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Comentarios (22)

Claudia Salinas | 10.05.2023
Buenas noches, excelente lectura para mis ojos, agradezco toda la información aportada por Diego. Llegué aquí por mis estudios (Administración Pública) Carrera que cada día amo más, esto porque desde muy pequeña nació en mi esa vocación de servicio qué no era suficiente ejercer con ser trabajadora social(carrera de la cual deserté) sino que necesito llevar más allá tanto mis conocimientos como la labor humanista y política desde el plano legal pero empático, sin que ello sea menoscabo para ser tácito al velar por los derechos de manera justa y derecha por donde quiera que se mire. Los tiempos actuales también han sido una vez más secuestrados bajo el concepto de "nueva Constitución" donde opera con dientes afilados ese lobo tipo dinosaurio nepotista y añejo qué tienta en horario televisivo la debilidad del ciudadano común, con promesas simplistas y populachas claramente desarrolladas por el generador intrínseco de "lástima" y así creyendo el cuento una vez más, cayendo en la tentación de pensar que como pueblo ejercemos poder, el cuento de la democracia, del poder decisivo, y así enumeraríamos un sin fin de estrategias de entregar credibilidad a unos pocos, cuando ni en ellos mismos pueden creer, es como orarle a un Dios por dogmatismo y no por mérito. En definitiva mientras desde la cabeza jerárquica no exista la competencia en concordancia a la expertiz, todo seguirá siendo utopía resolutiva y divisoria, justos ingredientes para siempre ser vencidos.
Tobías Márquez | 13.06.2019
Estimo que el investigador hace un gran aporte al plantear un asunto muy relevante que ha influido en el pasado, presente y futuro de nuestra sociedad. Estamos enfrentados a un mundo consumista que no da espacio a cultivar valores. Yo reflexiono y creo que para definirnos de manera autentica debemos potenciar nuestras cualidades y corregir nuestras debilidades. Si analisamos como nos ocupamos de nuestros mayores y como motivamos y/o contaminamos a nuestros niños haremos un diagnostico crudo de que tipo de sociedad somos. Hay quienes creen que mientras más ignorancia exista más facil se les hará utilizar a las personas y olvidan que con gente pensante se avanza más lejos y por más tiempo. Hay otros que creen que fomentando la flojera y la falta de autocritica mantienen la pobreza valorica y la baja autoestima y profitan de ello enarbolando la bandera de la lucha social y los derechos del pueblo. Pero el jamon del sanwich lo completa toda esa gente honesta, autentica y optimista que ha sacado este país adelante y ha logrado que la balanza se incline hacia un mejor bienestar para todos. Pregunto, a quien le conviene que haya ignorantes, consumistas, endeudados, delincuentes y corruptos??? No le hagamos el juego, los niños nacen sanos, la sociedad y su entorno los contamina.
carlos ruminott | 08.06.2019
Don Mario León Falcón; respetuosamente le rogaría que se limite a despilfarrar su Amargura, Intolerancia ,Grosería y Enojo con el mundo en un sin número de pasquines e informativos electrónicos que resistirían su insana y añeja mirada, dejando a este noble medio llamado Ciper como un espacio de debate de ideas y aportes a la cultura política y cívica de a quienes de verdad nos interesa profundizar estos temas y nos aburre su cantinela de "Ahora le " toca" ROBAR al Pueblo, a los PARÁSITOS-CORRUPTOS politiqueros de " chilevamos" .NO + $hile Podrido .NO + AFP .
Lalo | 02.06.2019
Me gustaría un estudio igual para saber cómo trabaja las platas de todos los trabajadores de Chile las AFP.creo que un cotisante jamás logrará tener derecho a usar sus fondos, solo un pequeño y miserable porcentaje mientras viva luego muerto la AFP se queda con todo el saldo .
Mario Arturo León Falcón | 26.05.2019
No concuerdo con el señor historiador .Su análisis, lo hace desde la familia burocrática del Poder .Su punto de vista, es muy " amigable" con la corrupción burocrática institucional-estatal y de ff.aa. y de órden .Sus apellidos personales, provienen de familias que han y siguen profitando de un Poder que ha creado " leyes" para delinquir con los recursos del Estado, que son aportados por nuestros impuestos de la mayoría de a pié que trabaja arduamente para pagarlos .La burocracia autoritaria, se ha incrementado para pago de " favores políticos" a la clase privilegiada gobernante y no significa " bienestar" para la inmensa mayoría de los habitantes de este país, que debemos vivir para trabajar y resolver solos nuestros acuciantes problemas sociales y económicos, que la clase gobernante autoritaria, no se molesta en resolverlos. Este " país" no es democrático, desde hace 45 años y de ahí que está secuestrado por un pequeño grupo civil, respaldado por la fuerza de las armas que se refocilan en la corrupción descarada .no+$hile podrido .no+afp .
patricio seguel | 14.05.2019
Serio, profesional y competente trabajo de Diego Barría. Deja abierta no solo una inquietud intelectual, sino también, el desafío de hacer un esfuerzo como Sociedad, para involucrarnos en la discusión, la crítica, y la exigencia respecto del tipo, forma y condición del Estado que queremos.
Alejandro Bravo | 12.05.2019
Muy buen análisis hojala se tomen medidas de verdad contra la corrupcion (y robos al estado) se creen leyes que castiguen con penas de verdad, para que ni lo piensen, se cuente con los medios para perseguir la corrupción y robos al estado. Pueden tomar como ejemplo las medidas que toman los países de la OCDE
Norberto | 08.05.2019
Una sociedad justa requiere que sus líderes sean honrados, que todos sus funcionarios de alto nivel lo sean y hacia abajo hasta el de rango menor. Transformar la educación, salud, previsión, generadoras eléctricas, de agua y otras en un negocio para intereses privados, no es más que una traición para la mayoría. Nunca esos cambios han sido aceptados por la mayoría que "elegimos" a nuestros representantes. El poder económico finalmente termina comprando a todos los que deciden nuestro presente y futuro. Depender solamente de exportaciones de materias primas y no volver a ofrecer empleos que sustituyan las importaciones de casi todo, es aceptar una calidad de vida mediocre, donde somos permanentemente asaltados por los poderosos y ...por los otros delincuentes.
RODRIGO | 07.05.2019
Buen análisis con algo de sesgo basado en la mitología del funcionario público. Haría tres distinciones. La primera para caracterizar al cargo de confianza, al apitutado, al devolver el favor al político de turno. La segunda al viejo esbirro, a ese eterno funcionario que le atormenta los cambios, esos que están ad portas de la jubilación, muchos de esos que partieron en estamento auxiliar, que en la actualidad con poca carga laboral, poca responsabilidad percibe un sueldo no acorde con sus competencias ni menos con su responsabilidad, solo por ser un clásico, osea el funcionario vintage. la tercera distinción es para la camada de menores de 45 años funcionarios nuevos hasta con 15 años de experiencia. esos contratas que andan al vaivén cada 4 años. Los que deben volver a explicar todo al político de turno, aterrizar a los ingenieros de la Nasa que traen los políticos, quienes tiene claro su pega y como hacer que la maquina funcione.
Alfredo Saavedra | 06.05.2019
Un excelente trabajo investigativo de Andrés Guzmán sobre el Estado de Chile. Esta institución a sido históricamente funcional a la elites del país, ha sido utilizada tanto como piedra arojadiza para la crítica de los sectores sociales ascendentes como recurso para la elite para asegurar su posición de privilegio. Tradicionalmente se asocia a los sectores de bajos ingresos como parasitario del Estado en contraposición con los sectores pudientes como sostenedores del mismo. Cuál es la realidad; solo dos ejemplos para entender este mito propagado por los sectores conservadores del país: a.- La Guerra del Pacífico que un estudio podría demostrar fácilmente que los nuevos recursos económicos incorporados a las arcas fiscales beneficiaron principalmente a la clase dominante, que había visto limitada su acumulación de capital durante durante la crisis económica de la década de 1870. b.- El golpe de estado de 1973, que al igual que en la década de 1870 los sectores habían visto disminuír su acumulación de capital a causa del agotamiento del modelo de sustitución de importaciones . La clase dominante vió amanazado en primer lugar su poder económico y por lo tanto político y no existiendo la posibilidad de una extensión territorial entraron a saco para saquear el Estado y pauperizar las condiciones económicas de los sectores más pobres del país. Por lo tanto se puede concluír sin temora equivocarme que han sido primero la oligarquía y los conservadores y posteriormente la derecha politica del país los que más beneficios económicos han obtenido o como ellos acostumbran a decir "los principales parasitos del Estado" No en vano Eduardo MattePérez sostuvo que “Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio“.
Carlos | 03.05.2019
Por favor, en que burbuja viven algunos que creen que la gente no ocupa lo público, las filas que hay todos los días en Fonasa son un invento acaso? Lo que es no conocer más allá de su realidad...
Patricio Astorga | 03.05.2019
Una verdadera lástima que el estudio solo mire la estructura sin apreciar los ejemplos reales, con excepción de los pensamientos o dichos por los burgueses de inicios del siglo XX; mucha gente buena quisiera creer que lo que hace es para beneficio de la gente; pero si no hace un esfuerzo adicional (es decir llamar a sus amigos o contactos) esa gente nunca tendrá respuestas...Lamentablemente eso pasa de derechas e izquierdas en el gobierno. Allende siendo una buena persona y un político inteligente la "cagó" colocando gente inoperante ,traidora y preocupada sólo de sus intereses...los trabajadores de verdad, merecíamos un mejor gobierno y no esos fantoches políticos que solo se miraban el ombligo sin arrepentirse hasta ahora. Es indispensable "CASTIGAR" a aquellos que usan el nombre del pueblo para hacerse ricos o con una cuota de poder , solo para ellos....
Miguel Rojas Báez | 01.05.2019
Soy un ciudadano con 87 años cumplidos, de profesión Contador. Trabajé desde 1950 hasta 1999, en el sector privado. Ocupé los cargos desde ayudante contable y Contador en varias empresas, hasta retirarme como Gerente de Administración y posteriormente Director Financiero en una subsidiaria de una multinacional norteamericana. Hago esta relación de cargos debido a que la naturaleza de ellos me permitió ser siempre el contacto entre la empresa privada a la cual servía y los distintos estamentos públicos. Mi impresión al final de mi vida laboral respecto a la administración pública es mas bien negativa. Fueron muy pocos los funcionarios éticos que conocí, generalmente siempre tuve que lidiar con corruptelas de todo tipo. Especialmente desde los puestos de mandos medios, en entes estatales y municipales. Principalmente Impuestos Internos y Directciones de Obras Municipales. Como también me tocó participar en negociaciones laborales, fuí testigo y partícipe de los tortuosos manejos de las autoridades del trabajo coludidas con organizaciones como la Cut, en su intermediación para solucionar pliegos de peticiones y huelgas.. Durante la etapa anterior al 11/9 dichos funcionarios profitaban de su participación en desmedro de los trabajadores, a quienes se suponía defendían. Muchas veces coludidos también con los personeros sindicales. Para que hablar de la participación en licitaciones públicas y el tortuoso proceso de adjudicación. Otra práctica que persiste hasta hoy día, es el acomodo de los funcionarios estatales en general, para incrementar sus pensiones. El caso Miryam Olate fue y es de comun ocurrencia, solo varía el monto. Hoy se habla del lobby en el parlamento desplegado por empresas privadas para influir en decisiones legales. Aunque las nuevas generaciones no lo conocieron, antes la norma era mas efectiva. Las empresas tenían en sus Directorios a parlamentarios influyentes con jugosas dietas. En fin relatar mis experiencias en este campo, daría para escribir un libro.
Antonio | 01.05.2019
Muy buen artículo, muchas gracias al profesor por contarnos parte de la historia. No soy empleado público pero me siento orgulloso de lo que he hecho con mi trabajo, soy diseñador y últimamente dirijo mi trabajo independiente con fines al aporte social. En este camino he conocido historias de esfuerzo y de lucha admirables, que la política creo ignora totalmente, tanto temple y coraje para llevar la vida siendo un verdadero aporte al tejido social. Los cambios suceden cuando trabajamos y observamos nuestro entorno, sólo así se logran cambiar paradigmas que mantienen al chileno adormecido y drogadictos a los medios convencionales. Hoy existe mucha desigualdad y abundan de sobremanera los que aportan a que la brecha se agrande, desde estilos de vida totalmente forzados hasta inconsciencia medioambiental que provoca destrucción no sólo a la tierra si no también de comunidades enteras. Al chileno le hace mal la tv y su pega contínua y aburrida, faltan ideas y no se consiguen haciendo lo mismo. Saludos.
Luz Alfaro | 28.04.2019
No puedo negar que es esperanzador este artículo pero lamentablemente la corrupción ha llegado a lugares y personas insospechadas. Hay mucha corrupción que está soterrada todavía y hay muchos funcionarios públicos que no roban directamente pero son cómplices al ayudar a destruir todo lo público con su burocracia, ineficiencia, indolencia, sacadores de vuelta porque saben que hagan bien o mal su trabajo, recibirán igual su sueldo. Conozco a tantos funcionarios públicos que muchas veces me pregunto ¿cómo puede funcionar así mi país? Otras me lamento y digo con razón nos gobiernan corruptos y ladrones de cuello y corbata. El amor por el servicio público y la Dignidad de los funcionarios públicos está en cuestionamiento porque en Chile existe una consigna que nos ha marcado a todos de una manera u otra. El que no roba es wn. Quiero tener Fe y Esperanza de que recuperaremos la Dignidad y Decencia como país y como pueblo chileno para después poder recuperar todo nuestro país, nuestros recursos naturales, nuestra Independencia, Soberanía, Libertad, Democracia. Gracias por darme una pequeña Esperanza en el futuro de Chile.
Abel Torres | 28.04.2019
La clave del texto es cómo la administración pública sea autónoma e independiente de los poderes fácticos, políticos, sociales y masones y se acabaría la corrupción. Sale fácil escribirlo, en circunstancias, que la corrupción está instalada como un cáncer con metástasis, con malas prácticas y costumbres en el corazón del Alma chilena.
Kilpatay | 27.04.2019
Parabienes una vez más CIPER, por su excelente reportaje!!
Luis Hernández | 26.04.2019
Interesante, ilustrado, altamente educativo y orientador sobre un tema tan sensible y tan de moda, felicitaciones.... Sólo agregar que la corrupción es inherente al ser humano y es transversal a todas las clases sociales, desde el almacén de barrio a las grandes empresas, desde el más humilde obrero al más alto gerente... Etc etc... Sólo hay que tener la capacidad de no seguir al ángel malo.
EDO | 26.04.2019
Lei hasta cuando el autor concluyo que el estado es eficiente. Obviamente todos esos buenos indicadores de salud, educacion, vivienda es pq en chile ya casi nadie ocupa los servicios publicos (ahora la masa de inmigrantes pobres los usan) pues el sector privado es el encargado de ofrecerlos en calidad, precio y oportunidad que el estado jamas podra. Ojo que los funcionarios del estado por elejos ganan mas que los trabajadores del sector privado pero tienen una productividad mucho menor.
Myriam | 26.04.2019
Felicito por este artículo que debiera estar en un programa de tv o mejor YouTube., para que todos entiendan lo importante que gente honesta y "medio pelo" (como señala un párrafo citado de un libro) ingrese al Estado y sea uno más, junto a otros, frenando la corrupción. Orgullosa de ser de esos pocos, honrando mi familia y país. Gracias por este motivador artículo.
miguel andres molina | 26.04.2019
Muy buen articulo. Me identifica en mucho, ya que en mi trabajo (municipalidad de Lo Espejo), el robo y la falta de probidad es recurrente y los funcionarios honestos reprimidos, castigados y hasta acusados judicialmente de un delito que no hemos hecho, con la finalidad de destituirnos y dejar el camino libre de estorbos. Claro está que en este caso es la mala política la que está presente. Muchas gracias.
stephen wallerstein | 25.04.2019
Muy interesante lo que aporta el profesor Barría
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