La firma Defeder Alcolea, especialista en fertilizantes ecológicos, estrenó ayer su nueva planta en Monzón con la mirada puesta en mantener la exportación de sus productos a distintos países europeos, el Norte de África y Oriente medio. En la actualidad su mercado principal está repartido entre Aragón, el Levante y Andalucía.

La empresa, nacida en Alcolea de Cinca, se dedica a la producción de fertilizantes ecológicos y harina para pienso de animales, mueve al año 80.000 toneladas de producto y cuenta en sus instalaciones con una nave exclusiva para el reciclaje de los materiales. «Hemos conseguido un hueco en los mercados nacionales e internacionales con la filosofía del residuo cero y la economía circular», afirmaron los creadores de la empresa, los hermanos Joaquín y Raúl Saila.

La marca se creó hace 11 años y destaca por sus aportaciones al sector de abonos ecológicos y la alimentación animal. «Tenemos en el ADN los valores de la investigación, la calidad, la innovación y la sostenibilidad», defendieron. Además, señalaron que la situación actual del mercado les permite seguir creciendo, tanto en empleo (pues ya tienen 15 trabajadores) como en instalaciones, algo que favorece la industria de la comarca. Por este motivo, los empresarios justificaron su apuesta por la localidad montisonense al considerarla un punto estratégico en las comunicaciones porque dispone de autovía y ferrocarril en sus alrededores, está a 200 kilómetros de Francia y tiene posibilidad de acceder al transporte marítimo.

Durante el acto de inauguración, el vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, destacó que este tipo de industria, además de ser una muestra de la competitividad económica en el territorio «cubren la demanda de un consumidor cada vez más exigente» y facilita «una cadena de producción que sea respetuosa con la sostenibilidad y el medio ambiente». La primera planta de fertilizantes y materia prima de Defeder se instaló en Albalate de Cinca, pero, al ver la posibilidad de crecer, decidieron a trasladar la producción de Huesca y Lérida a la capital de Cinca Medio. En la actualidad, cuentan con 45.000 metros cuadrados repartidos en sus instalaciones de Monzón y Albalate.

La labor de Defeder, que factura unos 15 millones, consiste en el compostaje de estiércol y proteína animal para crear nuevos productos ecológicos que sirven como abonos especializados. Esto permite mitigar el desgaste de las tierras, pues el fertilizante resultante siempre se les aporta materia orgánica. Además, ofrecen la posibilidad de personalizar los productos que fabrican dependiendo de los destinos y los cultivos. La inversión ha sido de 2,7 millones.

El alcalde de Monzón, Isaac Claver, celebró la ampliación de la fábrica, señalando que el consistorio quiere impulsar el desarrollo de firmas relacionadas con la ecología y generar sinergias.