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“El sistema de acogida para los refugiados es raquítico”

El Defensor del Pueblo pide al Gobierno que se siente con ayuntamientos y comunidades autónomas para resolver la falta de alojamiento para los solicitantes de asilo

María Martín
El Defensor del Pueblo pide cambios legislativos para proteger a los trabajadores extranjeros
Francisco Fernández Marugán, en la sede de la institución en julio.Samuel Sanchez

El Defensor del Pueblo alerta desde 2013 de las carencias del sistema de asilo español. Cada uno de sus informes anuales señala las deficiencias del modelo, tanto para tramitar las solicitudes como para acoger a los demandantes de asilo más vulnerables. Seis años después, con Francisco Fernández Marugán en funciones, han llegado a España en un solo año más de 95.000 demandantes de asilo —el doble que el año anterior— y el sistema está al límite. Familias enteras duermen en la calle, en el suelo de iglesias o en casas de vecinos porque no hay más camas en la red nacional de acogida. El Ayuntamiento de Madrid, la puerta de entrada de casi la mitad de ellos, tampoco es capaz de ofrecer una solución.

Pregunta. ¿Por qué se ha llegado al extremo de que haya solicitantes de asilo en la calle?

Respuesta. El sistema de acogida de España es un sistema raquítico. El Defensor del Pueblo lleva desde 2013 advirtiendo de que el modelo de acogida no se adecuaba a las nuevas necesidades. Entonces nos movíamos en cifras muy bajas de solicitantes, pero el problema es que cuando hemos llegado a 95.000 se han visto todos los fallos estructurales. Hay un desequilibrio muy evidente entre las casi 100.000 solicitudes que se reciben y las poco más de 14.000 plazas de acogida disponibles. Estamos ante un sistema colapsado, llamemos a las cosas por su nombre.

P. ¿Quién es el responsable?

R. No creo que sea el momento de buscar responsables. Lo que hay que hacer ahora es sentarse y resolver. Lo primero que hemos visto es que a la hora de afrontar el problema [las Administraciones] se tiran los trastos a la cabeza y en lugar de eso deberían hablar.

P. ¿Qué solución a corto plazo propone?

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R. La concentración de recursos en Madrid y en Barcelona es ineficiente. ¿Por qué llevar todos los esfuerzos a Madrid y no a Valencia de Alcántara (Cáceres)? Debemos abrir el foco. Tenemos una parte del territorio con apenas población y actividad, hay que enfocar estas llegadas como una oportunidad. ¿Cuántos pueblos españoles recibirían con gusto a estas familias que, no olvidemos, hablan castellano la inmensa mayoría y que quizás podrían impedir el cierre de alguna escuela y otros servicios públicos? El Gobierno tendrá que encontrar soluciones fuera de Madrid, tendrá que llamar a los municipios y a las comunidades autónomas para que se involucren. No se concibe una salida razonable sin ellos.

P. ¿Debería España pedir ayuda a la UE?

R. Si tenemos problemas hay que pedir ayuda. Hay resistencias en España para acudir a los fondos europeos de emergencia, pero Alemania, Grecia e Italia los han pedido y no pasa nada. Hay que revisar también en qué empleamos el dinero. Le hemos prestado mucha atención al control de las fronteras pero no tanta a los sistemas de acogida.

P.  El Gobierno asume que el sistema de asilo se ha convertido en una vía para la inmigración económica. ¿Tiene la misma percepción?

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado pide un plan de acción con los municipios y las comunidades

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) señaló ayer que la “ausencia de políticas migratorias adecuadas” es una de las causas que han llevado al “colapso” del sistema de asilo. “La falta de vías de migración ordenada está provocando que la única vía disponible para poder acceder y permanecer en España sea a través del proceso de protección internacional”, afirmó la entidad. CEAR es una de las tres principales organizaciones en las que la Secretaría de Estado de Migraciones delega, mediante subvención, la acogida de los solicitantes de asilo. La Comisión coincide con el Defensor del Pueblo y pide un “plan de acción” que incluya la coordinación de comunidades y Ayuntamientos para resolver el problema.

R. Lo que está ocurriendo en Centroamérica es lacerante. Son víctimas de la violencia. Hay que asumir que vienen y seguirán viniendo. Aunque los flujos que llegan ahora de América Latina preocupan por su extraordinario aumento, los extranjeros son necesarios. No comparto los planteamientos que aseguran que se puede prescindir de ellos. Hemos de ser conscientes de que su perfil ha cambiado respecto a aquellos que llegaron a finales del siglo XX. Entonces vinieron muchas mujeres latinoamericanas que trabajaban fundamentalmente en el cuidado de nuestros hijos y mayores. Era claramente una inmigración económica. Ahora el perfil es muy diferente, e ignorar que hay motivos más allá de los económicos en la migración de estas familias es errar el foco.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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