Al menos 26 personas corren grave peligro de ser ejecutadas en relación con las protestas celebradas en todo el país, después de que las autoridades iraníes hayan ejecutado arbitrariamente a dos personas tras simulacros de juicio flagrantemente injustos en un intento por infundir miedo entre la población y poner fin a las protestas. De las 26, al menos 11 están condenadas a muerte y 15 han sido acusadas de delitos punibles con la pena capital y están a la espera de juicio o siendo juzgadas.