La venta online se ha disparado desde el pasado año, fruto de la pandemia. Así, muchos negocios han apostado por este modelo para alcanzar un mayor número de clientes. En otros casos, les ha permitido continuar con su actividad, incluso sin disponer de local.

Sin embargo, la venta online no es tan sencilla como parece. No basta con ponerse a vender y ya. Como recuerdan desde el blog de Holded, existen una serie de requisitos legales que se deberán cumplir para no tener ningún problema ni con los clientes, ni con las distintas administraciones.

Debe hacerse una comunicación a Hacienda y a la Seguridad Social

En primer lugar, no será lo mismo comenzar a vender por internet teniendo ya un negocio físico que sin él. Si tu caso es el primero, tan solo tendrás que comunicar a Hacienda el nuevo epígrafe del IAE (a través de una declaración censal) y entregar el formulario TA-521 a la Seguridad Social. Por el contrario, si partes de cero con el negocio, los tramites son algo más complejos. Además de la comunicación del epígrafe a la IAE, para lo que será fundamental tener claro la actividad del negocio, también habrá que darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social.

En cualquier caso, será indispensable cumplir con tres normativas vigentes distintas: la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, la Ley de Orgánica de Protección de datos y la Ley General para la Defensa de los Consumidores.

Los usuarios deben conocer cómo se van a utilizar sus datos de navegación

Asimismo, hay dos aspectos que habrá que incluir dentro de la web. Por un lado, el “Aviso legal y condiciones de uso” y, por otro, la “Política de cookies”.

En el aviso legal deben incluirse siempre la denominación social y NIF de la empresa, el domicilio y los datos de contacto. También el registro mercantil para sociedades. Por su parte, las condiciones de uso incluirán entre otras: la política de devoluciones (incluyendo quién corre con el gasto), las formas de pago (incluyendo la garantía de pago seguro), los precios del envío o los plazos de preparación y envío de las compras realizadas.

Finalmente, la política de cookies deberá informar perfectamente al usuario que entra a la página y navega a través de ella. Así, habrá que explicar qué es una cookie y el tipo que utiliza tu página web. También para qué se recogen esos datos, cuando caducan o cómo se pueden desactivar.