Señor Director:

En relación a la columna Retrato Hereje, titulada El PES y el enjambre electoral, en la que su colaborador Roberto Rock realiza afirmaciones poco certeras, estimo necesario precisar algunas de ellas.

-En relación a que el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, Presidente del Tribunal Electoral, encontró un “desorden administrativo, una rebatinga de posiciones entre los magistrados del Pleno y un lamentable caos en las tareas de las salas regionales”, asumo, por la redacción del texto, que se refiere al resultado de mi gestión como Presidenta del Tribunal.

Sobre este particular debo señalar que, en cumplimiento de mi encargo como Presidenta y como Magistrada de la Sala Superior, he apostado siempre por la transparencia y he entregado cuentas claras. Todas las decisiones administrativas y de gestión en el marco de las facultades de la Presidencia fueron tomadas en estricto apego al marco normativo, con responsabilidad y ética.

Es importante señalar también que desde el inicio de la nueva integración de la Sala Superior se acordó, de manera unánime, que cada integrante del Pleno asumirá la organización y la conducción de una o más áreas del Tribunal. Siempre he respaldado la gestión colegiada, reconociendo las aportaciones de mis pares, y asegurándome en todo momento que los proyectos emprendidos y las decisiones tomadas resulten en beneficio para la institución y para la ciudadanía.

Las Salas Regionales del Tribunal han demostrado en el proceso electoral 2018 su capacidad para resolver todos los asuntos en tiempo y con apego a derecho.

He asegurado públicamente en repetidas ocasiones, y sostengo nuevamente, que el ejercicio de recursos públicos y las decisiones administrativas ejecutadas durante el periodo en el que fui Presidenta del Tribunal pueden ser revisados y auditados en cualquier momento.

Las razones que formulé con motivo de mi renuncia a la Presidencia del Tribunal son públicas y las reitero.

-Sin detrimento de la relación personal y de trabajo que tengo con todos los integrantes de la Sala Superior, debo precisar que el mandato de una jueza constitucional no conoce de “mancuernas” o alianzas personales o de grupo. Mis opiniones judiciales podrán coincidir o no con las de mis colegas que integran la Sala Superior, pero la búsqueda de estas coincidencias no es y nunca ha sido la razón de mis posiciones.

Asimismo, mis argumentos y votos son públicos, abiertos al análisis y al debate. Mis decisiones jurisdiccionales han sido, son y serán siempre argumentadas y sustentadas en el Derecho. Lo cierto es que las sostengo en estricto apego al texto constitucional, y que reflejan mi compromiso con la protección del Estado de derecho como fundamento de la democracia.

Como le comenté en una comunicación previa: “Refrendo mi compromiso con la transparencia y la ética. Todas mis acciones administrativas y decisiones jurisdiccionales en mi carácter de servidora pública han estado y están abiertas al más estricto escrutinio público”.

Janine Otálora Malassis

Magistrada de la Sala Superior

Señor Director:

Me refiero a la columna Retrato Hereje, en la cual su autor, el periodista Roberto Rock, expresa diversas consideraciones respecto del asunto relacionado con la pérdida del registro del Partido Encuentro Social.

El columnista refiere, sin decir quién, que alguien me atribuye la filtración de un anteproyecto de sentencia. Quien sea que le haya dicho tal cosa, le dio una información falsa.

En casi seis años como juez electoral, no existe precedente que me vincule a ningún tipo de “cálculos”, como menciona el autor, para lograr sumar o restar las visiones jurídicas de otros juzgadores. Votar en cualquier sentido es una decisión personalísima en el ejercicio de nuestra responsabilidad constitucional. No pocas veces, mi voto en el pleno del TEPJF ha estado del lado minoritario, lo cual no representa otra cosa que un ejercicio deliberativo del órgano colegiado.

Contrario a lo referido en el texto, las diferencias de criterio jurídico no son signo de rivalidades, sino de independencia y respeto a las razones de los integrantes de un colegiado para tomar sus decisiones. Son precisamente la independencia y los argumentos de los integrantes de una instancia judicial lo que propicia la confianza pública en sus decisiones.

Reyes Rodríguez Mondragón

Magistrado de la Sala Superior

Respuesta del columnista:

Señor Director:

Tengo registro de que los magistrados electorales Janine Otálora y Reyes Rodríguez Mondragón, aludidos en mi reciente colaboración, ostentan altas credenciales en su materia, acaso entre las mayores en el tribunal. Pero estoy convencido de que ese foro ha estado al centro de rejuegos que se nutren de los legítimos apetitos políticos y profesionales de sus integrantes. Ello ha sido aireado públicamente en estas mismas páginas y en las de otros medios. Negar las evidencias me parece un ejercicio ocioso. Difundir públicamente un proyecto de sentencia sin acuerdo del pleno del tribunal es una irregularidad grave. Entiendo que el magistrado Rodríguez Mondragón rechace estar implicado en este hecho. Le asiste el pleno derecho de desmentir mi columna. Yo defiendo el principio de que las fuentes confidenciales del periodista son una herramienta mediante la cual se pone en el tapete público información que de otra manera sería de imposible acceso para el ciudadano. En este caso, confirmo mi confianza en la fuente que nutrió mi columna, la cual echó mano entre otros argumentos, de la trayectoria profesional del citado magistrado en la ciudad sede del periódico en donde se publicó la filtración, lo mismo que su conocida relación personal con directivos del propio medio.

Roberto Rock

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