Nada más repelente que un soberbio haciéndose el humilde. Nada menos creíble que un sordo que finge dialogar mientras tiene el audífono desconectado. Nada más estúpido que un mentiroso fingiéndose sincero. Nada, en fin, menos fiable que Sánchez pidiéndonos que confiemos en él. La rueda de prensa de ayer sirvió para poner en evidencia dos cosas: que el Gobierno no tiene la menor idea de cómo hacer frente a las crisis -que son varias- desatadas por el coronavirus, y que no está dispuesto a hacer n
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Conforme a los criterios de