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Revista Facultad Nacional de Salud Pública

Print version ISSN 0120-386XOn-line version ISSN 2256-3334

Rev. Fac. Nac. Salud Pública vol.26 no.1 Medellín Jan./june 2008

 

METODOLOGIAS

El grupo de discusión como aproximación metodológica en investigaciones cualitativas

The discussion group as methodological approach in qualitative research



Luz M. Arboleda1

1Nutricionista dietista, magíster en salud pública; Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Antioquia; Medellín, Colombia. Correo electrónico: luzmar@pijaos.udea.edu.co



(Recibido: 8 febrero 2007; Aprobado: 2 Abril 2008)



Arboleda LM. El grupo de discusión como aproximación metodológica en investigaciones cualitativas. Rev. Fac. Nac. Salud Pública. 2008;26(1): 69-77


Resumen

El presente artículo trata sobre el grupo de discusión, sus orígenes, definiciones y marcos teórico, epistemológico y procedimental. Asimismo se expone, en el marco de la investigación Significado del saber popular en alimentación para los nutricionistas dietistas del Valle de Aburrá, la forma en que se utilizó el grupo de discusión como método, argumentando su pertinencia en la investigación y exponiendo ampliamente su diseño a partir de los procedimientos propuestos para dicho método. Esto constituyó un gran acierto, pues un tema como el significado del saber popular requiere de discusiones abiertas y flexibles para encontrar el sentido y el significado en forma conjunta.

En nuestro medio el grupo de discusión como método ha sido poco explorado en investigaciones sobre cultura, mucho menos en el sector salud. La técnica más aproximada en este sector es la de grupos focales, desarrollados sobre todo en el campo de la mercadotecnia como técnica en la cual interesa conocer los gustos y preferencias de los consumidores, lo cual se logra convocando un grupo de personas para conocer sus opiniones, gustos y preferencias. En la utilización del grupo focal no se busca construir sentido, mientras que el grupo de discusión se utiliza con dicho fin: encontrarle sentido al tema discutido.

Palabras clave: grupo de discusión, grupo focal, investigación cualitativa, epistemología


Abstract

This article is focused on the discussion group: its origins, definitions, and theoretical, epistemological and procedures context. The way in which the discussion group was used as a method in the research “Meaning of popular knowledge in feeding for nutritionists and dietitians of the Aburrá Valley” is also presented, arguing its relevance in investigation and thoroughly presenting its design from the procedures proposed for that method. This methodology was conducted with great success because the topic of meaning in popular knowledge requires open and flexible discussions in order to find sense and meaning in a combined form.

As a method, the discussion group has been poorly explored in researches about culture and even less in the health sector. The most usual technique in this area is the focus group, mainly developed in the field of marketing to establish likes and preferences of consumers, which is achieved by means of summoning a group of people in order to know their opinions, likes and preferences. Focal groups are not used to look for sense whereas discussion groups are mainly used with such purpose, that is to say, to find the sense of the topic in discussion.

Key words: discussion group, focal group, qualitative research, epistemology




Introducción

En el presente artículo se describe y sustenta el grupo de discusión como método y la forma como fue utilizado en la investigación Significado del saber popular en alimentación para los nutricionistas dietistas del Valle de Aburrá. Este puede constituirse como método de apoyo en las investigaciones sobre cultura alimentaria y ser de gran ayuda para construir conocimiento y sentido en los temas explorados con esta aproximación metodológica.

El objetivo general de dicha investigación fue comprender el significado que tiene el saber popular en alimentación para los nutricionistas dietistas que laboran en diferentes instituciones de salud del Valle de Aburrá. Los objetivos específicos fueron: a) interpretar el significado que el saber popular en alimentación tiene para el nutricionista dietista; b) interpretar la contribución de la formación académica del nutricionista dietista en el significado que tiene del saber popular en alimentación y c) interpretar la contribución de la práctica profesional institucional en nutrición al significado que al saber popular en alimentación tiene para el nutricionista dietista.


Enfoque investigativo

La presente investigación se realizó desde una perspectiva cualitativa, pues su énfasis se centró en comprender a fondo el significado que para un grupo de nutricionistas dietistas tiene el saber popular en alimentación. En la perspectiva cualitativa existe interés por comprender a los sujetos dentro de sus contextos o mundos de vida y para ello se indaga por las representaciones e imaginarios que las personas tienen de sí mismas, sus grupos, su entorno, su vida cotidiana y su quehacer.1 De igual manera, se utilizó y sustentó como aproximación metodológica la de los grupos de discusión, es decir, como método entendido no solo como los pasos y secuencias instrumentales para la recolección de la información, sino en un sentido amplio que incluye la aproximación teórica y epistemológica, la cual se explica a continuación.


Orígenes del grupo de discusión

Parece que los grupos de discusión se remontan a las entrevistas individuales que tenían lugar en pequeños grupos. Se presentaban en la experiencia de muchas investigaciones pero solo se reconocían entre líneas pues su utilización no se consideraba desde el diseño. Morgan2 distingue tres períodos de los grupos de discusión o focales: a) el trabajo inicial de los científicos sociales; b) desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años setenta, centrados en la mercadotecnia; c) desde entonces hasta ahora, con la extensión a otros campos, especialmente salud y educación en los últimos años.3

Por otro lado, Morgan,4 Ibáñez5 y Goldman y Mc- Donald6 señalan la sicoterapia como origen del grupo de discusión, además de la investigación de mercados,3 saliéndose de la clínica para alcanzar lo social; de esta manera explica Morgan4 la razón de la amplia expansión del uso de los grupos de discusión en la sociología de la salud.3 La mayor parte de la literatura coincide en señalar el texto de Merton, Fiske y Kendall7 como la obra fundacional del grupo focal, en particular, y de la grupalidad como instrumento de investigación, en general.3 La grupalidad ha constituido un eje central en la conformación de la sicología social, como se ha demostrado en las discusiones metodológicas sobre el papel de los grupos “naturales” y de aquellos creados experimentalmente e, igualmente, ha sido importante en la introducción de la dimensión cualitativa de los estudios de mercado y perfil de consumidores.3

De esta manera, la utilización de las investigaciones grupales se ha difundido con dos visiones: una norteamericana, utilizada especialmente en estudios de mercadotecnia y en la corriente de estudios de opinión pública, 8 y otra más europea, desarrollada principalmente en España, utilizada en sociología y en los estudios de cultura y comunicaciones.3

La visión norteamericana fue introducida y muy utilizada por Paul Lazarfield a principios de los años cuarenta con grupos de audiencias de radio;9 su impulso en este campo y en la evaluación de programas y campañas se debe, según Stewart y Shamdasani,10 a los trabajos desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial con tropas estadounidenses, con la finalidad de medir la efectividad de los materiales de entrenamiento militar. Según estos autores, esta línea se consolidó en los años ochenta con los estudios de audiencia.3 Dicha línea es más conocida con el nombre de grupo focal y su uso ha sido ampliamente extendido por los investigadores en mercadotecnia, quienes han promovido su uso como “técnica” para recoger información cualitativa sobre gustos y preferencias de la audiencia.3

En este campo, el grupo focal se define como “una técnica de investigación que permite recolectar información a través de la interacción que desarrolla un grupo en torno a un tema determinado por el investigador”. 2 Es básicamente una técnica interactiva grupal de recolección de información.11 En su desarrollo, el moderador controla la participación de cada uno de los asistentes e, incluso, en ocasiones se les llega a pedir que contesten las preguntas en forma aislada sin diálogo ni interacción.12 Robert Merton13 ha sido el principal exponente de esta visión en las últimas décadas.

La segunda visión, más europea, ha utilizado los grupos de discusión en investigaciones sociológicas, introduciendo variables metodológicas y utilizando dicho método vinculado a un marco ontológico, epistemológico, teórico y de técnicas o procedimientos a seguir en el desarrollo de las sesiones e interpretación de los hallazgos.8 De esta manera, queda implícito que el grupo de discusión se ha concebido como un método en el sentido de estrategia metodológica, como la llama Vasallo; como estrategia de investigación interactiva,* según lo reconoce Maria Eumelia Galeano,11 y de práctica de investigación, como la llama Callejo,12 y es así como se concibió y utilizó en la investigación Significado del saber popular en alimentación para los nutricionistas dietistas del Valle de Aburrá.14

Algunos autores como Ibáñez5 y Johnson15 se han preocupado por discutir sobre los grupos de discusión y problematizarlos en un marco ontológico y epistemológico, no solo de procedimientos. Sin embargo, la mayoría de autores no problematiza el uso de los grupos de discusión como método y se quedan en su descripción procedimental.8 Ortí,16 por ejemplo, es un autor que muestra en sus escritos esta posición, al presentar una guía con los pasos a seguir en el desarrollo de una sesión grupal con pautas muy “técnicas”, como el número de participantes por sesión, descripción con sugerencias sobre cómo debe ser el lugar en el que se realice la sesión, aspectos del rol y el papel que debe desempeñar el moderador y observador durante la sesión, entre otras,8 quedándose solo en aspectos muy instrumentales y de procedimientos, sin adentrarse a explorar los aspectos teóricos y epistemológicos de los grupos de discusión.


El grupo de discusión como método

Se podría decir que el marco teórico de los grupos de discusión ha tendido a estar atrasado con relación a su desarrollo práctico, en primer lugar, porque quienes lo han utilizado en el campo de la mercadotecnia lo han hecho principalmente desde la técnica y, en segundo lugar, porque en el marco de la sociología de la salud y la cultura los escritos sobre referentes teóricos y epistemológicos han sido aislados y poco sistemáticos.8

Cervantes8, socióloga e investigadora mexicana, se ha preocupado por sustentar los grupos de discusión como un método, valiéndose de las ilustraciones dispersas hechas por diferentes autores. Ella insta a trabajar en dicho marco en los espacios de investigaciones sociológicas de cultura y comunicación:

Se trata [...] de un proceso de interacción en el que se ponen en juego representaciones, opiniones, actitudes, comportamientos, sistemas simbólicos, relaciones de poder y negociaciones mediante las cuales se llega a cierto consenso o a polarizaciones en las posturas y concepciones de los participantes [...] se trata de un acercamiento cualitativo complejo mediante el cual se analizan situaciones de interacción también complejas.8

La misma autora analiza algunas premisas con las cuales reubica el grupo de discusión como un método. Propone que el grupo de discusión no es solo un análisis de discurso ni una experiencia lingüística, sino una situación de interacción en la que se da un encuentro entre los actuantes y una experiencia comunicativa en que se enlazan sistemas simbólicos y míticos, así como series de códigos, rituales, valores, actitudes, opiniones y, sobre todo, un sentido de lo práctico y de la relación del tema tratado con el sentido de la vida cotidiana de los actores. De esta manera, propone como reto construir conceptualmente el grupo de discusión desde la mediación entre lenguaje y cultura.8

Asimismo, la autora argumenta que las sesiones de grupo son procesos abiertos en los que se generan discursos, pero no solo en los que se da un punto de vista u opinión, sino que se desarrolla una práctica social o, como dice Bourdieu,17 un “lenguaje practicado” que no busca generar un cierto consenso en torno al tema, sino la producción y análisis del sentido, el cual se crea dentro del grupo a través de la práctica discursiva.8

En concordancia con lo anterior y apoyados en la propuesta metodológica utilizada, en el presente estudio se logró construir el sentido y significado del saber popular, de modo intersubjetivo y activo desde la realidad de los nutricionistas dietistas y con la participación libre y espontánea de cada uno de ellos en las sesiones de los grupos de discusión. La propuesta metodológica posibilitó comprender los principales significados que tiene el saber popular en alimentación para dichos profesionales, se pudo comprender la forma en que los nutricionistas dietistas encaran el saber popular en su quehacer.


Definición y marco teórico del grupo de discusión

En su génesis, el grupo de discusión es un diálogo; en su resultado, es un discurso. Puede haber varios discursos y producirse varias unidades de sentido en la construcción discursiva, y entablarse un diálogo con distintos discursos.18 Las definiciones del grupo de discusión tienden a la apertura y la interacción entre los participantes, tal como se presenta en la definición dada por Alonso:

El grupo de discusión es un proyecto de conversación socializada en el que la producción de una situación de comunicación grupal sirve para la captación y análisis de los discursos ideológicos y las representaciones simbólicas que se asocian a cualquier fenómeno social [...] el grupo de discusión es fundamentalmente un dispositivo que se establece sobre la base de la identidad social y sus representaciones, siendo estas representaciones sociales las formas de conocimiento colectivamente elaboradas y compartidas.19

Las definiciones del grupo focalizado derivan de la entrevista y acentúan la interacción con el moderador. Es así como Morgan2 define el grupo focalizado como una entrevista en grupo. Mucchielli ofrece una definición de grupo de discusión que, al provenir de la mercadotecnia, acentúa el objetivo: “Por grupo de discusión, en sentido estricto, se entiende un grupo cuyo objetivo es llevar a cabo una confrontación de opiniones, de ideas o de sentimientos de los participantes, con vistas a llegar a unas conclusiones, a un acuerdo o a unas decisiones”.20

Aunque la reflexión teórica del grupo de discusión se nutre de diferentes fuentes, casi puede decirse que cada autor lo justifica teóricamente de manera particular. Ibáñez acude al estructuralismo y al sicoanálisis, Mucchielli lo justifica desde la sicología humanística, Krueger desde la línea conductista-cognitiva y Morgan busca trazar una línea de continuidad con el empirismo de Merton.18

De acuerdo con la definición propuesta arriba por Alonso,19 el grupo de discusión se puede enmarcar en la lógica dialógica. La base dialógica de la producción discursiva resulta evidente porque se da en interrelación con los otros actores y con referencia a las formas y modos de intercambio comunicativo,21 a través de lo cual se presenta una significación social del habla, con esta siempre como producto de un diálogo que opera a escala simbólica. De esta manera se construye lo humano como social, como conversación o diálogo de múltiples voces. El grupo de discusión, por tanto, avanza en la búsqueda de significados compartidos por sus miembros, quienes se reconocen en esquemas interpretativos en la misma elaboración de significados.19


Pertinencia del grupo de discusión en la investigación: Significado del saber popular en alimentación para los nutricionistas dietistas del Valle de Aburrá

La pertinencia del grupo de discusión para esta investigación radicó en la posibilidad que brindó para construir y comprender, desde el habla, el significado del saber popular en alimentación. En la medida en que los nutricionistas dialogaban sobre el tema, en sus propios códigos, surgían los discursos y se construían los significados. No se les confinó simplemente a asumir una posición pasiva para que fueran observados o se limitaran a responder a un interrogatorio, sino que su posición fue activa y constructiva, pues “el grupo de discusión tiende a configurarse formalmente cerca de la espontaneidad y la no direccionalidad [...] formas más abiertas, flexibles y menos directivas”.22

Con mucha frecuencia se privilegia el uso del grupo de discusión frente a otras prácticas de investigación, pues su dinámica lo hace más espontáneo. Frente a esta idea de espontaneidad discursiva, el grupo construye el discurso libremente, con lo cual sobresale la concepción dialógica. La espontaneidad que se da en el seno de los grupos no significa “descontrol”, sino que el grupo toma su propia dinámica y la situación de reunión de grupo se presenta como natural; incluso, puede suceder que un sector del grupo tome el control de la discusión y, sin embargo, se facilite el proceso de reflexividad pretendido.18

A manera de síntesis, se plantea que para llevar a cabo este estudio se utilizó como perspectiva metodológica el grupo de discusión, posibilitando la construcción de sentidos y significados. Como el sentido se construye siempre en forma grupal en un despliegue de varias voces y hablas, el grupo de discusión constituyó el dispositivo que permitió dicha reconstrucción en una situación grupal discursiva, facilitando y estimulando la conversación socializada, porque a través del habla y la reflexión se encontró el sentido y la significación del tema y se construyeron y legitimaron los universos simbólicos o imaginarios sociales.1


Diseño de la investigación

El diseño de la investigación se apoyó en las concepciones procedimentales y técnicas de la práctica del grupo de discusión propuestas por varios autores, como Callejo, Alonso, Canales, Peinado y Russi, entre otros.


Conformación de los grupos de discusión

En el diseño de las reuniones no se buscó la representación estadística sino la tipológica;23 de igual manera, al elegir el número de grupos se tuvo en cuenta que estuvieran directamente relacionados con el número de criterios que rompieran el campo de observación, pues, según Callejo,24 mientras más aspectos a evaluar y más objetivos haya en una investigación, mayores serán los grupos de discusión que han de programarse.

Obedeciendo a lo anterior, esta investigación se diseñó buscando la presencia y, por ende, representación de nutricionistas de las principales instituciones de salud del área metropolitana. Se programó la realización de cinco sesiones de discusión y de un grupo exploratorio con los cuales se aseguraba la representación de uno o dos profesionales por institución. Según Callejo y otros autores, como Goldman y McDonald, la mayoría de los estudios pueden abordarse con un número de reuniones de alrededor de ocho,24 pero como en esta investigación el número de criterios eran pocos, no se consideró necesario realizar dicho número de sesiones.

El número total de profesionales que asistieron a los grupos de discusión fue de 34. El criterio de diseño y conformación de los grupos fue el de reunir nutricionistas de diferentes instituciones de tal manera que todas quedaran representadas en una misma sesión, garantizando la interacción entre los asistentes y poniendo de relieve las diferentes posiciones y experiencias sobre el tema, además de cerciorarse de que los participantes no se conocieran entre sí; sin embargo, como argumenta Vallés, “es inevitable que entre los miembros no existan relaciones, al menos laxas y esporádicas”23 y, sobre todo, en personas que hacen parte del mismo gremio.

Al conformar los grupos, se indagó si el tema sobre saber popular en alimentación ya había sido tratado y reflexionado entre ellos con anterioridad, acatando así los planteamientos de Criado, quien propone que el grupo no preexista antes del grupo de discusión, ni que el tema fuera conocido para evitar que el discurso ya se hubiera dado y evitar que se pierda la construcción cooperativa del tema.25

En el diseño también se tuvieron en cuenta los planteamientos de Alonso19 para la composición interna de los grupos, quien plantea los criterios de homogeneidad y heterogeneidad social. Con respecto al primer criterio, todos los participantes compartían la misma profesión; en cuanto al segundo, cada grupo conformado contó con la representación de nutricionistas dietistas de diferentes instituciones, por lo tanto se cumplieron ambos criterios, lo que facilitó la interacción, el diálogo y la discusión del tema durante la ejecución de las sesiones.

Por último, en lo referente al número de participantes por grupo de discusión, este osciló entre cinco y seis personas, lo que corresponde al sugerido por Alonso, quien considera que el número adecuado se da a partir de cinco personas para evitar la intimidad que se genera en las conversaciones cuando son tres personas o la conversación por parejas cuando son cuatro. Por otro lado, Ibáñez5 señala que el número adecuado de participantes oscila entre cinco y diez personas.


Selección de participantes

Como ya se mencionó, los participantes en la investigación fueron nutricionistas dietistas. Para obedecer a los criterios de diseño de los grupos de discusión, se eligieron dichos profesionales de diferentes instituciones de salud, públicas y privadas, de los municipios del área metropolitana del Valle de Aburrá, que laboraran o hubieran laborado en la ejecución de programas de promoción de la salud brindando educación.

Las instituciones de salud que se convocaron a participar en los grupos de discusión fueron: el programa de extensión de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Antioquia, El Banco Arquidiocesano, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las Direcciones Locales de Salud de Itagüí, La Estrella, Envigado, Copacabana y Barbosa, Metrosalud, Comfama, Comfenalco y organizaciones no gubernamentales, como la Escuela de Trabajo San José, la Fundación Servicio Juvenil Bosconia y Ciudad Don Bosco.


Ejecución de los grupos de discusión

La primera sesión tuvo carácter de grupo exploratorio y en ella se pretendió ajustar la guía del grupo de discusión e identificar y evaluar la participación del moderador y del observador durante la ejecución de las posteriores sesiones. Dicha sesión se realizó con nutricionistas dietistas del programa de extensión de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Antioquia. Durante la realización de este y de los posteriores grupos de discusión se contó con la presencia de un moderador (investigadora principal), un observador (antropóloga) y los participantes convocados (nutricionistas dietistas).


Moderador

Para Canales y Peinado, el moderador es el motor del grupo de discusión, pues “más que el motor de una dinámica, el moderador es el motor hacia los objetivos de la investigación”.22 La actuación del moderador en la ejecución de los grupos de discusión fue la de proponer el tema para la discusión, y la forma de hacerlo fue lo que motivó el deseo e interés por discutir en torno a él, tal como lo expresa Valles;23 además, se trascendió la dinámica de pregunta-respuesta, característica de muchas técnicas de investigación, promoviéndose la interacción grupal, aspecto distintivo de los grupos de discusión.

Lo anterior se confirmó en el proceso investigativo, pues el tema propuesto —saber popular en alimentación— conllevó a la discusión y análisis del tema y a que se diera una interrelación positiva entre los nutricionistas a lo largo de la discusión, sin necesidad de provocar la discusión con estrategias adicionales. Por lo tanto, el moderador tuvo la oportunidad de monitorear la situación de interacción y de captar el sentido del tema e interpretarlo, tal como lo plantea Cervantes.8


Relator-observador

La presencia del observador durante la ejecución de las sesiones no se limitó a tomar nota sobre los turnos de intervención de los participantes, sino que tal como lo sugiere Cervantes, realizó un trabajo de observación y análisis de las condiciones del proceso de producción del discurso,8 el cual se consignó en los registros pertinentes (relatoría). Dicha relatoría, junto con el documento de trascripción de las sesiones, sirvió de insumo para analizar e interpretar la conversación, diálogos y discusiones que se dieron en cada grupo. Asimismo, al finalizar cada sesión, el observador y el moderador comentaban la reunión y socializaban la percepción que tuvieron los asistentes sobre los significados del saber popular en alimentación. Dichas percepciones hicieron parte de las relatorías.


El lugar y duración

Todos los grupos de discusión se realizaron en el edificio de San Ignacio de la Universidad de Antioquia. La selección de un lugar apropiado para llevar a cabo la conversación grupal adquiere relevancia especial en la ejecución de los grupos de discusión y constituye un complemento de la estrategia de selección de los participantes.23

El lugar elegido fue un acierto, pues su tranquilidad propició la participación de los asistentes, instándolos a integrarse en el diálogo y la discusión propuestos, a tomarse muy en serio su puesta en escena, a realizar intervenciones pertinentes y a participar activamente en la construcción del sentido. Respecto del lugar elegido se siguieron las sugerencias logísticas que hace Bernardo Russi,12 quien plantea que los espacios para realizar los grupos de discusión deben ser confortables y neutrales y que los recintos universitarios son espacios ideales porque representan el saber y los que saben.

La duración de cada grupo de discusión fluctúo entre 80 y 100 minutos.11 Para Ibáñez, “la duración es el tiempo en que se asigna al grupo de discusión un espacio en el que pueda hacer tiempo: es el tiempo del discurso. El grupo es del espacio, el discurso, del tiempo”.5


Guión de discusión

Para que el diálogo y los discursos giraran alrededor de la misma temática durante la realización de los grupos de discusión, se diseñó un guión de discusión modificado de acuerdo con la necesidad identificada en la experiencia de las sesiones. Dicho guión de discusión inicial consideró los siguientes aspectos: a) preámbulo para iniciar el grupo de discusión, b) subtítulos y preguntas del tema y c) derrotero de las actividades a realizarse durante la ejecución de los grupos de discusión, lo que incluyó la duración de cada una de las actividades y su secuencia.

El primer guión diseñado contenía un total de cuatro subtemas y 25 preguntas y se utilizó en el estudio exploratorio, realizado para ajustar el guión y evaluar los roles del moderador y del observador. La experiencia del estudio exploratorio verificó que algunas preguntas del guión se tornaban repetitivas y los participantes las abordaban sin necesidad de formularlas. El segundo guión de discusión se constituyó con dos subtemas y 18 preguntas, un subtema sobre el saber popular que incluía 12 preguntas y otro acerca de los conocimientos teórico-prácticos adquiridos en la universidad, que se desarrolló por medio de seis preguntas. Este segundo guión se utilizó en el desarrollo del primer grupo de discusión.

El tercer guión de discusión diseñado se utilizó desde el segundo grupo de discusión hasta el quinto; este conservó los dos subtemas propuestos en el guión anterior y se simplificó a nueve preguntas: cuatro preguntas en el subtema de saber popular y cinco en el subtema de conocimientos teórico-prácticos adquiridos en la universidad. Se consideró que estas preguntas abordaban los diferentes tópicos del tema y dando una secuencia lógica al diálogo y las discusiones. El cuarto guión se elaboró como guía del sexto grupo de discusión, diseñado para profundizar en una de las categorías emergentes. Dicho guión estuvo constituido por ocho preguntas orientadoras.


El registro de la información

Los diálogos y discusiones generados en los grupos de discusión fueron grabados en cinta sonora y trascritos en medio escrito magnético, tal como lo sugieren Canales y Peinado: “El texto producido por los grupos de discusión es registrado en cinta sonora y/o en video. Esto permite la trascripción”;22 además, las relatorías registraron la forma en que se produjeron las conversaciones socializadas permitiendo describir detalladamente las situaciones ocurridas en los grupos de discusión y la interpretación y sentimientos que surgieron en el moderador y en el observador: “En el contenido de los registros debe hacerse referencia explícita a los participantes, sus interacciones, rutinas, temporalidades, interpretaciones [...] también se recomienda tomar notas que recojan las impresiones del investigador y sus percepciones sobre la marcha de la investigación [...] estos apuntes van a permitir reconstruir la memoria metodológica”.22

Asimismo, al finalizar cada grupo de discusión se aplicaba una encuesta a los participantes para conocer su opinión sobre el tema discutido y la percepción sobre la dinámica del grupo de discusión. En dicha encuesta los nutricionistas dietistas opinaron que el tema discutido había sido muy interesante y que había aportado a su profesión y a su trabajo con comunidades. Además, el grupo de discusión posibilitó el análisis y la discusión en forma conjunta de un tema sobre el cual nunca se habían cuestionado y les permitió ampliar la visión que tenían de él. Consideraron igualmente que el saber popular es un tema poco discutido y poco explorado en el gremio y en la universidad, pero que es de muy relevante y oportuno por el momento social en que vivimos.

Sobre la estrategia utilizada consideraron que fue muy útil, amena y participativa, se sintieron escuchados y tuvieron la oportunidad de hablar desde sus propias experiencias y expresarse libremente. Asimismo, opinaron que la actividad se desarrolló de una manera tranquila, brindándoles confianza, compartiendo sus experiencias y escuchando otras, además de conocer diversos puntos de vista.


Consideraciones éticas

Para la recolección de la información se tuvieron en cuenta las consideraciones éticas consideradas en investigaciones con personas y en las declaraciones de Ginebra26 y de Helsinki,27 a saber:

A los nutricionistas dietistas se les invitó a que participaran de manera voluntaria en los grupos de discusión. En el momento de iniciar las conversaciones socializadas se les informó detallada y ampliamente sobre los objetivos de la investigación en la cual participarían, para que fuera voluntaria su permanencia en el lugar y en la actividad a realizar.

Las grabaciones en cinta sonora se realizaron con autorización previa de los nutricionistas dietistas, quienes firmaron el consentimiento informado que autorizaba la grabación de las conversaciones en los grupos de discusión. Se les garantizó el anonimato y la confidencialidad de la información obtenida en los grupos de discusión, reservando su identidad y el acceso a ella únicamente a las personas relacionadas con el estudio y solo con fines investigativos.


Análisis de la información

La perspectiva en la cual se inscribe esta investigación propone que el análisis se realice desde la interpretación y la recreación y construcción de sentidos y significados, pues lo que busca el análisis de los discursos de los grupos de discusión “no es encontrar la coherencia del texto, sino el lugar que lo comunicativo ocupa en la creación y recreación de la realidad social de los grupos”.18 En el grupo de discusión, “el análisis y la interpretación constituyen un proceso dialéctico, de articulación del discurso producido con el marco teórico”28 y como proceso, el análisis es inacabable y en él caben múltiples niveles de interpretación.

Callejo28 considera que los procesos cognitivos de análisis propuestos por Morse29 —comprehender, sintetizar, teorizar y recontextualizar, comunes a todo método cualitativo de investigación— pueden aplicarse al análisis del grupo de discusión, aunque en la práctica se hace difícil separar estos subprocesos. Es importante rescatar la dialéctica de identificación-distancia que propone Morse, pues el analista entra y sale del discurso constantemente hasta hacerse parte del discurso y hacerlo suyo.28

En concordancia con lo anterior, el análisis de la información se inició desde el mismo momento en que se efectuaron los grupos de discusión, durante los cuales el investigador tomó distancia, pues buscó aprehender todo lo que hubiera que aprender sobre la cultura y el tema de estudio. Se basó “en la capacidad de ver la experiencia desde la perspectiva del participante”.29 Tal como lo expresa Callejo, “el investigador entró en el campo del otro, como un extraño”, luego buscó identificaciones, y a través de la discusión y del diálogo se construyeron y crearon los sentidos y significados, hasta obtener esbozos de análisis, pues “el análisis de un discurso es la búsqueda de un sentido”.28 Luego, al terminar cada grupo de discusión, en la socialización entre el moderador y el investigador, se continuó con ese proceso cíclico de análisis, compartiendo impresiones y buscando significados, pues “el análisis empieza con la construcción del contexto situacional”,§ 28 lo cual se constituyó en el primer nivel de análisis.

Luego, con los textos de las transcripciones, las relatorías y los memos analíticos, y con las impresiones generadas en los grupos de discusión, se realizaron los primeros análisis globales o, como dice Callejo, “el primer acercamiento al sentido de la investigación”.28 Se pasó de las primeras intuiciones surgidas del análisis a la estructuración en temas, a través del proceso de codificación y categorización de la información, que consistió en la organización, manipulación y recuperación de los fragmentos más significativos de la información obtenida,31 y se establecieron y agruparon los códigos, logrando un mayor nivel de análisis y estructurando así el segundo nivel de análisis.

La codificación y categorización se realizó desagregando el texto línea por línea, estableciendo códigos en vivo y agrupándolos según tópicos del tema, lo que arrojó como resultado un total de 519 códigos agrupados en 22 categorías. Dicho proceso se dio en repetidas ocasiones, logrando así mayor descripción, comprensión e interpretación de las categorías que emergieron, con lo cual se produjo la reconstrucción de nuevos sentidos. Este dio lugar a una nueva clasificación y a un tercer nivel de análisis,28 en el cual se identificaron los temas más claramente y las diferentes posiciones de los grupos respecto de los principales temas o categorías emergentes. Todo lo anterior conllevó una mayor comprensión y recreación de sentido y significados. De esta manera, emergieron las siete categorías definitivas y un mapa conceptual, que permitió avanzar en la interpretación y la relación de dichas categorías.

Hasta este punto de la interpretación, de la construcción de sentido y del proceso dialógico alcanzado, se pudo constatar que faltaba indagar y construir más sentido y significado en una de las categorías, la del saber popular. Por ello y para realizar la convalidación de la información, se realizó un nuevo grupo de discusión, para cuyo desarrollo se diseñó un guión de discusión y se convocó a cuatro nutricionistas dietistas que habían participado en los anteriores grupos, considerados participantes clave, y a dos nutricionistas que no habían participado en ninguno de los grupos anteriores. A la información obtenida en esta sesión de discusión se le hizo el mismo procesamiento y análisis que a la información obtenida inicialmente.

Luego de interpretar y construir los sentidos y significados, se procedió a articular los hallazgos y la discusión con el marco teórico, los hallazgos de investigaciones similares y el contexto particular y a integrar el discurso global del análisis a los discursos particulares, en un continuo proceso dialéctico de idas y venidas entre la información y su interpretación. Se configuró un proceso dialógico en el cual se les formulaban preguntas a los discursos, tal como lo propone callejo: “La concreción de la interpretación produce un discurso global en el que se integran los discursos locales analizados. Se produce así el juego de la inserción —con estructura dialógica— de los fragmentos discursivos de los grupos”.28


Criterios de calidad

Según Callejo, en el caso de los grupos de discusión, la saturación de las categorías es un medio de fiabilidad y, además, se convierte en elemento de cierre de trabajo.32 Aparte de la saturación, existen otras aproximaciones a la validez del análisis, como son: la articulación con la teoría y la validez reflexiva, las cuales fueron utilizadas en esta investigación.

La validez reflexiva es lo que Fielding y Fielding33 denominan validación del respondiente y la que defienden Goldman y McDonald,34 que Callejo expresa de la siguiente manera: “También puede hacerse utilizando otra reunión de grupo, de iguales características a la realizada e interpretada anteriormente, en la que se expone lo dicho por el grupo de discusión”.32 Dicho criterio se incorporó en la presente investigación, tal como se expuso. De igual manera, se incorporó como otro criterio de calidad la articulación de los hallazgos con la teoría y con los resultados de otras investigaciones.


Referencias

1 García B, González S, Quiroz A, Velásquez A. Técnicas interactivas para la investigación social cualitativa. Medellín: FUNLAM; 2002.        [ Links ]

2 Morgan D. The Focus Group Guide Book. Thousand Oaks CA.: Sage; 1998.        [ Links ]

3 Callejo J. Orígenes. En: Callejo J. El grupo de discusión: introducción a una práctica de investigación. Barcelona: Ariel 2001. p. 27-33.        [ Links ]

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* Galeano sustenta en su libro cómo el grupo de discusión ha logrado ubicarse como una estrategia importante de investigación social en los aspectos teórico, metodológico y técnico.

† Callejo lo introduce como “una práctica que se desarrolla en un proceso de constante adaptación a la propia práctica de investigación y a las exigencias de esta”.

‡ Se le da el significado de aprehensión del sentido de la acción y las significaciones intencionales de los sujetos cognoscentes en su concreción histórica.

§ Alonso entiende el contexto como campo social (conjunto de sistemas simbólicos, estructuras, y prácticas) que constituye tanto un referente como un sistema convencional y un orden que hace posible el intercambio y le otorga sus mayores significados.

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