Ella Revista Crece MX | Page 18

Cuando nuestro primer hijo tenía apenas seis meses , mi esposo y yo planeamos pasar nuestra primera noche lejos de casa . Como es natural , le escribí a los abuelos un manual completo . Esta es una pequeña cita de la sección acerca del sueño ( sí , el manual tenía tantos temas que fue necesario dividirlo en secciones ):

Él se acuesta entre las 7:00 y las 8:00 de la noche ¡ Estén pendientes de las señales de cansancio ! Es mejor acostarlo más hacia las 7:00 o 7:30 . Si van a darle un baño , empiecen después de las 6:30 , para que este listo para la rutina de acostarse .
Está bien que te rías de mí . Yo misma me río de mí . Mis intenciones , con aquel manual , eran buenas . Yo quería que mi hijo gozara de las comodidades que mamá y papá le ofrecían en brazos de otras personas que iban a cuidar bien de él . Sin embargo , detrás de esas buenas intenciones , mis actitudes incorrectas del corazón imponían ciertas exigencias …
« El abuelo y la abuela tienen que satisfacer mis expectativas para poder amar a mi hijo y hacerme feliz ».
« Yo soy la única persona que sabe cómo cuidar a mi hijo . Cualquier otra hará un trabajo insuficiente a la hora de satisfacer sus necesidades ».
« Una persona que me respeta acatará todas mis preferencias ».
Estas frases no aparecían en el manual , pero mis expectativas , preferencias y estándares eran una receta para la tensión en las relaciones .
Ambas parejas de abuelos fueron pacientes en el proceso de ajustarnos a este nuevo aspecto de la relación , pero el proceso no estuvo exento de dificultades .
Años después , considero que me va bien si las instrucciones que dejo cuando mis hijos grandes y pequeños quedan bajo el cuidado de los abuelos se limitan a gritar « gracias , ¡ nos vemos más tarde !» al mismo tiempo que salgo por la puerta .
Las relaciones en la maternidad son complicadas . Existe una tensión con los abuelos por no seguir los horarios de la merienda , incomodidad con tu amiga de la iglesia que cree que los niños siempre deberían quedarse en la reunión de los adultos cuando a ti te conviene tenerlos en la guardería , reacciones equivocadas cuando acabas de tener un aborto espontáneo y tu amiga se queja por su embarazo , entre muchas otras situaciones . Cada relación , conversación e interacción puede ser una amenaza a tu identidad como madre , haciéndote sentir avergonzada o pequeña .
A pesar de la complejidad de nuestras relaciones en la maternidad , la provisión de Cristo en el evangelio y el ejemplo que nos dejó nos ayudan a extender gracia .
Sigue leyendo en Maternidad redimida de Emily Jensen y Laura Wifler .
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