_
_
_
_
_

Fallece la líder libertaria Federica Montseny

Federica Montseny, histórica dirigente anarquista y primera mujer que fue ministra en España, en plena guerra civil, falleció el viernes a los 88 años en el hospital de La Gardelle, en Toulouse (Francia). Federica Montseny llevaba tres meses ingresada en el centro, especializado en enfermos terminales. El entierro se celebrará mañana, a las diez de la mañana, en el cementerio de Saint Cyprien, en Toulouse, ciudad en la que residía desde el final de la II Guerra Mundial.

Más información
La tragedia de una luchadora pura
Paradojas de una figura

Federica Montseny nació en Madrid el 12 de febrero de 1905 en el seno de una familia de anarquistas catalanes. Sus padres, Juan Montseny y Teresa Mañé, más conocidos por los nombres de Federico Urales y Soledad Gustavo, fueron los fundadores de La revista blanca y Tierra y Libertad, y fueron procesados en varias ocasiones por sus ideas libertarias.Nunca fue a la escuela -su madre, maestra, se ocupó de su educación- pero siguió cursos de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona. Militante de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) desde muy joven, colaboró en publicaciones anarquistas y publicó narraciones en la serie La novela ideal. Desde 1931 apoyó a la Federación Anarquista Ibérica (FAI), partidaria de la acción directa, frente a los moderados treintistas, que se oponían a la violencia. Desde 1936 formó parte del comité regional de Cataluña de la CNT y del comité peninsular de la FAI.

Montseny ha pasado a la historia como la primera mujer que formó parte de un Gobierno en España: de noviembre de 1936 a mayo de 1937 fue ministra de Sanidad y Asistencia Social en el Gobierno del socialista de Largo Caballero. Entonces se enfrentó a problemas que la guerra hizo acuciantes, como las cuestiones hospitalarias y la evacuación de refugiados. Cabe resaltar la creación de los liberatorios para prostitutas, donde se les ofrecía alojamiento y se les enseñaba un oficio, y la promulgación de una ley del aborto. Tras la caída de Largo Caballero e opuso a una nueva participación de la CNT en el Gobierno.

Terminada la guerra se exilió en Francia. Huyendo de los nazis se refugió en la Borgoña y, tras ser detenida, el Gobierno de Madrid solicitó su extradición, que fue denegada a causa de su embarazo. En 1945 se instaló en Toulouse, donde vivía desde entonces. En 1977 regresó por primera vez a España y luego hizo frecuentes visitas. Nunca, hasta su muerte, renunció a sus ideales anarquistas.

En 1987 publicó Mis primeros cuarenta años, donde narra su su vida desde su nacimiento hasta el final de la II Guerra Mundial.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_