Combate la desinformación: pensamiento crítico desde la infancia

 “Los dos pilares de la construcción social son la educación y la información, porque el saber nos permite elegir”. Rosa María Calaf, periodista.


El pensamiento crítico es una habilidad que nos permite discernir entre la información que recibimos. Es tan esencial que nos ayuda a formar un juicio propio y, con base en ello, a tomar mejores decisiones.


¿Lo podemos desarrollar? Sí. ¿A cualquier edad? También. Pero empecemos por reconocer que el bombardeo de información dificulta identificar qué es verdad, qué es mentira y sobre todo, cómo es que llegamos a prestarle atención. 


Empecemos por la técnica que desarrolló Michael Caulfield, experto en alfabetización digital en la Washington State University, para ayudar a jóvenes y a adultos a identificar fake news y profundizar en lo que consumimos: 


1. Identificar la fuente. Existen muchas páginas web que tienen por objeto hacerte dudar de lo que ya conoces ocultando que se trata de medios polarizados, como pudiera ser un website antivacunas, racista, etc. Ahí radica la importancia de conocer la fuente antes de hacer cualquier análisis. 

2. Aplica el Método SIFT, que por sus siglas en inglés es: 

  • Para de leer.
  • Investiga la fuente.
  • Busca una cobertura más fiable. 
  • Investiga el contexto original, sobre todo en el caso de fotos, videos o citas.


Se trata de hacer una lectura horizontal, es decir, en lugar de leer verticalmente la página que tenemos abierta, debemos abrir una pestaña para indagar sobre el creador del contenido que estamos consultando, pero también para tener un escenario completo.



Foto: Andrea Piacquadio en Pexels



3.   No te dejes llevar por las dudas. Para Caulfield el gran riesgo es llegar a creer que nadie dice la verdad, para contrarrestarlo deberíamos tener siempre fresca la pregunta original y pensar quién, en un mundo ideal, podría contestarla. De esta forma se evita caer en opiniones personales, mensajes sin contexto, fuentes polarizadas, grupos tendenciosos, etc.


4.   Privilegia la reputación. Como consumidores de información ¿en quién confiamos?


5.   Los jóvenes no están identificando la información sesgada. La consecuencia es que ésta es replicada.


6.   Observa el contexto. Podríamos encontrar websites que usan lenguaje que pudiera parecer serio o que pudieran verse confiables cuando no lo son, por eso es nuestro trabajo poner en contexto toda la información que nos llega tomando en cuenta los puntos anteriores. 


Lo anterior funciona para jóvenes y adultos con la práctica, pero despertar esta reflexión en los niños también es posible, te damos algunas sugerencias que puedes ir adaptando a su edad:


  • Déjalos decidir con autonomía.
  • Anímalos a hacer preguntas.
  • Enséñales a diferenciar lo importante de lo secundario. 
  • Acostúmbralos a identificar pros y contras de las situaciones. 
  • Encuentra un tema de su interés para empezar a hacer preguntas, suposiciones, contrastes, etc.
  • Toma noticias de la vida diaria para generar debates y opiniones.  
  • Dales la oportunidad de que se adentren en los problemas cotidianos, que los entiendan y que propongan soluciones. 


Con esto en cuenta, tenemos las herramientas para formar niños con criterio propio y desarrollar habilidades críticas en los  jóvenes y en nosotros mismos para no caer en fake news ni en contenidos que nos pongan en riesgo. 


Fuente: Cómo enseñar a combatir la desinformación: Menos pensamiento crítico y más saber qué miras. Jordi Pérez Colmé. El País. Abril, 2021.

How to Deal With a Crisis of Misinformation. New York Times. Octubre 2020

El pensamiento crítico en los niños. Marisa Alonso Santamaría. Guía Infantil. Febrero 2021.


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