CONCIENCIA AMBIENTAL: Regulando el consumo de energía, ahorramos dinero y cuidamos el ambiente

Desde los primeros días de la cuarenta vimos como la contaminación se ha reducido drásticamente, tal como se demuestra en las ciudades más pobladas catalogando esta reducción como una disminución histórica de los niveles de contaminación.

La reducción en el consumo y una mejor eficiencia energética pueden ayudarnos a mantener estos niveles cuando se ponga fin a la cuarentena y a la crisis por el Covid19.

Siguiendo una serie de pautas de comportamiento básicas, algunas de las cuales fuimos desarrollando en micros anteriores, en este hablaremos que es posible ahorrar energía y de esa forma compensar el incremento de consumo al estar todo el tiempo en casa, teniendo en cuenta que toda la electricidad que se ahorra, impacta directamente en una reducción de la generación de combustibles fósiles y que, por tanto, elimina la correspondiente producción de gases contaminantes, reduciendo así las emisiones de dióxido de carbono para contribuir de forma definitiva a combatir el cambio climático.


Ante esta nueva realidad, el regular el consumo de energía en tu hogar es una de las formas más sencillas de ahorrar dinero y ayudar a reducir las emisiones que causan el calentamiento global.


La detención de la actividad humana tiene un efecto sobre el ambiente. En concreto, se reducen los impactos asociados al consumo de energía, la utilización de materias primas, la realización de viajes, la producción de basura, la generación de ruidos, la actividad en los lugares turísticos naturales, entre otras.

Dicho en términos generales, la disminución de la actividad humana implica un menor impacto sobre la naturaleza y un efecto benéfico puntual. Al reducirse la quema de combustibles fósiles destinados a la generación de energía y transporte, también se redujeron las emisiones de contaminantes atmosféricos.


Frente a la posibilidad de que futuras medidas, adoptadas por autoridades e industrias para reactivar la economía, generen un retroceso de la situación, y vuelvan a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes por encima de los promedios históricos, la situación actual resalta la necesidad de una transición energética, con la electricidad como fuente de energía clave, para lograr un escenario futuro de reducción de emisiones sostenidas en el tiempo.

Recordemos que la eficiencia energética no busca reducir o dejar de realizar determinadas actividades para evitar el consumo de energía, sino que su objetivo es utilizar la energía de la forma más económica, segura y limpia posible.

En invierno, el mayor consumo es el de gas, por amplio margen. Por esta razón, podemos tomar algunos recaudos, tales como utilizar abrigo en vez de encender la calefacción, siempre que sea posible, compartir espacios con los integrantes del hogar, para evitar calefaccionar múltiples habitaciones.

También es recomendable de noche cerrar persianas, cortinas o cualquier elemento que exista en las ventanas, ya que esto evitará la pérdida de calor. Respecto a la utilización de agua caliente se recomienda utilizar solo la necesaria, al desperdiciarla estás derrochando gas y también agua.

Es recomendable que las computadoras y TVs, tan utilizadas en la cuarentena, no permanezcan encendidas más de lo necesario. Recuerda apagar siempre las luces que no necesites, aprovecha la iluminación natural y realiza actividades cerca de tus ventanas.


Si todos tomamos conciencia y aprendemos a ser responsables de nuestras acciones, podremos lograr que grandes y significativos cambios sean posibles y duraderos.

Por Robert Lizárraga
Fuentes : ONU/programa para el medio ambiente