sábado. 27.04.2024

Rodríguez Medel. Una saga familiar de jefes de la Guardia Civil al servicio de la legalidad democrática

Floren Dimas relata en este artículo el encuentro fortuito de varios historiadores con el nieto del comandante de la Guardia Civil Rodríguez Medel, asesinado por los fascistas en 1936.
Extracto de la película de Pedro Olea 'La conspiración' (2012). El actor Jorge Sanz interpreta a Rodríguez-Medel y Manuel Morón al general Mola.
 

FLOREN DIMAS | Aunque los términos de la entrevista en el vídeo que presentamos son ficticios, esta existió y el alcance de la misma fue absolutamente real.

Tuvo lugar el 18 de julio de 1936 siguiendo instrucciones del ministro de la Guerra, para instar al general Mola a abandonar la intentona golpista que se presumía él encabezaba, entablándose entre ambos una tensa discusión retirándose de forma airada el comandante sin haber conseguido su propósito.

Ese mismo día, Medel reúne a las fuerzas de la Guardia Civil y de Asalto a su mando, a las que dirige una alocución antes de dirigirse a Tafalla para allí desplegarlas, con el objetivo de impedir cualquier intento de auxilio a los golpistas, aislándolos de otros focos rebeldes.

Enardecido por los mandos subalternos proclives a sublevarse, uno de los guardias civiles sintiéndose protegido por los golpistas, asesina al comandante disparándole por la espalda delante de todos sus hombres.

Hasta aquí la historia relacionada con el corte de la película.

Operación Carchuna

En el invierno de 2008, nos dimos cita en el antiguo fuerte abandonado de la Guardia Civil de Carchuna, en la costa granadina -actualmente restaurado de forma lamentable-, los investigadores históricos Txema Prada, Jesús Castillo, Pedro A. García Bilbao y quién esto escribe, para conocer sobre el terreno el marco topográfico de la que fue la mayor fuga de presos republicanos de toda la guerra civil, hecho sucedido el 23 de mayo de 1938 desde dicho castillo. Se trataba de la Operación Carchuna.

Por ahí andábamos sacando fotografías de los diferentes recintos del fuerte, situando los diferentes lugares en donde tuvo lugar el asalto por un comando republicano desembarcado por la noche, que liberó a los presos, se apoderó del armamento y se hizo acompañar de los soldados del Ejército franquista, que quisieron pasarse con ellos a las líneas republicanas.

En ello estábamos cuando vimos aparcar en las proximidades, un todoterreno de la Guardia Civil del que se apearon dos agentes que entraron en el castillo para preguntarnos -como quien no quiere la cosa-, cuál era el motivo de andar por allí sacando fotos.

Les dijimos que nuestra única intención era documentar fotográficamente una fuga de presos ocurrida durante la Guerra Civil.

Tranquilizados por la respuesta, aquellos dos curiosos agentes se fueron por donde habían venido.

No había transcurrido ni una hora cuando en la soledad de aquella fría mañana otoñal aparece un turismo rojo, del que desciende un señor que se dirige a nosotros identificándose como comandante de la Guardia Civil, que al ser informado por sus agentes de nuestra presencia, decide visitarnos para que le contemos de qué va nuestro trabajo, reconociendo que solo tenía alguna vaga información de aquella operación republicana.

Quedó sorprendido e impresionado con el relato de aquella fuga organizada por fuerzas guerrilleras republicanas, y amistosamente nos invitó a que, para ampliarle los detalles, fuésemos a su casa en Motril para continuar la conversación.

Así lo hicimos más tarde, momento en que el comandante José Antonio Rodríguez Medel, tras presentarnos a su encantadora familia y obsequiarnos con una generosa merienda, confesó que era nieto de aquel comandante de su mismo nombre y apellidos, que fue asesinado por fuerzas golpistas en Pamplona por mantenerse fiel a la República.

Su familia conservaba todavía como oro en paño la guerrera ensangrentada, con los dos orificios de bala en la espalda, la misma que vestía el jefe de la Guardia Civil asesinado.

Por el tono de la conversación y por los contactos que posteriormente mantuvo con alguno de los miembros de aquel equipo de investigación histórica, sé que el nieto del comandante Medel, ha tenido siempre un talante demostradamente demócrata, y que conserva un recuerdo de admiración y respeto hacia cuanto su abuelo representaba al servicio del régimen legalmente constituido de la II República.

Recientemente ascendido a general de brigada, el nieto del comandante republicano Rodríguez-Medel, dirige un centro de formación de la Guardia Civil en El Escorial

Floren Dimas. Oficial del Ejército del Aire (R) | Miembro de ANEMOI y ACMYR | Asociación por la Memoria Militar Democrática.
 

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