CRITICA DE LIBROS

El lado salvaje

Las cosas tal y como son
Paola Escobar 
(Barnacle, 2022)

POR DIEGO GARCIA

Entrar a un primer libro es siempre especial. Es el saludo a una voz y la celebración de que el asombro poético siga prosperando. Eso que a todos pertenece, lo comunitario del asunto. En Las cosas tal y como son, Paola Escobar ofrece una mirada de lo mínimo, una contemplación natural del movimiento que la rodea y sumerge.

Dos lados se unen en los extremos: el “Lado animal” y el “Lado vegetal”. El paisaje urbano, o más bien el espíritu de la ciudad, carga a sus humanos-animales en transportes de observación: trenes y subtes como peceras para dejar en evidencia quiénes somos. Del otro lado, hortensias, azaleas y árboles de la calle son testigos de los instantes. Los pequeños hechos que florecen en la mirada alerta de la poeta. Tomando la idea de que lo que es encierra universos dignos de ser escuchados, el yo traduce esa música a percepciones tamizadas por la lengua. 

Leemos:

“en días nublados

es posible ver las cosas

tal y como son”.

En el pórtico de contratapa, Rodolfo Edwards nos dice que el trayecto de este libro nos llevará a la experiencia de “pequeños milagros, esas minucias que están ahí, oscurecidas por la rutina”. Esa es toda una visión de mundo. Las cosas no son los eventos de una existencia habitualmente apresurada; son el tiempo que nos toma detenernos en dos palomas sobre un cable, las flores de las tipas, el calor agrio de enero, un peine en el piso de un vagón. En ese “es posible ver” hay una clave. La interferencia del sujeto en la escena es lo que habilita las posibilidades. ¿De qué? De que haya un latido, una presencia comunicante, una correspondencia (en el sentido que le diera Baudelaire). En esos perfumes de cosas infinitas es que Paola Escobar encuentra el núcleo de su mirada que, como un puente, nos conduce al lado salvaje, nítido, de aquello que nos conforma.

Poemas

¿Dónde vive su verdad?
en el tren
leo a un poeta peruano
le preguntan
cuál es el secreto del poema
dónde vive su verdad
cada vez que llego a la respuesta
me distraen
los caramelos y los chicos de adelante
me despistan
el policía y su arma
el cielo que se desploma
sobre los árboles.

 

Lucy en el cielo
uno es uno
en la curva que toma el tren
junto a los árboles
en el palo borracho
y en el jacarnadá
¿por qué no?
Lucy en el cielo
uno es uno
y en Help
en una declaración de principios
o de impuestos
a veces
rarísimo es
en el gesto de otro
el eco de la mismidad