar diversos ítems en
diversos ítems en forma simultánea.
forma simultánea, lográndose así
economías de escala significativas,
por ejemplo, cuando se le compran al
mismo proveedor.
• La carga laboral es poco predecible, ya • Se puede predecir la carga laboral con
que no se sabe exactamente el instante
anticipación a la realización de un
en que debe ordenarse.
pedido, ya que se sabe cuándo va a
ocurrir.
• La revisión es más costosa que en el • La revisión es menos costosa que en la
sistema periódico, especialmente para
revisión continua, ya que, en general,
ítems de alto movimiento.
es menos frecuente.
• Para ítems de bajo movimiento, el • Para ítems de bajo movimiento, el
costo de revisión es muy bajo, pero el
costo de revisión es muy alto, pero
riesgo de información sobre pérdidas
existe menos riesgo de falta de
y daños es mayor.
información sobre pérdidas y daños.
• Asumiendo un mismo nivel de servicio • Asumiendo un mismo nivel de servicio
al cliente, este sistema requiere un
al cliente, este sistema requiere
menor inventario de seguridad que
un mayor inventario de seguridad
el sistema de revisión periódica
que el sistema de revisión continua
(Protección sobre L).
(Protección sobre R + L).
En la revisión continua, como su nombre lo indica, teóricamente se
revisa el nivel de inventario en todo momento. Sin embargo, obviamente,
esto no es posible en la práctica. Lo que se hace es revisar el inventario
cada vez que ocurre una transacción (despacho, recepción, demanda, etc.)
y por ello también se le conoce como “sistema de reporte de transacciones”. En un sistema de revisión continua es difícil coordinar las actividades
de control y el control de varios ítems simultáneamente, pero este sistema
necesita un menor inventario de seguridad que el sistema periódico, ya que
la protección sólo debe hacerse sobre el tiempo de reposición L.
En los sistemas de revisión periódica, el nivel del inventario se consulta
cada R unidades de tiempo. Obviamente, si R 0, este sistema se convierte en uno de revisión continua. En general, este sistema permite coordinar
las actividades y el control de ítems en forma simultánea, pero requiere de
un mayor inventario de seguridad que el sistema continuo, ya que la pro226
Fundamentos de control y gestión de inventarios
tección debe garantizarse para un intervalo de tiempo igual al tiempo de
reposición, más el intervalo de revisión (R + L).
tipos de sisteMas de control
Existen diversos tipos de sistemas probabilísticos de control de inventarios. Los cuatro más comunes se describen a continuación. La notación
básica que se utiliza aquí es la siguiente:
s = Punto de reorden o de pedido; el nivel de inventario efectivo para
el cual debe emitirse una nueva orden.
Q = Cantidad a ordenar en cada pedido.
R = Intervalo de revisión del nivel de inventario efectivo.
S = Nivel máximo de inventario efectivo hasta el cual debe ordenarse.
Sistema continuo (s, Q)
En este sistema, cada vez que el inventario efectivo es igual o menor al
punto de reorden s, se ordena una cantidad fija Q. Se denomina también
el “sistema de los dos cajones” (two-bin system), ya que se puede implementar físicamente teniendo dos cajones para el almacenamiento de un
ítem. La demanda se satisface normalmente del primer cajón, hasta que
se agota. Tan pronto sea necesario abrir el segundo cajón, el cual contiene
tantas unidades como el punto de reorden s lo indique, se emite una orden
por la cantidad fija Q establecida. Cuando llega la orden, el segundo cajón
se llena de nuevo con las unidades equivalentes al punto de reorden s, y
el resto de deposita en el primer cajón, iniciándose otro ciclo. Nótese que
este sistema funciona adecuadamente siempre y cuando no exista más de
un pedido de reposición pendiente en cualquier instante de tiempo. Obviamente, el sistema puede utilizarse ajustando la cantidad a pedir, Q, hasta
que ésta sea considerablemente mayor que la demanda promedio durante
el tiempo de reposición.
Las ventajas de este sistema son las siguientes:
• Es muy fácil de comprender, especialmente en la forma de “dos cajones” descrita anteriormente.
• La cantidad fija a ordenar Q minimiza posibles errores en el pedido
y facilita la administración de los mismos.
Su principal desventaja ocurre cuando algunas transacciones individuales son de considerable magnitud. Así, es posible que la cantidad a ordenar
Q no incremente el inventario efectivo por encima del punto de reorden s
y un segundo pedido o más sean necesarios. En estos casos, sin embargo,
227
Carlos Julio Vidal Holguín
se pueden ordenar múltiplos enteros de Q hasta que el nivel de inventario
efectivo sea superior al punto de reorden s. La utilización del concepto de
inventario efectivo es clave para el correcto funcionamiento de este sistema de control.
Sistema continuo (s, S)
En este sistema de control continuo, cada vez que el inventario efectivo
cae al punto de reorden s, o por debajo de él, se ordena una cantidad tal que
se incremente el inventario efectivo hasta el nivel de inventario máximo S.
La cantidad a ordenar depende del inventario efectivo y del nivel máximo,
por lo tanto, puede variar entre un período y otro. Si las transacciones de
demanda son siempre unitarias, entonces este método de control es exactamente igual al anterior, ya que apenas el nivel de inventario efectivo
sea igual a s, entonces se ordena una cantidad constante Q = S – s. Sin
embargo, en la práctica, la demanda no ocurre necesariamente a niveles
unitarios, y, por lo tanto, las cantidades a ordenar pueden ser variables.
Este sistema se denomina usualmente un sistema min-max, ya que normalmente el nivel de inventario efectivo permanece entre un valor máximo S
y un valor mínimo s, excepto por una caída de inventario temporal bajo el
punto de reorden s cuando la demanda no ocurre en forma unitaria.
Se puede demostrar que el mejor sistema de control (s, S) tiene costos
totales de pedido, mantenimiento de inventario y faltante de inventario
menores o iguales que aquellos del mejor sistema (s, Q). Sin embargo, el
esfuerzo computacional para encontrar el mejor sistema (s, S) no justifica
su aplicación para ítems clase B, e, incluso, para no todos los ítems clase
A. Por ser muy fácil de comprender y lógico intuitivamente, este método
se encuentra a menudo en la práctica, pero los parámetros de control se
fijan usualmente de forma arbitraria. Una desventaja potencial del sistema
(s, S) es su susceptibilidad de errores debido a que los tamaños de orden
son variables.
Sistema periódico (R, S)
Este sistema se conoce también como el sistema del ciclo de reposición
y se encuentra en organizaciones que no utilizan control sistematizado de
los inventarios. Aquí, cada R unidades de tiempo, se revisa el inventario
efectivo, y se ordena una cantidad tal que este inventario suba al valor
máximo S.
La principal ventaja de este método es la de permitir el control coordinado de diversos ítems relacionados entre sí, bien sea por ser proporcionados por el mismo proveedor, por compartir un mismo sistema de transporte, por ser producidos en la misma línea de manufactura, o por cualquier
otra razón que permita obtener economías de escala en la adquisición o
228
Fundamentos de control y gestión de inventarios
producción del pedido. Igualmente, el nivel máximo de inventario S puede
ser ajustado fácilmente si el patrón de demanda tiende a cambiar con el
tiempo. Su principal desventaja es que para un mismo nivel de servicio
al cliente, este sistema presenta costos de mantenimiento del inventario
mayores que aquellos de los sistemas continuos, ya que el nivel de inventario de seguridad requerido es mayor. Esto se da porque, entre un período
de revisión y otro, no se tiene información acerca del inventario efectivo,
pudiendo caer a niveles indeseables si no se tiene el inventario de seguridad adecuado y, por lo tanto, debe cubrir fluctuaciones de demanda para un
tiempo igual al período de revisión R, más el tiempo de reposición L (R + L).
Sistema (R, s, S)
Este es una combinación de los sistemas (s, S) y (R, S) y podría considerarse como un sistema híbrido. Consiste en, cada R unidades de tiempo,
revisar el inventario efectivo. Si es menor o igual que el punto de reorden
s, entonces se emite un pedido por una cantidad tal que el inventario efectivo se recupere hasta un nivel máximo S. Si el nivel de inventario efectivo
es mayor que s, no se ordena cantidad alguna hasta la próxima revisión que
tendrá lugar en R unidades de tiempo. Nótese que el sistema (s, S) es un
caso particular de este sistema, cuando R = 0. Análogamente, el sistema (R,
S) es un caso especial de este sistema cuando s = S – 1.
Se ha demostrado en varios estudios que el mejor sistema (R, s, S),
bajo algunos supuestos generales con respecto del patrón de demanda y de
los costos involucrados, produce un costo total relevante (ordenamiento +
mantenimiento + faltante de inventario) menor que el mejor de cualquiera
de los otros sistemas descritos. Sin embargo, el cálculo de los parámetros
óptimos de control puede ser no indicado para los ítems clase B. Adicionalmente, este método es más difícil de comprender y aplicar, lo que lo
hace más susceptible de errores humanos.
criterios para la selección de inventarios
de seguridad para íteMs individuales
En el capítulo 3 se introdujo el tema del cálculo de inventarios de seguridad; aquí se precisan los principales conceptos y se amplía el análisis.
Dada la variabilidad de la demanda y de los tiempos de reposición, es imposible garantizar que todos los pedidos sean satisfechos con el inventario
a la mano. Si, por ejemplo, la demanda es inusualmente alta, deben darse
acciones de emergencia para satisfacerla. Por el contrario, si la demanda
resulta ser muy baja, se puede presentar un exceso de inventario. El arte
del control de inventarios consiste en balancear estos dos extremos de tal
forma que se tenga el nivel de servicio adecuado al cliente, con el mínimo
229
Carlos Julio Vidal Holguín
costo total posible. Dentro de este control, la determinación de los inventarios de seguridad es precisamente un punto fundamental. A continuación
se exponen algunos métodos para este efecto.
Inventario de seguridad basado en factores constantes
Este método involucra la utilización de un factor constante de tiempo
para determinar el inventario de seguridad de todos los ítems. Por ejemplo,
se puede decir que se va a tener siempre al menos “dos semanas de inventario de seguridad”. También, se puede definir con base en un factor constante multiplicado por la demanda promedio del ítem bajo consideración.
Este método tiene una grave falla conceptual al ignorar la variabilidad de
la demanda del ítem respectivo. Wild (1997, p. 91), por ejemplo, indica
claramente que “Basar la variabilidad (y el inventario de seguridad) en un
cálculo de cubrimiento del inventario (refiriéndose a cuando se habla de
inventario en términos de tiempo con base en la demanda promedio) es
una metodología común pero incorrecta. Este método produce el balance
de inventario completamente errado”. Así, esta política puede ser adecuada para ciertos ítems, pero totalmente insatisfactoria para otros, bien sea
por exceso o por escasez de inventario.
En la figura 5.1 se ilustra un ítem cuya demanda promedio es de 100
unidades/semana y su tiempo de reposición L = 1 semana. Se ha decidido
definir el inventario de seguridad como “una semana de inventario”, o sea
igual a 100 unidades (o, en otras palabras, igual a “una vez la demanda
promedio”). Por lo tanto, una vez se ordene un pedido, se tendrá un inventario igual a s = 100 unidades (promedio) + 100 unidades (inventario
de seguridad) = 200 unidades para responder a la demanda de la semana
siguiente, tiempo en el cual llegará el pedido solicitado. Todo parece estar bien, ya que se tiene “el doble del promedio” de la demanda en dicha
semana. Sin embargo, al hacer esto, se ha ignorado por completo la variabilidad de la demanda, o sea, la distribución probabilística de la demanda
sobre el tiempo de reposición.
La figura 5.1 muestra tres posibles distribuciones de la demanda durante el tiempo de reposición. Obsérvese que si la distribución de la demanda
del ítem sobre el tiempo de reposición estuviera representada por la curva
1, entonces el riesgo de tener agotados, definido como la probabilidad de
que la demanda durante el tiempo de reposición sea mayor que s, estaría
dentro de los límites normales (probablemente entre un 2% y un 5% de
acuerdo con la figura). Sin embargo, si la distribución representativa fuera
la curva 2, la probabilidad de tener agotados sería prácticamente igual a
cero (el área de riesgo no alcanza a notarse en la figura) y se estaría incurriendo en un exceso innecesario de inventario de seguridad. Finalmente,
si la distribución estuviera representada por la curva 3, el riesgo de tener
230
Fundamentos de control y gestión de inventarios
agotados sobre el tiempo de reposición sería muy alto y se generarían frecuentes agotados del ítem.
Figura 5.1. El error conceptual de definir el inventario de seguridad sólo con base
en la demanda promedio o a través de cierto cubrimiento expresado en tiempo
El problema radica en que quien define el inventario de seguridad de
esta forma ignora por completo la variabilidad de la demanda del ítem
y sólo en algunas ocasiones ocurrirá la casualidad de “caer” en la curva
1. Lo que puede hacerse es balancear los inventarios de seguridad de tal
forma que el dinero invertido en excesos de inventarios de ítems con poca
variabilidad pueda invertirse en inventarios de seguridad de ítems de alta
variabilidad. Así se logra aumentar los niveles de servicio sin invertir un
peso adicional en inventarios o, incluso, disminuyendo costos, como se
verá en el capítulo 6.
Se debe recordar que el cálculo del inventario de seguridad, basado en
la desviación estándar de los errores del pronóstico, se puede calcular así:
(5.1)
231
Carlos Julio Vidal Holguín
Aquí es importante el papel que juega el sistema de pronósticos para
estimar la desviación estándar de los errores del pronóstico σ1 basada en
un período básico del pronóstico. Se sugiere revisar el ejemplo 3.7 del
capítulo 3. Posteriormente, se aplicarán las Ec. (5.1) para ilustrar los cálculos necesarios para implementar los sistemas de control de inventarios
continuo y periódico.
Inventario de seguridad basado en el costo de faltantes
Aquí se tiene en cuenta el costo de faltante de inventario para definir el
factor de seguridad k, de acuerdo con las diversas formas expuestas en el
capítulo 2. Se asume que se conoce con cierta precisión cada uno de los
costos de faltantes. Esto constituye una desventaja de esta forma de definición de inventarios de seguridad. La descripción detallada se presenta
más adelante.
Inventario de seguridad basado en el servicio al cliente
Debido a que es extremadamente difícil estimar con precisión los costos de faltante de inventario descritos anteriormente, una alternativa puede
ser la definición del nivel de servicio requerido. Las definiciones más comunes utilizadas con respecto al nivel de servicio son las que se describen
a continuación. Esta forma de definir los inventarios de seguridad es la de
más fácil aplicación en la práctica.
Probabilidad especificada (P1) de no tener un faltante por cada ciclo de reposición
Esta definición es equivalente a la fracción de ciclos en los cuales no
ocurren faltantes. El faltante de inventario ocurre cuando el inventario a la
mano se reduce a cero. Como se expondrá más adelante, la especificación
de un factor común P1 para diversos ítems es equivalente al uso de un
factor de seguridad k común para ellos. Este nivel de servicio (o su complemento = 1 – P1 = nivel de riesgo) es precisamente el que se representa
en la figura 5.1.
Fracción o proporción especificada (P2) de la demanda a ser satisfecha rutinariamente del inventario a la mano (cuando no se pierde la venta o no se satisface
mediante una requisición pendiente)
Esta es una de las definiciones de servicio al cliente que más se utiliza
en la práctica, y se le conoce comúnmente como fill rate. Algunos autores
traducen este término como “tasa de llenado” o “tasa de surtido”. Sin embargo, no se considera muy adecuado y no se utilizará en este libro. Por
ello se definirá como nivel de servicio P2 o como fill rate simplemente.
Esta forma de definir inventarios de seguridad se profundizará posteriormente.
232
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tiempo promedio especificado (TEF) entre ocurrencias de faltantes
Este indicador representa el valor promedio deseado de ocurrencias de faltantes por año. Si cada ocasión en la que ocurre un faltante se maneja mediante
operaciones de emergencia, entonces un valor específico de TEF puede ser
seleccionado, de tal forma que se tenga un número tolerable de acciones de
emergencia. Este criterio es útil para el control de inventarios de ítems clase C.
Su inverso se utiliza también en forma equivalente.
Así, se presentan a continuación los dos sistemas de control más conocidos, como el continuo (s, Q) y el periódico (R, S). Para cada uno de ellos
se definirá el inventario de seguridad con base en P1 y P2.
el sisteMa de control continuo (s, q)
Recuérdese que en este sistema de revisión continua, tan pronto el inventario efectivo llega al nivel de reorden s, se emite un pedido por la cantidad
Q. Gráficamente, la figura 5.2 representa el proceso del nivel de inventario
con respecto del tiempo. La cantidad de pedido Q se considera fija y determinada con anterioridad, con base en uno de los métodos expuestos en el
capítulo anterior, por ejemplo, con base en el EOQ utilizando la demanda
promedio. Aunque en la figura se muestran diferentes tiempos de reposición
(L1 y L2), en este sistema de control se asume inicialmente que el tiempo de
reposición es constante, conocido e igual a L. Se representa de esta forma
sólo por mostrar el caso más general cuando el tiempo de reposición puede
ser en sí una variable aleatoria, lo cual será estudiado más adelante.
Figura 5.2. El control de inventario (s, Q)
233
Carlos Julio Vidal Holguín
Nótese que en este sistema lo deseable es emitir un pedido cuando el
inventario es aún adecuado para evitar un faltante durante el tiempo de reposición L. Si, por ejemplo, el pedido se hace cuando el nivel de inventario
efectivo es exactamente igual al punto de reorden s, entonces no ocurrirá
un faltante si y solo si la demanda durante el tiempo de reposición es menor o igual que el punto de reorden s.
En la figura 5.2 se ha supuesto que máximo un pedido de reposición
esté pendiente en todo momento. Sin embargo, es posible que dos o más
pedidos estén pendientes en un momento dado. Cada orden se emite cuando el inventario efectivo sea menor o igual que el punto de reorden s. El
nivel de inventario neto no influye en la decisión de ordenar un pedido,
pero es posible que un bajo nivel de inventario neto genere acciones de
emergencia para acelerar uno o varios pedidos pendientes, de tal forma
que se pueda evitar un faltante inminente.
No necesariamente el nivel de inventario efectivo, inmediatamente antes de efectuar un pedido, tiene que ser igual a s. Debido al carácter discreto de las transacciones, es probable que una transacción de demanda
disminuya el nivel de inventario por debajo del punto de reposición s, momento en el cual se revisa su nivel. Supóngase que el nivel de inventario
baja u unidades por debajo de s. Por lo tanto, no ocurrirá un faltante si y
solo si (u + la demanda durante el tiempo de reposición) es menor o igual
que s, o, equivalentemente, si la demanda durante el tiempo de reposición
es menor que s – u. Para efectos del desarrollo de las secciones siguientes,
se asumirá que la magnitud de u es muy pequeña, de tal forma que puede
ser ignorada. Esto es equivalente a decir que el patrón de demanda del ítem
no es demasiado errático.
Supuestos básicos y notación
Los siguientes supuestos deben tenerse en cuenta en esta sección, independientemente del criterio utilizado para medir el nivel de servicio, y de
la distribución probabilística de la demanda durante el tiempo de reposición (o del error de los pronósticos):
• Se asume que la demanda promedio varía muy poco con el tiempo;
es estacionaria. Si este no es el caso, los parámetros de los métodos
de control aquí descritos pueden redefinirse periódicamente y adaptarse a la nueva situación, tal como se ilustró en el capítulo 3 con los
sistemas de pronósticos, mediante, por ejemplo, la aplicación de los
errores suavizados.
• Los pedidos se realizan cuando el nivel de inventario efectivo es
exactamente igual al punto de reorden s. Esto es equivalente a decir
que la demanda ocurre en incrementos unitarios, o que la magnitud
234
Fundamentos de control y gestión de inventarios
•
•
•
•
de la variable u descrita anteriormente es despreciable. En otras palabras, la demanda no es errática.
Si hay dos o más pedidos pendientes en el mismo instante de tiempo,
éstos se reciben en la misma secuencia en la que fueron ordenados.
El caso especial del tiempo de reposición L constante satisface este
requerimiento.
Los costos unitarios de faltante de inventario son tan altos que en
un procedimiento práctico el nivel promedio de órdenes pendientes
(para el cliente) es muy pequeño comparado con el nivel promedio
del inventario a la mano. Esto es equivalente a decir que estos sistemas son adecuados para niveles de servicio altos, lo que es precisamente deseable en la práctica en las cadenas de abastecimiento
actuales.
Los errores de pronóstico tienen una distribución normal sin sesgo,
con una desviación estándar σL sobre un tiempo de reposición igual
a L. Obviamente, la desviación estándar σL no se conoce con certeza
y, por lo tanto, se utiliza su valor estimado ,el cual es proporcionado por el sistema de pronósticos mediante la conocida expresión
. Se ha demostrado empíricamente, y con modelos de simulación, que el uso del valor estimado produce buenos resultados
en la mayoría de los casos prácticos.
Se asume que el tamaño del pedido Q ha sido predeterminado y es
independiente del punto de reorden s. Esto ha demostrado ser muy
útil en la práctica, especialmente para el caso de los ítems clase B.
Una forma de determinarlo es utilizar el EOQ. Esto significa que la
única variable a determinar es el punto de reorden s. En el capítulo
7 este supuesto será eliminado, pues Q será también definida como
una variable de decisión.
Notación
D
= Rata de demanda, en unidades/año.
Gz(k) = Función especial de la distribución normal unitaria N(0, 1).
(5.2)
=
k
= Factor de seguridad.
L
= Tiempo de reposición.
pz(k) = Probabilidad de que la normal unitaria z ~ N(0, 1) tome un
valor mayor o igual que k.
235
Carlos Julio Vidal Holguín
=
Q
r
s
IS
v
=
=
=
=
=
=
Tamaño del pedido, en unidades.
Tasa del costo de mantenimiento del inventario, en %/año.
Punto de reorden, en unidades.
Inventario de seguridad, en unidades.
Valor unitario del ítem, en $/unidad.
Estimación de la demanda esperada sobre el tiempo de reposición L, en unidades.
= Estimación de la desviación estándar de los errores de los pronósticos sobre el tiempo de reposición L, en unidades.
Metodología general para determinar el punto de reorden s
La forma más utilizada para determinar el punto de reorden s es mediante la ecuación:
(5.3)
donde el inventario de seguridad IS se define de acuerdo con la Ec. (5.1).
La figura 5.3 ilustra la metodología general para establecer el punto de
reorden s y muestra los cuatro componentes fundamentales que deben conjugarse para un correcto diseño de un sistema de control de inventarios, los
cuales son: el sistema de pronósticos, el sistema de control propiamente
dicho, el sistema que administra y coordina los dos anteriores y el sistema
de información que tenga la organización. Este último es muy importante
para que un sistema de pronósticos y de control de inventarios funcione
adecuadamente en la práctica. Por ejemplo, en un sistema real de una organización que maneja alrededor de 8.000 ítems en cerca de 100 puntos de
venta y un centro de distribución, es clave el registro y grabación diario de
las ventas por ítem por punto de venta para alimentar el sistema de pronósticos y luego el de control. Sin un adecuado sistema de información y una
correcta administración del sistema, esta tarea sería imposible. Muchas
veces en la práctica se desconoce la estrecha relación que existe entre estos
cuatro sistemas.
236
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 5.3. Metodología general para determinar el punto de reorden s
[Fuente: complementada de Silver et al. (1998), p. 256)
Algunos trabajos recientes mencionan la necesidad de incluir en la relación entre el sistema de pronósticos y el sistema de control del inventario
aspectos adicionales a las medidas tradicionales del error del pronóstico
[Tiacci y Saetta (2008)]. Los autores sugieren hacer una evaluación sobre
la base de costos totales y nivel de servicio del sistema global de control
de inventarios en la cadena de abastecimiento. Otro artículo que trata sobre
la relación entre el método de Croston, para demandas intermitentes, y un
sistema de control de inventarios, es el de Teunter y Sani (2008). En este
trabajo se derivan ecuaciones para calcular el valor esperado y la varianza
de la demanda durante el tiempo de reposición, incluyendo las caídas por
debajo del punto de reorden y las covarianzas de los errores del pronóstico.
Supóngase que la función de probabilidad de la demanda x durante el
tiempo de reposición es f(x). De acuerdo con varios autores, las siguientes
expresiones son válidas para cualquier distribución probabilística de la demanda durante el tiempo de reposición:
a) Inventario de seguridad IS = E(inventario neto inmediatamente antes
de llegar un pedido) =
, donde el símbolo E representa el valor esperado de la variable aleatoria bajo consideración.
b) Probabilidad de que ocurra un faltante durante el tiempo de reposición:
237
Carlos Julio Vidal Holguín
(5.4)
c) Número esperado de unidades del faltante en cada ciclo de reposición:
(5.5)
d) Inventario neto (o a la mano) promedio:
(5.6)
e) Valor esperado del número de reposiciones por año = D/Q
(5.7)
Se enfatiza que las ecuaciones anteriores son válidas para cualquier distribución probabilística de la demanda durante el tiempo de reposición (o
de los errores de los pronósticos). A continuación se presentan las reglas
de decisión del sistema (s, Q), asumiendo que dicha distribución es normal
con media xL y desviación estándar σL.
Regla de decisión para un nivel de servicio P2 especificado
Se presenta esta regla, inicialmente, debido a su fácil interpretación y a
su uso frecuente en la práctica. Primero, se deduce la expresión para el número esperado de unidades faltantes por cada ciclo de reposición, EUFCR.
De acuerdo con la Ec. (5.5):
Como la distribución de la demanda se asume normal con media xL y
desviación estándar σL, se tiene que:
Así,
238
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Para transformar esta integral se necesita hacer el siguiente cambio de
variable:
lo que implica:
y así la integral se transforma a:
o, equivalentemente, de acuerdo con la Ec. (5.2):
(5.8)
La deducción de la regla varía si se supone que los faltantes se convierten, completamente, en órdenes pendientes, o, totalmente, en ventas
perdidas.
Faltantes convertidos totalmente en órdenes pendientes
En este caso, la fracción de la demanda que se convierte en órdenes
pendientes es:
(5.9)
Por lo tanto, la fracción de la demanda satisfecha directamente del inventario a la mano es:
(5.10)
Equivalentemente, debe escogerse el factor de seguridad k de tal forma
que:
239
Carlos Julio Vidal Holguín
(5.11)
De acuerdo con Silver et al. (1998, pp. 268 y 292), la Ec. (5.11) subestima el verdadero fill rate cuando
porque cuenta, en forma doble,
los pedidos pendientes de un ciclo previo que no son satisfechos al comienzo del ciclo siguiente. De acuerdo con los autores, una ecuación más
precisa es
. Sin embargo, para
efectos prácticos, la Ec. (5.11) es suficiente.
Faltantes convertidos totalmente en ventas perdidas
Lo único que cambia bajo este supuesto es el valor esperado de la demanda en cada ciclo. Como se asume que las demandas en exceso se pierden, este valor esperado viene dado por:
Valor esperado de la demanda en cada ciclo = Q + EUFCR,
con lo cual se concluye que el factor de seguridad k debe escogerse de tal
forma que:
(5.12)
La diferencia entre las Ec. (5.11) y (5.12) es mínima, ya que se tiene
el supuesto de altos niveles de servicio, con lo cual
. Así, la regla de
decisión se implementa en dos pasos:
Paso 1
Seleccione el factor de seguridad k de la siguiente forma (teniendo en
cuenta que sea por lo menos igual al mínimo establecido por la administración):
• Utilizando la Ec. (5.11), si todos los faltantes se transforman en órdenes pendientes.
• Utilizando la Ec. (5.12), si todos los faltantes se convierten en ventas
perdidas.
Paso 2
Calcule el punto de reorden s utilizando la Ec. (5.3).
240
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Regla de decisión para una fracción especificada P1 de no-ocurrencia de faltantes
por ciclo de reposición
La regla de decisión, en este caso, es muy sencilla y consiste en los
siguientes pasos:
Paso 1
Seleccione el factor de seguridad k de tal forma que (teniendo en cuenta
que sea por lo menos igual al mínimo establecido por la administración):
(5.13)
Paso 2
Calcule el punto de reorden s utilizando la Ec. (5.3).
Ecuaciones para calcular el costo total relevante (CTR)
Como se ha expresado en los capítulos anteriores, el costo total relevante es importante para comparar diferentes políticas de control de inventarios. En este capítulo se le adiciona el componente del costo de faltantes
[recordar la Ec. (4.4) del capítulo 4]. Por consiguiente, el CTR se puede
escribir de la siguiente manera:
Costo total relevante (CTR) = Costo anual de ordenamiento
+ Costo anual de mantenimiento del inventario basado
en el inventario promedio
+ Costo anual de los faltantes
El costo anual de ordenamiento viene dado por la ya conocida expresión AD/Q. En el caso de demanda probabilística, el costo anual de mantenimiento del inventario contiene el inventario cíclico promedio Q/2 y el
inventario de seguridad
, cuya suma constituye el inventario promedio,
y puede expresarse como:
(5.14)
El costo anual de faltantes varía dependiendo de la definición que se
haga del costo de faltantes. Aquí se utilizarán dos expresiones para el costo total relevante, dependiendo del costo de faltantes que se conozca con
mayor certeza y/o de la aplicación específica:
(5.15)
241
Carlos Julio Vidal Holguín
(5.16)
El costo de faltantes contenido en la Ec. (5.15) puede explicarse de la
siguiente forma. Ya que D/Q es el valor esperado del número de ciclos o
de veces que se pide en un año,
representa el valor esperado
del número de ciclos en el año, en los cuales se presentan faltantes, ya que
es la probabilidad de que dichos faltantes ocurran en cada ciclo de
reposición. Finalmente, al multiplicar por el costo B1 en el que se incurre
por cada ocasión de faltante,
representa el costo esperado de faltantes por año. La Ec. (5.15) es útil para estimar el CTR anual
en aquellas situaciones en donde se puede estimar B1 y donde el costo de
faltantes no depende de las unidades que queden en órdenes pendientes, de
las ventas perdidas o del tiempo que tarde el faltante, sino, simplemente,
del evento u ocurrencia de faltante. El caso más adecuado para utilizar la
Ec. (5.15) es cuando se prevé la ocurrencia de un faltante y se implementan acciones de emergencia para evitarlo a cierto costo fijo B1.
Es necesario tener en cuenta algunas observaciones hechas en un reciente artículo por Lau y Lau (2008) respecto de posibles imprecisiones en
la Ec. (5.15), la cual es presentada por Silver et al. (1998, p. 260, pp. 295296, pp. 325-326). De acuerdo con estos autores, la ecuación pasa por alto
los siguientes factores: 1) la probabilidad de tener más de una ocasión de
faltante por cada ciclo de reposición; 2) la transformación del sistema en
uno que considere ventas perdidas, ya que las órdenes pendientes han sido
eliminadas por las acciones de emergencia, y 3) la necesidad de manejar
las caídas de inventario por debajo del punto de reorden en el caso de demandas erráticas. De todas formas, los supuestos que se enunciaron antes
desvirtúan en cierta forma estos factores, como se muestra a continuación.
El primer factor se minimiza al suponer que los niveles de servicio son
altos, puesto que si la probabilidad de que ocurra una ocasión de faltante por cada ciclo es muy baja, entonces la probabilidad de que ocurran
dos sucesos de estos en un mismo ciclo de reposición (considerados independientes) es aún más baja y puede despreciarse para efectos prácticos.
Por ejemplo, si la probabilidad de que ocurra un faltante en cada ciclo es
de 0,025, entonces la probabilidad de que ocurran dos faltantes será de
(0.025)2 = 6.25 × 10−4, la cual es muy baja y puede ser despreciada. El
segundo factor se controla porque, si se asume que las acciones de emergencia evitan la ocasión de faltante, no habrá ni órdenes pendientes ni
tampoco ventas perdidas. Finalmente, el tercer factor ha sido considerado
en uno de los supuestos anteriormente presentados; evidentemente, si en
242
Fundamentos de control y gestión de inventarios
realidad la demanda es errática merece análisis adicionales como los que
se presentan en el capítulo 7.
El término
en la Ec. (5.16) se explica de la siguiente forma. De acuerdo con la Ec. (5.8),
representa el valor esperado
de unidades faltantes en cada ciclo de reposición (EUFCR). Al multiplicar
esta expresión por el valor esperado de ciclos/año D/Q, se obtiene entonces que
es el valor esperado de las unidades faltantes en
un año. Finalmente, al multiplicar por el costo unitario de faltantes
,
se llega al valor esperado del costo de faltantes por año. La Ec. (5.16) es
adecuada en aquellos casos en los que se puede estimar cuánto cuesta cada
unidad de faltante debido a rompimientos de inventario. Por ejemplo, es
útil para el caso de productos de consumo masivo altamente sustituibles,
para los cuales, si no están en la góndola, se pierde la venta, dejándose de
percibir el margen del producto. El valor de B2, por lo tanto, puede tener
un límite inferior en el porcentaje de margen del producto, ya que puede
ser mucho mayor debido a la pérdida de imagen e, incluso, a la pérdida de
clientes por faltantes frecuentes y bajo nivel de servicio.
La ecuación de costo total relevante, para el caso del costo de faltantes
B3 (o B3v expresado en $ por unidad de producto y por unidad de tiempo),
no tiene una forma tan simple como las Ec. (5.15) y (5.16). Axsäter (2000,
p. 62-65) presenta las ecuaciones para este caso.
Ejemplo 5.1 [Sistema (s, Q) con P1 especificado]
Se tiene la siguiente información para cierto ítem:
Demanda mensual pronosticada d
Desviación estándar de los errores
del pronóstico (basada en
pronósticos con período mensual)
Tiempo de reposición L
Valor unitario del ítem v
Costo de ordenamiento A
Costo de llevar el inventario r
Nivel de servicio deseado P1
Fracción estimada del costo de faltante B2
= 12.000 unidades/mes
=
=
=
=
=
=
=
3.100 unidades
1,5 meses
14.000 $/unidad
1.000.000 $/pedido
20% anual
90%
0,09
Determinar el tamaño de pedido Q con base en el tamaño óptimo de
pedido, EOQ, el punto de reorden s para una política de control (s, Q) y el
costo total relevante de esta política; y establecer claramente la política de
control de inventario diseñada.
Primero, el tamaño de pedido Q se calcula mediante la Ec. (4.5), tomando la demanda anual (por comodidad se van a trabajar v y A en miles de $):
243
Carlos Julio Vidal Holguín
Para aplicar la primera de las Ec. (5.1), se estima la desviación estándar
de los errores del pronóstico sobre el tiempo de reposición. Nótese que se
utiliza el valor estimado de la desviación estándar con base en el pronóstico mensual, , y que el tiempo de reposición L viene expresado en meses,
lo cual hace consistente la siguiente ecuación:
Para determinar el factor de seguridad, k, se utiliza la Ec. (5.13), así:
pz(k) = 1 – P1 = 1 – 0,90 = 0,10
De las tablas del apéndice A, se encuentra k = 1,28. La demanda estimada durante el tiempo de reposición viene dada por:
El punto de reorden, de acuerdo con la Ec. (5.3), estaría dado por:
La política de control del inventario sería ordenar Q = 10.142 unidades una vez el nivel de inventario “efectivo” se reduzca a s = 22.861
unidades. En este ejemplo, el tamaño de pedido Q es mucho menor que el
punto de reorden s y que la demanda durante el tiempo de reposición, .
Esto ocasiona que muy probablemente haya que colocar un nuevo pedido
antes de recibir el pedido anterior. Se sugiere analizar esta situación e interpretar el significado y la utilidad del inventario efectivo para el control
de inventarios.
El nivel de servicio P2 logrado mediante esta política puede obtenerse
mediante la Ec. (5.10), asumiendo que todos los faltantes se convierten en
órdenes pendientes, y determinando Gz(k) para el factor de seguridad
k = 1,28 hallado anteriormente. Del apéndice A, se halla Gz(k) = 0,047498.
Así, el nivel de servicio P2 vendría dado por:
244
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Luego, el 98,22% de las unidades demandadas podrán ser satisfechas
del inventario a la mano (en promedio).
El costo total relevante anual de esta política se calcula con la Ec. (5.16):
Nótese que para efectos de comparación con el ejemplo que viene a
continuación, se han separado los diversos tipos de costo que constituyen
el CTR. Es decir, el costo anual de ordenamiento para esta política es de
14.198,4 miles de $/año; el de mantenimiento del inventario es de 27.807,2
miles de $/año, y el de faltantes es de 3.226,5 miles de $/año, para el total
mostrado de 45.232,1 miles de $/año.
Ejemplo 5.2 [Sistema (s, Q) con P2 especificado]
Considérese el ejemplo 5.1 anterior. El valor de Q = 10.142 unidades ya
ha sido determinado mediante el EOQ. Asumiendo que todos los faltantes
se convierten en órdenes pendientes, determinar el punto de reorden para
un nivel de servicio P2 igual al 95%. Determinar también el nivel de servicio P1 obtenido mediante la aplicación de esta política y su costo total
relevante.
Los cálculos de
unidades y de
unidades, no sufren variación. La diferencia radica en que para hallar k se requiere aplicar
la Ec. (5.11):
Del apéndice A, para un valor de Gz(k) = 0,1336, se obtiene un valor de
k 0,74. El punto de reorden, de acuerdo con la Ec. (5.3), viene dado por:
245
Carlos Julio Vidal Holguín
La política de inventario (s, Q) es, por lo tanto, ordenar Q = 10.142
unidades tan pronto el nivel de inventario “efectivo” alcance un valor s = 20.810 unidades. Mediante esta política se logrará satisfacer los
pedidos de los clientes del inventario a la mano en un 95% de las veces.
Para un valor de k = 0,74, se encuentra que pz(k) = 0,2297, o sea que
el nivel de servicio P1 sería de 1 – 0,2297 = 0,7703 ó 77,03%. Este valor
se considera muy bajo en la práctica pues el nivel de riesgo de agotados
es casi del 23%, el cual es inaceptable. Por lo tanto, se recomienda en la
práctica especificar valores más altos de P2, no menores del 98%, o preferiblemente especificar valores de P1 no menores que el 95%. Se sabe de
casos reales en los que se especifica un mínimo de P1 = 97,5% (o sea k =
1,96) con resultados totalmente satisfactorios. Además, al mejorar el nivel
de servicio no necesariamente se incrementa el CTR, como se muestra a
continuación.
El costo total relevante anual de la política del ejemplo 5.2 se calcula
con la Ec. (5.16):
Es muy importante observar que, a pesar de que en el ejemplo 5.1 el
nivel de servicio es superior (P1 = 90% y P2 = 98,22%), el CTR es menor
que en el ejemplo 5.2, cuyo nivel de servicio es claramente inferior (P1 =
77,03% y P2 = 95%). El aumento en el costo de mantenimiento del inventario en el ejemplo 5.1 (22.807,2 miles de $/año contra 22.066,2 miles de
$/año en el ejemplo 5.2) se ve compensado con la disminución en el costo
de los faltantes (3.226,5 miles de $/año contra 9.075,2 miles de $/año) y el
efecto neto es una disminución del CTR (45.232,1 miles de $/año contra
45.339,8 miles de $/año). Lo interesante de esta idea es que es posible
mejorar el nivel de servicio y, a la vez, disminuir el costo total relevante.
Se debe comprobar, sin embargo, que para un nivel de servicio P2 =
0,99, el costo total relevante anual de nuevo aumenta a 46.584,3 miles de
$/año. ¿Cómo podría, entonces, hallarse el valor óptimo del nivel de servicio para que el CTR tome el valor mínimo posible? Se sugiere construir
una hoja electrónica para responder a esta pregunta, también, repetir el
ejemplo 5.2 asumiendo que los faltantes se convierten en ventas perdidas
y medir el impacto de esta consideración.
246
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Regla de decisión para un costo especificado B1 por cada ocurrencia de faltantes
La regla de decisión, en este caso, viene dada por (la deducción de esta
regla se deja como ejercicio en el problema No. 1 de los ejercicios 5.1):
Paso 1
(5.17)
Es
Si la respuesta es no, se debe seguir con el paso 2. De lo contrario, se
fija el valor de k como el mínimo especificado por la administración y se
continúa con el paso 3.
Paso 2
Determine el valor del factor de seguridad mediante la ecuación:
(5.18)
Paso 3
Calcule el punto de reorden utilizando la Ec. (5.3).
Ejemplo 5.3 [Sistema (s, Q) con B1 especificado]
Tomando de nuevo el ejemplo 5.1, asumiendo que Q = 10.142 unidades
ya se ha definido mediante la cantidad económica de pedido. Determinar el
punto de reorden s para un costo de faltante especificado B1 = $2.800.000
por cada ocasión de faltantes que ocurra. También, el nivel de servicio P2
obtenido mediante la aplicación de esta política.
Primero, se calcula el valor de la expresión (trabajando de nuevo en
miles de $):
Como se obtuvo un valor mayor que 1, entonces se calcula k de acuerdo
con la Ec. (5.18):
El punto de reorden viene entonces dado por:
247
Carlos Julio Vidal Holguín
El Gz(k) correspondiente es aproximadamente 0,1014. El nivel de servicio P2 se calcula de nuevo mediante la Ec. (5.10):
Y, finalmente, el costo total relevante se calcula con la Ec. (5.15), teniendo en cuenta que para k = 0,8944, pz(k) es aproximadamente igual a
0,185:
Se observa de nuevo en este ejemplo que el nivel de riesgo de agotados
en cada ciclo de reposición es alto (18,5%), lo cual no es conveniente en la
práctica. Probablemente el costo B1 especificado no es lo suficientemente
alto y por ello se acepta cierto nivel de faltantes. Hoy en día, esta no es
una buena práctica logística y debe evitarse especificando altos niveles de
servicio como se mencionó anteriormente y reconociendo que los costos
de faltantes, B1 en este caso, pueden llegar a ser muy altos. Obviamente, si
el costo B1 representa acciones para evitar el faltante con anterioridad y así
éste no se produce, entonces no habría mala imagen ante los clientes, con
lo cual la política podría ser adecuada con el nivel de servicio original del
72,5%. Se recomienda un análisis más profundo en cada caso.
Regla de decisión para una fracción especificada del costo por unidad faltante (B2)
Cuando se conoce B2, la regla de decisión viene dada por (la deducción de
esta regla se deja como ejercicio en el problema No. 1 de los ejercicios 5.1):
Paso 1
Es
(5.19)
248
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Si la respuesta es no, continúe con el paso 2. De lo contrario, fije el valor
de k como el mínimo especificado por la administración y vaya al paso 3.
Paso 2
Determine el valor del factor de seguridad k de tal forma que:
(5.20)
Paso 3
Calcule el punto de reorden utilizando la Ec. (5.3).
Ejemplo 5.4 [Sistema (s, Q) con B2 especificado]
Considere el ejemplo 5.1. Asuma de nuevo que Q = 10.142 unidades.
Determinar el punto de reorden s asumiendo que B2 = 0,09. Calcular el
nivel de servicio P2 para este caso y el costo total relevante. Comparar con
los resultados del ejemplo 5.2.
De acuerdo con la regla de decisión establecida anteriormente, se calcula:
Por lo tanto, se selecciona k de tal forma que pz(k) = 0,1565. De las tablas en el apéndice A se obtiene k = 1,01. Por lo tanto:
s = (12.000)(1,5) + (1,01)(3.797) = 21.835 unidades.
El nivel de servicio P2 vendría dado por:
donde Gz(k) se obtiene del Apéndice A para k = 1,01. Finalmente, el costo
total relevante es igual a CTR2 = 44.687,6 miles de $/año (compruébelo).
Obsérvese que si se usa esta regla de decisión se obtiene un nivel de servicio mayor que el especificado en el ejemplo 5.2, con un costo total relevante por debajo del encontrado en dicho ejemplo.
Regla de decisión para una fracción especificada del costo por unidad del faltante
y por unidad de tiempo (B3)
En este caso, la regla de decisión viene dada por (teniendo en cuenta
que el k debe ser mayor o igual al mínimo permitido) [Silver et al. (1998),
pp. 265-266].
249
Carlos Julio Vidal Holguín
Paso 1
Determine el valor del factor de seguridad k de tal forma que:
(5.21)
Paso 2
Calcule el punto de reorden utilizando la Ec. (5.3).
Ejemplo 5.5 [Sistema (s, Q) con B3 especificado]
Considere el ejemplo 5.1. Asuma de nuevo que Q = 10.142 unidades.
Determinar el punto de reorden s asumiendo que B3 = 3,8 $/($ año). Comparar con los resultados del ejemplo 5.2.
De acuerdo con la regla de decisión establecida anteriormente, se calcula:
Por lo tanto, todos los cálculos coinciden con los del ejemplo 5.2, ya
que se obtiene el mismo valor de Gz(k). Este era el resultado esperado,
puesto que esta regla es equivalente a la regla del nivel de servicio P2
cuando se cumple que:
el cual es precisamente el nivel de servicio establecido en el ejemplo 5.2.
Obviamente, esto se hizo intencionalmente para ilustrar la equivalencia de
los dos criterios.
Regla de decisión para un tiempo promedio especificado entre ocasiones de faltantes (TEF)
Cuando se especifica TEF, la regla de decisión viene dada por [Silver et
al. (1998), pp. 270-271].:
Paso 1
Es
(5.22)
Si la respuesta es no, entonces continúe con el paso 2. De lo contrario,
fije el valor de k como el mínimo especificado por la administración y vaya
al paso 3.
250
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Paso 2
Determine el valor del factor de seguridad k de tal forma que:
(5.23)
Paso 3
Calcule el punto de reorden utilizando la Ec. (5.3). Comparando las Ec.
(5.23) y (5.19) se ve claramente la equivalencia entre ambas cuando TEF
= B2/r.
Este criterio para fijar inventarios de seguridad es aplicado frecuentemente para el control de inventarios de ítems clase C (ver el capítulo 7).
Ejercicios 5.1
1. Considere las reglas de decisión para un costo especificado B1 por la
ocurrencia de cada ocasión de faltante y la regla de decisión para una
fracción especificada del costo por unidad de faltante B2. Derive las
correspondientes reglas de decisión con base en el costo total relevante para cada una, expresados en las Ec. (5.18) y (5.20). Tenga en
cuenta las siguientes propiedades fundamentales de la distribución
normal unitaria (mostradas también en el apéndice A):
(5.24)
(5.25)
2. Considere un ítem para el cual la demanda estimada en el tiempo
de reposición es
= 500 unidades y la desviación estándar de la
demanda durante el tiempo de reposición es = 120 unidades. Para
valores de la probabilidad de no-ocurrencia de un faltante, P1 = 0,85,
0,900, 0,950, 0,990, 0,995 y 0,999, determine el factor de seguridad
k, el inventario de seguridad IS y el punto de reorden s. Grafique el
inventario de seguridad IS contra el valor de P1 y concluya acerca de
su tendencia.
3. Un ítem con la siguiente información está siendo controlado por un
sistema (s, Q):
251
Carlos Julio Vidal Holguín
D = 3.400 cajas/año
r = 25%/año
A = $26.000/pedido
v = $2.100/unidad
Toda la demanda durante la ocurrencia de faltantes se trata como órdenes pendientes. Se utiliza el EOQ para determinar la cantidad a pedir Q. Actualmente se aplica un sistema de pronósticos simple, cuyo
costo de control es de 45.500 $/año y produce un valor estimado de
la desviación estándar de los errores del pronóstico mensual = 157
unidades. Uno de los analistas de inventarios ha descubierto un nuevo método de pronósticos que costaría controlarlo 140.000 $/año y
disminuiría el valor de en un 55%. El ítem presenta un tiempo de
reposición de 1,5 meses. Para un nivel de servicio P2 del 99% y tomando en consideración el costo total relevante, incluyendo el costo
de control del sistema de pronósticos, ¿es recomendable aceptar el
nuevo sistema de pronósticos? ¿Por qué? ¿Por qué no es necesario
conocer el costo de faltantes B2 para resolver este problema?
4. Considere un ítem con una demanda promedio que no varía significativamente con el tiempo. Suponga que las demandas en semanas
consecutivas se pueden considerar como variables aleatorias normales independientes. Durante las últimas 15 semanas se han observado los siguientes valores de demanda: 87, 99, 107, 146, 155, 64, 78,
122, 78, 119, 76, 80, 60, 118 y 96 unidades.
a) Estime la media y la desviación estándar de la demanda sobre un
período de una semana y use estos valores para establecer el punto de reorden en un sistema de control (s, Q) para este ítem, con
un tiempo de reposición L = 1,5 semanas. Utilice un valor de A =
$690.000/pedido, B2 = 0,30, v = 30.000 $/unidad, r = 24% anual
y D = 5.200 unidades/año, determinando Q mediante la fórmula
del EOQ.
b) En la realidad, los valores de demanda semanal mostrados arriba
fueron generados aleatoriamente de una distribución normal con
media 100 unidades y desviación estándar 30 unidades. Repita
los cálculos del literal a) con estos valores reales de los parámetros y determine el porcentaje de penalización respecto del costo
total relevante anual.
5. Un proveedor de computadores por correo tiene un procesador en
inventario, el cual vende a clientes alrededor de varios países. El
procesador es suministrado por un proveedor japonés utilizando
transporte aéreo. El ítem tiene las siguientes características:
252
Fundamentos de control y gestión de inventarios
D = 3.200 unidades/año
L = 1,5 semanas
r = 0,15 $/($ año)
v = 165.000 $/u (transporte incluido)
A = 105.000 $/pedido
B2 = 0,20
= 13,8 unidades (para un período básico de una semana)
a) Diseñe un sistema de control (s, Q) para este ítem para un nivel
de servicio P2 = 0,975. Determine el Q mediante el EOQ y calcule
el costo total relevante. Asuma que los faltantes se convierten en
ventas perdidas.
b) Suponga que el tiempo de reposición aumenta a 3 semanas, de tal
forma que el punto de reorden s resulta ser mayor que la cantidad
a pedir Q. Comente acerca de lo que podría ocurrir aquí y cuáles
ajustes sugeriría realizar en la política de control.
6. Suponga que una parte para autos en el inventario de un fabricante
tiene las siguientes características:
d = 1.250 cajas/semana
= 475 cajas (para un período de
P1 = 0,975
una semana)
L = 2,5 semanas
r = 30% anual
v = 130.000 $/caja
A = 92.000 $/pedido
B1 = 1.150.000 $/ocasión de faltante
a) Diseñe un sistema (s, Q) para este ítem de acuerdo con el nivel de
servicio P1 especificado. Determine el costo total relevante y el
nivel de servicio P2 obtenido. Asuma que el fabricante labora 52
semanas al año.
b) Repita el literal anterior ignorando el valor de P1 = 0,975, y utilizando la regla de decisión para un costo especificado B1 por cada
ocurrencia de faltantes. ¿Por qué difieren los resultados? Comente y concluya acerca de estas diferencias.
7. El inventario de una materia prima está siendo controlado con un
sistema (s, Q). Actualmente se utiliza s = 520 ton y Q = 750 ton. La
demanda mensual de la materia prima sigue una distribución normal
con media 200 ton y desviación estándar 50 ton. Actualmente, el
proveedor de la materia prima tiene un tiempo de reposición de dos
meses. La empresa quiere conocer el impacto de reducir el tiempo de
reposición del proveedor.
a) Si el tiempo de reposición del proveedor se reduce en un 25%, estime su impacto sobre los niveles de servicio P1 y P2, asumiendo
253
Carlos Julio Vidal Holguín
que se mantiene la política actual de control y que los faltantes de
materia prima se convierten en órdenes pendientes. Estime igualmente el nivel de inventario promedio de la materia prima.
b) Si el tiempo de reposición del proveedor se reduce en un 25%
y se mantiene el tamaño de lote Q actual, recalcule el punto de
reorden s para obtener el mismo nivel de servicio P2 que con la
política original. Redetermine el nivel de inventario promedio de
la materia prima.
c) En el literal a), asumiendo que se mantiene la política actual de
control, grafique el nivel de servicio P2 y el nivel de inventario
promedio que se mantiene contra la reducción del tiempo de reposición del proveedor, variando ésta desde 0% hasta un 50%.
8. Considere un sistema de inventarios de dos cajones que se lleva en
una ferretería para un cierto tipo de tornillo. La demanda del tornillo sobre el tiempo de reposición, el cual es de 1 semana, tiene un
valor esperado de 850 unidades y una desviación estándar de 120
unidades. Si el nivel del segundo cajón (el que contiene s unidades)
se ha establecido en 1.200 unidades, ¿cuál es la probabilidad de que
ocurran faltantes en cada ciclo de reposición? Comente acerca del
valor mínimo del tamaño de lote Q para que este sistema funcione
adecuadamente y de su relación con el fill rate, asumiendo que los
faltantes se convierten en ventas perdidas.
el sisteMa de control periódico (r, s)
Recuérdese que en el sistema de revisión periódica, el inventario se
revisa cada R unidades de tiempo y se ordena una cantidad igual a la diferencia entre un valor máximo S y el valor del inventario efectivo en el
momento de la revisión. La figura 5.4 representa el proceso del nivel de
inventario con respecto del tiempo. El intervalo de revisión R se considera
fijo y determinado con anterioridad, con base en el EOQ expresado en unidades de tiempo, por ejemplo. Se asume aquí también, inicialmente, que
el tiempo de reposición L es constante, aunque en la figura se muestra una
situación más general con tiempo de reposición variable.
La selección del intervalo de revisión R óptimo es un problema que no
ha sido investigado ampliamente aún. Silver y Robb (2008) mencionan
que la selección del mejor intervalo de revisión R y su comportamiento, en
relación con los parámetros del modelo de control de inventarios, no han
sido comprendidos totalmente. Estos autores investigan con las distribuciones de demanda normal y gamma y concluyen que la función de costo
no es necesariamente convexa en relación con el intervalo de revisión, lo
que complica el problema.
254
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 5.4. El sistema de control del inventario (R, S)
De acuerdo con Silver et al. (1998, p. 275), no es necesario el desarrollo de nuevas reglas de decisión en este caso, ya que existe una estrecha
relación entre el sistema (R, S) y el sistema (s, Q). Simplemente, en todas
las expresiones anteriormente presentadas, se deben hacer las siguientes
sustituciones:
Sistema (s, Q)
s
Q
L
Sistema (R, S)
S
DR
R+L
Este sistema también opera bajo ciertos supuestos, a saber:
• La rata de demanda promedio varía poco en el tiempo.
• La probabilidad de tener demanda igual a cero, entre revisiones sucesivas del inventario, es muy pequeña; por lo tanto, se asume que
cada vez que se revisa el inventario, se ordena un pedido. En realidad, no hay problema en que no ocurra demanda alguna entre dos
revisiones del inventario. Simplemente, no se ordena y se espera
hasta la revisión siguiente. Esto ocurre muy a menudo en un sistema
de control de inventarios de medicamentos implementado en una
cadena de droguerías.
• El tiempo de reposición se asume constante.
255
Carlos Julio Vidal Holguín
• Los costos unitarios de faltante de inventario son tan altos que el nivel promedio de órdenes pendientes (para el cliente) es muy pequeño
comparado con el nivel promedio del inventario a la mano. Esto es
equivalente a decir que estos sistemas son adecuados para niveles de
servicio altos, lo cual es lo deseado en la práctica.
• Los errores de pronóstico tienen una distribución normal sin sesgo,
con una desviación estándar
sobre el intervalo de revisión, más
el tiempo de reposición, R + L. Obviamente, la desviación estándar
no se conoce con certeza y, por lo tanto, se utiliza su valor estimado
, lo cual se hace a través del valor de suministrado por
el sistema de pronósticos, utilizando la segunda parte de la Ec. (3.49)
del capítulo 3.
• El valor de R es pre-determinado.
• Los costos de control del sistema no dependen de la magnitud de S.
Una observación importante radica en el hecho de que, para este sistema, la protección del inventario de seguridad debe darse para un período de
tiempo igual a la suma del tiempo de reposición y el intervalo de revisión
del inventario, o sea, para el período R + L. Un soporte de esta afirmación
está dado en Silver et al. (1998, pp. 276-278). Además, en muchas ocasiones es conveniente adicionar cierto porcentaje al costo de ordenamiento
A, incremento ocasionado por la revisión del inventario. Por esta razón, la
notación cambia de acuerdo con los siguientes parámetros:
A´
R
S
= Costo fijo de ordenamiento incrementado en el costo de revisión del inventario, en $/pedido.
= Intervalo de revisión pre-especificado (o calculado con base
en el EOQ), en unidades de tiempo.
= Nivel máximo de inventario hasta el cual se ordena, en unidades.
= Demanda pronosticada sobre un intervalo de tiempo igual a R
+ L.
= Desviación estándar estimada de los errores de pronósticos sobre un intervalo igual a R + L.
Las Ec. (5.15) y (5.16) siguen siendo válidas para calcular el costo total
relevante, reemplazando a A, Q y por A´, DR y
, respectivamente.
Ejemplo 5.6 [Sistema (R, S) con P2 especificado]
Diseñar un sistema de inventarios (R, S) para el caso del ejemplo 5.2.
Toda la información dada en este ejemplo permanece igual con excepción
del costo fijo de pedido A, el cual se supone que se incrementa en un 15%
debido al costo adicional de revisión del inventario.
256
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Inicialmente, debe determinarse el intervalo de revisión R, a partir de la
cantidad óptima de pedido, redondeado a un valor entero lógico. Por ejemplo, no sería muy práctico, desde el punto de vista administrativo, revisar
el inventario cada 3,37 semanas, sino que debería pensarse en hacerlo cada
tres (o cuatro) semanas. Así, se tiene:
(5.26)
Por lo tanto (trabajando en miles de $):
Luego, puede tomarse R = 4 semanas = 1/13 de año. Ahora, la desviación estándar de los errores del pronóstico sobre el tiempo de reposición,
más el intervalo de revisión, vendría dada por:
(5.27)
Nótese que como originalmente es la desviación estándar de los errores del pronóstico mensual, entonces el tiempo R + L dentro del radical
debe ser expresado en meses.
Análogamente, la demanda pronosticada sobre el tiempo R + L es:
(5.28)
Como el tamaño de pedido en este sistema es variable, en vez de utilizar
Q es necesario utilizar DR donde dicha cantidad aparezca. Así, el valor de
la función Gz(k) vendría dado por:
257
Carlos Julio Vidal Holguín
(5.29)
de donde se obtiene k 0.83. Así, el valor máximo de inventario S vendría dado por:
(5.30)
La política de inventarios (R, S) es, por lo tanto, revisar el inventario cada R = 4 semanas y ordenar una cantidad igual a 33.083 unidades
menos el “inventario efectivo” al momento de la revisión. Mediante este
método, se conseguirá un nivel de servicio aproximado de P2 = 95%.
La ecuación para calcular el costo total relevante en el sistema (R, S) se
transforma a:
(5.31)
Este costo es un 11,93% mayor que el costo total relevante de la política
(s, Q) discutida en el ejemplo 5.2. Nótese que el aumento proviene fundamentalmente del incremento en el costo de mantenimiento del inventario
al aumentar el inventario cíclico y el de seguridad, ya que la cobertura
debe ser sobre R + L y no simplemente sobre el tiempo de reposición
L. Sin embargo, este aumento de costo debe compararse con los ahorros
potenciales que pueden obtenerse al coordinar el control del inventario de
258
Fundamentos de control y gestión de inventarios
diversos ítems y obtener economías de escala por tamaños de compra, lote
de producción y/o transporte en un sistema de control conjunto de ítems.
tieMpo de reposición aleatorio
En la vida real, el tiempo de reposición L rara vez puede considerarse
constante o determinístico. Su grado de aleatoriedad depende de muchos
aspectos, como la disponibilidad del proveedor o las características de la
línea de producción, el modo de transporte utilizado, la infraestructura de
recepción de los productos, entre otras posibles causas.
Hay varias formas de considerar la variabilidad del tiempo de reposición. En la primera forma se asume que el tiempo de reposición L y la rata
de demanda D son variables aleatorias independientes, caso en el cual se
dispone de resultados analíticos que serán expuestos más adelante. Podríamos decir que esta es la forma más sencilla de aplicación en la práctica
pues se reduce a dos fórmulas relativamente simples.
En el segundo método se pronostica el tiempo de reposición en forma
semejante a como se hace con la demanda y, de esta manera, se puede obtener lo que podría denominarse un “tiempo de reposición máximo” con el
que se calculan los promedios de demanda y los inventarios de seguridad.
Este último método es semejante al que se emplea en la práctica cuando
se consideran tiempos de reposición de seguridad, especialmente en la administración de inventarios de materias primas. Los principales sistemas
de planeación de recursos (Enterprise Resource Planning, ERP) contienen
módulos de MRP que permiten implementar esta posibilidad.
En un tercer método, se mide la demanda real sobre cada tiempo de reposición L (o sobre cada tiempo de reposición, más el intervalo de revisión
del intervalo, R + L), y se utilizan los datos para estimar (o
) y (o
) directamente. La aplicación práctica de esta metodología es compleja porque maneja períodos de tiempo aleatorios, dado que como no se sabe
el valor exacto del tiempo de reposición, los sistemas de pronósticos son
de período variable lo cual es muy difícil de controlar en la práctica dentro
de los sistemas de información de las organizaciones.
Considere entonces el primer caso, en el cual se asume que las variables
aleatorias demanda y tiempo de reposición son independientes. Defina,
entonces, la siguiente notación para un sistema continuo (s, Q):
d
E(d)
= Variable aleatoria que representa la rata o tasa de demanda, en
unidades por unidad de tiempo.
= Valor esperado de la rata de demanda, en unidades por unidad
de tiempo.
259
Carlos Julio Vidal Holguín
= Desviación estándar de los errores del pronóstico (o de la demanda) referidos al mismo período de tiempo de la tasa de
demanda, en unidades.
w
= Demanda aleatoria durante el tiempo de reposición, en unidades.
E(w) = Valor esperado de la demanda durante el tiempo de reposición, en unidades.
= Estimación de la desviación estándar de la demanda durante
el tiempo de reposición, en unidades.
LT
= Tiempo de reposición aleatorio, en unidades de tiempo (Nota:
se ha cambiado la notación del tiempo de reposición de L a
LT para evitar confusiones de notación entre la desviación
estándar de los errores del pronóstico durante el tiempo de reposición σL y la desviación estándar del tiempo de reposición
σLT.)
E(LT) = Valor esperado del tiempo de reposición, en unidades de
tiempo.
= Estimación de la desviación estándar del tiempo de reposición, en unidades de tiempo.
Un conocido resultado de la teoría de procesos estocásticos compuestos
brinda las siguientes ecuaciones [véase, por ejemplo, Ross (1993, pp. 9899)]:
(5.32)
(5.33)
Todas las ecuaciones presentadas para el sistema (s, Q) son válidas
cuando se considera el tiempo de reposición aleatorio, teniendo en cuenta
que se debe utilizar E(w) en lugar de , y
en lugar de . Por ejemplo,
para calcular el punto de reorden, se aplicaría la ecuación
en lugar de la ecuación
. Es muy importante notar que para que
la Ec. (5.33) sea consistente, debe estimarse a partir de un sistema de
pronósticos cuya unidad de tiempo básica sea la misma que la unidad de
tiempo del E(LT). Además, la unidad de tiempo de la rata de demanda E(d)
debe coincidir con la unidad de tiempo de
.
Por otra parte, si el tiempo de reposición es constante, como en los
casos anteriormente analizados, entonces en la Ec. (5.33) se tendría que
, con lo que se anula el segundo término dentro del radical y se reproduce el conocido resultado de la primera de las Ec. (3.49). Igualmente,
en los casos en los que se puede considerar la demanda muy estable (
260
Fundamentos de control y gestión de inventarios
0), pero el tiempo de reposición mantiene su aleatoriedad, la Ec. (5.33)
reduce a
.
En la práctica es posible que exista cierta correlación entre la demanda
y el tiempo de reposición. Por ejemplo, puede haber correlación positiva,
como en el caso de alta demanda, la cual genera una alta carga para el
proveedor o para la planta, quienes probablemente tardarán más tiempo en
satisfacer el pedido. Puede también existir correlación negativa para bajas
demandas, con las cuales el proveedor o la planta probablemente esperarán
hasta acumular cierto número de pedidos y así satisfacer el tamaño de lote
mínimo que les permita despachar y/o producir rentablemente. Sin embargo, la Ec. (5.33) es conservativa, o sea que, en caso de existir correlación,
dicha ecuación sobreestima la desviación estándar de la demanda durante
el tiempo de reposición. Cada caso en particular debe ser analizado; sin
embargo, si estas dos situaciones de alta o baja demanda no se presentan
muy a menudo, el supuesto de independencia es razonable.
Ejemplo 5.7 [Sistema (s, Q) con tiempo de reposición aleatorio]
Diseñe un sistema de control de inventarios (s, Q) para el caso del ejemplo 5.2, asumiendo que el tiempo de reposición es aleatorio con E(LT) =
1,5 meses y
= 0,20 meses.
El hecho de tener el tiempo de reposición aleatorio modifica el cálculo
del valor esperado de la demanda sobre el tiempo de reposición y de su
desviación estándar, de acuerdo con las Ec. (5.32) y (5.33).
Nótese la consistencia de las unidades del tiempo de reposición, medido
en meses, con las de , medida a partir de un sistema de pronósticos con
período mensual. Igualmente, la rata de demanda es de 12.000 unidades/
mes y
= 0,20 meses, con lo cual la ecuación es consistente.
Así, lo único que debe hacerse es reemplazar a por E(w) y a por , y
repetir los cálculos realizados en el ejemplo 5.2. Para calcular el valor de
k se aplica la ecuación:
Del apéndice A se obtiene k
sería:
0,84. Por lo tanto, el punto de reorden
261
Carlos Julio Vidal Holguín
Y el costo total relevante viene dado por:
Estos resultados representan un aumento en el punto de reorden y en
el costo de mantenimiento del inventario, ocasionados por el incremento
del inventario de seguridad para responder a la variabilidad adicional del
tiempo de reposición. De nuevo, aquí el valor especificado de P2 = 95%
hace que el nivel de seguridad P1 sea sólo del 80% (correspondiente al
valor de 1 – pz(k) del Apéndice A, a partir de k = 0,84), el cual es muy bajo
en la práctica. Por lo tanto, como ya se ha dicho, se recomienda especificar
valores más altos de P2, como 98-99%.
inventario en tránsito y su efecto sobre la selección
del Modo de transporte
El concepto de inventario en tránsito fue definido en el capítulo 2. Recuérdese que el inventario en tránsito (pipeline inventory) es el inventario que se encuentra en los sistemas de transporte entre dos puntos de la
cadena de suministro. El nivel del inventario en tránsito es proporcional
al tiempo de reposición del producto, ya que éste incluye el tiempo de
tránsito, más los otros tiempos necesarios para que el producto llegue a su
destino (tiempo de cargue, descargue, nacionalización, manejo en puertos, etc.). Por consiguiente, el inventario en tránsito depende del modo de
transporte que se utilice y es, por supuesto, más significativo en un sistema
internacional de transporte.
Si se utiliza transporte aéreo, por ejemplo, el tiempo de reposición es
relativamente corto y, por lo tanto, serán bajos los niveles de inventario
promedio, en tránsito y de seguridad necesarios para alcanzar el nivel de
servicio deseado. Sin embargo, el modo aéreo se caracteriza por tener un
262
Fundamentos de control y gestión de inventarios
alto flete (costo de transporte). Por el contrario, el modo marítimo generalmente produce un tiempo de reposición mucho mayor que el modo aéreo,
pero es el modo más económico en cuanto a costo de transporte se refiere.
Este conflicto de costos es el que debe resolver el analista para seleccionar
el modo de transporte más conveniente desde el punto de vista económico.
Es un error común escoger el modo de transporte solamente considerando
sus fletes e ignorando el impacto que las características del modo escogido
producen sobre los costos de inventario y sobre los costos totales de logística. El ejemplo 5.8 ilustra una posible forma de abordar el problema de
selección de modo de transporte.
Ejemplo 5.8 [Selección del modo de transporte considerando inventario en tránsito, cíclico y de seguridad]
Una empresa comercial localizada en la ciudad de Santiago de Cali importa desde China y distribuye a todo el país, y a algunos países vecinos,
cierto tipo de motor eléctrico muy utilizado en la producción de una gran
gama de productos. Los datos del motor son los siguientes:
Valor nominal de cada motor = 160 US$/unidad.
Demanda anual promedio D = 240.000 unidades/año.
Desviación estándar diaria estimada de la demanda = 200 unidades.
Peso unitario del motor = 7 kg/unidad.
Factor de seguridad utilizado k = 2,33
(para un nivel de servicio P1 = 99%).
Tasa de costo de mantenimiento del inventario r = 26% anual.
Costo estimado de faltantes B2 = 30%.
Tasa mínima de retorno de la empresa = 18% anual.
La empresa ha estado utilizando el transporte por océano para los motores, pero le han ofrecido un nuevo modo llamado “océano rápido”, el cual
tiene un mayor flete, pero logra un tiempo de reposición menor, ya que los
buques no arriman a todos los puertos en los que atracan viajando por el
modo normal. Las características de cada modo de transporte se muestran
en la tabla 5.2. Se asume que los tiempos de reposición son estables.
Tabla 5.2. Características de los modos de transporte (ejemplo 5.8)
Modo de transporte
Océano normal (1)
Océano rápido (2)
Flete
(US$/kg)
0,40
0,60
Tiempo de
reposición (días)
25
18
263
Intervalo entre
envíos (días)
7
5
Carlos Julio Vidal Holguín
La empresa está utilizando un sistema de control de inventarios (s, Q)
para este ítem, calculando el tamaño de cada pedido con base en la demanda promedio y el intervalo entre envíos de cada modo de transporte.
Se asume que los costos de ordenamiento son despreciables frente a los
demás costos. ¿Debería la empresa aceptar la oferta del nuevo modo de
transporte?
Para resolver este problema debe primero calcularse la inversión promedio total requerida en inventario por cada modo de transporte y su costo
de mantenimiento del inventario asociado. Ilustraremos el caso del modo
océano normal, ya que el cálculo para el otro modo es semejante.
Primero, para calcular el tamaño de envío Q1, de acuerdo con los supuestos, se tiene en cuenta la demanda promedio anual y el intervalo entre
envíos. Así:
Ahora se calculan los tres tipos de inventario asociados con la política
actual de control (en unidades):
Nótese la forma de calcular el inventario en tránsito, con base en la
demanda promedio diaria y el tiempo de reposición expresado en días.
Igualmente, es importante observar que la magnitud del inventario en tránsito es significativa comparada con la de los otros dos tipos de inventario.
El supuesto que hay tras este cálculo es el hecho de que las unidades que
vienen en camino ya han sido pagadas y son de propiedad de la empresa,
lo cual es muy común en el ambiente de los negocios internacionales.
Como ya se calcularon los inventarios en unidades, debe ahora hacerse
el traslado a unidades monetarias, en este caso dólares. Así:
264
Fundamentos de control y gestión de inventarios
En este cálculo se ha considerado que el costo de transporte aumenta
ligeramente el valor del producto puesto en la bodega de la empresa (pasando de 160 a 162,8 US$/u). Ahora, es clave observar que se habla de
“inversión requerida en inventario” si se utiliza el modo de transporte por
océano normal. Con esta inversión promedio se puede brindar el nivel de
servicio especificado a los clientes. Este inventario cuesta mantenerlo y,
por lo tanto, su costo de mantenimiento, aplicando la Ec. (2.1) del capítulo
2, sería:
El otro componente del costo total de logística es el de faltantes, el cual
se puede estimar de la siguiente forma [último término de la Ec. (5.16),
con Gz(k) = 0,003352 para k = 2,33]:
Al igual que lo expresado en el enunciado del problema con respecto
a los costos de ordenamiento, este costo es despreciable con relación al
costo de mantenimiento del inventario anteriormente calculado. Esto se
explica por el alto nivel de servicio que se ha especificado.
El último costo a calcular es el de los fletes por el modo océano normal,
así:
Finalmente, se calcula el costo total de logística asociado a la decisión
de escoger el modo de transporte por océano normal:
La tabla 5.3 resume los cálculos anteriores y los cálculos para el modo
de transporte por océano rápido. Aparentemente el mejor modo de transporte es el océano normal y por ello la oferta del modo por océano rápido debería rechazarse. Sin embargo, hay que tener en cuenta la siguiente
observación para realizar un análisis beneficio-costo. La diferencia entre
265
Carlos Julio Vidal Holguín
la inversión requerida en inventario y su costo de mantenimiento debe
ser clara. La inversión compromete recursos de la empresa para adquirir,
financiar y luego almacenar y vender los motores eléctricos, mientras que
el costo total de logística es un costo real que la empresa debe asumir
para poder cumplir sus metas de negocio. Obsérvese que, a pesar de que
el modo océano rápido tiene un mayor costo total de logística, también
compromete menos recursos de la empresa pues su inversión requerida
en inventario es menor. Por lo tanto, se hace necesario realizar un análisis
incremental para tomar una decisión final.
Tabla 5.3. Resumen de cálculos para la selección del modo de transporte
(ejemplo 5.8)
Modo de
transporte
Océano
normal (1)
Océano
rápido (2)
Inversión
Costo de
Costo de
requerida en mantenimiento faltantes
inventario
del inventario
(US$/año)
(US$/año)
(US$/año)
Costo de
fletes
(US$/año)
Costo
total de
logística
(US$/año)
3.430.196
891.851
8.536
672.000
1.572.387
2.538.039
659.890
10.227
1.008.000
1.678.117
Bajo la premisa que, independientemente del modo de transporte escogido, el nivel de servicio que se preste al cliente va a ser el mismo y que la
empresa tiene los recursos suficientes para invertir en inventario de acuerdo con el modo de transporte de mayor inversión, la pregunta es: ¿Vale la
pena invertir 3.430.196 – 2.538.039 = 892.157 US$/año “adicionales” en
el modo océano normal para ahorrarse 1.678.117 – 1.572.387 = 105.730
US$/año en costos totales de logística?
La respuesta debe darse con base en la tasa mínima de retorno de la empresa. Nótese que los 892.157 US$ adicionales que se invertirían por año
en el modo océano normal redituarían 105.730 US$/año. Esto corresponde
a 105.730/892.157 = 11,85 % anual. Como la tasa mínima de retorno de
la empresa es del 18% anual, la conclusión es que no vale la pena hacerlo
puesto que se puede mejor invertir 2.538.039 US$/año en el modo océano
rápido y los 892.157 US$/año que sobran redituarían más a la tasa mínima
de retorno de la empresa (18% anual) que al 11.85% anual que se lograría
si se continúa utilizando el modo por océano normal. Así, la sugerencia es
que la oferta debería aceptarse, a pesar de que el costo total de logística
indique lo contrario.
El análisis anterior no se encuentra en ninguno de los textos que se han
consultado, pues, en los que se considera este tema, se toma la decisión
con base en el costo total de logística mínimo. El único autor encontrado
266
Fundamentos de control y gestión de inventarios
que aplica esta forma de abordar el problema, es Eichmann (1996). Sería
interesante analizar las causas por las cuales se ignora esta opción. Por otra
parte, en una referencia reciente por Kutanoglu y Lohiya (2008) se formula un modelo de optimización que integra las decisiones de selección de
modo de transporte, nivel de inventario a mantener y servicio al cliente en
una cadena de abastecimiento de repuestos y partes.
Ejercicios 5.2
1. Desarrolle reglas semejantes a las mostradas para un costo B1 y un
costo B2 especificado para un sistema de control periódico (R, S).
2. Diseñe un sistema de control (R, S) para el ítem del problema No.
5 de los ejercicios 5.1, utilizando los datos dados allí. Determine
el valor de R realizando un redondeo razonable a partir del EOQ
expresado como unidades de tiempo. Compare los valores de los
costos totales relevantes obtenidos por medio de la política (s, Q) en
el problema mencionado.
3. Diseñe un sistema de control (R, S) para el ítem del problema No.
6 de los ejercicios 5.1, utilizando los datos dados allí. Determine el
valor de R por redondeo a partir del EOQ expresado como unidades
de tiempo. Compare los valores de los costos totales relevantes obtenidos por medio de la política (s, Q) en el problema mencionado.
Compare también el nivel de servicio P2 obtenido con ambas políticas de inventario.
4. Resuelva el problema anterior asumiendo que el tiempo de reposición L tiene un valor esperado E(LT) de 2,5 semanas y una desviación estándar
de 0,5 semanas. Observe que aquí debe encontrar
una nueva forma de las Ec. (5.32) y (5.33) que sean válidas para un
sistema de control (R, S).
5. Resuelva los problemas No. 5 y No. 6 de los ejercicios 5.1 asumiendo que el tiempo de reposición L tiene un valor esperado E(LT) de
1,5 y 2,5 semanas, respectivamente, y una desviación estándar estimada
de 0.5 semanas para ambos casos. A diferencia del problema anterior, en este punto debe diseñar entonces los sistemas de
control (s, Q), pero con el tiempo de reposición aleatorio.
6. En su empresa, usted fabrica un producto del que tiene un contrato
establecido de ventas, en el cual debe entregar una cantidad constante de 1.000 unidades/semana, durante las 52 semanas del año. Alistar
la línea de producción para este ítem cuesta alrededor de $100.000
y usted ha calculado el costo variable de producción del ítem en
$15.000/unidad. La tasa estimada del costo de mantenimiento del
inventario es del 30% anual. Su problema es que el tiempo de pro-
267
Carlos Julio Vidal Holguín
ducción de cada lote es bastante impredecible, debido a la naturaleza del producto. Después de revisar extensas estadísticas, usted
ha recolectado la siguiente información respecto de los tiempos de
producción:
Porcentaje de órdenes de
producción
2
5
15
42
23
8
4
1
Tiempo de producción
(Días)
1
2
3
4
5
6
7
8
a) Diseñe un sistema de control continuo (s, Q) para este ítem si
usted desea cumplirle al cliente en el 97,5% de las veces.
b) Repita el literal anterior si usted, en lugar de tener la información de la tabla, sólo dispone de la siguiente información sobre el
tiempo de producción en días: “Se ha observado que el tiempo de
producción es de 4,5 días ± 3,5 días y que es aproximadamente
normal.” Repita de nuevo el ejercicio si en vez de decir “normal”
dice “uniforme”.
7. En una ferretería, una herramienta de gran rotación se ordena al proveedor cada semana. La herramienta ha tenido una demanda semanal promedio de 100 unidades y se ha estimado su desviación estándar con base semanal en 15 unidades. Se dispone de los siguientes
datos adicionales: costo de ordenamiento A = 1.000 $/orden; valor
unitario del ítem v = 5.000 $/unidad; tasa de costo de mantenimiento
del inventario r = 30% anual; tiempo de reposición L = 1 semana;
precio de venta de la herramienta p = 9.000 $/unidad.
a) Diseñe un sistema de control de inventarios para este ítem si usted
desea que no haya ocasiones de faltantes en el 97,5% de las veces.
Calcule el costo total relevante de la política diseñada incluyendo costos de ordenamiento, de mantenimiento del inventario y
de faltantes, y el fill rate generado, asumiendo que los faltantes
se convierten en ventas perdidas, ya que el cliente no espera al
próximo despacho.
b) Resuelva el literal anterior si ahora el nivel de servicio se especifica como un fill rate P2 = 0,9990. Determine el costo total relevante y el nivel de servicio P1 generado. Compare con el costo total
relevante encontrado en a) y explique el resultado.
c) Para el sistema diseñado en el literal (a), a usted le plantean que el
intervalo de revisión se debería disminuir de 7 a 5 días, para que
“el producto llegue más rápido” y que así habría ahorro en costos.
268
Fundamentos de control y gestión de inventarios
¿Está de acuerdo con este planteamiento desde el punto de vista
de costo total relevante y de aspectos administrativos? ¿Por qué?
d) Le plantean la misma idea de reducir el intervalo de revisión de 7
a 5 días, pero para el caso del literal b), o sea, cuando se especifica P2 = 0,9990. ¿Estaría de acuerdo con implementar el cambio?
¿Qué implicaciones administrativas podría tener?
e) Encuentre el nivel de servicio óptimo P2 que produce el mínimo
costo total relevante (una hoja electrónica es de gran ayuda para
resolver este problema).
8. Se están considerando tres servicios de transporte por camión para
hacer repartos desde una de sus plantas manufactureras hacia su centro de distribución. Se dispone de la siguiente información:
Demanda (constante y conocida)
Costo de procesamiento de una orden
Precio del producto (FOB planta)
Cantidad de envío
Costo de manejo del inventario en tránsito
Costo de manejo del inventario cíclico y de seguridad
Nivel de servicio P1 durante el tiempo de reposición
Costo de faltantes B2
Días de venta
*
4.500.000 kg/año
$250/pedido
$1,75/kg
Igual al EOQ (constante)
20% anual
30% anual*
97,5% (constante)
Desconocido
365 días/año
Utilice este costo de manejo para el cálculo del EOQ.
La información sobre los tres transportadores se ilustra a continuación:
Característica
T. de reposición (LT)
Variabilidad del LT (σLT)
Flete
Transportador A
Transportador B
Transportador C
6 días
8 días
11 días
2,0 días
1,5 días
1,0 días
$0,300/kg
$0,295/kg
$0,313/kg
En el centro de distribución se aplica un sistema de control (s, Q) del
inventario. La tasa mínima de retorno de la empresa es del 15%.
a) Construya una hoja electrónica que le permita determinar cuál
de los tres transportadores debería seleccionarse con base en lo
expuesto en el ejemplo 5.8 y asumiendo que B2 es despreciable (la
hoja electrónica puede comparar parejas de modos de transporte
y utilizarse repetidamente, conservando el mejor modo cada vez).
269
Carlos Julio Vidal Holguín
b) Usted estima que, aunque el transportador C tiene el mayor tiempo de reposición, es el más confiable dada su baja variabilidad.
¿Cuál es el máximo flete que estaría usted dispuesto a pagarle al
transportador C para poder adoptar esta opción?
c) Analice la incidencia que podría tener sobre la decisión un alto
costo de faltantes B2 (en otras palabras, realice un análisis paramétrico en B2, tal que 0% ≤ B2 ≤ 100%).
9. Una compañía lleva en inventario tres tipos de alfombras muy especiales con las siguientes características:
Tipo de alfombra
Tipo A
Tipo B
Tipo C
Demanda anual
(m)
300
200
100
Costo
($/m)
23.000
18.400
13.800
Las alfombras se ordenan conjuntamente al mismo proveedor. La
emisión de cada orden cuesta $46.000 y se ha estimado una tasa r
= 25% anual. Se ha encontrado que la demanda de cada una de las
alfombras es muy estable, al igual que el tiempo de reposición del
proveedor.
a) Determine el intervalo de revisión óptimo R* común para las tres
alfombras, considerando los costos de ordenamiento y del inventario cíclico promedio.
b) Con base en el valor de R* determinado anteriormente, estime los
tamaños promedio de orden de cada alfombra.
c) Analice el efecto que tiene el valor de la tasa r sobre el valor óptimo R*.
d) ¿Considera conveniente ordenar estas tres alfombras mediante un
sistema continuo (s, Q)?
10. Suponga que usted es el proveedor de la compañía de alfombras
del problema anterior. A usted le cuesta $4.600.000 cada vez que
alista sus máquinas para procesar una orden de la compañía. Si su
tasa de costo de mantenimiento del inventario es del 37,5% anual,
¿qué tamaños de lote preferiría fabricar de cada tipo de alfombra?
Para responder esta pregunta, asuma que la compañía de alfombras
es prácticamente la única que consume este tipo de alfombras y que
usted calcula el precio de venta de cada tipo adicionándole un 45%
270
Fundamentos de control y gestión de inventarios
a su costo variable de producción. ¿Cómo conciliaría usted con la
compañía los tamaños de lote?
ejercicios adicionales y de repaso
1. El siguiente problema ha sido diseñado con base en una muestra de
un caso real. Usted ha decidido mejorar el sistema de inventarios que
lleva su empresa comercial a través de un análisis integral. Su empresa mantiene en inventario alrededor de 250 ítems, de los cuales
ha escogido una muestra de 10 ítems representativos. Para iniciar su
análisis, ha recolectado datos sobre la demanda real de estos ítems
en las últimas 30 semanas, los cuales se resumen en la tabla 5.4.
Tabla 5.4. Datos de demanda, tipo, valor y proveedor de 10 ítems
para el problema No. 1 (ejercicios adicionales y de repaso capítulo 5)
271
Carlos Julio Vidal Holguín
También ha recolectado información acerca del desempeño de sus
proveedores con relación a sus tiempos de reposición, utilizando datos de los últimos 20 despachos recibidos de cada uno (por simplicidad no se consideran diferentes tiempos de reposición para cada
ítem). La tabla 5.5 resume esta información.
Después de un detallado análisis sobre costos, ha concluido que un
valor del 22% anual es adecuado para el costo de mantenimiento del
inventario y que el costo general de hacer un pedido es de $18.000,
independientemente del número de ítems que contenga el pedido. A
través de análisis históricos, determinó que ha estado cumpliendo
aproximadamente con el 96% de la demanda solicitada por sus clientes de su inventario disponible, pero le gustaría mejorar este nivel de
servicio. El 4% restante de la demanda frecuentemente se pierde ya
que sus productos son altamente sustituibles. Se ha encontrado además que, en promedio, los productos clase A tienen una rentabilidad
del 15% sobre su valor, los productos clase B, del 12%, y los productos clase C, del 10%. Sin embargo, usted sospecha que el costo de
faltantes calculado con base en estos datos se puede incrementar en
al menos un 30% por la pérdida de imagen de su compañía ante los
clientes cuando se pierde una venta.
Tabla 5.5. Datos de tiempos de reposición de proveedores para el problema No. 1
(ejercicios adicionales y de repaso capítulo 5)
272
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Usted debe diseñar un buen sistema de pronósticos para todos los
ítems de la muestra (estos resultados se harán extensibles, por supuesto, a todos los ítems de su empresa después de su análisis). Aunque ha estado interactuando con sus proveedores, éstos han estado reacios a manejar órdenes demasiado pequeñas u órdenes muy
frecuentes con muy pocos ítems, lo que podría ser el resultado de
aplicar un sistema de control continuo. Por ello, ha decidido emplear
un sistema de control (R, S) para todos los ítems, de tal forma que
se facilite la coordinación. Sin embargo, piensa que el intervalo de
revisión para los ítems clase A debería ser menor que el de los B, y
el de éstos menor que el de los C, para facilitar la administración del
sistema y tener menor inventario de seguridad.
Haciendo los supuestos que considere razonables y sustentándolos,
diseñe un sistema de control integral de inventarios, basado en la
muestra de 10 ítems que se da en las dos tablas anteriores.
2. La empresa ABC está utilizando un sistema de control (s, Q) y tiene
la política de fijar los inventarios de seguridad para obtener un nivel
de servicio P2 = 0,995 (asuma que todos los faltantes se convierten
en órdenes pendientes). Para un ítem con patrón de demanda perpetua, la demanda promedio es de 18.000 unidades/año y se utiliza
un tamaño de pedido Q = 1.500 unidades (asuma que 1 año = 52
semanas). El proveedor del ítem presenta un tiempo de reposición
constante de 3 semanas. El precio actual de compra es de $15.000/
unidad y el costo de ordenamiento se ha estimado en 10.000 $/orden. Contratando un nuevo medio de transporte, el proveedor ofrece
disminuir el tiempo de reposición a un valor constante de 2 semanas,
bajo dos condiciones. Primero, incrementará el valor de cada ítem
en un 5% y, segundo, la empresa debe aumentar los tamaños de lote
a 1.750 unidades. Asumiendo que la desviación estándar semanal de
los errores del pronóstico es de 180 unidades y que el costo de mantenimiento del inventario es del 24% anual, ¿debe la empresa aceptar
la oferta del proveedor? ¿Por qué? ¿Depende esta decisión del valor
del costo de faltantes B2 (0 ≤ B2 ≤ 1). ¿Cuál es el máximo valor del
producto que puede fijar el proveedor con su oferta para que la empresa pueda aceptarla?
3. Una empresa está usando un sistema de control (s, Q) para un repuesto muy importante utilizado en varias máquinas de producción.
Las propiedades del ítem son las siguientes:
D = 2.000 unidades/año
v = $60.000/unidad
= 150 unidades
P1 = 97,5%
A = $45.000/pedido
r = 20% anual
= 60 unidades
273
Carlos Julio Vidal Holguín
Cuando un faltante está a punto de ocurrir, se genera una acción
de emergencia que evita la ocurrencia del faltante. El costo de esta
acción es de aproximadamente $600.000, independiente de la magnitud del faltante en unidades. La compañía utiliza el EOQ como
tamaño de lote.
a) Determine el EOQ y el punto de reorden s.
b) ¿Cuál es el costo total relevante esperado, incluyendo costos de
ordenamiento, mantenimiento del inventario y acciones de emergencia?
c) Se sospecha que la política anterior puede ser mejorada mediante
un incremento del tamaño de pedido utilizado. Trate de mejorar
la política anterior y discuta los resultados, principalmente con
respecto del nivel de servicio alcanzado.
d) Discuta otras formas de mejoramiento de la política de inventarios presentada en este caso.
4. Suponga que un ítem controlado bajo un sistema (s, Q) tiene una
demanda sobre el tiempo de reposición DL “uniformemente distribuida” entre a y b.
a) Determine una fórmula para el punto de reorden s, para producir
un nivel de servicio especificado P1. Ilustre con a = 100, b = 200
y P1 = 0,975.
b) Para una cantidad especificada Q encuentre una ecuación para
calcular el punto de reorden s dado un nivel de servicio TEF. Ilustre para a = 100, b = 200, Q = 500 unidades, D = 1.000 unidades/
año y TEF = 2 años.
c) Para una cantidad especificada Q encuentre una expresión para
determinar el punto de reorden s dado un nivel de servicio P2.
Ilustre para a = 100, b = 200, Q = 500 unidades, D = 1.000 unidades/año y P2 = 0,990.
(Sugerencia: recuerde que las expresiones mostradas en este capítulo
son válidas para cualquier distribución probabilística de demanda
sobre el tiempo de reposición.)
5. La demanda semanal para cierto tipo de impresoras en un almacén
de computadores se distribuye normalmente con una media de 250
unidades y una desviación estándar de 150 unidades. Esta impresora
se controla con un sistema (s, Q), ordenando 1.000 impresoras cada
vez que el inventario efectivo baja a 600 impresoras. El tiempo de
reposición actual es de dos semanas.
274
Fundamentos de control y gestión de inventarios
a) Determine el inventario de seguridad en unidades que está manteniendo el almacén.
b) Determine los niveles de servicio P1 y P2 alcanzados mediante
esta política.
c) Si no está satisfecho con los niveles de servicio anteriores, proponga alternativas de mejoramiento de la política actual de control.
6. En el problema anterior asuma que el tiempo de reposición se distribuye normalmente con media 2 semanas y desviación estándar 2
semanas.
a) Determine el inventario de seguridad en unidades que debe mantener el almacén para lograr un nivel de servicio P2 = 99,5%.
b) Construya un gráfico del inventario de seguridad requerido para
lograr el nivel de servicio planteado en el literal anterior en función de la desviación estándar del tiempo de reposición, variando
ésta desde 2 semanas hasta 0 semanas (LT constante), en intervalos de 0,1 semanas. Una hoja electrónica puede ser de gran ayuda
para resolver este punto. Comente acerca de los resultados.
7. Cierta materia prima presenta un consumo promedio mensual de 35
toneladas, con una desviación estándar con base mensual estimada
en 10 toneladas. Normalmente, el tiempo de reposición del proveedor es de 1 mes con una desviación estándar de 0,25 meses. Actualmente, el punto de reorden se ha fijado en 45 toneladas.
a) Calcule la probabilidad de tener la materia prima agotada por
cada ciclo de reposición.
b) Si la administración sugiere aumentar el punto de pedido a 1,5
meses de demanda promedio, ¿ estaría de acuerdo?
8. Un ítem controlado con un sistema de control continuo (s, Q) presenta un tiempo de reposición con un valor esperado de 5 semanas
y una desviación estándar de 0,5 semanas. La demanda promedio
del ítem es de 2.000 unidades/semana. La desviación estándar de
la demanda sobre el tiempo de reposición aleatorio, σw, es igual a
1.049 unidades y se está utilizando un tamaño de pedido de 4.000
unidades. Se ha especificado un nivel de servicio P2 de 0,995 y se
asume que todos los faltantes se convierten en órdenes pendientes.
Usted quiere investigar el efecto del cambio de diversos parámetros
275
Carlos Julio Vidal Holguín
sobre el inventario de seguridad, sin detrimento del nivel de servicio
especificado, a saber:
a) Un aumento del 50% en el tamaño de pedido.
b) Una disminución del 50% en el valor esperado del tiempo de reposición.
c) Una disminución del 50% en la desviación estándar del tiempo de
reposición.
Comente acerca de los efectos prácticos de los resultados anteriores.
9. En su empresa, usted utiliza un sistema de revisión periódica (R, S)
para un ítem que presenta las siguientes características (asuma que 1
año = 52 semanas):
D = 25.220 unidades/año
v = $28.000/unidad
LT = 2,5 semanas
P1 = 96%
B2 = 35% del valor del ítem
A = $121.000/pedido
r = 24% anual
= 100 unidades
(con base semanal)
Usted ha determinado el intervalo de revisión R a partir de la relación EOQ/D, redondeando al valor más lógico, de acuerdo con el
resultado del cálculo mencionado. Asumiendo que actualmente el
inventario a la mano del ítem es de 1.154 unidades, que hay un pedido pendiente por llegar de 800 unidades y que no hay pedidos pendientes por satisfacer a los clientes, resuelva los siguientes puntos:
a) Construya una hoja electrónica para resolver este problema. Determine el intervalo de revisión R a partir del EOQ y redondéelo
al valor más lógico de acuerdo con el resultado.
b) Calcule el inventario máximo S del ítem, de acuerdo con la información suministrada, estime el fill rate generado y estime el costo
total relevante CTR en $/año bajo la política de control actual.
c) Con la información dada, ¿es lógico que haya un pedido pendiente? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Esto es una barrera para utilizar
este sistema de control?
d) Con la información dada, determine el tamaño de pedido que
debe hacerse (recuerde tener en cuenta el inventario efectivo del
ítem).
e) Manteniendo el nivel de servicio P1 actual, determine el intervalo
de revisión óptimo R* que minimiza el CTR. ¿Está satisfecho con
el valor obtenido en el literal a)?
276
Fundamentos de control y gestión de inventarios
f) Asuma que el nivel de servicio especificado desde un comienzo
es P1 = 98% y que mantiene el R calculado en el literal a). Recalcule el CTR. ¿Es sorprendente el resultado? Con base en este
resultado, ¿qué es lo mejor que podría recomendar?
10. Para la producción de una máquina, su empresa compra un componente costoso a un proveedor internacional. Los datos que ha recolectado sobre este ítem son los siguientes (asuma que 1 año = 12
meses):
d = 7.500 unidades/mes
A = $230.000/pedido
v = $860.000/unidad
r = 30% anual
(valor del ítem sin descuento)
B2 = 30% del valor del ítem
LT = 1 mes
P1 = 97,5%
= 1.875 unidades (con base mensual)
Para el control del inventario del ítem, ha escogido un sistema (s, Q).
El proveedor le está ofreciendo el siguiente esquema de descuentos
sobre todas las unidades:
a) Construya una hoja electrónica para resolver este problema. Determine la mejor política (s, Q) para el control de este componente. Es decir, halle el punto de reorden s y el tamaño óptimo
de pedido Q que minimice el CTR, considerando los descuentos.
Recuerde incluir el costo de compra en el CTR.
b) Repita el literal anterior, pero especificando un nivel de servicio
P1 = 99,0%. ¿Le sorprenden los resultados? Si para usted un nivel
de servicio mínimo de P1 del 97,5% es aceptable, ¿cómo podría
reducir aún más el CTR encontrado aquí?
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 11 (pp. 304-318 y 329-332) (En estas páginas se
refuerza lo expuesto en este capítulo sobre el cálculo de los inventarios de seguridad).
AXSÄTER (2000): capítulo 3 (pp. 49-90) (Esta parte de este capítulo profundiza en algunos aspectos teóricos sobre inventarios de seguridad y tiempos de reposición).
277
Carlos Julio Vidal Holguín
SILVER et al. (1998): capítulo 7 (pp. 232-311) (Este capítulo del texto principal de referencia de inventarios expone detalles adicionales de algunos aspectos, brindando una
bibliografía muy completa para el estudiante que desee profundizar).
SIPPER y BULFIN (1998): capítulo 6 (pp. 281-311) (Esta parte de este capítulo trata los
sistemas de revisión continua y periódica de una forma fácilmente comprensible).
WILD (1997): capítulos 6 y 7 (pp. 85-113) (Estos dos capítulos abordan los temas vistos
aquí de una forma muy práctica, brindando otra visión muy interesante del problema.
Incluye también un análisis muy completo de los tiempos de reposición y sus efectos).
278
capítulo 6
INTRODUCCIÓN AL CONTROL
CONJUNTO DE ÍTEMS
generalidades
Todos los métodos de control estudiados en los capítulos anteriores se
refieren a un ítem en particular. Normalmente, la administración está interesada en el control conjunto de varios ítems en forma simultánea. Esto se
debe al hecho de que dichos ítems pueden ser suministrados por un mismo
proveedor, o comparten un mismo modo de transporte, o son producidos
en las mismas máquinas o línea de producción.
Existen diversas ventajas cuando se realiza control conjunto, a saber:
• Ahorros en precios unitarios de compra, ya que al efectuar la coordinación se pueden lograr los tamaños de orden mínimos impuestos por el proveedor para otorgar cierto descuento. Igualmente, se
pueden lograr economías de escala al utilizar medios de transporte
con cierto volumen mínimo. Si el ambiente es productivo, se puede
lograr ahorro en costos de alistamiento innecesarios y mayores corridas de producción para una misma familia de ítems.
• Ahorro en los costos totales de ordenamiento, ya que al incluir más
ítems en una orden sencilla, es posible disminuir el número anual de
órdenes.
• Facilidad de programación, en cuanto a recepción de materiales, inspección, etc. En efecto, muchas empresas piensan en pedidos realizados por proveedor, en lugar de considerar ítems individuales.
Por otra parte, al realizar la coordinación, también se pueden presentar
algunas desventajas:
Carlos Julio Vidal Holguín
• Incremento en el nivel promedio de inventario, debido a que algunos
ítems pueden ser incluidos en una orden antes de que alcancen su
punto de reorden. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando se está
utilizando un sistema (s, S) para varios ítems.
• Incremento en los costos de control, debido a la necesidad misma de
la coordinación de varios ítems. Éstos consisten específicamente en
los costos de revisión, costos de computador, costos de administración y coordinación, entre otros posibles.
• Reducción de flexibilidad, especialmente con respecto de los niveles
de servicio de ítems individuales.
Lo que se presenta a continuación ha sido adaptado de Silver et al.
(1998), pp. 179-181,284-294.
curvas de intercaMbio
Normalmente, la administración de un sistema de inventarios está interesada en medidas agregadas de eficiencia, constituidas por varios ítems
individuales. Esta idea da más información globalizada para la toma de decisiones. Por ejemplo, es difícil, en muchas ocasiones, determinar valores
aproximados del costo de ordenamiento A y del costo de mantenimiento
del inventario r. Por lo tanto, se recurre a las denominadas curvas de intercambio, las cuales reúnen a varios ítems individuales y pueden servir para
estimar valores de A y/o r.
Considerando varios ítems, las medidas agregadas de eficiencia más comunes son las siguientes (generalmente son referidas a un año, pero puede
utilizarse otra unidad de tiempo):
•
•
•
•
Máximo costo total anual del inventario promedio.
Máximo costo fijo total (o número total) de reposiciones por año.
Máximo valor de faltantes por año.
Máxima demora permitida de órdenes pendientes.
Curvas de intercambio determinísticas
Considérese los siguientes parámetros y variables (asúmase una situación de demanda aproximadamente constante, como la establecida en el
capítulo 4):
A = Costo de ordenamiento común para todos los ítems (si este no es
el caso, se puede definir un costo de ordenamiento ai para cada
ítem i) en $/orden.
Di = Demanda anual del ítem i en unidades/año.
280
Fundamentos de control y gestión de inventarios
n = Número de ítems considerados en el análisis.
Qi = Tamaño de pedido del ítem i en unidades.
vi = Valor unitario del ítem i en $/unidad.
El inventario cíclico promedio total en $ viene dado por:
(6.1)
Y el número total de reposiciones o ciclos por año, para todos los ítems,
viene dado por:
(6.2)
Como se está utilizando la cantidad óptima de pedido EOQ para cada
ítem, se tiene que:
(6.3)
Por lo tanto, al reemplazar (6.3) en (6.1) y (6.2), se obtiene:
(6.4)
(6.5)
Obsérvese que tanto ICPT como N dependen de la relación A/r. Más
aún, si se multiplican las dos ecuaciones, miembro a miembro, se obtiene:
(6.6)
Esta corresponde a la ecuación de una hipérbola en las variables ICPT
y N. La expresión del lado derecho se puede calcular fácilmente cuando
se dispone de los datos correspondientes para todos los ítems agrupados.
Además, dividiendo, miembro a miembro, las Ec. (6.4) y (6.5), se obtiene:
(6.7)
281
Carlos Julio Vidal Holguín
Por lo tanto, se puede dibujar la hipérbola y para cada punto sobre ella
calcular la relación de A/r, la cual puede utilizarse para estimar el valor de
uno de los parámetros si se ha estimado el otro.
Ejemplo 6.1 (Curvas de intercambio determinísticas)
Considérese la coordinación de cuatro ítems con las características
mostradas en la tabla 6.1.
Tabla 6.1. Características de los cuatro ítems del ejemplo 6.1
Ítem
i
1
2
3
4
Di
[unidades/año]
7.200
4.000
500
100
vi
[$/unidad]
4.000
1.800
10.000
1.620
Bajo las políticas actuales de control de inventarios, se están utilizando
los siguientes tamaños de pedido para cada uno de los ítems:
Q1 = 17 unidades; Q2 = 278 unidades; Q3 = 61 unidades; Q4 = 17 unidades.
Primero se calcula, de acuerdo con las Ec. (6.1) y (6.2), los indicadores
de eficiencia de la actual política de pedidos:
Ahora, para desarrollar la curva de intercambio, se aplica la Ec. (6.6) y
se obtiene:
La curva correspondiente se muestra en la figura 6.1. Se ilustra el punto
de operación actual determinado con base en los cálculos anteriores. Se
puede observar que existen posibilidades de mejoramiento hacia los puntos P o Q, o hacia cualquier punto sobre la curva localizado entre P y Q, si
282
Fundamentos de control y gestión de inventarios
se utiliza el EOQ como política de control. Si nos movemos hacia el punto
P sobre la curva, entonces se estaría conservando la inversión total en inventario cíclico promedio ICPT = 602.970 $/año, pero se mejoraría notablemente el indicador de número total de pedidos/año N. Análogamente,
si el desplazamiento es vertical hacia el punto Q, se estaría conservando el
actual indicador N = 452 pedidos/año, pero con una inversión mucho menor en inventario cíclico promedio total. Un movimiento intermedio hacia
algún punto de la curva entre P y Q equivaldría a mejorar simultáneamente
ambos indicadores.
Figura 6.1. Curva de intercambio determinística (ejemplo 6.1)
Obviamente, lo que está ocurriendo aquí es que la política actual de
pedidos es deficiente. Esta es una situación muy frecuente en la práctica y
por ello siempre existirán oportunidades de mejoramiento.
El punto específico sobre la curva en el cual se estaría operando si se
utiliza el EOQ depende claramente de la relación A/r, como se observa en
la figura. Los valores de A/r mostrados se calculan con base en las coordenadas de cada punto, aplicando la Ec. (6.7). Supóngase, por ejemplo,
que se ha decidido como política mantener el inventario cíclico promedio
total anual de 602.970 $/año para estos cuatro ítems (o sea, desplazarse
horizontalmente hacia el punto P). El valor de N vendría dado por N =
57.121.000/602.970 = 94,73 ciclos/año. Por lo tanto, el valor de A/r asociado es A/r = 602.970/94,73 = 6.365,1. Se sugiere comprobar el valor A/r
para el punto Q.
El valor de A/r calculado anteriormente permite determinar uno de los
dos parámetros si el otro ha sido estimado. Para ilustrar, considérese que
283
Carlos Julio Vidal Holguín
se ha establecido con cierta precisión r = 0,20 $/($ año). Así el valor de A
implicado vendría dado por A = (A/r) × r = 6.365.1 × 0,20 = $1.273,02.
Este valor podría compararse con estimados que se tengan de él.
Con el valor especificado de A/r y los demás datos se puede calcular el
nuevo tamaño de pedido para cada ítem mediante la Ec. (6.3). Observando
que no se necesita conocer los valores específicos de A y de r, la política
corregida produciría los siguientes valores (se ilustra sólo el cálculo de
Q1), los cuales difieren significativamente de los utilizados actualmente:
,
Curvas de intercambio probabilísticas
Las curvas de intercambio probabilísticas son más útiles que las determinísticas debido a su gran aproximación con los sistemas reales de control de inventarios. Es posible generarlas en forma semejante a lo realizado
en la sección anterior. Asumiendo normalidad en los errores de pronósticos y teniendo en cuenta los resultados del capítulo 5, se pueden escribir
las siguientes expresiones “para cada ítem i”:
Inventario de seguridad en pesos ($) =
(6.8)
Valor esperado del número de veces
en que ocurre faltantes por año =
(6.9)
Valor esperado de faltantes por año ($) =
(6.10)
Valor esperado del nivel de servicio (P2) =
(6.11)
Valor esperado del nivel de servicio (P1) =
(6.12)
Para obtener los indicadores para los n ítems bajo consideración, simplemente se realiza la sumatoria sobre todos ellos. Se acostumbra también
calcular niveles de servicio ponderados por demanda. Así, se obtienen las
siguientes expresiones:
284
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Inventario de seguridad total en pesos IST ($) =
(6.13)
Número total esperado de veces/año
en que ocurren faltantes NTEF =
(6.14)
Valor esperado total de unidades
en faltante por año VTEF ($) =
(6.15)
Nivel de servicio (P2) ponderado
por demanda =
(6.16)
Nivel de servicio (P1) ponderado
por demanda =
(6.17)
La Ec. (6.15), obtenida a partir de la Ec. (6.10), merece dos comentarios. Primero, nótese que no aparece multiplicada por el costo unitario de
faltantes del ítem i, , luego esta ecuación representa el valor real de las
unidades que se espera que falten, pero no el costo de faltantes exactamente. Sin embargo, es fácil implementar este cambio en la Ec. (6.15) siempre
y cuando se disponga de la información suficiente para estimar el costo
unitario de faltante de cada ítem. Segundo, en forma semejante al comentario que se hizo de la Ec. (5.11) en el capítulo 5, si
, entonces es
más exacto utilizar la siguiente ecuación en lugar de la Ec. (6.15):
(6.18)
Las dos curvas de intercambio más utilizadas son las siguientes:
• Inventario de seguridad total (IST) contra el número total esperado
de veces/año en que ocurren faltantes (NTEF).
• Inventario de seguridad total (IST) contra el valor esperado total en
pesos de unidades en faltante por año (VTEF).
285
Carlos Julio Vidal Holguín
Estas curvas se construyen dependiendo de la regla de decisión correspondiente, ya que cada una de dichas reglas genera diferentes puntos en el
gráfico. El ejemplo 6.2 ilustra una de estas curvas.
Ejemplo 6.2 (Curvas de intercambio probabilísticas)
En la tabla 6.2 se muestran las principales características de cuatro
ítems. Se asume que la cantidad de pedido mostrada para cada ítem ha
sido predeterminada y se considera constante (esta cantidad no necesariamente se basa en el EOQ). La política actual de inventarios establece que
los “puntos de reorden” si se determinen con base en la siguiente regla:
reordenar cuando el inventario llegue a 2,5 meses de disponibilidad para
cubrir la demanda, asumiéndola constante e igual al promedio Di mostrado
en la tabla 6.2. Por ejemplo, el punto de reorden del ítem 2 se calcula como
s2 = (D2/12) × 2,5 = (8.500/12) × 2,5 = 1.770,83 unidades. Obsérvese que,
al hacer esto para todos los ítems ignorando la variabilidad de su demanda,
se está incurriendo en el error de definir inventarios de seguridad sólo con
base en el inventario promedio (ver capítulo 5).
Tabla 6.2. Características de los cuatro ítems del ejemplo 6.2
Ítem
i
Demanda
Di
[u./año]
1
2
3
4
12.000
8.500
6.000
2.660
Valor
Tiempo de Desviación
unitario vi reposición Estándar
[$/u.]
Li
σLi
[meses]
[u.]
42,0
2,0
70,0
20,5
2,0
221,0
10,0
2,0
725,5
11,2
2,0
120,5
Tamaño
de pedido
Qi [u.]
Punto de
reorden
si [u.]
2.000
3.750
1.500
1.330
2.500
1.771
1.250
554
Utilizando las Ec. (6.8) a (6.10) y (6.13) a (6.15) se puede calcular el inventario de seguridad anual, el número esperado de ocasiones de faltantes
por año y el valor esperado del costo total de faltantes por año para cada
ítem y para todos los ítems.
Para ilustrar, considérese el ítem 2 cuya demanda esperada durante el
tiempo de reposición viene dada por:
Como el punto de reorden para este ítem ya se tiene calculado igual a
s2 = 1.770,83 unidades, entonces se puede determinar su valor de k2 implícito, así:
286
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Dado este valor de k2, se puede encontrar fácilmente, de las tablas del
Apéndice A o mediante las funciones internas de Excel™, los valores de
pz(1,6026) = 0,05452 y Gz(1,6026) = 0,02310. Así, mediante las Ec. (6.8) a
(6.10) se puede calcular lo dicho anteriormente para todos los ítems, generándose la tabla 6.3 (puede haber pequeñas diferencias en las cifras debido
a errores de redondeo).
Tabla 6.3. Indicadores para cada ítem y totales para la política
de inventarios actual (ejemplo 6.2)
Ítem
i
ki
pz(ki)
Gz(ki)
1
2
3
4
Total
7,1429
1,6026
0,3446
0,9198
0,00000
0,05452
0,36520
0,17884
0,00000
0,02310
0,25010
0,09684
Inventario
de
seguridad
ISTi [$/año]
21.000,00
7.260,42
2.500,00
1.241,33
32.001,75
No. esperado Valor esperado
de ocasiones de los faltantes
de faltantes/
[$/año]
año (NTEF)
(VTEF)
0,00000
0,00
0,12357
237,24
1,46081
7.257,94
0,35769
261,40
1,94206
7.756,57
Nótese el desbalanceo en el nivel de servicio que se presenta, al no tener
en cuenta la variabilidad de la demanda de cada ítem sobre su tiempo de
reposición para determinar su punto de reorden. Por ejemplo, mientras que
la probabilidad de ocurrencia de faltantes en cada ciclo de reposición del
ítem 1 es prácticamente igual a cero por tener un factor k1 muy alto y un
pz(k1) casi igual a cero, para los ítems 3 y 4 esta probabilidad es del 36,52%
y del 17,88%, respectivamente, las cuales son demasiado altas para los niveles de servicio aceptables (esto coincide con la situación presentada en
la figura 5.1 del capítulo 5).
Una forma de mejorar esta situación consiste en volver uniforme el
nivel de servicio, determinando un nuevo valor de ki y de pz(ki) (y, por lo
tanto, del nivel de servicio P1) común para todos los ítems, suponiendo que
el inventario de seguridad total anual IST se va a mantener constante, pero
se va asignar de manera diferente a cada uno de los ítems. Así, el valor
común k puede calcularse de la siguiente forma:
287
Carlos Julio Vidal Holguín
(6.19)
De esta manera, se conserva el valor total anual del inventario de seguridad ($). En este caso, al aplicar la Ec. (6.19) se obtiene un valor común
de k = 1,9908. Para este valor de k, los valores comunes de pz(k) y Gz(k) son
0,02325 y 0,00870, respectivamente. Así, se garantiza un nivel de servicio
uniforme para los cuatro ítems de P1 = 1 – pz(k) = 0,977. Con estos valores
se obtienen los resultados mostrados en la tabla 6.4.
Obsérvese cómo, manteniendo el mismo valor del inventario de seguridad (32.001,75 $/año), se ha logrado disminuir el número esperado de
ocasiones de faltantes/año en un 82,9% y el valor esperado del costo de
faltantes [$/año] en un 93,3%. Estos resultados pueden verse gráficamente
mediante el desarrollo de curvas de intercambio.
Se construyen las curvas de intercambio del costo total del inventario
de seguridad anual IST ($/año) contra el número total de ocasiones de faltantes/año NTEF y contra el costo total del inventario de seguridad ($/año)
VTEF. Estas curvas se obtienen generando diversos puntos con igualdad
de nivel de servicio para los cuatro ítems, en este caso P1. Por ejemplo, la
tabla 6.4 representa un punto de la curva del IST contra el NTEF con coordenadas (0,33; 32.001,75), punto que se muestra en la figura 6.2. El resto
de puntos para dibujar la curva se obtienen variando el valor de ki, el cual
es el mismo para todos los ítems en cada punto de la curva.
Tabla 6.4. Indicadores para cada ítem y totales para la política
de inventarios modificada mediante la uniformización del nivel
de servicio entre todos los ítems (ejemplo 6.2)
Ítem
i
ki
Pz(ki)
Gz(ki)
1
2
3
4
Total
1,9908
1,9908
1,9908
1,9908
0,02325
0,02325
0,02325
0,02325
0,00870
0,00870
0,00870
0,00870
Inventario No. esperado Valor esperado
de seguridad de ocasiones de los faltantes
ISTi [$/año] de faltantes/
[$/año]
año
(VTEF)
(NTEF)
5.852,85
0,13952
153,52
9.019,16
0,05271
89,37
14.443,00
0,09301
252,56
2.686,74
0,04651
23,49
32.001,75
0,33175
518,95
288
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 6.2. Curva de intercambio del inventario total de seguridad anual IST
contra el No. total de ocasiones de faltantes por año (NTEF) (ejemplo 6.2)
En forma semejante se construye la curva de intercambio mostrada en
la figura 6.3, sólo que ahora se toma como valor de las abscisas el VTEF.
El punto (518,95; 32.001,75), representado en la figura 6.3, corresponde a
los cálculos realizados en la tabla 6.4. Se recomienda generar otros puntos
de estas curvas, incluyendo los que se obtienen manteniendo los indicadores de NTEF y VTEF iguales al valor de la política actual de control,
lográndolos con una inversión mucho menor en inventario de seguridad
(puntos obtenidos mediante el desplazamiento vertical del punto de operación actual hacia las curvas de intercambio).
Es claro, de ambas curvas, cómo se puede mejorar significativamente
los indicadores de gestión de inventarios, manteniendo la inversión anual
en inventario de seguridad, reasignando dicho inventario a los cuatro ítems
mediante la igualación de los factores de seguridad ki y la definición correcta del inventario de seguridad a través de la variabilidad de la demanda
(o de los errores del pronóstico) . Se podría también mantener el indicador de gestión del inventario actual si se considera conveniente, pero con
una notable disminución en el inventario de seguridad anual total (desplazamiento vertical del punto de operación actual). También se podría obtener un punto intermedio entre ambos extremos, el cual permita mejorar
los indicadores y, simultáneamente, disminuir el dinero comprometido en
inventario de seguridad.
289
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 6.3. Curva de intercambio del inventario total de seguridad anual IST contra
el valor esperado total en pesos de unidades en faltante por año (VTEF) (ejemplo 6.2).
Finalmente, al calcular los niveles de servicio ponderados por demanda,
de acuerdo con las Ec. (6.16) y (6.17), se encuentra que el nivel de servicio
P1 ponderado, para la política actual de inventarios, es de 0,8926, mientras
que para la nueva política de uniformizada es de 0,9768. Al calcular el fill
rate P2 ponderado por demanda, se obtiene 0,9739 para la política actual
y 0,9988 para la política uniformizada. Como puede observarse, la nueva
política es mucho mejor desde todo punto de vista.
De manera semejante se pueden desarrollar curvas de intercambio para
diferentes reglas y políticas de inventarios (P2, B1 y B2, por ejemplo), siempre igualando los niveles de servicio respectivos como se hizo con P1. Silver
et al. (1998) han encontrado que la regla para P1 funciona muy bien para los
dos tipos de curvas desarrollados en este ejemplo. Esto es afortunado, ya que
esta curva es relativamente sencilla de desarrollar y es muy útil.
reabasteciMiento conjunto
En la práctica, es muy difícil, o casi imposible, que las organizaciones
controlen sus inventarios de ítems en forma aislada. Esto se debe a múltiples razones, entre las cuales las más importantes son los requerimientos
de los tamaños de las órdenes de los proveedores, el medio de transporte
utilizado y los procedimientos de compra que tiene la organización. Por
290
Fundamentos de control y gestión de inventarios
estas razones, las empresas deben controlar el inventario de varios ítems
en forma conjunta. El ejemplo clásico es el de aquellos ítems que son
suministrados por un mismo proveedor, quien, hoy, no va a aceptar una
orden por cantidades relativamente pequeñas de tres ítems, mañana, por
otras mínimas cantidades de otros dos ítems, y así sucesivamente. Para
efectos prácticos, debe reunirse una orden de un tamaño adecuado para el
procesamiento del proveedor y de la organización.
El análisis del control conjunto de inventarios no es sencillo. Los autores tratan este tema de muy diversas formas y presentan diferentes resultados de investigación, los cuales, en muchos de los temas, son muy
recientes y otros problemas continúan siendo investigados intensivamente.
Por esta razón, es muy difícil tratar todos los temas con algún nivel de
detalle. A continuación se presentan algunos resultados importantes y se
comenta acerca de la existencia de otros. Afortunadamente, los sistemas de
inventarios son tan complejos que normalmente la aplicación de algunas
técnicas sencillas no dista mucho de lo que podría ser un análisis exacto
del problema. Recuérdese, muchas veces la solución más sencilla puede
producir resultados extraordinarios.
Un sistema periódico de reabastecimiento conjunto
Ballou (2004, p. 361) presenta un método relativamente sencillo para
el control periódico conjunto de varios ítems, el cual intuitivamente tiene mucho sentido. El procedimiento consiste en determinar un tiempo de
revisión común para diversos ítems y ordenar cantidades diferentes para
cada ítem, de acuerdo con su inventario efectivo y su inventario máximo.
La definición del inventario máximo para cada ítem se realiza de acuerdo
con su nivel de servicio deseado (P1 o P2) y el costo total relevante se calcula con base, por ejemplo, en la fracción del valor del ítem por unidad, B2.
Así, el método comprende primero la determinación del intervalo de
revisión común, R, de acuerdo con la siguiente ecuación:
(6.20)
donde el único término diferente de la nomenclatura utilizada en los capítulos anteriores son los ai, los cuales corresponden a los costos fijos de
incluir cada ítem i en una orden, mientras que A es el costo mayor correspondiente al costo fijo de ordenamiento común para toda la familia de
ítems. Nótese la semejanza de esta ecuación con la tradicional del EOQ
291
Carlos Julio Vidal Holguín
expresado en unidades de tiempo. En muchas ocasiones se puede considerar ai = 0, especialmente si los ítems que se van a ordenar conjuntamente
son muy parecidos o uniformes. En el caso de que un ítem i requiera un
tratamiento especial, por ejemplo, un proceso de inspección muy complejo
que no tienen los demás ítems de su misma familia o proveedor, entonces
el ai de este ítem podría no ser despreciable y debería tenerse en cuenta.
La Ec. (6.20), de acuerdo con su denominador, sugiere que R es bajo
para aquellos ítems cuya ∑Divi es alta y que R es alto si ∑Divi es baja. Esto
coincide con la apreciación de que las órdenes de los ítems clase A generalmente son más pequeñas pero más frecuentes, mientras que las órdenes
de los ítems clase C deberían ser más grandes y con un cubrimiento mayor,
dado su relativo bajo costo.
Una vez calculado R, se ajusta a un valor razonable para la administración. Aquí, si R = 1,4 semanas, es difícil implementarlo exactamente en la
práctica; debería entonces redondearse a 1 o a 2 semanas, analizando las
implicaciones administrativas de dicho valor. Seguidamente se determina
el inventario máximo de cada ítem, de acuerdo con el nivel de servicio
deseado, mediante la conocida expresión:
(6.21)
donde di es la demanda del ítem expresada con respecto de las unidades de
tiempo correspondientes al intervalo de revisión, más el tiempo de reposición (si R y Li vienen dados en años, entonces se utiliza Di en lugar de di).
Obviamente, deben considerarse aspectos tales como los ilustrados en la
sección anterior, donde la igualación de los niveles de servicio para varios
ítems resulta conveniente desde el punto de vista de resultados y también
desde el punto de vista práctico. Esto no elimina, sin embargo, la posibilidad de que la administración desee dar a algunos ítems claves un nivel de
servicio superior al de otros.
El costo total relevante puede calcularse entonces utilizando la siguiente ecuación, donde se deja la opción de tener el costo de faltante (B2i vi) discriminado por ítem (nótese la similitud de esta ecuación con la Ec. (5.31)
del capítulo 5):
(6.22)
292
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejemplo 6.3 (Un sistema de reabastecimiento conjunto)
En la tabla 6.5 se muestran las principales características de dos ítems
que van a ser ordenados en forma conjunta. Diseñar un sistema de control
de inventarios conjuntos basado en los resultados anteriores.
Tabla 6.5. Características de los dos ítems del ejemplo 6.3
Característica
Demanda di [unidades/día]
Desv. Estándar del pronóstico σ1i
(referida a un día) [unidades]
Tiempo de reposición Li [días]
Costo de ordenamiento relativo al ítem
ai [$/orden]
Nivel de servicio P1i
Valor unitario vi [$/unidad]
Costo de faltante B2i
Ítem 1
100,0
Ítem 2
40,0
25,0
14,0
30,0
14,0
0,0
900,0
0,95
1.500,0
15%
0,98
750,0
24%
Otros datos relevantes son r = 30% anual, A = $4.000/orden conjunta y
se considera un año de 365 días.
Primero se estima el intervalo de revisión común, R, de acuerdo con la
Ec. (6.20), teniendo en cuenta las unidades correspondientes de las demandas y del costo de mantener el inventario:
Como revisar el inventario cada ocho días puede ser inconveniente por
los fines de semana y los días festivos, entonces se prefiere aproximar a
un valor de R = 7 días, o sea, una semana exacta, lo cual puede ser mucho
más conveniente desde el punto de vista administrativo, pues el inventario
de estos dos ítems podría ser revisado, por ejemplo, todos los días martes.
Ahora, para calcular el inventario máximo de cada ítem, se determina
primero:
293
Carlos Julio Vidal Holguín
Así, se calculan los inventarios máximos de acuerdo con la Ec. (6.21):
La política de control consiste en revisar el inventario de ambos ítems
cada siete días (cada semana) y ordenar la diferencia entre el nivel máximo
de cada ítem Si y su inventario efectivo correspondiente en el momento de
la revisión.
Ahora, el costo total relevante se puede calcular mediante la Ec. (6.22):
Nótese cuidadosamente la correspondencia de unidades que debe existir entre las demandas y el intervalo de revisión, y entre éste y el costo de
llevar el inventario. Además, obsérvese que el costo de faltantes es significativamente menor que los otros dos debido al buen nivel de servicio que
se estaría obteniendo con la política diseñada.
El fill rate P2 alcanzado por cada ítem puede calcularse de la siguiente
forma:
Evidentemente, esta es una muy buena política de control del inventario
de estos dos ítems, dado los altos niveles de servicio que se especificaron
desde un comienzo. Un ejercicio interesante es encontrar aquellos niveles
294
Fundamentos de control y gestión de inventarios
de servicio de los dos ítems de tal forma que se minimice el costo total
relevante conjunto (problema No. 6, ejercicios 6.1).
Una variación de esta política de control de inventarios es presentada
por Silver et al. (1998, pp. 425-434) para el caso determinístico con y sin
descuentos por cantidad, considerando diferentes períodos enteros para los
cuales durará la reposición de cada ítem. Información adicional es presentada también por Fogarty et al. (1994, pp. 320-324). Más recientemente,
Khouja y Goyal (2008) presentan una amplia revisión de literatura sobre el
problema del reabastecimiento conjunto. Ellos concluyen que se ha consumido demasiado tiempo en la búsqueda de soluciones óptimas y que se ha
descuidado la aplicación de estas técnicas en la vida real.
Un sistema min-max de reabastecimiento conjunto
Un método relativamente sencillo para el control continuo de varios
ítems en forma simultánea, muy utilizado en la práctica, puede considerarse como un sistema de control (s, S) o min-max para varios ítems, es decir,
un método (si, Si). Cuando el nivel de inventario de uno de los ítems en el
grupo alcanza su punto de reorden si, se revisa el inventario de los demás
ítems, así no hayan alcanzado su punto de reorden, y se ordena una cantidad para cada uno igual a su inventario máximo Si menos el respectivo
inventario efectivo del ítem. Esto se hace para completar tamaños mínimos
de orden usualmente requeridos por las condiciones de los proveedores,
las características del transporte, el alistamiento de máquinas, etc.
Una forma de determinar si y Si para cada ítem i en la familia es la de
calcular inicialmente Qi = EOQi para cada ítem o definir un valor adecuado del tamaño de pedido Qi de cada ítem, como si se fuera a utilizar
un sistema (s, Q). Luego, se determina el punto de reorden de cada ítem
como en el sistema (s, Q) normal y, finalmente,
se halla el inventario máximo de cada ítem
. Este sistema es de
fácil comprensión en la práctica y produce buenos resultados.
Una variación de este método son los sistemas (Si, ci, si), en los cuales
un ítem de la familia que no haya alcanzado su punto de reorden si, sólo
es incluido en el pedido conjunto si su inventario efectivo es menor que
otro valor límite, ci. Esto permite ahorros en costos de ordenamiento, ya
que si el punto ci está cercano al punto de reorden si del ítem, entonces éste
está próximo a disparar otra orden. Por lo tanto, si los ítems cercanos a su
punto de reorden se incluyen en la orden actual, se evitará la emisión de la
orden siguiente en un tiempo cercano. La determinación adecuada de los
tres parámetros de control no es sencilla y los principales autores refieren
a artículos especializados en el tema. [ver, por ejemplo, Silver y Peterson
(1985), pp. 444-450]. Además, los supuestos para la determinación de dichos parámetros son normalmente muy fuertes. Una alternativa para ana-
295
Carlos Julio Vidal Holguín
lizar un sistema de control de esta naturaleza puede ser la utilización de la
simulación discreta.
Límites de capital, de almacenamiento o de transporte con demanda constante
En una orden de abastecimiento conjunta es muy común encontrar, en
la práctica, limitaciones por disponibilidad de capital, capacidad de almacenamiento, capacidad de los sistemas de transporte u otros factores.
Cuando esto ocurre, es probable que las cantidades que sugiere ordenar
el sistema de control de inventarios no se puedan cumplir debido a una u
otra limitación. Es necesario modificar las cantidades de pedido para satisfacer dichas limitaciones. Si las cantidades de pedido han sido definidas
con base en el EOQ, se puede formular un modelo determinístico de optimización restringida para ajustarlas. El problema consiste en minimizar
los costos de ordenamiento y de mantenimiento del inventario, sujeto a la
limitación de capital, de almacenamiento o de transporte. Se asume que la
demanda es muy estable, o sea, aproximadamente constante, con lo cual
las ecuaciones del EOQ son aplicables. Se asume también que el tiempo
de reposición es muy pequeño.
Una situación determinística común es la de tener un sistema de control periódico para n ítems con un intervalo de revisión común R, de tal
forma que aproximadamente los ítems se consuman simultáneamente cada
R unidades de tiempo. La restricción radica en que los ítems se piden en
un camión cuya capacidad en peso no puede sobrepasarse. Supóngase que
esta capacidad es W y que se va aprovechar completamente. El problema
de optimización puede ser planteado de la siguiente forma:
donde ai es el costo de ordenamiento de cada ítem i, tal como fue definido
anteriormente y wi es el peso unitario de cada ítem. Como se sabe que en
un sistema periódico Qi = DiR, entonces el problema puede transformarse a:
296
Fundamentos de control y gestión de inventarios
La restricción de igualdad puede variarse a otras formas semejantes,
por ejemplo, sumando los volúmenes (en unidades cúbicas) de los ítems
a ordenar y hacer esta suma menor a una capacidad de almacenamiento
dada. Obsérvese que la restricción alude al peso total de cada orden conjunta para los n ítems.
Este problema se puede resolver aplicando la técnica de los multiplicadores de Lagrange. Se construye la función de Lagrange, dada por:
Las condiciones necesarias para la existencia de un óptimo vienen dadas por:
(6.23)
(6.24)
La estructura de la Ec. (6.24) permite despejar directamente el R óptimo, ya que es común para los n ítems. Por lo tanto, se obtiene:
(6.25)
Con este valor óptimo de R se puede calcular los tamaños óptimos de
pedido
.
Ejemplo 6.4 (Limitación del modo de transporte en órdenes conjuntas con demanda determinística)
Una compañía tiene tres ítems en inventario, los cuales se compran
del mismo proveedor y son despachados en el mismo camión. El camión
tiene una capacidad de 18.000 kg. El inventario de los ítems se controla
297
Carlos Julio Vidal Holguín
periódicamente con el mismo intervalo de revisión para todos y el costo
de preparar una orden conjunta es de $80.000 (este costo de pedido puede
tomarse como el total para la orden conjunta, incluyendo los ai para cada
ítem i). El costo de llevar el inventario es del 30% anual. Otra información
relativa a los ítems se muestra en la tabla 6.6.
Tabla 6.6. Características de los tres ítems del ejemplo 6.4
Característica
Demanda promedio [cajas/semana]
Peso del producto [Kg/caja]
Valor unitario [$/caja]
Ítem 1
500
15
25.000
Ítem 2
1.000
8
9.000
Ítem 3
850
12
16.000
El peso total del pedido no debe exceder la capacidad del camión para
la orden conjunta. Se asume que 1 año = 52 semanas. Determinar los tamaños óptimos de pedido de cada ítem.
Inicialmente, se calcula el intervalo de revisión óptimo sin tener en
cuenta la restricción de capacidad del camión, de acuerdo con Ec. (6.20),
y se determinan así las cantidades a pedir. Si éstas cumplen con el límite
de peso, la solución actual es la óptima. En caso contrario, se procede a
aplicar la Ec. (6.25). Por lo tanto:
Nótese la correspondencia que debe haber entre las unidades de tiempo de
la tasa r y las unidades de tiempo de la demanda. Se calculan ahora las cantidades implicadas por este intervalo de revisión y su peso total correspondiente:
298
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Por lo tanto, no se puede ordenar las cantidades anteriores porque sobrepasan la capacidad del camión. Así, se debe calcular el verdadero R
óptimo mediante la Ec. (6.25):
Finalmente, se recalcula el tamaño de la orden de cada ítem:
Es importante notar dos aspectos en este ejemplo. Primero, obsérvese
que el R* = 0,7 semanas 5 días. Este puede ser un valor razonable desde
el punto de vista administrativo para revisar el inventario y ordenar las
cantidades calculadas (recuérdese que la logística nunca duerme y que si
hay que revisar en un fin de semana, debería hacerse). Segundo, para este
caso en particular, no se utilizaron las Ec. (6.23) porque no fue necesario
calcular el λ óptimo dada la estructura de la Ec. (6.24) que permitió calcular directamente el R*. Sin embargo, en otras situaciones esto no se presenta y deben resolverse todas las ecuaciones, incluso, en ocasiones, por
tanteo o con la ayuda del solver de Excel™ (ver problemas No. 10 y 11 de
los ejercicios 6.1).
Demanda aleatoria con capacidad limitada del modo de transporte
Carlson y Miltenburg (1988) presentan una metodología para tratar problemas de control conjunto con demanda aleatoria, denominada el método
del punto de servicio (Service Point Method). El método utiliza revisión
periódica del inventario de todos los ítems controlados en forma conjunta
cada R unidades de tiempo. Uno de los objetivos de la política de control
es que el pedido conjunto llene completamente el camión donde se transportan los ítems (un caso semejante se ve a menudo cuando se requiere llenar un contenedor completo). El tiempo de reposición que tarda el camión
se asume constante igual a L. Un segundo objetivo es cumplir con el nivel
de servicio especificado (a diferencia de los autores, aquí se deja la posibilidad de tener diferentes niveles de servicio para cada ítem). Se conocen
la demanda anual promedio Di y los estimados
y
de cada ítem i
= 1, 2, 3, …, n. Se utiliza la siguiente notación adicional a la ya definida:
299
Carlos Julio Vidal Holguín
Ui = Valor esperado del consumo del ítem i en cada ciclo de reposición
(esta variable coincide con el tamaño de lote promedio del ítem i).
Ei = Inventario efectivo del ítem i en el momento de la revisión.
n = Número de ítems que se están controlando conjuntamente.
ki = Factor semejante al factor de seguridad del ítem i, definido de la
siguiente forma:
(6.26)
wi = Peso unitario del ítem i.
Qi = Valor a ordenar del ítem i (las variables de decisión en este caso).
Básicamente el método consiste en lo siguiente:
1. Calcular los faltantes aceptables por cada ciclo de reposición (FACR),
definidos como:
(6.27)
2. Calcular el factor ki para cada ítem i, de acuerdo con la Ec. (6.26).
Con base en este valor, determinar Gz(ki) para cada i y calcular los
faltantes esperados totales por ciclo FECR en el caso de que no se
emita una orden de reposición, de acuerdo con:
(6.28)
3. Si FECR ≤ FACR, entonces no se emite orden de reposición alguna
y se espera hasta la revisión siguiente. En caso contrario, se debe
emitir una orden combinada, suficiente para llenar el camión. Además, se trata de ordenar ciertas cantidades Qi tales que se maximice
el tiempo hasta la siguiente reposición. Esto se logra haciendo que el
tiempo esperado que dure el inventario de cada ítem, incluyendo su
existencia actual, más la cantidad a pedir,
, sea el mismo
para cada ítem i. Además, debe garantizarse que
, donde C
es la capacidad del camión. Algo que no incluyen los autores de este
método, pero que puede adicionarse al algoritmo, es que puede ocurrir que FECR ≤ FACR, pero que uno o varios ítems en forma individual presenten sus faltantes esperados mayores que los aceptables, o
sea que exista al menos un ítem i tal que
>
. En
300
Fundamentos de control y gestión de inventarios
este caso se debería emitir una orden de reposición de acuerdo con el
procedimiento anteriormente descrito para evitar deficiencias en el
nivel de servicio de aquellos ítems que individualmente no cumplen
con la condición.
Ejemplo 6.5 (Limitación del modo de transporte en órdenes conjuntas con demanda aleatoria: el método del punto de servicio)
Una compañía está manejando el inventario de tres ítems en forma conjunta mediante el método del punto de servicio. Los ítems se compran
al mismo proveedor y son despachados en el mismo camión, buscando
llenar su capacidad cada vez que se pida. El camión tiene una capacidad
de 30.000 kg. La información relativa a los ítems se ilustra en la tabla 6.7.
Tabla 6.7. Características de los tres ítems del ejemplo 6.5
Característica de cada ítem
Demanda promedio Di [unidades/año]
Peso del producto wi [Kg/unidad]
Consumo promedio por ciclo Ui [unidades]
Ítem 1
10.000
3,5
1.500
Ítem 2
15.000
6,7
2.200
Ítem 3
8.500
8,3
600
Demanda promedio sobre (R+L)
1.250
1.875
1.065
144
550
610
0,985
0,985
0,985
1.200
2.250
1.875
[unidades]
Desviación estándar estimada sobre (R+L)
[unidades]
Nivel de servicio especificado
Inventario efectivo en el momento de la revisión Ei
[unidades]
Se van a ilustrar los cálculos para el ítem 1. Los cálculos para los otros
ítems son semejantes. Primero, se calcula el valor de k1 con base en la Ec.
(6.26):
Obsérvese que el valor de k puede ser negativo para algunos ítems.
Esto ocurre cuando su inventario efectivo, al momento de la revisión,
es menor que la demanda esperada durante el intervalo R + L. Se calcula ahora las unidades aceptables de faltante para el ítem 1, tomando
unidades. Las unidades esperadas de
faltante para el ítem 1 vienen dadas por
unidades. Es importante notar que en este último cálculo, la función
ha sido determinada para un k negativo, el cual no aparece en las tablas del
301
Carlos Julio Vidal Holguín
Apéndice A. Sin embargo, de acuerdo con la Ec. (A7) del mismo apéndice, se cumple que
. Así, para k = −0,3472, se calcularía
como:
Los cálculos anteriores se replican para los otros dos ítems, y se obtienen los resultados mostrados en la tabla 6.8.
Tabla 6.8. Resultados de los cálculos iniciales del ejemplo 6.5
Como FECR = 193,07 es mayor que FACR = 64,50, entonces debe emitirse una orden. El paso final es determinar los tamaños individuales Qi
de la orden, de tal forma que se cope la capacidad del camión. Además,
como se menciona arriba, una buena práctica es igualar los valores de
para cada ítem i. Esto requiere resolver el siguiente sistema
de ecuaciones lineales simultáneas:
Si se ha diseñado una hoja electrónica para el manejo de este problema, estas ecuaciones se resuelven fácilmente con la ayuda del solver de
Excel™, mediante la opción de “valores de”. De esta forma, se obtiene el
siguiente resultado (redondeado al entero más cercano):
Q1 = 1.947 unidades
Q2 = 2.470 unidades
Q3 = 800 unidades
302
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Con estos valores se cumple que
para cada
ítem i. Es decir, que el cubrimiento esperado con las cantidades pedidas
para los tres ítems es de 0,3147 años, o sea, unos 3,8 meses o 16 semanas.
Obsérvese en la tabla 6.8 que cada ítem presenta sus faltantes esperados
(si no se realiza un pedido) mayores que sus faltantes aceptables y, por lo
tanto, es indudable que se requiere realizar un pedido. Sin embargo, se sugiere comprobar que, en este ejemplo, si los inventarios efectivos hubiesen
sido 2.500 u., 2.500 u. y 2.000 u. para los ítems 1, 2 y 3, respectivamente,
entonces individualmente los ítems 2 y 3 hubiesen requerido reposición,
mas no el ítem 1; a nivel consolidado, el método hubiese determinado que
no se requeriría un despacho, pero esto causaría problemas de nivel de servicio en los ítems 2 y 3. Por lo tanto, una buena práctica es la de confirmar
los niveles de servicio esperados, incluso para ítems individuales, y tomar
la decisión también con base en este criterio.
Ejercicios 6.1
1. Considere los cuatro ítems siguientes en un sistema de inventarios de
demanda constante:
Ítem
i
1
2
3
4
Demanda anual
Di [unid./año]
110
490
3.900
6.950
Valor unitario
vi [$/unidad]
1.650
10.000
1.800
4.200
El administrador del inventario sostiene que es muy difícil estimar
los valores individuales de A y de r. Sin embargo, es aceptable que
A/r sea aproximadamente constante para todos los ítems. Se ha estado utilizando una política de ordenar cada vez cuatro meses de
demanda (Qi). El administrador necesita disminuir el nivel de inventario y para ello ha decidido bajar los tamaños de las órdenes a tres
meses de demanda.
a) Desarrolle una curva de intercambio con base en el EOQ de cada
ítem.
b) ¿Cuáles son los valores de ICPT y N para A/r = 400.000?
c) ¿Qué valor de A/r da el mismo valor de ICPT para la política actual?
d) ¿Qué valor de A/r da el mismo valor de N para la política propuesta?
303
Carlos Julio Vidal Holguín
e) Use la curva de intercambio para sugerir opciones de mejoramiento que superen a la política propuesta de los tres meses de
demanda.
2. Considere dos ítems con las siguientes características:
Ítem
i
Demanda anual
Di [unid./año]
Valor unitario
vi [$/unidad]
xLi
[unidades]
1
2
300
300
20.000
2.000
100
100
σLi
[unidades]
10
35
Suponga que el administrador del sistema ha fijado el inventario de
seguridad de cada uno de los ítems igual a un mes de su demanda
correspondiente.
a) ¿Cuáles son los inventarios de seguridad de cada ítem en unidades y en pesos?
b) ¿Cuál es el valor de P1 asociado con cada ítem?
c) Reasigne el inventario de seguridad total (en pesos) de tal forma
que ambos ítems tengan el mismo valor de P1.
d) ¿Qué reducción en inventario de seguridad total es posible si ambos ítems tienen un nivel de servicio P1 = 0,95?
3. Con ayuda de una hoja electrónica, reproduzca la curva de intercambio de inventario de seguridad total (IST) contra el valor esperado total en pesos de unidades en faltante por año (VTEF) para el ejemplo
6.2.
4. Considere cuatro ítems con las siguientes características:
Ítem
i
Demanda anual
Di [unid./año]
Valor unitario
vi [$/unidad]
Qi
[unidades]
1
2
3
4
8.750
12.500
3.450
20.500
100
80
25
12
4.000
6.250
1.000
3.400
σLi
[unidades]
100
275
730
600
Li
[meses]
3,5
3,5
3,5
3,5
a) Suponga que la política actual es la de fijar el punto de reorden si
de cada ítem i en cuatro meses de demanda. Construya las curvas
de intercambio de IST contra NTEF y contra VTEF, basadas en
un mismo valor de P1 para todos los ítems, resaltando el punto de
304
Fundamentos de control y gestión de inventarios
operación actual. Proponga una alternativa de mejoramiento de la
política actual de inventarios.
b) Suponga ahora que la política para fijar los puntos de reorden,
mencionada en el literal anterior, no se va a seguir utilizando.
Se ha decidido entonces asignar un inventario de seguridad total de $70.000 a los cuatro ítems. Asuma que los errores de los
pronósticos están normalmente distribuidos y que se acepta un
valor constante de r para los tres ítems. Igualmente, considere que
factores de seguridad negativos no son aceptables. Considere las
siguientes reglas:
i) Mismo valor de P1 para todos los ítems.
ii) Mismo valor de P2 para todos los ítems.
iii) Mismo valor de B1 para todos los ítems.
iv) Mismo valor de B2 para todos los ítems.
v) Minimización del número total de ocasiones de faltantes por
año.
vi) Minimización del valor total esperado de faltantes por año.
vii)Inventarios de seguridad determinados por tiempos iguales de
demanda.
Para cada una de las reglas anteriores, determine cómo asignar
los $70.000 de inventario de seguridad total a los cuatro ítems, el
número total esperado de faltantes/año y el valor total esperado
de los faltantes por año.
5. Repita el literal a) del problema anterior, pero construyendo las curvas de intercambio con base en el mismo valor de P2 para los cuatro
ítems.
6. Construya una hoja electrónica que le permita determinar el nivel de
servicio que se debe especificar de los dos ítems del ejemplo 6.3, de
tal forma que se minimice el costo total relevante conjunto CTR2.
7. Un sistema periódico de control de inventarios está siendo utilizado
para tres materias primas que se compran simultáneamente al mismo
proveedor. El costo de mantenimiento del inventario se ha fijado en
el 36% anual y el costo común de ordenamiento en $500.000/orden.
Se tienen los siguientes datos:
305
Carlos Julio Vidal Holguín
Característica
Demanda di [ton/mes]
Desv. Estándar del pronóstico σ1i
(referida a un mes) [ton]
Tiempo de reposición Li [meses]
Costo de ordenamiento relativo a la
materia prima ai [$/orden]
Nivel de servicio P1i
Valor unitario vi [$/ton]
Costo de faltante B2i
M.P. 1
200
M.P. 2
50
M.P. 3
120
18
1,5
20
1,5
90
1,5
0
0,975
124.500
20%
0
0,975
275.000
15%
45.000
0,990
45.000
12%
a) Diseñe un sistema de control periódico conjunto para estos ítems,
calculando el CTR anual y el fill rate P2 alcanzado por cada materia prima. Redondee el valor obtenido de R a un valor que considere razonable desde el punto de vista administrativo.
b) Suponga que el intervalo de revisión se fija en dos meses. ¿Cómo
cambian las respuestas para la primera parte del problema? Sugerencia: diseñe una hoja electrónica que le permita evaluar varias
políticas de inventario periódico, con respecto a varios valores
del intervalo de revisión R y de los niveles de servicio P1 de cada
materia prima.
8. Para los ítems del problema No. 4, diseñe un sistema de control minmax, utilizando el cálculo secuencial de s y S y asumiendo que los
tamaños de orden Qi son los especificados en el problema.
9. Tres ítems en inventario tienen las siguientes características:
Característica
Demanda promedio [unidades/año]
Costo de ordenamiento [$/orden]
Valor unitario [$/unidad]
Ítem 1
51.000
20.000
3.500
Ítem 2
25.000
20.000
6.500
Ítem 3
9.000
20.000
5.000
El costo de llevar el inventario es igual para los tres ítems, r = 25%
anual.
a) Si el valor total del inventario promedio para los tres ítems no
puede exceder de $15.000.000, determine las cantidades óptimas
de pedido.
306
Fundamentos de control y gestión de inventarios
b) Repita la pregunta anterior si el límite de la inversión no puede
exceder de $10.000.000.
10. A continuación se muestran las principales características de tres
ítems que van a ser ordenados utilizando la política del EOQ. Existe
un límite en el capital invertido en el inventario promedio anual total
de C = $80.000. La tasa r es del 36% anual.
Ítem
i
1
2
3
Costo de ordenamiento
ai [$/orden]
420
420
420
Valor unitario
vi [$/unidad]
180
70
135
Demanda anual
Di [unid./año]
11.500
30.000
7.500
a. Desarrolle un modelo matemático para este caso semejante al
presentado en este capítulo. Muestre que el multiplicador de Lagrange óptimo viene dado por:
b. Determine las cantidades óptimas de pedido para cada uno de los
tres ítems descritos.
c. Resuelva este problema si el límite de capital a invertir en inventario promedio puede aumentarse a $100.000.
11. En el problema anterior, asuma que la restricción de capital impuesta es ahora de $150.000 y no es sobre el inventario promedio
anual total, sino sobre la inversión total en inventario en cada ciclo
de reposición. Desarrolle un modelo matemático para este caso y
encuentre la solución óptima con base en los datos de los tres ítems
del problema anterior. Ayuda: la restricción ahora sería:
12. En su empresa, usted está controlando conjuntamente el inventario
de cuatro ítems con el método del punto de servicio. Los datos referentes a los ítems son los siguientes:
307
Carlos Julio Vidal Holguín
,
,
,
,
Los pedidos se consolidan para llenar la capacidad de un camión
con capacidad de carga para 20 toneladas. Resuelva los siguientes
puntos:
a) Determine si es necesario realizar un pedido y, si este es el caso,
las cantidades a pedir, de acuerdo con el método de control utilizado.
b) ¿Considera usted que el ítem 4 podría no ser incluido en este pedido y así darle más espacio, en el camión, a los demás ítems?
Discuta las ventajas y desventajas de esta práctica.
c) Repita el literal a) asumiendo que los inventarios efectivos son
ahora 1.000 u., 1.350 u., 2.000 u. y 1.200 u. para los ítems 1, 2,
3 y 4, respectivamente. ¿Qué puede concluir acerca del ítem 2?
¿Qué decisión tomaría?
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 10 (pp. 264-275) (En estas páginas se aborda el
problema de la agregación de múltiples productos en un solo pedido desde el punto
de vista determinístico).
AXSÄTER (2000): capítulo 4 (pp. 91-113) (Este capítulo desarrolla algunos aspectos técnicos no estudiados aquí, relacionados con la reposición coordinada de varios ítems,
especialmente en ambientes de manufactura).
SILVER et al. (1998): capítulo 11 (pp. 423-470) (Este capítulo del texto principal de
referencia de inventarios da detalles adicionales, principalmente en ambientes de
manufactura, brindando una bibliografía muy completa para el estudiante que desee
profundizar).
NARASIMHAN et al. (1996): capítulo 7 (pp. 175-207) (Este capítulo desarrolla algunos
conceptos adicionales a los estudiados aquí y presenta al final un caso real muy interesante).
FOGARTY et al. (1994): capítulo 8 (pp. 315-349) (Este capítulo es una buena lectura
para complementar algunos aspectos de los mencionados aquí, principalmente en lo
relacionado con los cálculos de costos de inventario).
308
capítulo 7
CONTROL DE INVENTARIOS DE ÍTEMS ESPECIALES
control de inventarios de íteMs clase a
Generalidades
Dado que los ítems clase A son generalmente aquellos cuyo producto
Dv es mayor que todos los demás ítems (capítulo 1), debe prestarse especial atención en su control. Utilizar el mismo tipo de control para ítems
clase A y B se justifica cuando el ahorro logrado en costos de ordenamiento, de llevar el inventario y de faltantes, supera al costo adicional de tener
un sistema de control más complejo. Este costo del sistema de control
está representado en el costo de recolección de datos, procesamiento de la
información, manejo de modelos matemáticos más complejos, generación
de reportes especializados, etc.
El producto Dv puede ser alto para un ítem clase A debido a un alto
valor de la demanda D, o a un alto valor unitario del ítem v, o a ambos.
Generalmente, el sistema de control de un ítem clase A con alta demanda
y bajo valor unitario no es igual al sistema de control de otro ítem clase A
con muy baja demanda, pero costo unitario alto.
Sugerencias generales para el control de ítems clase A
Los ítems clase A deben concentrar la atención personalizada de la administración, con el apoyo de modelos matemáticos especializados, los
cuales se constituyen en una poderosa herramienta de ayuda para la toma
de decisiones. Los siguientes puntos son sugerencias generales para el
control del inventario de este tipo de ítems:
• Los registros de inventario deben hacerse continuamente basados
en las transacciones que vayan ocurriendo. Como generalmente el
Carlos Julio Vidal Holguín
número de ítems clase A no es muy grande, el control no necesariamente debe hacerse en forma computarizada, pudiéndose utilizar
sistemas manuales basados en hojas electrónicas. Esto constituye
una ventaja, por ejemplo, en las pequeñas y medianas empresas.
• Todas las transacciones de ítems clase A deben ser cuidadosamente
revisadas por la administración en forma frecuente.
• La demanda debe ser cuidadosamente analizada y, aunque debe basarse en un sistema adecuado de pronósticos, debe tener la influencia
personal de la administración, dependiendo del caso particular. Por
ejemplo, pueden existir ítems clase A tan especiales que la administración directamente influya en su demanda futura con base en las
conversaciones personales con los clientes.
• Para ítems clase A muy costosos y de muy lento movimiento (demanda errática), el pronóstico de la rata de demanda suele ser muy
difícil o virtualmente imposible de obtener. Por ello, frecuentemente
no se diseña para ellos un sistema de control especial. Este es el
caso de los repuestos costosos de máquinas de producción, los cuales son muy bien conocidos por los ingenieros encargados de dirigir
el mantenimiento correctivo y preventivo. Si el ítem es de relativa
fácil consecución y el daño de la máquina es de tal naturaleza que se
dispone de cierto tiempo para obtenerlo, no debería tenerse inventario del ítem. Si, por el contrario, la falta del ítem pudiese ocasionar
una parada grave y prolongada en la producción, entonces sí debería considerarse el mantenimiento de cierto inventario del repuesto.
Bajo estas condiciones, normalmente los tamaños de órdenes son
Q = 1 y la disyuntiva está en mantener o no el ítem en inventario.
Si el ítem no se mantiene en inventario, entonces debe tenerse muy
claro el procedimiento de emergencia a seguir cuando es solicitado
para poder cumplirle al cliente. Si se decide mantener al ítem en inventario, el sistema de control es normalmente ordenar una unidad
del ítem tan pronto como la unidad en inventario sea consumida.
Un ejemplo de este tipo de ítems se presenta en los almacenes de
los acueductos, donde hay bombas especializadas muy costosas (del
orden de $200 millones cada una), de las cuales se mantiene una
unidad en inventario, ya que cualquier eventualidad dejaría sin agua
a gran parte de una ciudad por mucho tiempo. Una vez se necesite
utilizar la bomba, se ordena de nuevo otra para reponerla y almacenarla de nuevo. Silver et al. (1998, pp. 318-325) discuten el control
de inventarios de ítems clase A de lento movimiento, cuando no es
conveniente asumir normalidad de la demanda, sino que la distribución más adecuada es la de Poisson.
310
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Para ítems de movimiento lento, pero de valor unitario muy alto,
debe prestarse especial énfasis en su aprovisionamiento inicial, ya
que un exceso podría resultar muy costoso.
• Debe existir una estrecha relación con los proveedores de ítems clase
A para tratar de reducir los tiempos de entrega y su variabilidad.
• Deben revisarse los parámetros de decisión frecuentemente.
• Los tamaños de pedido Q deben determinarse mediante las mejores
técnicas disponibles. Por ejemplo, en vez de asumir que Q está predeterminada, deben aplicarse métodos que optimicen esta decisión
en conjunto con la determinación del punto de reorden s.
• Para los ítems clase A es mucho más conveniente afrontar la posibilidad de agotados que tratar de establecer niveles de servicio determinados. En otras palabras, como para estos ítems la administración controla directamente sus transacciones, pueden establecerse
pedidos frecuentes y acciones confiables de emergencia, tendientes
a evitar o a aliviar una ruptura de inventario inminente. El arte de la
administración consiste, aquí, en comparar los costos de tales acciones con respecto de los costos de mantener inventarios de seguridad.
Determinación simultánea de parámetros de control en sistemas (s, Q)
Lo que se discute en esta sección aplica para ítems clase A que no sean
de muy lento movimiento; así, el supuesto de normalidad es razonable. En
el capítulo 5 se asume que la cantidad de pedido Q está determinada con
anterioridad, generalmente igual al EOQ. Posteriormente se determina el
valor del factor de seguridad k, para, finalmente, hallar el punto de reorden
s. Ahora, por el contrario, Q es también una variable de decisión y se determina su valor en forma óptima. El esfuerzo computacional adicional se
justifica sólo, tal vez, para ítems clase A.
Determinación simultánea de s y Q en un sistema (s, Q) con costo de faltantes B2
conocido
En este caso se utiliza la Ec. (5.16) del capítulo 5 para el costo total
relevante CTR2. La diferencia radica en el hecho de que ahora Q y k son
variables de decisión simultáneas y, por lo tanto, CTR2 es una función nolineal de dos variables. Así:
(7.1)
Es bien conocido que las condiciones necesarias para la existencia de
un mínimo vienen dadas (se aplican las propiedades de la distribución normal en el apéndice A) por:
311
Carlos Julio Vidal Holguín
De la primera de las ecuaciones anteriores se obtiene:
O, equivalentemente,
(7.2)
De la segunda ecuación anterior se obtiene:
(7.3)
La solución simultánea de las Ec. (7.2) y (7.3) produce la solución óptima del problema de control de inventarios (s, Q) con B2 conocido. El
algoritmo es, por lo tanto, el siguiente:
Paso 1
Aproxime el valor inicial de Q mediante la fórmula del EOQ [Ec. (4.5)]
Paso 2
Calcule la probabilidad de que no ocurran faltantes en cada ciclo de
reposición (P1) mediante la Ec. (7.2).
Paso 3
Calcule el valor corregido de Q mediante la Ec. (7.3), determinando
previamente, de las tablas de la distribución normal unitaria, el valor de
Gz(k) correspondiente al valor de pz(k) (o de k) hallado en el paso anterior.
Paso 4
Repita los pasos 2 y 3 anteriores hasta que los cambios en P1 (o en k) y
en Q sean despreciables.
312
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Paso 5
Calcule el punto de reorden s con base en la ya conocida Ec. (5.3), el
costo total relevante CTR2 con base en la Ec. (5.16), y el nivel de servicio
alcanzado, obteniendo a P2 de las Ec. (5.10) o (5.12), de acuerdo con el supuesto de faltantes convertidos en órdenes pendientes o en ventas perdidas.
Ejemplo 7.1 (Valor óptimo de Q y k con costo B2 conocido)
Se va a aplicar el algoritmo anterior para determinar el valor óptimo
de Q y de k (y, por ende, de s) al caso del ejemplo 5.1 del capítulo 5 y se
compararán los resultados con el nivel de servicio y los costos obtenidos
en dicho ejemplo. Ya se tenía calculado el valor del EOQ = 10.142 unidades, a partir de la Ec. (4.5) del capítulo 4. A partir de la Ec. (7.2), este valor
genera un primer valor de P1, así:
Nótese que no se utiliza el valor especificado de P1 (90%) en el ejemplo
5.1 porque precisamente se está buscando su valor óptimo en conjunto
con el tamaño óptimo de pedido. Ahora, se determina pz(k) = 1 – P1 = 1 –
0,8435 = 0,1565. Con este valor se encuentra, en las tablas del apéndice
A, los valores k = 1,01 y Gz(k) = 0,08174. Con este último se recalcula Q
mediante la Ec. (7.3):
Repitiendo los pasos 2 y 3 del algoritmo descrito anteriormente, se obtienen los resultados mostrados en la tabla 7.1.
Tabla 7.1. Resultados del ejemplo 7.1.
Iteración
No.
1
2
3
4
5
6
Q
[unidades]
10.142
11.962
12.340
12.415
12.453
12.453
P1
pz(k)
k
Gz(k)
0,8435
0,8154
0,8096
0,8084
0,8078
0,8078
0,1565
0,1846
0,1904
0,1916
0,1922
0,1922
1,01
0,90
0,88
0,87
0,87
0,87
0,08174
0,10040
0,10420
0,10610
0,10610
0,10610
313
CTR2(k, Q)
[miles de $/año]
44.687,6
44.135,7
44.118,5
44.117,0
44.116,9
44.116,9
Carlos Julio Vidal Holguín
Como puede observarse, en la iteración No. 6 se logra la convergencia
deseada. El punto de reorden s y el nivel de servicio P2 (para Q = 12.453
unidades y k = 0,87) para esta solución, asumiendo que los faltantes se
convierten en órdenes pendientes, vienen dados por:
El costo total relevante mínimo es igual a CTR2 = 44.116,9 miles de $/
año. El costo obtenido en el ejemplo 5.1 fue de 45.232,1 miles de $/año,
o sea que se logra una disminución del 2,47% en el costo total relevante
al aplicar el método de determinación óptima de s y Q simultáneamente.
Aunque este valor parezca relativamente pequeño, puede ser muy importante para ítems clase A. Compárese también con el resultado obtenido en
el ejemplo 5.4 (capítulo 5), donde para la regla de B2 conocido y Q = EOQ
se obtuvo un fill rate de 0,9694 y un CTR2 de 44.687,6 miles de $/año
(igual al costo mostrado en la iteración No. 1 en la tabla 7.1. ¿Por qué?).
Es muy importante notar que, a pesar de que se ha obtenido el costo
total relevante mínimo, los niveles de servicio P1 y P2 generados no son
satisfactorios (un nivel de riesgo del 19,22% en cada ciclo de reposición
es inaceptable). Esto debe tenerse muy en cuenta en cada caso para definir
qué requiere de mayor cuidado, si el costo total relevante o el nivel de
servicio deseado en ítems clase A. La causa más probable de esto es que
se tiene un costo de faltantes B2 = 0,09, el cual es muy bajo y, por ende, se
justifica económicamente tener faltantes. Se sugiere resolver este ejemplo
para valores mayores de B2 (problema No. 4, ejercicios 7.1).
Determinación simultánea de s y Q en un sistema (s, Q) con costo de faltantes B1
conocido
Silver et al. (1998) desarrollan un algoritmo semejante al anterior cuando se conoce el costo B1 ($/ocasión de faltante). La adaptación de dicho
algoritmo es la siguiente (en el problema No. 1 de los ejercicios 7.1 se
propone deducir las ecuaciones utilizadas aquí):
Paso 1
Aproxime el valor inicial de Q mediante la fórmula original del EOQ
[Ec. (4.5) del capítulo 4]
5:
Paso 2
Determine el valor de k mediante la Ec. (5.18) mostrada en el capítulo
314
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Paso 3
Calcule el valor corregido de Q, determinando previamente, de las tablas de la distribución normal unitaria en el apéndice A, el valor de pz(k)
correspondiente al valor de k hallado en el paso anterior, mediante la siguiente ecuación:
(7.4)
Paso 4
Repita los pasos 2 y 3 anteriores hasta que los cambios en k y Q sean
despreciables.
Paso 5
Calcule el punto de reorden s con base en la Ec. (5.3), el costo total
relevante CTR1 con base en la Ec. (5.15) y el nivel de servicio alcanzado,
obteniendo a P2 de las Ec. (5.10) o (5.12), de acuerdo con el supuesto de
faltantes convertidos en órdenes pendientes o en ventas perdidas.
Si en el paso 2 anterior se llega a una raíz cuadrada de un número negativo (por ocurrir el logaritmo natural de un número menor que 1), entonces
se puede definir k igual al valor mínimo aceptable por la administración.
Ejemplo 7.2 (Valor óptimo de Q y k con costo B1 conocido)
Aplique el algoritmo anterior para determinar el valor óptimo de Q y k
(y de s) al caso del ejemplo 5.3 del capítulo 5. Si se aplica el algoritmo anterior a este ejemplo con un valor de B1 = $2.800.000/ocasión de faltante,
el valor óptimo, desde el punto de vista matemático, resulta ser k = 0, con
un costo total relevante mínimo de 43.992,7 miles de $/año (comparado
con el valor obtenido en el ejemplo 5.3 de 45.260,9 miles de $/año). Sin
embargo, deberá utilizarse el mínimo valor de k admitido por la administración, el cual seguramente será mayor que cero.
Aparentemente, el costo B1 = $2.800.000/ocasión de faltante resulta ser
muy bajo y, por lo tanto, el modelo permite tener un alto nivel de faltantes.
Por ello, y para efectos ilustrativos del método, se va a resolver el caso del
ejemplo 5.3 con un valor de B1 = $4.000.000/ocasión de faltante (recuérdese que uno de los supuestos establece que los costos unitarios de faltantes
deben ser muy altos, como es lo normal en la logística moderna).
315
Carlos Julio Vidal Holguín
El EOQ inicial es de nuevo igual a 10.142 unidades. El valor inicial de
k se determina como (todos los costos se expresan en miles de $):
de donde se obtiene pz(k) = 0,1093. El costo total relevante para este caso
se calcula como:
El valor corregido de Q se calcula entonces como:
Repitiendo los pasos 2 y 3 se obtienen los resultados mostrados en la
tabla 7.2.
Tabla 7.2. Resultados del ejemplo 7.2.
Iteración
No.
1
2
3
4
5
6
Q
[unidades]
10.142
12.158
12.705
12.853
12.891
12.891
k
pz(k)
1,23
1,07
1,03
1,02
1,02
1,02
0,1093
0,1423
0,1515
0,1539
0,1539
0,1539
CTR1(k, Q)
[miles de $/año]
47.681,6
46.982,7
46.940,2
46.939,0
46.938,8
46.938,8
La convergencia se obtiene en la iteración No. 6, con un valor de Q =
12.891 unidades y un valor de k = 1,02. El punto de reorden s y el nivel de
servicio P2 vienen entonces dados por:
316
Fundamentos de control y gestión de inventarios
De nuevo, si estos niveles de servicio no se consideran satisfactorios
deberá entonces evaluarse la conveniencia de usar este punto de reorden.
Se recomienda resolver este mismo problema para valores más altos de B1
(problema No. 5, ejercicios 7.1).
Es importante notar aquí lo expresado en una corta publicación acerca
del algoritmo descrito en esta sección. Chung et al. (2009) mencionan que
este algoritmo no necesariamente converge, o que, cuando sucede, lo puede hacer hacia un óptimo local ya que la función de costo no es necesariamente convexa, como lo afirman Silver, Pyke y Peterson en la página 326.
Chung et al. (2009) proponen un nuevo método que logra la convergencia
hacia el óptimo global. Un ejemplo numérico es presentado en la nota.
El resultado de este ejemplo, sin embargo, produce un valor óptimo k* =
0,7341, el cual, de todas formas, se considera muy bajo para efectos prácticos; la causa puede ser que se utiliza en el ejemplo un valor muy bajo de
B1, lo que, en las condiciones actuales de la logística, puede ser inaceptable
y, por lo tanto, más elementos de análisis son necesarios. Curiosamente,
un artículo muy parecido al mencionado pero en versión completa, por los
mismos tres autores, es publicado en otra revista también en 2009 [Ting et
al. (2009)].
Sistemas (s, S)
Recuérdese que un sistema (s, S) o min-max es aquel sistema de control
de inventarios continuo en el cual, cuando el inventario efectivo llega a
s unidades o menos, se ordena una cantidad tal que eleva el nivel de inventario efectivo a un inventario máximo S. Los sistemas min-max fueron
introducidos en el capítulo 6. Debido a que no siempre las transacciones de
demanda son unitarias, el inventario efectivo puede bajar en una unidad, o
más, por debajo del punto de reorden s y, por lo tanto, el tamaño del pedido
es variable y no siempre es igual a S – s. Es precisamente esta condición la
que hace que estos sistemas sean complejos de manejar. Se tiene, así, dos
formas de abordar el problema.
En la primera forma se ignora el hecho de que pueden existir caídas de
inventario grandes por debajo del punto de reorden s y se determinan s y S
en forma secuencial. Esta forma es la descrita en el capítulo 6.
Ejemplo 7.3 (Determinación secuencial de s y S)
Considérese el ejemplo 5.3 del capítulo 5, pero utilizando un valor de
B1 = 4.000.000 $/ocasión de faltante. El valor de k se estima a través de la
317
Carlos Julio Vidal Holguín
Ec. (5.18) del capítulo 5 (las unidades monetarias se trabajan en miles de
$):
Nótese el incremento importante del valor de k al utilizar B1 = 4.000.000
$/ocasión de faltantes en lugar B1 = 2.800.000 $/ocasión de faltantes. El
punto de reorden viene dado por:
Y, finalmente, el inventario máximo es
S = s + Q = 22.671 + 10.142 = 32.813 unidades.
En la segunda forma, más precisa, se considera la distribución de las
caídas de inventario por debajo de s o, equivalentemente, la distribución
probabilística de los tamaños de las transacciones de demanda. Esta última
forma se ilustra a continuación, de acuerdo con los resultados mostrados
por Silver et al. (1998, pp. 332-336).
Consideración de las caídas de inventario por debajo del punto de reorden s
En este caso se determinan s y S simultáneamente y se tienen en cuenta
las caídas del inventario por debajo del punto de reorden s. Dado que aquí
ocurre un faltante, siempre y cuando, la suma de la caída del inventario por
debajo de s y la demanda durante el tiempo de reposición, superen el punto
de reorden s, interesa considerar la variable aleatoria
, donde z es
la variable que representa las caídas de inventario y x es la demanda total
sobre el tiempo de reposición.
La distribución probabilística de x se ha asumido normal a lo largo del
capítulo 5 y de este capítulo. Sin embargo, la distribución probabilística de
z es mucho más complicada y se considera generalmente discreta. Karlin
(1958) obtuvo algunos resultados cuando el valor de S – s es considerablemente más grande que el tamaño promedio de cada transacción de demanda. Este autor encontró que:
(7.5)
donde:
318
Fundamentos de control y gestión de inventarios
pz(z0) = probabilidad de que la caída por debajo de s sea igual a z0.
pt(t0) = probabilidad de que la transacción de demanda sea igual a t0.
E(t) = tamaño promedio de las transacciones de demanda.
La Ec. (7.5) puede utilizarse para hallar la media y la varianza de la
variable aleatoria z, de la siguiente forma:
(7.6)
(7.7)
Como z y x se asumen como variables aleatorias independientes, se
tiene que:
(7.8)
(7.9)
Asumiendo que x´ sigue una distribución normal con la media y varianza anteriormente mostradas, la regla para el control del inventario sería la
siguiente:
Paso 1
Seleccione k y Q de tal forma que se satisfagan simultáneamente las
siguientes ecuaciones:
(7.10)
(7.11)
Paso 2
Calcule:
(7.12)
319
Carlos Julio Vidal Holguín
Paso 3
Calcule S = s + Q
Ejemplo 7.4 (Utilización de la distribución probabilística de caídas por debajo de s)
Considérese el ejemplo 5.3 del capítulo 5 (utilizando un valor de B1 =
$4.000.000/ocasión de faltante). Supóngase que la distribución probabilística del tamaño de las transacciones de demanda es la siguiente distribución discreta:
t0
pt(t0)
500
0,05
1.000
0,10
2.000
0,10
3.000
0,20
4.000
0,20
5.000
0,15
6.000
0,15
7.000
0,05
El problema consiste en diseñar un sistema de control de inventarios (s,
S) para esta situación.
Con base en los datos de la distribución probabilística del tamaño de
las transacciones de demanda, se pueden realizar los siguientes cálculos
iniciales requeridos por el método descrito anteriormente:
De las Ec. (7.8) y (7.9), se obtiene lo siguiente:
Se continúa entonces con el algoritmo:
320
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Paso 1
Seleccione k y Q de tal forma que se satisfagan simultáneamente las
siguientes ecuaciones:
Utilizando el procedimiento iterativo descrito anteriormente, se obtiene
aproximadamente Q = 12.530 unidades y k = 0,57.
Paso 2
Calcule:
Paso 3
Calcule: S = s + Q = 22.985 + 12.530 = 35.515 unidades.
Aunque el método del ejemplo 7.4 produce resultados cercanos al óptimo, el método secuencial del ejemplo 7.3 produce resultados aceptables,
especialmente si no se tiene demanda errática, para la cual el tamaño de las
transacciones de demanda puede tener una gran variabilidad. Se sugiere
utilizar el método más preciso cuando σ1 excede el nivel de demanda d
(ambos medidos sobre la misma unidad de tiempo), o sea, cuando el coeficiente de variación de la demanda periódica es mayor que el 100%. Para
los datos utilizados aquí, correspondientes al ejemplo 5.1, esto no ocurre
pues σ1 = 3.100 unidades y d = 12.000 unidades, ambos con período base
mensual.
Control “min-max” de inventario de ítems con demanda errática
Ballou (2004, p. 366) expresa que el sistema min-max puede adaptarse,
en la práctica, al control de ítems con demanda errática, como es el caso de
aquellos ítems de bajo movimiento. El método min-max se puede adaptar
de la siguiente forma en estas situaciones:
1. Se puede utilizar una técnica de pronóstico que simplemente determine el promedio de demanda sobre, por lo menos, los últimos 30
períodos, si existen datos disponibles. Calcule igualmente la desviación estándar de la demanda sobre los mismos períodos. Si el
coeficiente de variación de la demanda es mayor que 1, declare la
demanda como errática y continúe con el paso siguiente.
321
Carlos Julio Vidal Holguín
2. Se calcula el tamaño de la orden Q con cualquiera de los métodos
presentados anteriormente.
3. Se aproxima el déficit esperado u como la mitad de la diferencia
entre el inventario inicial y el inventario final a la mano, entre sucesivas actualizaciones del inventario a la mano (por ejemplo, con
respecto a las ventas diarias).
4. Como el inventario a la mano puede caer significativamente debajo
del punto de reorden en el momento de emitir una orden, se ajusta el
punto de reorden para responder a este hecho. O sea que, adicionalmente a la demanda durante el tiempo de reposición más el inventario de seguridad que conforman usualmente el punto de reorden s,
se suma ahora el déficit o caída esperada u por debajo del punto de
reorden.
5. Se calcula el máximo nivel de inventario S = s + Q – u.
6. Ejecute el control del inventario en la forma normal; es decir, cuando
el inventario efectivo es menor o igual al punto de reorden, ordene
una cantidad igual a la diferencia entre el máximo nivel de inventario y el inventario efectivo.
Ejemplo 7.5 (Sistema “min-max” con demanda errática)
Se ha encontrado que cierto ítem tiene una demanda promedio semanal
de 200 unidades y una desviación estándar con base semanal igual a 225
unidades (coeficiente de variación = 112,5%). El costo unitario del ítem es
5.000 $/unidad; el costo de ordenamiento es $50.000; la tasa r es del 32%
anual, y el tiempo de reposición constante es igual a 1 semana. Se desea
tener un nivel de servicio P1 = 0,95. Las cantidades a la mano son actualizadas diariamente, y las ventas diarias promedio son de 42 unidades, por
lo que se ha estimado el déficit esperado en u = 21 unidades. Determine el
punto de reorden s y el inventario máximo S para este ítem, con base en las
consideraciones establecidas anteriormente.
Claramente, el ítem presenta demanda errática. Q se determina con base
en el EOQ:
El valor de k para pz(k) = 1 – 0,95 = 0,05 es aproximadamente k = 1,645.
Además:
322
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Por lo tanto, el punto de reorden y el nivel máximo de inventario vienen
dados por:
La política de control es, por lo tanto, revisar continuamente el inventario; cuando el inventario efectivo llegue al punto de reorden s = 591
unidades, entonces se ordena una cantidad igual al inventario máximo S
= 1.377 unidades menos el inventario efectivo al momento de la revisión.
La gran diferencia entre S y s se debe precisamente al factor errático de la
demanda.
Sistemas (R, s, S)
Recuérdese que un sistema (R, s, S) es aquel sistema de control de inventarios periódico en el cual se revisa el inventario efectivo cada R unidades de tiempo, y si éste es igual a s unidades o menos, se ordena una
cantidad tal que eleva el nivel de inventario efectivo a un valor máximo S.
De acuerdo con Silver et al. (1998), la determinación simultánea del valor
óptimo de los tres parámetros es extremadamente difícil, debido principalmente a la dificultad de considerar la distribución probabilística de las
caídas del inventario por debajo del punto de reorden s, las cuales son más
significativas bajo este contexto debido a la revisión periódica del inventario. Por esta razón, los autores recomiendan la utilización de métodos
heurísticos, uno de los cuales se describe a continuación.
El método que se presenta se conoce con el nombre de Aproximación
exponencial revisada y se debe originalmente a Ehrhardt (1979), basado en algunos resultados de Roberts (1962), con trabajos adicionales de
Naddor (1975) y la revisión implementada por Ehrhardt y Mosier (1984).
Aunque se trata de ecuaciones empíricas halladas por extensivos ensayos
sobre múltiples casos, se ha encontrado que este método funciona muy
bien para la mayoría de las circunstancias que podrían encontrarse en la
realidad. Trabaja con base en el costo de faltantes B3, aquél dado por unidad de faltante y por unidad de tiempo. La regla de decisión es la siguiente:
Paso 1
Calcule:
(7.13)
323
Carlos Julio Vidal Holguín
(7.14)
donde:
B3 está expresado en $/($ de faltante al final del período de revisión); r
está expresado en $/($ por intervalo de revisión); D, usualmente en unidades/año, y R y L en años.
Paso 2
Si
, entonces calcule:
De lo contrario, vaya al paso 3.
Paso 3
Calcule:
donde k satisface la ecuación:
. Y así, calcule finalmente:
324
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejemplo 7.6 [Sistemas (R, s, S)]
Considere los ejemplos 5.1 y 5.6 y asuma que se hace revisión del inventario cada R = 4 semanas = 1/13 año (asumiendo que 1 año = 52 semanas). Recuerde los siguientes valores ya dados:
D
L
A
v
r
=
=
=
=
=
=
144.000 unidades/año.
1,5 meses = 0,125 años.
4.826 unidades.
1.000.000 $/pedido.
14.000 $/unidad.
0,20 $/($ año).
En el ejemplo 5.5 se asumió un valor B3 = 3,8 $/($ año). Este valor se
tomará de nuevo aquí. Estrictamente hablando, tanto r como B3 deben estar
expresados con base en una unidad de tiempo igual al intervalo de revisión
del inventario R. Así, se tiene:
r = 0,20 $/($ año) × 1/13 año = 0,0153846 $/($ intervalo de revisión).
B3 = 3,8 $/($ año) × 1/13 año = 0,292308 $/($ intervalo de revisión).
Se necesita también calcular previamente los siguientes valores:
Se desarrolla a continuación cada uno de los pasos del método descrito
anteriormente.
Paso 1
Se calcula Qp de acuerdo con la Ec. (7.13), expresando las unidades
monetarias de v y de A en miles de $:
Se calcula ahora z:
325
Carlos Julio Vidal Holguín
Nótese que en la ecuación para calcular z se puede utilizar los valores
originales de r y B3 dados por año, ya que se cancelarían los factores de
conversión. Ahora se calcula sp con base en la Ec. (7.14):
Paso 2
Se calcula el valor:
. Por lo tanto, debe continuarse
con el paso 3.
Paso 3
Se obtiene inicialmente:
. De donde k = 1,64. Y así, finalmente:
La política de inventarios es, por lo tanto, revisar el inventario cada R =
4 semanas (1/13 año) y ordenar la diferencia entre S = 36.992 unidades y el
inventario efectivo, siempre y cuando éste sea menor o igual a s = 32.772
unidades. Es importante notar que el resultado del método ilustrado, en
algunos casos, puede ser que la mejor política (R, s, S) sea en realidad una
política (R, S), cuando s = S y, por lo tanto, siempre se pediría al momento
de la revisión.
326
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ejercicios 7.1
1. Considere la determinación simultánea de s y Q en un sistema (s,
Q) con costo de faltante B1 conocido, presentada en este capítulo.
Deduzca las ecuaciones mostradas en los diferentes pasos, especialmente la Ec. (7.4).
2. La administradora de una droguería se está preguntando qué tan bueno es el sistema de control que está utilizando para un medicamento
importado clase A. Actualmente, ella utiliza un sistema (s, Q), donde
Q se determina previamente mediante el EOQ y el factor de seguridad se selecciona con base en la regla del costo por unidad de faltante, B2v [Ec. (7.2)]. Los datos son los siguientes:
D = 12.000 unidades/año
v = 50.000 $/unidad
A = $100.000
r = 32% anual
B2 = 50%
L = 1,5 meses
= 220 unidades (base mensual)
a) Cuál es el valor de Q y s actualmente usado por la administradora?
b) Determine los valores óptimos de Q y s, calculando en cada iteración CTR2.
c) Cuál es el porcentaje de penalización en el costo total relevante
CTR2 por no usar el método exacto del literal b)?
3. Repita el ejercicio anterior con los mismos datos, pero ahora asuma que la administradora selecciona el factor de seguridad k con
base en el costo de faltantes B1 [Ec. (5.18), capítulo 5]. Tome B1 =
$1.000.000/ocasión de faltante y utilice el costo total relevante CTR1
en los literales b) y c).
4. Resuelva el ejemplo 7.1 con valores B2 iguales a 0,30, 0,35 y 0,40.
Comente acerca de los resultados del CTR2 y de los niveles de servicio P1 y P2 obtenidos.
5. Resuelva el ejemplo 7.2 con valores B1 iguales a 5.000, 7.500 y
10.000 miles de $/ocasión de faltante. Comente acerca de los resultados del CTR1 y de los niveles de servicio P1 y P2 obtenidos.
6. Considere el ejemplo 7.4. Resuelva el problema de nuevo, asumiendo que la distribución probabilística de las caídas de inventario es la
siguiente:
327
Carlos Julio Vidal Holguín
t0
pt(t0)
1.000
0,01
2.000
0,24
3.000
0,25
4.000
0,24
5.000
0,24
6.000
0,02
Repita este problema si se asume que la distribución probabilística
de los tamaños de las transacciones de demanda se puede considerar
como una distribución uniforme entre 500 y 7.000 unidades.
7. Cierto repuesto tiene una demanda promedio semanal de 2.000 unidades y una desviación estándar con base semanal estimada en 2.250
unidades. El costo del ítem es de 5.000 $/unidad; el costo de ordenamiento es $20.000; el costo de mantenimiento del inventario
es del 36% anual, y el proveedor mantiene un tiempo constante de
entrega de 3 días. Se desea tener un nivel de servicio P1 = 0,95. Las
cantidades a la mano son actualizadas diariamente, y el registro del
consumo diario en unidades para las últimas cuatro semanas fue el
siguiente:
Diseñe un sistema de control (s, S) adecuado para este ítem.
8. Considere un ítem para el cual se está utilizando una política (R, s,
S). El intervalo de revisión es R = 1 semana. Otros datos son los siguientes:
L = 2 semanas
D = 800 unidades/año
A = $40.000
v = 5.000 $/unidad
r = 26% anual
B3 = 0,30 $/$ unidad por semana
= 14,2 unidades
Usando el método de Aproximación exponencial revisado, encuentre
los valores apropiados de s y S (asuma 52 semanas/año). Repita el
ejercicio para un ítem con las misma características, excepto con un
valor v = 500.000 $/unidad [Adaptado y complementado de Silver et
al. (1998, p. 350)].
control de íteMs clase c
Aunque de acuerdo con la clasificación ABC los ítems clase C son los
“menos importantes”, esto no significa que su control pueda descuidarse
o dejarse al azar. Debe recordarse que ellos representan el mayor número
de ítems y, por lo tanto, lo que se busca es simplificar lo más posible su
328
Fundamentos de control y gestión de inventarios
control y administración. Aunque los ítems clase C representan el menor
valor Dv de todos, pueden eventualmente convertirse en ítems mucho más
importantes, inclusive algunos en clase A. Algunas razones para explicar
esto pueden ser que los ítems clase C sean:
• Ítems claves para alguna parte del proceso productivo que, aunque
tengan un bajo valor Dv, pueden llegar a tener muy alto costo en
caso de faltante.
• Ítems importantes para uno o más clientes claves de la organización,
como los medicamentos de EPS en una cadena de droguerías. A un
cliente de una droguería le tiene sin cuidado sin un ítem es A, B o C;
lo que le interesa es que se le preste el servicio y que el medicamento
esté disponible. Por lo tanto, como los ítems clase C son muchos,
hay probabilidad de que, si no se tratan adecuadamente, se generen
agotados que afecten toda la cadena y la imagen de la empresa.
• Ítems poco costosos, pero pertenecientes a ensambles o subensambles clase A.
• Ítems que pueden ser complementarios con otros debido a su naturaleza. Por ejemplo, una jeringa ayudará a la venta de una ampolla costosa en una droguería, así la primera sea un ítem de muy bajo costo.
• Ítems que originalmente han sido clasificados como C, pero que maduran durante su ciclo de vida y llegan a convertirse en ítems clase A.
Por esta razón, la clasificación ABC debe revisarse periódicamente.
Control de ítems clase C con demanda aproximadamente estable
Aunque algunos autores sugieren no llevar registros de los ítems clase
C, ni mucho menos pronosticar su demanda, la actual capacidad y versatilidad de los sistemas computacionales y de información permite hacerlo para todos los ítems sin mayor dificultad. Por ejemplo, una cadena de
droguerías puede manejar, en total, alrededor de unos 8.000 ítems, de los
cuales alrededor de 6.500 son C (ver figura 1.1). Si la cadena consta de un
centro de distribución y 100 puntos de venta, los cuales manejan aproximadamente el 50-60% del total de ítems, de acuerdo con el surtido tipo o
vectorización de cada droguería, el número real de SKU a manejar puede
ser superior a 480.000 (recuérdese que se reconoce un SKU a un ítem en
cada localidad geográfica, así sea el mismo ítem con el mismo código). Sin
embargo, se puede llevar registro diario de ventas por ítem y por punto de
venta, incluyendo los ítems clase C. Esta información puede procesarse
y permite generar pronósticos de promedio móvil que pueden ser muy
útiles para el control adecuado de los inventarios, incluso, para demandas
erráticas.
329
Carlos Julio Vidal Holguín
Se puede estimar la variabilidad de los errores de pronóstico con una de
las técnicas explicadas en el capítulo 3 y determinar así los inventarios de
seguridad. Los factores de seguridad pueden escogerse con base en cualquiera de los criterios establecidos en el capítulo 5. Sin embargo, Silver et
al. (1998, p. 361) sugieren la utilización de uno en especial, el TEF (tiempo promedio especificado entre ocurrencia de faltantes), ya que al parecer
es un indicador intuitivo para la administración. Valores de TEF entre 5 y
100 años no son extraños y su escogencia dependerá del caso en particular
y del deseo de eliminar los faltantes de ítems C. El proceso, entonces, para
un sistema (R, S) puede resumirse en los siguientes pasos (obsérvese la
analogía con lo descrito en el capítulo 5):
Paso 1
Fije el valor del intervalo de revisión R, de acuerdo con la naturaleza del
sistema. Recuérdese que el inventario de los ítems clase C debe revisarse
en períodos considerables de tiempo, como si tuviera un cubrimiento grande. Especifique igualmente el valor de TEF deseado.
Paso 2
Determine el valor de k de acuerdo con la siguiente ecuación [equivalente a la Ec. (5.23) para un sistema (s, Q)]:
(7.15)
Paso 3
Determine
y
, donde d es la demanda
promedio periódica provista por el sistema de pronósticos, y es la desviación estándar estimada de los errores de pronóstico calculada con base
en la misma unidad de tiempo de R y L.
Paso 4
Calcule el inventario máximo como
.
Si se está utilizando un sistema (s, Q), se puede hacer la analogía mediante la regla de decisión presentada en el capítulo 5. Sin embargo, para ítems
clase C tiene más sentido hablar de control periódico, ya que la coordinación
aquí es fundamental debido al gran número de ítems bajo control.
Si no se dispone de un sistema formal de pronósticos, entonces aún se puede utilizar el método anterior, estimando obviamente la demanda promedio d
por algún otro método más sencillo, calculando
y, finalmente, estimando la desviación estándar como
330
Fundamentos de control y gestión de inventarios
. Esto supone una distribución de Poisson, la cual puede ser adecuada para
ítems de lento movimiento, como ocurre frecuentemente con los ítems C.
Ejemplo 7.7 (Sistema (R, S) para ítems clase C)
Un ítem clase C está siendo pronosticado mediante un sistema de promedio móvil con períodos mensuales. El pronóstico d para el próximo
mes es de 12,5 unidades y el ECM mensual se ha actualizado a un valor de
96,75 unidades2. Se ha escogido un intervalo de revisión R = 3 meses y se
conoce que el tiempo de reposición L = 0,5 meses. Para un TEF = 20 años,
calcule el inventario máximo S.
De acuerdo con el paso 2 anterior, se calcula:
De las tablas del apéndice A se obtiene k = 2,24. Se calcula ahora:
Así, se obtiene finalmente:
Por lo tanto, el inventario de este ítem debe revisarse cada 3 meses y
ordenarse una cantidad igual a 85 unidades, menos el inventario efectivo al
momento de la revisión. Con esta política se espera que el tiempo promedio entre ocasiones de faltantes del ítem no sea menor que 20 años.
Nótese que a pesar de que un valor de TEF = 20 años parece exagerado,
en realidad el factor de seguridad k = 2,24 no lo es tanto. Además, como
los ítems clase C son de bajo valor, es preferible tener altos inventarios de
los mismos cuyo costo puede no ser exagerado, a cambio de disponer de
tiempo de administración para dedicárselo a otros ítems, por ejemplo los
A, que lo requieren.
Reducción de excesos de inventarios
Una parte fundamental de cualquier sistema de control de inventarios
es la eliminación adecuada de excesos de inventarios obsoletos o de muy
lento movimiento. Los excesos pueden ser creados por una orden de tamaño exagerado en cualquier etapa de la vida de un producto, por una baja
inesperada y consistente de la demanda de un ítem, por su obsolescencia
331
Carlos Julio Vidal Holguín
normal debido a su propia naturaleza, o, simplemente, por la aplicación de
controles inadecuados y desbalanceo de inventarios.
La clasificación ABC puede utilizarse como una fuente de identificación de ítems de movimiento nulo o muy bajo, los cuales son candidatos
para ser retirados de circulación. Estos ítems se identifican fácilmente en
las últimas filas de la clasificación C y, sorprendentemente, en la mayoría
de los casos, constituyen un gran número de los ítems manejados por la
organización.
Una vez identificados los ítems en exceso, debe buscarse inmediatamente la forma de disponer de ellos. Posibles soluciones a este problema
incluyen una o más de las siguientes posibilidades:
• Reacondicionamiento del ítem (rework) para su posible uso en otros
propósitos. Por ejemplo, un repuesto automotor obsoleto podría rediseñarse y, posiblemente, mediante un trabajo adicional de producción, actualizarse a la nueva forma, especialmente en nuestro medio.
• Muchas veces en las empresas que cuentan con diversos puntos de
venta se observa que algunos ítems con movimiento nulo en algunos
lugares, pueden aún tener un consumo aceptable en otras localidades.
La transferencia de los ítems en exceso, desde los primeros lugares
hacia los lugares de mayor consumo, resolverá un gran problema de
desbalanceo de inventarios.
• Realización de promociones donde otros ítems de mayor consumo,
o más llamativos para el cliente, se utilizan como “gancho” para
vender los ítems obsoletos. Por ejemplo, en un supermercado donde
se venden productos de diversos sabores, puede ofrecerse un sabor
de movimiento muy bajo conjuntamente con otros de movimiento
normal (“pague uno, lleve dos”, por ejemplo).
• Los ítems obsoletos pueden ofrecerse con grandes descuentos. Por
ejemplo, en los ítems de temporada, una vez ésta concluye, se encuentran los excesos con descuentos que pueden llegar, en ocasiones, hasta un 90% del valor original del ítem.
• Si se ha acordado con el proveedor, una de las mejores formas es la
devolución a éste de los ítems en exceso que no han presentado movimiento alguno o muy bajo. Esto también puede manejarse mediante la forma de negociación de “mercancía en consignación”. Este
caso ocurre frecuentemente con los ítems nuevos que no tienen buena acogida en el mercado y que nunca maduran en su ciclo de vida.
• Los ítems en exceso pueden ser subastados. Aunque en nuestro medio esto no es muy común, esta posibilidad siempre existe.
• Una última posibilidad puede ser la donación del ítem, si esto es
permitido por la ley, o su descarte definitivo atendiendo los requerimientos legales y ecológicos.
332
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Control de inventarios de repuestos y partes para mantenimiento
Los ítems clase C están muy relacionados con el tema del control de
inventarios de repuestos y partes de mantenimiento, ya que muchos de
éstos tienen muy bajo consumo y se pueden volver obsoletos rápidamente,
especialmente cuando la empresa actualiza sus líneas de producción. Un
artículo que presenta una revisión de literatura muy bien organizada sobre
este tema es el de Kennedy et al. (2002). Los autores se refieren a temas
como la administración de repuestos, el reemplazo de los ítems basado
en su edad, los problemas de inventarios de repuestos en múltiples etapas de una cadena de abastecimiento y los problemas de obsolescencia,
entre otros tópicos. Otro ejemplo interesante es el mostrado por Li y Kuo
(2008), quienes desarrollan un sistema de soporte de decisiones de redes
neuronales difusas (versión mejorada) para el pronóstico de demanda de
repuestos automotores en un centro de distribución.
En un artículo muy interesante, Porras y Dekker (2008) comparan diversos métodos de control de inventarios de punto de reorden y los prueban en un caso real en un sistema productivo con 60 instalaciones entre
refinerías de petróleo y plantas de productos químicos. La organización
posee un centro de distribución que mantiene en inventario 43.000 ítems
(de acuerdo con los autores, todos estos datos corresponden al año 2000).
Los ítems son clasificados en tres clases, de acuerdo con su criticidad o
impacto sobre el sistema productivo. Los más críticos son aquellos cuyos
faltantes podrían causar graves paradas de producción y daños a las personas o al medio ambiente. Los de mediana criticidad son aquellos ítems que
pueden causar paradas de producción pero que no tienen implicaciones
humanas o ecológicas. Finalmente, los ítems de menor criticidad son aquellos cuya ausencia no tiene efectos significativos en el sistema. Un refinamiento de esta clasificación se hace dependiendo de los equipos donde el
ítem es utilizado, pero para obtenerla no se utilizan técnicas cuantitativas.
Los autores mejoraron la clasificación combinándola con el costo y con la
naturaleza de la demanda de los ítems.
Algunas conclusiones de este estudio enfatizan características importantes del control del inventario de repuestos. Específicamente, estos investigadores concluyen que:
• El mantenimiento preventivo ocasiona altas demandas erráticas y
por ello es necesario identificar los ítems que sufren esta situación
para tener un mejor control de ellos.
• Los repuestos presentan demanda bajas o muy bajas, incluso con
observaciones de demanda cero por cinco años, lo que causa mucha
dificultad de control.
• Aunque los modelos de control predicen ciertos niveles de servicio,
los niveles observados en la realidad difieren significativamente de
los teóricos, incluso hasta en un 40%.
333
Carlos Julio Vidal Holguín
• Los sistemas integrados de planificación (ERP), de los cuales los
autores mencionan uno en particular, no son efectivos en el control
de inventarios de repuestos, ya que solamente incluyen el nivel de
servicio cíclico como medida de servicio e ignoran el fill rate, el cual
es muy importante en este caso.
• El problema de control puede complicarse si la demanda es no-estacionaria, o sea, que sus propiedades varían a lo largo del tiempo.
• La aplicación de modelos de inventarios adecuados para estos ambientes pueden generar ahorros significativos y mejorar los niveles
de servicio.
• Los modelos probados por los autores, que asumían demanda normal durante el tiempo de reposición, se comportaron muy bien, logrando ahorros del 8,4% sobre el sistema que se estaba utilizando.
Este resultado es muy significativo porque valida en cierta forma
la utilización de la normalidad de la demanda durante el tiempo de
reposición, incluso en aquellos casos en los que ésta se aleja de dicho supuesto. Lo que ocurre, de acuerdo con los autores, es que el
supuesto de normalidad es más robusto en cuanto a los niveles de
servicio obtenidos (fill rate) y produce puntos de reorden conservativos en comparación de otras distribuciones como la de Poisson.
control de íteMs perecederos y estacionales
Un tema clave en el control de inventarios es el control de ítems perecederos, estacionales o “de moda”, ya que pueden llegar a un alto grado de
obsolescencia en tiempos relativamente cortos. En otras palabras, suelen
ser productos de muy corto ciclo de vida, como los teléfonos celulares, las
calculadoras e, incluso, los computadores.
El ejemplo clásico lo constituye el problema del vendedor de periódicos (News Vendor Problem), quien bien temprano en la mañana adquiere
un cierto número de periódicos para vender a lo largo del día (o, tal vez,
hasta las 12 m solamente). Si los periódicos se agotan antes de tiempo y
no se puede satisfacer cierta demanda, se incurre en un costo por “bajo
inventario” (understock), generado por la utilidad perdida al no satisfacer
la demanda del inventario a la mano. Si, por el contrario, al final del día,
el vendedor se queda con un cierto número de periódicos sin vender, sólo
puede recuperar una parte de su precio de adquisición (lo que se denomina
el valor de salvamento), incurriendo en un costo por “exceso de inventario” (overstock). El problema consiste, entonces, en determinar el número
de periódicos que el vendedor debería adquirir al comienzo del día para
maximizar su utilidad total esperada. Una buena revisión de literatura sobre el tema puede encontrarse en Khouja (1999) (no se encontró revisiones
334
Fundamentos de control y gestión de inventarios
más recientes sobre este tema). Aunque no es actualizada, es muy útil para
estudiar el problema clásico del vendedor de periódicos y sus principales
extensiones hasta ese año.
Esta misma situación se presenta en una gran variedad de ítems perecederos y estacionales, como diversos tipos de alimentos perecederos (leche,
carne, comidas rápidas, etc.), ropa de venta estacional, flores, artículos de
Navidad y artículos que se venden en otras festividades especiales, bancos
de sangre y computadores, entre otros. A continuación se ilustra, con un
ejemplo, el caso más simple, o sea aquel de un solo ítem sin considerar
restricción alguna.
El problema del vendedor de periódicos para un solo ítem no-restringido (caso
discreto)
Ejemplo 7.8 (Inventario de una revista de circulación semanal)
Suponga que es propietario de una librería y vende cierta revista de circulación semanal muy apetecida. A través de datos de demanda de las últimas 70 semanas, ha logrado establecer cierta distribución de frecuencias
de demanda semanal de la revista, con 14 valores discretos de demanda.
La correspondiente información se muestra en la tabla 7.3.
Tabla 7.3. Distribución de la demanda semanal de una revista (ejemplo 7.8)
Demanda Probabilidad de
en unidades
ocurrencia
[di]
[pi]
7
0,01
8
0,02
9
0,04
10
0,08
11
0,09
12
0,10
13
0,17
14
0,22
15
0,10
16
0,10
17
0,03
18
0,02
19
0,01
20
0,01
Probabilidad acumulada
Pi de que la demanda
d ≤ di
0,01
0,03
0,07
0,15
0,24
0,34
0,51
0,73
0,83
0,93
0,96
0,98
0,99
1,00
335
Probabilidad de que
la demanda
d > di, Pd > di
0,99
0,97
0,93
0,85
0,76
0,66
0,49
0,27
0,17
0,07
0,04
0,02
0,01
0,00
Carlos Julio Vidal Holguín
La probabilidad acumulada de que la demanda d sea menor o igual a di
se muestra en la figura 7.1.
Figura 7.1. Probabilidad acumulada para el ejemplo de la revista
(ejemplos 7.8 y 7.9).
Se tiene disponible la siguiente información de costos con respecto de
la revista:
v = Costo de adquisición de la revista = $6.500/unidad.
p = Precio de venta de la revista
= $10.500/unidad.
s = Valor de salvamento de la revista = $5.700/unidad.
El valor de salvamento s de la revista representa el valor que el editor de
la misma está dispuesto a reconocer por cada revista devuelta cada semana. Su problema fundamental es, entonces, ¿cuántas revistas debería usted
comprar cada semana para maximizar su utilidad neta esperada?
Supóngase primero que una política de inventarios sea ordenar siempre
el valor esperado de revistas que se venden cada semana, el cual viene
dado por:
Luego, la política sería ordenar 13 revistas cada semana. Así, la probabilidad de que la demanda semanal sea igual a 13 revistas, o menos, es
0,51, con lo cual el nivel de servicio sería muy pobre, pues en el 49% de
las ocasiones se generarían faltantes de inventario.
336
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Una forma de determinar el número óptimo de revistas a comprar cada
semana es la de calcular la utilidad neta esperada U(x) en función de la
cantidad ordenada cada semana, x. Obviamente, 7 ≤ x ≤ 20. La utilidad
neta esperada sería entonces igual a:
(7.16)
La anterior expresión puede explicarse con la ayuda de la ley de la probabilidad total [Navidi (2006, p. 77)] y del concepto de valor esperado de
una función de una variable aleatoria. Dado que se han ordenado x revistas, los posibles valores de la variable aleatoria d = demanda semanal de la
revista se han dividido en dos conjuntos disjuntos: 7 ≤ d ≤ x y d > x. Si 7
≤ d ≤ x y la demanda es igual a di, entonces se venden di revistas con una
utilidad unitaria de p – v, pero al final de la semana sobran x – di revistas
de las cuales se pierde v – s $/u; todo esto ocurre con una probabilidad pi.
Ahora, si d > x, entonces sólo podrán venderse las x revistas que se pidieron con una utilidad unitaria de p – v y con una probabilidad de ocurrencia
de Pd > x. Por ejemplo, si x = 9 revistas, se tendría la siguiente utilidad esperada, reemplazando los respectivos valores de x, p, v y s:
El desarrollo de la Ec. (7.16) para cada valor x es relativamente sencillo
a través de una hoja electrónica. La tabla 7.4 presenta los resultados de la
utilidad neta esperada U(x) en función del número de revistas ordenado x.
337
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 7.4. Utilidad neta esperada U(x) en función de x
(ejemplo 7.8)
x
[unidades]
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
Utilidad esperada U(x)
[$]
28.000,00
31.952,00
35.808,00
39.472,00
42.752,00
45.600,00
47.968,00
49.520,00
50.016,00
50.032,00
49.568,00
48.960,00
48.256,00
47.504,00
Análogamente, la figura 7.2 muestra la gráfica de U(x) vs. x. Obsérvese
que el valor óptimo ocurre cuando x = x* = 16 unidades.
Figura 7.2. Gráfica de utilidad neta esperada U(x) vs. cantidad ordenada x
(ejemplo 7.8)
Obsérvese que si se ordenan x* = 16 revistas cada semana, el nivel de
servicio óptimo P1* será del 93% (la probabilidad de que la demanda sea
338
Fundamentos de control y gestión de inventarios
menor o igual que 16 revistas leída de la tabla 7.3), mientras que el nivel
de servicio P2 vendría dado por:
(7.17)
Este es un fill rate P2 satisfactorio.
Un análisis marginal, presentado por Chopra y Meindl (2008, p. 350),
revela que el valor óptimo a ordenar, x*, depende de los costos de bajo inventario y de inventario excesivo. Sean:
Ce = Costo unitario de inventario excesivo
= v–s
Cb = Costo unitario de bajo inventario
= p–v
P1* = Nivel óptimo de servicio (probabilidad de que no haya faltante
en cada ciclo).
*
Q = Tamaño óptimo de orden correspondiente al nivel de servicio
óptimo anterior, así, P1* es la probabilidad de que la demanda
durante el período sea menor o igual que Q*.
En el nivel de servicio óptimo, la contribución marginal de comprar una
unidad adicional es cero. Si el tamaño de orden se aumenta de Q* a (Q* +
1), esto se justifica siempre y cuando la demanda sea mayor que Q*, con
probabilidad (1 − P1*) y con contribución igual a (p – v). Así, el beneficio
esperado de este aumento de una unidad en la compra será:
Beneficio esperado por la compra de la unidad adicional=
(7.18)
Por otra parte, si la demanda es menor que Q*, con probabilidad P1*, se
incurre en un costo de (v – s). Así, este costo vendría dado por:
Costo esperado por la compra de la unidad adicional=
(7.19)
La contribución marginal en el óptimo debe ser igual a cero, o, equivalentemente, el beneficio esperado por la compra de la unidad adicional y su
339
Carlos Julio Vidal Holguín
costo esperado respectivo, deben ser iguales. Así, igualando las Ec. (7.18)
y (7.19), se obtiene:
P1* = Probabilidad de que la demanda sea menor que
(7.20)
Entonces, para encontrar el tamaño óptimo de compra Q*, debe escogerse un valor tal que la probabilidad acumulada Pi sea igual a Cb/(Cb +
Ce). Esta expresión se conoce en la literatura como el fractil crítico (critical fractile). Si no existe un valor entero de di que cumpla exactamente
con esta condición, debe pasarse al valor más pequeño de demanda de tal
forma que Pi sea mayor que Cb/(Cb + Ce). Las demostraciones formales de
estos casos pueden verse en Silver et al. (1998, pp. 404-408).
Ejemplo 7.9 (Continuación del ejemplo 7.8: análisis marginal)
Considérese el ejemplo 7.8. Se tenía que:
Ce = Costo unitario de exceso de Inv. = v – s = $6.500 - $5.700 = $800/u.
Cb = Costo unitario de bajo Inv. = p – v = $10.500 - $6.500 = $4.000/u.
O sea que:
P1* = Probabilidad de que la demanda sea menor que
,
En la tabla 7.3 puede observarse que el valor de la demanda, cuya probabilidad acumulada es mayor o igual a este valor, es d = 16 unidades, con
una probabilidad acumulada de 0,93 (observe que d = 15 revistas no sirve
pues 0,8300 < 0,8333). Por lo tanto Q* = 16 revistas, tal como se mostró
en la tabla 7.4.
La anterior ecuación también puede resolverse en forma gráfica a partir de la figura 7.1. Tal como muestra dicha figura, se marca en el eje y el
valor de probabilidad acumulada de 0,8333 y se desplaza horizontalmente
hasta tocar la curva, bajando hasta el eje x, encontrando un valor un poco
superior a 15 unidades, o sea, Q* = 16 revistas.
340
Fundamentos de control y gestión de inventarios
El problema del vendedor de periódicos para un solo ítem no-restringido con demanda normal
La Ec. (7.20) es aplicable para cualquier distribución probabilística de
demanda [Silver et al. (1998, p. 388)]. Para el caso de la distribución normal, recuérdese que P1 = 1 – pz(k). Por lo tanto:
(7.21)
De donde se obtiene:
(7.22)
Con este valor de pz(k*) se determina el k*. Si la distribución de probabilidad de la demanda estacional es normal con media µ y desviación
estándar σ, entonces el tamaño óptimo de compra puede obtenerse como:
(7.23)
Otra ecuación interesante, presentada por Silver et al. (1998, p. 388 y
p. 405) tiene que ver con la utilidad esperada dado un valor del tamaño de
orden, Q. Dicha ecuación adaptada es la siguiente:
(7.24)
Igualmente, Silver et al. (1998, p. 389) presentan una forma más simplificada para calcular la utilidad neta esperada óptima, la cual, adaptada,
viene dada por:
(7.25)
Donde
A, o sea:
es la misma función de la normal definida en el apéndice
(7.26)
Dos resultados importantes son presentados por Chopra y Meindl (2008,
p. 352) para calcular los excedentes y los faltantes esperados al final de la
341
Carlos Julio Vidal Holguín
temporada para el caso de la distribución normal de demanda. Adaptando
estos resultados a nuestra nomenclatura, se obtiene:
(7.27)
(7.28)
Ejemplo 7.10 (problema de la revista con distribución normal de la demanda semanal)
Considérese de nuevo los ejemplos 7.8 y 7.9. Asúmase que la distribución de la demanda semanal de la revista es normal con media µ = 13 revistas y desviación estándar σ = 2,44 revistas (se han tomado estos valores
aproximados a la media y a la desviación estándar de la variable aleatoria
discreta de demanda para efectos de comparación). Los costos de exceso
y de bajo inventario son los mismos definidos en el ejemplo 7.9. Se tiene,
por lo tanto:
Del apéndice A, o de la función inversa de la normal unitaria de Excel™, se obtiene:
Por lo tanto:
En este caso es relativamente sencillo desarrollar una hoja electrónica
para implementar la Ec. (7.24) para varios valores de Q, obteniéndose la
tabla 7.5. Obsérvese que es preferible tomar Q* = 15 revistas, ya que la
utilidad esperada es mayor que la que se obtiene con un tamaño de compra de 16 revistas. Esta tabla también representa un interesante análisis de
sensibilidad alrededor del tamaño óptimo de compra. Por ejemplo, si se
decidiera pedir Q = 17 revistas para mejorar el nivel de servicio, la utilidad neta esperada sólo disminuiría aproximadamente en el 1%. Se sugiere
comprobar que la utilidad esperada óptima se obtiene también al aplicar la
342
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Ec. (7.25), utilizando la mayor precisión posible en la hoja electrónica para
determinar el valor de k*.
Tabla 7.5. Utilidad neta esperada U(Q) en función de Q
(ejemplo 7.10)
Q
[unidades]
7,00
8,00
9,00
10,00
11,00
12,00
13,00
14,00
15,00
15,36
16,00
17,00
18,00
19,00
20,00
Utilidad esperada U(Q)
[$]
27.973,37
31.912,92
35.752,06
39.381,72
42.640,29
45.340,59
47.327,59
48.540,59
49.040,29
49.073,72
48.981,72
48.552,06
47.912,92
47.173,37
46.392,94
Los excedentes y faltantes esperados, aplicando las Ec. (7.27) y (7.28),
respectivamente, serían los siguientes (para Q* = 15 revistas):
343
Carlos Julio Vidal Holguín
Recuérdese que los excedentes y faltantes son variables aleatorias que
muestran sus valores esperados, es decir, que si observáramos el comportamiento del sistema por un número suficiente de semanas, en algunas
ocasiones habría sobrantes y, en otras, ocurrirían faltantes. Si se calculara
el promedio de los excedentes y de los faltantes cuando ocurren, se obtendrían los valores anteriormente mostrados. Así, los dos valores positivos
obtenidos no representan contradicción alguna.
De acuerdo con lo estudiado anteriormente, existen varias estrategias
obvias para mejorar la rentabilidad de la cadena de abastecimiento en el
caso de productos de estilo o de moda. La primera es aumentar el valor de
salvamento s a través del envío del producto, cuando la estación termine,
a otros lugares donde pueda ser demandado.
La segunda es implementar alternativas para disminuir el costo de bajo
inventario, como identificar fuentes alternas de suministro durante una
ocasión de faltante, incluso, comprándole a los competidores. Otra alternativa interesante que se ve en algunas cadenas es la de ofrecer cupones de
descuento futuro cuando ocurren faltantes.
La tercera, la más obvia pero, en ocasiones, la más difícil, es la de
disminuir la variabilidad de los errores del pronóstico de demanda. Esta
última alternativa puede combinarse con tácticas como la de permitir dos
o más despachos a lo largo de la estación de ventas, capturando información de demanda a medida que ocurre y utilizando tecnología y modos de
transporte que permitan posponer la forma final del producto y disminuir
los tiempos de reposición [ver Rodríguez y Vidal (2009)].
Una cuarta alternativa es la de tener siempre identificado un proveedor
que permita rápidos despachos, así sea a un mayor costo. Normalmente,
se tienen proveedores con tiempos de reposición más largos, los cuales
se utilizan normalmente para la parte más predecible de la demanda. Sin
embargo, para la parte de la demanda de mayor incertidumbre, o cuando
un rompimiento de inventario es inminente, se puede considerar la utilización del proveedor más flexible de menor tiempo de reposición. Dentro
de este contexto, el “proveedor” puede ser obviamente la propia planta de
producción.
Un ejemplo clásico que ilustra todas estas estrategias lo mencionan repetidamente Chopra y Meindl (2008). Se trata del caso de Benetton en el
sector de las confecciones. Este sector es uno de los más complicados en
cuanto al control de inventarios se refiere, debido a la gran incertidumbre
de la demanda en cuanto a la diversidad de modelos, texturas, colores y
tallas de los ítems. Benetton subcontrata el 65% de la producción siete
meses antes de la estación de ventas con plantas de muy bajo costo y con
tiempos de entrega de meses; aquí se exige a los clientes (distribuidores)
cifras muy precisas en cuanto a su demanda. Para el 35% restante de la
344
Fundamentos de control y gestión de inventarios
producción, se les permite a los distribuidores que emitan pedidos, incluso después de haberse iniciado la estación, cuando la demanda se conoce
con más certeza. Esta producción se hace en una planta de propiedad de
Benetton, la cual es muy flexible y brinda tiempos de reposición de semanas, utilizando transporte aéreo en la mayoría de los casos. Además, la
empresa ha desarrollado una alternativa tecnológica que permite teñir las
prendas después de confeccionadas, con lo que el principio de posposición
de forma del producto se utiliza exitosamente disminuyendo inventarios
de seguridad, a pesar de que los costos de producción se incrementan en
un diez por ciento.
Existen otros casos más complejos, como el problema del vendedor
de periódicos restringido, considerando varios ítems. La restricción puede
deberse a la disponibilidad de presupuesto de compra, capacidad de almacenamiento, o cualquier otra relacionada. Una referencia interesante sobre
este tema puede leerse en Zhang et al. (2009).
Otro problema es el del vendedor de periódicos de múltiples períodos
y el análisis más profundo de ítems perecederos, considerando la degradación del ítem en períodos de tiempo constantes o la degradación del
ítem en tiempo aleatorio. Silver et al. (1998, pp. 393-404) discuten estos
aspectos y presentan una revisión completa de bibliografía relacionada.
Rodríguez y Vidal (2009) presentan un heurístico para el control de inventarios de productos de corto ciclo de vida, aplicado a un caso real de un
productor de textos escolares. En estos casos más complejos, de todas formas se aplican algunas de las reglas sencillas presentadas en esta sección
y se complementan con técnicas de regresión.
Doble marginalización y contratos de suministro en la cadena de abastecimiento
Un elemento muy importante dentro del contexto del control de inventario de ítems de estilo o de moda es definir quién o quiénes asumen el
riesgo. Normalmente, hay dos actores: el proveedor, o productor, y el comprador o distribuidor. En algunas ocasiones, ambos pertenecen a la misma
organización. En otras, los dos pertenecen a diferentes empresas, pero el
riesgo lo asume uno solo, lo cual no es justo. Por ejemplo, en algunos
casos de textos escolares, el productor recibe los pedidos del distribuidor
antes del comienzo de la temporada de ventas. El productor despacha los
productos y prácticamente los pone en consignación al distribuidor. Esto
significa que, al final de la temporada de ventas, el distribuidor puede devolver al productor cualquier exceso no vendido sin pagarlo, cancelando
solamente lo vendido durante la temporada (el valor de salvamento es el
100% del valor del producto). Esto, por supuesto, causa que el productor
asuma todo el riesgo y que el comprador no tenga problema alguno en pedir cualquier cantidad de productos, sabiendo que al final puede devolver
todos los sobrantes sin detrimento alguno.
345
Carlos Julio Vidal Holguín
Ejemplo 7.11 (Producción y distribución de textos escolares con demanda normal)
Un fabricante de textos escolares produce cierto libro a un costo variable de producción de 10.000 $/u y lo transfiere a un distribuidor de la misma firma en 16.000 $/u. Este, a su vez, vende el texto a clientes externos en
24.000 $/u. Cualquier texto que sobre después de la temporada de ventas
puede ser vendido por el distribuidor en otras localidades por 9.000 $/u.
La demanda del texto en la tienda del distribuidor sigue una distribución
normal durante la temporada con media 1.000 libros y desviación estándar
300 libros. Calcular el tamaño óptimo de pedido del distribuidor, su utilidad esperada, la utilidad del fabricante y la utilidad de la cadena como un
todo.
Para el distribuidor se tiene que p = 24.000 $/u, v = 16.000 $/u y s =
9.000 $/u. Por lo tanto, Cb = p – v = 8.000 $/u y Ce = v – s = 7.000 $/u.
Aplicando la Ec. (7.22) se obtiene
, de donde k* = 0,0837
*
y, de acuerdo con la Ec. (7.23), Q = 1.025 unidades.
Con este pedido, la utilidad esperada del distribuidor, aplicando la Ec.
(7.24), resulta ser $6.211.030. Como el distribuidor pide 1.025 textos, entonces el fabricante obtiene una utilidad de 1.025 × (16.000 – 10.000) =
$6.150.000. Así, si sumamos la utilidad del distribuidor y del fabricante,
obtenemos la utilidad total de la cadena: $12.361.030.
Si ahora, por el contrario, ambos actores de la cadena, el fabricante y el
distribuidor, se reúnen y deciden pensar en forma conjunta como una cadena integrada, entonces el precio de transferencia de los textos del fabricante al distribuidor pasa a un segundo plano, pues se cancela internamente.
Para toda la cadena, se tiene lo siguiente: precio de venta a clientes externos = p = 24.000 $/u; costo variable de producción = v = 10.000 $/u; valor de salvamento s = 9.000 $/u. Con estos nuevos valores se obtiene Q* =
1.450 libros y la utilidad total esperada de la cadena sería de $13.418.120,
o sea, un 8,55% mayor que la obtenida inicialmente. Obsérvese que si esta
utilidad se repartiera equitativamente entre el fabricante y el distribuidor,
cada uno tendría $6.709.060, es decir, que ambos estarían ganando más
que en la situación inicial.
Este ejemplo debería poner a pensar a muchas cadenas en las que las
decisiones se toman en forma independiente. El problema aquí radica en
que inicialmente el distribuidor está tomando la decisión de compra en
forma independiente del fabricante y ocurre lo que se denomina la doble
marginalización o la optimización local en lugar de la optimización global, lograda cuando los dos se ponen de acuerdo. En realidad, la utilidad
de 14.000 $/u se estaba repartiendo al comienzo, a través del precio de
transferencia de 16.000 $/u, en $6.000 para el productor y $8.000 para el
distribuidor.
346
Fundamentos de control y gestión de inventarios
La segunda parte del ejemplo anterior asume una perfecta relación entre
el fabricante y el distribuidor. Cuando esto no se da, puede haber soluciones intermedias a través de ciertos contratos de suministro. Un contrato de
suministro especifica las cantidades a comprar, los precios, los tiempos de
entrega y puede incluir otros aspectos como calidad y condiciones de devolución de productos. Los más importantes se mencionan a continuación.
Contrato de devolución
En este contrato, el fabricante ofrece al distribuidor devolverle un porcentaje del valor del producto por cualquier unidad dejada de vender por el
distribuidor al final de la temporada. Esto genera confianza en el distribuidor quien tiende a pedir mayor cantidad, lo que normalmente incrementa
la utilidad esperada para ambas partes y para la cadena en forma integral.
Supóngase que el fabricante fija un precio de venta (o transferencia)
al distribuidor de t $/u y un valor de devolución por cada unidad dejada
de vender al final de la temporada de d $/u. Este último, obviamente, se
convierte en el nuevo valor de salvamento del distribuidor. A su vez, se
supone que el productor puede recuperar $sp por cada unidad retornada por
el distribuidor. El precio de venta del distribuidor a clientes externos continúa siendo de p $/u y el costo unitario de producción sigue siendo v $/u.
En el caso de demanda normal, para calcular la cantidad óptima de pedido del distribuidor Q*, se utilizan las Ec. (7.22) y (7.23) con Ce = t – d y
Cb = p – t. Para calcular la utilidad esperada del distribuidor cuando ordena
una cantidad Q (puede ser Q*), se utiliza la Ec. (7.24) con s = d y v = t.
Para calcular la utilidad esperada del productor, se debe tener en cuenta
los excesos esperados del distribuidor, de acuerdo con la Ec. (7.27). Así,
si el distribuidor ordena Q unidades, entonces la utilidad esperada del productor será:
(7.29)
Ejemplo 7.12 (Contrato de devolución)
Considere el ejemplo 7.11. Todos los datos dados allí se mantienen,
excepto que ahora el precio de transferencia t, y el valor de salvamento del
productor d, van a ser los ofrecidos por el productor, a través de un contrato de devolución. Se van a probar varias combinaciones de estos valores.
Se asume que el productor tiene la posibilidad de recuperar sp = 9.000 $/u
de cualquier unidad retornada por el distribuidor (esto es lógico, pues las
oportunidades que originalmente tiene el productor de recuperar cualquier
unidad no vendida al final de la temporada se las podría ceder al productor). Los resultados con varios valores de t y d se muestran en la tabla 7.6.
347
Tabla 7.6. Resultados de varias pruebas
con el contrato de devolución (ejemplo 7.12)
Carlos Julio Vidal Holguín
348
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Existe una combinación (diseñada a manera de ilustración, pues existen muchas más que producen resultados semejantes) para la cual la utilidad total esperada del distribuidor y de toda la cadena son menores que
las obtenidas inicialmente en el ejemplo 7.11. Corresponde a la combinación t = 18.000 $/u y d = 10.000 $/u, con una utilidad esperada del
distribuidor de $4.351.371 < $6.211.030 y una utilidad total cadena esperada de $11.824.727 < $12.361.030. La utilidad esperada del productor
de $7.473.356 sí es mayor que la inicial del ejemplo 7.11 de $6.150.000.
Evidentemente, si éstos fueran los términos del contrato, éste no sería una
propuesta gana-gana y no debería ser aceptada por el distribuidor.
Obsérvese que la combinación de valores t = 16.000 $/u y d = 9.000
$/u produce la misma utilidad total esperada de la cadena de $12.361.030,
del distribuidor y del productor, obtenidas inicialmente en el ejemplo 7.11
(con algunas diferencias por redondeo). Esto es lógico, pues para dichos
valores se reproduce la misma situación del ejemplo mencionado. Sin embargo, el resto de combinaciones siempre produce una mayor utilidad esperada total en la cadena.
Lo interesante es que hay combinaciones que producen mayor utilidad
a nivel individual que las originales del ejemplo 7.11. Por ejemplo, la combinación t = 17.000 $/u y d = $16.000 $/u produce una utilidad esperada
del distribuidor de $6.505.952 > $6.211.030, del productor de $6.869.674
> $6.150.000 y, por supuesto, de la cadena integral de $13.375.626 >
$12.361.030. Lo que esto significa es que, bajo un contrato de devolución
con estas condiciones, ambas partes aumentan su utilidad esperada, en una
relación indudablemente gana-gana. Gran número de combinaciones producen resultados semejantes al anterior (incluso existe la hipótesis de que
hay infinitos valores de d y t que producen una utilidad total esperada
específica).
Llama la atención la fila resaltada en la tabla, pues ella corresponde a
la solución óptima global que se logra en el ejemplo 7.11 cuando ambas
partes actúan como una cadena totalmente integrada. Lo que esto significa
es que, incluso, pueden encontrarse valores de d y t, a través de contratos
de devolución, que producen la misma solución óptima global. La importancia de este resultado en la práctica es que, aun teniendo dos actores de
la cadena que no pertenezcan a la misma organización, se puede encontrar
un contrato de devolución que reproduzca un esquema de colaboración de
una cadena totalmente integrada. Por lo tanto, vale la pena buscar dichos
acuerdos en la práctica.
Otro tipo de contrato es el de utilidades compartidas, en el cual el distribuidor comparte un porcentaje de las utilidades con el productor, a cambio
de que éste le dé un descuento en el precio de compra del producto. Aquí
el incentivo es que el distribuidor tiende a comprar mayor cantidad y a
349
Carlos Julio Vidal Holguín
generar una mayor utilidad, la cual, incluso después de compartir con el
productor, va a ser mayor que sin el contrato. Igualmente, el productor va
a ganar más dado el mayor volumen de ventas y la fracción de utilidad que
el distribuidor le comparte.
Un tercer tipo de contrato recibe el nombre de contrato de cantidades
flexibles. De acuerdo con Simchi-Levi et al. (2003, p. 55), en este tipo de
contratos el productor ofrece la devolución total del valor del producto al
distribuidor, siempre y cuando las unidades retornadas no superen un valor
límite previamente acordado. Las unidades retornadas por encima de dicho límite se reconocen a un valor de salvamento menor. La diferencia con
el contrato de devoluciones es que en este último se concede un valor de
salvamento menor que el valor de los productos sobre todas las unidades
retornadas. En contraste, Chopra y Meindl (2008, p. 441) presentan otra
modalidad de este tipo de contratos, en los cuales el productor permite al
distribuidor cambiar las unidades pedidas después de observar la demanda.
Una última opción que va más allá de un contrato es lo que se conoce
como inventario manejado por el proveedor (Vendor Managed Inventory,
VMI). En esta opción, el fabricante o proveedor es responsable por todas
las decisiones de inventario a nivel del distribuidor, incluyendo los pronósticos de demanda y las políticas de control. Esta modalidad ha tomado mucho auge actualmente y se convierte en una opción interesante tanto para
el proveedor como para el distribuidor. En Colombia, por ejemplo, algunas
cadenas de productos de consumo masivo mantienen altos inventarios de
ciertos productos en la forma tradicional. Una forma de aliviar esto, es
compartir la información con el proveedor, especialmente la de demanda,
y dejar que sea éste quien maneje completamente el inventario. Así, la
ventaja para el distribuidor será la liberación de capital de trabajo invertido
en inventario y transferir los problemas de pronósticos de demanda y control de inventarios al proveedor. Por su parte, el proveedor puede imponer
algunas condiciones, como las del pronto pago de las unidades vendidas
en el punto de venta, lo cual, a menudo, tarda mucho en los sistemas tradicionales. De esta forma, los sistemas VMI se convierten en verdaderas
alianzas gana-gana y en un claro ejemplo de colaboración en la cadena de
abastecimiento.
Algunas características y ventajas del VMI, mencionadas por diversos
autores, son las siguientes:
• Se requiere que la información de demanda del distribuidor sea compartida con el proveedor.
• Se pueden evitar los problemas de doble marginalización ilustrados
en el ejemplo 7.11.
350
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• El fabricante o proveedor puede planear su aprovisionamiento con
mucha mayor confiabilidad.
• El VMI puede tener el problema de que frecuentemente el distribuidor comparte su espacio con productos de la competencia del fabricante o proveedor. Como consecuencia de esto, se pueden ignorar las
posibles sustituciones de producto al pronosticar la demanda e incurrir en excesos de inventario. En estos casos, el distribuidor puede
estar en mejor posición para tomar las decisiones sobre inventarios.
Simchi-Levi et al. (2003, pp. 49-57) y Chopra y Meindl (2008, pp. 436446) discuten estos temas con mayor profundidad, incluyendo otros tipos
de contrato y el efecto de considerar un inventario inicial en el productor
y un costo fijo de producción del fabricante. Otras publicaciones recientes que incluyen una revisión explicada de literatura es la de Leng y Zhu
(2009), en el caso de contratos, y un caso interesante de VMI por Southard
y Swenseth (2008). Arshinder y Deshmukh (2008) presentan varias perspectivas de la coordinación en la cadena de abastecimiento, incluyendo
VMI, y plantean posibilidades de investigación futura en el área.
En cuanto al control de ítems perecederos, se han publicado avances
recientes. Algunos de éstos mencionan la ventaja de tener tecnologías de
identificación de productos como el RFID (Radio Frequency IDentification) para el control de inventarios de ítems perecederos [Broekmeulen y
Van Donselaar (2009)], con lo cual es mucho más fácil registrar la edad
del producto en el sistema para así diseñar sistemas eficientes de control
de inventarios a bajo costo y con cálculos muy sencillos. Por su parte, Van
Donselaar et al. (2007) presentan lineamientos para el control de ítems
perecederos en supermercados. Kanchanasuntorn y Techanitisawad (2006)
investigan el efecto de las políticas de agotados de productos perecederos
con vida útil constante sobre el costo total relevante, la utilidad neta, el
nivel de servicio y el inventario promedio en un sistema de produccióndistribución de dos etapas. Igualmente, los autores desarrollan un modelo
de control de este tipo de ítems, el cual logra mejorar significativamente
los indicadores de costo y utilidad. A nivel local puede consultarse el trabajo de grado por García y Zúñiga (2006), quienes presentan un sistema de
control de inventarios en el área de frutas y verduras.
Otro tema de gran interés en los últimos años ha sido lo que se denomina la fijación dinámica de precios o administración de utilidades (dynamic
pricing o revenue management), lo cual se hace con el objeto de incrementar la utilidad de la organización. En esta sección se ha considerado
que el precio de venta del producto p es fijo. Sin embargo, son muchas las
situaciones en las cuales esto no es necesariamente cierto. Por ejemplo,
un caso muy conocido es el de las líneas aéreas, las cuales deciden dejar
351
Carlos Julio Vidal Holguín
en reserva cierto número de sillas en cada avión hasta minutos antes de
despegar, puesto que el precio al cual se puede vender el tiquete se incrementa significativamente con el tiempo antes de que el avión despegue.
Por ello, a veces se observan aviones con muchas sillas vacías que se les
han negado a ciertos clientes quienes no están dispuestos a pagar más de
cierto valor por el tiquete, esperando a que llegue otro tipo de clientes que
sí lo hace. Indudablemente, esto representa un riesgo para la empresa, pero
cuando se administra adecuadamente produce incrementos en la utilidad
en el largo plazo. Las técnicas de administración de utilidades también se
han aplicado al caso de los hoteles, alquiler de autos y, más recientemente,
hay intensiva investigación de la aplicación de estas técnicas a los negocios por internet. Una excelente revisión de estos tópicos puede leerse en
Agatz et al. (2008). Por su parte, Chopra y Meindl (2008, pp. 459-481)
dedican igualmente un capítulo a este tema.
Ejercicios 7.2
1. Considere un ítem con las siguientes características:
D = 70 unidades/año
L = 3 meses
v = $1.150/unidad
La distribución probabilística de la demanda se aproxima a una distribución de Poisson.
a) La política de control actual que utiliza la compañía es la de ordenar una cantidad equivalente a seis meses de demanda, una vez
el inventario efectivo sea menor o igual a dos meses de demanda.
¿Qué nivel de servicio TEF está utilizando la empresa actualmente?
b) Determine una mejor política (s, Q) para este ítem.
c) Repita el literal anterior si se utiliza un sistema de control (R, S).
2. Un ítem clase C se compra usualmente a un proveedor que suministra también un ítem clase A. Suponga que el ítem A se compra
cada dos meses basado en el EOQ. La demanda del ítem clase C es
aproximadamente constante e igual a 36 unidades/año. El valor del
ítem clase C es de $7.000/unidad. El costo fijo adicional de incluir el
ítem C en la orden del ítem clase A es $2.800. El costo de mantenimiento del inventario es del 30% anual. Es razonable que los tamaños de pedido del ítem clase C tengan un cubrimiento para múltiplos
de dos meses, o sea, un múltiplo del cubrimiento esperado del otro
352
Fundamentos de control y gestión de inventarios
ítem. Determine cuál de estos cubrimientos es recomendable para
este ítem C.
3. Suponga que cierta empresa utiliza la siguiente regla para controlar
los ítems clase C. Cuando el inventario efectivo se reduce a dos meses o menos, se ordena una cantidad para seis meses. Para cada uno
de los siguientes ítems, ¿cuál es el valor implicado de TEF? Asuma
que la demanda de los ítems se comporta aproximadamente como
Poisson.
Ítem 1: D = 80 unidades/año; L = 1,5 meses.
Ítem 2: D = 80 unidades/año; L = 3 meses.
Ítem 3: D = 40 unidades/año; L = 1,5 meses.
Ítem 4: D = 40 unidades/año; L = 3 meses.
4. Para un ítem con una demanda D = 50 unidades/año, L = 1 mes y un
tamaño de orden Q = 20 unidades, desarrolle una gráfica que le permita encontrar el punto de reorden s en función de TEF. Varíe TEF
desde 2 hasta 50 años.
5. Una empresa manufacturera de artículos de Navidad ha introducido
un nuevo árbol al mercado a finales de octubre, esperando que la
estación dure hasta alrededor del 15 de diciembre. Se estima una
demanda normal del producto con media 100 unidades y desviación
estándar 40 unidades. El valor de manufactura de cada árbol es de
$350.000 y el precio de introducción será de $525.000 para lograr alcanzar el nivel de ventas estimado. Al final de la temporada se estima
que cada árbol puede rematarse en $120.000 y el costo de mantener
una unidad en inventario durante la estación es de $26.000.
a) ¿Cuántas unidades debería manufacturar la empresa y cuál es la
utilidad esperada correspondiente?
b) ¿Cuáles son los niveles de servicio P1 y P2 alcanzados mediante
esta política?
c) La empresa ha decidido realizar un extenso estudio de mercado
para este producto, de tal forma que se ha establecido su demanda
para la estación como normal, con media 100 unidades y desviación estándar 15 unidades. Repita los literales a) y b) y estime
cuánto podría pagarse por dicho estudio de mercado.
6. Una pequeña distribuidora de flores situada en Santiago de Cali
está estimando cuántas docenas de rosas debería tener en inventario durante la época del Día de la Madre. Las rosas son adquiridas
a $6.000/docena y son vendidas a $10.000/docena. Una vez termi353
Carlos Julio Vidal Holguín
nan las festividades del la Madre, las rosas se pueden vender para
otros efectos en $4.000/docena, ya que su vida útil y apariencia les
hace perder valor. Además, se carga un costo de manejo durante el
período de $500/docena. La propietaria de la floristería, basada en
demandas de años anteriores, ha estimado que la demanda de rosas
(en docenas) sigue aproximadamente la distribución de frecuencias
observada a continuación:
Demanda
de rosas en
docenas
[di]
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
Frecuencia
observada
[pi]
0,01
0,04
0,10
0,15
0,20
0,24
0,12
0,05
0,05
0,03
0,01
a) Determine el número de docenas que la propietaria de la distribuidora debería ordenar para la temporada del Día de la Madre,
de tal forma que se maximice su utilidad neta esperada, y estime
el valor de ésta.
b) La propietaria desea tener el mejor servicio posible ya que ello le
representa clientes futuros para otras ocasiones. Por ello ha decidido establecer un nivel de servicio P1 igual al 95%. ¿Cuánto le
representa este nivel de servicio con relación a la política óptima
establecida en el literal anterior?
c) Usted piensa que sería mejor considerar la demanda de las rosas durante la temporada mencionada siguiendo una distribución
normal. Proponga valores para la media y la desviación estándar
de dicha distribución normal, de tal forma que los resultados de
los literales anteriores sean consistentes. En otras palabras, defina
una distribución normal de demanda con media y desviación estándar iguales a la media y desviación estándar de la distribución
354
Fundamentos de control y gestión de inventarios
discreta propuesta y repita los literales a) y b). {Ayuda: Recuerde
que para cualquier variable aleatoria x, Var(x) = E(x2) – [E(x)]2}.
7. Una confeccionista de disfraces para el Día de los Niños (octubre
31) produce un disfraz que gusta mucho y es su principal ítem. Su
costo variable de producción es de 8.000 $/u. Ella le vende cada disfraz a 15.000 $/u a un almacén que es su principal distribuidor y ha
encontrado que la demanda del ítem durante la temporada de ventas
en el almacén sigue aproximadamente una distribución normal con
media 350 y desviación estándar 140. El precio de venta en los almacenes es de 25.000 $/u. Actualmente, no hay contrato alguno entre
las dos partes. Simplemente, el almacén estima su tamaño óptimo de
pedido y ordena dicha cantidad. Cualquier disfraz que no venda el
almacén después de la temporada, se puede vender con un descuento
del 70% sobre su precio de venta original.
a) Bajo las condiciones actuales, calcule el tamaño óptimo de pedido del almacén y las utilidades esperadas del almacén, de la confeccionista y de la cadena confeccionista-almacén como un todo.
c) El almacén le está ofreciendo a la confeccionista el siguiente
contrato. Le incrementa el precio de compra de cada disfraz en
el 10%, pero, al final de la temporada, el almacén le devuelve
todos los disfraces no vendidos y ella le debe reconocer al almacén $15.000 por cada disfraz devuelto. La confeccionista puede
recuperar $5.600 por cada disfraz que le devuelva el almacén,
vendiéndolos en ciertas tiendas de descuento. Asumiendo que el
almacén, bajo estas condiciones, le compraría a la confeccionista
la cantidad óptima que sugieran las Ec. (7.22) y (7.23), ¿debería
ella aceptar la oferta que le están haciendo?
d) Si el almacén le ofreciera a la confeccionista trabajar como una
cadena integrada, eliminando el precio de transferencia de los disfraces y repartiendo las utilidades en partes iguales, ¿en cuánto se
incrementaría la utilidad esperada de cada una de las partes?
8. Problema del vendedor de periódicos para múltiples productos con
restricciones de capacidad. El dueño de un restaurante está planeando la compra de carne de res y de cerdo para la temporada de fin
de año (la última semana del año). Dada la gran demanda de esta
época, el proveedor de carne del restaurante sólo acepta un pedido al
comienzo de la temporada. Por experiencias pasadas, el dueño sabe
que durante la temporada, la carne de res tiene una demanda con
distribución normal con media 250 kg y desviación estándar 30 kg.
355
Carlos Julio Vidal Holguín
La carne de res se compra a 14.000 $/kg y se vende en el restaurante a 25.000 $/kg. Si sobra de esta carne al final de la temporada, se
puede utilizar en platos más económicos y venderse a $10.000 $/kg.
La carne de cerdo tiene una demanda más variable durante la temporada, con una distribución normal con media 140 kg y desviación
estándar 100 kg. La carne de cerdo se puede conseguir a 9.500 $/kg
y se vende en el restaurante a 20.000 $/kg. Si sobra carne de cerdo al
final de la temporada, se puede preparar de otras formas y venderse
a 7.500 $/kg.
a) Calcule el tamaño óptimo de pedido de cada uno de los dos tipos
de carne y la utilidad óptima total esperada sin considerar restricción alguna.
b) Considere ahora que los refrigeradores que tiene el restaurante
solamente pueden almacenar un total de 400 kg. ¿Cuál sería ahora
la cantidad óptima a comprar de cada tipo de carne y la utilidad
óptima total esperada? Aplique el solver de Excel™ para resolver
este literal.
c) Ignore ahora la restricción de almacenamiento de los refrigeradores. Considere que el dueño del restaurante sólo dispone de
$5.000.000 para invertir en las carnes al comienzo de la temporada. Con base en la hoja electrónica diseñada, calcule de nuevo los
tamaños óptimos de lote y la utilidad óptima total esperada.
d) Para los literales b) y c), en forma independiente, formule para
cada uno un modelo matemático de optimización y discuta sobre
la posibilidad de resolverlos como una alternativa para encontrar
las cantidades óptimas a comprar en cada caso.
ejercicios adicionales y de repaso
1. Se está manejando un ítem clase A de lento movimiento, con una
demanda promedio de 20 unidades por año. El valor unitario del
ítem, sin embargo, es de $1.800.000/unidad. Asuma que la demanda durante el tiempo de reposición está bien representada por una
distribución de Poisson. Se tienen además los siguientes datos: A =
$16.500/orden; r = 35% anual; B2 = 30% y L = 1 semana (asuma un
año de 52 semanas). Diseñe un sistema de control (s, Q) para este
ítem y calcule su costo total relevante.
2. Considere el problema No. 2 de los ejercicios 7.1. Suponga que la
administradora de la droguería está estudiando la posibilidad de implementar un nuevo sistema de pronósticos, que lograría reducir σˆ1
en un 40%. Basándose en los valores óptimos de s y Q, ¿hasta qué
356
Fundamentos de control y gestión de inventarios
cantidad de dinero anual estaría dispuesto a pagar por esta alternativa de mejoramiento?
3. Una empresa está usando un sistema de control (s, Q) para un repuesto muy importante utilizado en varias máquinas de producción.
Las propiedades del ítem son las siguientes:
D = 2.000 unidades/año
v = $48.000/unidad
= 165 unidades
P1 = 97,5%
A = $35.000/pedido
r = 20% anual
= 65 unidades
Cuando un faltante está a punto de ocurrir, se genera una acción
de emergencia que evita la ocurrencia del faltante. El costo de esta
acción es de aproximadamente $600.000, independiente de la magnitud del faltante en unidades. La compañía utiliza el EOQ como
tamaño de lote.
a) Determine el EOQ y el punto de reorden s.
b) ¿Cuál es el costo total relevante esperado, incluyendo costos de
ordenamiento, mantenimiento del inventario y acciones de emergencia?
c) Se sospecha que puede existir una política de menor costo total
relevante. Trate de encontrarla y discuta los resultados, principalmente con respecto del nivel de servicio alcanzado.
4. Dos ítems clase C con demanda aproximada de Poisson son suministrados por el mismo proveedor y por ello se están controlando
en forma conjunta con un sistema periódico (R, Si). Su intervalo de
revisión común R se ha fijado en tres meses y su nivel de servicio
en TEF = 30 y 40 años para los ítems 1 y 2, respectivamente. Las
demandas promedio son 40 y 70 unidades/mes para el ítem 1 y 2,
respectivamente. El proveedor de los ítems tarda normalmente un
mes en reponerlos. Determine los inventarios máximos de cada ítem
y formule su política de control de inventarios.
5. Un fabricante de sombreros vende un tipo especial durante la temporada de ferias, incluyendo la de Cali y Manizales, entre otras. Se
acepta que la demanda de estos sombreros durante esta temporada
se distribuye normalmente con una media de 4.000 sombreros y una
desviación estándar de 1.800 sombreros. Cada sombrero se vende en
$70.000 y cuesta $35.000 producirlo. Cualquier sombrero que quede en inventario después de la temporada de ferias se puede vender
en $29.200 en la promoción de final de año, pero se agrega $5.800
357
Carlos Julio Vidal Holguín
a su costo por mantenimiento de inventario hasta la promoción. Se
está estudiando la posibilidad de exportar los sombreros sobrantes a
otras ferias que se realizan en los primeros meses del año, en lugar
de realizar la promoción de fin de año en Colombia. Cada sombrero
exportado se puede vender fácilmente en $41.000 en el exterior. Los
costos de envío son de $5.800 por cada sombrero vendido en el exterior. Asumiendo que el fabricante no quiere abandonar el mercado
colombiano, ¿recomendaría usted la opción de exportar el sobrante
de sombreros de fin de año? ¿Qué impacto tendría aceptar esta opción? ¿De ser aceptada esta opción, que número promedio de sombreros por año se estarían exportando?
6. El dueño de una carnicería debe decidir cuántos kilos de pescado
congelado le pide al proveedor antes de la temporada de Semana
Santa. Cada kg de pescado congelado se vende en $9.250 y su costo
de compra es de $6.180. La demanda de pescado durante la temporada se puede modelar como una distribución uniforme con un valor
mínimo de 75 kg y un valor máximo de 125 kg. Cualquier cantidad
que quede en inventario puede ser vendida en promoción en los días
siguientes a Semana Santa a la mitad del precio normal de venta. Sin
embargo, el hecho de haber tenido el producto guardado hace que el
pescado sobrante incurra en un costo adicional de mantenimiento del
inventario del 10% sobre su costo de compra original.
a) ¿Cuántos kg de pescado congelado debería ordenar el dueño de la
carnicería?
b) Repita el literal anterior si se asume que la demanda tiene una
distribución normal con media 100 kg y desviación estándar 15
kg. Compare los resultados [para efectos de comparación, recuerde que la media de una variable que se distribuye uniformemente
U(a, b) es (a + b)/2 y su varianza es (b – a)2/12].
7. En el problema No. 7 de los ejercicios 7.2, repita el literal b) si el
contrato ofrecido por el almacén es el siguiente. El almacén le mantiene el precio de compra a la confeccionista en 15.000 $/u, pero
le ofrece comprarle una cantidad Q = 450 disfraces. Al final de la
temporada, el almacén le devuelve todos los disfraces no vendidos y
ella le debe reconocer al almacén $10.000 por cada disfraz devuelto.
La confeccionista puede recuperar $5.600 por cada disfraz que le
devuelva el almacén, vendiéndolos en ciertas tiendas de descuento,
¿debería ella aceptar la oferta que le están haciendo? (Ayuda: observe que en este caso la Ec. (7.25) no es aplicable para el almacén).
358
Fundamentos de control y gestión de inventarios
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 12 (pp. 346-370) (Este capítulo es excelente para
consolidar conceptos sobre control de inventarios de ítems de moda o estilo). Capítulo
14 (pp. 417-454) (Este capítulo es excelente para abordar el tema de aprovisionamiento en la cadena de suministro, selección de proveedores y el tema de contratos de
diversa naturaleza).
SIMCHI-LEVI et al. (2003): capítulo 3 (pp. 49-63) (Es útil para el tema de contratos de
aprovisionamiento).
SILVER et al. (1998): capítulos 8, 9 y 10 (pp. 315-420) (Estos capítulos presentan un
tratamiento completo sobre los sistemas de control de ítems clase A, clase C y perecederos, respectivamente).
SIPPER y BULFIN (1998): capítulo 6 (pp. 273-281) (Se presenta aquí una breve introducción al control de inventarios de ítems estacionales con demandas durante períodos cortos).
359
PÁGINA EN BLANCO
EN LA EDICIÓN IMPRESA
capítulo 8
CONTROL DE INVENTARIOS
EN CADENAS DE SUMINISTRO
introducción
El control de inventarios en múltiples instalaciones dentro de una cadena o red de suministro es uno de los temas más complejos y apasionantes
en Logística. Axsäter (2000), por ejemplo, afirma que la determinación
de políticas óptimas en este tipo de sistemas es muy compleja o, incluso,
imposible. Esto se debe a que una decisión de inventarios en un lugar de
la cadena está normalmente relacionada con el inventario existente en toda
la red. Estas decisiones, por lo tanto, dependen del grado de centralización
de la cadena. Muchas veces lo que se hace es utilizar sistemas de control
simples como los vistos en los capítulos anteriores, tratando de coordinar
las decisiones particulares entre los diversos lugares de la red.
Uno de los problemas que se presentan en una cadena de abastecimiento es el efecto conocido como efecto látigo (bullwhip), que consiste en
que, por más estable que sea la demanda en un lugar “corriente-abajo” de
la cadena, la demanda en un lugar “corriente-arriba” puede ser altamente
errática. Por ejemplo, un lugar corriente abajo puede ser un supermercado
que vende productos finales al consumidor, el cual repone su inventario
de una bodega local, la cual, a su vez, se surte de un gran centro de distribución (CD). Por más estable que sea la demanda del consumidor final en
el supermercado, las demandas inducidas en la bodega y en el CD tienen
alta probabilidad de ser erráticas. Esto se puede deber a que las bodegas y
centros de distribución atienden a varios puntos de venta, cuya demanda
se combina y se torna errática. Posibles estrategias para manejar esta situación incluyen las siguientes:
Carlos Julio Vidal Holguín
• Mejoramiento de la comunicación acerca de la demanda al final de
la cadena en todos los eslabones de la misma, a través de EDI, por
ejemplo.
• Mantenimiento y estabilidad de precios para evitar órdenes de gran
tamaño.
• Rediseño del producto que permita la centralización de inventarios
en ciertos lugares de la cadena para su posterior acondicionamiento
al cliente en particular (principio de posposición de forma).
• Diseño del producto para reciclaje.
• Consolidación de ítems costosos de lento movimiento en centros de
distribución donde su variabilidad es mucho menor que en cada uno
de los diversos puntos de venta en la cadena.
En este capítulo se tratan algunos de estos temas de control de inventarios en cadenas de abastecimiento, enfocados principalmente a sistemas de
distribución. Se incluye también aquí una introducción al tema de simulación de inventarios, como otra alternativa de control en la práctica.
Modelos de deManda constante
Lo sorprendente del control de inventarios en cadenas de suministro es
que, inclusive cuando la demanda es constante, no es fácil encontrar políticas óptimas de control. Uno de los casos que se ha considerado con cierto
detalle en la literatura son los sistemas en serie, como los sistemas de producción en que los productos parten de una materia prima y van pasando
en serie por cierto número de etapas, hasta llegar a la operación final donde
sale el producto terminado. Se puede observar esto también en un sistema
de distribución donde una bodega o CD despacha a un punto de venta
(PV), quien atiende la demanda externa de los clientes finales (figura 8.1).
Asumiendo que la demanda externa es constante, se va a mostrar la política óptima para este caso. La notación que se va a seguir es la siguiente:
D = Demanda constante en el punto de venta [unidades/año].
ACD = Costo fijo de ordenamiento en la bodega o centro de distribución [$/orden].
APV = Costo fijo de ordenamiento en el punto de venta [$/orden].
vCD = Valor del ítem en la bodega o centro de distribución [$/unidad].
vPV = Valor del ítem en el punto de venta [$/unidad].
r = Costo de mantenimiento del inventario [$/($ · año)].
QCD = Tamaño de la orden en la bodega o centro de distribución [unidades].
QPV = Tamaño de la orden en el punto de venta [unidades].
362
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Figura 8.1. Un sistema de distribución en serie
Las dos últimas variables en la notación anterior constituyen las variables de decisión. Se ha encontrado que los tamaños de orden en el CD
deberían ser un número entero de veces los tamaños de orden en el PV. La
figura 8.2 ilustra el caso para QCD = 3QPV.
En la figura 8.2 se muestra una idea fundamental para el control de
inventarios en cadenas de suministro, esto es el concepto de inventario de
escalón (Echelon Stock). Este inventario se define en el escalón j como el
número de unidades en el sistema que están en, o han pasado por el escalón
j, pero que aún no han sido comprometidas con los consumidores externos.
Por esta razón, en la figura 8.2, el inventario de escalón en la bodega aparece como una línea recta, pues ésta ha enviado cierta cantidad de unidades
al PV, pero que aún no han sido vendidas. Esta idea es clave también en el
control en cadenas reales donde la demanda es aleatoria.
El inventario de escalón tiene el problema, sin embargo, que al calcular
inventarios en ($) puede contarse múltiplemente las mismas unidades en
diferentes escalones de la cadena. Este problema se resuelve manejando
el concepto de valor agregado en cada escalón de la cadena. Así, para
valorar el inventario en un escalón determinado sólo se considera el valor
agregado del producto en el escalón correspondiente. Por ejemplo, en el
sistema en serie ilustrado en la figura 8.2, el producto en la bodega tiene
, mientras que el valor a utilizar en el PV sería
un valor igual a
, el cual es el valor agregado al despachar el producto hacia
el PV. Esto se puede generalizar a cualquier número de escalones en serie,
especialmente en el área de producción, donde en cada etapa se le agrega
valor al producto.
363
Carlos Julio Vidal Holguín
Figura 8.2. Ilustración de un sistema determinístico de distribución en serie
364
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Para el caso en serie de la figura 8.1, se muestran a continuación los
resultados analíticos para el sistema de control. El costo total relevante en
este caso viene dado por:
(8.1)
e
son el inventario de escalón promedio en unidades en la
donde
bodega o CD y en el PV, respectivamente. Por lo tanto, la función de costo
puede transformarse a:
(8.2)
puesto que se parte del hecho de que QCD = nQPV.
Dado que la Ec. (8.2) representa una función de dos variables, se pueden aplicar las condiciones necesarias para hallar los valores óptimos:
(8.3)
(8.4)
De la Ec. (8.3), se obtiene:
(8.5)
Y de la Ec. (8.4), se obtiene:
(8.6)
365
Carlos Julio Vidal Holguín
La solución simultánea de las Ec. (8.5) y (8.6) daría la solución óptima
del problema siempre y cuando n sea un número entero mayor o igual
que 1. Sin embargo, esto rara vez ocurrirá. Por lo tanto, se puede hacer un
análisis con valores enteros de n cercanos a la solución simultánea de las
ecuaciones. La forma de encontrar el n* óptimo se basa, entonces, en los
valores obtenidos de la función objetivo, al reemplazar n y QPV en la Ec.
(8.2). El valor óptimo no entero de n se puede encontrar fácilmente con la
ayuda del solver de Excel™ para resolver las ecuaciones simultáneas (8.5)
y (8.6).
Ejemplo 8.1 (Un sistema de dos etapas en serie con demanda constante)
Una empresa compra una materia prima al por mayor, luego la divide,
la reempaca y la envía a la planta de producción. Obsérvese que los escalones de la cadena no son lugares físicos reales, sino las dos etapas de producción, o sea, la compra inicial y el fraccionamiento de la materia prima.
El CD corresponde a la compra al por mayor y el PV está representado por
el producto después de fraccionado y reempacado. Se dispone la siguiente
información (los valores monetarios son dados en miles de pesos):
D = 6.000 ton/año.
ACD = $250 por cada orden de compra al por mayor.
APV = $10 por cada proceso de división y reempacado.
r
=
= $130/ton.
=
$35/ton.
= 30% anual.
Se calcula inicialmente el n óptimo no entero igualando las Ec. (8.5) y (8.6):
366
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Esta ecuación se puede resolver con la ayuda del solver de Excel™. La
solución es n = 2,5944. Como n no es un número entero, entonces se prueba para valores enteros cercanos, obteniéndose la tabla 8.1. En esta tabla
se ha utilizado la Ec. (8.5) para determinar QPV dado n, ya que es la que
produce los menores valores en la función objetivo. La solución óptima
entera es, por lo tanto, n* = 3,
= 94 ton y
= 3× 94 = 282 ton y CTR*
= 11.949,90 miles de $/año.
Tabla 8.1. Valores óptimos de n y QPV (ejemplo 8.1)
n
1
2
3
4
5
QPV
[Ton]
251
135
94
72
59
QCD
[Ton]
251
270
282
288
295
CTR(n, QPV)
[Miles de $/año]
12.427,39
11.973,72
11.949,90
12.035,57
12.163,88
Así, la política de inventarios sería comprar 282 toneladas de la materia
prima al por mayor; un tercio se procesa, se reempaca inmediatamente y
se envía a la planta de producción. Cuando éste se agote, otro tercio se reempaca y se envía; al agotarse éste, se reempaca y envía el último tercio y
cuando éste finalmente se consume, se inicia un nuevo ciclo de reposición
comprando de nuevo otras 282 toneladas de la materia prima.
Obviamente, un modelo de esta naturaleza funciona siempre y cuando
se cumplan los supuestos originales del EOQ que se formularon en el capítulo 4. Entre los más destacados estarían el de demanda constante y el de
tiempo de reposición constante y conocido. Aquí se deben considerar dos
tiempos de reposición, uno entre los proveedores y el CD, y el otro entre
éste y la planta de producción. Dado que en la práctica es muy difícil que
estos supuestos se cumplan, el método enunciado anteriormente requeriría de ajustes significativos para su correcto desempeño. Más adelante se
tratan algunos conceptos importantes sobre sistemas de control de inventarios en cadenas de abastecimiento cuando la demanda es aleatoria.
Otro caso de demanda constante que ha sido extensivamente estudiado
es el mostrado en la figura 8.3, el cual corresponde al famoso problema de
una bodega y N puntos de venta (One-Warehouse N-Retailer Problem). De
acuerdo con Schwarz (1973), este caso se vuelve extremadamente complejo cuando N ≥ 3 puntos de venta, inclusive, cuando la demanda externa
es constante. Muchas aproximaciones a este problema se constituyen en
simplificaciones que aproximan el problema complejo mediante situaciones semejantes, pero más simples [véase, por ejemplo, Axsäter (1993a,
367
Carlos Julio Vidal Holguín
1993b y 2000) y Cheng y Zheng (1997)]. Silver et al. (1998, pp. 482-485)
dan una amplia lista de autores que han estudiado este mismo problema y
otros relacionados, como el caso de sistemas de ensamble puro y sistemas
arborescentes, tanto para demanda constante, como para demanda determinística variable con el tiempo.
Figura 8.3. Un sistema con una bodega y N puntos de venta
la coMplejidad de la deManda aleatoria
La complejidad de los sistemas de inventarios en cadenas de suministro aumenta notablemente cuando se considera demanda aleatoria y, por
supuesto, cuando se incluye también la variabilidad de los tiempos de reposición entre los diferentes eslabones de la cadena. Para una revisión de
la literatura reciente sobre el tema puede consultarse a Gutiérrez y Vidal
(2008).
Los problemas y fallas comunes del control de inventarios en cadenas
de abastecimiento, que se presentan en la práctica, radican principalmente
en la aplicación directa de los métodos estudiados en los capítulos anteriores a cada lugar de la cadena en forma aislada. Entre estas fallas y complejidades se encuentran las siguientes:
• La definición de factores de costo y servicio basados solamente en
consideraciones particulares de cada escalón de la cadena. El nivel
de servicio, por ejemplo, se define con base en el escalón siguiente
y no con base en el cliente final, lo cual puede no ser conveniente,
368
Fundamentos de control y gestión de inventarios
ya que un problema de servicio, en un escalón corriente-arriba en la
cadena, produce un efecto sobre el tiempo de reposición que experimenta el escalón corriente-abajo y posiblemente afecte indirectamente el servicio al cliente final.
• Los pronósticos de demanda basados en el siguiente escalón de la
cadena. Por ejemplo, en el caso de la figura 8.3 con una bodega y
N puntos de venta, el error estaría en planear los inventarios de la
bodega basados en los despachos realizados a los puntos de venta.
Lo correcto es que la bodega planee sus inventarios con base en la
demanda externa real que se presente. Este es un factor clave de control de inventarios en cadenas de abastecimiento.
• La utilización exclusivamente del tiempo de reposición del punto
siguiente corriente-arriba de la cadena. El verdadero tiempo de reposición puede ser muy diferente, ya que una decisión corriente-arriba
puede afectar todos los tiempos de reposición de los eslabones de la
cadena corriente-abajo. Por lo tanto, se puede utilizar dentro de este
contexto el concepto de tiempo de reposición de escalón (echelon
lead time), definido como el tiempo necesario para que el producto
llegue al cliente final, desde que el punto de la cadena bajo consideración emita un pedido. Por ejemplo, dependiendo de ciertas condiciones, el tiempo de reposición de escalón de un punto de venta en la
figura 8.3 podría ser la suma del tiempo de reposición del proveedor
externo hacia la bodega, más el tiempo de reposición de la bodega
hacia el punto de venta. Esto ocurriría, por ejemplo, si la bodega no
mantiene inventario del ítem solicitado. Estos conceptos se estudian
más adelante en el ejemplo 8.2.
• Una complicación adicional es la posibilidad de transferencias entre
puntos diversos de la cadena. Por ejemplo, en el caso de la figura
8.3, un PV podría transferir productos a otro punto donde tengan
mayor consumo. Obviamente, este desbalanceo podría evitarse si se
programa adecuadamente el inventario en cada PV, de acuerdo con
su demanda particular.
Dos aspectos fundamentales a considerar en el diseño de un sistema de
control de inventarios en cadenas de suministro son el tipo de información
que se tiene y el tipo de control. La información puede ser global o local.
En la primera, todo punto de la cadena conoce las características de los
demás puntos, tal como la información sobre demanda del consumidor
final. En la segunda, sólo se dispone de información local en cada eslabón
de la cadena y con ella se decide. Por otra parte, el tipo de control puede
ser centralizado o descentralizado. Como su nombre lo indica, en el primer tipo de control, las decisiones se toman por un solo ente encargado de
369
Carlos Julio Vidal Holguín
toda la cadena, quien “empuja” los niveles de inventario en toda la cadena
(sistemas tipo push). El segundo tipo de control implica que las decisiones se pueden tomar en forma independiente para cada lugar de la cadena
(sistemas tipo pull). La tabla 8.2 ilustra estas ideas junto con los posibles
sistemas de control a utilizar.
Tabla 8.2. Sistemas de gestión de inventarios en cadenas de suministro
de acuerdo con el tipo de información y control disponibles
Tipo de Control
Información
Global
Centralizado
Descentralizado
• Inventario manejado
por el proveedor (VMI)
• Planeación de
requerimientos de
distribución (DRP) (en
algunos casos)
• Resultados analíticos
para sistemas en serie
y arborescentes
• Sistemas tipo push
• Planeación de
requerimientos de
distribución (DRP)
(en la mayoría de los
casos)
• El sistema de control
de inventario de base
•
Local
NO TIENE SENTIDO
Sistemas de control
tradicionales
para demanda
probabilística,
utilizando tiempos de
reposición aleatorios
[Fuente: Adaptada de Silver et al. (1998), p. 489]
De acuerdo con Silver et al. (1998, pp. 488-489), los sistemas centralizados con información global son frecuentemente la mejor solución, pero
requieren un alto grado de coordinación en la cadena. Además, disponer de
información global puede requerir considerables inversiones en sistemas
de información.
Los sistemas descentralizados con información global son también muy
utilizados en la práctica, pues aprovechan las ventajas de los sistemas tipo
pull con las ventajas de la información global. Es el caso, por ejemplo,
de un sistema de una bodega y N puntos de venta (figura 8.3), en el cual
el sistema de control de inventarios en cada PV se hace de acuerdo con
su información local de demanda al cliente final (tipo pull), y el control
de inventarios en la bodega se realiza con base en la información de la
demanda externa real que está ocurriendo y no con base en los despachos
hacia los puntos de venta. Este sistema se denomina un sistema de control
de inventario de base.
370
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Vale la pena mencionar las bondades de un sistema de control de inventario de base (figura 8.4). El aspecto clave es que la información de
demanda del cliente final es compartida en todos los escalones de la cadena. Esto requiere, por supuesto, tener sistemas de información avanzados
basados, por ejemplo, en EDI o en POS. Cada punto de la cadena toma
decisiones de inventario basándose en la demanda real del cliente final y
no en la demanda observada en el escalón siguiente corriente-abajo. Esta
práctica disminuye significativamente la variabilidad del sistema, especialmente en ítems costosos de bajo movimiento. Las decisiones de inventario así planteadas pueden tomarse aplicando los métodos estudiados en
los capítulos anteriores. Los sistemas (s, S) y (R, S) son especialmente
recomendados en este sistema de control, teniendo en cuenta que el inventario efectivo debe basarse en el inventario de escalón definido anteriormente, más las órdenes pendientes por recibir, para evitar la doble
consideración de inventarios de seguridad en la cadena. Sin embargo,
en aquellos casos en los que los tiempos de reposición son muy variables, puede ser riesgoso utilizar el concepto del inventario de escalón
en la forma tradicional.
Figura 8.4. Un sistema de control de inventario de base
en una cadena con una bodega y N puntos de venta
La figura 8.4 muestra gráficamente un sistema de control de base para
un caso real. Anteriormente, la bodega tomaba sus decisiones de control
del inventario basándose en la información de los pedidos de los puntos de
371
Carlos Julio Vidal Holguín
venta. Actualmente, cualquier decisión de compra en la bodega se toma de
acuerdo con la información consolidada de la demanda real de los clientes.
Los proveedores externos aún tienen que guiarse por la información de los
pedidos de cada centro de distribución de sus clientes, pero lo ideal sería
lo mostrado en la figura, o sea que, a través de técnicas de colaboración,
estos proveedores pudieran tener información de la demanda real de sus
clientes. Si esto se hiciera realidad, los proveedores podrían planear mucho mejor sus inventarios de materias primas y de productos terminados
con lo que se beneficiarían todas la cadenas en forma integral.
Finalmente, un sistema de control descentralizado y con información
local se basa en la información local de cada punto de la cadena, que toma
decisiones en forma independiente. Este sistema, sin embargo, requiere
también compartir información en diversos puntos de la cadena, con lo que
puede asemejarse mucho al sistema anterior.
Control de inventarios en sistemas con una bodega y N puntos de venta
Considérese la cadena de abastecimiento con una bodega y N puntos
de venta mostrada en la figura 8.3, tema de amplio interés e investigación actual. En estos sistemas, en general, en el CD se planean y realizan
compras a un gran número de proveedores externos y los productos se
almacenan para su posterior despacho hacia los puntos de venta. Un caso
típico local puede comprender más de 200 proveedores diferentes, un
gran CD, más de 100 puntos de venta diseminados a lo largo de cierta
región del país y cientos de miles de clientes que demandan miles de
productos diferentes, generalmente de consumo masivo. Las preguntas
clave que surgen para la administración de una cadena de este tipo pueden incluir las siguientes:
• ¿Cómo debe planearse la compra de cada ítem en el CD?
• ¿Cómo deben planearse y realizarse los despachos desde el CD hacia
cada uno de los puntos de venta?
• ¿Cuáles de los miles de ítems deberían mantenerse en inventario en
cada uno de los diferentes puntos de venta y en el CD mismo?
• ¿Qué nivel de inventario de seguridad de cada ítem debería mantenerse, tanto en el CD, como en cada uno de los puntos de venta?
• ¿Cómo deben administrarse las transferencias de productos entre los
diversos puntos de venta?
• ¿De qué manera deben planearse las depuraciones de inventarios en
cada uno de los puntos de venta?
• ¿Cómo debe ser el manejo integral de la información a lo largo de
toda la cadena?
372
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• ¿Cómo deberían coordinarse las operaciones de compra con las operaciones de recepción y almacenamiento en el CD? ¿Cómo afectan
las operaciones de logística y de transporte en la cadena al control
de inventarios?
• ¿Cuáles indicadores de eficiencia del sistema deberían manejarse?
Muchos investigadores han abordado este tema. Se destacan los trabajos iniciales realizados por Clark y Scarf (1960) en cadenas en serie y arborescentes, y los de Roundy (1985, 1986) en los sistemas de una bodega y
N puntos de venta. Todos estos trabajos son analizados y complementados
en un excelente capítulo sobre el tema por Axsäter (2000, pp.115-169). La
mayoría de los trabajos para este tipo de cadenas asumen demanda con
distribución de Poisson en los puntos de venta y han sido desarrollados
para productos de alto valor y lento movimiento [por ejemplo, Forsberg
(1995, 1996), Cohen et al. (1986), Graves (1996) y Axsäter (1998)]. En
otros casos, en ambientes productivos con remanufactura (reparación de
productos), se asume también demanda de Poisson o procesos de Poisson
compuestos [Sherbrooke (1968)]. Por otra parte, muchos trabajos asumen
que los N detallistas son idénticos [véase, por ejemplo, Moinzadeh (2002)
y Chen y Samroengraja (2000)]. Silver et al. (1998, pp. 498-500) presentan referencias adicionales en las que se ha abordado este tema.
Entre algunas excepciones que asumen demanda normal en los puntos
de venta se encuentran Axsäter (2000), quien presenta un análisis exacto
para un sistema serial con un solo punto de venta, el cual es una extensión
del trabajo de Clark y Scarf (1960). Axsäter sostiene que la metodología
utilizada puede ser extendida al caso de una bodega y N puntos de venta,
como lo presentado en los artículos de Federgruen y Zipkin (1984) para
el caso en que la bodega central actúa como un centro de cross-docking, y
Matta y Sinha (1995), cuando la bodega central almacena inventario. Otro
ejemplo que puede clasificarse dentro de esta categoría es el trabajo de Lee
et al. (2000).
Axsäter et al. (2002) analizan un sistema con un solo proveedor con
capacidad infinita, una bodega central y varios detallistas. El objetivo es
encontrar políticas que minimicen los costos de mantenimiento del inventario y de las órdenes pendientes. Özer (2003) desarrolla un heurístico para
establecer políticas de inventario efectivas teniendo en cuenta información
de demanda conocida con anticipación en un sistema con un solo proveedor supliendo a una bodega que surte a N puntos de venta. El autor muestra
que tener información avanzada de demanda produce niveles de inventarios y costos relacionados más bajos, lo cual convierte a esta información
en sustituto para inventarios y tiempos de reposición de seguridad. Otro
trabajo de importancia es el presentado por Dong y Lee (2003), el cual
373
Carlos Julio Vidal Holguín
reconsidera el trabajo seminal de Clark y Scarf (1960) en un sistema serial
multi-eslabón con procesos de demanda correlacionados en el tiempo y
demuestra que es mejor invertir en la reducción de tiempos de reposición
en un ambiente con este tipo de demandas.
Más recientemente se han publicado investigaciones que tratan de
coordinar las decisiones de inventarios en sistemas de una bodega y N
puntos de venta con las operaciones de ruteo [por ejemplo, Jung y Mathur (2007)]. Este trabajo, sin embargo, asume demanda constante en los
puntos de venta, aunque luego realiza análisis de sensibilidad sobre ella.
Otros desarrollos más recientes incluyen también fuertes supuestos, como
el caso de Monthatipkul y Yenradee (2008), ya que, aunque suponen demanda aleatoria en los puntos de venta e incluyen faltantes, consideran
idénticos a los puntos de venta, asumen un solo proveedor con capacidad
infinita que abastece a la bodega y tiempos de reposición constantes. Otro
ejemplo es Petrovic et al. (2008) quienes consideran el control del inventario de un solo producto.
La aplicación práctica de los trabajos anteriores se ve generalmente limitada por los supuestos descritos (demandas constantes o de Poisson,
proveedores idénticos o un solo proveedor de capacidad ilimitada, puntos
de venta idénticos, tiempos de reposición constantes, asumir que no hay
faltantes, un solo producto, entre otros posibles) y, en ocasiones, por la
necesidad de estimar el costo de faltantes por unidad monetaria y por unidad de tiempo en cada uno de los puntos de venta, para cada uno de los
productos que se mantienen en inventario. Las múltiples complejidades
que un sistema real de una bodega y N puntos de venta presenta, difícilmente podrían incluirse en un modelo integral de control con resultados
analíticos. En concordancia, en un artículo de revisión, Gümüs y Güneri
(2007) concluyen que la mayoría de los modelos de inventarios en cadenas de abastecimiento son aproximados y que raramente generalizan los
hallazgos a N etapas en la cadena de suministro. Por otra parte, SimchiLevi et al. (2005, p. 137) consideran un sistema de una bodega y N puntos
de venta suponiendo que hay un solo proveedor con capacidad infinita y
asumiendo que los tiempos de reposición desde la bodega hacia los puntos
de venta son constantes. En su análisis, asumen que las demandas en los
puntos de venta son variables aleatorias independientes e idénticamente
distribuidas (i.i.d.) y permiten la existencia de órdenes pendientes. Los autores afirman que, “como el lector comprende sin duda alguna, el análisis
estocástico de los modelos de distribución es considerablemente difícil y
encontrar una estrategia óptima es prácticamente imposible”. Mencionan
la gran dificultad de tratar el problema, incluso asumiendo demanda determinística en los puntos de venta.
374
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Lo que es peor, los sistemas de una bodega y N puntos de venta, en la
práctica, pueden tener muchas más complejidades que las enunciadas hasta este punto. Entre dichas complejidades encontradas en estos sistemas se
incluyen las siguientes:
• Los sistemas reales de una bodega y N puntos de venta se caracterizan por tener cientos de proveedores con capacidad limitada, con
comportamientos diferentes y servidos por operadores logísticos con
múltiples características que pueden complicar la operación, especialmente en nuestro medio. Un problema tiene que ver con el comportamiento de los proveedores en cuanto a la variabilidad de su
tiempo de reposición y al incumplimiento de las cantidades de las
órdenes de compra que recibe. El problema se agrava cuando, en
medio de las crisis económicas mundiales, los proveedores deciden
cerrar plantas y limitar la distribución en muchos países, como en el
caso de algunos laboratorios farmacéuticos en Colombia. Igualmente, el desempeño de los operadores logísticos que transportan los
productos hacia los centros de distribución puede ser muy complejo.
Por ejemplo, un operador logístico que sirve a un proveedor podría
decidir unilateralmente consolidar dos o más órdenes de compra con
fechas diferentes en un solo envío (aplicando erradamente el principio de posposición de tiempo), lo que obviamente podría causar
agotados en el cliente del proveedor. En otras ocasiones, un mismo
operador logístico sirve a varios proveedores y a veces decide esperar a consolidar órdenes de proveedores diferentes para completar un
camión y hacer un solo viaje.
• Se manejan cientos de miles de SKU con diferentes patrones de demanda en cada punto de venta. Además, no todos los puntos de venta manejan siempre los mismos productos, ya que existe lo que se
denomina el “surtido tipo” o la “vectorización” del punto de venta.
• Los puntos de venta son diferentes entre sí y cada uno puede presentar diferentes características en cuanto a la administración del inventario. Por ejemplo, en el caso de medicamentos, no es lo mismo
una droguería ubicada dentro de un supermercado que otra ubicada
dentro de una clínica, o que otra que sólo es droguería o que tiene el
formato de una rapitienda.
• En general, la demanda en los puntos de venta presenta distribuciones probabilísticas diferentes a la de Poisson; en ocasiones no se
cumple la independencia de las demandas y, en la mayoría de los
casos, ellas no siguen la misma distribución probabilística.
• En algunas cadenas de abastecimiento, existen épocas del año donde
se deben hacer pronósticos acumulados en adición a los pronósticos
375
Carlos Julio Vidal Holguín
•
•
•
•
cíclicos normales. Esto puede ser causado por algunas condiciones
que imponen los proveedores. Por ejemplo, en el caso de medicamentos en Colombia, muchos laboratorios farmacéuticos salen a vacaciones en diciembre, con lo cual sus clientes deben proveerse en
noviembre hasta comienzos de febrero. Como se sabe, los pronósticos de demanda para largos horizontes de tiempo son más complejos
y presentan mayor variabilidad.
La clasificación ABC es diferenciada por bodega (total cadena) y
por puntos de venta, lo que causa que un producto pueda ser A en
una droguería, B en otra y C en otra. Esto, en ocasiones, causa confusión en las políticas de control de inventarios y en los sistemas de
pronósticos.
El manejo de productos nuevos y la administración de las promociones es un tema muy complejo. En los primeros, no hay historia
disponible y el sistema de pronósticos es un desafío. El manejo de
las promociones, por otra parte, causa la creación de ítems con un
nuevo código constituidos por ítems maduros, los cuales interfieren
con la demanda normal de los ítems originales, causando distorsión
en los sistemas de pronósticos (como en el casos de promociones
“pague uno lleve dos” o cuando se consolidan en un solo paquete
dos productos diferentes).
La existencia de productos con demanda errática o intermitente, incluso a nivel agregado de demanda en el CD. Esto generalmente causa roces entre los departamentos de mercadeo y logística, ya que, en
los casos más graves, el primero desea “tener de todo, en toda parte y
en todo momento”, mientras que logística insiste en que una política
así es demasiado costosa y extremadamente difícil de administrar.
Diferentes aspectos administrativos que pueden afectar a los sistemas de control de inventarios, como: el manejo de los despachos
manuales y de emergencia, y las transferencias entre puntos de venta; la precisión del inventario físico en puntos de venta y en el CD; la
coordinación entre el sistema de compras y el sistema de recepción y
almacenamiento en el CD; el manejo de ítems comunes con diferentes presentaciones; la consideración de unidades mínimas de despacho de algunos ítems y la forma como se contabilizan los ítems (por
ejemplo, puede ocurrir que una caja de medicamentos contenga diez
blísters, cada uno con diez pastillas y el conteo podría llevarse entonces de tres formas distintas: por cajas, por blísters o por pastillas
y así podrían generarse tres códigos distintos para el mismo producto); la “canibalización” de la demanda, tanto por ítems relacionados,
como por un punto de venta con otro.
376
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Lo anterior sugiere que una muy buena opción es la implementación de
técnicas de pronósticos formales combinadas con sistemas heurísticos de
control de inventarios desarrollados con base en el sistema de información
propio de la empresa, dentro de su mismo ambiente, y considerando las
prácticas administrativas de la empresa. Algo fundamental es que la gran
cantidad de decisiones administrativas y de casos especiales presentes en
un sistema de esta naturaleza, hace que la implementación y el refinamiento de los modelos sean muy complejos.
Cuando la información es global, el CD basa sus decisiones en la demanda real externa observada, consolidada para todos los puntos de venta.
Al calcular los tamaños de lote a comprar deberían, por lo tanto, considerarse los inventarios ya existentes en los puntos de venta, puesto que
estos han “pasado” por la bodega y aún no han sido comprometidos con
clientes finales (concepto de inventario de escalón). Sin embargo, como
los tiempos de reposición de los proveedores hacia la bodega y las cantidades despachadas pueden ser inciertos, frecuentemente no es conveniente
descontar el 100% de los inventarios existentes en los puntos de venta para
responder en cierta forma a estas variabilidades. A medida que se logra estabilizar dichos tiempos de reposición, o que se incluye en los sistemas de
control la variabilidad de los tiempos de reposición de los proveedores, se
puede descontar un mayor porcentaje del inventario existente en los puntos de venta para tomar decisiones de compras. Es decir, que una cosa es el
concepto teórico del inventario de escalón y algo diferente es su aplicación
en la práctica, como se ha podido comprobar en el caso real referido en el
área de medicamentos.
Un aspecto muy importante es que, para el diseño de un sistema efectivo de administración y control de inventarios, no es necesario, inicialmente, considerar aspectos de costos de mantenimiento del inventario r,
de ordenamiento o alistamiento A, ni de faltantes B1 o B2. Esto se debe
principalmente a que sistemas de pronósticos adecuados y buenas técnicas
de control implican directamente reducción de estos costos, sin necesidad
de estimarlos previamente o de considerarlos dentro de la función objetivo
de los modelos matemáticos. Lo que se puede hacer es tratar de estimar estos costos a posteriori con el objeto de verificar la bondad de los sistemas
de control y compararlos con posibles técnicas adicionales de refinamiento, especialmente para el caso de ítems clase A. Este aspecto facilita las
aplicaciones en otros sistemas sin la necesidad inicial expresa de estimar
dichos costos, lo cual es muy difícil de lograr con precisión en la mayoría
de los casos. Además, la mayoría de los sistemas de inventarios son muy
robustos en cuanto a cambios en los parámetros mencionados.
Es de resaltar la importancia que tienen los procesos de colaboración en
la cadena de abastecimiento (figura 8.4). Por ejemplo, para los proveedo377
Carlos Julio Vidal Holguín
res, quienes, a su vez, tienen su propia cadena de suministro de materias
primas, sería muy interesante disponer de datos de demanda real de los
consumidores y así disminuir el efecto látigo, como ya se comentó anteriormente. Si esta práctica se generalizara a los clientes más importantes
de cada proveedor, éste podría pronosticar su demanda con mejor precisión, evitando así faltantes de inventario que comúnmente se presentan y
que causan gran problema al romperse el inventario en el CD, ocasionando
el deterioro en el servicio al cliente. Este proceso de colaboración se constituye evidentemente en una relación gana-gana si se logran superar las
dificultades de confianza y confidencialidad, barreras más prominentes de
este tipo de relaciones.
Queda abierta la pregunta de la conveniencia de la adopción de sofisticados sistemas de información, planeación y administración de la cadena
de abastecimiento. Muchas veces se convierten en costosos sistemas de
información solamente, sin que se puedan explotar todas sus posibilidades.
Específicamente, en el área de inventarios, estos sistemas no son utilizados adecuadamente, y sus capacidades de pronósticos y de control no son
aprovechadas en todo su potencial. En muchas ocasiones, sistemas sencillos hechos en casa pueden ser la respuesta rápida, parcial o definitiva, a
los serios problemas de inventarios que presentan las organizaciones locales y nacionales, en general.
Ante todas las anteriores complejidades, la aplicación directa de los
desarrollos teóricos es cuestionable y hace que deba pensarse en métodos
heurísticos y prácticos de administración de inventarios, muy posiblemente con sistemas de control y de pronósticos “desarrollados en casa”. Para
una descripción más detallada de ejemplos regionales exitosos de implementación real de sistemas de pronósticos y de control de inventarios en
una cadena de abastecimiento con una bodega y N puntos de venta, véase
Zamora y Ruiz (2008), Londoño (2005) y Vidal et al. (2004).
Ejemplo 8.2 (Un sistema de una bodega y cinco puntos de venta desarrollado con
base en un caso real)
Una empresa comercial local posee un CD que atiende a cinco puntos
de venta en la ciudad. El CD se abastece de varios proveedores, tanto locales, como nacionales e internacionales, y se va a analizar el control del
inventario de un producto específico. La tabla 8.3 muestra las demandas
de este producto para las últimas 16 semanas en cada PV y la demanda
consolidada que observa el CD, al igual que las estadísticas básicas de la
demanda de este ítem.
378
Tabla 8.3. Demandas de un producto en una cadena con una bodega
y cinco puntos de venta (ejemplo 8.2)
Fundamentos de control y gestión de inventarios
379
Carlos Julio Vidal Holguín
El sistema de control de inventarios que se ha establecido es periódico
(R, S), tanto para cada PV, como para el CD con la demanda consolidada. En ambos casos se utiliza un intervalo de revisión R = 1 semana. El
proveedor de este ítem ha mostrado un comportamiento aceptable, con
un tiempo de reposición cuyo promedio se ha estimado en E(LTCD) = 0,5
semanas y su desviación estándar
0,13 semanas. El tiempo de reposición del CD hacia cualquiera de los puntos de venta es muy estable,
igual a un día, es decir,
0,143 semanas. Debido a que un faltante en
el CD puede ser más grave que un faltante en algún PV, se ha establecido
un nivel de servicio P1 en el CD del 99%, y en cada PV del 97,5%. Se pide
establecer las políticas de control en cada PV y en el CD.
Primero, se va a ilustrar el cálculo de los parámetros de la política de
control del PV 1. Ya sabemos que R = 1 semana y que el tiempo de reposición que observa el PV es el que brinda el CD, o sea,
0,143
semanas. El factor de seguridad en cada PV es igual a k = 1,96 [para pz(k)
= 1 – P1 = 0,025]. La desviación estándar semanal de este ítem se ha
estimado a partir de la muestra de las 16 semanas en la tabla 8.3, igual a
32,59 unidades, lo mismo que el promedio de la demanda semanal de este
ítem igual a 85,56 unidades. En un sistema real, estos dos últimos parámetros los proveería el sistema formal de pronósticos que se esté utilizando,
a través de los errores de los pronósticos.
Con los datos anteriores se puede calcular el inventario máximo del
ítem en el PV 1, de acuerdo con la Ec. (5.30) del capítulo 5:
Por lo tanto, la política de control del ítem en el PV 1 será la de revisar
su inventario efectivo cada semana y ordenar una cantidad igual a 166
unidades, menos su inventario efectivo al momento de la revisión. Estos
cálculos se pueden realizar en forma automática al igual que los despachos, lo que le da una gran autonomía al sistema.
Los cálculos para el resto de puntos de venta son semejantes y los resultados se muestran en la tabla 8.4. Es importante observar que la revisión
del inventario del ítem no necesariamente debe hacerse el mismo día para
todos los puntos de venta (puede repartirse por igual de lunes a viernes
cada semana). Lo que debe hacerse es respetar los valores del inventario
máximo en cada lugar.
380
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 8.4. Parámetros de control del inventario del ítem en cada punto de venta
(ejemplo 8.2)
Algunos autores describen dos versiones para establecer la política de
control de inventario de un ítem en el CD dentro de estas cadenas de abastecimiento. Ballou (2004, pp. 370-373) presenta un ejemplo donde, para
planear el inventario del almacén, mediante un sistema de control (s, Q),
utiliza solamente el tiempo de reposición de su proveedor y no comenta nada adicional al respecto. Por el contrario, Simchi-Levi et al. (2003,
pp. 67-68) definen el tiempo de reposición de escalón (echelon lead time)
que se presentó al comienzo de esta sección y utilizan, para el cálculo del
punto de reorden de un sistema (s, S) en el almacén, lo que denominan Le
= tiempo de reposición entre los detallistas y la bodega, más el tiempo de
reposición entre la bodega y su proveedor.
Si, para controlar el inventario en el CD, se está considerando la variabilidad de los tiempos de reposición del proveedor y se está utilizando
el inventario de escalón (y dentro de éste se está incluyendo el inventario total existente en los PV), entonces debería adoptarse la metodología
de Simchi-Levi et al. (2003); además, esta política, en cualquier caso, es
conservativa porque incrementa el inventario cíclico y el de seguridad. Si
en alguna aplicación práctica, como la mencionada en los párrafos anteriores, por falta de información no se considera la variabilidad del tiempo
de reposición del proveedor en los cálculos, y por ello, en el inventario de
escalón no se incluye el 100% del inventario en los PV, entonces es posible
incluir solamente el tiempo de reposición promedio del proveedor (y no
el tiempo de reposición entre el CD y los PV), pues, de lo contrario, en el
CD se estaría contabilizando doble inventario de seguridad al no descontar
todas las unidades en los PV, y fuera de esto, adicionar el tiempo de reposición entre el CD y los PV. En todo caso, este es un tema que merece
mayor investigación. En este ejemplo se va a adoptar la metodología de
Simchi-Levi et al. (2003).
Para determinar el inventario máximo en el CD, es necesario recordar
que el tiempo de reposición del proveedor es aleatorio y que se trata de
un sistema de control periódico. Por lo tanto, es necesario adaptar las Ec.
(5.32) y (5.33) del capítulo 5 para considerar, tanto la variabilidad de la
381
Carlos Julio Vidal Holguín
demanda, como la del tiempo de reposición. Así, estas ecuaciones se transforman de la siguiente manera:
(8.7)
(8.8)
Obsérvese que se está utilizando el tiempo de reposición de escalón definido por Simchi-Levi et al. (2003) y que los tiempos de reposición de los
PV no afectan la varianza del tiempo de reposición de escalón porque son
constantes; si no lo fueran, se harían algunos supuestos de independencia
entre los tiempos de reposición para transformar la Ec. (8.8). Reemplazando, entonces, los valores dados arriba, se obtiene:
El factor de seguridad para el CD es k = 2,33 para P1 = 99%. Finalmente, el inventario máximo del ítem en el CD se puede calcular como:
La política de control del inventario del ítem en el CD sería revisar su
inventario de “escalón” en el CD cada semana y ordenar una cantidad
igual a 1.460 unidades, menos el inventario de “escalón” al momento de
la revisión. Se ha resaltado la palabra “escalón” en la política anterior, ya
que el inventario de escalón del ítem en el CD viene dado por:
Inventario de escalón del ítem en el CD = Inv. a la mano en el CD
+ Pedidos pendientes por recibir de parte del proveedor + Inv. a la
mano en todos los PV + Cualquier pedido en tránsito hacia los PV
– Inv. comprometido con los clientes que no haya sido aún deducido.
Como el intervalo de revisión es de una semana, y el tiempo de reposición del proveedor difícilmente va a ser mayor que su promedio, más tres
veces su desviación estándar = 0,5 + (3,0 × 0,13) semanas = 0,89 semanas,
entonces en este ejemplo es muy raro que ocurra el evento de que en una
revisión exista un pedido pendiente por entregar de parte del proveedor.
Sin embargo, si esto llegare a ocurrir, el concepto del inventario de escalón
lo controlaría, ya que éste consideraría el pedido que está pendiente por
recibirse.
382
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Como se mencionó anteriormente, dado que en muchas aplicaciones
prácticas es difícil medir y registrar la variabilidad de los tiempos de reposición de los proveedores, no es conveniente descontar el 100% del inventario a la mano en todos los puntos de venta, pues este inventario actúa
como una protección ante la fuente de variabilidad no considerada.
Nótese que es buena idea trabajar con la demanda consolidada para el
CD porque, dada la variabilidad de la demanda en los puntos de venta, es
extremadamente difícil que ocurran altas demandas simultáneamente en
todos ellos. Por lo tanto, en una semana dada, puede que en algunos puntos de venta la demanda se incremente, pero, casi con seguridad, en otros
puntos bajará, lográndose el equilibrio de la consolidación y permitiendo
un adecuado manejo del inventario en toda la cadena.
un sisteMa de control tipo push
Los sistemas tipo push se caracterizan por su información global y decisiones centralizadas. En ellos, normalmente un lugar clave de la cadena
planea los inventarios y los “empuja” hacia otros lugares de la misma, pero
con base en la información global. Estos sistemas han demostrado ser muy
importantes en aquellos casos en los que se manufactura un producto que
no puede ser almacenado en la planta y debe ser enviado de inmediato a
bodegas o a puntos de venta a lo largo de la cadena de abastecimiento. Por
ejemplo, en la producción de atún, una vez se procese éste en la planta,
normalmente se envía hacia los diversos puntos de la cadena de distribución. Igual cosa puede suceder con las cosechas de tomate en los países del
Norte, pues éstas solo ocurren durante tres meses del año y toda la producción debe hacerse en esos meses para enviarse totalmente a los lugares de
almacenamiento y venta. El ejemplo 8.3 ilustra un caso de un sistema de
control tipo push.
Ejemplo 8.3 (Un sistema de control tipo push)
Un importador distribuye electrodomésticos en Colombia desde cuatro
bodegas ubicadas en Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín. En este mes el
importador ha recibido un embarque del exterior de 10.000 computadores.
Debido al largo tiempo de importación, es muy difícil balancear la demanda con el suministro, por lo que el importador despacha hacia las bodegas
todos los computadores que recibe en cada embarque. Así, la asignación
de los computadores a las bodegas se basa en el pronóstico mensual de
demanda y en el nivel de servicio deseado en cada bodega (información
global). Para el próximo mes se dispone de información mostrada en la tabla 8.5. Basado en el pronóstico mensual y su desviación estándar, ¿cómo
deben asignarse los 10.000 computadores a las bodegas?
383
Carlos Julio Vidal Holguín
Tabla 8.5. Información para el problema del sistema push (ejemplo 8.3)
Bodega
Barranquilla
Cali
Bogotá
Medellín
Total
Pronóstico Desviación estándar del
Inventario
a la mano, Ii de demanda pronóstico mensual, σi
[unidades]
mensual, xi
[unidades]
[unidades]
53
750
75
0
1.200
90
193
2.650
165
135
1.775
220
381
6.375
Nivel de
servicio
requerido
P1i [%]
97,5
99,0
97,5
97,5
Lo primero que debe hacerse es calcular los requerimientos totales en
cada bodega, así:
donde ki se determina con base en el nivel de servicio requerido en cada
bodega, P1i, pues pz(ki) = 1 − P1i. Por ejemplo, los requerimientos totales de
la bodega en Barranquilla serían:
Requerimientos totales bodega B/quilla = 750 + (1,96)(75)
= 897 unidades
donde el valor de k1 ha sido tomado de las tablas del apéndice A para pz(k1)
= 1 − P11 = 0,025. Una vez determinados los requerimientos totales de
cada bodega, se determinan los requerimientos netos, teniendo en cuenta
el inventario a la mano en cada una de ellas, así:
Tomando de nuevo la bodega en Barranquilla, se tendría lo siguiente:
Una vez se calculan los requerimientos netos de cada bodega (redondeando al entero superior en caso de ser necesario), se determina si queda
algún exceso por repartir, el cual se asigna proporcionalmente al pronóstico mensual de demanda de cada bodega. La tabla 8.6 muestra los resultados de la asignación.
384
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tabla 8.6. Resultados del sistema push (ejemplo 8.3)
Bodega
Requerim.
totales
[unidades]
Inventario Requerim. Asignación de
a la mano
netos
excesos
[unidades] [unidades]
[unidades]
Despacho
[unidades]
B/quilla
Cali
Bogotá
Medellín
897
1.410
2.974
2.207
53
0
193
135
844
1.410
2.781
2.072
340
545
1.202
806
1.184
1.955
3.983
2.878
Total
7.488
381
7.107
2.893
10.000
Nótese en la tabla 8.6 que la suma de los requerimientos netos de todas
las bodegas es 7.107 unidades y, por lo tanto, queda un sobrante de 10.000
– 7.107 = 2.893 computadores para repartir entre todas las bodegas. Como
la suma de los pronósticos mensuales de todas las bodegas es de 6.375
computadores (ver tabla 8.5), entonces, por ejemplo, a la bodega de Barranquilla, dado que su pronóstico mensual es de 750 computadores, se le
asignarían (750/6.375) × 2.893 = 340 computadores adicionales fuera de
sus requerimientos netos ya calculados. De esta forma se determina cómo
asignar el exceso a cada bodega y, finalmente, el despacho total a enviar a
cada una (tabla 8.6).
Obsérvese que, además de los requerimientos netos de cada bodega, se
envía a cada una un exceso de inventario de acuerdo con su nivel promedio
de demanda, dado por el pronóstico. Por esta razón se denominan a estos
sistemas tipo push, pues el inventario, aunque realmente no se necesita
aún en el lugar de la cadena, se envía anteponiéndose a demandas futuras.
Puede ocurrir que, en lugar de haber un exceso de productos, haya un
defecto. Esto sucede cuando los requerimientos netos totales en la cadena
de abastecimiento superan la cantidad disponible. En estos casos surge la
discusión de cómo asignar lo disponible y existen varias alternativas para
hacerlo. Una de ellas, tal vez la más sencilla pero que produce muy buenos
resultados, es la de asignar lo disponible proporcionalmente al pronóstico
de cada lugar, como se hizo en el ejemplo 8.3 con el exceso de computadores. Una forma, entre otras posibles, puede ser satisfacer los requerimientos del lugar de la cadena que se considere más “importante” y repartir
el sobrante entre los demás. Puede consultarse a Bravo et al. (2007) para
un artículo relacionado con este tema en despachos con limitaciones de
transporte.
Dentro de otro contexto, algunas veces se sugiere este método en la
creación de nuevos puntos de venta, a los cuales se le asigna cierto presupuesto limitado para surtirlos inicialmente. Como un nuevo PV, se compa385
Carlos Julio Vidal Holguín
ra con otros parecidos para efectos de sembrarle su inventario inicial, y así
se tienen algunos pronósticos de referencia y con base en ellos se puede
asignar el presupuesto para repartirlo entre los miles de ítems que el PV
va a manejar.
Silver et al. (1998, pp. 500-503) presentan la generalización del sistema
push ilustrado en el ejemplo 8.3, el cual se describe en la figura 8.5. Obsérvese que el control de inventarios, para determinar órdenes de compra
a proveedores externos, se toma con base en la información global del
inventario del sistema.
Figura 8.5. Un sistema de control de inventarios tipo push
[Fuente: Traducido de Silver et al. (1998), p. 501]
386
Fundamentos de control y gestión de inventarios
el iMpacto de la consolidación de inventarios
Una pregunta que surge en cualquier cadena de abastecimiento es el
número de lugares donde se almacene inventario que deben tenerse. Obviamente esta decisión no depende solamente de los costos de inventario,
ya que entran a jugar un papel fundamental los costos de transporte, los
costos de los sistemas de información, los costos fijos de las instalaciones
y el nivel de respuesta al cliente. Dentro de cierto rango, a mayor número
de centros de distribución, por ejemplo, los costos de transporte se reducen
y el nivel de respuesta al cliente aumenta, pero los niveles de inventario,
los costos fijos de las instalaciones y los costos de información, aumentan.
Por el contrario, al consolidar varios centros de distribución en un número
menor, los costos fijos y el nivel de inventario se disminuyen, pero los costos de transporte y el tiempo de respuesta al cliente, aumentan. Por estas
razones, la decisión de cuántos lugares de almacenamiento mantener en la
red no depende solamente de los costos de inventario, sino, también, de
los otros factores mencionados anteriormente. Este tema forma parte del
área de optimización de cadenas de abastecimiento en cuanto a decisiones
estratégicas se refiere. Una referencia introductoria a este tema es la de
Croxton y Zinn (2005), quienes incluyen los costos de inventario como
un elemento explícito para el diseño de redes; otra más reciente, la cual
demuestra que estos tópicos están en activa investigación, es la de Üster et
al. (2008). Aquí los autores integran, en un modelo matemático, las decisiones de localización de bodegas e inventarios en una cadena de abastecimiento con un proveedor, una bodega intermedia y múltiples detallistas.
Es interesante analizar el efecto que tiene sobre los niveles de inventario de seguridad la consolidación de ítems en la cadena de abastecimiento.
El ejemplo 8.4 ilustra el posible impacto de la agregación o consolidación
de inventarios en la cadena.
Ejemplo 8.4 (Impacto de la agregación de inventarios en la cadena de suministro)
La tabla 8.7 muestra el comportamiento de la demanda de un ítem para
las últimas doce semanas, en tres centros de distribución diferentes donde
es mantenido en inventario. La demanda de este ítem es muy estable en los
tres centros de distribución, lo cual se comprueba al calcular sus respectivos coeficientes de variación en cada lugar donde es almacenado.
Para analizar el efecto de la consolidación, se asume que el ítem se va
a mantener en inventario en un solo CD, que el nivel de servicio en cada
CD es el mismo y que los tiempos de reposición hacia cada CD son semejantes. De esta forma, el inventario de seguridad resulta proporcional a la
desviación estándar de la demanda. Así, se suman las demandas semanales del ítem en los tres lugares, y se recalcula el coeficiente de variación
387
Carlos Julio Vidal Holguín
y la desviación estándar de la demanda consolidada. Se compara, así, la
suma de las desviaciones estándar individuales con la desviación estándar
consolidada, lo que produce un posible ahorro en inventario de seguridad
del 13,38%. Este ahorro puede ser muy bajo comparado con las desventajas que presenta la consolidación en cuanto al aumento de los costos de
transporte y administración para poder atender la demanda en los CD que
no mantengan el inventario del ítem, y con respecto de la disminución del
nivel de respuesta al cliente.
Tabla 8.7. Demanda semanal de un ítem con demanda estable
en tres centros de distribución (ejemplo 8.4)
Semana
C.D. 1
C.D. 2
C.D. 3
1
313
558
423
2
286
539
392
3
261
522
404
4
327
515
380
5
339
534
397
6
293
543
391
7
270
566
384
8
265
511
378
9
245
497
371
10
264
515
388
11
283
531
404
12
340
591
446
Total
3.486
6.422
4.758
Promedio
290,50
535,17
396,50
Desv. Est.
32,24
26,48
20,91
Coef. Var. 11,10%
4,95%
5,27%
Suma de desviaciones estándar individuales:
Porcentaje de ahorro en inventario de
seguridad (%)
Total
1.294
1.217
1.187
1.222
1.270
1.227
1.220
1.154
1.113
1.167
1.218
1.377
14.666
1.222,17
68,98
5,64%
79,63
13,38%
Considérese ahora el caso del ítem mostrado en la tabla 8.8, cuya demanda presenta un comportamiento mucho más errático que el anterior.
Claramente, los efectos que se logran aquí con la consolidación son mucho más significativos, al lograr disminuir notablemente el coeficiente de
variación y producir un ahorro en el inventario de seguridad del ítem del
35,41%. Si esto se replica para muchos ítems, los ahorros en inventarios
de seguridad pueden ser muy importantes para considerar la consolidación
388
Fundamentos de control y gestión de inventarios
como una muy buena alternativa. Chopra y Meindl (2001, p. 198) citan los
ejemplos de Dell Computer, Gateway y Amazon.com como algunas compañías líderes que han logrado ahorros millonarios en costos de inventario
al agregar sus existencias en pocos lugares de la cadena de suministro.
Tabla 8.8. Demanda semanal de un ítem con demanda errática
en tres centros de distribución (ejemplo 8.4)
Semana
C.D. 1
C.D. 2
C.D. 3
1
25
34
5
2
14
76
0
3
120
0
7
4
4
234
0
5
0
8
0
6
35
0
1
7
112
97
3
8
0
140
23
9
7
12
0
10
54
49
4
11
32
0
0
12
114
77
7
Total
517
727
50
Promedio
43,08
60,58
4,17
Desv. Est.
46,43
70,83
6,53
Coef. Var. 107,78% 116,92% 156,82%
Suma de desviaciones estándar individuales:
Porcentaje de ahorro en inventario de
seguridad (%)
Total
64
90
127
238
8
36
212
163
19
107
32
198
1.294
107,83
79,97
74,16%
123,80
35,41%
El nivel de ahorro en inventario de seguridad depende del grado de
independencia de las demandas del ítem en los lugares donde se almacena. Si las demandas están perfectamente correlacionadas, no se consigue
ahorro alguno, ya que la suma de las desviaciones estándar individuales
sería igual a la desviación estándar de la demanda consolidada. Si, por el
contrario, la demanda en regiones geográficas diferentes es independiente
y de tamaño aproximado, entonces el inventario de seguridad se reduce
aproximadamente de acuerdo con la raíz cuadrada del número de instalaciones que se consolidan. Esto se ve claramente al notar que la varianza de
la suma de variables aleatorias independientes (representando las demandas) es igual a la suma de las varianzas individuales.
389
Carlos Julio Vidal Holguín
En la práctica rara vez se presentan los casos extremos de independencia o correlación perfecta y, por lo tanto, se esperan ahorros intermedios
entre los dos extremos. El ejemplo 8.4 anterior ilustra estos casos.
La agregación o consolidación del inventario de un producto en la cadena de abastecimiento puede, con alta probabilidad, disminuir los costos
totales de logística siempre y cuando se cumpla al menos una de las siguientes condiciones:
• El producto tiene alta incertidumbre en la demanda, como se explicó
en el ejemplo 8.4.
• El producto tiene una alta relación valor/peso o valor/volumen, según sea el caso, ya que su inversión en inventario de seguridad es
más costosa.
• Las órdenes de los clientes, en los lugares donde no se guarde el inventario, son grandes, puesto que muchas órdenes pequeñas ocasionarían altos costos de transporte desde el lugar donde se consolidó
el inventario.
Una situación semejante a la mencionada aquí ocurre cuando una empresa estandariza sus productos, aplicando el principio de posposición de
forma, y espera a que la demanda ocurra para adaptarlos a las necesidades particulares de cada cliente, en lugar de mantener inventarios de gran
diversidad de productos en todos los lugares de la cadena (problema No.
4 de los ejercicios 8.1). Esto lo que busca, básicamente, son ahorros en
inventarios de seguridad. Un ejemplo muy conocido de esta situación ocurrió con Hewlett Packard. En forma muy resumida, la empresa mantenía
inventario de impresoras en toda Europa, cada una con especificaciones
muy diferentes debido a la gran variedad de idiomas y otros aspectos. Se
decidió diseñar impresoras estándar que no tuvieran todas las características particulares de cada cliente, consolidarlas en una sola localización y
darle la forma final a cada impresora (lo que se denomina la clientelización del producto) de acuerdo con el comportamiento de la demanda en
cada lugar. Los ahorros obtenidos por esta estrategia fueron millonarios.
Para mayor información al respecto se puede consultar a Lee y Billington
(1992) y a Lee et al. (1993).
Otro aspecto de importancia, en lo que tiene que ver con la localización de inventarios en cadenas de abastecimiento, está muy relacionado,
en adición a la variabilidad de la demanda de los ítems, con su consumo y
rotación. Como regla general, aquellos ítems de alto consumo y rotación,
deberían estar localizados lo más cerca posible del cliente final, por ejemplo, en los puntos de venta. Cuando el consumo y rotación de los ítems
es menor, se recomienda consolidarlos en algunos centros de distribución
desde donde se despachan hacia los clientes finales, como puede ser el
390
Fundamentos de control y gestión de inventarios
caso del ítem de la tabla 8.8. Si el consumo del ítem es muy esporádico,
como en el caso de algunos repuestos de demanda altamente errática, entonces se debe ir más a la izquierda en la cadena y, muy probablemente,
sólo lo mantenga en inventario el fabricante o proveedor del ítem e, incluso, podría ser un ítem de producción sólo bajo pedido del que no se
mantiene inventario alguno.
Wanke (2009) presenta un análisis formal sobre el impacto de la consolidación de inventarios. Este estudio considera inventarios de seguridad
y cíclicos, y relaja los supuestos de demandas no correlacionadas, incertidumbre de los tiempos de reposición y costos relacionados con los inventarios uniformes.
Una notable excepción a lo presentado en esta sección, que merece más
análisis, es la presentada por Chevreux (2010), quien sostiene que tener
“un poco de todo en toda parte” ha demostrado el incremento de ventas y
la reducción de inventarios sin el aumento de costos.
otros sisteMas de control de inventarios
Existen otros sistemas de control conjunto y de control de inventarios
en la cadena de abastecimiento en la práctica. Por ejemplo, se conocen
sistemas híbridos de control, en los cuales se aplica un sistema periódico
(R, S), pero se incluyen también aspectos de control continuo, basados en
ciertas “alarmas” que ayudan al administrador del inventario a tomar decisiones anticipadas al período de revisión, principalmente para ítems clase
A. Estas alarmas pueden estar basadas, por ejemplo, en cierto porcentaje
del inventario de seguridad remanente en inventario, lo cual puede indicar
una ocasión inminente de faltantes. Otros métodos de control de inventarios pueden basarse en técnicas de simulación.
Simulación de inventarios
La simulación es el arte de desarrollar modelos para imitar el funcionamiento de un sistema, a través de programas de computador especializados, con el objeto de predecir su comportamiento bajo diversas condiciones. Las ventajas de simular sistemas de inventarios son las siguientes:
• Se pueden representar con gran precisión distribuciones de demanda
y de tiempos de reposición que no son tratables analíticamente.
• Se puede predecir el comportamiento de diversas políticas de inventarios sin necesidad de experimentar con el sistema mismo.
• La simulación presenta facilidad para controlar condiciones experimentales difíciles de implementar en la realidad, como restricciones
reales del sistema debidas a limitaciones de capital y almacenamiento.
• Mediante la simulación se pueden analizar horizontes de tiempo relativamente largos en tiempos relativamente cortos.
391
Carlos Julio Vidal Holguín
Por otra parte, la simulación también presenta desventajas que deben
ser tenidas en cuenta antes de emprender un estudio. Ellas pueden ser:
• Cada corrida de un modelo de simulación es una muestra aleatoria
de la reacción del sistema bajo las condiciones impuestas. Por lo
tanto, se requieren múltiples corridas para poder establecer intervalos de confianza sobre las variables de interés a través del diseño
experimental. En otras palabras, los modelos de simulación no optimizan, sólo describen el comportamiento del sistema bajo ciertas
condiciones. Por este motivo puede ser muy difícil o, incluso, imposible, encontrar soluciones óptimas de problemas bajo un ambiente
de simulación.
• Normalmente, los modelos de simulación son costosos y consumen
mucho tiempo para su desarrollo.
• Es muy importante tener un alto nivel de confidencia de que los modelos de simulación utilizados son válidos para la toma de decisiones
en el sistema bajo estudio. La validación de un modelo de simulación puede ser excesivamente consumidora de tiempo y esfuerzo.
A pesar de las desventajas anteriores, los modelos de simulación son
una buena alternativa para analizar sistemas de inventarios reales, especialmente cuando las condiciones del sistema sean demasiado variables
o cuando muchos de los supuestos planteados, a lo largo de este libro no se
cumplan. El supuesto de normalidad o de Poisson, por ejemplo, permite un
trabajo analítico relativamente fácil y elegante. Pero si no se cumple, entonces pueden surgir problemas de aplicación de los métodos vistos. Hay también casos en los cuales las políticas de inventarios son tan complejas que
su análisis más adecuado debe hacerse a través de modelos de simulación.
Cuando se simula un sistema de inventarios se prueban varias políticas
de control y se generan estadísticas e indicadores de eficiencia, como niveles de servicio y costo total relevante, de tal forma que se puedan evaluar
las políticas simuladas y definir estadísticamente la mejor de ellas. Ballou
(2004, p. 373) afirma, por ejemplo, que el control de inventarios en cadenas
de abastecimiento es un problema tan complejo que se necesita del uso de
la simulación para su análisis. Menciona la conveniencia de utilizar algunos
paquetes especializados de simulación como Slam, Dynamo y Simscript, u
otros diseñados especialmente para cadenas de abastecimiento tales como
LREPS (Long Range Environmental Planning Simulator) o Pipeline Manager, desarrollado por Arthur Andersen & Company. En la actualidad se está
dando mucha importancia a la simulación de cadenas de abastecimiento.
[ver, por ejemplo, Hicks (1999)]. Algunos paquetes académicos muy conocidos, como el WinQSB, tienen un módulo de inventarios, en el cual se puede
simular los sistemas más comunes de control de inventarios.
392
Fundamentos de control y gestión de inventarios
La simulación en inventarios también se ha desarrollado mediante programas escritos en lenguajes básicos, tales como C y Fortran. Law y Kelton (1991, pp. 75-103), por ejemplo, presentan un ejemplo de simulación
de un sistema de inventarios con demanda aleatoria discreta, con tiempos
entre demandas también aleatorios, con costos de ordenamiento dependientes del tamaño de la orden y con tiempos de reposición con distribución uniforme. Se considera un sistema de control (s, S), incluyendo costos
de faltantes por unidad y por unidad de tiempo. Claramente, el análisis
matemático de un sistema de éstos es extremadamente complejo, sino imposible. A través de programas escritos en C, Fortran y Pascal, se desarrolla un modelo de simulación para este problema, el cual permite evaluar
diversas políticas (s, S) y ofrecer estadísticas para cada una, tales como
el nivel de servicio P1 y el costo total relevante, para así determinar una
“buena” política de control. Banks y Carson (1984, pp. 33-46) presentan
ejemplos adicionales de simulación de sistemas periódicos y del problema
del vendedor de periódicos, e incluyen un capítulo completo que resume
la teoría de inventarios y resalta la importancia de la simulación en casos
analíticamente no tratables.
Por su parte, Chopra y Meindl (2008, pp. 381-382) presentan algunas
ideas y sugerencias para la simulación de inventarios mediante el uso de
hojas electrónicas. Un ejemplo de simulación de inventarios en cadenas de
abastecimiento con hojas electrónicas se puede observar en Sezen y Kitapci (2007). A nivel local, un proyecto en desarrollo de simulación de un
sistema de inventarios de una cadena de abastecimiento con una bodega y
N puntos de venta, puede consultarse en Escallón (2009), quien desarrolla
un modelo de simulación en ProModel®. Otra alternativa interesante de
simulación de inventarios la constituyen las redes de Petri.
Ejercicios 8.1
1. Considere un proceso de producción en serie en dos etapas, en el
cual, en la segunda etapa, se realiza una operación menor que le
agrega poco valor al producto. Específicamente se tiene la siguiente
información:
D = 2.000 unidades/año
v2 = $13.800/unidad
A1 = $46.000
v1 = $11.500/unidad
r = 24% anual
A2 = $23.000
Los subíndices 1 y 2 se refieren a la primera y segunda etapa de
producción, respectivamente. Determine los tamaños de lote Q1 y
Q2 y el valor de n, de acuerdo con la metodología expuesta en este
capítulo. Comente los resultados.
393
Carlos Julio Vidal Holguín
2. Considere el ejemplo 8.3 con todos los datos dados en la tabla 8.5.
a) Si el manejo aduanero tarda una semana después que llega el pedido, y el transporte hacia todas las bodegas tarda una semana
más en completarse, ¿cómo deben asignarse entonces los 10.000
computadores a las cuatro bodegas? (Sugerencia: calcule los requerimiento totales de cada bodega considerando 1,5 meses, o
sea, el intervalo de revisión, más el tiempo de reposición).
b) Suponga que después de un análisis estratégico, se decide cerrar
la bodega de Barranquilla y atender sus clientes desde la bodega de Medellín. Haciendo los supuestos que considere necesario,
replantee el problema y resuélvalo de nuevo, ahora con las tres
bodegas. ¿Qué puede predecir del nivel total de inventario de seguridad antes y después del cierre de la bodega en Barranquilla?
¿Qué información adicional necesita para decidir si ésta es o no
una buena decisión?
3. Un gran distribuidor de medicamentos tiene bodegas en varias ciudades de Colombia, desde donde distribuye localmente. Se está haciendo el análisis para un ítem que presenta demanda considerablemente variable en unas ciudades y en otras errática, para determinar
si debería consolidarse en una sola bodega a nivel nacional, desde
donde se atendería la demanda de todo el país. Cada unidad de este
ítem cuesta $250.000 y la empresa utiliza una tasa r = 30% anual. Se
asume que la demanda mensual en las diferentes ciudades se distribuye normalmente. Cada bodega se provee en forma independiente
desde el mismo proveedor, mediante un sistema de control de inventarios (R, S), con R = 0,5 meses y un nivel de servicio P1 = 0,975. La
información disponible es la siguiente:
Ciudad
Demanda promedio
Mensual (u)
Cali
Bogotá
Medellín
Barranquilla
Pereira
Bucaramanga
1.050
1.740
1.550
380
890
550
394
Desviación
estándar con
base mensual (u)
680
1.220
990
450
750
580
Tiempo
de reposición del
proveedor (días)
3
2
3
4
4
5
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Asuma que la demanda en todas las ciudades es independiente una
de otra y que un mes = 30 días.
a) ¿Cuánto inventario de seguridad en unidades está manteniendo el
distribuidor actualmente?
b) Si se piensa consolidar este ítem en la bodega de Bogotá y se
asume que el tiempo de reposición del proveedor sigue siendo el
mismo, al igual que el nivel de servicio P1, ¿cuánto inventario de
seguridad en unidades será posible ahorrar al tomar esta decisión?
c) Discuta acerca de la información que hace falta para definir si es
o no conveniente tomar la decisión de consolidación en la ciudad
de Bogotá.
4. Tradicionalmente, un fabricante de ropa ha confeccionado las piezas
después de que han sido teñidas con los diferentes colores en los
que se venden. Se considera que se tiene ropa en cuatro colores con
demandas independientes. Cada pieza se vende a $115.000, con un
costo de manufactura de $46.000/pieza. Las piezas que no se venden al final de una temporada de moda, se rematan a un precio de
$23.000/pieza. El proceso de manufactura toma 20 semanas, por lo
que la empresa pronostica las demandas con 20 semanas de anticipación. La demanda de cada uno de los cuatro colores para la temporada se puede considerar independiente de las otras, con distribución
normal con media 1.000 piezas y desviación estándar 500 piezas.
Las decisiones de inventario se han hecho entonces 20 semanas antes de la temporada y se han guardado inventarios de seguridad independientes para cada uno de los cuatro colores. Se está estudiando
la posibilidad de invertir el proceso de producción, de tal forma que
el teñido de las piezas de ropa se pueda posponer después de su
confección. Esto añadiría $4.600/pieza al costo unitario de manufactura, pero permitiría pronosticar con anticipación de 20 semanas
la demanda consolidada de piezas sin teñir, proceso que se realizaría
una vez se conociera la demanda de cada color. Determine, con base
en la utilidad esperada en cada temporada, si se justifica invertir en
el proceso de producción. Básese en las expresiones desarrolladas en
el capítulo 7.
5. Una bodega de materias primas y componentes atiende a tres plantas
productoras. La bodega se provee de varios productores locales. Se
va a analizar el control del inventario de un componente específico.
Los consumos en unidades y algunas estadísticas de este componente en cada planta para las últimas 16 semanas son los siguientes:
395
Carlos Julio Vidal Holguín
Se han estimado, igualmente, los siguientes parámetros relativos al
componente en la bodega y en cada planta:
a) Diseñe un sistema de control de inventarios (s, Q) para la bodega
y para cada planta. Asuma que el tamaño de pedido se va a calcular con base en el EOQ en cada instalación (asuma que 1 año = 52
semanas y que 1 semana = 7 días).
b) Asuma que ante un inminente faltante en la bodega se implementan alternativas de emergencia que lo evitan, las cuales cuestan
$1.000.000 por cada ocasión en la que ocurre. De la misma forma, se pueden evitar faltantes en cada planta por $200.000 por
cada ocasión. Calcule el costo de ordenamiento, el costo de mantenimiento del inventario, el costo de las alternativas de emergencia para evitar la ocurrencia de faltantes y el costo total relevante
CTR (todo en $/año), para la bodega, para cada PV y para toda la
cadena.
396
Fundamentos de control y gestión de inventarios
c) Recalcule el CTR de la cadena si se especifican niveles de servicio P1 = 95% en toda la cadena. Concluya sobre la conveniencia
o no de hacer esto.
6. Una empresa comercial tiene actualmente dos centros de distribución ubicados en Cali y Bogotá, desde donde distribuye a todo el
país. Usted está haciendo un estudio sobre la posible consolidación
de dos ítems en alguno de los CD existentes. Se conoce la siguiente
información de demanda en unidades de cada uno de los ítems en
cada CD:
Ambos ítems se están controlando con un sistema continuo (s, Q) en
cada uno de los CD (tome 1 año = 52 semanas y 1 semana = 7 días).
Se dispone, además, de la siguiente información respecto de cada
ítem en cada CD:
a) Analice la conveniencia de cada una de las siguiente opciones: 1)
consolidar en Cali el inventario del ítem 1 solamente dejando el
ítem 2 en ambas ciudades; 2) consolidar el ítem 2 en Cali solamente dejando el ítem 1 en ambas ciudades; 3) consolidar ambos
397
Carlos Julio Vidal Holguín
ítems en la ciudad de Cali, es decir, sin mantener ítem alguno en
Bogotá. Base su decisión sólo en el CTR2 del sistema de control
de inventarios de los ítems.
b) Repita el literal anterior si la ciudad donde se va a consolidar es
Bogotá.
c) Pruebe otras opciones de consolidación, como, por ejemplo, consolidar el ítem 1 en Cali solamente y el ítem 2 en Bogotá solamente, o al contrario.
d) ¿Qué información falta para poder tomar una decisión definitiva
respecto de la consolidación de los ítems?
7. Diseñe una hoja electrónica para simular un sistema de control de
inventarios (s, Q) con tiempos de reposición aleatorios. El diseño se
hará para una sola localidad (un CD) y un solo ítem con demanda
aleatoria. Aunque su diseño podría incluir cualquier distribución del
tiempo de reposición (LT), se pide hacerlo para la siguiente distribución discreta:
Algunos aspectos importantes que su diseño debería incluir son los
siguientes:
• Se va a utilizar revisión continua, en este caso transaccional diariamente, revisando el inventario al comienzo de cada día.
• La hoja electrónica simula una demanda normal diaria con media
y desviación estándar a especificar por parte del usuario. La variable aleatoria demanda durante el tiempo de reposición debe tener
en cuenta, tanto la variabilidad de la demanda, como la del tiempo
de reposición.
• El inventario inicial del ítem en el CD se debe especificar en la
hoja electrónica.
• Se pide simular 365 días de operación.
398
Fundamentos de control y gestión de inventarios
• Se asume que el tamaño de pedido Q está especificado, que va a
permanecer constante a lo largo de la simulación y que no necesariamente es igual al EOQ. De todas formas, deje la opción de
calcular el EOQ en la hoja electrónica.
• El nivel de servicio P1 va a ser especificado por el usuario y con
este valor la hoja debe calcular el factor k. Igualmente, se deben
calcular el valor esperado y la desviación estándar de la demanda
durante el tiempo de reposición de acuerdo con las Ec. (5.32) y
(5.33) del capítulo 5, y, por ende, el inventario de seguridad requerido y el punto de reorden s de la política de inventarios. Este
valor es el que se compara diariamente con el inventario efectivo
para determinar si debe o no realizarse un pedido por Q unidades.
• Como sugerencia, la hoja debería considerar, al menos, las siguientes columnas:
- Columna de fecha.
- Columna donde se simula la demanda diaria con la distribución normal que se especifique.
- Columna donde se calcula la demanda diaria acumulada hasta
la fecha dada.
- Columnas donde se calculan día a día: el inventario a la mano,
el inventario neto y el inventario efectivo. Recuerde que el
inventario a la mano no puede ser negativo, mientras que el
inventario neto sí. Por lo tanto, la hoja electrónica va a tener
en cuenta órdenes pendientes para suplirlas cuando llegue un
pedido. Una convención que puede utilizarse es que se revisa
el inventario efectivo al final de cada día y si dicho inventario
es menor o igual que el punto de reorden s, entonces se genera
un pedido al comienzo del día siguiente.
- Se pueden utilizar columnas con variables binarias para saber
si se dispara o no un pedido en una fecha dada.
- Recuerde que debe utilizarse la función aleatorio() de Excel™
para generar números uniformes entre 0 y 1 y, con base en éstos, proveer columnas y condicionales para generar la distribución probabilística del tiempo de reposición dada al comienzo
de este ejercicio.
- Una columna que calcule la fecha de recepción de cada pedido
realizado y otra columna que controle los pedidos recibidos. El
manejo de las variables de fecha es clave aquí.
- Una columna donde se acumula el total de unidades recibidas
hasta la fecha para facilitar el cálculo de los tres tipos de inventario (a la mano, neto y efectivo).
399
Carlos Julio Vidal Holguín
- La hoja debe proveer indicadores útiles, tanto teóricos como
de la simulación misma, tales como media y desviación estándar de la demanda diaria (calculada a partir de las demandas
generadas en la simulación); el número de ocasiones en las
que se generan pedidos pendientes (backorders); el número
de unidades en backorder; el fill rate teórico y simulado. Si
lo desea, puede refinar la hoja, proveyendo, por supuesto, la
información necesaria, con el cálculo teórico y simulado del
costo total relevante de la política de control (en $/año).
- Es muy útil diseñar un gráfico que incluya el inventario neto y
el inventario efectivo cada día, lo cual permite observar cada
instancia de la simulación.
lecturas adicionales
CHOPRA y MEINDL (2008): capítulo 10 (pp. 290-293) (Estas páginas complementan
los conceptos de la administración del inventario multi-escalón con demanda determinística); capítulo 11 (pp. 318-329, 332-335) (Estas páginas complementan el análisis
sobre la consolidación de inventarios y la administración de inventarios en cadenas
de abastecimiento).
BALLOU (2004): capítulo 9 (pp. 326-423) (Esta parte de este capítulo es muy útil para
repasar los principales conceptos de control de inventarios, incluyendo algunos aspectos de control de inventario en la cadena de suministro. El capítulo presenta al final
tres casos muy interesantes que integran muchos conceptos, incluyendo un caso sobre
control de inventarios en bancos de sangre).
SIMCHI-LEVI et al. (2003): capítulo 3 (pp. 67-70) (Contiene el tema de tiempo de reposición de escalón, echelon lead time, siendo de los pocos investigadores que tratan
este tópico).
AXSÄTER (2000): capítulo 5 (pp. 115-174) (En este extenso capítulo se analizan sistemas adicionales de inventarios en cadenas de abastecimiento, incluyendo un amplio
análisis del MRP, con los detalles técnicos que caracterizan este investigador).
SILVER et al. (1998): capítulo 12 (pp. 471-531) (Este capítulo complementa todo lo estudiado aquí, especialmente en aquellos casos de ambiente de manufactura. Da, además,
una extensa bibliografía adicional para el tema).
NARASIMHAN et al. (1996): capítulo 8 (pp. 208-249) (Este capítulo recoge los principales aspectos de la administración de inventarios de distribución y presenta un caso
real al final muy interesante en una fábrica de vidrio).
FOGARTY et al. (1994): capítulo 9 (pp. 351-381) (Este capítulo representa una lectura
muy interesante para complementar lo expuesto aquí, especialmente para el sistema
de control de distribución, DRP).
LAW y KELTON (1991): capítulo 1 (pp. 1-132) (La lectura de este capítulo brinda una
excelente introducción a los modelos de simulación en general. Incluye, además, un
ejemplo específico sobre simulación de inventarios que ilustra las principales de esta
técnica en esta área).
400
apéndice a
LA DISTRIBUCIÓN NORMAL
(Fuente: Con base en Silver et al. (1998, pp. 719-724).
Tablas construidas por el autor de este texto.)
la distribución norMal unitaria y sus propiedades
La distribución normal es de suprema importancia en el control de inventarios ya que en la mayoría de las ocasiones constituye un buen modelo
para representar las demandas y los errores del pronóstico. Las principales
funciones de la distribución normal unitaria, y sus propiedades, son las
siguientes:
(A1)
Probabilidad de que la variable z sea mayor o igual a un valor dado k:
(A2)
Propiedades de pz(k):
(A3)
(A4)
Carlos Julio Vidal Holguín
Función Gz(k):
(A5)
Propiedades de Gz(k):
(A6)
(A7)
(A8)
funciones en excel™ para la distribución norMal
Excel™ trae algunas funciones de la distribución normal muy útiles
para el tema de inventarios. Ellas son las siguientes:
1. Dado el valor de k, se pueden encontrar fz(k) y P1 = 1 − pz(k), mediante las funciones 1/RAIZ(2*PI())*EXP(−k*k/2) y DISTR.NORM.
ESTAND(k), respectivamente. Debe tenerse cuidado, ya que esta
última función da el valor de P1 = 1 − pz(k), o sea que si se desea la función pz(k), se debe utilizar la fórmula 1 − DISTR.NORM.
ESTAND(k). Para hallar Gz(k), dado k, se aplica la Ec. (A6), o sea,
. Ejemplo:
2. Dado el valor de P1 = 1 − pz(k), se puede encontrar k, mediante la
función DISTR.NORM.ESTAND.INV(P1). Equivalentemente, si se
da el valor de pz(k), se puede encontrar k mediante la misma fun402
Fundamentos de control y gestión de inventarios
ción con signo negativo, o sea, −DISTR.NORM.ESTAND.INV[pz(k)].
Ejemplo:
3. Para hallar k dado Gz(k), no existe aún una función inversa en Excel™. Entonces debe utilizarse una aproximación con funciones racionales, de la siguiente forma:
Donde:
Y las constantes ai y bj tienen los siguientes valores:
Ejemplo:
403
Carlos Julio Vidal Holguín
404
Fundamentos de control y gestión de inventarios
tablas de las principales funciones de la distribución norMal unitaria
405
Carlos Julio Vidal Holguín
406
Fundamentos de control y gestión de inventarios
407
Carlos Julio Vidal Holguín
408
Fundamentos de control y gestión de inventarios
409
Carlos Julio Vidal Holguín
410
Fundamentos de control y gestión de inventarios
411
Carlos Julio Vidal Holguín
412
apéndice b
RESUMEN SOBRE PRONÓSTICOS DE DEMANDA
Tema
Clasificación
ABC
Principales aplicaciones
•
•
Factores de
importancia
para el diseño
de sistemas
de control de
inventarios
•
•
•
•
•
•
Observaciones
Identificación de ítems clase A
(mayor concentración de esfuerzo de
administración y control)
Identificación de ítems obsoletos (últimos
ítems clase C), factibles de eliminar del
sistema
Si existen demasiados
ítems, es probable
incluir otras
clasificaciones como
AA y AAA (los ítems
más importantes de
todos) y D (los últimos
ítems clase C). Los
ítems nuevos deberían
tener otra clasificación,
por ejemplo N
inicialmente, y luego
deben reclasificarse.
Valor de cada ítem v
Tasa de costo de mantenimiento del
inventario r
Costo de alistamiento u ordenamiento A
Costo de faltantes de inventario (B1, B2 o
B3)
Tiempo de reposición o Lead Time L
Tipo y patrón de demanda
Los principales
patrones de demanda
son los siguientes:
• Perpetua, uniforme
o estacionaria
(se mantiene el
promedio a lo largo
del tiempo)
• Con tendencia
(creciente o
decreciente)
• Estacional
• Errática
• Combinada
Carlos Julio Vidal Holguín
Tema
Observaciones
Principales aplicaciones
Tipos de sistemas
de pronósticos
•
•
•
•
•
Cualitativos
Series de tiempo (estadísticos)
Causales
Simulación
Sistemas combinados
Se recomienda,
en cuanto sea
posible, utilizar
una combinación
de sistemas de
pronósticos, siendo
la más común la de
series de tiempo con
sistemas cualitativos
(como el análisis de
promociones)
Ambiente general
de un sistema de
pronósticos
•
•
Los pronósticos “siempre” estarán errados.
Por lo tanto, es importante sacar el máximo
provecho de los errores del pronóstico, a
través de la intervención humana.
Es primordial distinguir entre los
pronósticos estadísticos que siguen
la “tendencia” de la demanda, y los
verdaderos pronósticos de “demanda” que
estiman los límites de las demandas futuras
con cierto nivel de confianza especificado
por el usuario.
Es fundamental
utilizar un sistema de
pronósticos acorde con
el patrón de demanda.
Es un error muy común
en la práctica, por
ejemplo, aplicar un
sistema de pronósticos
de promedio móvil
simple a un patrón de
demanda creciente o
decreciente.
•
Elementos
de tiempo de
un sistema de
pronósticos
•
•
•
El período base del pronóstico
El horizonte del pronóstico
El intervalo del pronóstico
Normalmente, la
actualización del
pronóstico (intervalo)
coincide con el período
base del mismo
Fuentes de
imprecisión de
los pronósticos
•
•
Datos poco confiables
Utilización de datos de ventas en lugar de
demanda
Sesgos (modelo equivocado para el patrón
de demanda o demasiada influencia
subjetiva en el pronóstico)
Poca velocidad de respuesta al cambio
(valor alto de N en promedio móvil, o valor
bajo de la constante de suavización α en
suavización exponencial simple y doble)
Comportamiento de los proveedores (o del
sistema de producción)
Selección del período base del pronóstico
La negación de los sistemas de pronósticos
y la resistencia al cambio de las personas
La falta de información de hechos
importantes para el pronóstico, como en el
caso de promociones y campañas de ventas
El efecto látigo en cadenas de
abastecimiento
•
•
•
•
•
•
•
•
414
Se sugiere analizar
a fondo cada
posible fuente
de imprecisión
del sistema de
pronósticos y tratar
de eliminarla o
minimizarla.
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tema
Formas de medir
los errores del
pronóstico para
“un solo período”
Se debe ser cuidadoso
en los casos de
demandas erráticas o de
promedios de demanda
cercanos a cero con la
medida porcentual del
error de pronóstico, por
posible inestabilidad
numérica, ya que se
estaría dividiendo por
valores cercanos a cero.
•
MAD = Desviación absoluta media (Mean
Absolute Deviation) = Promedio de los
errores absolutos sobre un número de
períodos definido por el usuario
•
•
ECM = Error cuadrático medio (Mean
Square Error) = Promedio de los errores
cuadráticos sobre un número de períodos
definido por el usuario
•
•
MAPE = Desviación absoluta porcentual
media (Mean Absolute Percentage Error) =
Promedio de los errores porcentuales sobre
un número de períodos definido por el
usuario (pueden ser referidos a la demanda
observada o al pronóstico)
•
•
•
•
Formas de
medir los errores
del pronóstico
en forma
“agregada”
Observaciones
Principales aplicaciones
Error del pronóstico = Demanda real −
Pronóstico de demanda (generalmente,
hecho un período antes)
Error absoluto = Valor absoluto del error
del pronóstico
Error cuadrático = Cuadrado del error del
pronóstico
Error porcentual (1) = Valor absoluto de
(Error del pronóstico / Demanda)
Error porcentual (2) = Valor absoluto de
(Error del pronóstico / Pronóstico)
•
•
415
Se sugiere tomar,
al menos, el 40%
de la historia para
calcular la MAD o
el ECM.
Un sistema de
pronósticos se
comporta mejor
entre menor sea la
MAD, el ECM o la
MAPE (se puede
utilizar uno u otro.
Sin embargo, se
sugiere utilizar
el ECM, a menos
que la normalidad
de los errores del
pronóstico esté
garantizada).
La MAPE es muy
utilizada en la
industria por los
planeadores de
demanda.
Carlos Julio Vidal Holguín
Tema
Selección del
sistema de
pronósticos y
simulación de
pronósticos
Principales aplicaciones
•
•
•
Sistema de
pronósticos de
promedio móvil
•
•
•
Sistema de
pronósticos de
suavización
exponencial
simple
•
•
•
Observaciones
Si se dispone de suficientes datos de
demanda, la historia se divide en dos
partes: una se usa para inicializar el sistema
de pronósticos, y la otra, para simular los
pronósticos y observar cuál hubiera sido
su comportamiento si dicho sistema se
hubiere implementado en ese momento.
Esto es válido para cualquier sistema de
pronósticos que se utilice.
A continuación se debe encontrar el valor
o valores óptimos de los parámetros del
sistema de pronósticos (por ejemplo, el Nópt
en promedio móvil y el αópt en suavización
exponencial).
Una vez se seleccione el sistema de
pronósticos, se puede utilizar en tiempo
real y se le debe hacer un seguimiento
continuo para la posible re-optimización
de parámetros y/o el cambio de modelo
si la demanda cambia su patrón de
comportamiento.
Se sugiere utilizar el
60% de la historia
para inicializar el
pronóstico, y el 40%
restante para simular.
Por ejemplo, si se
dispone de tres años
de demanda mensual,
entonces se pueden
tomar 0,6 × 36 = 22
datos mensuales para
inicialización y 14
datos mensuales para
simulación.
Aplicable a patrones de demanda perpetua
o uniforme
El pronóstico estadístico se calcula como
el promedio de los últimos N datos de
demanda
Entre más pequeño sea N, el sistema
responde más rápidamente a posibles
cambios de demanda, pero el error del
pronóstico puede aumentar.
Se recomienda hallar
el N óptimo para cada
ítem, variando N entre
6 y 20 períodos.
Aplicable a patrones de demanda perpetua
o uniforme
El pronóstico estadístico se calcula como α
veces la demanda del último período + (1 −
α) veces el pronóstico del período anterior
Entre mayor sea α, el sistema responde
más rápidamente a posibles cambios de
demanda, pero el error del pronóstico
puede aumentar.
Se recomienda hallar
el α óptimo para cada
ítem, variando α entre
0,01 y 0,30.
416
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tema
•
Sistema de
pronósticos de
Winters
(Multiplicativo o
aditivo)
•
Sistema de
pronósticos de
Croston
•
•
•
•
•
•
•
Sistema de
pronósticos
Arima
Observaciones
Principales aplicaciones
Sistema de
pronósticos de
suavización
exponencial
doble
•
Aplicable a patrones de demanda con
tendencia (creciente o decreciente)
El pronóstico estadístico se calcula con
base en dos parámetros inicialmente
estimados por medio de regresión lineal
Entre mayor sea α, el sistema responde
más rápidamente a posibles cambios de
demanda, pero el error del pronóstico
puede aumentar.
•
Aplicable a patrones de demanda
estacional con o sin tendencia
El pronóstico estadístico se calcula con
base en tres parámetros inicialmente
estimados a partir de datos históricos
En este caso, el sistema utiliza tres
constantes de suavización, α, β y γ.
Las tres constantes de
suavización pueden
variar entre 0 y 1. Si se
va a utilizar el solver
de Excel™ para hallar
los valores óptimos de
estas constantes, deben
probarse varios puntos
de partida para tratar de
determinar el óptimo
global.
Aplicable a patrones de demanda errática o
intermitente
El pronóstico estadístico se calcula con
base en la estimación del valor esperado del
número de períodos entre ocurrencias de
demanda y el valor suavizado de los picos
de demanda
En este caso el sistema utiliza una constante
de suavización, α.
Se recomienda hallar el
α óptimo para cada ítem
con demanda errática,
variando α entre 0 y
1. Este método puede
funcionar mejor que los
demás métodos para
demandas erráticas e
intermitentes.
Aplicables a demandas altamente
correlacionadas
Puede explotar
correlaciones entre
demandas, si éstas
existen, para mejorar
los pronósticos. Su
desventaja radica
en el gran número
de datos necesarios
y en la necesidad
de utilizar software
especializado para su
implementación.
417
•
Se recomienda
hallar el α óptimo
para cada ítem,
variando α entre
0,01 y 0,30.
En algunos textos
este método se
presenta con dos
constantes de
suavización, lo que
lo hace un poco
más complejo de
manejar.
Carlos Julio Vidal Holguín
Tema
Principales aplicaciones
Observaciones
Métodos de
pronósticos autoadaptivos
•
Combinaciones
de pronósticos
Se ha encontrado que la combinación de
pronósticos, con base en, por ejemplo, el
promedio simple de varios pronósticos
obtenidos de diversos sistemas adecuados para
el caso bajo estudio, se comporta mejor que
cada uno de los sistemas en forma individual.
Es una alternativa viable y muy poderosa.
Se pueden explorar
diversos tipos de
combinación, como
la combinación
lineal convexa. Los
parámetros de cada
método que se combine
ya deberían ser los
óptimos.
Pronósticos de
demanda de
ítems nuevos
Este es uno de los temas más complejos. El
sistema de promedio móvil progresivo, el
cual asume demanda de Poisson, se comporta
satisfactoriamente en el caso de medicamentos
nuevos (ver capítulo 3).
Dentro de los ítems
nuevos se clasifican
los productos de corto
ciclo de vida y las
promociones.
Cálculo de
inventarios de
seguridad (IS)
•
•
•
Aplicables a demandas con tendencia
cambiante o con cambios bruscos de
tendencia
En cada período se modifica la constante de
suavización α, haciéndola igual a la señal
de rastreo, lo cual puede hacer al pronóstico
más responsivo. Pueden existir diferentes
versiones de estos sistemas (ver “Señales
de rastreo” más adelante)
No han demostrado
ser superiores a los
métodos tradicionales
donde se mantiene el
valor de la constante de
suavización α estable
durante cierto número
de períodos y luego se
re-optimiza.
Dependen del sistema de control de
• Si el tiempo de
inventarios utilizado (continuo o periódico).
reposición es
Se pueden calcular mediante las
aleatorio, deben
siguientes expresiones (tiempo
utilizarse otras
de reposición constante):
expresiones (ver
capítulo 5).
• Para la suavización
exponencial doble
se cuenta con una
fórmula más precisa
para estimar a σL,
la cual depende de
α (ver “pronósticos
acumulados” más
adelante).
418
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tema
Estimación de
la desviación
estándar e
intervalos de
confianza para la
demanda
Observaciones
Principales aplicaciones
•
La desviación estándar de los errores del
pronóstico puede estimarse a partir de la
MAD o del ECM, a través de las siguientes
expresiones:
•
Se puede generar un intervalo de confianza
de la demanda a través de la expresión:
,
donde:
d = Pronóstico estadístico de demanda
periódica
L = Número de períodos para los cuales se
desea generar el intervalo de confianza
k = Factor de seguridad que depende del
nivel de confianza con que se desee el
intervalo
• El intervalo de confianza se puede definir
como el pronóstico de demanda y puede
utilizarse para planeación.
Errores
suavizados y
señales de rastreo
•
•
•
•
Otra forma de estimar el error del
pronóstico, la MAD y el ECM, es a través
de los errores suavizados, los cuales se
actualizan en cada intervalo del pronóstico.
Así, se puede estimar la desviación estándar
dinámicamente.
La señal de rastreo le permite al usuario
identificar cuándo el sistema de pronósticos
está fallando y así establecer los correctivos
del caso (reoptimización o redefinición de
la constante de suavización α).
Cuando dos o más señales de rastreo
sucesivas sobrepasan un valor límite
establecido por el usuario (0,4 – 0,6),
entonces debe re-optimizarse o aumentarse
el valor de α (ver capítulo 3).
419
• Los valores de k
pueden escogerse
de acuerdo con
la distribución
normal, a saber
(recuerde que debe
tener en cuenta
si el intervalo de
confianza es de dos
o de un solo lado):
Nivel de confianza
(%) k
90,0
1,28
95,0
1,65
97,5
1,96
99,0
2,33
99,5
2,58
99,9
3,10
• No se recomiendan
valores de k
inferiores a 1,65.
Este factor puede
variar de un ítem a
otro.
•
•
Es necesario
estimar valores
de inicio de los
errores suavizados,
principalmente a
través de regresión
lineal.
En los métodos
auto-adaptivos, la
señal de rastreo
se hace igual a
la constante de
suavización α
en cada período.
Pueden existir
otras formas de
definir la constante
de suavización en
cada período.
Carlos Julio Vidal Holguín
Tema
Control de datos
atípicos (Outliers)
•
Pronósticos
acumulados
Observaciones
Principales aplicaciones
•
•
•
•
•
Un dato atípico de demanda (outlier) se
presenta cuando ésta es extremadamente
grande o extremadamente pequeña
comparada con su promedio histórico.
No es fácil identificar un dato atípico de
demanda, ya que debe definirse qué es
“extremadamente grande o pequeño”.
Existe, sin embargo, un método estadístico
para hacerlo, bien sea si el outlier aparece
en los datos de inicialización del pronóstico
o en el pronóstico que se hace en tiempo
real (ver wcapítulo 3).
•
Cuando se requiere estimar la demanda
para L períodos adelante, deberían
utilizarse las fórmulas de pronósticos
acumulados (ver problema No. 3 de los
ejercicios 3.6, capítulo 3).
La desviación estándar de los pronósticos
acumulados aumenta a medida que el
horizonte del pronóstico aumenta y
para valores de α grandes (cercanos a
0,30). Recuerde que los pronósticos para
horizontes de tiempo largos siempre
presentan una mayor variabilidad.
Para valores de α pequeños (menores o
iguales que 0,1), la fórmula del pronóstico
acumulado es equivalente a la fórmula
presentada arriba para la estimación del
intervalo de confianza de la demanda.
Es recomendable actualizar dinámicamente
los pronósticos acumulados a medida
que se van conociendo nuevos datos de
demanda.
•
420
•
•
Cuando se
identifica un dato
atípico, no debería
considerarse para
el pronóstico,
luego debería
reemplazarse,
por ejemplo,
por el promedio
histórico de
demanda que venía
presentándose.
Los outliers no
deben borrarse
automáticamente,
ya que podrían
representar
verdaderos
cambios de
tendencia de
demanda. Deben
analizarse a
fondo en forma
individual.
Las fórmulas que
se presentan en el
texto son válidas
para sistemas
de pronósticos
de suavización
exponencial doble.
Para promedio
móvil y
suavización simple,
el pronóstico para
cualquier período
adelante es igual
al pronóstico
para un período
adelante y, por lo
tanto, el pronóstico
acumulado es el
producto de éste
por el número de
períodos que se
quiera pronosticar.
Esto es válido
debido al patrón de
demanda estable
subyacente.
Fundamentos de control y gestión de inventarios
Tema
Comentarios
adicionales
Observaciones
Principales aplicaciones
•
Se puede utilizar un modelo de mayor nivel,
como el método multiplicativo de Winters
para un patrón de demanda de menor nivel,
por ejemplo un patrón de demanda estable,
ya que el modelo subyacente del primer
método es más general e incluye al modelo
subyacente del segundo método como
un caso particular. Sin embargo, de ser
posible, se recomienda utilizar el sistema de
pronósticos preciso que mejor se adapte al
patrón de demanda, ya que se ha encontrado
que tiene un mejor desempeño.
• Para el caso de demanda combinada, por
ejemplo, estable para unos períodos y
estacional para otros, se recomienda utilizar
dos sistemas de pronósticos de demanda
independiente, adaptados a su patrón de
demanda respectivo.
• El intervalo de confianza de la demanda
puede determinarse en cada período T en
forma dinámica, con base en los errores
suavizados. En este caso se podría utilizar
la fórmula:
,
donde ECMS(T) es el error cuadrático
medio suavizado correspondiente al período
T. Recuerde que k debe seleccionarse
adecuadamente teniendo en cuenta que se
trata de un intervalo de confianza de dos
lados.
421
Si el patrón combina
demanda estable
con picos periódicos
(por ejemplo, un
pico estacional que
sólo ocurre en el mes
de diciembre), se
pueden independizar
los dos patrones y
utilizar suavización
exponencial doble
para cada uno de
ellos. Esto podría
utilizarse también
para el pronóstico de
promociones, aunque
ellas no ocurran en
forma estrictamente
estacional.
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EN LA EDICIÓN IMPRESA
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