SAN FELICES
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SAN FELICES
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Al NE de la provincia de Soria, en un entrante a la Rioja Baja. 54 km. lo separan de Soria y 14 km.de Agreda, a cuya Tierra y Concordia de la Virgen de los Milagros, pertenece.
940 m. De altitud sobre el nivel del mar.
400 m. Sobre el valle del Río Alhama.
Población: 61 habitantes en invierno. En verano, bastantes más.
Se trata de un pueblo encastillado en la ladera de "Los Molares" y "El Castellar" ambos rascacielos arqueológicos.
ACCESO: Desde Soria N-122 hasta Matalebreras, desde aquí comarcal A San Pedro Manrique y en Castilruiz Comarcal Castilruiz- Aguilar del Río Alhama.
De la geografía y arqueología sanfeliceña se han ocupado el Decano de los geógrafos españoles Dr. D. Pedro Chico y Rello y los arqueólogos Tudela y Taracena. Más recientemente el fallecido Argente Oliver.
EL PAISAJE -MIRADOR AL INFINITO-
El marco en que está asentado San Felices, dominando la quebrada que lleva al desfiladero imponente del Río Alhama, entre las estribaciones del pico Pégado y las cresterías de la Sierra de Alcarama, es excepcional. El cordal receso que se simboliza en "El Tosco", roca descarnada que desafía la gravedad, cabe el imponente "Castellar" - yacimiento prehistórico atado entre los siglos IV y V a. De C. Que. Según Saavedra y Taracena, estuvo habitado con continuidad desde la primera Edad de Hierro hasta el comienzo de la época visigoda y que a modo de espinazo corta la hendidura de la quebrada mayor en un alarde de equilibrio natural.
La maravillosa balconada de la plataforma rocosa en que se asienta la Iglesia rural, recoleta y acogedora de San Pedro Apóstol y que da cobijo a una de las imágenes de Cristo Crucificado con expresión serena a la par que dramática más relevantes de nuestra imaginería local, magnífica talla de escuela posiblemente de fines del XVII o principios del XVIII.
Desde el escorzo -atalaya de la Iglesia parroquial se dominan los horizontes en profundidad, desde Cigudosa a Valdemadera, éste ya en la vecina Rioja; desde la erosionada Sierra de Alcarama hasta las agrestes de Cabezas y Atalayas Viejas; y en horizontes inmediatos huertos en terrazas o paredones que escalonan la bajada de la meseta hacia los valles, hacia la Rioja Baja con unas frutas y hortalizas, exquisitas. Las frondosas hileras de nogales que permanecen a orillas del río tienen su razón de ser: Cuenta la tradición que todo sanfeliceño que contraía matrimonio estaba obligado a plantar uno, así que San Felices alberga tantos nogales como amores correspondidos o concertados.
San Felices, con una arquitectura rural con edificaciones a base de lajas planas de piedra, con unas calles hoy día solo parcialmente empedradas, trazadas con un urbanismo árabe, ú último confín de Soria hacia la Rioja Baja, merece la pena que se haga un esfuerzo para la conservación de sus usos y hábitat tradicionales, de sus calles, de sus casas típicas, de sus placitas encantadoras. Pensemos que una de las puertas de entrada en nuestra provincia desde el valle del Ebro es San Felices.
También en este impresionante pueblo soriano ha dejado su huella a nivel de zarpazo, la emigración.
Hace 50 años en San Felices vivían 770 habitantes que incluso se podían permitir el lujo de contar con dos escuelas, una de chicos y otra de chicas. Después se convirtieron en una. Luego se juntaron los alumnos en una sola clase hasta que la escuela cerró sus puertas hace poco más de 11 años.
LA LEYENDA DEL CRISTO DEL CONSUELO
No deja de ser tan original como encantadora la leyenda sobre su patrono, el Stmo. Cristo del Consuelo, bellísima escultura restaurada hace pocos años y que no se procesiona: Aquí llegó, en tiempos de los que no hay memoria, digamos por nuestra cuenta que el siglo XVII, un pobre desvalido y mendicante, que llamaba a las puertas "Ave María Purísima. Una limosna por Dios".. y la gente lo socorría como era menester. Y no sé qué gracia debió hacerle la gente de San Pedro de San Felices, que así dicen que se llamaba entonces la población que le avisó al corregidor y a los alguaciles que pretendía dejar en tan hermoso lugar una RELIQUIA DE SU PASO. Y puso unas condiciones:
La primera que lo tuvieran encerrado con llave echada y en casa sin gente. La segunda que le arrimaran cada día su condumio por la gatera de la puerta. La tercera que nadie lo llamara y a nadie se dijera si vinieran a buscarlo, dando señas de su paradero, y la última que San Pedro de San Felices, de todo ello, habría de medrar. El corregidor, los alguaciles, los mayordomos de San Sebastián y de San Félix y el común de vecinos se hicieron solidarios en el trato, y llegó el día en que el condumio se quedó en donde lo pusieron. El pobre no lo había retirado como de costumbre. Se corrió la voz de que habría muerto. Se echó mano a la llave que la tenía bien alzada el señor cura y se rebuscó la casona, sin hallar rastro del pobre, ni muerto ni vivo. Lo que sí hallaron fue este Cristo bendigo del Consuelo, tal cual usted lo ve ahora, sólo que allí, entre astillas, cortezas de árbol y recortes de la leña. Un hacho y una azuela. Se había esfumado el pobre y había una halladura bien distinta: esa maravillosa estatua del Santo Cristo, que, sin que nadie sepa porqué y cómo, dejaba de reliquia a nuestro pueble aquel pobre mendicante.
CUATROCIENTOS AÑOS DE LA COFRADIA
San Felices se prepara a un solemne ceremonial en homenaje al Santísimo Cristo del Consuelo y al "cristillo", imagen que suple al del retablo de nicho atrebolado en las procesiones, y a los cofrades de siempre de su histórica hermandad, en cuyas constituciones traía la obligación de entierro a su cuenta de los cofrades que murieran en el pueblo y hasta dos leguas de sus contornos.
Van a cumplirse en septiembre los 400 años de constitución de la Cofradía del Stmo. Cristo del Consuelo y del glorioso señor San Felices de este lugar; libros y constituciones que aún se remontan a 1.508. En 1590 hay una referencia de visita pastoral del eminentísimo D. Pedro Cervuna, a la sazón, obispo de Tarazona, en la que describe y bendice la piedad de los cofrades.
ACTOS RELIGIOSOS CON MOTIVO DEL IV CENTENARIO DEL SSMO. CRISTO DEL CONSUELO
Días 8, 9 y 10 de septiembre: Triduo de preparación. 19 horas.
Día 8 de septiembre 1999: Natividad de Nuestra Señora:
Día 11 de septiembre:
Día 12 de septiembre:
