ROSAS ROJAS,
De pétalos abundantes aterciopelados y encarnados , cuya exquisita fragancia embriagan
de placer,; los capullos en flor a punto
de brotar prodigan belleza
al ambiente, como un himno a la naturaleza, alegría y deleite a la vida;
Obsequiar una sola rosa roja encarnada es una pasión que abruma al que la
recibe; pues le llena de alegría y por qué no decir de un sentimiento grato y imperecedero
y hace que resalte la plenitud de sus alegrías y vanidad ,y se sentirá envuelto en una inmensa nube de felicidad.
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